DEGIHEUGI Autor: CLAP CLAP
Desterrando cualquier ápice de mal rollo
Foto: LUCAS PERRIGOT
¿Por dónde deberíamos empezar si nos remontásemos a tus primeros pasos cuando eras solo un chaval interesándose por la música, y más concretamente la cultura hip hop? Pues gracias a un regalo que mi padre me hizo cuando tenía unos 11 o 12 años. No fue otra cosa que una cadena de alta fidelidad. Junto a ella, el vendedor había incluido un buen puñado de CD. Que también una cinta de casete, concretamente del álbum « De La Soul Is Dead » de De La Soul. Fue amor a la primera escucha, mi pasión por el hip hop acababa de nacer. A partir de ese momento escuché todos los álbumes de rap que tuve al alcance. Literalmente todos… los que pillaba para mi, los de mis amigos de sus colecciones, daba lo mismo la procedencia. Tiempo más tarde, con 15 o 16 años, estaba ya tan metido en el mundillo del hip-hop que también quise unirme como fuese al movimiento. Aportar mi valía. Primero rimando y con tocadiscos como principal apoyo, luego como creador de mis propias bases.
Estamos ante uno de esos beatmakers y productores que crecieron en la más total humildad y que aún se nutren con la esencia de antaño. Tampoco hay que irse a la Prehistoria, sí a principios de este siglo y a los fogones libres e imaginativos de sellos como Ninja Tune o artistas del talento de DJ Shadow. Degiheugi actuó con este último, pero es que también viene avalado por hasta ocho álbumes de estudio desde 2006. Acaba de publicarse « Foreglow » (X-Ray Production). Un disco bastante luminoso que rebosa buenas sensaciones.
Este género y su cultura ha cambiado bastante durante los últimos 30 años… ¿alguna etapa en especial que te marcase más? El hip-hop de los 90 tuvo un gran impacto en mí. Me inspiró una barbaridad. El período comprendido entre los años 96 y 2002 fue una locura total. Discográficas como Rawkus, que también artistas de la talla de Wu-Tang Clan, Nas, Mobb Deep, Busta Rhymes… ¡mogollón de ellos me dejaron muy tocado! Un pasote la creatividad que irradiaban ¡Cada semana se iba publicando un disco más alocado que el anterior! Durante esta misma etapa, y ahora hablo de Francia, también salieron grandes discos como los de X-Men o el mítico « L'École du micro d'argent » de IAM. Todo el dinero que caía en mis manos era para comprar vinilos. Estaba luego ese gusanillo de llevar a las fiestas el disco que nadie tenía. De comenzar a pinchar un maxi inédito y de repente poner patas arriba la pista. ¿Qué tal se comportó con tu desarrollo como artista, tu propio entorno ? El barrio, tu calle… Vivía en una ciudad costera de Francia. De hecho en la zona más castigada de la misma, y por lo tanto no tan lejos de ese estereotipo que suele ir siempre asociado a la cultura del hip hop. Batallas callejeras, baile, etc ... Tenías que moverte también e ir a las grandes ciudades que tenías más cerca. Ahí estaba París, que seguía siendo la meca del hip hop sin importar qué. El único ‘verdadero’ DJ de en mi localidad era Dj Deheb. Todavía nos hablamos, ¡produce un sonido muy bestia! Debo reconocer que la atmósfera en mi zona no era precisamente la mejor de todas, al menos no con la que yo estaba intentando conectar. Lo bueno es que no me encontraba solo, ahí estaba también JUNIOR, un b-boy bastante famoso
050