Prólogo
Francisco de Toledo es quizá el virrey más controvertido de la historia peruana. Concebido, por un lado, como «supremo organizador del Perú» por sus admiradores, ha sido considerado, desde el otro extremo, como el gran «desestructurador» del mundo andino. Si intentamos dejar de lado las altas dosis de apasionamiento que ambas posiciones reflejan, podemos concluir que los dos enfoques son ciertos. En efecto, desde la perspectiva de la administración hispana fue Toledo el virrey que estableció el esquema organizativo a partir del cual funcionó el virreinato por muchas décadas; y desde el punto de vista de la organización social andina, dicho gobernante fue muy efectivo en su política de control de la población y de utilización de la mano de obra indígena, con la consecuente desintegración de los patrones andinos de organización social y de ocupación del espacio. Manfredi Merluzzi lleva varios años investigando la historia del Perú virreinal, y más específicamente el tiempo de gobierno del virrey Toledo. Es muy significativo el hecho de que esta importante obra tenga como autor a un historiador italiano, ya que a diferencia de estudiosos europeos de otras nacionalidades —franceses, británicos y españoles, sobre todo—, la historiografía italiana no había prestado hasta ahora una especial atención al Perú virreinal. Hay excepciones, por cierto, y una de ellas es precisamente la de Francesca Cantù, experta en el siglo dieciséis peruano, quien además ha sido la maestra de Merluzzi y la asesora de la tesis doctoral que fue el origen de este libro. Justamente no pocos aspectos novedosos de esta obra están relacionados con el hecho de ser su autor italiano, ya que la labor de gobierno de Toledo es presentada en el amplio contexto de los dominios de la Monarquía católica en diversas latitudes. La Península Itálica tuvo una importancia clave en la historia de la monarquía española, no solo por el prolongado