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Mariscal Ramón Castilla y Marquesado Es considerado el mejor presidente del Perú del siglo XIX. Reunió los atributos de patriotismo y eficiencia. Con su experiencia equilibró lo militar con lo político para poner orden en una sociedad convulsa y sentar las bases del Estado peruano. Nació el 31 de agosto de 1797 en San Lorenzo de Tarapacá, cuando la patria era aún virreinato de España. Mestizo y bajo de estatura, tuvo siempre una gran resistencia física que le permitió sobreponerse a los momentos complicados. Desde los quince años se enroló en la milicia realista y, desde ahí, combatió los alzamientos independentistas. Posteriormente, juró lealtad a la causa emancipadora y participó destacandamente en la batalla de Ayacucho de 1824. Su genio político lo llevó a ser presidente del Perú en varias ocasiones: de 1845 a 1851 (período constitucional), de 1855 a 1858 (etapa provisoria), de 1858 a 1862 (presidente constitucional), y en 1863 asumió por algunos días la presidencia de forma provisoria. En total, fueron 12 años que dirigió las riendas de nuestra patria siendo el presidente que más años gobernó el Perú republicano antes del oncenio de Augusto B. Leguía. Bic
Castilla bien puede reclamar para sí “el título de constructor de la República” (Chirinos, 1982, p.219), pues fue él quien le dio institucionalidad y “fortaleció la persona nacional” (Basadre, 1981, p. 58). Muchos de sus antecesores en el gobierno habían gastado sus energías combatiendo en las guerras civiles que ellos mismos provocaban, sin importarles el mejoramiento de la nación.
Obras que contribuyeron al desarrollo nacional Sus obras tienen un común denominador: modernizar el Estado, fomentar el progreso material e intelectual del país, ordenar la economía nacional, pagar la deuda contraída durante la Independencia, restablecer el crédito del país, generalizar la instrucción primaria, posicionar el Perú en lugar relevante en el continente, iniciar el desarrollo de la amazonia, mejorar la defensa nacional profesionalizando la diplomacia, el Ejército y la Marina; y culminar los rezagos coloniales de la esclavitud y la contribución indígena. La ejecución de la mayoría de estas obras estuvo respaldada en el auge de la exportación guanera.
Castilla promulgó en 1850 el Reglamento de Instrucción Pública para las escuelas, colegios y universidades; así como Régimen de Política Educativa, las directrices sobre enseñanza pública y privada, Régimen del Profesorado, presupuesto educativo y atribuciones del Estado en la educación nacional.
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