EMPRESA | GERENCIAMIENTO
Nada se pierde,
todo se transforma
Estos productores reconvierten en carne todo el maíz generado en el campo, y obtienen un plus por sobre lo que lograrían vendiéndolo como grano. Y los efluentes pasan a ser usados para potenciar los rindes del cereal. Por CLAUDIO GIANNI
REDACCIÓN CHACRA | cgianni@revistachacra.com.ar
L
a analogía no puede ser más acertada. La Campana es una generadora de proteína animal alimentada a maíz. El 80% del cereal producido en este campo cercano a Tandil, provincia de Buenos Aires, se consume en el criadero de cerdos, y el resto se usa en la ganadería bovina. Incluso en ciertas oportunidades han debido salir a comprar maíz de terceros, siempre con un alto requerimiento de calidad José Santiago Guazzelli, responsable de la ganadería y la agricultura del campo, lo explica de manera contundente: “entre la hacienda y los cerdos se comen unas 3.000 toneladas de maíz por año; equivalen a 450 hectáreas del cereal cada campaña. La integración de la cadena es fundamental; nos permite capturar una renta extra del 15-20% en maíz. Y a su vez, estamos reutilizando los efluentes del criadero de cerdos; los distribuimos con un cañón, nos da para regar unas 40 hectáreas por año y el impacto sobre la fertilidad del suelo es impresionante; en base a los datos de los ensayos incluso podríamos dejar de utilizar nitrógeno (N) en maíz”.
El criadero de cerdos –un ciclo completo en confinamiento- entró en producción en abril de 2013. “Analizamos que iba a colaborar para que lográramos integrarnos más y agregarle valor al maíz que producimos. Conseguimos el financiamiento y nos larga24 | REVISTA CHACRA
A la derecha, Pablo Antonini, director Ejecutivo de Senga S.A. Lo acompaña Alejandro Graciani, médico veterinario. Ambos manejan técnicamente los destinos del criadero y engorde de cerdos. mos con una escala pequeña. Nos gustaron los resultados y hoy ya hemos alcanzado una escala en régimen; hemos superado los 360 vientres en producción y eso nos permite ofrecer al mercado una jaula de capones por semanas”, define Pablo Antonini, director Ejecutivo de Senga S.A., la empresa propietaria de La Campana. El del cerdo es un negocio a largo plazo, cíclico y con cierta estacionalidad. “Hemos pasado tanto períodos buenos como malos. El año 2018 fue particularmente difícil; éste es un producto nominado en pesos, que se vende esencialmente en el mercado local, mientras que los insumos están dolarizados. Con las devaluaciones estos
COMO UN TREN “Quien se mueva en torno del negocio del cerdo tiene que estar preparado para que las cosas se compliquen y tener las espaldas suficientes para aguantar el cimbronazo. Es una producción más industrial que agropecuaria; es como un tren de alta velocidad, no se puede frenar de golpe y cerrar las puertas. Hay todo una producción en marcha que empuja y no queda otra que sostenerla. Requiere cautela, eficiencia y profesionalismo, incorporar tecnología”. (Antonini)