OBSERVATORIO ECLESIAL AÑO 7 * 01 - 07 AGO 2020 * NUM. 362
Acá propongo una breve contemplación de Mc. 6, Mt. 14 o Jn 6. Se trata de aplicar sentidos y usar la imaginación, siguiendo a San Ignacio. El contexto: el asesinato de Juan el Bautista, el desconcierto, la indignación, el temor, también el dolor… Jesús se va, pero el pueblo encuentra la forma de llegar antes (¡cuánto habría para meditar sobre eso!), ese pobrerío que lo sigue porque ha descubierto en él ―algo‖ especial que sacia sus hambres de dignidad y sentido.
pos: no quieren irse, ni quieren dejarlo. Los amigos más cercanos se ponen nerviosos, le dicen algo, hacen ademanes… Sigamos ―viendo‖: unos jóvenes -para agradecer y consolar a Jesús- se acercan y lo invitan a comer sus pocos panes y peces… Jesús se conmueve, acepta, sonríe, surge una vez más desde su corazón: ―te alabo Padre…‖ Y la multitud de los pequeños también sonríe y alaba a Dios compartiendo y multiplicando dones.
―Algo‖ que despierta en ellos esperanza, confianza, y saca lo mejor de sus reservas hondas: bondad, generosidad, alegría de estar juntos y compartir. Van para que los cure, para que les hable, pero también se le adelantan para acompañarlo, sabiendo de la muerte de Juan.
No todo está perdido, en tiempos oscuros de mediocridades y hasta de avaricias, la humilde esperanza renace desde gestos simples y auténticos, como brotan en agosto los ciruelos adelantando el perfume de la primavera o aparecen las flores del cardo en tierras resecas.
Sigamos aplicando sentidos ―como si presentes estuviéramos‖… Jesús, saliendo de sí y de su duelo, atendió a la multitud todo el día, escuchó sus cuitas, tocó heridas, abrazó, miró a tantos ojos hondamente, desnudamente, viendo maravillas que nadie veía y de tanto mirar se vio, se encontró en ellos… confirmó su identidad y misión.
La vitalidad de la creación y su empuje nos asombra y deleita a todos, creyentes o no; quienes creemos en Dios sabemos que esa vitalidad serena y silenciosa que a todos refresca es regalo, es el balbuceo del Amor que no se cansa, que nunca está de huelga.
Seguimos contemplando la escena, con audacia… Cayó la tarde, Jesús está cansado, se sienta silencioso en el pasto y poco a poco todos se van sentando en gru-
Entonces damos gracias, bendecimos y damos otro pasito... Queda mucho por andar… Resistir, estar allí en fidelidad y solidaridad… podemos florecer también en invierno. (amerindiaenlared.org) 07/08/2020
ÁMBITO ECLESIAL 35. COMUNICADO: Fallecimiento de Pedro Casaldáliga Lamentamos profundamente tener que informarles que Pedro Casaldáliga ha fallecido hoy a la edad de 92 años. Nacido en Balsareny (Cataluña) el 16 de febrero de 1928, Casaldáliga asumió con radical coherencia y compromiso la Opción por los Pobres y ha sido una de las figuras más destacadas de la Teología de la Liberación. Obispo de la Prelatura de São Félix do Araguaia desde 1971, Casaldáliga siempre ha trabajado a favor de ―peones‖, campesinos, sin tierra y Pueblos Indígenas, oponiéndose abiertamente a los terratenientes, la agroindustria y a todos los poderes económicos que niegan los derechos de los individuos y pueblos. La historia de la lucha por la tierra en Brasil no se explica sin Casaldáliga. Poeta, escritor y comunicador por vocación, Casaldáliga fue autor o coautor de más de 100 obras traducidas a varios idiomas y a través de las cuales expresó sus sentimientos y pasiones más íntimos; su posición teológica basada en la liberación y la esperanza; su visión de un mundo que necesariamente debe elegir la justicia y la
paz; y su compromiso con una Humanidad más ―humana‖. Siempre dispuesto y disponible para todos, Casaldáliga concedió cientos de entrevistas y escribió numerosos artículos, circulares y cartas. Vitalmente comprometido con los que más sufren, Casaldáliga ha llevado una vida marcada por la coherencia: Dom Pedro -o simplemente Pedro, como le gustaba ser llamado- vivió durante más de 50 años en una casa humilde de barro, con las puertas siempre abiertas, en el pequeño pueblo de São Félix do Araguaia, cercano a sus amigos y amigas y en medio de su comunidad. Realizó cientos de viajes en autobús por Brasil y visitó con frecuencia las comunidades de su Prelatura -del tamaño de toda Grecia- a caballo. Casaldáliga siempre ha sido un ―pueblo entre el pueblo‖. Con un agudo sentido del humor, alegre, decidido, incansable y buen ―conversador‖ Casaldáliga se sabía de memoria el nombre de todas las personas de su comunidad y los visitaba a menudo en sus casas por muy remotas que éstas estuvieran. Fundador de pastorales y organizaciones sociales dedicadas a la lucha por la tierra, a la defensa de los Pueblos Indígenas y contra el capitalismo neoliberal y las desigualdades sociales, Pedro siempre ha defendido la
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