En mi
OPINIÓN
Brecha tecnológica Que vivimos una época de cambios tecnológicos a gran velocidad no es una novedad. Lo diferencial es que la pandemia ha provocado la aceleración de muchas de estas dinámicas que estaban soterradas, pero que se encontraban ahí. Estas tendencias se viven en numerosos ámbitos profesionales, pero el sector de material eléctrico lo está experimentando con una notable intensidad. En este escenario, los instaladores se ven obligados a actualizar sus habilidades de manera ágil y rápida para satisfacer las necesidades de sus clientes; esta adaptación implica conocimientos de áreas técnicas, legislativas y de reglamentación, así como de las innovaciones tecnológicas que salen al mercado. Todo un reto que deben acometer diariamente. Al fin y al cabo, son el agente principal que instala y lleva la tecnología a hogares, empresas e industrias. No obstante, al decir de expertos y representantes de entidades sectoriales, una parte del colectivo instalador no asimila de manera adecuada toda esta transformación tecnológica, que conlleva elementos como la conectividad, el Internet de las Cosas (IoT), los sistemas de control y regulación o el uso de software avanzado. En ocasiones es difícil dilucidar si se trata de una cuestión generacional –la media de edad en el sector de las instalaciones es alta–, de actitud o de cómo ven su negocio y la profesión. Pero lo cierto es que una proporción del gremio de profesionales encuentra dificultapandemia ha des para trasladar estas novedades técnicas y avances a la aceleración sus clientes; no terminan de verse como prescriptores y asesores.
La provocado de los cambios tecnológicos
Lo positivo es que hay una parte, mayoritaria, que se está adaptando con rapidez a este entorno cambiante, donde surgen nuevos retos y oportunidades (autoconsumo, movilidad sostenible, edificio conectado); pero parece que emerge cierta brecha tecnológica respecto al grupo que lo hace con más problemas, o más lentamente. En este contexto, es fundamental el papel que desarrollan la distribución profesional y los fabricantes, con acciones de colaboración cada vez más estrechas que tratan de ayudar a los instaladores menos especializados, canalizando todo lo que puede suponer mejoras en su actividad y crecimiento para su negocio. El objetivo es acortar y cerrar esa brecha en la medida de lo posible, si bien queda todavía mucho camino por recorrer. Toda la cadena de valor, incluyendo a las asociaciones sectoriales, debe ejercer un papel proactivo en esta tarea Miguel Ángel Jiménez Director del Área de Material Eléctrico
MATERIAL ELÉCTRICO ❙ 7