certidumbres E INCERTIDUMBRES
La educación patrimonial COMO ESTRATEGIA PARA LA FORMACIÓN CIUDADANA* Valentina Cantón Arjona
Desde hace más de dos décadas, existe en Iberoamérica una creciente y renovada preocupación acerca de la formación moral y ciudadana; formación que se legitima a partir de sus finalidades democratizadoras. Desde 1999, se implantó en México la asignatura de formación cívica y ética en la escuela secundaria, y a partir de este año escolar (2008-2009) se ha incorporado en los seis grados de la escuela primaria. En los libros de texto gratuito que para esa asignatura produjo la Secretaría de Educación Pública (SEP) se incorporan, por primera vez, nociones básicas acerca de la educación patrimonial. El texto que a continuación presentamos ofrece elementos que permiten valorar la importancia de este novedoso campo de la educación.
e
n los últimos años, se ha incrementado en diversos ámbitos académicos la reflexión y elaboración acerca de tópicos y conceptos relacionados con la democracia y con la educación política y ciudadana. De este modo, se ha destacado la importancia de conceptos y objetos de trabajo transdisciplinarios que parten de una disciplina –por ejemplo, la ciencia política o la psicología social– y migran hacia otros campos de la ciencia social y de la educación, como la formación ciudadana.
* Texto elaborado a partir de los conceptos presentados por la autora en el Taller sobre Patrimonio, realizado en la 3ª Reunión Iberoamericana de la Red de Escuelas Asociadas de la UNESCO/ REDPEA, Monterrey, noviembre 4 y 5 de 2008.
CORREO del MAESTRO
núm. 154 marzo 2009
Entre estos conceptos deseamos destacar cuatro que son de fundamental importancia para la formación ciudadana: la noción de identidad individual y colectiva; el sentido de pertenencia a una familia, grupo, localidad, comunidad, nación o la humanidad; la idea de libertad como un proceso de emancipación, es decir, la libertad entendida como proyecto realizable de soberanía y de no dominación, y, finalmente, el reconocimiento del valor supremo de la justicia como factor necesario para cualquier organización social saludable. El traslado de los conceptos de identidad, sentido de pertenencia, libertad y justicia (y otros subsidiarios como igualdad, equidad o tolerancia) al trabajo en el aula no ha sido un proceso siempre exitoso. Con frecuencia, su enseñanza
31