porque “era el color del demonio” y los más reaccionarios, para llevar la contraria y saltarse la prohibición, se ponían algo de este tono, eso sí, bajo la ropa que estaba expuesta ojos ajenos. Aunque no hay constancia escrita de nada de esto, ha triunfado y ¿por qué lo hacemos?, sencillamente porque ¡Es divertido!
Otra parte del ritual consiste en echar en la copa un anillo de oro y una lenteja, para avisar a la diosa Fortuna lo que esperamos de ella: dinero y abundancia. Y, ¿dónde dejamos el amor?, esa es otra tradición relativamente moderna: vestir una prenda de ropa interior roja. No hay una versión que podamos dar por auténtica, todas son elucubraciones más o menos aceptables.
Escena del banquete «La verdadera historia de Alejandro Magno»
Quiero terminar este repaso de nuestras tradiciones con un agradecimiento a todas las personas que se han esforzado por rescatarlas, y felicitando a quienes han conseguido celebrarlas este año, salvaguardando la salud. Está claro que nuestras tradiciones están ahí y no están dispuestas a desaparecer. Ni por motivos políticos, ni religiosos, ni sociales. ¡Tampoco lo conseguirá un virus!
Uvas y Champán, Preparado para el brindis de fin de año. Foto: Ramos Perera
El rojo es el símbolo del amor y la pasión; los más “arriesgados” dicen que data de la Edad Media, aquella época oscura y llena de prohibiciones entre las que se encontraba el no poder vestir de rojo
ANTROPOLOGÍA y TRADICIONES POPULARES
Esperemos juntos un feliz año
2021
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