Las lectoras Llegamos a un patio vacío donde hay una enredadera que pareciera atar las casas
como un racimo de frutas. Es tiempo de pandemia. De pronto el silencio se llena de voces y de risas. De las casas sale una anciana y un grupo de niñas con sus mascarillas. —«¡Hola, hola! ¿En qué les podemos ayudarles?» —Pregunta la anciana.
—«Buscamos a dos niñas que leen mucho. Nos dijeron que viven aquí. Queremos entrevistarlas». —Respondo.
—¡Jajaja! —Ríe una de las niñas que lleva el cabello trenzado. —«¡Ah y tú de qué te ríes!» —le digo con alegría a la niña.