ARTE Fachada exterior (a la izquierda) y patio (bajo estas líneas) del palacio Pesaro degli Orfei, una construcción de estilo veneciano, del siglo XV, a la que se trasladaría Mariano Fortuny en 1902. Primero ocupó el ático y poco a poco fue adquiriendo el resto del edificio.
empujado por conocer más y mejor todo lo relativo a la luz; así como la escenografía. Sus conocimientos en el campo de la iluminación los había adquirido en París, y esto le ayuda, hasta tal punto que además de crear un sistema ilumino-técnico para los escenarios –sistema de luz indirecta, con una gran cúpula como protagonista–, diseñará varios modelos de lámparas, modernas para su época, y que han quedado como creaciones atemporales en los anales del diseño, figurando en la lista de sus invenciones, que sobrepasan la veintena.
de Bellas Artes de San Fernando... Su viuda, Henriette, mostró interés por donar a España el palacio Pesaro degli Orfei, hoy conocido como museo Fortuny, a cambio de su mantenimiento. Recibió un rotundo no por respuesta. Por el contrario, la capital del Véneto aceptó con agrado la propuesta, sumándolo a sus lugares de visita obligada. Además de los tejidos, en la actualidad es posible adquirir modelos de las lámparas, en especial las de trípode de metal, que imaginara el artista granadino, gracias a empresas especializadas en ese terreno que cuentan con la patente. Tanto en París como en Venecia existen tiendas que llevan el apellido Fortuny, donde es posible encargar un modelo Delphos; parte de un universo de estética, belleza y creatividad que surgiera del genio de aquel caballero de aire renacentista que, siglo y medio después, continúa en el olimpo de los inmortales.
El legado del maestro
Un cáncer de estómago se lo llevó de este mundo a los 77 años, lejos del país que le vio nacer, pero al que siempre estuvo unido, ocupando diversos cargos: cónsul honorario de España, más tarde vicecónsul en la ciudad de los canales, miembro de la Real Academia
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