NUTRICIÓN
- AGOSTO 2020
Efectos interactivos de una dieta de colesterol y fosfolípidos sobre el rendimiento del crecimiento, la expresión de genes relacionados con el sistema inmune, y la resistencia contra el Vibrio alginolyticus en el camarón blanco (Litopenaeus vannamei) Autores : Minglei Yana,1 Weilong Wanga,c,1 Xuxiong Huanga,b,c, Xinlei Wanga Yi Wanga Centro de Investigación de Ecología y Nutrición de Peces (CREEFN) del Ministerio de Agricultura, Universidad Ocean de Shanghai, Shanghai, China
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Centro de Investigación de Ingeniería de Acuicultura, Shanghai, China
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Centro de Demostración de Educación Experimental de Ciencias Pesqueras (Universidad Ocean de Shangai), Lingang New City, Shanghai, China
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itopenaeus vannamei es una de las tres especies de camarón más cultivadas en el mundo [1]. Dado el deterioro del ambiente acuático acuícola, la degradación de recursos de germoplasma, la frecuente aparición de enfermedades y el abuso de drogas para acuicultura [2], la industria acuícola de L. vannamei se enfrenta a graves desafíos. En particular, enfermedades bacterianas primarias y secundarias han causado la mortalidad a gran escala de L. vannamei de cultivo [3]. Por lo tanto, la capacidad de inmunidad de L. vannamei es una preocupación trascendental cuando están sujetos a estresores ambientales [4].
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xxhuang@shou.edu.cn
Invertebrados como los crustáceos, no poseen una respuesta inmunitaria adaptativa basada en la inmunoglobulina [5]. Los mecanismos de defensa de los crustáceos dependen completamente del sistema inmune innato, que se activa una vez que los patrones moleculares asociados al patógeno (PAMPs) son reconocidos por los receptores de reconocimiento de patrones del huésped [6]. El sistema inmunitario innato se basa en mecanismos inmunes celulares o humorales para destruir el patógeno invasivo [6]. La respuesta inmune a patógenos extraños se desencadena por el reconocimiento inmune de sustancias extrañas, conduciendo a la transducción de señales reconocidas y a la activación de una serie de reacciones en cascada [4]. Finalmente, el sistema
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inmune innato genera y libera factores de efecto inmunitario (como lisozimas o péptidos antimicrobianos), identificando y eliminando la sustancia invasiva [7]. Las vías de señalización (por ejemplo, las vías Toll e IMD), que regulan la transducción de señales intracelulares y extracelulares, juegan un papel importante en la transducción de señales inmunes [8]. El receptor Toll es una proteína transmembrana, y la proteína de inmunodeficiencia (IMD) es el primer agente en recibir la señal de la proteína de reconocimiento de glucano. Tanto el receptor Toll, como la proteína IMD, transmiten señales para tipos específicos de invasores extraños, desde el exterior al interior de la célula, activando una serie de reacciones en cascada para producir factores de efecto inmunitario [9]. El superóxido dismutasa (SOD) es una enzima antioxidante en los organismos que forma la primera línea de defensa contra los radicales libres [10]. La lisozima actúa como parte del sistema inmunitario no específico al hidrolizar los enlaces glicosídicos β-1, 4 entre el ácido N-acetilmurámico y la N-acetilglucosamina [11]. Por lo tanto, la expresión génica relacionada con las vías de señalización, el SOD y la actividad de la lisozima, se usan comúnmente como un indicador para evaluar la inmunidad y el estado de salud del huésped [10,12].