ECOLOGIA HUMANA Y SALUD
Alcaloides cotidianos El ABC de la “TOXICOMANÍA CASERA”: Mate, Té, Café, Tabaco, Carnes, Sal, Condimentos excitantes, Psicofármacos, Medicamentos, Pastillas “Milagrosas”, Bebidas azucaradas con aditivos químicos, Alcohol [...] y MARIHUANA, el inicio a drogas letales!
Hoy: EL MATE Vicio nacional que debe desaparecer UN VENENO SEGURO: LA CAFEÍNA Entre los componente de la yerba mate hay una saponina (glucósido) a la que se debe la espuma del mate y un aceite esencial que le da el aroma. Pero lo que más nos debe interesar es la presencia de una alcaloide: la cafeína, y que algunos designan con el nombre impropio de mateína. Este alcaloide (cuya proporción media es de 1.15%, según hemos visto) es muy variable, alcanzando un máximo de 2.20%, de acuerdo a los análisis efectuados en la Estación Experimental de Loreto (Misiones). La yerba mate se adultera frecuentemente con diversas plantas, entre las cuales, las “caonas” y “congonas”, que aumentan su nocividad. COMO OBRA LA YERBA MATE SOBRE EL ORGANISMO Antecedentes históricos nos vienen a demostrar que ya en lejanos tiempos el hombre conocía empíricamente las propiedades de la yerba mate, cuando no existían aún laboratorios de análisis químicos que revelaran su misterio. Ahora bien, ¿Qué le pide el hombre moderno, el “matero”, a la yerba mate? Exactamente lo mismo que el hombre de siglos pretéritos. El estudiante y el intelectual lo toman para mantener despierta la inteligencia y viva la imaginación. El obrero lo bebe para no sentir la fatiga del trabajo. Asimismo, todo aquél cuya labor requiere una aplicación continuada de esfuerzos. El mate acorta las horas del que espera, anima las reuniones de amigos y echa un velo piadoso sobre los sinsabores del hombre abatido. Es increíble por lo amplia, la labor social –diríamos- que desempeña la yerba mate en nuestro medio. Hay muchos que toman mate (o mate cocido) porque les produce un efecto laxante. Y hasta señalan tal o cual marca de yerba que posee mayormente dichas propiedades. Es fácil de imaginar que en muchos casos éstas se obtie-
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nen agregándole ciertas sustancias extrañas. Aunque parece probable que la cafeína que contiene acelere los movimientos intestinales, además de excitar las secreciones salivales e intestinales. Otros beben mate por sus propiedades diuréticas (que facilitan la secreción de la orina). La acción diurética de la yerba mate, atribuida a la cafeína que contiene, es casi constante. Pero, como este alcaloide irrita el riñón y excita el musculo de la vejiga, tiene el inconveniente de producir deseos frecuentes de orinar. Los afectados del riñón, de la vejiga y de la próstata son los que más sufren esos inconvenientes de la yerba mate. Sobre el sistema nervioso la yerba mate tiene el efecto de un latigazo. Primero lo excita dando la sensación de bienestar, de euforia; pasado ese primer período viene un estado de depresión, que se manifiesta más en la actividad cerebral. Especialmente interesante es la acción de la yerba mate sobre el corazón y circulación en general. Al principio, la energía de los latidos del corazón aumenta. Pero si se toma mucha cantidad, sobre todo si el corazón está muy debilitado o alterado, a la fase de estimulación de energía sucede más o menos pronto una fase de depresión cardíaca peligrosa. Eso se explica fácilmente teniendo en cuenta que la cafeína no es, propiamente hablando, un tónico cardíaco, sino un excitante del corazón, cuyo músculo (miocardio) sufre la acción tóxica de dicho alcaloide. La cafeína, según el gran cardiólogo Vaquez, es un arma de doble filo, que sólo actúa sobre el corazón fatigándolo en exceso. Ahora bien, hemos dicho anteriormente que un buen matero ingiere de 1½ a 2 gramos diarios de cafeína, siendo numerosos los adictos al mate que ingieren una cantidad mucho mayor. Aunque la dosis tóxica de la cafeína para el hombre aún no se ha fijado, se han observado accidentes con 0.90 gramos y la muerte con 3 gramos y aun menos (según Manquat, Zenetz y otros autores).
S.E.N.D.A.