Leer y crear en una biblioteca Blue Lupin
El placer de imaginar
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Por Delia Fajardo Salinas Escritora, catedrática universitaria experta en Educación Intercultural Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán
Cruz Alta se levanta entre las montañas más altas de La Campa, su municipio, en el
departamento de Lempira, Honduras. Como la mayoría de aldeas en la zona, sus
actividades económicas giran en torno al cultivo de maíz y frijol y, sobre todo, la producción de alfarería. En esta aldea, existe una escuela básica llamada Tecauxinas.
Y en esta escuela encontramos una de las bibliotecas Blue Lupin. Fue creada en 2016,
en la segunda etapa del proyecto. Y como esta, hay 33 bibliotecas más, distribuidas en
esas altaneras montañas de uno de los departamentos con los resultados más bajos
de rendimiento escolar en el país. Aunque poco, los porcentajes han mejorado. Pero estas no son malas noticias, solo nos demuestran que la evaluación externa, una
prueba escrita, no es capaz de medir el amplio y real impacto de estas bibliotecas en la vida de miles de niños, en los docentes, en las mamás y los papás, en los artistas locales, en las abuelas y los abuelos, en las redes educativas, en las comunidades... ― ¿Qué pasó cuándo empezaron a venir?