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JULIO - AGOSTO 2020
Opinión
Se busca culpable
S
igue siendo noticia que en días pasados, varios estados anunciaron que seguirían los pasos del Congreso de Oaxaca en torno a la Ley de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, y varias leyes relacionadas, para que se sancione, con multa o arresto, la venta, donación o regalo de alimentos chatarra y bebidas azucaradas a menores de edad, y no tardará en llegar al Senado para que esta idea se aplique a nivel federal, aprovechando que durante los últimos días se ha repetido hasta el cansancio que los alimentos de alto contenido calórico son culpables de que México sea el tercer país con más muertes por la enfermedad Covid-19, aunque menos de la mitad de las personas fallecidas hayan tenido una condición de obesidad o padecido diabetes o hipertensión. Estamos muy por arriba del promedio en la tasa de letalidad (3.6% es la tasa mundial, en México es más del 10%) y a la gente se le dijo que no se atendieran, que no acudieran a los hospitales, pero el gobierno ya señaló a un culpable, punto. No quiero entrar en los detalles de esto, porque seguramente han visto esta noticia en todos los medios, pero una vez más, el populismo, la improvisación y la falta de análisis han ganado, pues merecerás ir a la cárcel por darle a tu hijo, en tu casa, unas papitas y un refresco, pero no por darle una torta de tamal acompañada por un atole de masa y unas quesadillas fritas de tierritas. Desconozco cómo vigilarán cada rincón del país, a cada uno de los más de 120 millones de habitantes que son completamente libres de comprar y consumir los productos que el mercado ofrece. Han encontrado un culpable y no es el consumidor, que decide sobre su cuerpo y su salud, y la de sus dependientes, sino quienes venden y fabrican o producen dichos productos. Es decir, las empresas, sean las grandes multinacionales o el tendero de la esquina, pero también puede ser quien se quedó sin trabajo y decide no delinquir y mejor vender dulces o pan en la calle.
Además, se está aprovechando que se aproxima la entrada en vigor de la nueva ley de etiquetado de alimentos que considero incompleta, pues hay muchos más elementos a considerar para consumir o no un producto. No es posible que un refresco sin calorías y obviamente, sin nutrientes, sólo lleve la recomendación de que no es apto para niños, mientras que una leche saborizada, que aporta proteína y otros nutrientes esenciales, llevará sellos como si se tratara de una golosina. El queso, que también aporta proteína y es benéfico para la salud, llevará sellos de alerta por sodio, como lo harán las frituras. Ahora, las empresas tendrán que buscar maneras de reformular sus productos, lo que nos llevará a tener una oferta de productos aún más procesados, aunado a un alza en el precio al consumidor por los costos de reformular o por la disminución en las ventas y gracias a ello, más personas podrían quedarse sin empleo. En el número pasado escribí sobre el decálogo del Presidente, donde nos invitaba a no enfermarnos, pero también a comer mejor, y comenté que para eso estamos los ganaderos
GEORGINA GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ
Mujer Ganadera
lavidalactea1@gmail.com