La reafirmación de la soberanía de la Corona
Según la opinión de Sánchez Bella, el tema de los conflictos por las discusiones sobre la determinación de una cuestión como materia «de gobierno» o «de justicia» fue examinado en el Consejo tras producirse las tensiones anteriormente citadas entre el virrey Toledo y la Audiencia en 1575, aunque no llegó a aclararse del todo130. Si, por un lado, la intervención del rey establecía que entre el virrey y la audiencia, por utilizar las palabras de Sánchez Bella, «ninguno es superior de otro», por el otro se reconocía que los oidores se habían entrometido «contra la intención de la Cédula normal que en declaración desto está dada». Como hemos podido ver, el caso de los enfrentamientos entre Toledo y la Audiencia de Lima en los años 1570-1575, no fue una cuestión puramente jurídica, de abuso de poder, ni se limitó a la esfera política y de gobierno. Se trataba, más bien, de un problema que fue aglutinando poco a poco todos estos aspectos, además de la propia autoridad del rey, perjudicando el orden social que en ella se reflejaba. Unas diferencias agrias y públicas entre el virrey y la Audiencia, que en el lenguaje simbólico del poder del siglo dieciséis equivalían a un conflicto entre dos partes de un mismo organismo, entre dos expresiones, funciones o imágenes de una misma autoridad regia131.
La pacificación del reino En su notable obra sobre el mundo iberoamericano entre los siglos dieciséis y diecinueve, felizmente titulada en la edición en lengua española Orbe indiano, David Brading dedica un capítulo entero (de los 23 que hay en total, en una obra de gran aliento) al virrey Toledo y a su gobierno. El investigador británico comienza su análisis con la ejecución del último Inca al término de la campaña de Vilcabamba de 1572. Por lo que señala Brading, un parecer que por otro lado es compartido por gran parte de la historiografía reciente, fue la ejecución del último «monarca indio, consumada con tan simbólica solemnidad», lo que marca el final de la época de la primera conquista, en la cual el Perú, como hemos podido ver, había sido «gobernado por una incoherente alianza de encomenderos y kurakas»132. Hay que tener en cuenta que la «solemnidad simbólica» a la que se recurrió intencionadamente para ejecutar públicamente a Túpac Amaru causó 130
Sánchez Bella, «Las audiencias», cit, p. 550. Nieto Soria define el conflicto entre las dos competencias del «rey justiciero» y del «rey legislador»: Íd., Fundamentos ideológicos del poder real en Castilla, cit; José Antonio Maravall, «El concepto de Monarquía en la Edad Media española», en Íd., Estudios de Historia del Pensamiento Español, Madrid, 1973, pp. 69-87. 132 Brading, Orbe indiano, cit., p. 149. 131
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