ABOGADOS DE VALLADOLID / Escapadas / 46
Ámsterdam: la ciudad de los canales Por Mónica Vielba Serrano, abogada
La capital de los Países Bajos es una de las urbes más vibrantes y avanzadas de toda Europa. Tiene una vida cultural apasionante, un ambiente único y una oferta de ocio increíble. Se la conoce en el mundo por los canales, las bicicletas, los escaparates del barrio rojo y por sus coffee-shop, que son los establecimientos legales donde se vende y se consume marihuana; pero Ámsterdam es mucho más que eso. Es una ciudad intensa, multicultural, palpitante y llena de vida. Hay que perderse por sus calles y respirar su ambiente bohemio y pintoresco.
Toda visita debe empezar en el edifico neogótico de color rojo que dirige desde hace más de un siglo la cuidad, la Centraal Station. Desde allí, en línea recta por la Avenida Damrak, se llega a la plaza Dam, que es el corazón del centro histórico de la cuidad. El primer dique (dam), sobre el río Amstel, se construyó en esta plaza. Precisamente ese es el significado de su nombre. Aquí están la sede del Palacio Real, la iglesia Nueva, el museo de cera Madame Tussauds, el antiguo edificio de la Bolsa y el Monumento Nacional, un obelisco de 22 metros
de altura que fue construido en homenaje a los soldados holandeses caídos en la Segunda Guerra Mundial. Muy cerca se encuentra el Begijnhof, el complejo residencial más antiguo de toda la ciudad, formado por un conjunto de elegantes casas fundado en 1346 para albergar a mujeres religiosas, las beguinas, que se dedicaban a servir a la comunidad. Un lugar que se abre en torno a un patio hermoso y tranquilo que lleva sin cambiar apenas nada en siglos. Un paseo permitirá viajar en el tiempo y remontarse a los mismos orígenes de esta
IMPRESCINDIBLE: el Barrio Rojo
Barrio Rojo
Es obligatorio darte un paseo por el barrio más antiguo de la cuidad tanto de día como de noche, y perderse por sus antiguas calles adoquinadas, que datan del siglo XIV. Es fácil distinguirlo, está repleto de luces de neón rojo. La prostitución se ejerce aquí desde hace siglos y es una actividad legal completamente regulada por las autoridades locales. Las prostitutas pagan sus impuestos y cotizan a la seguridad social. Las mujeres ofrecen sus servicios en los escaparates y destinan parte de sus ingresos a pagar su alquiler que incluye seguridad privada, por lo que su integridad está totalmente garantizada. Sin embargo, hay más motivos para visitarlo que el puro morbo de ver la industria del sexo tan expuesta. En el Barrio Rojo podrás encontrar un montón de sex shops, el Museo Erótico de Ámsterdam y multitud de clubs con espectáculos en vivo. También está repleto de coffee shops. Es un barrio totalmente seguro. Si visitas el Barrio Rojo, no saques ninguna foto a las prostitutas que se exhiben en sus escaparates, además de estar prohibido, es simplemente una cuestión de respeto. Su visita es imprescindible.