Capitulo 5 – Soy la Villana, y Nunca Tendré Suficiente de Disparar Armas Empecé una vez que preparé una figura de paja para usar como blanco. Saqué mi pistola automática calibre 9mm y apunté hacia la figura de paja. La pistola automática que estaba usando no podía aguantar muchas rondas, pero incluso una niña de cuatro años de edad podía empuñarla con facilidad. Naturalmente, ya había aprendido a manejar el retroceso. Ya había probado dispararla una vez, así que ya había aprendido que tan poderoso era el retroceso. Apunté al pecho de la figura de paja y tiré del gatillo. El método donde canalizaba mi maná al mismo tiempo que apretaba el gatillo ya era obsoleto. Poner mi maná en el percutor con antelación hizo que el maná fluyera en la ronda cuando el martillo la golpeaba, y entonces el talismán se activaba automáticamente. Este nuevo método de transferir maná estaba en el libro que el Dr. Wolff me había prestado. El maná podía ser canalizado dentro de cualquier material (aparte del oricalco) de la misma manera en que podía ser circulado a través del cuerpo durante la magia sangre y de la misma manera en que podía ser canalizado dentro de un talismán. El maná entonces se mantendría dentro del artículo en el que había sido canalizado, aunque dado suficiente tiempo se disolvería muy gradualmente en el aire y eventualmente desaparecería completamente. De acuerdo al libro que había leído, el maná era conducido cuando entraba en contacto con otros artículos. Justo cómo la electricidad, el maná podía fluir de hierro a hierro y de agua a agua. Eso significaba que yo podía canalizar maná en el percutor de un arma y tenerlo fluyendo en las rondas cuando tiraba del gatillo, pero fue realmente difícil conseguir que funcionara en la práctica. El maná canalizado en el percutor se difundía a través de toda el arma, causando a menudo que rondas en contacto con el arma se dispararan espontáneamente. Dado todo el problema que esto causa, algunas personas podrían pensar que sería mejor deshacerse del gatillo y del percutor completamente y sólo canalizar maná directamente en el arma. ¡Pero eso le quita la emoción a ello! ¡El gatillo se siente tan bien contra mi dedo que no hay manera en que pueda deshacerme de eso! En cuanto a los problemas, uno apremiante fue canalizar accidentalmente maná en toda el arma en vez de al percutor, lo que podría causar que todas las rondas en el cargador explotaran. Ese es el por qué tenía que usar muy, muy cuidadosamente justo la cantidad 37