C Ó M O
P R O D U Z C O
Le preguntamos a Blanca Ross sobre su proceso creativo a la hora de producir…
Blanca Ross Los sueños son una metáfora o una interpretación aleatoria de la vigilia; la moralidad o el juicio están desactivados, por eso aparecen los alter egos más abstractos. Las pesadillas que nos perturban y su inquietud por descubrir su significado la llevó a hacer este EP. Este mundo onírico es lo que muestro a través de la lírica, la composición, la producción y un tejido audiovisual que recrean una experiencia inmersiva hacia el subconsciente, mostrando mi faceta más artística y melódica dentro de la música electrónica. Desde pequeña me acostumbré a escuchar todo tipo de géneros musicales, como música clásica, francesa, jazz, ópera o rock, hasta llegar a la música electrónica (new age, pop, dance o trance) en mi adolescencia. Estas influencias han hecho
que mis gustos musicales sean amplios, y que encuentre buena música en todos los géneros. Tal vez sea esta la razón por la que me ha sido difícil escoger una única línea musical durante estos nueve años de carrera. Sin embargo, desde que empecé a producir encontré el complemento perfecto que estabiliza mis polaridades musicales, y de aquí surge una dualidad: la música que produzco y la música que mezclo como Dj.
un componente mental, profundo, emocional y melódico como el Psy Trance. Una mezcla poco común, pero que me ayuda a crear una narrativa muy personal y creativa, en la que siento que todas las frecuencias tienen presencia, sin desequilibrio espectral. El resultado es una sesión híbrida muy dinámica y progresiva que deja espacios para oxigenar el ambiente aunque vaya a 140 bpms.
Para mí, este contraste se justifica por un factor clave, que es el público. Una vez se proyecta la música desde el escenario, la energía que desprende se vuelve bidireccional y retorna con mucha intensidad. En este momento necesito proyectar algo con fuerza, que sea directo y seco como el Techno, pero que tenga a la vez
En cambio, el momento de producir música es un viaje individual, una purgación del día a día, un instante de aislamiento en el que no siento que exista el tiempo ni el espacio. La energía en ese momento no se canaliza hacia el público, sino que se concentra en el estudio, en mi voz y la creación de los sonidos, y este entorno ge-
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