sus posibilidades, tienen disminución de autoestima, cuentan con más miedos que el remanente de sus compañeros y, generalmente, se encuentran más ansiosos. Todo esto, indudablemente, afecta a su aprendizaje y rendimiento. Además, el crecimiento de la resiliencia requiere un trabajo cognitivo que tiene influencia en el ámbito educativo. La resiliencia en la educación caracteriza a aquellas personas que a pesar del sufrimiento de manifestarse y establecerse en situaciones infortunadas, se desarrollan psicológicamente sanas y con éxito, creando en ellos la propia autorregulación y no la imposición de normas externas de autoridad. La resiliencia en el ámbito educativo permite sistematizar y practicar aquello que se hace cotidianamente para el desarrollo positivo y enriquecedor de los estudiantes. Finalmente es importante mencionar que la resiliencia es un medio para abrir el campo al correcto ejercicio de la creatividad y la libertad. Requiere de curiosidad, experimentación audaz, apertura de sentidos y mentes, uso de la lógica y la imaginación, y responsabilidad por uno mismo.
¿Cómo promover la resiliencia en la escuela? 1 Enseñar habilidades útiles y mejorarlas Todos necesitan saber que son buenos en algo y buenos en alguna actividad. Por lo tanto, necesitamos comunicarnos con ellos individualmente y ayudarlos a trabajar en la autoconciencia y mejorar sus habilidades generales. De esta manera, también fomentamos su autoestima. 2 Enséñales a resolver conflictos Piense en el conflicto como una oportunidad de aprendizaje donde funcionan la escucha y la empatía. La aparición del estudiante mediador es aquí muy importante. 3 Enséñales bondad y gratitud Beneficiar y reconocer es una actividad básica. No solo nos alentamos unos a otros a ser generosos y compasivos, sino que aquellos que aceptan los beneficios y los expresan en palabras dicen que están practicando de forma gratuita.
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