OBSERVATORIO ECLESIAL AÑO 7 * 09 - 15 MAY 2020 * NUM. 350
Tras felicitar a las enfermeras en su día, reveló que hace mes y medio recibió un informe en Tijuana, Baja California, acerca ―de que teníamos que tomar decisiones con urgencia porque podíamos ser rebasados. A partir de ahí se empezó a llamar a la población para cuidarnos y tuvo resultados. No emitimos un decreto autoritario, no se prohibió a la gente salir de sus casas, no se decretaron toques de queda, nada. Recordó que la primera proyección para el valle de México previó 10 mil camas para atender a personas con Covid-19, pero en la actualidad la ocupación es de cerca de 6 mil, y hay disponibilidad de 25 por ciento en terapia intensiva. Si resultan las proyecciones, pronto va a comenzar el descenso, pero no podemos confiarnos, sostuvo.
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, consideró alentador que esté bajando la intensidad de transmisión del virus en Tijuana, Baja California; Villahermosa, Tabasco; Cancún, Quintana Roo, y Culiacán, Sinaloa, pero ―esto no quiere decir que sea momento oportuno de relajar las medidas de sana distancia. Aún nos quedan tres semanas de la jornada nacional y cuanto más orden, disciplina y constancia hay con Quédate en Casa, vamos a lograr reducir la carga de contagios, lo que será benéfico para la reapertura, manifestó. (jornada.com.mx) 13/05/2020
ÁMBITO SOCIAL 26. Florence Nightingale inspira El Año Internacional de la Enfermería y la Partería El 12 de mayo de 1820 nació Florence Nightingale, quien fue bautizada el 4 de julio del mismo año en la Iglesia Anglicana, es la enfermera y reformadora social que ayudó a revolucionar la atención al paciente y es ampliamente reconocida como la fundadora de la enfermería moderna. Aunque sus puntos de vista sobre la religión eran poco ortodoxos, se dedicó a servir a Dios. A los diecisiete años, escribió en su diario ―Dios me habló y me llamó a su servicio‖, aunque no tenía una imagen clara de cómo podría ser ese servicio. Durante la siguiente década viajó extensamente y llegó a creer que fue llamada al campo de la enfermería. Contra los deseos de su familia, Florence persiguió la medicina y visitó una comunidad luterana en Alemania que ministraba a los enfermos. Fue aquí donde recibió la formación para el resto de su trabajo. En 1853, Florence fue nombrada superintendente del Instituto de Atención a las Mujeres Gentiles Enfermas de Londres, transformando el sanatorio de un lugar grotesco en uno de curación y comodidad. Florence es mejor recordada por sus contribuciones durante la Guerra de Crimea. Estaba horrorizada por las condiciones de los soldados heridos y trabajó incansablemente para mejorar la salud de los pacientes a su cargo. Reformó las prácticas de higiene de los profesionales médicos en los hospitales de guerra, estableció sistemas por los cuales los soldados podían enviar dinero a casa en lugar de mal gastarlo, creó espacios cómodos para que los heridos leyeran y escribieran, y dio conferencias
para sostener a los soldados heridos de gravedad. Caminando por los pasillos del hospital todas las noches para ver a los pacientes, Florence se hizo conocida como la Dama de la lámpara. De hecho, Henry Dunant reconoció que la fundación de la Cruz Roja, había tenido la influencia del trabajo realizado por Florence Nightingale. La creencia de Florence Nightingale tuvo eco en el principio de neutralidad de la Cruz Roja. Ella dijo que ―el sufrimiento eleva a su víctima por encima de los valores normales. Mientras el sufrimiento perdura no hay ni bueno ni malo, muy valioso o sin valor, enemigo ni amigo. La víctima ha pasado a una región más allá de la clasificación humana o los juicios morales y su sufrimiento es un reclamo suficiente‖. En su carrera posterior, Florence estableció escuelas de formación para enfermeras, escribió textos médicos en lenguaje sencillo y asesoró al gobierno británico en asuntos de salud y bienestar para sus ciudadanos y soldados en todo el mundo. Fue galardonada con la Real Cruz Roja y fue la primera mujer en recibir la Orden del Mérito. Su legado se puede encontrar en los numerosos hospitales e instituciones médicas que llevan su nombre, así como el juramento que hacen quienes se gradúan de enfermería en todo el mundo. Su libro Notas sobre enfermería: lo que es y lo que no es, publicado en 1859, ha pasado por múltiples ediciones. También es conocida por su sentido de espiritualidad profundamente místico y pragmático. Nightingale describió a las enfermeras como ―siervas del Señor‖; falleció en Londres el 13 de agosto de 1910. Con motivo del bicentenario de su natalicio, la Organización Mundial de la Salud, designó el año 2020, como
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