Entre la fotografía y la música UNA PAUSA EN EL CONSTANTE FLUIR DEL TIEMPO Sibila de Villa Azarcoya*
Podemos comprender la música como un fluir constante a través del tiempo. Vibraciones en movimiento que son alcanzadas por espacios de silencio y que transcurren en un lapso de tiempo determinado. El sonido es efímero. La música queda guardada en la memoria, entre nuestros sentidos. Es ahí donde se vuelve permanente.
Fotografía: Sibila de Villa, 2014 Alejandro Martínez Gil, guitarrista
e
n mi experiencia en los escenarios, la música sucede sólo en ese instante, es irrepetible. Al finalizar el concierto, y una vez en soledad, uno puede sentir que esa música aún resuena. Lo mismo ocurre cuando, como público, asistimos a un concierto, y días después seguimos tarareando melodías, recuperando imágenes.
* Licenciada instrumentista egresada de la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Acreedora a la medalla “Gabino Barreda” a la excelencia académica. Cuenta con especialidad en saxofón por la Universidad de Mohawk, Canadá. Egresada con honores.
CORREO del MAESTRO
núm. 232 septiembre 2015
La memoria del canto y sus melodías a lo largo de la historia de la humanidad ha sido una herramienta muy poderosa para conservar y transmitir historias, vivencias imborrables, expresiones necesarias. Y aunque los sonidos puedan ser fugaces, sus significados nunca lo son. La fotografía ha sido una actividad necesaria en mi vida, que me acerca a un mundo visual aparentemente estático pero también en constante movimiento. Tomar una fotografía e inmovilizar una imagen permite recuperar el momento vivido, detener la fugacidad en un segundo.
57