Programa de actos de las Fiestas Patronales de San Juan Bautista 2021

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3 Saluda del Alcalde 5 Saluda de la Concejala de Festejos 6 Saluda del Párroco 7 Arucas los lleva en su corazón: Nuestra gente Mayor 8 D.ª Pino Fleitas Falcón 9 D. José Fleitas Falcón 10 D.ª Consuelo Afonso Afonso 11 D. Antonio Pérez de Armas 13 D.ª Pino Rodríguez Jorge 14 D.ª María del Pino Matos González 16 D. José Díaz Benítez 18 D. Miguel Jorge Hernández 19 D.ª Rita María Marrero Talavera 20 D. Antonio Jaime Falcón Jiménez 22 D. Juan José Rodríguez Sosa 23 D.ª Carmen Ferrera Gil 25 D.ª María del Pino Hernández Suárez 27 Créditos 28 Programa de Actos Religiosos 31 Programa de Actos Festivos

Diseño, maquetación e impresión: Gráficas Guiniguada, S.L. Depósito Legal: GC 178-2021

Arucas 2021


Saluda del Alcalde Juan Jesús Facundo Suárez Alcalde

Estimada/o vecina/o El valor sentimental y religioso a nuestro Santo Patrón San Juan Bautista de Arucas, así como el apego a nuestras tradiciones, hacen que un año más sienta la inmensa alegría de compartir con ustedes la llegada del mes de junio, el mes de la celebración de nuestra fiesta principal, acompañada de la festividad del Corpus. Más de un año y medio después de la declaración oficial por parte de la O.M.S. de la pandemia Covid-19, hecho que ha cambiado nuestras vidas, quiero expresar mi agradecimiento por el comportamiento ejemplar, a todas y todos las/os aruquenses. Este tiempo nos ha enseñado a ser pacientes, a pesar de lo exigente, agotadora y estresante que pueda ser esta situación. Quiero tener un recuerdo especial y mis condolencias a las familias aruquenses que han perdido algún ser querido por la enfermedad de la Covid-19 o por otras enfermedades y que nos han dejado en este último año. Reconocer el trabajo y el esfuerzo de todos/as los/as sanitarios/as tanto de nuestro municipio como del resto del país, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil y Policía Nacional), al Ejército, al cuerpo de Bomberos, a la Policía Autonómica que junto a la Policía Local de Arucas y a nuestros/as voluntarios/as de Protección Civil de Arucas han estado haciendo una labor fundamental en estos momentos tan difíciles en nuestro municipio. Algunas páginas que acompañan este programa están dedicadas de forma especial a las personas mayores de nuestro municipio, un pequeño homenaje y reconocimiento a la bondad, valentía y entereza con la que han hecho frente a los duros meses de confinamiento, siendo uno de los sectores de la población más castigados, son ejemplo de resistencia y responsabilidad en uno de los episodios más difíciles de nuestra vida, incluso de nuestra historia.


El Pregón será el acto inicial de estas fiestas, nombrado desde el año pasado como Pregonero, D. José González Brito ( Restaurante Casa Brito ), persona emprendedora y con un reconocimiento a nivel nacional, hará los honores de abrir las fiestas Patronales de Arucas. Con ánimo y alegría, les invito a disfrutar del programa de las fiestas, el cual ha sido elaborado con gran ilusión por parte de la Concejalía de Festejos, contando con el apoyo y colaboración inestimable del resto de concejalías. Desde aquí quiero aprovechar y dar las gracias a todo el personal del Ayuntamiento, Sociedad Municipal, Organismo Autónomo de Cultura y a las empresas de Limpieza, Parques y Jardines, Alumbrado y Aguas, que se han adaptado a las nuevas circunstancias y que desde el primer momento se pusieron a disposición de la Administración para colaborar y atender cualquier necesidad, garantizando el servicio público en los momentos de mayor incertidumbre que hemos vivido. Este compromiso debe servir de ejemplo a todos y todas los/as empleados/as públicos para seguir trabajando con ahínco por la mejora de la calidad de los servicios públicos con responsabilidad y tesón. Las actividades y eventos están pensados para que la infancia, jóvenes y adultos puedan reencontrarse en nuestras calles y plazas, las cuales tendrán un aspecto diferente, balcones y fachadas engalanadas para la ocasión. Podremos disfrutar este año de las “Alfombras desde casa” es una actividad que nace en el 2020 desde la Asociación de Alfombristas de Arucas y con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Arucas, con el fin de cubrir el vacío que dejó en todos nosotros, la suspensión el año pasado de la Festividad del Corpus y sus tradicionales alfombras. Después del éxito de la edición anterior, y dadas las condiciones que este año estamos viviendo, la asociación vuelve con esta actividad "Alfombras desde casa II", con la representación del arte efímero que siempre nos sorprende por el mimo y profesionalidad con el que se realiza. La noche de San Juan, nos permitirá, además de dar la bienvenida al verano, vivir la magia de los fuegos artificiales, espectáculo pirotécnico desde la Montaña de Arucas, así como actuaciones musicales que harán llegar a nuestros corazones el espíritu de nuestras queridas fiestas patronales. Deseo trasladarles un mensaje de optimismo, a pesar de la dura situación económica y social, debemos mantener una actitud de esperanza e ilusión, eso nos hará fuertes para afrontar las duras circunstancias que nos han tocado vivir. Les invito a disfrutar y participar en todos los actos programados, con responsabilidad, no demos lugar a una relajación de las medidas de prevención y control al virus, las cuales han demostrado ser eficaces para evitar su propagación y compatibles con un ocio seguro. En nombre de toda la Corporación Municipal les deseo

¡¡ Felices Fiestas !! ¡¡ Viva San Juan Bautista !!


Saluda de la Concejala de Festejos Llega el mes de junio y con él, nuestro municipio se viste de gala para celebrar las Fiestas Patronales de San Juan Bautista de Arucas, y este año 2021 volveremos a vivir las fiestas, pero de una manera diferente. Seguimos inmersos en una realidad nunca antes vista, donde la adaptación y reprogramación están a la orden del día. Es por ello que hemos tenido que adoptar un modelo distinto, pero sin llegar a perder la esencia de nuestras fiestas aruquenses, ofreciendo diferentes eventos, de manera segura, donde podremos ir volviendo poco a poco a la tan ansiada normalidad.

Davinia Torres Padrón Concejala de Festejos

Desde la Concejalía de Festejos seguimos apostando por realizar actividades, y así apoyar a uno de los sectores más castigados por esta pandemia, donde numerosas familias viven del espectáculo y el arte en general. Ofrecemos a nuestros vecinos y vecinas un variado programa de actos que podrán disfrutar pequeños y mayores, teniendo en cuenta todas las medidas y normas sanitarias. Eventos donde la música, la artesanía, el folclore y el humor serán los protagonistas, que nos harán recordar ese espíritu festivo que caracteriza a estas fechas. La cultura es segura, y debemos seguir apostando por ella. Animamos a toda la ciudadanía que disfrute de los diferentes eventos, que visiten la Feria de Artesanía, que lleven a sus niños y niñas a disfrutar de los diferentes actos infantiles, que se animen a decorar y engalanar sus fachadas llenando de color y vida, aún más si cabe, las calles de nuestra ciudad. Disfrutemos con responsabilidad, porque estoy segura de que si seguimos remando juntos y juntas hacia un mismo objetivo, el próximo año podremos celebrar las Fiestas de San Juan como el municipio de Arucas se merece.

¡Felices fiestas de San Juan Bautista!


Saluda del Párroco Se nos acerca la fiesta de nuestro santo patrón, San Juan Bautista. Todavía vivimos inmersos en las incertidumbres de esta pandemia, eso sí, con más esperanzas que el año pasado, pero con muchos interrogantes y temores. La fragilidad de la vida nos ha ayudado a pensar, y sobre todo a tener en cuenta que nos necesitamos unos a otros. La responsabilidad personal y colectiva es necesaria para la salud, la convivencia y todo aquello que nos permite vivir con dignidad. Les invito a releer los pasajes del Bautista que se encuentran en los evangelios. Fue un visionario que alumbraba tiempos nuevos y que llamaba a la responsabilidad de cada persona. Y lo hacía siendo responsable él mismo. Su rectitud y su coherencia le valieron un elogio del propio Cristo, que lo tuvo como referente y lo nombró su precursor. Esperamos una normalidad que nunca puede ser volver a un pasado sin haber aprendido nada. Los ancianos y los enfermos han sufrido de manera especial durante todo este tiempo. Y muchos sanitarios y profesionales de todos los ámbitos de la vida han resistido y nos han dado ejemplo de humanidad y tesón. Haremos fiesta como las circunstancias nos permitan, pero lo haremos cuidándonos y cuidando. Felicito a todas las instituciones y organismos que nos han educado y nos han exigido el control y el cuidado mutuo. Felicito a la gran mayoría de las personas que han sido sensatas y educadas en estos tiempos para que los más vulnerables se sientan protegidos. Seguro que San Juan Bautista desde el cielo ha alentado nuestro comportamiento y premiado nuestra disciplina y

caridad. Y sobre todo felicito a los que en estos tiempos no se han olvidado de los empobrecidos y han sabido compartir de forma discreta el pan, manteniendo la esperanza y la dignidad de muchas personas que no creyeron nunca estar donde están. El mensaje del Bautista es de esperanza. No era un ingenuo y sabía que algunos corazones se resisten a aprender. Pero creía en la gente sencilla y animaba a colaborar a cada uno poniendo su granito de arena. Tampoco le gustaba que la sociedad fomentase el enfrentamiento y la discordia. Fue capaz de aglutinar a las orillas del Jordán a gente heterogénea, con el deseo de mejorar y aprender. Todavía hoy nos falta mucho para llegar a conseguir un equilibrio entre la defensa de lo que creemos y la capacidad de acogida y de diálogo. Debemos aprender cada día que son más las cosas que nos unen que las que nos separa. Crear barreras ideológicas y humanas nos empobrece y nos llena de miedos. Por eso, sigo manteniendo que el mensaje del Bautista es tremendamente actual. Queridos habitantes de Arucas, con la humildad del casi recién llegado, les felicito en estas fiestas patronales. Son las fiestas de todos y para todos. Deseo que San Juan interceda por todos, por sus familias y por los más vulnerables. Aunque no procesionemos su imagen la podremos contemplar restaurada de manera profesional y siguiendo las normativas de patrimonio. Y podremos rezar de nuevo a través de esta imagen al que está en el cielo intercediendo por todos

Con mis mejores deseos, feliz fiesta a todos.

Higinio M. Sánchez Romero Sacerdote


Arucas los lleva en su corazón:

Nuestra gente Mayor

A lo largo de la historia del programa cultural de las fiestas de San Juan, nos hemos parado a estudiar la geografía, la historia, el arte, la artesanía y las costumbres, incluyendo las fiestas de nuestro municipio. Para realizar estas pequeñas investigaciones nos apoyamos en varias fuentes documentales, bibliográficas y orales. Todas son esenciales, pero siempre nos ha tocado más el corazón todo aquello que haya tenido que ver con la intrahistoria humana, protagonizada por nuestros vecinos y vecinas porque es la más sincera, emotiva y, casi siempre, la que sufre un mayor riesgo de olvido y desaparición. Por este motivo, nos sentimos privilegiados de poder contar este año con las vivencias de trece personas del municipio. El objetivo ha sido el de rendir un merecido homenaje a “Nuestra gente mayor”, no porque hayan cumplido años, que ya de por sí es un hecho a celebrar, sino por haber sido ejemplos de vida para muchos y muchas aruquenses en su tránsito diario porque hablamos, en principio, de personas conocidas en su ambiente más próximo. Una tarea delicada por ambas partes y más en la situación sanitaria en la que nos hemos visto envueltos, pero también y por ello mismo, porque nuestros mayores, en principio más vulnerables, nos han dado lecciones de buen comportamiento, de ánimo y esperanza. De la misma forma, hemos querido conocer cómo vivieron el tiempo del confinamiento y lo que opinan sobre el futuro de nuestros jóvenes. Insistimos en la idea de tratarse de una “tarea delicada” por ambas partes, porque no es sencillo hablar a “pecho descubierto” de tus sentimientos y porque para nosotros ha sido una responsabilidad reflejar de la forma más pura o auténtica la información que se nos ha ofrecido. Hemos intentado ser fieles a sus discursos, aunque el que escucha y escribe puede derivar el tema hacia lo que le ha llamado la atención. Esperamos que perdonen esa pequeña alteración por nuestra parte si así lo han percibido en algún relato. La elección de las personas de más edad ha constituido, a su vez, una cuestión complicada, pues los/as lectores/as pueden plantearse por qué se eligen a unos/as y no otros/as. En este sentido hemos recurrido tanto al consejo de varias personas, como a una cuestión de diversidad de profesiones u ocupaciones, de edades, de paridad por sexos y de disponibilidad. Sin olvidar el intentar representar a una parte importante de las entidades del municipio, algo que ha resultado imposible por las exigencias de espacio. En algunos casos el apoyo de familiares o amistades ha sido de vital importancia para encontrarlos/ as. A nuestros/as cómplices, en esta aventura de rescate de “historias”, les damos nuestro sincero agradecimiento. Así que esperamos que, entre este grupo, los/as aruquenses, de una forma u otra, se sientan identificados, admirados y queridos porque, sin duda, la lista podría ser mayor. Quizás el secreto más desvelado ha sido que la historia de una persona no es únicamente la suya propia, sino la de una multitud que ha ayudado a que él o ella sean de esa forma y no de otra. Es como una de esas muñecas rusas que al abrirla vamos extrayendo, casi como un juego, unas más pequeñas en su interior, pero que todas las partes le confieren la forma y la identidad. Desagradecidos seríamos si pensáramos que somos como somos exclusivamente por nuestros méritos. Aunque hay personajes en estas historias que se han hecho a sí mismos forjándose un destino, la mayoría han tenido el apoyo de otras personas y de sus familiares. Por otra parte, esperamos que aquellos o aquellas que vean sus nombres reflejados en este puzle concadenado de vivencias, lo entiendan como un reconocimiento indirecto por parte de los/as protagonistas de estas entrevistas que emanan sentimientos de supervivencia, valentía y compasión. Por último queremos destacar el espíritu de superación de estas personas, las ganas de vivir y la generosidad que han departido a lo largo de sus vidas.


Pino Fleitas Falcón (ama de casa y costurera)

Nació en San Andrés en 1930, en el seno de una familia humilde compuesta por tres mujeres (Carmela, Pino y Nena) y dos varones. Su padre, José, era camionero, encargado de una finca, cuyos productos llevaba al mercado de Las Palmas. Su madre, Dolores, trabajaba en la casa, sin embargo, sabía coser “como para defenderse” algo que influiría en sus hijas. D.ª Pino, como sus hermanas, fue a la escuela y su maestra, “la señorita Clara”, les enseñó a hacer “unos tapetes” a comienzos de 1936 -ella contaba con seis años-. Estos tapetes se hacían con cinco agujas utilizando el hilo fino de crochet o de ganchillo de color beige. Esta manualidad estaba dirigida, sobre todo, a las niñas hasta los 13 ó 14 años, pues si tenían habilidades pasaban a la costura. Tanto se aficionaron a la realización de tapetes que, cuando reunían los suficientes modelos, los vendían en una tienda de moda que había en la Acequia Alta. Estaban destinados para los que se iban a casar, especialmente, para cubrir las mesas de noche y del comodín. Con estos trabajos empezaron a aportar algún dinero para la familia. Viendo las posibilidades de las hermanas, su madre las introdujo en el mundo de la costura porque: “era una forma para que sus hijas no tuvieran que ir a trabajar de sirvientas a alguna casa de la capital”. La mayor, Carmela (nacida el 12 de agosto de 1929) fue la que destacó por lo que su madre, apenas con catorce años, le enseñó a coger la tijera y a hacer ojales. A partir de aquí, acudió a las clases de costura, durante un año, de Mariquita y Aurora Afonso, tía y sobrina, que vivían en Bañaderos. Al finalizar el aprendizaje, comenzó a coser para algunas personas de clase pudiente de la capital y, gracias a ello, también fue cogiendo ideas sobre tipos de telas y moda. Acudía a Las Palmas de Gran Canaria un día a la semana hasta que tuvo una clientela fija en el municipio. Esta era variada, desde las familias más sencillas hasta las más pudientes, pero todas pagaban bien y el trato era agradable.Su hermana Carmela les enseñó a coser para que la ayudaran a afrontar el trabajo que asumía cada día y se repartían las ganancias. Era una novedad para los aruquenses porque, en aquellos años, no existía ropa confeccionada a medida, siguiendo los diseños de los figurines que ellas se encargaban de comprar en la capital haciendo el trayecto caminando, así como las telas, aunque también las traían las clientas. En algunas ocasiones, su padre llevaba una lista de materiales para comprar en una tienda de moda de la calle Malteses, que ellas llamaban “la de la ronca” por la voz que tenía. Acudían a Arucas para que le hicieran los bordados o adornos de algunas prendas en una tienda que estaba en la calle San Juan, cerca del Cine Viejo. En la conocida, casa de Mariquita Domínguez iban a buscar hilos y los botones forrados con tela, que los hacía su hermano Matías. Los diseños eran realizados por ellas en función de los patrones o figurines, pero siempre aportaban su propio estilo y elegían el modelo según la fisonomía de su clientela, que siempre se dejaba asesorar. De forma suave decían: “parece que eso no lo lleva la niña”. Realizaban todo tipo de trajes, blusas, faldas y complementos para las mujeres, incluso se atrevieron a confeccionar trajes de hombres. Entre los más complicados recuerda un traje largo de boda y un abrigo grande. Por este último, cobraron siete pesetas. Pino empezó a coser con 17 años hasta que a los 28 se casó. Durante este tiempo, nos comenta que su rutina era ayudar a su madre con las tareas de la casa y, luego, ponerse a coser temprano con sus hermanas. A veces, estaban desde las ocho de la mañana hasta la noche, con un promedio de diez o doce horas diarias, levantándose solo para las comidas. El trabajo que ella hacía inicialmente era: hacer


ojales, forrar las hebillas, etc., hasta preparar la ropa para la segunda prueba. La máquina de coser era la Singer, ahora trabaja con la Alfa para las necesidades de su familia. Dejó la costura de forma profesional cuando se casó, aunque a veces ayudaba a su hermana. Carmela siguió a pesar de casarse y tener tres hijos hasta su fallecimiento en el 2004. La etapa de la costura la recuerda con felicidad porque tenían trabajo y estaban todas juntas en casa. Cuando lo pasaban mal era en los días festivos de los pueblos, pues se veían, en el mismo día del santo, trabajando por la mañana. Pudieron ahorrar para el casamiento y tener una “casita”. Aun así, afirma: “el trabajo de coser no es pago para las horas que se trabaja”. Con esta profesión, aprendida de joven, pudo pasar el confinamiento de forma tranquila, además de atender la casa. Confiesa que le costó, no obstante, el no poder ver a su familia, pero mataba la nostalgia con video llamadas o hablando por teléfono. Anima a los jóvenes, aunque la situación no es muy alentadora, pues se han vivido tiempos peores y con menos recursos sanitarios.

José Fleitas Falcón (cocinero)

Nació el seis de diciembre de 1931. Según sus palabras: “me fui a Venezuela buscando algo mejor y me vine peor”. De joven en la costa de Arucas se dedicó a pescar, pero a los 25 años decidió emigrar a Venezuela. Se fue el 27 de noviembre de 1956 en un barco alemán. La ruta que siguió fue Gran Canaria-Tenerife y, de allí, a Venezuela, tardando nueve días. Como anécdota, hay que decir que se marchó tres días antes de san Andrés y de la tristeza tan grande la familia no acudió a la fiesta. “Fue como un duelo”. Estando en Venezuela empezó a trabajar en el club de un campo petrolero como cocinero en el tiempo en que gobernó el militar, Pérez Jiménez (1952 a 1958). Recuerda que le enseñó una mujer negra que hablaba inglés, por lo que no podía entenderla cuando lo mandaba a traer los alimentos para la cocina. Así que un día la mujer enfadada le dijo: “usted no sabe un carajo, yo le enseñaré...”. Aprendió a preparar comida condimentada, con las especies de la zona, langostinos al curry y toda clase de platos exóticos. Una noche, que hizo un banquete de comida variada, llegaron unos oficiales a inspeccionar el campo y entraron al club a tomarse algo. Cuando vieron la mesa llena de platos diferentes, un capitán americano preguntó quién había hecho todo aquello y le contestaron que “el canarito”. Entonces pidió que lo mandaran a la marina con ellos y a la mañana siguiente un oficial vino a buscarlo. Así que pasó a trabajar como cocinero en la Comandancia de Marina, concretamente, en un barco de guerra en el que estuvo 18 años navegando por todo el mundo (Europa y América). Ya en tierra siguió como cocinero con el gobierno, haciendo un total de algo más de 40 años hasta su retiro a los sesenta y cinco. Recibía dos pagas por la Seguridad Social y del Gobierno por lo que siempre vivió muy bien, pudiendo tener su propia casa. Durante 20 años, después de retirarse, vivía en Canarias durante seis meses y otros en Venezuela. Cuando la situación empeoró, ya octogenario, regresó a Canarias en noviembre de 2018. Según sus palabras, en Canarias se puede cocinar como en Venezuela porque hay toda clase de condimentos y alimentos de otros países. Ahora se dedica, con la ayuda de su sobrino, a comprar ropa y comida para mandarlas en barco a sus amigos de Venezuela. A los jóvenes les aconseja “que se preparen para lo que viene”.


Consuelo Afonso Afonso (ama de casa y deportista)

Conocida cariñosamente como Consuelito, nació en Trasmontaña en 1932. Su padre, don José Afonso Guerra, era capataz de un cortijo en Trasmontaña, pero la familia se trasladó a vivir a Llano Blanco. Su madre, D.ª Josefa Afonso Ortiz, se dedicaba a su hogar y tuvo diez hijos e hijas. Gracias al trabajo de su padre en la finca, tenían lo esencial para la alimentación. Sin embargo, como su padre murió a los 47 años, su madre asumió la responsabilidad de sacar sola a su familia. D.ª Consuelo, de pequeña, ayudaba en las tareas del hogar y acudía caminando al colegio de Trasmontaña. Cuando tuvo la edad reglamentaria, pasó al Colegio de las Monjas, que tenía su sede en la calle Pérez Galdós de la Ciudad. Uno de sus divertimentos preferidos era acudir a la playa en compañía de toda su familia. Allí pasaban el día por lo que no faltaba el sancocho, las pesca y los baños. Con sus hermanos varones aprendió a nadar, primero en los charcos y más tarde en mar abierto. Recuerda que los bañadores eran trajes de tela que confeccionaba su madre y, después, los llegó a realizar ella. Por eso, nunca le ha tenido miedo al agua, tanto nadaba, como se zambullía o margullaba. Cuando se casó a los 21 años, se trasladó a Visvique con su marido que era agricultor. En este lugar, junto a la casa familiar, cultivaban unas tierras para sacar algunos productos para la alimentación de los miembros de la familia, compuesta por cuatro varones y cuatro mujeres. Todos sus hijos los tuvo en casa con su madre y una partera vecina, llamada Pinito. Llegó a sufrir dos abortos. En su hogar también se dedicaba a coser, sobre todo, las prendas necesarias para la familia. No obstante, durante un tiempo, cosió pantalones – unos treinta a la semana- para una empresa. Años más tarde, iba por las tardes a unas clases de cala-

do en la planta alta de la “Sociedad Atlántida”, con su profesora Mariquita en Arucas. El interés por el deporte le venía desde joven pues siempre se desplazaba a todos lados caminando. Pero aumentó cuando llevaba a sus hijas al antiguo colegio “Generalísimo” a realizar deporte. Ellas mismas la animaban a que hiciera algo al ver a otras madres practicando alguna actividad deportiva. Así que cuando nacieron sus nietos, se los llevaba en el carrito y se ponía al lado haciendo los ejercicios. Cuando el Ayuntamiento de Arucas comienza con el programa de actividades deportivas vio la posibilidad de continuar. Como le gustaba el agua comenzó en la piscina, casi desde la inauguración del Centro Municipal de Deportes hacia 1999. Se levantaba todos los días, a las cinco de la mañana, para acudir temprano. Nada todos los estilos sin tener entrenador. Practicó, sobre todo, senderismo cuando la Casa del Deporte organizó el Programa “Arucas en la senda”, hasta el 2014. Actualmente, es usuaria de las clases de mantenimiento físico, en el “pabellón Tonono”, acudiendo tres días en semana por la mañana y a las clases de estiramiento por las tardes, dos veces en semana. Tal ha sido la participación y el ejemplo encomiable de Consuelito en el deporte de Arucas, que fue nombrada madrina de la Concejalía. Una de las experiencias más emocionantes que ha vivido fue el realizar el llamado “camino Inglés” del Camino de Santiago en el año 2013, con un total de 123 kilómetros, hecho en cinco etapas. Cuenta que no le supuso un esfuerzo excesivo ni problema físico. De hecho, ella y su compañera, Victoria Martínez (66 años) eran las primeras del grupo. No sentía ningún dolor porque “se divertían mucho”. Se emociona al recordar


su llegada a la fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela y nos aclara que todas estas actividades las ha podido realizar gracias a la complicidad de su marido, desde el principio, porque sabía que a ella le gustaba mucho salir y caminar. Nos dice: “mi marido cuando venía de trabajar me ayudaba a atender a los niños. Le ponía, incluso, los pañales”. En la pandemia se sintió acompañada porque su hijo mayor vive con ella. Como no podía salir para hacer deporte en su casa ponía la esterilla para realizar los estiramientos durante una hora.

Pero al tener un “terrenito”, se entretenía también cuidando lo cultivado y cosiendo. Para Consuelito, los jóvenes tienen otro tipo de vida. Nos dice: “nosotros íbamos a todos sitios caminando porque no tuvimos coche. La vida de antes era más tranquila y más sana, aunque no había nada para hacer deporte, solo se caminaba. Por eso, les aconsejo que hagan todos los deportes que puedan”. Hoy en día, además de la actividad física, algunas tardes se pone a coser. Nos confiesa con alegría: “me he sentido libre a pesar de las responsabilidades familiares”.

Antonio Pérez de Armas (labrante)

Nació en La Goleta en junio de 1933. Conocido cariñosamente como Antonio “el pipote” pues es costumbre entre los labrantes (canteros) llamarse por un apodo (muchas veces heredado) que nunca es ofensivo. Con cuatro años perdió a su padre que fue desaparecido durante la represión franquista de 1937. Su madre tuvo que criar a cuatro hijos e hijas ella sola, aunque algunas de sus nueve hermanas le pudieron ayudar un poco. De su madre recuerda mucho una frase: “los santos no pelean porque son de palo”. Don Antonio sólo pudo asistir a la escuela durante unos tres meses (con la señorita Pita y con don Antonio Lantigua, de éste último guarda un grato recuerdo porque le daba un trozo de pan con aceitunas), cuando tenía seis años. Con siete años comenzó a trabajar para Hermelindo Artiles en la sorriba de unos terrenos en La Solana, cargando cestas de tierra. El jornal era de cinco pesetas al día, si bien este sueldo era relativamente bueno (“era el más que pagaba”), considera que su trabajo era casi como el de un esclavo. Luego cuando contaba nueve años fue a trabajar para otra propietaria, “la Furriela”, en las plataneras de las Vegas de Arucas, cortando hojas y limpiando las plataneras con las mujeres. El sueldo en esta ocasión era de tres pesetas al día, pero trabajaban muchas horas. Posteriormente trabajó para los Cabrera en los cultivos de tomateros y plataneras, cargando cestas de estiércol. Con diez u once años se dedicó a comerciar en lo que se llamó al “estraperlo”. En esa época iba a buscar papas a Valleseco, cargaba con un saco de 30 kilos y los llevaba caminando al Puerto para su venta. Una vez la Guardia Municipal (en 1947) lo paró con la mercancía, lo raparon al cero y le dieron una ducha, además de quitarle las papas. Por eso, muchas veces huían de la Guardia Civil para que no los atraparan. Con doce años entró en la cantera en la que estaba maestro Ildefonso. Después, con unos 17 años, estuvo en la cantera de Domingo “el Polonia”. Posteriormente se fue a hablar con Pedro Díaz y le dio trabajo. En esa cantera hacía bancos de piedra, sacaba risco, entallaba, etc. En 1951 se fue a trabajar a Santa Cruz de Tenerife, en la construcción del edificio de transporte y correos y en la denominada casa del Pilar, donde permaneció casi un año. En esa época el sueldo era de 350 pesetas a la semana (“era un dineral y le mandaba una parte a mi madre”) y todos los días le escribía una carta a su novia. Un día regresó, cogió sus herramientas y ni corto ni perezoso se presentó en la cantera de Pedro Díaz y comenzó a trabajar sin decirle nada a nadie. Con 18 años tuvo un contrato con seguro, por lo que le dieron un carnet de labrante. Pedro Díaz abrió una cantera en la Cuesta de la Arena y Antonio estuvo de


encargado con cuatro o cinco aprendices. Allí llevaba las cuentas, hacía las medidas, rayaba (marcaba la piedra para el corte, labrado, hacía plantillas, etc.), las piezas, los huecos, etc. Con 21 años tuvo que cumplir con el servicio militar (en 1954), sirviendo en el cuerpo de artillería en el cuartel de La Isleta. Después del periodo de instrucción, como sabía leer y escribir daba clases a los soldados analfabetos. Posteriormente tuvo que ir a la batería de San Juan, donde fue asistente del capitán, José Batista Sosa. Allí propuso hacer varios elementos de cantería, como el símbolo de artillería, una fuente (la plantilla de la esta fuente la hizo con un “papel de almacén”), etc. En 1956, con 23 años, se casó (con su novia de toda la vida, Malala, con la que tuvo un hijo y tres hijas) y estuvo en la cantera de Pedro Díaz hasta 1957. A mediados de ese año comenzó a trabajar con la piedra de molino, porque casi ningún labrante le gustaba trabajar con este tipo de piedra, para Juanito González en Las Meleguinas, donde trabajó duramente (“me tenía que mear las manos, pasé mucho trabajo, la piedra era muy dura”).

En 1958 intentó trabajar en las obras de la Iglesia de San Juan Bautista, pero no pudo dado que no había vacantes, por lo que solicitó trabajar en “Pienso Zeta” (en El Rincón). Allí trabajaba con cinco compañeros de Arucas, cosía sacos, cargaba... Todos los días iba caminando desde Santidad hasta Guanarteme. Luego se fue a “Interpienso” en 1960, allí trabajaba como encargado de ventas y organizó los almacenes de los productos. Además de trabajar en esta empresa se dedicaba al corte de picos de gallinas. En 1963 construyó su propia casa. En 1966 comenzó a trabajar como taxista, si bien compaginaba esta dedicación con el corte de picos de gallinas y también hacía trabajos de labrante. Nos comentó que podía cortar hasta 30.000 ó 40.000 picos (a pollitas) en un solo día. Muchas veces llevaba la máquina de cortar en el taxi, para aprovechar algunos servicios o viajes. En 1989 tuvo que dejar de trabajar por motivos de salud. Después de unos ocho años de superar una operación a corazón abierto, comenzó a hacer trabajos de cantería, como el “guanche” que representa a la Asociación de Vecinos Guanche. Durante la etapa del confinamiento don Antonio se quedó en su casa, practicando deporte en la azotea (a sus 88 años), cuidando las plantas, limpiando sus herramientas de labrante, viendo la televisión, escuchando la radio (sobre todo Radio Nacional), etc. Nos decía que ni siquiera echa de menos las reuniones y comidas una vez en semana con sus amigos de toda la vida, porque es más importante la salud de los demás y la suya propia. Antes, según su criterio, se pasaba peor, había miseria, no había alimentos, se pasaba desconsuelo de no tener casi de nada, muchas veces uno iba descalzo, escaseaban los medicamentos, no había libertad, había mucha mortandad infantil, etc. Sin embargo, nos dice: “hoy día tenemos de todo, no nos falta de nada, tenemos la despensa llena, no pasa nada por llevar mascarilla, guardar la distancia social y respetar las normas, antes sí que era peor”. Con una proverbial memoria todavía recuerda los nombres y apellidos de todas las personas con las que trabajó y compartió momentos a lo largo de toda su vida. De hecho tiene cientos de cuadernos escritos donde relata todas sus vivencias. Nos quedamos con esta reflexión: “creo que no tengo a nadie que me tenga coraje. En la vida hay que tener criterio y hay gente en este mundo que no sabe estar y le pone falta a todo”.


Pino Rodríguez Jorge (limpiadora, ama de casa y sanitaria).

Nació en San Andrés, el 17 de diciembre de 1935, en donde vivió hasta los once años. Su padre, Manuel, era pastor de vacas en una finca y su madre, Ángela, trabajaba en las plataneras. Después se trasladaron a la finca de Los Cabreras en La Hoya Alta (Cardones). La familia tenía siete hijos. De pequeña acudió, en pocas ocasiones, a las clases de la señorita Cianita. Aunque, a los doce años, dejaba la educación para ir a trabajar en las plantaciones de tomate de D. José Fariñas. Luego, estuvo en los cultivos de la cochinilla en los terrenos de Mariscalete (costa de Arucas). A los catorce años, comenzó de sirvienta en la casa de D. ª Felipa y D. Antonio, junto al resto del servicio. En ella aprendió a cocinar, a limpiar, a coser y muchas más tareas. Su jornada laboral iba desde el lunes hasta el domingo por la mañana, por la tarde regresaba a casa. Cobraba unas veinte pesetas al mes, durante los siete u ocho años que estuvo de sirvienta. Salió de trabajar a los 17 años para casarse porque conoció a su novio, Juan Padrón, pero como “Pino no quería casarse sin la escalera” que subiera a la azotea, se demoró el tema. Un día se enteró de que venía, por primera vez (1956-57), un médico a Cardones y que buscaba asistenta. Era D. Camilo Berrocal que llegó con su toda su familia para alojarse en una vivienda en el Lomo. Allí mismo tenía la consulta particular pero la oficial estaba cerca del parque Moisés Pérez. Entró a trabajar en la casa, pero como le gustaba todo lo relacionado con las curas, empezó a frecuentar la consulta para interesarse por los pacientes. El médico, que estaba sin ayudante, le propuso que lo acompañara a los partos. Fue, en dos ocasiones, y llegó a atender a las parturientas, e incluso, “llegaba a cortar el ombligo y todo eso”. Luego, pasó a trabajar en la consulta. Así estuvo un tiempo hasta que se casó en 1959, llegando a tener cuatro hijos, dos hembras y dos varones. Los tres primeros en casa con Lolita, la partera de la zona de la Montaña. El último lo tuvo en el Centro de Maternidad de Arucas. Mientras, como ella dice: “mis hijos fueron creciendo y yo criándolos y, en ese criadero, me dediqué a coser para la calle”, con una máquina Singer que compró a plazos. Le traían ropa en talegas grandes de varios sitios, incluso desde Guanarteme y, además, la lavaba en la acequia o en la pileta y la entregaba cosida y planchada. Su hija mayor, María de los Ángeles, recuerda que por una talega llena de ropa su madre llegó a cobrar 1.000 pesetas, poco dinero para el número de piezas. Sin embargo, teniendo en cuenta que su padre como pastor ganaba unas 250 pesetas a la semana era una cifra importante. Al tiempo, de forma puntual, limpiaba en algunas casas. A finales de los años sesenta del siglo XX, construyeron una granja de tres plantas en un solar situado por encima de su casa. Los huevos de gallina los vendían a un muchacho de Tenoya que los recogía para distribuirlos por diferentes lugares. También vendían los conejos, además de utilizarlos para el consumo familiar. Después el dueño del comercio, D. Antonio González, la llamó para que atendiera la casa familiar. Trabajaba limpiando, pero cuando acababa de faenar pasaba algún tiempo viendo despachar. D. Antonio, al ver que tenía dotes para tratar con la gente, le sugiere que si buscaba una sirvienta para su casa podría trabajar con él. No se lo pensó dos veces y estuvo en la tienda durante diez años, mañana y tarde, gracias al apoyo de su hija mayor, D.ª María de los Ángeles, que se encargó, ya con once años, de cuidar del resto de los hermanos. Hacia 1974-1975 se enteró de que estaban buscando gente para limpiar los colegios -había un total aproximado de cinco locales dispersos más la unitaria-, así que volvió a cambiar de actividad. El AMPA del Centro, a través de los directores, fueron normalizando el tema de la limpieza, porque, hasta ese momento, el profesorado, junto a


su alumnado, se encargaba de limpiar las aulas. D.ª María de los Ángeles recuerda que: “todos los viernes, el profesor o profesora, elegía a dos niños y dos niñas para limpiar el aula”. Así que, D.ª Pino empieza a trabajar recibiendo el sueldo de la asociación. Como el trabajo lo efectuaba a partir de las cinco de la tarde, hacia 1976 le surgió otro que consistía en limpiar por las mañanas el consultorio médico del pueblo. Así que, durante 19 años, además de limpiar hizo otras funciones durante el tiempo de los facultativos: don Rafael, don Juan y don Moisés (1980). Al ver sus conocimientos le llegaron a pedir que hiciera algunas curas a los enfermos en el pueblo, que pusiera alguna inyección –algo que aprendió con Juanito “el Barbero”- o que acompañara a algún paciente al hospital si estaban solos, quedándose incluso por la noche. Entre tantas anécdotas, recuerda especialmente la cura que le hizo a una vecina, en tiempos de don Rafael que había decidido cortarle la pierna porque la tenía gangrenada. Ella le pidió que le diera un mes para curársela y si no lo conseguía que se la cortara. Estuvo todos esos días quitándole la piel muerta y poniéndole miel hasta que se curó. No sentía miedo ni repudio y así le salvó la pierna. Con la llegada de don Leopoldo el consultorio pasó a ser el centro de salud de Cardones. Se amplió para disponer de dos consultas y sus ayudantes, pero no había nadie que organizara la entrada de los pacientes. Su padre empezaba temprano a dar números con las cartillas para que entrara la gente por orden. Como D.ª Pino seguía con la limpieza del centro, don Leopoldo le pidió que si podía hacer también lo de su padre. Recuerda que le dio un bata y unas zapatillas para recibir a la gente. Si era necesario, también llevaba a los pacientes urgentes al hospital en taxi. En el hospital se llegó a encargar de lavar al paciente, darle de comer, de hacer curas y de vigilar la entrada de suero, etc. Algo impensable hoy en día, pero, en aquella época, las enfermeras lo agradecían. Presume de que, hasta la fecha, ninguna persona se ha quejado de sus curas o de que se le ha enquistado alguna inyección. Sus ganas de trabajar y de aprender no han terminado pues empezó a estudiar en el Centro de Adultos por el que luchó con el profesor don Manuel Déniz hasta conseguir el certificado de escolaridad. Desde hace dos años, al enviudar, acude a clases de pintura en el pueblo con D. ª María Jesús Machín. Esta actividad le ayudó mucho durante el confinamiento, pero echó de menos a su familia porque no podía verlos ni salir. A los jóvenes si se quejan, dice: “les daría un rebencazo”. Su carácter indómito y curioso le llevó a romper los moldes de la época, no aceptando ninguna orden. Así, por ejemplo, cuando no sabía nada de su marido porque estaba asistiendo al parto de una vaca, ella salía por la noche para encontrarse con él, camuflada con un vestido de hombre, fajín con cuchillo a la cintura y sombrero para salir inadvertida.

María del Pino Matos González (empresaria, propietaria del antiguo Cine de Santidad).

Conocida cariñosamente como “Pimpinita”, doña María del Pino nació en Santidad en 1937. Su padre procedía de Bañaderos y su madre de El Madroñal. Cuando niña pudo estudiar primero en clases particulares, luego en la escuela de doña Antonia Padrón y después, como interna, con catorce años en el colegio de las Dominicas de Las Palmas, hasta los dieciséis o diecisiete años. Su padre le animó a estudiar, pero no quiso porque le gustaban más las cosas de la casa. Cuanto tenía 25 años se casó y se fue a vivir a Santa María de Guía pero a los 30 años de edad, decidió volver a su pueblo natal. Para que su marido no dejase su trabajo, compraron un solar en la calle Los Caídos, 20, en Santidad para poner un negocio. Al principio pensaron en montar una ferretería, pero su padre le aconsejó que no lo hiciera, puesto que ya existía una, por lo se animaron a abrir una sala cinematográfica. Su marido le decía que cómo iba a llevar el negocio con la casa, etc., pero ella, que le gustaba mucho, le comentó que sin problema, que lo iba a hacer, porque le nacía. De hecho nos decía que en más de una ocasión en medio de una proyección cinematográfica, salía del cine e iba a su casa a terminar de hacer alguna tarea, o a mirar cómo se encontraban su hijo y dos hijas. Por desgracia una de sus hijas falleció cuando contaba con 31 años, duro golpe que la vida le deparó y, como cualquier madre, nunca ha podido superar del todo.


El cine de Santidad se construyó según proyecto redactado en 1967 por José María Rodríguez Dos Santos. Tenía un aforo de unas 300 butacas y la licencia de apertura fue concedida a nombre de Luis León Quintana, esposo de Pimpinita. En 1970 se inauguró y se le dio de baja sobre 1982, luego lo vendieron. En el edificio después del cine, se instalaron otros negocios (actualmente existe un centro deportivo de actividad física). Nos cuenta que su hermana María Jesús iba a buscar las cintas de las películas a las tres o cuatro distribuidoras cinematográficas. Películas que pagaba, su alquiler, según las retiraba (“nunca dejé nada a deber”). Pimpinita llevaba sola el cine, si bien su hermana María Jesús le ayudaba con la venta de entradas en la taquilla, también en varias ocasiones el que fuera novio de su hermana recogía las entradas del cine en la puerta principal. Luego había un chico que hacía las labores de acomodador y vigilante, si bien no cobraba, y a cambio le permitía ver todas las películas. Otro chico le distribuía los pasquines (en el propio cine, en Juan XXIII, en Santidad Baja y en Santidad Alta), a cambio de entrar gratis en el cine y, después, también estaba el proyeccionista, que se llamaba Antonio Cabrera, que sí tenía el trabajo remunerado. Asimismo, había una chica para la limpieza y otras dos chicas (que eran hermanas) la ayudaban en la venta de golosinas. La contabilidad del cine la llevaba su esposo. Otra persona que también le llegó a ayudar era una hija de Alberto Trujillo, el jefe de su marido, quien le acompañaba los domingos por la tarde, cuando venían los chiquillos y tocaban en su casa para que abriese la sala. A pesar de tener ayuda, ella tanto limpiaba, como cobraba las entradas, vendía golosinas, etc. Las películas se proyectaban los sábados (19.00 h.), los domingos (15.00 y 19.00) y días festivos (15.00 y 19.00 h.), sin embargo cuando eran las fiestas patronales de Santidad llegó a abrir entre semana. Los precios variaron durante los años que estuvo abierto el cine, pero recuerda que las entradas para los niños y las niñas eran de 15 pesetas por butaca. Las películas más taquilleras en esa época estaban protagonizadas por Manolo Escobar (que eran las más vistas), Lina Morgan, Gracita Morales o Paco Martínez Soria. Otros largometrajes que tenían aceptación eran los del oeste americano. Destaca sobre todo del período que estuvo funcionando el cine las constantes visitas de los inspectores de cine, “me

tenían asada”, nos comentaba Pimpinita. Estos inspectores, cada tres meses, más o menos, la solían sancionar (a pesar de que tenía todos sus papeles en regla) porque durante la proyección de algunas películas observaban la presencia de niños menores que no podían estar en las salas (de 19.00 a 21.00 h.), sobre todo durante la proyección de películas del oeste. La razón era que las madres de esos niños le pedían el favor a Pimpinita que pudiesen estar allí para ellas poder hacer sus labores, o si tenían que salir, etc. En más de una ocasión, previo aviso de otros propietarios de cines de Arucas, cuando sabía que venía el inspector, metía a los niños en el baño de hombres, hasta que el inspector se iba. Cuando se había ido el inspector (aún ya tramitada la denuncia), Pimpinita le pedía al proyeccionista que volviese a poner la película, porque le daba pena que habían pagado y no pudieron finalizar de ver la cinta. A pesar de cerrar el cine a comienzos de los ochenta, cuestión que le costó “una enfermedad”, según sus propias palabras, seguía abonando los impuestos, porque le daba pena tener que clausurarlo y darle definitivamente de baja. Nos contaba Pimpinita que en realidad el último año que estuvo funcionando el cine de Santidad todavía asistía público y lo podía mantener, pero como ya veía que casi todos los cines de Arucas y de la isla iban cerrando, decidió adelantarse y empezó a cederlo para otras actividades. Sin embargo, como le ocasionaban gastos terminaron vendiéndolo. Aún así nos decía que cada vez que pasa delante del edificio parece que se lo hubieran quitado. Que sepamos Pimpinita es probablemente la única mujer, o una de las pocas mujeres, que ha llevado un cine en la isla de Gran Canaria (y tal vez en toda Canarias), una tarea que generalmente era desarrollada por los hombres. Además de su generosidad, amabilidad, buena educación y cariño, destaca en esta mujer la capacidad que tuvo de llevar un negocio desde la nada, compaginando, como tantas mujeres, su casa con su trabajo. Durante el confinamiento Pimpinita se mantuvo en su casa, haciendo las labores del hogar y viendo la televisión; si bien recibió alguna visita de sus familiares, con mucha prudencia se resguardó durante tres meses. Sobre su trabajo aún nos dice: “me encantaba trabajar en el cine, yo dije cuando lo puse, vamos a ver cómo sale y salió. A pesar de la edad que tengo volvería a poner el cine en Santidad. Recuerdo que los domingos venían los niños a mi casa, tocaban la puerta desde las dos, o dos y media, para que les abriese el cine y yo iba y lo abría”.


José Díaz Benítez (comerciante).

Conocido cariñosamente como Pepito “el árabe”, nació en Vegueta en 1939 y procedía de una familia muy humilde. No pudo asistir con asiduidad al colegio, siempre iba descalzo y aprendió solo a leer y escribir, así como a hacer cuentas. Recuerda de esa época que una señora que trabajaba en un fonda compartía con su familia un caldero de la comida que había sobrado, que estaba lleno de fideos, papas, garbanzos, judías, hasta palillos de dientes (“allí había de todo”), y como bien nos explicó “pero nos comíamos aquello con un apetito, cristiano”. Su padre y su madre estaban enfermos, y el único que trabajaba era él, le solía llevar a su madre unas 10 ó 15 pesetas cada semana, que en esa época era bastante para comprar gofio. Tal era la necesidad en esos tiempos de postguerra que su madre vendía el reparto (lo que le daban en la cartilla del racionamiento) y lo cambiaba por gofio. Sus regalos de reyes todos los años era la misma carretilla de madera. La primera vez que vino a Arucas lo hizo en un camión que transportaba fruta, cuando contaba diez u once años de edad, para ponerse en la puerta de la plaza (antiguo Mercado Municipal) a vender, para un señor que se llamaba Santiago Nicolás, “Santiaguín”, ropa, zapatos, navajas sevillanas, piedras de mecheros, mecheros de martillo, algunos juguetes y hojillas de afeitar, hasta penicilina (del estraperlo, que le proporcionaba un empleado de una farmacia). Pepito llegaba los viernes por la tarde y se quedaba hasta el domingo por el mediodía. Su único sustento era un bocadillo de tortilla, para poder comer algo se ponía a fregar en el bar de Marrero (que se ubicaba en la actual calle Servando Blanco) y le daban de cenar el viernes y el sábado por la noche. Dormía sobre el suelo y bajo la tabla de madera que usaba para la venta. Si bien algunas veces el sereno de madrugada lo llamaba y se lo llevaba a las dependencias de la Guardia Municipal, para que no durmiese en la calle, sobre todo cuando llovía o hacía frío. También la que era la abuela de su novia (hoy su esposa, Aurelia González Guerra, con la que ha tenido cuatro hijos), que se llamaba Aurelita, a las cuatro de la mañana cuando llegaba al Mercado Municipal a montar su puesto, le decía: “Pepillo, levante querío para que te tomes un buchito de café”. También la abuela de su novia le daba un plato de potaje con chayotas que se comía a la hora del almuerzo debajo de la tabla. Pepito solía tener una buena clientela porque además de la de Arucas, venía mucha gente del campo que llegaba a la parada de los coches de hora que se ubicaba en la actual Plaza de la Constitución. Si no tenía un artículo determinado, Pepito se lo buscaba y se lo traía a la semana siguiente. Los precios eran muy diversos, pero un par de zapatos podían venderse a dos o tres duros (10 ó 15 pesetas), unas alpargatas de goma a cinco pesetas. Así estuvo vendiendo en la puerta del Mercado Municipal hasta que cumplió 21 años y tuvo que acudir a realizar el servicio militar obligatorio. Cuando fue al cuartel (en Ceuta), llegó descalzo como tantos otros. Al finalizar el servicio militar regresó a Arucas, pero el que fuera su jefe no quiso contar más con él y entonces se dedicó a vender en otros pueblos, además de Arucas, como Moya, Teror, Firgas, Guía, etc. Le compraba la ropa a Miguel Lantigua (frente al teatro Pérez Galdós) y con un saco (luego llevaba cajas en los coches de hora) iba vendiendo de manera ambulante. Lo que no podía vender lo devolvía. Así estuvo unos diez años, en los que había momentos en los que dormía muy poco (a veces lo hacía sobre el suelo y tapándose con cartones) y casi no comía en tres días o una semana. También, vendía a “fiado” y apuntaba en una libreta lo que le debía cada persona. Casi siempre pagaban así cada semana, si bien poco a poco, los clientes le iban dando algo a cuenta. De hecho era tanta la miseria que muchos de sus clientes le dejaron a deber diversas cuentas (que nunca cobró). Luego se casó y su suegro, D. Domingo González Oliva le ayudó a poner una tienda en Arucas. Para ello alquiló las dependencias que antes había sido una tienda de comestible (de Rupertito), en la esquina de las calles León y Castillo y Cronista Juan Zamora Sánchez. La tienda la abrió el 10 de junio de 1975, el mismo día que tenía lugar en Arucas el entierro del conocido futbolista Antonio Afonso Moreno, Tonono. El nombre su tienda “Pepito el árabe”, procede de otra tienda que se ubicaba en la esquina de la calle León y Castillo y la Plaza de la Constitución, que era de un señor conocido como “Juanito


el árabe” (por su procedencia), que también vendía ropa. Como Pepito vendía el mismo artículo en la plaza del Mercado la gente se pensaba que tenía algo que ver con él. Cuando Pepito montó su tienda y Juanito el árabe cerró la suya, casi al mismo tiempo, heredó, sin quererlo el apelativo. Al principio tuvo momentos de apuros económicos, pues nos llegó a decir que teniendo a sus cuatro hijos matriculados en el Colegio de La Salle hubo meses que no podía abonar las cuotas de las mensualidades y el director le permitió que lo pagase cuando pudiera. Hoy día sigue vendiendo a algunas personas “fiado”, pero sólo a algunos clientes que, generalmente, compran todos los meses. Lo más que se vendía eran las mantas, sábanas, trajes, pantalones, camisas, camisillas, calzoncillos, bragas, batas, sombreros, alpargatas, etc. Pero el artículo más éxito eran las mantas “atrigadas”, de rayas, sobre todo para la gente del campo para combatir el frío de las medianías. El horario de la tienda era de las 8 de la mañana hasta las 9 de la noche, todos los días, excepto los domingos que sólo abría hasta el mediodía. Nunca supo lo que era una baja laboral, pues siempre asistió a su trabajo. Antes tenía un proveedor de Tenerife, que sigue siéndolo, además de comprar ropa a la Península y a comercios chinos. Su mujer le ayudaba cuando era necesario, pero generalmente era él solo el que vendía. Una vez tuvo un empleado, pero hoy día son dos de sus hijos los que continúan con el negocio familiar. Entre algunas anécdotas, de las miles que tiene después de tantos años de venta, destacamos cuando don Bernardino Matos le compraba todos los años camisas, pañuelos, calcetines, calzoncillos de tela de Hamburgo para todos sus trabajadores. También el caso de una señora muy mayor que casi todos los días le compraba un ovillo de tridalia (para hacer encajes), pero le pagaba uno y se llevaba otro (porque cogía de los que había en el mostrador), después de varias veces, un día cuando le fue a cobrar Pepito le dio un precio que era el doble (6 pesetas), la señora extrañada le preguntó: “Pepito, ¿los ovillos subieron de precio, porque vale el doble?, Pepito tranquilamente le respondió: “no, mujer, es que le cobré el que se lleva y otro que cogió usted sin darse cuenta”, a partir de ese momento Pepito ya tenía preparados los ovillos para cuando viniese la señora y nunca más volvió a suceder. Durante el confinamiento, se quedó en su casa ayudando a su mujer en las labores, sobre todo a cocinar. Es admirable cómo ha sabido enfrentarse a la vida, reponiéndose de fatigas y hambre, incluso en la última etapa, en la que debía estar más tranquilo, la mala gestión de un empleado le hizo empezar casi de cero o la recuperación de una enfermedad. Aun así no le guarda rencor a nadie y sigue creyendo en el espíritu humano. Terminamos con sus propias palabras: “no me llames don José, que si me llamas así, miro para otro lado para ver quién es, porque siempre he sido Pepito. Toda la vida lo único que he hecho es trabajar, tuve que ganarme la vida a pulso, antes no había horario, pero yo como tenga gofio y cebolla tengo bastante”.


Miguel Jorge Hernández (barbero, albañil, músico y educador).

Nació en Lanzarote el 20 de agosto de 1942, pero a los cinco años su familia se fue a vivir a Cardones. Sus padres se dedicaban a la labranza. Cuando joven ganaba algo de dinero trabajando en las plataneras con D. José Fariñas, pero lo dejó cuando lo llamaron al cuartel. Curiosamente, le tocó hacer el Servicio Militar en Lanzarote (Tías) y allí pasó unos años trabajando de barbero y sacó una certificación. Con las ganancias construyó una casa en un solar de su suegra y se casó cuando tenía 24 años. La pareja trajo cinco varones y una hembra. Por desgracia, su primer hijo nació muerto y para dejar atrás ese triste suceso, decidió volver a Cardones. De entrada, siguió de barbero en un local de Tinocas, pero el mayor aumento de los miembros de la familia y el auge de la construcción, le hizo plantearse convertirse en albañil. El interés por la música lo experimentó desde muy niño pues en su familia había tíos que tocaban instrumentos musicales o bien cantaban. Empezó a tocar un viejo timple a oído. Posteriormente, ya en su nueva residencia en Cardones, le pidió a su padre en una visita a Lanzarote que le trajera un instrumento de cuerda y apareció con una mandolina. Más tarde, siguió con la bandurria y el laúd. Quiso aprender más y se animó a ir a Arucas con los padres de Quecha (Lucrecia González Quesada, conocida como “Quecha”, solista del grupo “Quecha y Familia González”), sobre todo, con Domingo González Ramos. Salían a tocar con el grupo por Las Palmas de Gran Canaria, especialmente, por la avenida de Las Canteras. Todos los sábados, invitados por los dueños de restaurantes y cafeterías, solían colocarse a la entrada para atraer a la clientela, pero a ellos apenas le daban una propina “de dos o tres duros que, aunque poco, hacía falta”. Iban vestidos con un traje identificativo del grupo y así acudían a todos lados, incluso al Pueblo Canario. Miguel recuerda que: “Quecha era una niña y tenía una gran voz”.

Él tocaba la bandurria. Estuvo un tiempo, antes de que alcanzaran más fama y viajaran. En Cardones siguió aprendiendo con Roquito (D. Roque de Armas) a tocar la bandurria, pero al oído porque eso del solfeo no le gustaba mucho. Allí conoció a algunos de los que, luego, serían los componentes de “Los Granjeros”. Participó en los dos primeros discos (1976-1978), tocando el laúd. Como anécdota recuerda los pizcos que se tomaban después de las actuaciones “porque antes de actuar había que tener bien el pulso”. Sin ser esta agrupación, formaba parte de la llamada “San Isidro” (actualmente, “Piedra y Flor”), con “Sindo” Morales, por lo que tenía que dedicarle horas para los ensayos y las actuaciones. Esto hizo que tomara la decisión de dejar la anterior, además porque en este enseñaba a los/as jóvenes. Algo que siempre le gustó porque con veinte y tantos años, ya se dedicaba a enseñar a los niños que estaban interesados en aprender algún instrumento de cuerda. Primero comenzó en una casa por Rosa Silva, por las tardes, después de trabajar, llegando a tener hasta quince alumnos. Después en el almacén de plátanos de la calle San Isidro, ahora en la ya creada agrupación “San Isidro”, luego, como ya mencionamos, en la de “Piedra y Flor” en la Casa de los Ponce, también en la misma calle. Lo hacía de forma altruista, porque le gustaba.

Los últimos alumnos en formar serían de la época de los años noventa, después pasó a estar con adultos. Enseñaba, sobre todo, música canaria, sudamericana, canciones más sencillas y alguna “de las de antes”. Con ellos, participaba en las romerías de todos los pueblos, en diferentes fiestas, etc. Iban con una ropa que los distinguía, camisa blanca con chaleco negro y un pañuelo rojo. Recuerda que fue una etapa muy divertida pero también de gran responsabilidad porque


se llevaba a los menores a las actuaciones con el consentimiento de sus padres. En el grupo había de todo, desde los más adelantados hasta los menos, pero lo que importaba era el entusiasmo, eso sí, tenían que poseer buen oído y habilidad en los dedos por lo que les exigía que ensayaran mucho. Con el tiempo fue mermando el número de jóvenes, quizás por falta de interés o por la llegada de los nuevos tiempos y otras formas de educación como la creación de las Escuelas Artísticas Municipales. Valora que es un cambio bueno si se tiene en cuenta que antes solo se prodigaban las pequeñas escuelas lideradas por algún músico o tocador.

Durante el confinamiento se entretenía tocando en su casa. Ahora nos dice en la habitación de ensayo, antiguo cuarto de labranza y de animales, en medio de fotografías antiguas, de instrumentos musicales y de premios, que está deseando que termine la alerta para empezar a reunirse con la gente. No obstante, cree que en otras épocas lo pasó peor porque había más hambre y pocos medicamentos para las enfermedades. Confiesa que la música la lleva en la sangre y que le ha ayudado a pasárselo bien y a socializarse. Aconseja a los/ las jóvenes que estudien música porque les ayudaría a concentrarse en “cosas buenas y conocer mundo”.

Rita María Marrero Talavera (comerciante y empresaria).

Nació en Santo Domingo, Vegueta, el 21 de enero de 1942, su padre procedía de Firgas y era militar y su madre era de Vegueta y se dedicaba a su casa. Cuando niña estudió en el colegio de las Hijas de la Caridad hasta los dieciséis años. Después siguió con las labores de casa. Con diecinueve años empezó a trabajar en los primeros grandes almacenes que se instalaron en Las Palmas, Galerías Preciados (que se ubicaba en la calle León y Castillo y constaba de sólo dos plantas), al segundo año de inaugurarse. Para entrar tuvo que hacer una solicitud y estuvo dos años trabajando en la sección de ventas de trajes de señora, bañadores, trajes de madre, etc. Al igual que sucede hoy día debían llevar uniforme. En aquella época (1961-1962) recuerda que había cierta vigilancia para incentivar a las dependientas a que vendieran (“los jefes siempre estaban encima para controlar las ventas”), no recibían comisiones, tenían un sueldo fijo y no podían aceptar propinas. En este trabajo conoció a muchas compañeras de las que guarda un grato recuerdo. El horario de trabajo en estos grandes almacenes era de las nueve de la mañana, luego a la hora del almuerzo (generalmente de una a tres de la tarde) se iban a sus casas y continuaban hasta las ocho de la noche. Se solía vender de todo, porque fue una novedad la instalación de este tipo de comercio en Las Palmas. Las épocas de más venta eran en Navidades por Reyes y en las rebajas de julio. Con añoranza nos comentaba que su madre le respetaba el sueldo y todo lo que pudo ahorrar lo empleó en preparar el ajuar para su boda. Nos decía que realmente Galerías Preciados había sido su escuela donde aprendió todo lo referente al negocio de la venta de ropa. Después de dos años de noviazgo con Abraham El Jaber, se casa con 22 años (en 1965, “lo conocí un domingo y hasta la fecha”) y se viene a residir a la ciudad de Arucas. Su esposo desciende de una familia de origen sirio (de Damasco) que se asentó en Canarias a comienzos del siglo XX, primero en Tenoya y luego en Arucas. Tenían un comercio en la calle Barranquillo de venta de ropa y de telas. Nos comentaba que según regresó de su luna de miel se puso a trabajar en la tienda de su marido. En sus comienzos la tienda estuvo en León y Castillo (donde sólo vendían ropa). Esta tienda era de su marido y de su hermana mayor, si bien con posterioridad ella se fue a Las Palmas y se quedó sólo Abraham con el negocio. Luego se mudaron en la misma calle (ahí ya vendían además algo de calzado), hasta que en 1985 se instalaron en la actual tienda sita en la calle Alcalde Suárez Franchy (donde ya comenzaron a traer artículos como ropa de hogar, etc.). El horario en los sesenta era casi igual que ahora, de nueve de la mañana a una de la tarde


y de cuatro de la tarde a ocho de la noche. Recuerda que siempre han vendido de todo, ropa interior, pijamas, camisas de dormir, pantalones, ropa de comunión, trajes de novia, etc., porque como bien nos explicaba “antes se necesitaba de todo”. Incluso llegaron a vender algo de muebles, electrodomésticos, colchones, etc. Tienen mucha clientela fiel que continúa año tras año adquiriendo artículos en su tienda, algunos de sus clientes y clientas compran a plazos, de hecho prefieren este tipo de clientela (en realidad aprecian a todas las personas que compran), porque son personas que repiten y continúan adquiriendo artículos incluso durante varias generaciones. Cuando tuvo a sus dos hijos y a su hija no solía ir por las mañanas a la tienda, pero por la tarde los llevaba con sus carritos y biberón para atender y ayudar. Hoy día en su negocio es tutelado por su hija Mabel, otro hijo le ayuda con la contabilidad e informática, Octavio y tienen a una empleada que es considerada como un miembro más de la familia, pues lleva más de 30 años trabajando para esta empresa familiar (“la defiende como si fuera suya”). Al igual que sucedía con todas las tiendas de Arucas de venta de ropa, había y hay buena sintonía. Doña Rita nos aclaró que la ropa la traían no sólo de la Península, sino que incluso van hasta Londres a traer ropa en exclusiva. La mayor parte de sus clientes son mujeres, aunque vienen algunos hombres, no obstante, no en pocas ocasiones cuando vienen las mujeres o chicas a comprar se llevan muchos artículos para sus maridos, novios, etc. La asistencia de clientela en un día puede ser variada y a distintas horas, por este motivo, a veces cuando se agolpan a última hora tienen que prolongar el horario. Asimismo, nos aseveró que es muy importante decirle a una clienta o cliente que si una ropa no le queda bien, hay que decírselo y aconsejarle que se pruebe otra, pues vender algo que quede mal es contraproducente. Durante el confinamiento estuvo en su casa y tuvo que cerrar la tienda hasta que la pudieron abrir. Fue una etapa complicada, pero de la que como bien nos explicó pudieron salir adelante. Su ejemplo es como el de tantas empresas familiares, que hoy día no se valoran, y que han supuesto uno de los motores que sostiene y mejora la economía y nuestra sociedad. Por eso terminamos con una de sus frases: “la clientela siempre tiene la razón, aunque no la tenga. No se pierde un o una cliente por una prenda, hay que ganárselo día a día. En nuestro negocio intentamos dar a la clientela tranquilidad, confianza, transparencia y le tratamos de explicar bien las cosas. Nuestro triunfo es la buena fama. Siempre hemos sido muy trabajadores. Mi marido siempre buscaba cosas para hacer, como buen árabe que es de origen. Hoy la gente se quiere hacer rica de un día para otro, pero esto es un proceso de mucho sacrificio, las cosas no vienen fáciles, hay que luchar”.

Antonio Jaime Falcón Jiménez

(ex presidente del club deportivo Los Portales y miembro de la Asociación de Vecinos Los Portales). Conocido como Antonio Jaime, nació en La Goleta en 1943. Su padre (D. José Falcón Quesada) era zapatero en La Goleta y no conoció a su madre porque falleció cuando era niño. Su hermano y hermana (diez años mayor que él) fueron como un padre y una madre para él y su otro hermano menor. Estudió en el colegio público, que se ubicaba en casas de alquiler y que había en La Goleta hasta los catorce años. De esa etapa guarda con cariño los recuerdos de jugar al fútbol, incluso a veces descalzo, en solares y al no disponer de balones de reglamento, tenían que fabricarse sus propias pelotas (que eran de pequeñas dimensiones) con las hojas de las piñas de las plataneras que se trenzaban con garepa. Como su padre era zapatero y su hermano también aprendió el oficio, ayudando en la zapatería, si bien lo alternaba con el aprendizaje de la albañilería. Cuando joven estuvo trabajando en una pequeña fábrica de calzado que se ubicaba en la calle Ripoche de Las Palmas y también en otro negocio (de venta de calzado) que estaba en la calle Luis Morote y, posteriormente en Escaleritas. Con su padre y su hermano recuerda que


hacía zapatos de señora y reparaba muchos en general, pero lo más que llegaron a hacer eran botas para el fútbol (“hicimos casi más de 1.000 pares, hasta para la Unión Deportiva Las Palmas, incluso Tonono llegó a llevar botas que hicimos nosotros”). Pero a comienzos de los setenta ese tipo de calzado decayó por la llegada y venta de calzado industrial que era más económico. Recuerda que los últimos calzados que hizo fue para la entonces murga “los Nietos de Kika”. Como vio que el tema del calzado no prosperaba, se dedicó a la albañilería, primero por su cuenta y luego de encargado en una empresa, en esta última estuvo al menos durante 17 años (“en la que teníamos que hacer de todo”, nos contaba). Cuando joven jugaba al fútbol, incluso estuvo en el Arucas Club de Fútbol. Con 18 años ya entrenaba a chicos jóvenes en La Goleta, de entre 14 y 16 años. Luego con 26 años se casó (en 1970) y se fue a vivir a Los Portales. Cuando se puso a vivir en Los Portales muchos padres y chicos sabían que don Antonio jugaba al fútbol, entonces le propusieron que si podía entrenar a los muchachos y formar un equipo de fútbol. Por lo que fundó el equipo del CD Los Portales, al principio era tanto entrenador como jugador. En sus comienzos el equipo jugaba en el campo de fútbol que los vecinos acondicionaron (limpiando, allanando, retirando las piedras…) en el Lomo Jurgón. El primer entrenamiento lo hizo un domingo por la mañana a los muchachos del barrio y primero tuvieron que allanar y acondicionar un terreno para que los quince o veinte que eran pudieran entrenar con ciertas condiciones. Pero ese no fue el único campo de fútbol que tuvieron que hacer, pues en total estuvieron en tres campos, uno en el Lomo Jurgón, otro en la urbanización Domingo Rivero y cuando el equipo ascendió de categoría tuvieron que jugar en el campo del Arucas. En este último campo tenía, junto con otros directivos, que llevar a los chicos en sus propios vehículos. El CD Los Portales surge como equipo federado en 1975, cuando el barrio de Los Portales comenzó a expandirse y hasta el año 2000 estuvo colaborando con el mismo (todavía conserva el carnet de socio número uno de dicho equipo). En los años setenta colaboraba, como muchos otros vecinos, en la construcción del actual templo parroquial de San José Obrero. A la par que también comenzaron a crear la asociación de vecinos del barrio, de la que llegó a ser su vicepresidente y a la que cedía un local de su propiedad para hacer las reuniones, asambleas, celebración de actos, etc. También participaba activamente en las comisiones de fiestas del barrio. Nos llegó a decir que él se encarga o ayudaba con el cobro (junto con otros vecinos) de los recibos de los socios. Los sábados y también los domingos iba con su carpeta a recoger las cuotas de los socios. Más de una vez llegó a pagar de su bolsillo algunas cuotas de personas que no estaban al día, para que se pusieran al día y siguieran pagando. Cuando se inauguró la Iglesia de Los Portales, después de varios años de trabajo, vino hasta la “banda de Agaete”. De su etapa como entrenador reconoce que es muy serio en su trabajo, porque defiende la labor que desarrolla, pero también sabe que los chicos le apreciaban mucho (de hecho muchos de esos muchachos que ahora tienen entre 50 y 60 años lo llaman padrino). Era tan serio que los jugadores lo tenían que tratar de usted, como señal de respeto, pero él también trataba de usted a todos los niños. Llegó a entrenar al equipo cuando les faltaba el entrenador oficial para que no perdieran sesiones. Durante la etapa del confinamiento don Antonio estuvo en su casa arreglando y reparando de todo, tantas cuestiones de electricidad, fontanería, albañilería, etc. Nos llamó mucho la atención su capacidad de trabajo, pues además de dedicarse a su oficio, de entrenar al CD Los Portales, organizar las fiestas, colaborar con la asociación de vecinos, etc., tuvo tiempo para construir una casa tanto a su hija, como a su hijo. Nos parece que es un claro ejemplo de buena persona que se compromete con su pueblo y su gente, poniendo su grano de arena para que esta sociedad sea mejor. Por esos dice: “yo creo que tengo demasiada educación y respeto desde que era pequeño. Antes se hacía una asamblea, de cualquier partido político, y se llenaba completamente de gente, porque lo que interesaba era el barrio, la gente iba por su barrio. Antes se trabajaba por el barrio, ahora por un puesto de trabajo. Lo más que me ha gustado ha sido el fútbol, pero para hacerse respetar hay que respetar primero”. Una nieta de don Antonio, Andrea Sánchez Falcón, es futbolista internacional, jugadora de la selección española absoluta femenina y, actualmente, milita en las filas del Fútbol Club Barcelona femenino.


Juan José Rodríguez Sosa (enfermero y ex concejal).

Don Juan José Rodríguez Sosa nació en el barrio costero de Bañaderos un 27 de enero de 1946. Su padre, Juan, era jornalero de las plataneras y Saturnina, su madre que si bien era ama de casa, también estuvo en algunos momentos en las plataneras para ayudar a su marido. Su niñez transcurrió en Bañaderos, estudió en la escuela del Barranquillo, de esa época recuerda con añoranza y con cariño la labor desarrollada por el profesor José Manuel Illera de la Mora, que enseñaba moral, ética, cómo comportarse (urbanidad), o cómo usar los cubiertos en las comidas, etc. En la escuela de Bañaderos estuvo hasta los quince o dieciséis años, período en el que también ejercía como monaguillo. Posteriormente, se fue al colegio del Pino, en Guanarteme para hacer formación profesional, donde estudió chapa y pintura, durante dos años (estudios que nunca finalizó del todo). A los 18 años cuando se abrió la clínica del Pino (sobre 1966) comenzó a trabajar como celador en dicho centro hospitalario. Luego con 21 años tuvo que cumplir con el servicio militar obligatorio (sobre 1968), período que aprovechó para formarse como instalador electricista doméstico. Siendo celador y antes de casarse hizo un curso a distancia de fotografía, de la casa Agfa. Mientras hacía el citado curso don Pedro Sosa Suárez, “Periquín” (1953-2016), luego conocido fotógrafo profesional, aprendió con él. En 1970 se casa y continuaba con su trabajo de celador, pero siempre tuvo el deseo de formarse como enfermero. Comenzó a estudiar en el turno nocturno del instituto Pérez Galdós para obtener el bachillerato, por lo que trabajaba de día y estudiaba de noche. Luego quiso comenzar enfermería en Las Palmas, pero en esa época sólo podían las mujeres. Si quería estudiar debía ir a Sevilla, o a otros lugares. Entonces comienza a organizar, junto con otros compañeros, una propuesta al Ministerio de Educación para que les permitiesen estudiar en Las Palmas dicha especialidad. Al final después de varios escritos y de una lucha reivindicativa consiguieron (sobre 1973) que se pudiese impartir clases de enfermería a los varones en la escuela que había en el Hospital Insular. De hecho su promoción (1973-1977) fue la primera que era mixta. Durante esos años trabaja en el turno de noche para poder estudiar y acudir a clases por las mañanas (dormía sólo los fines de semana). Cuando finalizó sus estudios a través de promoción interna comienza a trabajar como enfermero en la misma clínica de El Pino, donde permaneció unos cuatro años. Con posterioridad solicitó traslado al centro de salud de Gáldar, donde permanece por tres años, al considerar que quería tener un trato más directo con los pacientes. Entre las diversas situaciones que le sucedió nos contó que una noche vieja (que no estaba de guardia) tuvo que atender a un paciente que tenía casi completamente seccionado el dedo gordo de un pie. El cirujano esperó por él y le dejó que hiciese la microcirugía, afortunadamente pudo reconstruir e implantar bien el dedo seccionado. Mientras trabajaba en Gáldar se sacó el carnet de radio aficionado (solía comunicarse de madrugada), de esa época todavía conserva diversas postales de Cuba, Venezuela, etc. En 1991 se involucra en la política municipal, siendo elegido como concejal, por lo que tuvo que solicitar una excedencia para ejercer como cargo público. Durante tres mandatos ejerció las delegaciones de servicios sociales, parques y jardines, playas, mayores y festejos. De todas guarda un grato recuerdo, pero destaca servicios sociales y parques y jardines. De esta última recuerda que en muchas ocasiones utilizaba su propio vehículo particular para llevar al personal, el material, etc. También nos contaba que durante el primer año varios concejales tuvieron que abonar de sus propios bolsillos algunas facturas para pagar gastos municipales, porque ciertos proveedores no querían tener cuentas, o dar crédito, con el Ayuntamiento. Durante su etapa en el Ayuntamiento puso en marcha la unidad de atención, ayuda e inserción a las personas drogodependientes, el programa la tercera edad como oportunidad, un programa de radio para la tercera edad, etc. Sin embargo, a pesar de estar en excedencia, seguía haciendo curas, poniendo enemas, etc., fuera de su horario laboral a personas necesitadas de Bañaderos.


En el año 2004 deja la política y se incorpora al centro de salud de Arucas, de esa época recuerda que algunos médicos le decían que cuando estaba de guardia ellos dormían tranquilos. En Arucas permanece unos dos años y luego finaliza su etapa profesional en el centro de salud de Bañaderos donde se jubiló a los 65 años en 2008. Antes de jubilarse estuvo realizando reportajes para la revista digital Arucasdigital.com en la zona de Bañaderos, El Puertillo, Quintanilla y San Andrés. Además de su dedicación como enfermero y como político se involucró mucho en la comisión de fiestas de las fiestas patronales de Bañaderos y en la creación de la asociación de amigos de los papahuevos el Gurugú de la misma localidad (2011). Durante las fiestas patronales de Bañaderos destacaba sus memorables actuaciones en la escala en Hi-Fi y la recuperación de la fiesta de la quema del plátano. En cuanto a la asociación de amigos de los papahuevos han recuperado la fabricación de estos elementos y sobre todo hacer las representaciones de personajes del pueblo como Teresita, Rafael, Pepe “el clinque” (todos diseñados y realizados por José Luis Hernández Moreno), incluso su propio papahuevo (que fue pagado por su esposa y el traje fue realizado por una de sus hermanas). Durante el confinamiento don Juan José lo sintió intensamente, pues una de sus hijas es enfermera y lo vivió en primera línea. Además ayudaba, de madrugaba, a su yerno a repartir compras del negocio de comestibles que éste posee en Bañaderos, sobre todo iban a casas de personas infectadas a las que les dejaban la mercancía delante de la puerta de sus viviendas. Luego se quedaba todo el día en el interior de su casa y por las tardes para animar al pueblo ponía música que hacía sonar desde unos altavoces grandes que posee, a la hora de los aplausos. Cuestión que nos recuerda que todos los días de Reyes don Juan José tira una serie de voladores desde la azotea de su casa sobre las seis de la mañana para también animar al pueblo. Don Juan José es una de esas personas generosas, amables, cariñosas, empáticas, que transmite paz y sosiego. Hablar, dialogar o departir con él es como entrar en un estado balsámico de paz y tranquilidad. Se podrían decir muchas cosas buenas de este irrepetible hombre, que no nos equivocamos al decir que es apreciado en su pueblo y que es profeta en su tierra. Como bien nos dijo: “mi afán siempre ha sido aprender. Entre más sabía, más me gustaba y quería seguir aprendiendo. Yo siempre he sido muy atrevido”.

Carmen María Ferrera Gil (comerciante, auxiliar administrativa y escritora) Nació en Las Palmas de Gran Canaria, el 15 de febrero de 1951 pero la familia se trasladó, al poco tiempo, a Arucas. Su padre era comerciante y su madre ama de casa. Es la mayor de dos varones. Según nos cuenta, su padre, D. José Ferrera fue un hombre emprendedor y autodidacta. Empezó alquilando bicicletas en la calle León y Castillo, luego, golosinas hasta que pasó al negocio de la dulcería. Su padre fue, primero socio con su hermano Juan y, luego con su hermano Luis. Además de los dulces también llegó a elaborar y vender helados de todos los sabores. Gracias a esta industria familiar, ella y sus hermanos pudieron estudiar en el Colegio de las Monjas y en La Salle, por tanto,

en los colegios privados de la época. Terminó los estudios de primaria hasta el bachillerato, pero, además había otros estudios como contabilidad, peritaje mercantil, junto a mecanografía y taquigrafía, incluso magisterio y secretariado, aunque estos últimos se finalizaban en Las Palmas. Ella se inclinó por secretariado. Cuando terminó la carrera comenzó a trabajar, como auxiliar administrativa en una empresa del Puerto durante dos años. En 1974 su padre falleció repentinamente por lo que asumió el negocio familiar. Aunque no era lo que más le gustaba, decidió ponerse al frente para ayudar a su familia, especialmente, a sus hermanos que estaban estudiando.


Todo un ejemplo de esfuerzo y de sacrificio personal. No obstante, no le costó demasiado debido a que desde pequeña ayudaba en la dulcería y ya conocía el funcionamiento. En la dulcería Ferrera estuvo toda la vida, pero como autónoma y dirigiéndola hasta 1980, un total de seis años. Durante este tiempo, sus hermanos seguían con sus carreras, aunque, venían a ayudarla en los días festivos. Modestamente nos dice: “no me siento la única valedora”. Como reconocimiento a su dedicación, dejando atrás sus intereses personales, sus hermanos le ayudaron a realizar (en el turno nocturno) el bachillerato superior, COU y selectividad en el Instituto de Arucas (a partir de 1979). Incluso realizó el primer año de magisterio, pero al ser de ciencias no le gustó mucho porque ella era de letras. Esta circunstancia, pero, sobre todo, porque siempre había sido una mujer independiente decidió (hacia 1983) dejar la carrera para estudiar oposiciones. Se matriculó en el Cabildo que preparaba a los aspirantes para los diferentes organismos. Antes de dejar magisterio se presentó, anteriormente, a unas oposiciones que nadie aprobó, pero como se colocó en los primeros puestos y las plazas se habían quedado desiertas para el Ayuntamiento de Arucas, le propusieron a ella y a otra compañera entrar por contrato como auxiliares administrativas. Le hicieron casi tres contratos de seis meses y, en el tercero, obtuvieron plaza en las oposiciones. Trabajó desde 1985 a 2016. Primero en la Concejalía de Urbanismo, después, en la Biblioteca, cuya sede estaba en la Casa de la Cultura. Los compañeros le decían: “Carmen cayó en el sitio ideal”. Realizó por su cuenta estudios de archivística y biblioteconomía para estar más preparada. Confiesa que, sobre todo, “aportaba su bagaje de lectura, así que cuando venía algún chico le aconsejaba algún libro...”. Estuvo en la Biblioteca desde 1986 a 2006, con un horario de atención al público de cuatro de la tarde a nueve de la noche. A la misma acudía el alumnado de los colegios, institutos, incluso, de otros municipios, los/as socios/as y un grupo de adultos que venían a diario a ver los periódicos y las revistas. Piensa que las personas que compraron la colección de libros para la biblioteca lo hicieron con excelente criterio. Eran muy buenos en lengua española y francesa, también obras de teatro, cine, etc. Después de diez años, pidió traslado para estar en el edificio central. Estuvo en secretaría hasta que se retiró, compartiendo trabajo directo con María del Carmen Cruz e Isabel Ferrera, que como ella nos dice: “son dos profesionales como la copa de un pino”. Recuerda que, en su primer día, entró también el primer ordenador a su oficina. Algo a lo que tuvo que adaptarse, aprendiendo algunas herramientas básicas. Nos cuenta divertida que un día pensó que se le habían borrado los documentos y le pidió ayuda a Andrés, que estaba en la planta baja del edificio, y le dijo: “...sube que me quedé sin pasado”. A medida que se le acercaba la jubilación, se dio cuenta de que “me faltaba gente hacia quien volver la mirada, parece que me iba sintiendo huérfana”. Para ella, un ejemplo de vocación de servicio fue el de D. José Antonio Álvarez y D. Domingo Penichet, así como el de sus compañeras. Siempre ha sido una mujer auténtica, que ha ayudado a los demás, por lo que en su paso por el Ayuntamiento se ha sentido muy querida. La jubilación la vivió con cierta pena porque dejó de compartir el día a día con sus compañeras, con las que tenía “afinidades y también hacían terapia”. Como afirma: “yo no soy ama de casa, así que la jubilación me afectó. Pero ya esa etapa está superada. He llenado la vida con otras cosas”. Ahora tiene tiempo para la lectura, compartiendo sus ideas con las compañeras del club de lectura “Violeta”. Escribe relatos basados en su infancia, pero fabulados, y poesía, en diferentes redes sociales o periódicos digitales. El confinamiento afirma lo llevó de “maravilla”, porque no paraba de leer. También veía películas, hablaba con la familia por teléfono y solo salía para comprar lo necesario. De la entrevista, nos quedamos con esta afirmación: “las personas son las que dan calidad a los servicios y a los organismos públicos. Lo bueno de los Ayuntamientos pequeños es que nos relacionamos y le cogemos cariño a los compañeros. Lo que importa es la calidad humana y el saber estar”.


María del Pino Hernández Suárez (costurera y modista).

Conocida cariñosamente como “Pinona”, nació en La Goleta el 18 de noviembre de 1953, su padre era de La Goleta y trabajaba en la fábrica del ron Arehucas y su madre, ama de casa (si bien también cosía), es de Arucas. Sólo tuvo una hermana, que es más joven que ella. Toda su niñez transcurrió en este barrio de La Goleta, donde estudió la educación primaria. Luego estuvo en la “academia Miralva”, que era de Rafael Álvarez y Saturnino, preparándose el ingreso y el primer año de bachiller. Posteriormente empezó a aprender costura, lo primero que hizo fue coser calcetines, se compró una máquina que sólo servía para coser medias. La señora que le vendió la máquina, Esperancita (en El Cerrillo), fue la primera que le enseñó (a coser medias). Luego su madre también le enseñó algo. Con el dinero que obtenía cosiendo medias, fue ahorrando y se pudo comprar, con trece años, una máquina de coser (marca Alfa), que todavía conserva y usa (“no quiero otra”, nos decía). En la casa Alfa de Arucas hizo un cursillo para aprender a manejar la citada máquina. Luego aprendió a bordar y hacía trabajos de bordado por encargo para la calle. Con 18 años se apuntó en Arucas en una academia (de Juanita) para aprender corte y confección. A la vez que aprendía corte y confección, su madre también le enseñaba a coser. Una vez obtuvo el título de corte y confección (primero el de señora en 1972 y luego, posteriormente el de caballero en 1987), con 19 años, se puso a coser para la calle. Cuando empezó hacía vestidos de señora, primero con sus propios vestidos, luego para su familia, después para las vecinas y así para otras personas. Además de coser (subía vueltos, etc.), bordaba mucho. También comenzó a impartir clases a chicas jóvenes en su casa familiar, donde acudían hasta catorce niñas de entre quince y dieciséis años de edad. Cuando tuvo a su hijo y a su hija dejó de dar clases, para poder criarlos, pero la costura nunca lo ha dejado. Durante mucho tiempo hizo incontables trajes de novias, que al principio los modelos se buscaban en los figurines de las revistas de moda, luego se adaptaban y algunos se cambiaban, haciéndose vestidos de alguna manera personalizados. Ha vestido a varias generaciones. Luego, con los años volvió a dar clases y muchas de las chicas a las que enseñó se presentaban a examinarse en corte y confección en academias o en institutos y sacaban muy buenas notas. Con 18 años ya tenía novio y se casó con 23 años (“me hice mi propio traje de novia”), estuvo 50 años casada, su marido falleció hace dos años. Durante 20 años hizo los trajes de carnaval de la murga y luego afilarmónica “los Nietos de Kika” y desde hace 22 años se dedica a elaborar ropa tradicional, sobre todo, para grupos folklóricos. Hubo años que llegó a confeccionar hasta 50 trajes, incluso algunos años coincidió elaborar en el mismo carnaval los trajes de “los Nietos de Kika” y de la murga infantil de la que luego surgió la murga “los Jallaos Ronianos”. En esa época sólo podía dormir unas cuatro horas diarias, por los compromisos adquiridos. Destaca de ese período en el que elaboraba trajes de carnaval, que sólo se podía dedicar única y exclusivamente a eso, porque eran muy laboriosos. Las telas las adquiría en los almacenes Arencibia o Rivero, en Las Palmas. Sus principales herramientas y útiles son las tijeras, la cinta métrica, la máquina de coser, los patrones con sus reglas y también la plancha, ésta última es muy importante, siempre tiene que estar preparada y encendida, porque hay que planchar para cortar, coser, etc. Lo de hacer ropa para el folklore fue algo muy curioso, porque a pesar de que baila en el grupo “los Cabuqueros” de La Goleta, no se imaginaba que hace algo más de 20 años iba a comenzar el boom de la ropa tradicional. Comenzó aprendiendo con María del Pino Alemán, costurera que a su vez había acudido a clases del investigador José Antonio Pérez Cruz, más conocido por “Teno”. Luego doña María del Pino aprendió a elaborar trajes del siglo XVIII y del XIX, todo de la manera más tradicional posible. Ha elaborado trajes para las agrupaciones Enac, Labrante, etc.


También aprendió mucho de Jorge Guzmán, profesor de baile e investigador quien le enseñó las diferentes prendas como calzoncillos, camisolas, camisas, pantalones (con bragueta de botones), ropilla (con mangas abotonadas), etc. Suele trabajar con algodón, lino, lanas tejidas en telar, etc., y los ojales siempre los hace a mano. Como curiosidad nos comentó que los botones suelen ser originales (de hueso, latón, etc.) y se adquieren en anticuarios. Las dedicaciones de horas de trabajo según las prendas pueden ser muy variadas. Para ella lo más difícil de elaborar es un traje tradicional. Mujer incansable y con ganas de aprender, obtuvo el graduado escolar a través de Radio Ecca, donde también hizo un curso de inglés y contabilidad. en 2007, como reconocimiento a su labor con el carnaval, fue nombrada pregonera del Carnaval de Arucas. Durante el confinamiento a doña María del Pino se le cayó el mundo, porque su casa era un lugar de encuentro donde sus amigos y amigas hablaban, tomaban algo, etc. Sin embargo en esa época por las mañanas comenzó a ordenar toda la mercancía que todavía queda en las estanterías de de la antigua ferretería y por las tardes despachaba en la tienda que tiene en propiedad y, asimismo, cosía mucho. También se comunicaba con sus amigas a través de vídeo llamadas y hacía las labores del hogar, además de cuidar de su madre que tiene 91 años, así como de su nieto de 12 años. Doña María del Pino es una mujer muy generosa. Nos contó que hace tiempo la llamaron para una pequeña intervención quirúrgica, pero no pudo acudir porque estaba terminando un traje de novia y no podía dejar a la novia sin su vestido. También es muy humilde, no deja de reconocer que todos los días aprende, incluso de sus alumnas. Su horario de trabajo es muy amplio, cose igual un sábado, que un domingo, que un día festivo. Hay días que acaba a las dos de la mañana. No sabe la cantidad de alumnas que ha tenido, tal vez cientos de chicas no sólo de La Goleta, sino de otras localidades del municipio. Nos dice: “siempre me ha encantado enseñar a coser a las chiquillas y sigo dando clases. Los buenos profesores y profesoras deben enseñar todo lo que saben, no se pueden guardar nada. Y siempre he estado cosiendo, no habido ni un día que haya dejado de coser, todos los días, menos cuando he estado de viaje. Mi máquina de coser siempre está abierta y la tabla de planchar igual. La costura me da mucha satisfacción, pero hay que ser muy responsable, volvería a ser costurera”.


Créditos Textos: Alicia de Jesús Hernández Padrón (técnica superior de administración especial de Museo). Antonio Manuel Jiménez Medina (técnico superior de administración especial de Patrimonio Histórico).

Fotografías: Gabriel Jiménez Lorenzo. Alicia de J. Hernández Padrón. Antonio M. Jiménez Medina. Manolín. Asimismo fotografías familiares cedidas por las personas entrevistadas.

Entrevistas: D. Antonio Pérez de Armas (15/4/2021). D.ª Pino Fleitas Falcón (20/4/2021). D. José Fleitas Falcón (20/4/2021). D.ª Consuelo Afonso Afonso (21/04/2021). D. Miguel Jorge Hernández (21/04/2021). D. Antonio Jaime Falcón Jiménez (22/4/2021). D. José Díaz Benítez (22/4/2021). D.ª María del Pino Matos González (22/4/2021). D.ª Rita María Marrero Talavera (23/4/2021). D. Juan José Rodríguez Sosa (23/4/2021). D.ª María del Pino Hernández Suárez (27/4/2021). D.ª Pino Rodríguez Jorge (28/04/2021). D.ª Carmen Ferrera Gil (29/04/2021).

Agradecimientos: A todas las personas entrevistadas, así como a sus familiares y amistades que nos han ayudado, especialmente a D.ª Inmaculada Pérez, D.ª Cristina Lorenzo, D. ª Elena Falcón, D.ª Mabel El Jaber, D.ª Noelia García, D.ª Ángeles Rodríguez, D.ª Dulce Falcón, D. Octavio El Jaber, D. Juan José Fleitas, D. Ulises Díaz, D. Pedro Díaz, D. Pedro Martín, D. Roberto Rodríguez, D. Nicolás Sánchez, D. José Luis Hernández y D. Manuel Pérez.



Domingo 6

Viernes 11

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

SANTA MISA

FUNCIÓN SOLEMNE

08.30 - 11.30 y 18.30 h. PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA

18.30 h. PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA

Del 21 al 23

TRIDUO A SAN JUAN BAUTISTA Rezo del Santo Rosario y oración a San Juan 19.00 h.

Celebración de la Eucaristía 19.30 h. PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA


Jueves 24 FESTIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA SANTA MISA 09.00 h.

MISA SOLEMNE 11.00 h. Presidirá el Rvdo. Sr. D. José Luis Guerra de Armas, párroco de San Francisco de Las Palmas e hijo de esta ciudad de Arucas. La parte musical estará a cargo de la Comunidad y Coro Parroquial.

SANTA MISA 19.30 h. PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA



CONCURSO DE ENGALANAMIENTO DE FACHADAS

Concurso de Pintura Rápida al aire libre “Ciudad de Arucas”

Información de las bases e inscripción en www.arucas.org

ACTIVIDADES ON LINE Las podrás visualizar en las diferentes redes sociales municipales: Facebook, Instagram, Youtube

CORPUS CHRISTI “ALFOMBRAS DESDE CASA 2021” A partir del 6 de junio Por segundo año consecutivo, la Asociación de Alfombristas de Arucas en colaboración con el Ayuntamiento de Arucas realizará esta actividad, esta muestra fotográfica online podrá verse desde el 6 de junio en el Facebook de la Asociación de Alfombristas.

Estreno de la serie de promoción turística

ARUCAS PUERTA NORTE Episodio 1 disponible a partir del 10 de junio

ENCUENTRO FOLKLÓRICO SAN JUAN BAUTISTA, ARUCAS 2021

OFRENDA AL SANTO PATRÓN

A partir del 14 de junio

19 de Junio - 12.00 h

Las Agrupaciones del municipio nos ofrecerán distintas actuaciones del mejor repertorio tradicional canario.

Se retransmitirá en streaming por Radio Arucas, desde la Parroquia de San Juan Bautista.


Viernes 4

SÁBADO 5

¡¡A JUGAR AL PARQUE!! Talleres infantiles de interpretación, expresión corporal, máscaras, malabares, baúl mágico, clown y cuenta cuentos musicales.

HORARIO: de 11.00 h a 14.00 h

y de 17.00 h a 20.00 h DE 3 A 5 AÑOS: EN LAS COCHERAS DEL

MUSEO MUNICIPAL DE 6 A 12 AÑOS: EN EL PARQUE DE LAS FLORES

LECTURA DEL PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES DE SAN JUAN BAUTISTA DE ARUCAS 2021 A cargo de Don José González Brito, empresario del municipio. Actuaciones del cantante tenor Pedro M a n u e l Afonso, acompañado de quinteto de cuerdas y el timplista aruquense Luis Suárez. Presentado por el alumnado de Teatro de las Escuelas Artísticas Municipales de Arucas.

ACTO ONLINE

Se retransmitirá en streaming por Radio Arucas

20.00 h NUEVO TEATRO VIEJO

AFORO LIMITADO Inscripciones en tureservaonline.es

SENDERO DEL BREZAL DE SANTA CRISTINA Dentro del programa “Arucas en la Senda”. Inscripciones en APP “Arucas Reservas Deportivas”

CONCIERTO Tributo a LUIS FONSI Con el espectáculo que lleva por nombre “Nada es para siempre”. El cantante teldense Elías Uche, acompañado de cuatro estupendos músicos, rendirán tributo a este gran artista puertorriqueño.

20.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Entradas en tureservaonline.es (5€)


DOMINGO 6

CAMPEONATO DE SAN JUAN DE MOUNTAIN BIKE/ MTB-IB “Memorial Francisco Javier García Falcón”

TEATRO INFANTIL

ORGANIZA: Club de Ciclismo Arubike COLABORA: Excmo. Ayuntamiento de Arucas

Una obra de títeres, inspirada en la figura de César Manrique. 2RC Teatro.

09.00 h COMPLEJO POLIDEPORTIVO MUNICIPAL ANTONIO AFONSO MORENO “TONONO”

EL SUEÑO DE CÉSAR

12.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Invitaciones en tureservaonline.es

ANTÍLOPEZ Este grupo onubense que define su estilo musical como “ChiriPop absurdo depresivo con catarsis tragicómica”, nos presenta su gira: Dibujo Libre.

19.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Entradas en tureservaonline.es (5€)


VIERNES 11

XIX ENCUENTRO DE MAYORES “CIUDAD DE ARUCAS” CONCIERTO LOS CANTADORES Es uno de los grupos más importantes de Canarias. Con más de 500 conciertos y 5 trabajos discográficos liderando venta de discos en las islas. Una trayectoria brillante que ha hecho que el público y medio de comunicación haya convertido a Los Cantadores en una de las formaciones más aclamadas del panorama musical canario.

11.30 h NUEVO TEATRO VIEJO JUEVES 10

¡UN RATITO DE HUMOR! El mejor humor con Yanely Hernández, Juan Antonio Cabrera, Omayra Cazorla, Maestro Florido e Himar Armas.

20.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Entradas en tureservaonline.es (5€) No recomendable menores de 13 años

Inscripciones en Tlf. 928 09 55 22 Retirada invitaciones en Centro de Mayores de Arucas

CONCIERTO PÓKER DE DAMAS Mara Pérez tributa a: María Dolores Pradera, Chavela Vargas, Mercedes Sosa y Mary Sánchez.

19.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Inscripciones en Tlf. 928 09 55 22 Retirada invitaciones en Centro de Mayores de Arucas


SÁBADO 12

¡¡A JUGAR AL PARQUE!!

SUBIDA AREHUCAS

Talleres infantiles de interpretación, expresión corporal, máscaras, malabares, baúl mágico, clown y cuenta cuentos musicales.

Prueba automovilística valedera para el Campeonato Regional y Provincial de Montaña

HORARIO: de 11.00 h. a 14.00 h. y de 17.00 h. A 20.00 h.

ORGANIZA: Escudería Aterura COLABORA: Excmo. Ayuntamiento de Arucas

10.00 h CARRETERA DE BAÑADEROS A ARUCAS

DE 3 A 5 AÑOS EN LAS COCHERAS DEL MUSEO MUNICIPAL DE 6 A 12 AÑOS EN EL PARQUE DE LAS FLORES AFORO LIMITADO Inscripciones en tureservaonline.es

25+1 CONCIERTO ANIVERSARIO La Parranda “Ende Cuando no Salimos” celebra una vez más, su tradicional concierto latino, dentro del marco de nuestras fiestas. En esta ocasión, invita a todos sus seguidores y seguidoras a compartir con ellos el 25+1 Aniversario

20.00 h nUEVO TEATRO VIEJO Invitaciones en tureservaonline.es


DOMINGO 13

TEATRO INFANTIL LEYENDA Y LA TORMENTA. La pequeña viajera de San Borondón. Un espectáculo basado en mitos y leyendas de nuestras islas. 2RC Teatro.

12.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Invitaciones en tureservaonline.es

IV ENCUENTRO INTERNACIONAL DE VERSEADORES “CIUDAD DE ARUCAS” PRESENTA: Yeray Rodríguez

Llega una nueva edición del Encuentro de Verseadores Ciudad de Arucas, que contará con verseadores y músicos canarios de diversas islas así como algunas participaciones internacionales. Además se sumarán jóvenes verseadores, algunos de ellos de nuestro municipio, que integran la Escuela de Verseadores de Gran Canaria.

ORGANIZAN: Excmo. Ayuntamiento de Arucas y Asociación de Verseadores Ochosílabas

19.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Invitaciones en tureservaonline.es


MIÉRCOLES 16 Ciclo “LA BIBLIOTECA PRESENTA”

EL OLOR DE LA HOJARASCA

AUTOR: Eduardo García Benítez

19.00 h CENTRO MUNICIPAL DE CULTURA Invitaciones en App “Arucas, Espacio Cultural”

JUEVES 17

¡UN RATITO DE HUMOR! Aarón Gómez nos presenta su espectáculo donde combina lo mejor de su carrera, sus monólogos más populares, con las novedades de sus historias más inéditas y frescas.

20.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Entradas en tureservaonline.es (5€) No recomendable menores de 13 años

VIERNES 18

CONCIERTO - “500 NOCHES, SABINA EN LAS VENAS” Un cuidadoso homenaje a la figura del “Maestro” realizado por esta estupenda banda murciana cuya calidad le ha valido el reconocimiento del gran público, sembrando éxitos por todos los teatros y espacios escénicos del país.

20.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Entradas en tureservaonline.es (5€)


SÁBADO 19

CAMPEONATO DE TENIS DE MESA ORGANIZA: Club de tenis de mesa “ Firgón”. COLABORA: Excmo. Ayuntamiento de Arucas

9.00 h. PABELLÓN CUBIERTO JOSÉ JUAN NAVARRO BATISTA - COMPLEJO POLIDEPORTIVO MUNICIPAL ANTONIO AFONSO MORENO “TONONO”

FERIA KM.0 GRAN CANARIA Mercado de productos de cercanía, frescos y de calidad, cuyo consumo ayuda al desarrollo local, a la sostenibilidad, a crear una economía más justa y a preservar el paisaje insular.

De 9.00 a 15.00 h Parque de las Flores Invitaciones en https://km0grancanaria.com/arucas/

OFRENDA AL SANTO PATRÓN ACTO ONLINE

Se retransmitirá en streaming a través del Facebook de Radio Arucas, desde la Parroquia de San Juan Bautista.

12.00 h.

LA BANDA DE LOS PIOJILLOS Un espectáculo familiar diseñado para los peques de la casa y para disfrutarlo en familia a través de las canciones infantiles de toda la vida en formato rock, ska, rumba, rap y mucho más.

12.00 H NUEVO TEATRO VIEJO Invitaciones en tureservaonline.es

CONCIERTO ÚLTIMA LLAVE Irrumpiendo cada vez con más fuerza en el panorama musical español, este grupo nacido en Arucas, empieza a encontrar su propio sonido, fresco y actual que sin duda nos harán disfrutar como nunca

20.00 H NUEVO TEATRO VIEJO Entradas en tureservaonline.es (5€)


DOMINGO 20

FERIA KM.0 GRAN CANARIA Mercado de productos de cercanía, frescos y de calidad, cuyo consumo ayuda al desarrollo local, a la sostenibilidad, a crear una economía más justa y a preservar el paisaje insular.

DE 9.00 A 15.00 H Parque de las Flores Invitaciones en https://km0grancanaria. com/arucas/

TENDERETE 18.00 h. Emisión del programa de Televisión Española TENDERETE, grabado en nuestro municipio y que contará con la participación entre otros de la Agrupación Folklórica Labrante. En la 1 de TVE y en el Canal Internacional

XXIX MEMORIAL JUAN FALCÓN SANTANA

BANDA SINFÓNICA CIUDAD DE ARUCAS

CONCIERTO 40 Aniversario “...así suenas, Arucas” Solistas invitados: Nora Beatriz Carrasco Hernández, Isabel Padrón Dávila y Francisco Navarro Machín.

19.00 H NUEVO TEATRO VIEJO Invitaciones en tureservaonline.es

MARTES 22

PRESENTACIÓN LITERARIA IV Volumen “El sultanato y los jóvenes turcos” de Humberto M. Pérez Hidalgo

19.00 h CENTRO MUNICIPAL DE CULTURA Invitaciones en App “Arucas, Espacio Cultural”


MARTES 22

LA CHIRIMURGA DEL TIMPLE Presenta su espectáculo “LOS PARANOICOS” Un espectáculo formado por cuplés, pasodobles y popurrís, con los que La Chirimurga del Timple se dejará la piel sobre el escenario para provocar la risa y la crítica.

20.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Entradas en tureservaonline.es (5€)

MIÉRCOLES 23

FERIA DE ARTESANÍA, OFICIOS Y TRADICIONES

Charla: CANARIAS Y EL MAR

Muestra y venta de productos artesanales y alternativos, con las actuaciones de la A.F. San Patricio, la Parranda Gánigo y la A. F. Manantial.

POR MANUEL LOBO CABRERA

Inauguración a las 12.00 h.

De 11.00 h. a 21.00 h Parque de las Flores

Con descubrimiento de placa nominativa del espacio “Fondo Lobo Torres” en Arucas.

19.00 h CENTRO MUNICIPAL DE CULTURA Invitaciones en App “Arucas, Espacio Cultural”

CONCIERTO - “COQUE MALLA, EN ACÚSTICO” Coque Malla vuelve al directo con un nuevo show, donde repasa los éxitos de sus años de carrera en solitario, y en el que también incluye algunos temas de “Calma” o “El Crac Universal”.

20.00 h

NUEVO TEATRO VIEJO

Entradas en tureservaonline.es (5€)

VOLCÁN DE FUEGOS ARTIFICIALES

00.00 h

MONTAÑA DE ARUCAS


JUEVES 24

FERIA DE ARTESANÍA, OFICIOS Y TRADICIONES Muestra y venta de productos artesanales y alternativos, con las actuaciones de la Parranda La Goleta, A.F. Herencias, A.F. Los Cabuqueros y la A.F. Rumantela.

De 10.00 a 20.00 h PARQUE DE LAS FLORES

HARRY POTTER BOOK NIGHT Una aventura por las calles de Arucas.

De 10.00 h a 20.00 h

CONCIERTO

Con la participación de los Artistas aruquenses: Gabriela Suárez, Alberto Rayco, Rebeca Nuez, Adrián Aguiar, Isabel Padrón, Daniel Marrero, Belinda Falcón, Cristina González, Marta Rodríguez, Jaime Marrero y Pedro González. Presentado por: Rafael Rodríguez Cabrera. Profesor de Teatro de las Escuelas Artísticas Municipales de Arucas.

19.00 h NUEVO TEATRO VIEJO Invitaciones en tureservaonline.es


LES DESEA UNAS FELICES FIESTAS www.arucas.org

App Arucas, Espacio Cultural

¡¡Arucas, vive tus fiestas!! #arucassanjuan21

• En el caso de producirse algún cambio en la programación, el Excmo. Ayuntamiento de Arucas lo comunicará a través de los medios necesarios. • Durante el período festivo, con motivo de los diferentes actos programados, se realizarán cortes y cambios en la circulación de varias calles, por lo que rogamos estén atentos a las indicaciones y señalizaciones de la Policía Local, información ofrecida por Radio Arucas 107.9 FM. y Redes Sociales. • Para cualquier información referente a la programación de las Fiestas Patronales de San Juan Bautista de Arucas, pueden contactar con la Oficina de Festejos a través del correo electrónico festejos@arucas.org o a los teléfonos 928 628 159 / 928 605 854. EL PROGRAMA DE ACTOS PUEDE ESTAR SUJETO A CAMBIOS DE ÚLTIMA HORA EN FUNCIÓN DE LA EVOLUCIÓN DE LA CRISIS SANITARIA POR LA COVID-19



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