ABOGADOS DE VALLADOLID / Carta del Decano / 4
Javier Garicano, JULIO DE 2020
Carta del
Decano
Queridos compañeros y compañeras: Estamos viviendo tiempos difíciles, y mis primeras palabras solo pueden ser de recuerdo para los que nos han dejado y de agradecimiento para quienes durante estos meses han luchado para hacer frente a esta pandemia que hoy todavía sigue con nosotros. Entre todos, quiero tener un reconocimiento agradecido para la abogacía de oficio que habéis seguido prestando servicios de guardia y asistencia a detenidos en estos tiempos difíciles. Dignificáis esta profesión y a todo el colectivo. Durante estos meses, hemos tratado de manteneros informados y de dar respuesta a las dificultades que se nos planteaban casi a diario. Confío en que hayamos logrado transmitiros ese apoyo, y en haberos ayudado de alguna manera a sobrellevar esta situación. Por ello mi agradecimiento también a la Junta de Gobierno y al personal del colegio por el trabajo desplegado. La abogacía es un pilar esencial de nuestro estado de derecho y por ello, desde el ICAVA, y también a través del Consejo General de la Abogacía Española, hemos estado trabajando para que las medidas legislativas y organizativas que se han ido implementando se adoptasen escuchando a la profesión. Es cierto que no siempre ha sido posible que se atendiesen nuestras demandas, aunque sí quiero reconocer también que en este sentido Valladolid sigue siendo una plaza en la que las instituciones judiciales son sensibles a las necesidades de nuestro colectivo. Disfrutamos de una comunicación fluida que nos ha permitido trabajar juntos en aspectos tan importantes como el protocolo de juicios telemáticos, las conformidades en Fiscalía, la asistencia telefónica a detenidos en sede policial y en el resto de medidas que se han adoptado. En cambio, otras medidas como la habilitación parcial de agosto se han adoptado contra el criterio de la abogacía y ya se ha demostrado su ineficacia. Los juicios telemáticos o la habilitación de las tardes son
medidas excepcionales y como tales hemos de afrontarlas, colaborando para superar esta crisis, pero exigiendo siempre que toda actuación judicial se realice con plenas garantías y que se recupere la actividad ordinaria en cuanto sea factible. El Colegio seguirá vigilante para proteger los intereses de todo el colectivo. En momentos de dificultad siempre los compañeros hemos dado un paso al frente y hemos ayudado a superar situaciones muy complicadas. Estoy convencido de que esta vez volveremos a ser uno de los colectivos profesionales claves e imprescindibles para ayudar a que España se recupere. Pero también estos meses han puesto de manifiesto las carencias que tiene la Administración de Justicia y, por qué no reconocerlo, las que tenemos algunos de nosotros en nuestros despachos. Debemos ayudar a modernizar la justicia y exigir que se lleve a cabo sin merma de garantías para el justiciable, pero también debemos plantearnos si nuestros despachos estaban preparados para afrontar esta situación o las que, desafortunadamente, puedan venir en un futuro. Si la respuesta es no, seamos valientes, una inversión hoy, aun en tiempos de dificultad, nos puede permitir superar mañana una situación problemática. Cuando el próximo ejemplar de esta revista —ahora telemática para adaptarse a los nuevos tiempos— llegue a nuestros despachos, habrá otro equipo en el gobierno del Colegio, ya que en octubre se cumplen cuatro años desde que accedimos a la Junta. Siempre es momento para agradeceros la confianza que habéis depositado en nosotros, y también para pediros disculpas por los errores cometidos. Podéis estar seguros de que seguiremos hasta el último día tratando de hacer mejor este Colegio, de atender vuestras demandas y de ayudar en la medida de nuestras posibilidades a superar esta difícil situación. Un abrazo, muchas gracias y mucho ánimo para todos