Andrea Gómez y Santiago Balvín escriben sobre la coyuntura actual.
Gia Lujuria reseña la potente poesía de Gretel Warmicha.
Andrea Gómez y Santiago Balvín escriben sobre la coyuntura actual.
Gia Lujuria reseña la potente poesía de Gretel Warmicha.
Lossio.
André Mere y Fernando Correa, directores del Archivo de la Memoria Marica del Perú.
‘Stonewall, las protestas y la lucha en las calles’ por Julio
2710-1711
Dirección
Alexandra Arana Blas.
Diseño gráfico
Cesar ‘Chechi’ Chávez, Brandon Soto.
Colaboran en este número:
Andrea Gómez, Santiago Balvín, Fernando Correa Salas, André Mere Rivera, Julio Lossio, Gustavo Ochoa Morán, María
Alexandra Arana Blas, RAGSS, Raul Oliva, Manuel Forno Castro Pozo, Gia Lujuria, Neil R. Tejeda, Paola Alvarado.
Portada:
Fotografía por César Chávez.
Consejo Consultivo:
Magally Alegre Henderson
Profesora en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Ricard Huerta
Profesor en la Universidad de Valencia, España.
Richard Leonardo-Loayza
Profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.
Germán Navarro Espinach
Profesor en la Universidad de Zaragoza, España.
Claudia Salazar Jiménez
Profesora en California State Polytechnic University, Pomona.
Asesoría legal: Alonso R. Ynga Zevallos.
Empresa Editora Diversidades SAC. Los derechos de los artículos corresponden a sus autores. Las opiniones de quienes escriben aquí son personales y no comprometen a la revista ni a institución alguna.
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Lima, febrero 2023.
La situación no mejora. Siguen las muertes y se radicaliza el clasismo y el racismo. Y Lima… Lima otra vez le da la espalda al Perú.
La mirada limeña, extractivista y colonialista, demuestra que el Perú nunca fue un “mestizaje armonioso”.
Este número de Crónicas de la Diversidad registra ese conflicto: la participación de la ciudadanía en contra de la represión, la matanza sistemática en el interior del país, y la persecución de quienes no compartimos la postura del gobierno. ¿Y la respuesta? Terruqueo, persecución, y la crítica de que “no tomamos en cuenta a los muertos entre la policía”. Por supuesto, “no todos” son corruptos, “no todos” van contra el pueblo… Pero como institución, ¿cómo responden a los más de 50 muertos? ¿Y cómo responden al uso excesivo de la fuerza?
Cuando conviene, ceguera y olvido.
Todos nos movemos por ideologías: son nuestro marco para entender la realidad. Distinto es decir que una persona está radicalizada o fanatizada, pues no puede cuestionar esos mismos marcos y los impone como si fuesen la única manera de ver el mundo.
¿Quién
La palabra dialoga y cuestiona, y la escritura es el medio por el que quedan registrados dichos intercambios. Dicho de otra manera, la lucha y la palabra pueden ir de la mano, tal y como lo demuestran los artículos en este número. En ellos se registran las voces que han participado en las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte, se traza la historia de lucha política de la comunidad LGBTIQA+ y se visibiliza nuestra cultura. Todas ellas, luchas que debemos seguir.
Quizás si tratamos así la palabra, recuperaremos el diálogo que a veces parece perdido entre el activismo y el academicismo.
Alexandra Arana Blas / DirectoraDiario de resistencia(s) al terror desde afuera
Escribe: Andrea Gómez
Disidencias sexuales y de género en crisis política Perú
Escribe: Santiago Balvín
Archivo de la memoria marica del Perú: Retos para su instalación
Escribe: Fernando Correa Salas, André Mere Rivera
Stonewall, las protestas y la lucha en las calles
Escribe: Julio Lossio
“¡Propongo un brindis!” La Fiesta de la Vihda
Escribe: Gustavo Ochoa Morán
Homogénesis: Una historia del movimiento homosexual de Lima en los años 80
Escribe: Manuel Forno Castro Pozo
Dualidad, disidencia sexual y la presencia de lxs Quariwarmi en la sociedad andina prehispánica
Escribe: Neil R. Tejeda
Qatar 2022, la FIFA y el colectivo LGBTIQ: Un juego sucio
Escribe: Paola Alvarado
Divina Lujuria
Escribe: Gia Lujuria
La troupe Samsonite de Francisco Font
Escribe: María Alexandra Arana Blas
La mucama de Omicunlé de Rita Indiana
Escribe: María Alexandra Arana Blas
Juntxs somos algo mejor, para el bien y para el mal
Escribe: RAGSS
Las máquinas inventaron el verbo y lo enterraron junto a la máscara de barro
Escribe: RAGSS
Antología poética de Gretel Warmicha, Primera parte
Escribe: Gia Lujuria
CUENTO: La cenicienta más allá del muro
Escribe: Raul Oliva
13 de diciembre de 2022.
Estoy en mis redes sociales compartiendo todas las noticias y videos que encuentro sobre la represión en Perú. Vivo hace 6 años y medio en Ciudad de México: desde afuera testimonié la crueldad contra lxs manifestantes, y la ocupación desalmada de poder de Manuel Merino y sus cómplices; desde afuera, ahora vivo otro golpe más.
Posteo: “Cada año que pasa he visto de lejos cómo la política peruana va de mal en peor, cómo se radicalizan las opiniones, cómo se sataniza a la población de modo más abierto. La brutalidad empleada contra compatriotas es incitada por quienes no tienen ningún interés en el bienestar del país, sino en concentrar poder aunque sea con sangre. Si pudiera subirme a un avión ya mismo a unirme a las marchas lo haría sin chistar. Pero no puedo. Haré lo que está a mi alcance: firmar peticiones, donar a lxs heridxs, rebotar información fidedigna por acá. […] La patria nunca se olvida. Desde mi rinconcito procuraré luchar por ella”.
Dicho día acaba con 6 muertes. Subo como historia un video en los alrededores del aeropuerto Velasco Astete de Cusco, donde un policía grita “Mátalo a ese huevón”2
15 de diciembre de 2022.
Se confirman 21 muertes desde que asumió el mandato Dina Boluarte. Una compañera ecuatoriana me manda un mensaje.
— Andrea, ¿no se están organizando para manifestarse? Esto es terrible. Algo se tiene que hacer.
— Amiga, pero ¿quiénes?
— La comunidad peruana acá. Hicimos una red luego de lo ocurrido en Ecuador, si algo organizan dime por aquí.
— En esta ciudad no hay comunidad peruana. Fui antes a eventos de peruanxs, había fujimoristas y viejos fachos que hablaban de matar a Ollanta Humala “cuando se pudo”.
— De por sí es terrible.
— Voy a ver si se organiza algo… pero necesito saber quién más se apuntaría.
— Pues cuenta conmigo.
1 Andrea Gómez - Antropóloga peruana enfocada en cuerpo, belleza y género; formada en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad Autónoma Metropolitana – unidad Iztapalapa. Ganadora del Premio Fray Bernardino De Sahagún del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, por la Mejor Tesis de Doctorado en las áreas de Etnología y Antropología Social en 2021. Asimismo, es mujer autista, investigando el autismo y la neurodiversidad desde los estudios sobre y desde el cuerpo, los estudios críticos en discapacidad y la auto-etnografía. Feminista, con experiencia activista y producción académica sobre salud sexual y reproductiva. Escritora de no-ficción y de auto-etnografía. Coordinadora del Grupo de Trabajo Corporalidades y Belleza dentro del Seminario Permanente de Corporalidades - SERCORP y miembra de la Red Peruana-mexicana por la Democracia en Perú. Instagram: @reddemocraciape
Luego del chat, me pregunto cómo explicarle las profundas escisiones entre peruanxs, que se reflejan entre quienes residimos en el exterior. Si hay algo extremadamente frustrante durante todo el transcurso de la actual crisis, es la falta de apoyo de otrxs peruanxs en México. Ello no se debe únicamente a no compartir las mismas opiniones políticas, a si respaldamos a figuras o a partidos específicos. La división está entroncada en las versiones disímiles de la historia reciente y no tan reciente del país, y de quién es consideradx como peruanx y quién no. Cuelgo un reel donde militares entran a un grifo en Ayacucho y desde ahí disparan a ciudadanxs, confrontando al dueño3. Recuerdo los atentados terroristas en la esquina de mi callejón, coche-bomba y camión-bomba, donde también había uno. El fuego candente de la gasolina ardiendo no es nada con lo cual jugar. Es una vorágine que hace llorar los ojos, te agacha al suelo buscando aire más limpio, y suena a una multitud de hojas doblándose al mismo tiempo. Esto también es parte del legado de las violencias que nos separan.
21 de diciembre de 2022.
Finalmente, fue con dicha compañera ecuatoriana y con una conocida chilena que organizamos una concentración en el Ángel de la Independencia. El día previo recibo un mensaje de una mujer que dice que estamos amenazadas por la DBA mexicana. Cuestiono cómo puede existir una derecha bruta y achorada si es un término peruano, y para qué se irían en contra nuestro. Quizá porque Lilia Castillo y sus hijos ya están en Ciudad de México bajo asilo político. Amigas mexicanas que se unieron a la convocatoria comentan que es rarísimo que algo así ocurra, o que impidan la congregación en este lugar. El domingo anterior argentinxs inundaron el Ángel por ganar el Mundial de fútbol y nadie les dijo nada. La misma persona intenta llamar telefónicamente, aunque le menciono que soy autista y no contesto comunicaciones intempestivas. Su último mensaje lee: “Entonces con mayor peligro para ustedes”.
Llegamos poco a poco al Ángel. Pintamos entre un grupo de una decena de personas banderolas con los nombres de lxs, en ese momento, 28 muertxs. Decidimos movernos a las gradas del Ángel y se suman otras personas. Damos la vuelta al monumento, turistas nos toman fotos, y un par de camionerxs tocan sus cláxones. Cerramos diciendo que debemos volver a protestar y algunxs vamos al restaurante surcoreano a unas cuadras a almorzar/cenar. Miro alrededor y pienso en quiénes protestamos. Lo pienso mientras escribo con x en vez de a u o.
26 de diciembre de 2022.
Van 28 muertes desde que empezó el gobierno de Dina Boluarte, o mejor dicho, su co-gobierno con la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Nos congregamos al frente de la Embajada de Perú en México un grupo de 7 personas frente a doce policías con escudos y rifles. Ningunx realmente está custodiando: después de tasarnos los primeros minutos determinaron que éramos inofensivxs. Regresamos poco después de una hora en transporte público, habiendo entregado nuestro pronunciamiento a la embajada4
Luego nos enteramos que el Partido Comunista Mexicano fue a la Embajada poco después de estar nosotrxs, con las caras cubiertas, y grafitearon la entrada con, entre otros lemas, “Viva PCP” con la hoz y el martillo. En este país, hay intereses políticos que se han cruzado con nuestro deseo de protestar por nuestro país; y como en muchos lugares, llegan versiones tergiversadas de lo que ocurrió en Perú y de qué puede representar una pinta como la hecha en la Embajada. Ello incluye la omisión deliberada de violencias contra personas a quienes se ha rechazado como humanas, a quienes se las toma como de menor valor. Aunque en la metrópoli donde vivimos la repercusión contra tratos discriminatorios por identidad de género y/u orientación sexual es mucho mayor que en Lima, ello no significa que no exista. Me pregunto si los cruces con grupos políticos y autoridades mexicanas sería igual si supieran que soy bisexual.
12 de enero de 2023.
Estoy llegando en metro al Monumento a la Revolución, donde decidimos hacer una vigilia por los ya 48 muertxs. Durante Fiestas, entre compañerxs compartimos videos y noticias de mayor represión en varias regiones, el desalojo de manifestantes de provincias de la Plaza Manco Cápac en La Victoria, el arresto de más de 200 personas en el centro de Lima, y finalmente la masacre en Puno. Vi dos asesinatos sin querer.
Vuelvo a mirar a quienes nos juntamos a protestar. Un cuir, una lesbiana, una bisexual. Una autista, una mujer de baja visión, una neuroatípica. Una iquiteña, una huaracina. Todxs ofendidxs, todxs unidxs contra algo que nos parece evidente ser un completo abuso de poder. ¿Por qué somos nosotrxs lxs que salimos, lxs que estamos al frente aun sabiendo a lo que nos arriesgamos? Mientras arengamos, volanteamos y leemos los nombres de lxs 48 compatriotas que ya nos faltan, sigo cuestionándome: ¿por qué otrxs peruanxs, que en teoría tendrían más facilidad para no ser asediadxs, para transitar en calles no accesibles, no están aquí?
En este evento se aparece una mujer a gritar que la vigilia “no sirve para nada” y que “nadie nos va a hacer caso”. La mujer que el mes pasado me amedrentó llega y le dice a la prensa que ella está en una organización que ha congregado la acción, hasta que la interrumpo delante de las cámaras. Me dice que soy una enferma mental. Un hombre toma el micrófono y echa la culpa de todo al sionismo, mandándose un discurso anti-semita. Recuerdo lo que mi compañera ecuatoriana me mandó: “La impotencia de ver desde lo lejos lo que pasa es horrible”. Sí, pero ninguna de esas personas muestra interés en el ensañamiento continuo contra el pueblo peruano desde diciembre en Perú, sino en sus propias agendas donde no todxs somos dignxs de solidaridad.
21 de enero de 2023.
Tipeo estas líneas de madrugada. Hace dos días tuvimos una videollamada para discutir la acción en Revolución, que acabó con que alguien me replica que decirle terrorista al “Doctor” Abimael Guzmán es lenguaje de enemiga de clase. Decidimos retirar del grupo en el cual nos ordenamos contra la dictadura de Boluarte a toda persona que niegue el terrorismo.
¿Quiénes quedamos?
Lxs que estuvimos desde el inicio pintando cartulinas, etiquetando a prensa, gritando por nuestrxs ahora 55 muertxs. Somos lxs que pensamos que toda vida humana vale, porque nos han gritado india, prieto, machona, tortillera, enferma mental y pinche ciega. En primera línea, quedamos lxs que ya fuimos vulneradxs porque la indolencia no nos es ajena, y quizá porque ya arriesgamos tanto en nuestras vidas diarias, que contentxs hacerlo defendiendo a nuestra patria.
Dos días antes, comparto un video donde la arenga de lxs protestantes transitando Bajada Balta es “Ustedes racistas, son los terroristas”5. Hago lo mismo con una publicación donde se ve un militar disparando armamento sin identificar desde helicópteros en Juliaca6. Comento que esto es terrorismo de estado. Como indica mi compañero cuir, el terrorismo es una metodología, no una ideología. Y ésta fue diseñada para inculcar horror, para que en todas tus entrañas experimentes un estremecimiento repulso tan extremo que no quede duda de su poder. Elucidar que ello nos resulta más cercanxs a quienes nos alejamos de la “normalidad” hegemónica, incluyendo por nuestro género y sexualidad, no es ningún descubrimiento. No obstante, es la pieza que nos motiva a no detenernxs frente a lo que sabemos es vejación: lo olemos desde otro hemisferio.
Enlaces:
2. https://www.instagram.com/reel/CmF5-DHggg7/
3. https://www.instagram.com/reel/CmNI44OtPfQ/
4. https://forms.gle/S7JSXX4Hf8yc5osh6
5. https://www.instagram.com/reel/Cnn5WZfMBY9/
6. https://www.instagram.com/p/Cnkx-qGrSaG/
“Cada año que pasa he visto de lejos cómo la política peruana va de mal en peor
[...] la patria nunca se olvida. Desde mi rinconcito procuraré luchar por ella”.
Ser una disidencia sexual o pertenecer a la diversidad sexual, puede hacernos ocupar ciertas experiencias de vida que nos interpelan. Desde la propia discriminación, hasta la violencia y los abusos que sufrimos por existir. Sin embargo, no nos preguntamos por qué esta crisis política en Perú la encarnamos de otras maneras. El fascismo existente en toda Latinoamérica y su avance, es una problemática que viene más allá de pensar que solamente son partidos, personas o ideologías políticas. Esto deviene de algo mucho más estructural que son las matrices de poder que ponen a ciertos grupos en la otredad y otros en la hegemonía. La dictadura cívico militar de Dina Boluarte es un gran ejemplo de ello, ya que la forma más violenta de represión histórica que han pasado muchas luchas sociales, es el silenciamiento y la masacre en cada rebelión, en cada momento de alzar la voz para protestar e ir en busca de vivir una vida digna.
En ese sentido, algunas colectivas como Rosa Rabiosa, entre otres activistas LGTBI y colectivos de regiones que desde el inicio de esta dictadura, tomaron una postura de salir a las calles a alzar su voz por la forma en como se vino dando el proceso de vacancia y los discursos racistas de un congreso que buscaba mantener en la estigmatización a personas de territorios fuera de la capital. Son mucha las razones que existen en esta toma de acción frente a esta crisis política. Max Lira de la colectiva Rosa Rabiosa menciona que existe en su colectivo una consciencia de clase social, ya que la población de disidencias sexuales y de género ha sido blanco de violencias por no ser le típique hombre blanco heterosexual, padre de familia, profesional, etc. Además, que su colectiva la conforman personas racializades que, pues, no solamente han sido marginadas por su sexualidad, sino por un sistema económico, por el racismo, por el sistema de salud y educativo. Por ello, existe una consciencia de que hay poderes o grupos de poder a quienes no les importa perpetrar violencias estructurales, como los ecocidios (Ejemplo: Derrames de petróleo por parte de REPSOL en el mar peruano y desde hace décadas en la amazonía del Perú) porque ven a la naturaleza como objetos y recursos que pueden usar y desechar. Lo cual pasa de manera similar con las mujeres y las disidencias sexuales, quienes son vistes como cuerpos para el entretenimiento, para posesión y descarte. Y que, en base a esa consciencia de clase, se decide actuar frente a una crisis política que deviene de formas de violencias estructurales que no son visibles si no se recorren las experiencias de vida de cada población históricamente vulnerada.
Por otro lado, otra problemática que se encuentra en la participación de personas LGTBI dentro de las luchas sociales que vienen protestando frente a la dictadura cívico militar de Dina Boluarte, es el centralismo que vivimos en el Perú. Ya que una mayoría de organizaciones de disidencias sexuales que salen a protestar o quienes han asistido a estas protestas son más de regiones como Junín, La Libertad, Cusco y Arequipa, mientras que en Lima aún no hay netamente una coalición de disidencias sexuales marchando frente
a esto. Se pueden notar espacios feministas de luchas populares donde hay disidencias sexuales, activistas independientes. Sin embargo, no existe un bloque unificado de personas LGTBI protestando. Max Lira nos comenta nuevamente, que esto también puede tener una razón la cual viene por el descontento hacia Castillo, ya que ni él, ni su partido tuvieron agendas que apoyaran a la población de disidencias sexuales o de diversidad sexual, sino que incluso sus discursos políticos eran homolesbobitransodiantes. Además, nos mencionó también que muchas veces se tiende a estar dentro de un gueto, en vez de tener una visión más estructural de lo que viene ocurriendo en nuestro país con todos los sistemas de poder. Con todo esto, hemos visto anteriormente que existen similitudes en la forma en cómo operan para reprimir, silenciar, corregir y castigar a quien quiera transformar esta situación y la policía es una de las entidades, corporaciones, poderes, que sirve para mantener el status quo de estos grupos de poder. Esta institución (la policía nacional del Perú) nos ha perseguido, criminalizado y violentado históricamente a las disidencias sexuales o diversidad sexual. Esta misma institución se junta con quienes hoy ostentan el poder, un poder fascista que quiere normalizar la violencia frente a luchas justas. Max Lira nos comenta que desde su colectivo, lo que les gustaría que cambie, es el terrukeo indiscriminado hacia quienes levantan su voz contra este gobierno, ya que esto genera antagonismos y polarización entre la población. El uso de este término por parte de congresistas, incluso de la misma dictadora, revive heridas y estigmatización hacia personas fuera de capital. Además, del contenido racista y clasista en la que este viene operándose, haciendo uso de la fuerza desmedida de la policía para sembrar y detener arbitrariamente a personas que vienen de regiones hacia la capital para protestar. Por otro lado, Max nos menciona que una forma de romper con estas estructuras de poder, sería tener la humildad de poder escucharnos y hacerle frente al conflicto de manera dialogante entendiendo que existen cuestiones básicas a implementar de acuerdo a las necesidades de cada población.
Escucharnos y sentirnos, es como podremos encontrar la historia de une en le otre para desmantelar las contradicciones de estructuras de poder que vienen precarizándonos y generando tristeza en nuestros cuerpos, todo esto nos atraviesa a todes de distintas formas y es muy importante generar tejidos entre quienes queremos el cambio no solo para nosotres sino para les que vienen. Luchar es político, luchar no debería costarnos la vida a ningune.
1 Santiago Balvín, es bachiller en arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería. activista transmasculine no binarie. Perteneciente a la colectiva “Rosa Rabiosa” y a la “Coalición de voces por la equidad y la paz”, donde participa como actor social en el monitoreo de políticas públicas, avances y problemáticas sobre la situación de personas transmasculinas y no binarias en Perú. Actualmente lleva una especialización en Metodologías de la Investigación en Clacso. Cofundador del Club de Lectura Trans.
Los últimos meses en el Perú han mostrado una gran convulsión social y pérdida de un horizonte político, repitiendo situaciones violentas y dolorosas del pasado reciente. Pareciera incluso que los ciclos de violencia y descontrol se repitieran constantemente. Esto se puede deber, entre muchas otras causas, a que no se hayan reducido más eficazmente las brechas políticas, sociales, culturales y económicas que separan a la población; lo que, a su vez, no ha permitido que se “sanen” las heridas sociales.
Ante este escenario, proponemos que el rescate de la memoria sea una herramienta para conseguir, primero, reconocer lo que nos ha ocurrido como sociedad desde hace ya muchos años; y, posteriormente, crear aprendizajes que nos permitan avanzar hacia una paz social que cada vez parece más utópica y alejada. Esto porque la memoria ha implicado siempre un espacio de disputas políticas y sociales (Jelin, 2002), en el que los grupos de mayor poder fáctico han intentado, desde los inicios de las civilizaciones, narrar una historia oficial que, en muchos casos, omita o atienda sólo periféricamente las vivencias de los grupos no hegemónicos. El rescate de la memoria, entonces, implica la posibilidad de integrar, no repetir errores y aprender (Jelin, 2002).
Como parte de las comunidades de las diversidades sexuales, nos corresponde asumir la urgente responsabilidad de rescatar la memoria que tenemos más cerca, y que, día a día corre el riesgo de desaparecer: la memoria marica peruana. Pretendemos que esta labor no implique solo un entusiasmo momentáneo, que se vaya a debilitar con el tiempo. Debemos buscar, entonces, la instalación de un archivo permanente que permita el rescate de nuestras memorias; tarea que, hasta el momento, no ha podido mantenerse, porque la misma implica varios retos que afrontar, algunos teóricos, otros más prácticos.
Primer reto: ¿Qué entendemos por memoria marica?
La definición de qué es lo marica es un trabajo que entendemos interdisciplinario y amplio que excede el propósito de estas líneas. Sin embargo, proponemos entender lo marica como una respuesta mucho más contextual a lo que se propone como “queer” o “cuir”, que claramente nace en contextos anglosajones y que debe ser adaptado a nuestra realidad peruana. Entendemos, adicionalmente, que lo marica es lo que está en las calles, en el vocabulario coloquial de las personas de nuestra comunidad, quienes comparten nuestras vivencias o, incluso, de aquellos que, no formando parte de nuestra identidad, sí son objeto de nuestros deseos, frustraciones o de quienes somos objeto de odios; y que, por eso mismo, ayudan a formar nuestras memorias. Y muchas veces estamos asociadas con la violencia, la pobreza y marginalidad. Debemos dar con una definición de qué entendemos por memoria marica, si queremos empezar a recogerla y sistematizarla. Este es un primer reto a afrontar.
De larga data se entiende al maricón (quizás la nomenclatura más cercana) como aquel “hombre afeminado que se inclina a hazer cosas de muger” (Covarrubias, 1611, como se cita en Alegre, 2022). Hasta hace muy pocos años, en el Perú, no se utilizaban categorías como “identidad” y “orientación”, por lo que los maricones éramos aquellos individuos que nos vestíamos como mujeres, y nos juntábamos en grupos con las mismas “desviaciones” de la masculinidad tradicional practicando propuestas sexuales a aquellos hombres que no se identificaban a sí mismos como maricones (Stryker, 2017). Los maricones, entonces, lo éramos por nuestras maneras de actuar o de vestirnos o maquillarnos, antes que por nuestras emociones o afectividad (Galdo, 2021).
Este sentido de definición como imitación de las mujeres puede haber abonado al poco reconocimiento de nuestra identidad en la historia oficial, ya que, si se entiende a los maricas como “copias” imperfectas de las mujeres, se podría entender que no se les dedique más espacio que al de los hombres o las mismas mujeres en la historia. El rescate de la memoria se vuelve, entonces, más difícil al no contar con un espacio y una mirada horizontal en la historia oficial.
Porque la memoria, socialmente entendida, es “el proceso social de reconstrucción del pasado vivido y experimentado por un determinado grupo, comunidad o sociedad” (Halbwachs, 1950, como se cita en Gobierno de Canarias, 2022). Las memorias deben entenderse como procesos subjetivos e intersubjetivos, que involucran recuerdos, narrativas, actos, conocimientos, emociones, creencias e, incluso, olvidos y silencios, que se contraponen y entran en conflicto, por lo que implican identidades y fracturas (Jelin, 2002).
Las memorias maricas se mantienen en constante construcción y evolución por los aportes propios de las existencias maricas en el presente. Mantener la discusión sobre la memoria marica en vigencia permite conocer nuestro pasado, aprender del mismo y evitar acciones o situaciones que no se deben repetir, así como crear un horizonte que permita la evolución a nivel social y político para las maricas.
¿Cuáles serán, entonces, las memorias que deberemos recoger y sistematizar? Estamos convencidos que esas memorias están en los documentos o soportes que recogen los acontecimientos “noticiosos” en el día a día de nuestro país. Pero también en los recuerdos y testimonios cotidianos, sobre los grupos de maricas que se reúnen a jugar un deporte, a bailar, o celebrar juntos, en esas cartas de amor que escribimos y guardamos en secreto porque estaban dirigidas a esos compañeros del colegio o en aquellos lugares “caletas” de los años setenta u ochenta en los que nosotros sabíamos que había música “de ambiente”, en fotografías, videos, diarios personales, libros, relatos escritos, costumbres, fiestas patronales, o en situaciones en común como la violencia, las discriminación, el VIH. La memoria marica está en todo lo que hemos hecho, sentimos y conocemos. Esto dificulta más aún su sistematización.
Segundo reto: ¿Dónde encontramos la memoria marica?
El segundo reto que adelantamos es que la memoria marica está entre nosotros desde que existimos maricas en el territorio de lo que hoy se entiende por Perú. En el esfuerzo de la disciplina histórica se ha intentado dividir la historia para facilitar su entendimiento. De manera muy ligera, podemos afirmar que hay evidencias de memoria marica en el Perú pre colonial, colonial y republicano.
la “Carta sobre los maricones” (Filaletes, 1791), publicada en el Diario el Mercurio Peruano, que describe a una comunidad de maricones y sus características en ese momento, siendo la mayoría afroperuanos. También con personas como Juan José Ño Cabezudo “El Maricón”, afroperuano que visibiliza a una marica pública y orgullosa de su ser, ocupando un espacio influyente en la sociedad de entonces, como muestran acuarelas, fotografías y relatos (Alegre, 2022).
1 Director de investigación de Maricas Perú. Doctorando en Ciencias de la Educación por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Magister en Integración e Innovación Educativa de las TIC por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Magister en Docencia Universitaria por la Universidad Andrés Bello de Chile. Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
2 Director de Maricas Perú y Archivo de la Memoria Marica del Perú. Comunicador en la Universidad Tecnológica del Perú. Diploma en salud y políticas públicas en la Pontificia Universidad Católica del Perú y estudios en VIH y salud colectiva en el CLACSO. Investigador sobre diversidad sexual, masculinidades, VIH y políticas públicas. Activista en la red regional GayLatino.
En la época pre colonial se pueden encontrar huacos homoeróticos de la cultura Moche, que muestran prácticas sexuales diversas que no encajan en una mirada de género hetero normativo (Más Igualdad Perú, 2021). Durante la colonia española nos encontramos con documentos como
Pasando al Perú contemporáneo, se encuentran acontecimientos noticiosos vinculados con los maricas en el escándalo de La Laguna en Barranco, donde policia intervino una fiesta marica e hizo despliegue de la persecusión y exhibición pública como castigo de la sociedad hacia las maricas (Buntinx et al., 2008). Durante el conflicto armado interno sucedió La masacre de las gardenias en Tarapoto, en la que grupos terroristas asesinaron a maricas y trans en la discoteca Las Gardenias, con una propaganda pública de limpieza social que sentenciaba “así mueren los maricones”. Como mensaje hacia nosotras de lo que nos podría suceder por ser maricas. Siendo este uno de los tantos asesinatos sistemáticos realizados durante esa época hacia comunidades maricas y trans en la amazonía peruana, como también lo documenta el informe de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR, 2003).
En los últimos años, en los medios de comunicación nos encontramos con muchas portadas de periódicos sensacionalistas, que le dan un tratamiento criminal, morboso y estigmatizante a las noticias relacionadas. Siendo estas mayormente noticias de sus asesinatos o persecución. Estos discursos y representaciones en los medios de comunicación perpetúan en el imaginario social la violencia hacia las maricas como algo normal, manteniéndose de manera estructural, reforzada de impunidad social y estatal.
Lamentablemente, muchos de estos sucesos no forman parte del conocimiento colectivo de nuestras comunidades y no existe un interés social o político para que esta información sea reconocida y difundida como parte de la memoria del país. Es ahí que aparece el desafío para que la comunidad documente sus memorias individuales y colectivas, dándole la importancia que merece para los maricas. Pero esta memoria no solo se deberá conformar de los acontecimientos lamentables o penosos, sino también de las vivencias más cotidianas que tenemos y que también deben ser valoradas.
Tercer reto: ¿Cómo se instala un archivo de la memoria marica en el Perú?
Como venimos señalando, el rescate de la memoria marica peruana requiere, entonces, un trabajo llevado a cabo con minuciosidad y constancia, de manera que pueda mantenerse en el tiempo. Apostamos porque este trabajo se vea reflejado en un archivo, enfocado en las memorias de las diversidades sexuales como el que existe en otras partes del mundo. Estos archivos3 se encuentran funcionando, por ejemplo, en países de la región como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Honduras, México o Estados Unidos, España y Canadá. En el Perú han existido intentos muy loables de recopilar la memoria, principalmente, llevados a cabo por el Micromuseo y el Museo Travesti del Perú (Campuzano, 2007). Nos toca aunar esfuerzos para tomar la posta de estas iniciativas llevadas a cabo en el país, nutriendo el proyecto con los aprendizajes recogidos de los diferentes archivos en el mundo.
Por esto, proponemos la instalación del Archivo de la Memoria Marica del Perú (@archivo.marica), como un centro de investigación y documentación con los objetivos de recopilar, preservar y difundir las memorias individuales y colectivas de las maricas peruanas. Estas memorias se recogerán en el contexto de la participación comunitaria, iniciativas artísticas y las comunicaciones como medio de transformación social. Nuestros objetivos se mantendrán en constante diálogo entre sí y permitirán acercarnos a las memorias personales y colectivas
3 Para consultar estos archivos se puede visitar los siguientes enlaces: Archivo Bajuba, Brasil (https://acervobajuba.com.br/); Archivo CubaneCuir, Cuba (https://www.facebook.com/cubanecuir); Archivo de la Memoria Trans, Argentina (https://archivotrans.ar/index.php/acerca); Archivo Histórico del Movimiento LGTB en España, España (https://www.facebook. com/ArchivoHistoricoMovLGTB/); Archivo Honduras Cuir, Honduras (https://www.facebook.com/profile.php?id=100086413581659) ¿Archivo Queer? del Museo Reina Sofía, España (https://www.museoreinasofia. es/exposiciones/archivo-queer?fbclid=IwAR2hnnFKzPOPvjnWh_zDr1vyChv-HBSzPkf-4iJnrjgOEnr48BArLj7mlOY); Archivo Quiwá, Bolivia (https:// www.malba.org.ar/archivo-quiwa-memoria-trans-boliviana/); Archivo y Museo Nacional Cuir, Chile (https://www.instagram.com/archivoymuseonacionalcuir/); Archivos y memorias diversas, México (https://www. facebook.com/archivosymemoriasdiversas); Centro nacional de memoria histórica, Colombia (https://centrodememoriahistorica.gov.co/); Estrategia de Memoria Histórica de las Disidencias Sexuales y de Género de Canarias, España (https://www.gobiernodecanarias.org/justicia/memoriahistorica/disidenciagenero/); Museo Q, Colombia ( https://museoq. org/); ONE Archives, EEUU (https://one.usc.edu/); The ArQuives: Canada’s LGBTQ2+ Archives, Canadá (https://arquives.ca/arquives).
con estrategias y pedagogías empáticas, considerando que la complejidad sobre estas memorias maricas es mayor por la violencia y discriminación estructural que hemos recibido.
Sin embargo, estas iniciativas se topan siempre con el obstáculo de la falta de apoyo del estado peruano para el rescate de las memorias de las diversidades sexuales. De este modo, actualmente no existe un espacio estatal que recoja o difunda de manera especial las memorias maricas. Por estas razones, los esfuerzos iniciales relativos a este proyecto han sido llevados a cabo por iniciativas privadas.
Adicionalmente, estamos convencidos que este proyecto deberá ser desarrollado de manera rigurosa, científica y sistemática. Por lo que se requerirá que el mismo se acompañe de enfoques epistemológicos cuantitativos y cualitativos, técnicas y herramientas de recolección de información diseñadas de manera estricta, con criterios de calidad y rigurosidad metodológica y ética. Para esto se trabajará con recopilación de testimonios mediante entrevistas e historias de vida; análisis documental y, por otro lado, elaboración de encuestas y producción de estadísticas (Triguero et al., 2006).
Finalmente, se requerirá difundir estas memorias en formatos amigables y actuales para conectar entre las comunidades maricas y reconocer personas referentes nacionales e hitos sociales en común. Asimismo, colocar en la discusión social y política cuál es el reconocimiento que se da a los aportes que las maricas hacemos al país y la memoria que construimos durante estos años.
De esta manera, se requerirá dedicación e involucramiento de maricas de buena voluntad y con las mismas ganas que nosotros de trabajar por nuestras memorias, así como también maricas especialistas en investigación, historia, archivo y otros.
Cuarto reto: Contar con tus memorias
Como se ha explicado hasta este punto, recopilar la información sobre las maricas es relevante y urgente porque existe información que se desconoce o no se encuentra sistematizada en un espacio que sirva como referencia para la comunidad. Además, este trabajo permitirá formar líneas de tiempo que muestran el pasado y la evolución de nuestras vivencias en el país hasta la actualidad. Mostrando también las brechas que se mantienen, avances hasta el momento y las violencias que recibimos. Preservar las memorias tangibles e intangibles permite que las nuevas generaciones conozcan su pasado y, a partir de ahí, construir una memoria colectiva y una comunidad con referencias en común y una identidad marica peruana que se nutra de los aportes del mundo, pero no aspire solamente a copiar la identidad marica foránea, sino a reconstruir una propia.
Por esto, el último reto que nos planteamos consiste en contar desde el inicio de este proyecto con el apoyo de todos los maricas que nos puedan escuchar y leer, pues estamos convencidos que todos tenemos algo para aportar a nuestra memoria social: testimonios, recuerdos, canciones, fotos, documentos. No se requieren acontecimientos “grandes” o hechos “noticiables”, no se necesita solo maricas famosos, autoridades en sus ámbitos o con gran trascendencia social. La memoria está en todos los maricas.
1. Alegre, M. (setiembre, 2022). De marimaricas a maricón. Textos sobre afeminados en el Perú, siglos XVIII y XIX. Revista Crónicas de la Diversidad, 12. 6-12.
2. Buntinx, G., Contreras, D., y Durand, S. (2008). El escándalo de La Laguna. Escena primaria del travestismo moderno en el Perú. Micromuseo. https://bit.ly/3h6eZJU
3. Campuzano, G. (2007). Museo travesti del Perú.
4. Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) (2003). Informe final.
5. Filaletes (noviembre, 1791). Carta sobre los maricones. Mercurio Peruano. http://bit.ly/3t4Tb48
6. Galdo, D. (2021). Lima: City of maricones. Understanding the Meanings of Maricones’ Sexual Behaviors in Lima, Peru from an Intersectional Perspective (1950s-1970s) [Tesis de bachillerato. Universiteit van Amsterdam]
7. Gobierno de Canarias (2022). Estrategia de Memoria Histórica de las Disidencias Sexuales y de Género de Canarias. http:// bit.ly/3NFvFEk
8. Jelin, E. (2002). Los trabajos de la memoria. Siglo XXI
9. Más Igualdad Perú (2021). Las disidencias en el antiguo Perú. https://bit.ly/3t6lX4k
10. Stryker, S. (2017). Transgender history. The roots of today’s revolution. Seal Press.
11. Triguero, V., Villazán, G, Rubio, T., Burguillos, F., y Cencerrado, L. (2006). Cuando La Diversidad Sexual Entra En La Biblioteca: Algunos Criterios Para La Selección De Do umentación LGTB, 345-354 En: Actas del III Congreso Nacional De Bibliotecas Públicas: La Biblioteca Pública, Espacio Ciudadano. Ministerio de Cultura.
Escribe: Julio Lossio1
Duberman (Nueva York, 1930), historiador graduado en Yale y doctorado en Harvard, publica este detallado estudio sobre Stonewall el año 1994, al conmemorarse los 25 años de la revuelta en el bar de la Av. Christopher Street en Nueva York.
El libro está organizado en torno a 6 personajes a los que sigue desde su infancia hasta llegar a la participación de cada unx de ellxs en la revuelta y en las acciones posteriores: Craig Rodwell, miembro radical de la Sociedad Mattachine, fundador de la librería Oscar Wilde Memorial y cabeza de la primera marcha del orgullo de la historia; Yvonne Flowers, profesora afroamericana; Karla Jay, doctora en Literatura miembro del colectivo feminista Redstockings; Sylvia Rivera, dedicada a la prostitución en Times Square desde los 11 años, fundadora de Street Transvestite Action Revolucionaries (STAR); Jim Fouratt, ex seminarista, actor, hippie y manifestante antiguerra; Foster Gunnison Jr., privilegiado primogénito de una familia rica.
Seguir la historia detallada de cada una de estas personalidades, bastante diferentes una de otra, nos permite dar una mirada a 3 décadas de la historia estadounidense: los años de postguerra, el crecimiento económico, el racismo, el machismo, la homofobia institucionalizada y las desigualdades, hasta llegar a los convulsos años 60 en donde movimientos anti belicistas, feministas, antirracistas y pro gays se encuentran (y desencuentran) en la lucha por sus derechos. El Black Power, como se llamó, con la figura preponderante de Martin Luther King (MLK) fue la vanguardia de las batallas por los derechos civiles. Quizá es buen momento para recordar sus luchas.
En 1955 el arresto de la costurera y activista Rosa Parks, por negarse a darle su asiento a un hombre blanco y moverse al fondo del bus según las leyes de segregación existentes en Alabama, motivó la organización de un boicot contra los buses en la ciudad de Montgomery (Alabama). Para ello implementaron un sistema por el cual quienes tenían autos los compartirían o prestarían para trasladar a grupos que no tenían, y los taxistas que apoyaban el boicot bajaron sus ta-
rifas para que el costo por persona sea igual al pago en los buses. También se utilizaron bicicletas, carretas, mulas y se realizó una colecta por el gasto de los zapatos para quienes no tenían otra opción que caminar. El boicot duró 381 días y fue un éxito. Culminó el 20 de diciembre de 1956 cuando la Corte Suprema declaró inconstitucional las leyes que exigían la segregación en los autobuses y la ciudad aprobó la ordenanza respectiva.
Las sentadas
En julio de 1958 en Kansas un grupo de 20 estudiantes de entre 15 y 20 años asistieron a un restaurante segregacionista y solicitaron ser atendidos. Al negárseles la atención permanecieron ahí ocupando las mesas. El hecho se repitió por tres semanas. Al ser llamada la policía esta no se implicó aduciendo que no había ningún desmán. Ante los perjuicios económicos los propietarios de la cadena decidieron eliminar su política de segregación racial. El hecho no fue difundido por la prensa.
Ocurrieron otras sentadas exitosas en varios otros lugares pero que acabaron rápido. Hasta que en febrero de 1960 en la localidad de Greensboro en Carolina del Norte una sentada en un restaurante, que empezó con 4 estudiantes se extendió por varios meses a varios otros negocios llegando a participar más de 1000 personas.
En paralelo, en la localidad de Nashville, Tennessee, se iniciaron sentadas también en febrero del 60 con grupos de hasta 350 estudiantes, pero, a diferencia de lo que ocurrió en otros lugares, contramanifestantes blancos intentaron retirarlos violentamente. Al llegar la policía arrestó solo a los estudiantes que protestaban. Estos arrestos atrajeron mucha prensa y produjeron la congregación de 2000 personas en apoyo a los arrestados. En abril una carga de dinamita fue arrojada por la ventana de la casa del abogado que defendía a los estudiantes. Esto provocó una manifestación de 4,000 personas cuestionando la actuación del alcalde en la segregación y en la violencia generada. (En YouTube hay un video sumamente interesante sobre lo que ocurrió en Nashville: https://youtu. be/vn0ralZM6hc).
Como una forma de llamar la atención por el incumplimiento en algunos estados del sur, de las sentencias de la Corte Suprema que eliminaba la segregación racial en los buses, el 4 de mayo de 1961 varios grupos interraciales se embarcaron en buses que partirían de Washington DC y atravesarían los estados sureños de Georgia, Alabama y Misisipi. Uno de los viajantes afroamericanos se sentaría en la fila delantera del bus y los demás estarían diseminados sin respetar la ilegal segregación. Los buses fueron atacados violentamente por supremacistas blancos en varias ciudades. Algunos de los buses fueron quemados con la complacencia de la policía que además arrestaba a los viajeros. Los heridos y arrestados eran reemplazados por otros viajeros. Fueron arrestados más de 300 Viajeros de la Libertad. Esto y los ataques atrajeron la atención de la prensa y del presidente Kennedy. Se realizaron más de 60 Viajes de la Libertad. El público norteamericano pudo conocer lo que significaban las normas segregacionistas del sur y la violencia de los supremacistas.
En junio de 1963 John F. Kennedy presentó al Congreso una Ley de Derechos Civiles para la población afroamericana considerada una de las más avanzadas de la historia, pero fue frenada por el Senado. La propuesta de hacer una marcha de los 4 Suyos norteamericana ya se había pensado desde hacía mucho tiempo atrás. El poco avance en logros concretos pudo por fin cohesionar a muchas agrupaciones defensoras de derechos para poder realizarla ese año. Finalmente se anunció a la prensa el 2 de julio. Kennedy habló favorablemente de la marcha el 17 de ese mes diciendo que se planificaba una marcha pacífica, aseguró la cooperación de la policía y asignó una persona del Departamento de Justicia a tiempo completo para coordinar con los organizadores. La meta fue reunir al menos 100 mil personas. La fecha definida para la concentración en el Monumento a Lincoln en Washington fue el 28 de agosto de 1963. Desde unos días antes las estaciones de buses, trenes y aviones de algunas ciudades como Nueva York o Birmingham se abarrotaron con las personas que se dirigían a “La Marcha sobre Washington”. Se congregaron alrededor de 250 mil (!) personas. Fue el día del discurso de Martin Luther King conocido como “Yo tengo un sueño”.
En noviembre de 1963 JFK fue asesinado. Su sucesor, Lyndon B. Jhonson, consiguió aprobar la Ley de Derechos Civiles, en julio de 1964, luego de una ardua labor en el Senado en donde sus mismos partidarios, senadores demócratas del sur, intentaron bloquearla con interminables discursos, que en total duraron 83 días, mientras transaban entre ellos (hay dos películas sobre esto, una es “All the way” de HBO con Bryan Cranston y la otra “LBJ” con Woody Harrelson que se puede ver en YouTube: https://youtu.be/I44lmbp3yeQ).
Sin embargo, la Ley era débil en cuanto a su implementación, de manera que en los siguientes años se realizaron diferentes manifestaciones para pedir complementarla, mejorarla o exigir su concreción.
La marcha de Selma a la capital de Alabama, Montgomery, iniciada el domingo 7 de marzo de 1965 (luego llamado el “domingo sangriento”), fue para, entre otras cosas, exigir eliminar la prueba de alfabetismo que la Ley de Derechos Civiles imponía al derecho al voto (Diana Uribe te lo explica aquí como comentario a la película “Selma”: https://youtu. be/yG-nrmd4Vn0). En resumen, unas 600 personas empiezan una marcha pacífica de 87 kilómetros y son reprimidas por la policía y contramanifestantes blancos que matan a uno de los activistas y dejan heridos a muchos. La televisión difunde ampliamente los hechos y empiezan protestas y acciones de desobediencia civil. La marcha se reanuda el 9 de marzo pero tampoco llega a su destino. El 17 de marzo Lyndon Johnson presenta al Congreso la Ley de Derecho al Voto. La marcha se reanuda el 21 de marzo custodiados por el ejército. Miles se van uniendo hasta llegar a unas 25 mil personas que son las que ingresan a Montgomery el 25 de marzo. El Senado aprobó la Ley el 26 de Mayo de 1965.
Este era el contexto en el que empiezan a aparecer las organizaciones contra la discriminación por orientación sexual en los Estados Unidos. En esos años nace el concepto del “Black Power”. Hay que añadir que en febrero de 1965 es asesinado Malcolm X, una figura controversial en el activismo afroamericano que criticaba las propuestas pacifistas de Martin Luther King. En 1966 aparecen los Panteras Negras con una propuesta más claramente violenta en la lucha por los derechos civiles. En abril de 1969 militantes afroamericanos armados tomaron edificios del campus de Cornell denunciando el racismo institucional de la Universidad.
MLK es asesinado en abril de 1968. Aquí un video de un discurso en donde termina diciendo “Soy negro y estoy orgulloso”: https://goblackcentral.com/2013/01/the-martin-luther-king-you-rarely-hear/
Y un apunte cultural, en agosto de 1968 James Brown lanza su canción “Dilo fuerte, soy negro y estoy orgulloso” (aquí la pueden escuchar: https://youtu.be/4hj1iWqoYEc).
Stonewall
El 17 de diciembre de 1965 se realizó una protesta frente a la Casa Blanca para llamar la atención de los derechos de los homosexuales. Fue realizado por la Sociedad Mattachine de Nueva York y Washington, la Janus Society de Filadelfia y la delegación de Nueva York de Las Hijas de Bilitis.
La Sociedad Mattachine, la primera organización estadounidense en luchar por los derechos de los homosexuales, se había formado en 1950 y a lo largo de los años había creado filiales en varias ciudades del país pero a comienzos de los 60 se dividieron y desaparece la organización nacional. La más importante de todas, la de Nueva York era bastante conservadora, priorizaba sus contactos y trabajos con el poder de turno, negándose generalmente a acciones públicas que llamaran la atención. Sin embargo había voces que pedían acciones más decididas.
Tomando la idea de la protesta del 17 de diciembre, Craig Rodwell, miembro de la Sociedad Mattachine de Nueva York, organizó lo que se llamó Los Recuerdos Anuales, manifestaciones frente a la Casa de la Independencia de Filadelfia, realizadas todos los 4 de julio, para informar y recordar de los derechos civiles básicos que no disfrutaban los homosexuales. El primer recordatorio se realizó en 1965, el último en 1969, serían reemplazados por el desfile del orgullo los 28 de junio para recordar lo ocurrido en Stonewall.
Como sabemos, el espontáneo enfrentamiento violento con la policía en el bar Stonewall de la Calle Christopher Street en Nueva York, empezó en la madrugada del sábado 28 de junio de 1969. De las seis personas que sigue el autor estuvieron presentes en ese momento Craig Rodwell (que tuvo la determinante idea de ir a una cabina a llamar a los diarios), Jim Fouratt (que llamó, en vano, a sus amigos heteros radicales a quienes había apoyado en sus marchas antibelicistas y desegregacionistas) y Sylvia Rivera (se dijo después que Sylvia había iniciado la revuelta arrojando la primera bomba molotov, pero una nota a pie de página recoge una entrevista en donde ella dice: “de la nada habían aparecido cócteles molotov. Me ha sido dada la autoría del lanzamiento del primer cóctel molotov por muchos historiadores, pero yo siempre he querido corregirlo; ¡yo lancé el segundo, no el primero!”). Muchxs heridxs y varixs arrestadxs.
La amplia cobertura de la noticia en la prensa escrita y en la televisión ese sábado, hizo que muchas personas más se congregaran en la noche para ver lo ocurrido con el bar.
“Algo parecido a un carnaval, a una fiesta multitudinaria, se estaba congregando desde primeras horas de la noche frente al Stonewall. Mientras que algunos gays más mayores y conservadores con pantalones chinos y suéteres los contemplaban con cautela, y algunos con desaprobación, desde las aceras, las “estrellas” del enfrentamiento de la noche anterior reaparecieron para posar con divinidad frente a los fotógrafos; las manos cogidas y los besos se extendieron como la pólvora; los vítores y los aplausos lideraban el grupo con gritos de “Gay Power”; y los coros alineados cantaban repetidamente los versos de “Somos las chicas del Stonewall”” (pp. 289-290)
Varias unidades antidisturbios aparecieron y se reiniciaron los enfrentamientos. Pero esta vez había mucha más gente.
“Miles de personas estaban ahora atestando las aceras [...] en varias partes del grupo a la vez, se desataron los infiernos. Marsha P. Johnson, la amiga de Sylvia, trepó hasta lo alto de una farola y arrojó una mochila con algo duro a un coche patrulla aparcado justo delante, haciendo pedazos su parabrisas” (p. 290).
Pero no todos estaban de acuerdo con lo que venía ocurriendo en el Stonewall:
“Quienes estaban satisfechos, o al menos habituados, al status quo preferían minimizar o desdeñar lo que estaba ocurriendo. La mayoría de los gays más ricos, que tomaban el sol en Fire Island o en los Hamptons cada fin de semana, ni siquiera oyeron hablar de la revuelta y la ignoraron [...] o se enteraron tarde en las noticias. Cuando lo hicieron, tendieron a describir los acontecimientos de Stonewall como “lamentables”, como la locura de unas “reinonas horteras” que lanzaban piedras. [...] De hecho algunos gays más mayores, no solo los ricos, se posicionaron incluso con la policía, alabándola por la “contención” que habían mostrado al no emplear más violencia contra las amotinadas” (P. 293)
Miembros de la Sociedad Mattachine, que tenía sus oficinas detrás de la calle del Stonewall, tildó los acontecimientos de “horribles”. El domingo colocaron en la tapia delantera del bar:
“COMO HOMOSEXUALES SUPLICAMOS A NUESTRA GENTE A QUE POR FAVOR AYUDEN A MANTENER LA PAZ Y UNA CONDUCTA TRANQUILA EN LAS CALLES DEL VILLAGE - MATTACHINE” (p. 295).
La noche del domingo los propietarios del Stonewall limpiaron y abrieron. La gente volvió a bailar. Lunes y martes no hubo mayores enfrentamientos aunque algunos les tiraban cosas a los policías cercanos. Pero el miércoles 2 de julio,
«Quizás como resultado de la publicación ese día de dos páginas enteras del Village Voice sobre los disturbios, una muchedumbre de varios miles de personas se reunió en la zona. Los contenedores volvieron a arder, y las botellas y las cañas de cerveza volvieron a volar hacia los maderos [...] la acción se acompañó con gritos radicales de “¡Cerdos hijos de puta!”, “¡Violadores de maricas!” y “¡Gestapo!”» (p. 297).
Un par de días después, el 4 de julio, en Filadelfia, se realizó lo que todos los años era la pacífica manifestación del Recuerdo Anual. Pero el sentir era completamente otro. Ya no era suficiente caminar en círculos (“hombres en traje y corbata, mujeres con vestidos, a pesar de los 35 grados de calor” p. 298), en silencio y con pancartas, para reclamar derechos.
“Quizás el Recuerdo Anual tenía que desplazarse simplemente a New York, pero, al contrario que el Recuerdo, no se perfilaría como una silenciosa petición de derechos, sino como su abierta demanda. Craig pensó entonces un nombre adecuado y así fue: el Día de la Liberación de Christopher Street”. (p. 300)
Luego sería conocido como la Marcha del Orgullo.
En junio del año 1981, en los EE.UU., se revelaron las primeras evidencias clínicas de lo que después sería conocido como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) (ONU, s.f.). Para el año 1983, se logró identificar su causa, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y, en mayo de ese mismo año, se identificó a la primera persona con VIH en el Perú. Desde entonces, personas diagnosticadas y poblaciones clave se vieron estigmatizadas socialmente y hasta marginalizadas de los sistemas de salud y del ámbito del trabajo (Collave, 2020).
Han transcurrido ya casi cuatro décadas desde entonces en las que hemos visto enormes progresos en los medicamentos antirretrovirales, pero la respuesta del Estado no ha estado exenta de fallas a nivel de sus políticas de salud, educativas, entre otras. Es en un contexto aún persistente en desigualdades, temores y tabúes que surge La Fiesta de la Vihda, obra de creación teatral colectiva de Positivo de Corazón que pone al tema como centro a partir de la narración en primera persona de un joven viviendo con VIH. Esta obra testimonial, que recibió apoyo del Ministerio de Cultura y ONUSIDA, se estrenó el pasado mes de diciembre en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social y en el Centro Cultural de España. En la presente reseña, se propone un breve comentario.
La obra empieza con su performer testimoniante, Yamir Alí, interpretándose a sí mismo y presentando, entre música, globos y bebidas, la razón de su festejo: los 16 años que lleva viviendo con VIH. Esta feliz escena junto a sus amigos pasa de un divertido baile a la rememoración de las agresiones homófobas que padecía por parte de los varones de su entorno. Con este flash-back, Yamir empieza a contarnos su historia, una historia de relaciones conflictivas y violentas. Este rechazo lo conduce, siendo aún adolescente, a buscar espacios privados donde conocer otros chicos y explorar su homosexualidad. Es al interior de una relación poco sincera e insegura que Yamir es víctima de manipulación emocional y, consecuentemente, de una violación sexual donde le transmiten una ITS y el VIH. Su testimonio, ya doloroso por la forma en que descubre su condición, revela también el trato poco empático que recibían (y reciben) las personas diagnosticadas en los centros médicos, al ser todavía una época sin los avances médicos de ahora ni con la suficiente información. A la nueva realidad que debe afrontar junto a su madre, debe sumar el desafío que esto supone para su salud mental dado el peso de tantos estigmas y que originan, como consecuencia, estados de negación, vulnerabilidades, miedo a socializar y sentimientos de culpa. Yamir está devastado, tiene temores, pero empieza a hallar nuevas razones por las que lograr la adherencia con su medicación y seguir vihviendo.
Esta obra teatral representa un ejemplo de lo que se conoce como nuevo teatro testimonial. Se trata de un formato que se propone narrar la historia personal o colectiva desde la primera persona. Debido a su interés por la experiencia humana directa, este sub-género de la dramaturgia ha puesto su atención sobre las temáticas ligadas a la población LGBTIQ+ desde hace algún tiempo. Muestra de ello son obras como Desde afuera (2014) o Cuando seamos libres (2016), donde personas con identidades y orientaciones disidentes comparten sus vivencias de cara al público. Ocurre igual con Trans Historias (2019) o Sobrevivir (2021), donde se apuesta por dar rostro y voz a las diversidades trans específicamente. Y es el caso también de La prueba (2018), obra testimonial antecesora a La Fiesta de la Vihda, que reúne a cuatro performers en torno a sus experiencias viviendo con VIH en el Perú. Según Sebastián Eddowes (2022), creador teatral peruano, este tipo de obras testimoniales generan conocimiento colectivo desde la forma de contar historias personales hasta la forma de propiciar espacios de interacción y diálogo. En ese sentido, Positivo de Corazón logra un valioso aporte, porque acerca y vincula colectividades en torno al tema de una manera distinta a como lo haría un texto informativo, es decir, con el poder transformador del arte. Para ello, su elenco de testimoniante y performers de soporte se mimetizan entre situaciones que debe afrontar alguien con esta condición frecuentemente.
En torno a ese punto, es necesario resaltar la originalidad de la puesta en escena a cargo de Paloma Carpio. La directora no dudó también en “romper la cuarta pared” e implicar al público. Esto se evidencia tanto en el brindis colectivo final o en su festivo intermedio en el cual el público podía aceptar responder preguntas o cumplir retos para medir sus conocimientos sobre el VIH y prácticas sexuales seguras. Para tal fin, durante el ingreso, se proporcionó a lxs asistentes coloridas cajitas sorpresa con caramelos, preservativos, serpentinas para jugar e, incluso, un vale para una prueba rápida de descarte de VIH y un folleto informativo. De este modo, se pueden conocer paralelamente términos como indetectable, pareja serodiscordante, profilaxis pre exposición, etc. (Ver Glosario).
Esta invitación a la platea no acabó ahí, pues la obra cerró con un conversatorio con el staff de Positivo de Corazón, en el cual, entre muchos temas, se dialogó sobre el importante rol de la familia en el acompañamiento de las personas diagnosticadas.
Otro aspecto resaltante es el cuidado visual en el montaje. La dirección de arte bajo la responsabilidad de Bea Chung demuestra creatividad en la concepción de una atmósfera celebratoria. El mobiliario diseñado ayuda a que los actores recreen espacios cómoda y velozmente. Además, el empleo de luces variadas así como de elementos coloridos permite, por un lado, aparentar los ambientes que narra la historia y, por otro lado, transmitir la vibra esperanzadora que embarga a su narrador protagonista. Asimismo, la música está adecuadamente elegida para mantener el feeling de la historia hasta su desenlace. Finalmente, el evento concluyó con Liminar, una pequeña exposición bipersonal de la obra gráfica de Koffee Preto y Holy Drako, dos artistas que plasman en sus dibujos lo que les significa a nivel emocional, artístico y social el vivir con VIH en el Perú.
En síntesis, La Fiesta de la Vihda comparte el testimonio personal de Yamir Alí, un joven que lucha por su vida y un espacio justo en nuestra sociedad, esa que lo rechazó y desprotegió en un momento importante como es la adolescencia, pero que decidió resistir en el amor, vihvir y conectar su propósito vital con el de otrxs.
En ese sentido, se espera, a un futuro, el surgimiento de más obras literarias, teatrales, gráficas y cinematográficas que revelen las vicisitudes que implica esta condición en un país aún con grandes brechas que superar en materia social y de salud. Asimismo, se espera que estas puedan revelar a otras poblaciones clave como las mujeres o personas trans/no binaries. Tal como señala Paloma Carpio, su directora, en el folleto del evento, “las artes están ahí para permitirnos lidiar con la incertidumbre, remirar y resignificar los hechos y vivencias que nos impactan individual y colectivamente”.
Indetectable:
Significa que la cantidad de virus existente en la sangre es prácticamente nula (menos de 40 copias por mililitro), lo que vuelve a la persona con VIH intransmisible, es decir, no transmite el virus.
Profilaxis pre exposición:
También conocido como PrEP, es un tratamiento mediante una pastilla diaria que sirve para prevenir la transmisión del VIH y cuya efectividad es del 95%.
Pareja serodiscordante:
Aquella en la que uno de sus integrantes vive con VIH.
1. Collave, Y. (26 de enero de 2020). La historia del primer caso de sida en el Perú (y cómo ha cambiado la situación en el país). El Comercio. https://elcomercio.pe/tecnologia/ciencias/vih-sida-la-historia-del-primer-caso-de-sida-en-el-peru-y-como-hacambiado-la-situacion-en-el-pais-noticia/
2. Eddowes, S. (2022). Hacia un teatro cabro. Un manifiesto testimonial. Crónicas de la Diversidad, 12, 26-37.
3. La Fiesta de la Vihda (2022), folleto de la obra (Lima, 2022).
4. Organización de las Naciones Unidas (ONU). (s.f.). Desafíos globales. SIDA. Naciones Unidas. https://www.un.org/es/global-issues/aids
La troupe Samsonite de Francisco Font-Acevedo es una novela que presenta una estética de lo grotesco, la cual se materializa en la pobreza, la suciedad y la enfermedad que rodea a los personajes. Estas los construirán como sujetos marginados en una sociedad donde prima el acceso al capital y lo aséptico. Sin embargo, los personajes no aspiran a estos y, por el contrario, vemos cómo lo asimilan. Así, los protagonistas—Xenia, Mirko y Tanya—se consideran parte de la troupe de un circo, referencia que no es gratuita, pues estos exhibían, a finales del siglo XIX e inicios del XX, freaks o cuerpos abyectos, los cuales salían de la norma y generaban entretenimiento y repulsión al público.
Los protagonistas se adaptarán a esta pobreza y la suciedad que atrae. Vemos de esa manera la descripción de los lugares donde vive la troupe: espacios pequeños, invadidos por insectos y atiborrados de objetos que les son inútiles. Se trata de una vida nómada donde la decadencia, la falta de higiene y las enfermedades los seguirán. Sobre la falta de higiene, recordemos la descripción de Xenia como alguien con los pies siempre sucios cuando era una niña, las relaciones sexuales que mantiene Mirko en la Playa Nuclear, de donde siempre regresa apestando a algas podridas, y la descripción de la suciedad de los múltiples pretendientes de Tanya. En cuanto a las enfermedades, estas son la expresión de lo grotesco en el cuerpo. Ello lo vemos a través de descripciones hiperbólicas: Gradva, con una piel gris de tanto fumar y un lunar verde en el rostro; doña Hilda, quien tiene el cuerpo hinchado, y huele a alcohol y orina; la Moñosa, quien es descrita como sucia, andrajosa, incestuosa, y que probablemente sufre de una enfermedad mental; Dally, quien es megalómana y ello la conduce a la cleptomanía; Hibachi (el “forzudo”), quien es musculoso pero a la vez borracho y agresivo; Padilla (el “hombre-sapo”), quien es un hombre gordo y mayor que gusta del sometimiento de sus parejas sexuales; Maxi, quien, pese a su apariencia irreprochable en la calle, gusta de exhibir sus mocos en la casa; y Rafo (el “hombre-garrapata”), quien tiene una hernia, y que gusta de humillar a Gradva y experimentar sexualmente con ella. Con estas descripciones la novela buscaría crear, a nivel narrativo, una sensación de extrañeza y asco que encontraremos, también, a través de la fluctuación de la consciencia.
Sobre esta, los primeros capítulos nos muestran cómo las voces de Xenia, Mirko y Tanya—quienes se ven obligados a dormir en un mismo espacio e incluso en un mismo colchón—se confunden entre sí. Esto da al lector la sensación de estar ante un solo ser, un “asterisco de carne de tres cabezas” (2016, p. 30) que ha perdido su forma humana y que es un freak más dentro del circo que es la novela. De igual manera, la obra crea este efecto de extrañeza y asco a través de las referencias sexuales, como cuando Gradva y Xenia van a vivir a casa de Maxi. A él se lo describe como un personaje cortés, pero con una sonrisa morbosa; con una nariz siempre tupida y que expulsa de ella fluidos blancos, los cuales pega toda la casa y disfruta que otros vean. Estas características, sumadas al vacío narrativo que genera un salto temporal entre la llegada de Xenia y Gradva a la casa, y su salida luego de un año (2016, p. 103) dan al lector una sensación de estar ante algo siniestro, especialmente porque abre la duda de si Xenia fue abusada sexualmente. Se trata, entonces, una novela donde vemos el crecimiento de los personajes, quienes, entrada la adultez, abandonan la vida nómada. Con ello, la narración va perdiendo sus elementos grotescos, como la aparente normalidad con la que se describe a Nadia —persona con quien vive Tanya durante su embarazo— o el trabajo de Xenia en la Municipalidad. El único de la troupe que opta por seguir una vida errante es Mirko. De él se sugiere, gracias a Lina, que podría seguir la vida de artista, con lo cual la novela propone que hay una variedad de cuerpos abyectos, entre los cuales ubican también se ubican los artistas.
Autor: Francisco Font Acevedo
Editorial: Folium
Año: 2016
Páginas: 198
1 Estudiante de doctorado en el programa de Hispanic Languages & Literatures en la Universidad de Pittsburgh, y docente de español. Sus investigaciones de pregrado (PUCP) ganaron el Premio a la Investigación Académica en el 2012 y el premio PADET 2016. Sus investigaciones giran en torno al género, la sexualidad y las culturas LGBTIQA+; la cultura juvenil, la cultura pop, la cultura de chicas y la cultura de fans; y los estudios transpacíficos. Publicó en medios digitales e impresos como El Camaleón, la revista Sugoi, Crónicas de la Diversidad, entre otros. Finalmente, publicó el 2022 el libro “En el jardín de lirios. El amor entre mujeres en la cultura pop asiática”.
De esta manera, podemos apreciar momentos en los que la consciencia de Argenis pasa del presente (finales del siglo XX) a la época de la colonia, o cuando una acción que hace Acilde en el presente (entre el 2027 al 2037) tiene conexión con las acciones de Giorgio (finales del siglo XX) o incluso con Roque (colonia). Y esta importancia de lo queer que hay en la narración puede encontrar su mejor analogía con los videojuegos, último punto del presente ensayo y cuya mención por parte de la autora no sería gratuita.
Esta podría ser una crítica por parte de Rita Indiana hacia lo queer. La autora menciona que para Acilde la experiencia de controlar las acciones de Giorgio era parecida a la de jugar un videojuego. En esta se suele dar un proceso de inmersión, donde el jugador se vincula con el avatar—el cuerpo que se controla en el mundo virtual—, lo cual le permite ampliar los límites del cuerpo, los sentidos y la experiencia. Pero esta inmersión solo es exitosa y completa gracias al acceso que tiene Acilde a las tecnologías, como la computadora y el Internet, y el tiempo libre que tiene en la cárcel. Con lo cual, la narración pone al lector nuevamente en primer plano el problema del capital, pues Acilde solamente es capaz de superar su experiencia gracias al acceso a las tecnologías y el tiempo de ocio.
Con todo esto, Rita Indiana demuestra que la aspiración de tecnologizar el cuerpo, cambiar de sexo y ampliar nuestra experiencia gracias a las prótesis solo se logra con acceso al capital, con lo cual no se solucionan las diferencias sociales ni se cuestiona el sistema económico. Y ello es el problema final que plantea la novela, pues vemos cómo Acilde decide suicidarse y dejar a Giorgio, su “yo” que habita en el cuerpo de un empresario exitoso, con vida.
La novela La mucama de Ominculé realiza una crítica al capital desde las primeras páginas, ya que presenta al lector una sociedad que excluye, persigue, mata y desecha a los pobres. Así, vemos cómo Acilde—protagonista que ha asimilado la norma y busca ganar dinero por cualquier medio para cambiar de sexo y escalar socialmente—mata con un gas a un migrante haitiano, cuyo cuerpo enfermo será recogido por patrullas que lo desintegrarán. De esta manera, la autora presenta una sociedad, y en especial une protagonista, que desprecia lo extranjero, la pobreza y la enfermedad. Y no es que la pobreza de Acilde se diferencie tanto de la de los haitianos, quienes se ven forzados a migrar ilegalmente y pedir limosna, pero lo que le salva de ser asesinade o perseguide es su androginia, blancura y juventud, rasgos físicos valorados en la sociedad y que le permiten obtener capital a través de la prostitución. Estas no solo le permiten protegerse en un entorno donde probablemente sería violada (otra vez) por haber nacido mujer y encontrarse en situación de abandono. También podría acceder a un capital que le permitiría, a su vez, tener acceso a tecnologías con las que podrá adquirir más capital. Por ejemplo, recordemos cómo Acilde hace uso de una aplicación para poder calcular el poder adquisitivo de sus clientes, o cuando hace uso del Internet para buscar información que le será beneficiosa a Giorgio durante sus interacciones con potenciales clientes. Por lo tanto, estamos ante una sociedad donde el dinero permite a los sujetos obtener más capital y con ello ascender socialmente.
El acceso al capital es un elemento clave en la novela, pues le protagonista necesita de este para obtener un fármaco que le permita cambiar de sexo. Con ello, se introduce al lector una narrativa queer. Este no solo lo apreciamos en la temática—une protagonista que transiciona y cuya consciencia se desdobla, y sujetos que tienen tecnologías o prótesis integradas a sus cuerpos, con lo cual se cuestiona la idea de un cuerpo “completo”, “perfecto” y hegemónico—, sino también en la narrativa, la cual es no lineal. Estos tiempos queer están presentes en una narración donde se salta de improviso entre un tiempo y otro, con lo cual se diluyen las barreras entre el pasado, el presente y el futuro.
Autor: Rita Indiana
Editorial: Periférica
Año: 2015
Páginas: 181
Escribe: RAGSS1
Comenzamos por los cuerpos restregados en el aullido desbarrancado del dolor y la pasión, y que aún se dan la pretensión de soñar con reconocerse, recomponerse en la reminiscencia del “ardor antiguo” y “su falta de palabras” para definir lo que se contiene y quiere atravesar la piel, el sexo, el género y la indefinición; el ardor interno que apenas podemos exhalar en orgasmos, arrasando pliegues y contornos de nuestra relación / lamentación / laceración con el masochistics, que día a día, con la dedicación doméstica de mover el polvo, tender camas y resonar cacerolas en el interior de la habitación / cuerpo nos recibe diciendo: “me destienden la cama, se aproximan descalzos, toman tijeras y descosen de mi cuerpo las marcas que me identifican contigo”.
Se trata de la primera sección del libro denominada “Preludio”, un largo y pausado poema que nos adelanta algo así como a la escena postcréditos de estos textos que parecen hablarnos del trajinar de un cuerpo polifónico / polimórfico / polisexual entregado a la rutina de dar carne y fluidos de la pasión, a la bestia del amante, a esa otra forma de amor que deja cicatrices y ganas de venganza; y que la escritora, anarquista, feminista queer y gestora cultural boliviana, César Antezana Lima, ha descompuesto con “la sensación de algo siempre cayéndose a pedacitos / de no tener nada resuelto”, a lo largo de los 41 suculentos poemas que nos ofrece en “Masochistics (Tratado cotidiano)”, trabajo que mereció el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal 2017.
Salidos del preludio, la presencia voyerista de nuestra mirada lectora reposa fisgona ante el glory hole para seguir en la visión de esta aparente bitácora de una (¿solo una?) relación de sórdida y sadotóxica dependencia que continúa con “Habitación compartida”, capítulo donde la autora nos envuelve en el reflejo de la oscuridad que inútilmente intenta esconderse bajo el sueño y las sábanas de las palabras cuando despiertas y encuentras rastros físicos de la pesadilla al asomarte a la ventana junto a la voz susurrando en el poema “Deseo”: “retazos del día disimulan mis llagas / ligeramente sonrosadas”: luego que la serpiente te ha dejado su retorcida piel sobre la cama, como se enuncia en “Intensidad”, texto que abre este conjunto de 35 poemas cortos aunque extensos en su expresiva sensualidad, sexualidad y cadencia.
Esta habitación también puede ser un cuerpo. Este cuerpo puede ser primera, segunda y tercera persona; plural. Y vamos al desborde del ser, sedientos de miedo y claustrofobia a la cárcel que también es libertad, al cuerpo que hay que domesticar y adiestrar con la
1 Rafael García-Godos Salazar (Lima, 1979) – RAGGS. Escritor. Sus últimos poemarios son Música para monstruos (Ediciones Liliputienses, España, 2020), Reality Nuggets (Perverso Editorial, Perú, 2021), Bellezo/Mariposario (Niño Down Editorial, México, 2022). Obtuvo el VI y VII premio Dorian (2006 y 2007), dedicado a la literatura y el arte de la diversidad sexual y de género. Asimismo, el premio Poema-Objeto Oquendo de Amat (2005), entregado por la Municipalidad Metropolitana de Lima. Escribió y dirigió El sendero de Pedro, cortometraje premiado por la agencia de publicidad DDB (Panamá, 2000). Premio Crónicas de la Diversidad al libro LGBT+ (2021). Instagram: nuggets_raggs
rutina de las personas destinadas a una vida atroz; al cuerpo en cautiverio que se desangra en el poema “Amanecer”, al que se le obliga a hacerse del lenguaje para responder preguntas y describirse íntimamente al lector, “a pesar de mi vocación de silencio / a pesar de mis secretos / no obstante mis ruegos y lágrimas”, como versa en “Tristeza”; ofreciéndose al lente pornográfico HD en “Nostalgia” y al “dios satánico y caprichoso que se hartó de pronto de manosearme a su gusto y voluntad”, que nos escribe en “Odio”.
La excitación es el sol de nuestra corporalidad masochistics, el resto no significa nada; el gemido es la mercancía y el exceso la divisa. La palabra amor no significa nada en nuestro petit noir postporn film, pensamos cuando la voz afelpada nos dice en el poema “Sonidos”: “una fruta desconocida / se atora en mi garganta / justo cuando iba a decirte te amo”, y escuchamos: “otra vez el rito aletargado / de esta vida insatisfecha / que describes violento en mi cuerpo / con los golpes de tu cadera”, en “Incrustaciones”, para luego pedirnos “una bofetada que me deje boquiabierta / pero esta vez hazlo bien / que quiero acariciar el ardor hasta después del mediodía”, en el poema “Vestimentas”.
La faena amatoria está por terminar y las lágrimas cubren el lecho matadero con la inmundicia empozada en el interior de nuestro masochistics en los poemas “Destino” y “Mañana”, con los que parece reiniciarse el doméstico ritual de limpieza que se extiende hasta “Mantra”, texto que concluye esta penúltima sección del libro y que desnuda la punta de su venganza al confesarnos: “hago de cuenta que me quieres / que escuchamos esta canción porque me quieres”; nos espeta la realidad del juego mientras ordena la casa esperando el regreso del amante, espetando la sentencia: “entonces soy yo la que finge quererte / pero con más valentía / y dedicación / con apetito caníbal y sincero distanciamiento”.
“Epílogos” agrupa cinco poemas finales donde la culpa, el deseo, el miedo y el vacío se presentan en versos que parecen reafirmar con brillante oscuridad la densidad erótica y sexual, y placenteramente asfixiante, de este diario de dolor orgásmico que jadea resonante a través de la piel y que torna emblemático este proyecto de Antezana Lima, quien además es activista del espacio político / trans / cultural “Almatostre” y coorganizadora en su país de la “Feria del libro independiente y autogestionado”, así como del “Festival Sudaka, marica, machorra, trava, queer”.
Autoría:
César Antezana Lima y Flavia Lima
Editorial:
Plural Ediciones, La Paz, Bolivia
Año: 2018
Páginas: 64
Escribe: RAGSS.
El futuro es la lengua de los señeros poetas iluminados que escriben epístolas destinadas a las manos de los niñx por venir, a los ojos que querrán regresar a los escombros abandonados donde nacieron los poemas, a donde vivieron y no queríamos recordar, a las palabras que abandonamos insuficientes y repetitivas, de las que pretendimos escapar porque definen lo que no han visto. Es desde el destello de la punta de la estrella que es el futuro que el poeta parece hablarnos de la con la memoria “homocyborg” antes de la explosión final que acabe con todo y todos.
“Constante huida: crimen de un corazón que no recuerdo y/o pronunciamientos del habla tartamuda”, publicado por Cartafixia Editorial en 2016, es la plataforma textual en forma de libro que el artista visual, homosexual, indígena, urbano y sobretodo poeta guatemalteco, Manuel Tzoc Bucup, utiliza para agrupar 24 poemas en tres secciones que permiten penetrar en la identidad de un poeta total que, conocedor de su fuerza expresiva, continúa incesante en su entropía creativa que ha excedido el acto de escribir y los límites estéticos del libro, produciendo para el deleite de sus seguidores una amplia obra traducida en libros objeto, objetos poéticos, múltiples performances e intervenciones que tienen como insumo la vida contemporánea, dominada por la tecnología y lo que antes fue la globalización, en contraste con la historia nacional, familiar, personal, étnica, de género y del deseo sexual.
Calibrados versos que, de alguna forma posmoderna, evocan al “yo es otro” de Arthur Rimbaud, inician la huida de Tzoc en los once poemas de la primera sección del libro llamada “Pronunciamientos del habla muda”, donde se presenta al “escritor desquiciado” que buscan en “san google” la verdad y a la vez encontrase, para luego confesar que lo suyo no es un texto sino un creer en lo que se ve, al dicirnos: “solo imágenes solo creo en imágenes”. Desplegando un arsenal de referencias a la cultura pop, “llenas de glam de glitch y de gloss”, hacen su aparición las obras de Andy Warhol (la cáscara de plátano y la lata de sopas Campbell’s), personajes de la infancia noventera como las tortugas ninja, el chico migraña y artículos tecnológicos que promete hacernos la existencia más fácil en nuestra plástica vida actual, aunque muchas veces hagan lo contrario y ahonden en las diferencias. Lo anterior contribuye de forma excepcional al tono personal que cuestiona la visualidad ante las emociones y su jerarquía ante la palabra de “un muchacho indígena y poeta” que dice: “me preguntaron si escribo, no, yo babeo las emociones sobre los cuadernos a cuadrícula”; un poeta que luego de sangrar en tinta preferiría quizás introducirse al buscador informático porque “sí marica / vamos a largarnos a donde siempre haya wi-fi” y “no resolver nada con el texto propio con el cuarto propio CON LA VIDA PROPIA”.
Avanzando al segundo capítulo: “Constante huida: crimen de un corazón que no recuerdo”, el cuestionamiento al quehacer poético, en una palabra lo metapoético, se entrelaza con lo confesional e íntimo que arranca el corazón; desdeñando lo artificial y discursivo a diferencia de los denominados “poetas del lenguaje”, cuando se dedican a poetizar sobre el hecho mismo de escribir y su relación con este acto. Con delicada sugestión, el autor nos involucra en sus reflexiones que se desgajan del fruto de la sinceridad “para poder decir el secreto de las cosas más allá de las nubes / el secreto de mi propia vida más allá de este cuerpo inútil y tatuado “mi amor” y “te amo” un mal tatuaje en la piel enferma de un vagabundo”, porque “todos somos ese amor abandonado / todos somos ese mal tatuaje escrito en la piel negra de la vida / y no sé nada de este lenguaje universal que uso”, como enuncia en el poema “Quiero sentir la serenidad de una persona común y corriente que camina por la playa o tal vez contrate al sicario de los sueños”. Emergen luego nuevos enunciados a lo mediático contemporáneo y tradicional que se señalan como fundacionales para su fuego creativo y sentimental; canciones de Radiohead, Control Machete y Hope Sandoval and the Warm Inventions conectadas por el autor con la literatura de Alejandra Pizarnik, Roberto Bolaño, Luis de Lión (escritor guatemalteco), “2001: una odisea en el espacio” de Stanley Kubrick, y el arte del Bosco con vivencias personales de migrante indocumentado y preso en Aguas Calientes, México; desencadenando un retorno a lo familiar, cuando escribe: “yo era mi padre preguntándole al espejo / por su hijo poeta y marica”, para encontrar en el recelo de la poesía o de su libro de imágenes “la única arma que poseo / mi único escudo que me protege contra ustedes” y que “es lindo saber de nuevo que un poema vuelve a soñar si se lee”.
El hilo del retorno al origen y a la familia que se asoma al final de los ocho poemas de esta segunda parte es tiernamente entretejido en el sexteto de poemas que concluye el proyecto bajo el nombre de “Poemas de domingos familiares / ORIGEN Y HERIDA”. En estos ahonda en el dolor del crecer y las relaciones con el padre, la madre, el abuelo y la sobrina, así como en el reconocimiento de su linaje indígena y el quiché, lengua aborigen de su país. Artista como pocos en la actualidad, Tzoc Bucup condensa a lo largo de este volumen acaso su identidad, su yo, su vida; lo que puede hacernos recordar al “¿Quieres tu saber de mi vida?” de nuestro Martín Adán en su poema “Escrito a ciegas”, donde se describe como “un animal acosado por su ser / que es una verdad y una mentira”.
Autor: Manuel Tzoc Bucup
Editorial: Catafixia, Ciudad de Guatemala, Guatemala
Año: 2016
Páginas: 62
Buenos Noches a todas, todes y todos.
Hoy les escribo luego de haber leído y recordar como hace casi 40 años a través de Homogénesis, historia investigada y escrita por Joaquín Marreros donde muestra de manera clara, transparente y sin tapujos cómo se inició la lucha por los derechos LTGBIQ+, con la formación y fundación del Movimiento Homosexual de Lima MHOL. Considero que es un gran trabajo de Joaquín, que con gran delicadeza, paciencia y acuciosidad logra construir situaciones de aquellos importantes momentos que lamentablemente todavía están vigentes, como nuestra situación condición de alta vulnerabilidad frente a actos violentos, discriminatorios por parte del Estado, y gobiernos de turno.
Para mí es un privilegio y la oportunidad de hablar en nombre de los Manueles, las Luisas, las Yefris, les Virginias, las Belenes, las Rosarios y les Mauricios que luchan públicamente todos los días por la dignidad; por los que no pueden, por les que ya se cansaron; por los que partieron para siempre, durante las dos pandemias que nos afectaron por ser una población invisibilizada y vulnerabilizada, por las víctimas de crímenes de odio, por las sobrevivientes, por les que no accedieron a TAR; por las que sufrieron violaciones correctivas, por les que fueron abusados sexualmente; por los que tienen miedo; por aquelles que piensan que están enfermos; por los que sufrieron violencia en los colegios; por los que no tienen un DNI que los represente; por los que no tienen un referente para sentirse parte de la sociedad y no una abominación. Lucharemos por nuestro reconocimiento de derechos y en contra de la opresión heteronormativa, patriarcal y capitalista; por ser LTGBIQ+
En esta década marcada por una serie de acontecimientos, que pudieron ser transformadores y nefastos, se eligió democráticamente a un presidente, creyendo que la violencia nunca volvería, pero se fue extendiendo poco a poco al territorio nacional, ahora las esperanzas de una mejor vida se agotaron.
Sin embargo, los límites impuestos a las personas LTGBIQ+, son condicionados por la heteronormatividad, si lo desafiamos, la prensa no tiene reparos en mostrarnos como raros, anormales, extraños y diferentes, así la diversidad sexual es percibida como un mal social, el cual se debe reprimir y castigar sobre la base de los sentidos comunes. Nosotres como defensores de nuestros derechos, somos les hijes de una sociedad represiva que aunque han pasado siglos queriendo ocultarnos, corregirnos y matarnos seguimos aquí porque somos humanos/as/es.
Si bien la homosexualidad no es un delito en el Perú desde hace casi 100 años, qué tendremos que hacer para que se entienda que no somos delincuentes, ni enfermos que no estamos pidiendo dadivas de parte del ESTADO O LA SOCIEDAD, PEDIMOS RECONOCIMIENTO Y REINVINDICACIÓN DE NUESTROS DERECHOS HUMANOS. La Organizaciones LTGBIQ+ y nuestros aliados/as debemos tener discursos y practicas congruentes con nuestras luchas, con las agendas que se han priorizado producto de los maltratos, discriminación y abusos de los cuales somos víctimas diariamente en la búsqueda de construir un Perú respetuoso de toda la diversidad humana que la componen, un Perú sin violencia, sin discriminación a causa de la OSIG.
No debemos dejar de lado las diferentes conversaciones políticas, desde los inicios del MHOL, pero también, tengo que reconocer el valioso aporte de mis compañeras lesbianas provenientes desde las canteras del feminismo, para construir de manera conjunta, con discusiones objetivas y críticas que nos ha permitido avanzar hacia el reconocimiento de las relaciones de género, la masculinidad y feminidad como ejes centrales de la opresión heteronormativa y patriarcal, así como la necesidad de saber que todas las lesbianas, gays, Trans, y PGNB, no somos iguales sino diferentes. Pero la pregunta es, ¿qué persona heterosexual, LGBTIQ+, afrodescendiente, indígena, migrante es igual a otra?
Así mismo, invoco a todes les Jóvenes TLGBIQ+ defensores de sus derechos a organizarse, consensuar un plan, ya que son nuestra “Fuerza” para enfrentar al sistema heteronormativo, fundamentalista, conservador y antiderechos LTGBIQ+ que avanza de forma desmedida en nuestro contexto actual. El activismo no debe ser un privilegio debe ser una obligación de todes nosotros. Y es nuestra obligación como activistas organizados promover el relevo generacional, formando una cantera de nuevos rostros, nuevas posiciones, nuevas preocupaciones y formas diferentes de proponer soluciones.
Preocupa que Perú, siendo un país que se hace llamar democrático es un país altamente homofóbico y conservador. Es urgente hacer un llamado a la sociedad en general y las autoridades en particular para que se trabaje por la transformación de este Estado que aún hoy se resiste a reconocer la deuda histórica con nosotres, pese a la existencia de leyes, normas y procedimientos que garantizan la no discriminación incluso de forma constitucional no se legisla con propiedad negando normas necesarias para vivir con dignidad como la Ley de Identidad de género, el Matrimonio Igualitario, una Ley en Contra de los Crímenes por prejuicio, acceso a una salud con calidad que nos reconozca, una educación Integral libre de sentidos comunes, estigmas y prejuicios. Por tanto, debemos dejar de pensar que nos merecemos “Ir todos los días al matadero.” Queremos los mismos derechos y oportunidades que todxs los peruanos.
Les informo que he tomado prestado algunos párrafos del libro “Homogénesis” para como parte de los argumentos y discursos del ahora, debemos tener muy claro que las cosas no han cambiado mucho desde los 80´s.
Editorial: Gafas Moradas
Espero que esta publicación sea utilizada por las instituciones públicas y privadas hacia el inicio de un Perú inclusivo. Finalmente agradezco profundamente el trabajo realizado por Joaquín Marreros, por contribuir a la reconstrucción de nuestra historia como personas LGBTIQ+ en el Perú. Nosotras somos parte de la historia de este país ya que participamos, opinamos, pagamos impuestos, amamos, gozamos y luchamos incansablemente para ser parte de un Perú inclusivo, que rompa con “Lo que no se nombra no existe”.
La lucha continúa hasta la Victoria Final.
Escribe: Gia Lujuria1
Quiero empezar esta reseña, contándoles que escogí este libro, porque es uno de mis favoritos en literatura trans peruana vigente. Pero no solo hablaré del libro porque me gusta, considero que es importante mencionar lo necesaria que es la literatura trans en su diversidad, más aún cuando las autoras, somos las que nos encargamos de imprimir nuestras propias obras, y eso es un gran desafío, pero a la vez posibilidad que nos damos en este mundo tan hostil y transfóbico. Por eso también les invito a apoyar la literatura como recurso de supervivencia para nosotras, comprando un libro cada unx de ustedes, contribuyen con que nosotras podamos publicar más cosas y con más personas de nuestro colectivo trans, sobre todo. Por eso también escogí la Antología de Gretel, porque Gretel se ha publicado a sí misma, al igual que yo, y considero que corresponde hablarles de su obra, para que se animen a comprarla. Algo que también quiero mencionar, antes de continuar con mi reseña, es que las voces de las chicas trans, siempre han sido silenciadas. ¡Personas cisgénero se atreven a hablar por nosotras!, pues eso, ¡SE ACABÓ! Gracias a las personas que consumen literatura trans, es que podemos crear muchas historias y posibilidades con otrxs artistas. Gracias a muchas personas trans, otras personas trans pueden/podemos publicar también. Que no nos silencie el clasismo, busquemos nuevas formas de compartir nuestro legado, hermanxs trans.
Ahora sí, a lo mío. La Antología Poética de Gretel Warmicha fue publicada en Lima, en abril de 2022 por la Casa Editorial Viole(n)ta, la cual pertenece al Colectivo Rosa Rabiosa. Esta obra consta de sesenta páginas y se divide en cuatro partes, que son los cuatro poemarios que ha escrito la autora hasta la fecha. Los títulos de estos cuatro poemarios son: “Pasarela Inolvidable, Espinas, flores y cicatrices”, “Transiciones y canciones”, y “La Vampiresa de la Poesía”. Así mismo, cuenta con ilustraciones de L. Emperatriz y Fortuna Estudio. Teniendo en cuenta esto, la reseña que haré sobre esta Antología se dividirá en dos partes. En esta primera parte, revisaremos juntxs los poemarios Pasarela Inolvidable y Espinas, flores y cicatrizes. Así que, manténganse atentxs a la segunda parte.
¿QUÉ ES LA VIDA PARA UNA TRAVESTI?, nos pregunta Gretel en el primer poema de la antología. Es una pregunta larga de contestar, pero que desde que la leemos nos interpela y atrae. Sin duda, resume el sentir de la antología en su perfecta totalidad. En estos poemarios, Gretel nos cuenta de su vida, pero también nos invita a politizar nuestras existencias y a gritar como ella, pues todas sabemos hacerlo.
“La vida me ha dado tantos golpes”, prosigue Gretel, “que, sin siquiera haber curado mis heridas, empecé curando heridas de otrxs…” Efectivamente, ese es otro don de las trans. Sin embargo, la gratitud por la existencia de personas trans es casi nula. Muchas personas olvidan, o ni cuenta se dan de los privilegios que tienen. Lastimosamente, es el mismo colectivo TLGBIQ+ el que más actos de transfobia comete, de manera sistematizada incluso. Les recordamos que nosotras no tenemos que decir que somos trans, travestis, transgénero, transexual, o como nos quieran etiquetar. Al vernos, la gente ya sabe qué somos, y ese simple hecho nos puede costar la vida. A pesar de ello, nosotras siempre estamos dispuestas a salir, a poner el cuerpo todos los días, en todos lados. Y es que, como reflexiono con muchas amigas trans, si una persona cisgénero viviera lo que nosotras vivimos un día, jamás volvería a odiar a lxs trans. Hemos sido las primeras y últimas en caer, para que todxs puedan vivir orgullosxs, existe una deuda histórica con todas nosotras. Teniendo en cuenta todo eso, quiero contarles que, a mí, muchas trans me han sanado, y estoy agradecida con cada una de ellas. Juntarme con otras trans es mi terapia, diría Gretel, pues hay que juntarnos más.
“Ustedes no saben de lo que hablo porque no son travestis” denuncia Gretel en este poema. “Escribo para personas travas, no binarixs, intersex, trans, transexuales y mujeres disidentes. Quiero que sepan quienes son los tombos…” En esta parte, Gretel nos cuenta o recuerda, todos los atropellos que la policía está dispuesta a cometer contra nosotras. Lo hemos visto en todos lados. Ante esta coyuntura, somos más vulnerables al abuso policial. Que no se nos olvide que, en la época del MRTA, nos mataron por terrorismo, por limpieza social, como nos denominan los dictadores de derecha y de izquierda. No podemos perder más el tiempo creyendo en el estado, este país se ha convertido en territorio, diría Gretel. Pero claro, no nos quieren escuchar.
“Tu Perú y su fascismo han hecho de mí, una puta artista, una serpiente sin MIEDO”, concluye Gretel, presentándose a sí misma y dándonos la bienvenida a una antología que puede ser muy útil para otras personas trans, para recordarnos que todxs nosotrxs nacimos sin miedo. Y que la lucha será continua.
En esta primera parte podremos encontrar poemas como “Dicen del amor”, “Lo poco que sé del amor es lo mucho que dicen y lo que he aprendido”, dice la autora. “Pero yo no encontré a Gretel, ella me encontró a mí”, confiesa en el mismo poema. En este poema, Gretel nos invita a buscar el amor por nosotras mismas, de manera nostálgica y cálida.
Continúa con “FURIA TRAVESTI SIEMPRE”, una breve autobiografía, sobre todo espiritual, de la autora. “Bella flor que crecía en Magdalena” nos cuenta, “Y voy a sanar, voy a estar muy bien”, … “y porque a pesar de todo, brillo con el alma rota”, concluye.
“Un martes cualquiera”, es una catarsis que escribe Gretel luego de tener una decepción bisexual, clásico de chica trans. En este poema, la autora advierte: “Esta es la última vez que me ocupo de ti”.
1 Gia Lujuria, es una artista transfemenina de Lima – Perú. Se dedica a la escritura, al modelaje, canto, actuación, performance, en resumen, se dedica al arte en su diversidad, múltiples disciplinas y exploraciones, específicamente artes escénicas. Es una artivista vih+. Gia ha publicado los fanzines - libros: “Cuarto Oscuro” (2018), “Exploradoras de la Luna” (2021) y su nuevo poemario “Lucifer y los 7 8 pekados kapitales”, el cual incluye un proyecto teatral (todas estas obras han sido publicadas por Perverso Editorial). A su vez, Gia ha sido incluida también en Marifrunci, que es la Antología del Festival de poesía Sudaka marica, machorra, trava, cuir 2022 realizado en Bolivia ese mismo año.
“RESISTENCIA TRANS”, es un testimonio de encomio para otras personas trans, que de seguro se sentirán reflejadas en lo que cuenta Gretel. “Hay días en los que me siento sola, hay días en los que me siento decepcionada” nos cuenta la autora, estoy segura que esa frase nos resonará a muchas trans... “Por eso escribo, por todas las travestis que no alcanzaron a saber que estaban vivas, por la culpa y la vergüenza de no ser cuerpos para ser amados”, (…) “Pero no todo aún está perdido”, concluye.
En el poema “Gretel La Torre”, la autora nos regala un auto retrato nítido, íntimo y pagano, nos seduce recitando “Ojos con varios elementos”. A su vez, este poema es un conjuro, donde Gretel recita y advierte que, “la tierra, con el fuego llega al infierno y con el agua llega al cielo…”
Además de estos poemas, la primera parte de la antología cuenta con un poema adicional Sin Título en el que la autora vuelve a hablar de sí misma, de manera más visceral e interpeladora, “con pelos en la axila y el pene perdido en medio de una jungla”, (…) “sabia, callada, con la mente y las piernas sin rasurar”, se describe la autora. En todos estos poemas, Gretel nos cuenta sus vivencias, así como también lo que representa para ella, vivir en esta sociedad como chica trans. En ellos también se desnuda de forma figurativa y carnal.
El título de esta segunda parte de la Antología de Gretel, habla por sí mismo.
“Por las mañanas”: “mirando hacia la nada, hacia el suelo y mis ojos reflejaban el vacío gris que guardaban mis circundados ojos, de círculos de fuego”, recita la autora. Contándonos recuerdos con su madre, que es una figura que acompaña en varias ocasiones algunos poemas de la antología. En el poema “RESISTENCIA TRANS”, Gretel recita: “Son 2 esmeraldas que cada vez que veo, sonrío”. Refiriéndose a los ojos de su madre, en esta obra la autora nos permite ingresar por una pequeña grieta a su dura vida familiar.
En “Un nuevo amor”, Gretel nos muestra su vulnerabilidad, contando una micro novela basada en una experiencia que tuvo consigo misma, al confrontarse con la realidad de la sociedad respecto a las parejas y el amor. Es sin duda esa historia de amor que acaba muy triste: (…)
Salir a la calle y ver parejas heterosexuales, solo hombres y mujeres, era algo que me dolía sin poder hacer nada al respecto.
Una vez salí con un chico de la mano y al ver cómo me miraba la gente, era algo que me hizo dar cuenta de lo cagada que estaba y no lo sabía. Le dije al chico que deje mi mano, que no era su culpa, era la mía”.
Posteriormente encontramos el poema “Cereza”, dedicado enteramente a la compañera perruna de Gretel, que tiene ese mismo nombre. Sin duda, esta historia le da nuevos matices al poemario. Además de su madre, la autora comparte con nosotrxs la profunda conexión que tiene con su compañera Cereza, así como también los momentos en los que Cereza ha sido sostén y contención para Gretel. Las personas trans y lxs animales somos sobrevivientes, cada traca que conozco vive con un perro o un gatito, les ponen nombres graciosos y elegantes, duermen con ellos y se acompañan. #doglovers #catlovers #translovers ko!
En “Pelirosa”, Gretel nos vuelve a increpar “recordando todxs los asesinatos impunes, cuerpos que mueren sin amar, cuerpos que mueren sin ser amados, cuerpos que no conocieron nunca el amor, cuerpos que eran puro amor, cuerpos sagrados” … Este es otro poema de mis favoritos, pues nos recuerda sobre todas las chicas trans que han muerto, y seguirán muriendo gracias a la indiferencia. Mientras esta sociedad no decida hacer algo sobre nuestros derechos, ya sea de manera legal, estatal y social, nos seguirán matando. Mientras tanto, nosotras seguiremos luchando, trabajando en las calles, en las páginas, en donde sea que aprecien nuestro trabajo y paguen por él, sobre todo en el trabajo sexual. No obstante, no podemos seguir siendo orilladas, es necesario aferrarnos a nuestra feminidad, al amor por nosotras mismas, y a nuestro instinto. Y a ustedes les recuerdo que, LAS VIDAS Y LOS CUERPOS TRANS IMPORTAN.
“Mi identidad”, es el siguiente poema de esta segunda parte de la antología. En él, Gretel nos cuenta cómo ha forjado su identidad travesti, sobre todo en la ciudad de Cusco, donde suele radicar por temporadas. “ellas me escriben cada bendita semana, y me preguntan por su ayuda”, nos cuenta. “Y todxs ustedes no hacen nada para ellxs, y yo no puedo hacer más por ustedes”, concluye. Sin duda la indiferencia hacia las trans es letal, sobre todo aquella que practican muchos activistas pro trans que repiten en sus narrativas y discursos que las trans solo pueden dedicarse a la prostitución. No señorxs, podemos dedicarnos a muchas cosas más, somos capaces, el tema es que a nosotras nos orillan al trabajo sexual, pues de no hacerlo moriremos de hambre o con la depresión o el SIDA. Y esto no es exagerar, es el día a día querida comunidad.
Hablando de trabajo sexual, “Mis mariposas de la muerte” es un poema–testimonio–anécdota dedicada a una chica trans trabajadora sexual llamada Mía. En él, Gretel nos narra las peripecias que Mía tiene que pasar, para apoyar económicamente a su familia. Este poema en particular, me tocó bastante y me hizo pensar en lo mucho que quisiera ayudar a mi familia, pero aún no estoy a la altura, estoy segura que algún día me llegará el momento de cuidar de mi madre, espero estar lo suficientemente fuerte para cuidar de ella y no acabar muerta en el intento. Todxs sabemos lo difícil que es para muchxs personas TLGBIQ+, convivir con sus familias sanguíneas. Muchas sufrimos abusos físicos y sexuales por parte de nuestra propia familia, otrxs tenemos conexiones muy fuertes con nuestrxs familiares, especialmente con nuestras madres.
Gretel Warmicha
Casa Editorial Viole(n)ta - 2022
Sé que he mencionado el trabajo sexual en varias ocasiones durante este artículo, pues sí, es un trabajo que a muchas nos cuesta / ha costado la vida. Estoy preocupada por mí, por nosotras, en lo que tendremos que hacer para vencer las adversidades frente a coyunturas cada vez más complicadas. El arte, por otro lado, es un campo de batalla arduo. En él, tenemos que batirnos a duelo con el elitismo y el progresismo, que cada vez se vuelven más intensos y descarados. Y esquivar la hipocresía de aquellos, hetero sabelotodo, que consideran que nuestra poesía es solo un juego de palabras de alguna trans. Pero no es así, nuestros poemas son gritos, reclamos, porque estamos hartas de todo, pero también tenemos miedo de terminar muertas, aunque a veces lo deseemos con ansias, en secreto. Las experiencias que atraviesan tu cuerpo te hacen más sabio, es por eso que hemos aprendido tanto, a mentir, a callar, a correr, a saber en donde esconderse, a saber qué hacer para conseguir dinero, a compartir comida con otras chicas trans, a poner por encima de nuestra realidad, la empatía. Pero créanme, todas estamos pasando problemas, y es una señal. Debemos intervenir en todos los lugares con nuestra existencia, desafiando las reglas del género, desobedeciendo las normas de los hombres y sus estados, debemos seguir poniendo el cuerpo, en el arte, sobre todo. ¡Gracias por existir, mocatrices!
“Yo creo que hay un gran futuro allí afuera. Con muchas cosas maravillosas”, dice Gretel y nos lleva a la historia de sus sueños. El mensaje suena alentador. “Pienso en mis sueños y en lo abandonados que los he dejado…”, recita. Estos versos nos llevan instantáneamente a la imagen de una película, donde Gretel es Gretel, y tiene sus revelaciones filosóficas. Veo a Gretel caminando con una maleta hacia Hollywood, y yo detrás de ella caminando las mil millas y en tacones. A mitad de camino, Gretel se para en seco y me empieza a contar con pena que dejó olvidados sus sueños, por intentar sobrevivir. Pero claro, al final, nadie sobrevivirá a la muerte, ese es un buen motivo para perseguir nuestros sueños. #Dreamgirls
Por cierto, la escena que narro en el párrafo anterior, era una propuesta cinematográfica para la secuela de “Sin vagina me marginan”. En esta secuela, el sueño de la Barbie cambiaría; ya no querría casarse, esta vez, ella solo querría llegar a Hollywood. Así que, con la Microbio, esta vez estarían dispuestas a mucho más de lo que imaginan, con tal de lograr nuestro objetivo. Ojalá algún día podamos encontrar al productor y lograr la anhelada secuela xD
Gretel cierra el poema, con este verso: “Mis ilusiones y deseos están encerrados donde el agua dejó de ser azul, se ha TRANSformado en un hediondo pantano. Y los sueños, heridas son”. Demostrándose una vez más su lado brillante, y su lado oscuro, porque para brillar, se necesita oscuridad. Puesto que los diamantes más brillosos, estuvieron cubiertos por barro alguna vez. El arte proviene del poder de creación, es ahí donde debemos situar nuestro ahínco, en crear nuevas posibilidades. Que esa sea nuestra trinchera. Sueños de toda artista supongo…
¿Eres hombre?
¿Eres mujer?
Típica pregunta, agresiva, invasiva e impertinente, sobre todo violenta. ¿Cómo respondería Gretel esa pregunta?, pues como era de suponerse. Ella dijo, ¡Ninguno!, y todas quedaron confundidas, algunas se atacaron. Pero, es bastante común que chicos y chicas trans-travestis, no estemos interesadxs en seguir siendo lo que la sociedad determina como hombre-mujer. En este poema, la autora se une a la causa de abolir el género.
“Hace años dejé de ser humana, hoy soy lo que quiero ser”, continúa Gretel, llevándonos a la posibilidad de tra(n)scender a nuestra animalidad. Después de todo, no hay animales más salvajes que los humanos.
NO ME HAGAS PREGUNTAS SOBRE MI CUERPO, concluye Gretel. Estoy segura que muchas veces hemos pensado esto, o por lo menos alguna vez. Esta sociedad es muy violenta, desde niña me enseñó que, si estás indefensa y sola, corres grave peligro.
Para cerrar esta segunda parte de la antología, Gretel nos regala los poemas “Soledad” e “Imparable”, títulos que de por sí representan un Yin Yang. Y pues, Soledad es una carta que la autora decide remitir a la mismísima soledad, llevándonos a su lado más íntimo, el que comparte consigo misma. Por otro lado, Imparable es una promesa de sobrevivir para y con Cereza. ¡No les spoileo más! ¡No pueden perderse esta antología!
No puedo cerrar esta primera parte de mi reseña, sin agradecer a todas las artistas trans que me / nos han precedido. Gracias a cada una de ustedes, y a todas las mujeres que han permitido que este camino sea más llevadero. También agradezco a Gretel por permitirme compartir su poesía, no solo con un afán cultural o de contenido, sino más bien político. Gracias por leer y esperen la segunda parte.
“La ridiculización de los hombres de apariencia afeminado se produce porque en nuestra cultura los hombres miran a las mujeres por encima del hombro. Si las mujeres se consideraran como iguales a los hombres, ningún hombre se sentiría amenazado por un hombre con apariencia de mujer.” (Steiner, 23). Esta ridiculización que nos menciona el autor nos direcciona a intuir que la homolesbotransfobia tiene su génesis en el odio hacia las mujeres, la misoginia, esta “amenaza” hacia el empoderamiento femenino que busca la igualdad, tiene un origen en los cimientos de la construcción del pensamiento religioso cristiano, que pondera a los sujetos masculinos sobre todas sus demás congéneres (mujeres diversas y todas las disidencias sexuales). “La mujer no llevará vestido de hombre, ni el hombre vestido de mujer, porque el que hace tal cosa, merece la reprobación de Yave” (Deuteronomio 22: 5), La construcción de la masculinidad y feminidad desde una visión religiosa cristiana, impone la binariedad-heteropatriarcal, donde todo tipo de sexualidad disidente será perseguida, expropiada, torturada y muerta (feminicidio y crímenes de odio a personas tlgbiq+) por el ente inquisidor, que impregna en nuestras corporalidades la culpa sobre nuestra expresión, sentir, placer y existencia.
¿El origen de la misoginia y el odio hacia las disidencias sexuales tiene origen en la colonización de los Andes?
Podemos afirmar que existe una relación entre la misoginia y homolesbotransfobia como mencionamos anteriormente, las expectativas sociales sobre los roles de género tienen un origen religioso cristiano, iniciándose con la invasión europea del “nuevo mundo”, la trasgresión del territorio andino afectó de manera importante en la riqueza cultural existente en las sociedades prehispánicas, “la herejía se convirtió en un concepto sexual, más que doctrinal, decir que un hombre era herético era decir que era homosexual y viceversa” (Taylor, 131), el sistema heteropatriarcal normaba el espectro social de manera insoslayable, la imposición del dogma cristiano mediante la evangelización y tortura (Santa Inquisición), afecto el orden social, cultural y el imaginario de nuestras(os) pobladoras(es) originarias(os) en nuestro continente andino.
¿De qué manera las disidencias sexuales estuvieron presentes en el continente andino?
“Los conquistadores, los misioneros, los viajeros, etc. Realizaron descripciones de los hombres afeminados y “hermafroditas” que, según ellos, se decía que había en gran número entre las poblaciones indias originarias” (Baumann, 21), de acuerdo a lo expresado por diversos autores, como es el caso de Baumann, existieron “hombres afeminados”, los menciona como “hermafroditas” (seres que tienen órganos sexuales mixtos), los describen como un gran grupo dentro de los habitantes de la población indígena originaria. Las disidencias sexuales fueron descritas como personas “hermafroditas” y fueron “demonizadas”, al no entender las relaciones culturales y sociales que existían en este continente, desde la concepción de la sexualidad colonial y cristiana, señalaron las prácticas sexuales del “nuevo mundo” como “malditas”, “pecaminosas” y “adoradoras del demonio”.
“Se tienen ciertamente que en los oráculos y adoratorios donde se daban las respuestas hacía entender que convenía para el servicio suyo, que algunos mozos, desde su niñez, estuviesen en los templos, para que a tiempos y cuando se hiciesen los sacrificios y fiestas solemnes, los señores y otros principales usasen con ello el maldito pecado de la sodomía” (Crónica del Perú (1540-1550) Pedro Cieza de León).
En Crónica del Perú dePedro Cieza de León se menciona la existencia de “sodomitas” (según la RAE el termino alude a la práctica sexual anal, comúnmente asociado a hombres homosexuales), se describe a tal individuo, al practicante de “la sodomía”, como fundamental en el tejido social andino, es mencionado como parte de la ritualidad para entender algunos pedidos (oráculos y adoratorios). “Hubo sodomitas en algunas robinias, aunque no muy al descubierto ni toda la nación en común, sino algunos particulares y en secreto. En algunas partes los tuvieron en sus templos porque les persuadía el demonio que sus dioses recibían mucho contento con ellos” (Garcilaso de la Vega 1609/ 1985: 26-27), una vez más “los sodomitas” son reconocidos como figuras importantes dentro de la sociedad andina y la demonización en el texto describe la implicancia que tuvieron en la ritualidad y en el agrado de sus divinidades.
¿Qué rol social tuvieron los mal llamados “sodomitas”, “hermafroditas” en la sociedad andina?
En la Cosmovisión andina está presente la dualidad y reciprocidad entre los géneros, donde el orden social no tenía jerarquías marcadas, ni por las diferencias sexuales, ni de género, “El género prehispánico no estuvo definido por categorías contrarias, sino en términos de una diversidad gradual a lo largo del continuum entre lo masculino y femenino” (Williams 1986: 80), es posible vislumbrar que en una sociedad donde lo femenino y masculino (Pachamama- Pachatata, Mama Quilla-Yaya Inti) tienen un mismo orden a nivel de representatividad, jerarquía e importancia, en un sistema social que tiene una naturaleza compuesta de opuestos complementarios.
Los personajes mal llamados “sodomitas” y “hermafroditas” tuvieron real importancia dentro del sistema dualístico, representando lo sagrado y central, ejerciendo un rol importante como intermediarios entre sus deidades cósmicas y la vida cotidiana. Una de las deidades en la cosmovisión andina es “el jaguar” o la constelación de Chuquichinchay,“El chuquichinchay o el apo de los otorongos, una deidad de la montaña de los jaguares quien había sido el patrón de los indígenas de ‘dos géneros’”
(Michael J. Horswel), la deidad cósmica felina es protectora de lxs indígenas de doble género, de manera que la presencia de la simetría entre los géneros (dualidad y reciprocidad), nos permite reconocer que la cosmovisión andina está compuesto por un sistema que concibe lo femenino de manera paritaria con lo masculino, y cuando la dualidad está presente en unx mismx individux, no es significante de relego social, por el contrario, es importante su labor en la comprensión de la sociedad.
Estos seres de “dos géneros” fueron vitales en la ceremonia andina y en el sistema social de los Andes, lxs “Quariwarmi”, quienes eran los principales intermediaros con la deidad felina “el Chuquichinchay”, “Estos chamanes Quariwarmi “hombres-mujeres” mediaban entre las esferas simétricamente dualísticas de la cosmología andina y la vida diaria presentando rituales que en momentos requerían prácticas eróticas entre ellos” (Michael J. Horswel). La presencia de vestimentas femeninas en lxs Quariwarmi ayudó a comprender la dualidad entre lo femenino y masculino, su esencia y existencia andrógina nos demuestran la presencia dual de género, presentes en la mitología andina.
Lxs Quariwarmi es una identidad que está presente en tradiciones orales peruanas y existe poca información en literatura y/o histórica escrita, es un género que principalmente tiene correspondencia o relación con lxs chamanes (dos espíritus) “La homosexualidad es algo común y su relación con el chamanismo o el sacerdocio es extremadamente marcado y curioso”(Carpenter, 18), su relación con la cosmovisión andina tiene un valor importante para comprender cómo la cultura prehispánica tuvo una riqueza en la comprensión de la diversidad y libertad sexual.
Es importante reconocer cómo el desarrollo de nuestras vidas, ha estado impregnado de mandatos religiosos-cristianos, teniendo origen en la invasión española, la cosmovisión andina reunía como eje principal, la dualidad y complementariedad entre géneros, las disidencias sexuales (Quariwarmi) eran consideradas como parte de la sociedad andina, es preciso interrogar que:
¿La presencia de lxs Quariwarmi nos ayudan a comprender las relaciones de género en la sociedad andina prehispánica? ¿De qué manera?
¿Es importante reconocer la dualidad, disidencia sexual y la presencia de lxs Quariwarmi en la sociedad andina prehispánica?
1. Baumman, Hermann; Das Doppelte Geschiecht, Dietrich Reimer, Berlín, 1955.
2. Carpenter, Edward, Civilization: Its Cause and Cure, reimpreso por Tao Books, Boston, 1971 [Id., Critica a la civilización, a la moral y al comercio; prólogo de Marta Pessarrodona, Editorial Hacer, Barcelona, 1980).
3. Cieza de León, Pedro. La Crónica del Perú, Primera parte, 1553, Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad católica del Perú.
4. Michael H, Horswell. La descolonización del “sodomita” en los Andes coloniales. PhD diss, Universidad de Maryland, College Park, 1997.
5. Qhapaq Amaru, Jym. INKA PACHAQAWAY- Cosmovisión andina, 2012.
6. Steiner, Stan.The Islands,Harper, Nueva York, 1974.
7. Taylor, G. Rattary, Sex in History, Vanguard, Nueva York, 1954.
Ilustración: Neil R. Tejeda
Sobre las declaraciones del embajador del Mundial de Qatar 2022, quien calificó la homosexualidad de “daño mental”.
Escribe: Paola Alvarado1
Abrimos este artículo, con la ponencia retrógrada y nada inclusiva del representante de un grupo de gente que sigue pensando que las mujeres y las personas LGBTI somos ciudadanos de “segunda clase”. Khalid Salman, exjugador de la selección nacional y embajador de la Copa del Mundo que se realizó en Qatar hace un par de meses, en una entrevista con la emisora alemana ZDF, dijo lo siguiente: “…Ser gay es ‘haram’ (pecado, prohibido) y ‘un daño mental’”. ¿Tolerancia? No. En Qatar no todos los aficionados son bienvenidos.
En su momento, los organizadores de la Copa del Mundo se apresuraron a distanciarse de las opiniones del embajador del Mundial y del cartel que circuló en todos los medios de comunicación del mundo, sobre las reglas y comportamientos a adoptarse mientras estén en Qatar. Dijeron que el anuncio no procedía de una fuente oficial, y que más bien procedía de un movimiento ciudadano local que quería enseñar a los extranjeros las costumbres del país. Además, manifestaron que “Qatar siempre ha sido una nación abierta, tolerante y amistosa”.
Lo que sí es cierto es que en Qatar se penaliza la homosexualidad mostrada en público. El código penal catarí prevé una pena de prisión “no inferior a un año” por “homosexualidad entre hombres y libertinaje sexual”, en el Artículo 296 sobre “Incitación a la inmoralidad y la prostitución”.
En la televisión catarí, los presentadores hacen declaraciones homófobas que llegan hasta la amenaza de la pena de muerte cuando hablan de estos temas.
Algunas opiniones:
Joscha Weber. (periodista alemán - agencia de noticias Deutsch Welle DW):
“…Qatar prohíbe, entre otras cosas, el alcohol, las citas y la homosexualidad. Esto revela que muchas de las promesas de los cataríes de supuesta ‘apertura y tolerancia’ fueron solo palabras...”.
1 Paola Alvarado (Trujillo, 1974). Radica actualmente en Lima. Cursó estudios de Ciencias de la Comunicación y Marketing Empresarial en la U. de Lima y el Instituto John Logie Baird, además de llevar estudios de Cine en el Taller de Cinematografía de Armando Robles Godoy. También pasó por el Centro Peruano de Teatro CPT y actuó en algunas obras de teatro independiente, así como también en algunas miniseries de los 90. Cinéfila incorregible, dedicó gran parte de su vida a ver buenas películas y seguir su sueño de ser una cineasta reconocida, realizando también algunos cortometrajes. Otra de sus pasiones es la música, especialmente el rock en sus diferentes vertientes. También es aficionada al canto y al teclado, pero de forma empírica. Alguna vez formó parte de un grupo de rock en su época de estudiante. Ambientalista, apasionada, soñadora, activista por los derechos humanos, y también cultora de lo trascendental y metafísico.
Jorge Chávez Reyes (activista por DDHH y periodista):
“Qatar está usando el Mundial para posicionarse a nivel global y validar su régimen político que condena y persigue a los homosexuales y no reconoce derechos mínimos a los trabajadores inmigrantes. Qatar nunca debió ser sede de un certamen mundial del tamaño y presencia mediática de una Copa del Mundo de fútbol. Ojalá nos sirva de experiencia... La Selección de Alemania, antes de su partido debut, posó con la boca tapada y con un mensaje: “Aun sin la banda, nuestra actitud se mantiene”. La frase hace referencia a la banda ONE LOVE, de apoyo a la causa LGBTI”.
Aldo Araujo Neyra (activista y fundador del MHOL):
“Sobre los comentarios homofóbicos del embajador del Mundial de Qatar, coincido solo en que, si estamos enfermos, es por una sociedad que nos enferma. Una sociedad que nos obliga a estar callados, a bajar la mirada, a tener miedo, a no expresarnos. Nos obliga a mentir, a llevar una doble vida, a llevar una vida errante. Nos obliga a ver la vida de una forma tanática, siempre expuestos a situaciones de riesgo por llevar una vida oculta socialmente, siempre arriesgándonos, propensos a las adicciones. Y por no dejar expresarnos con libertad, con nuestro amor, nuestro deseo, nuestra forma de vestir o de llevar un nombre de acuerdo a nuestra identidad de género, todo eso sí estoy de acuerdo, porque tenemos una sociedad que nos enferma. Espero que algún día Qatar pueda llegar a ser libre de la homofobia, de la discriminación, de tener leyes intolerantes; y espero que estos países puedan algún día reflejar en sus leyes la tolerancia que tanto manifiestan tener”.
Gianna Camacho (periodista y activista trans):
“Desde la decisión de la FIFA de escoger ese lugar para realizar el Mundial, un país don de sabemos que es anti derechos LGBTI, misógino, etc., yo creo que eso es una muestra del porqué debemos seguir visibilizándonos y manifestándonos contra los colectivos anti derechos.
Debemos seguir visibilizando estos casos de odio y discriminación que aún existen en algunos lugares del planeta, donde inclusive se llega a la violencia y a la criminalización de la homosexualidad. Felicito a la selección de Alemania por ese gesto de posar con la boca tapada en señal de protesta porque no les dejaron ponerse el brazalete LGBTI ONE LOVE.
Este mundial ha visibilizado lo mejor de algunos y lo peor de otros; y ya que ha termi nado, los colectivos y organizaciones internacionales y locales sobre derechos humanos LGBTI deben de analizar y diseñar estrategias comunicacionales y políticas públicas que favorezcan a todes.”
Queda clara la gran hipocresía que ostenta la FIFA con ese doble discurso: por un lado, pregona el fair play, la unión de todos a través del deporte; y por otro lado se hace de la vista gorda cuando elige sedes donde vulneran los derechos humanos y/o las políticas públicas que tienen son retrógradas y anti democráticas. A la FIFA no le interesa el movi miento del balón, sino el del dinero.
Escribe:
Raul Oliva1Era un atardecer como cualquier otro en Fronteras Unidas, un asentamiento urbano ubicado en pleno corazón de la Ciudad de los Reyes. Multitudes de estructuras de madera, apiñadas en la ladera de la montaña, se organizaban en torno a senderos de trazo irregular, no asfaltados, rebosantes de negocios y de mototaxis por doquier. El paisaje ascendente se veía abruptamente recortado por una gigantesca pared de más de diez kilómetros de extensión, conocida coloquialmente como ‘El Muro de la Vergüenza’, que se ubicaba exactamente a lo largo de la cima de la montaña y que restringía el acceso de Fronteras Unidas y otros vecindarios cercanos hacia la otra ladera de la montaña, es decir, a la zona acaudalada conocida como Las Casuarinas, donde vivían algunas de las familias más adineradas de la sociedad limeña.
Aunque todavía se puede observar transportes particulares y camiones municipales pasadas las seis de la tarde, por lo general queda poca gente paseando por las calles o comprando en el mercado zonal. Por ello, a esta hora, usualmente los comerciantes ya se han retirado a sus casas, tras haber cerrado sus puestos y habiendo rematado su mercadería excedente. Como en una postal de la vida nocturna secreta de Fronteras Unidas, podemos ver perros vagabundos agrupados en jaurías que barren al atardecer las calles del asentamiento, enfrentándose a las pandillas de gatos, así como a un ejército de palomas que planean desde lo alto, por los restos que ha dejado una jornada trajinada de ventas en el mercado. Hay abundantes frutas que se fermentan, carne vacuna y avícola en descomposición, apilados en bolsas, o a veces desperdigados por accidente, y que son más que suficientes para alimentar a aquellos animales y a sus crías. Sin embargo, éstos deben apresurarse, puesto que los trabajadores municipales limpiarán todo en breve.
El día de hoy, sin embargo, es un día excepcional, porque la prensa ha venido por primera vez a cubrir una noticia en Fronteras Unidas, y han montado incluso un tremendo escenario, con una palestra de OSB pintada de negro, cámaras de video profesionales y reflectores de luz de toda clase. Para ello fue preciso desmantelar el puesto ambulatorio que se había instalado para la campaña de lucha nacional contra la anemia, y cuyo lugar ahora fungía como el camerino temporal de las estrellas. Las dos camionetas donde habían traído los elementos necesarios para instalar el escenario se habían quedado varadas varias cuadras antes de llegar al mercado, justo donde acababa el doble carril y comenzaba la mayor inclinación del terreno. Había sido preciso por ello que las mismas cenicientas colaborasen con la movilización de la utilería, supervisadas por el asistente de producción, para que no se vayan a robar nada. Las “cenicientas”, como las había llamado la prensa, eran trabajadoras del mercado zonal, entre otras lugareñas, que estaban allí para cumplir un sueño, el cual parecía sacado de un cuento de hadas, y que consistía
en competir para escoger entre ellas a “la cenicienta más allá del muro”, tal como había llamado la prensa a este certamen. Pero, ¿en qué consistía?
Todo había empezado unas semanas atrás, cuando Claudia, una reportera de policiales para el noticiero matutino que siempre soñó con trabajar en la sección de espectáculos, fue enviada a cubrir de oficio un operativo de seguridad que la policía llevaría a cabo en la urbanización Las Casuarinas, y donde pensaban poner en evidencia las fallas de seguridad que había en el Muro y que colocaban a los vecinos de aquel lado a merced de los criminales que poblaban del otro lado, por lo que los mismos dirigentes vecinales de las Casuarinas habían venido exigiendo mayor control policial, entre otras medidas que refuercen su seguridad. La policía del distrito, entre tanta insistencia y para no quedar mal con estas familias, se había preparado para realizar detenciones, desmantelando una supuesta banda para la que incluso ya tenían un nombre: “Los sanguinarios del Muro”. Y Claudia tenía la misión de cubrir tal operativo.
Pese al gran despliegue de unidades policiales y a la presencia de canes adiestrados, la tarea, sin embargo, se presentó como sumamente tediosa, ya que no hubo a quién detener. De hecho, no encontraron un alma siquiera en las primeras horas que estuvieron ahí. Los policías tuvieron que esperar mucho tiempo, debiendo enviar de regreso a la base a la mayor parte de los efectivos desplegados. Los pocos que se quedaron tuvieron que avanzar camuflados. Claudia estaba muy molesta porque no le reconocerían estas horas extras de trabajo de campo y porque los policías no dejaban de coquetearle, incluso le hacían comentarios sexistas poniendo en duda si una mujer podía cubrir adecuadamente noticias sobre criminales.
Llegaron entonces a una zona donde se presentaban grande grietas en el muro y ahí, finalmente, encontraron a un sujeto al cual arrestar. Los policías tomaron desprevenido al infractor y lo redujeron al instante. Se trataba de un tipo de baja estatura, delgado, casi escuálido. El camarógrafo se aprestó a grabar el arresto.
“¿Pero qué están haciendo?”, gritaba el muchacho. “¡Cometen una equivocación! Yo no soy ningún criminal. ¡Yo vivo aquí! Solo estaba paseando”.
Grande fue la sorpresa de Claudia al darse cuenta que este sujeto, de tez blanca y perfil respingado, estaba bien vestido, con el logo de un cocodrilo casi imperceptible en el bolsillo de su camisa monocromática y con zapatos de cuero que brillaban con la luz del flash. El blanquímetro instalado en la ética profesional de Claudia detectó que no podía tratarse de un poblador empobrecido del otro lado del muro, sino de un vecino distinguido de Las Casuarinas.
“¿Pero qué pasó?”, le preguntó ella, empatizando con el muchacho. “¿Por qué se encontraba usted aquí? ¡La policía pensaba que usted estaba cruzando el muro!”
Los policías soltaron al muchacho al ver que en su Documento de Identificación figuraba una dirección de Las Casuarinas. El muchacho estaba ofuscado, pero entre frases contradictorias y entrecortadas, le contó una historia que dejó maravillada a la entrevistadora.
“Desde hace mucho tiempo me gusta caminar por esta zona”, comentó el muchacho. “Vengo aquí a relajarme y fumar un cigarrillo cuando hace frío. El otro día que paseaba por aquí de noche a esta misma hora, oí a una chica cantar boleros preciosos. Ella vive al otro lado del muro. Me gusta mucho su voz. Así que vengo aquí para escucharla. Bueno no exactamente aquí mismo, sino a un punto que está como a dos cuadras. Justamente me dirigía hacia allá… Ella se da cuenta cuando llego, a veces la saludo… y hemos conversado incluso a través de una grieta en el muro… Me ha contado que estudia y trabaja a la vez. Pero es muy tímida y no quiere que la conozca en persona. Ni siquiera sé cómo se llama”.
La periodista, olvidándose por completo de los policías y del operativo, animó al joven para que le mostrara el lugar donde se encontraba con la misteriosa muchacha. Los policías también les siguieron. El camarógrafo registraba todo lo que iba sucediendo.
“¡Acércate más!”, dijo el muchacho, de pronto, al llegar, con la solemnidad de quien invoca a un espíritu mágico.
De repente, una voz peculiar reaccionó a la aparente señal y empezó a cantar:
“Acércate más y más, y más... ¡Pero mucho más!
Y bésame así, así, así como besas tú.
Pero besa pronto, porque estoy sufriendo.
No lo estás tú viendo, que me estoy muriendo, Sin saberlo tú”.
La voz tenía un matiz especial, reconoció Claudia. Era aguda al inicio y, sin embargo, tenía cierta voluptuosidad, porque solía terminar cada soneto con tonos un poco más graves. No parecía una voz entrenada, y hay quién hubiera dicho que se trataba de un falsete, que la voz de la cantante estaba tratando de ser más alta, suave y refinada de lo que en realidad era. De cualquier manera, ¡qué hermosa era! Oyéndola todos se relajaban e incluso se sensibilizaban, como que se percataban un poco más del cielo estrellado sobre el firmamento, o de la tenue luz de la luna sobre el Muro. Por sus memorias pasaban recuerdos de una infancia mejor, lejos de los problemas laborales y maritales, sentados en la mesa de su casa oyendo boleros, mientras sus mamás o sus abuelas preparaban un lonche o la merienda, o lo que sea para lo que les alcanzaran unos cuantos intis de aquella época remota. Tal era el poder de esa melodiosa voz cuando cantaba un bolero.
Cuando el camarógrafo intentó grabar a la mujer a través de las grietas, encendiendo una luz muy potente para poder iluminarla, la muchacha dejó de cantar y salió huyendo. La falta de electricidad al otro lado del muro empeoró sus chances de que pudieran capturar cómo se veía realmente. No sirvió de nada que el muchacho le pidiera a gritos desesperados que regrese. Claudia oyó en su suspiro de resignación la prueba del amor ingenuo y sincero. El coronel dio por finalizado entonces su operativo y la policía se alejó: no tenía sentido que dieran declaraciones o que hicieran una nota policial al respecto si no había habido ninguna detención.
Pero Claudia sabía que esta historia tenía mucho más recorrido. Al regresar al canal, buscó a la productora de espectáculos, quien al verla llegar hizo el ademán de retirarse, y es que Claudia había sido muy insistente en su interés de cambiar de programa, lo que había terminado por irritar a la productora, que no la quería en su equipo en lo absoluto, y que tampoco lo disimulaba. Claudia la detuvo. Le contó sobre la misteriosa muchacha. Le dijo que podían hacer un reportaje sobre el amor imposible entre un joven rico de Las Casuarinas y una desconocida muchacha que vivía más allá del Muro, los cuales se citaban de noche con esa pared de por medio, desafiando de paso también las barreras sociales. La idea le gustó a la productora, quien pidió revisar las grabaciones junto a Teresita, la conductora del magazine prime time del canal, que coincidentemente se encontraba en los estudios de grabación en ese momento. Teresita pasaba por su mejor momento en la televisión, dado que se había visto involucrada recientemente de manera sentimental con un jugador de fútbol que anotó uno de los pocos goles que la selección nacional logró realizar en el último mundial. [continuará].
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El pasado once de junio del año pasado, ocurrió un momento histórico e histérico tanto en mi vida, como en la de otras artistas trans limeñas. Ese día se llevó a cabo la presentación de mi poemario Lucifer & los 7 8 pekados kapitales, una obra poética que fue fruto de muchos años de lucha y desafíos personales, así como de heridas y dolor presentes en mi vida y mi cuerpo desde que migré a Buenos Aires, hasta el mismo año pasado en que concluí esta obra (2018 – 2022). Teniendo en cuenta todo el proceso que tuve que atravesar para concluir, publicar y presentar Lucifer, ameritaba un espectáculo de grandes proporciones para mostrarlo al pequeño mundo limeño, aunque hubiera podido ser más apoteósico todavía; sin embargo, las condiciones y recursos con los que contamos las artistas trans son escasos y limitados todavía.
Lucifer, se presentó en el Galpón Espacio ubicado en el distrito de Pueblo Libre, con una noche cargada de arte, travestismo y mucha lujuria, que tuvo por nombre “Cabaret Infernal La Divina Lujuria”, en homenaje y referencia a la Divina Comedia de Dante Alighieri, obra que ha sido bastante relacionada con mi poemario, dado a las figuras y espacios que se desarrollan en él. El cabaret infernal empezó con presentaciones de artistas invitadxs como Luna Lacra, Emperatriz, Samantha Braxton y Jessie Icone, quienes abrieron el espectáculo. Luego de ello, el artista ilustrador Holy Drako, realizó un ritual que daría paso a la presentación de Lucifer como personaje interpretado por mí.
Tanto en la obra poética, como en la puesta en escena, Lucifer representa esta chica trans que antagoniza al supremo dios de la tradición cristiano-judía. Cubierta en luz roja, y teniendo como fondo musical una canción donde la intérprete reclama “querer ser solo una mujer”, inician las acrobacias aéreas. Vistiendo un body rojo de latex que cubría hasta mi cabeza, aparezco detrás de las telas, reclamando mi lugar en el cabaret infernal. Después de realizar varias piruetas, suspendida en el aire y al ritmo de la música, empiezo a descender de lo alto, mientras en todo el escenario se escucha mi voz recitando, “Entonces se erigió desnuda la bestia…”, mientras me despojaba del vestuario para revelar el cuerpo detrás de la demonia. Así, Lucifer abría paso a los 8 pekados kapitales que se representarían esa noche, los cuales se desarrollan en el poemario.
El cabaret, contó con la conducción de la Duquesa de Anjou, escritora y poetiza que usa este seudónimo y quien también colabora en el poemario, con un poema de cierre titulado “Una dulce venganza”. La Duquesa procede a leer los textos introductorios de cada pecado, los cuales preceden a cada interpretación colaborativa que realicé esa noche junto a otras artistas de la Casa de la Lujuria e invitadas. El espectáculo continúa con la interpretación de la Gula, pecado en el cual decido “comer y beber hasta enloquecer”, como recita el poema. Al ritmo de una canción de Hija de Perra, inicio un ritual sexual con comida, el cual abre un círculo visual de los ocho pecados en el orden como se desarrollan en el libro.
Luego de interpretar la Gula, el escenario cambia de color, dando paso al clásico tema musical “Material girl” de Madonna, es así que aparezco en escena ataviada de joyas, un vestido de gala y una corona, como se indica en el poemario, declamando el texto dedicado a la Avaricia. Al concluir el texto, las luces se apagan y se vuelve a poner de color rojo para dar paso a uno de los pecados más importantes del infierno, la Lujuria. Aparece en escena la Sinsonera, quien al muy estilo cabaret nos demuestra el poder del deseo a través de un doblaje en vivo de la canción “Acaríciame” de María Conchita Alonso. La interpretación de este pecado concluye con un striptease que realicé sobre un columpio improvisado con las telas del escenario.
La noche se encendió cada vez más por el poder de la lujuria, dando paso a la presentación de la Vanagloria, interpretada por Luchi Ei (Luis Bejarano), con un número de danza contemporánea libre que dejó deslumbrado al público. Este número se cierra con el recital del poema dedicado a este pecado, que realicé esa noche. Posteriormente, aparece la Ira, interpretada por la escritora y artista escénica Gretel Warmicha, quien realiza un show al rojo vivo de twerking, al ritmo de otra artista trans. Espectáculo propicio para dar paso a mi interpretación de la Ira, luego de leer parte del poema que lleva el mismo nombre, presenté un show de doblaje de la canción “Pissed Away” de la banda Suck3r Pvnch, en el cual aparezco con una piñata en forma de guitarra eléctrica, la cual terminé destruyendo, como parte de la performance. Al concluir este acto, se inicia la interpretación de la Pereza, la cual es representada con un show de travestismo y drag a cargo de @ Bebitaquefuerte, quien nos ofrece un show con la canción “Europa” de Mónica Naranjo. Luego de ello, vuelvo a aparecer en escena sentada sobre un columpio improvisado con las telas, sobre el cual procedo a leer el poema dedicado a este pecado y haciendo una breve interpretación del tema musical “siempre es viernes en mi corazón” de Alex Andwanter, cuyas letras se encuentran incluidas en el poema original.
La Divina Lujuria estaba por cerrar y solo quedaban dos pecados que mostrar. La Soberbia recita: Nosotras crearemos el futuro… Somos nosotras quienes tra(n)scendemos, mientras la artista trans Viktoria Ríos nos regala un show de vedette, muy a su estilo. Luciendo un vestuario clásico y espectacular como lucían las grandes vedettes de los noventas, haciendo un merecido homenaje a las artistas de cabaret que nos precedieron. Este acto se cierra con la declamación del poema que lleva ese mismo nombre (Soberbia). Para cerrar el ciclo de interpretaciones de los ocho pecados capitales incluidos en mi poemario, aparezco en escena con un kimono rosado y un parasol en la mano, leyendo parte del poema dedicado a la Tristeza y realizando un lipsync de la canción “Antes de ti” de Mon Laferte. La gente queda fascinada cuando a mitad de la canción, abro el parasol y mágicamente quedo cubierta en confeti de color dorado, como una lluvia de pétalos brillantes que quedará grabada como la imagen de una película, en la memoria de quienes nos acompañaron esa noche tan especial.
Pero, ¡ahí no acaba todo!, luego de cerrar las presentaciones de los pecados, decido quitarme el kimono, debajo del cual llevaba puesto un atuendo propio de los shows tradicionales de cabaret, con el cual interpreté la versión en castellano de la canción “La vida es un cabaret” de la grandiosa Liza Minelli y procedí a presentar una a una a las artistas que me acompañaron esa mágica noche. Es así como cerré la presentación de mi poemario, así como también una temporada de arduo trabajo y dificultades que se presentaron en el camino ese año, después de concluir la publicación del libro. Si bien este relato sobre lo que fue esa noche, es emocionante y suena sencillo, debo contar que el trabajo que requirió la producción de semejante evento, fue duro y más difícil para una artista trans como yo. Muchos espacios artísticos, además de elitistas, suelen ser clasistas y transfóbicos, muchas veces tenemos que lidiar con acciones injustas y desmerecedoras de nuestro trabajo, así como trabas y actitudes de mas injustas y segregacionistas. No obstante, las personas trans, especialmente las mujeres y feminidades trans, somos luchadoras y conchudas, y no vamos a permitir que este mundo desmerezca nuestras vidas, nuestro trabajo, ni nuestras existencias, pues hasta en el arte nos toca luchar el doble.
Dicho esto, deseo dedicar esta crónica y agradecer a través de ella a todas las artistas, sobre todo trans, que hicieron posible que el Cabaret Infernal se llevara a cabo. A su vez, hago un llamado a todas las personas que trabajan en el mundo artístico, para que apoyen nuestro arte no solo a través de plataformas y redes sociales, sino que también generando trabajo e incluyéndonos en sus proyectos escénicos. De más está recordar que, nosotras vivimos en un estado de emergencia permanente, sea cual sea el contexto vigente. Y, a pesar de eso, les y nos damos la posibilidad de creer que la vida es un cabaret sin más… Vamos al cabaret!
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