Revista GANADERO - Marzo/Abril 2020

Page 66

La normalidad no puede regresar Georgina Gutiérrez Rodríguez lavidalactea1@gmail.com

A

l momento de escribir esto, en el mundo hay más de 2 millones de contagios del nuevo virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19 y, a pesar de que no ha cobrado la vida de tantas personas como otros virus en la historia y hay otras enfermedades más peligrosas en este momento, esta pandemia ha detenido al mundo. Ningún sistema de salud estaba preparado, y menos en un país donde la malversación de fondos ha sido una práctica común entre nuestros gobernantes. Lo que molesta con este gobierno es que, aun sabiendo la precariedad de nuestras instituciones y saber que esto era inevitable, salieran a decir que estábamos listos desde hace meses, que era un problema menor y que la gente debía seguir haciendo su vida normal, mientras el mundo estaba encerrado en sus casas, y que hayan recortado el presupuesto para destinarlo a otros rubros y a proyectos que han demostrado no ser viables. Pero basta de hablar del gobierno. Antes de tener que quedarse en casa, la gente estaba acostumbrada a tener todo, a su disposición. Qué hacer el fin de semana: ir al centro comercial, al parque, a pueblos mágicos, a la playa, etc. Quiero ver a mis amigos: nos citamos en alguna casa o bar. Me enfermo: voy a la farmacia a buscar medicina, al doctor para una consulta o al hospital para que me atiendan, sin 64

preocuparme (tanto) de la falta de insumos. Estas son sólo algunas cosas que damos por sentado, pero hay algo más que nos parece normal; tengo hambre: voy y compro algo para cocinar o busco algo listo para comer. Me hacen falta productos en la despensa, voy al supermercado y tengo el privilegio de elegir qué comprar, qué marca y quizás hasta satisfacer algún antojo, y si voy al mercado, hasta puedo regatear el precio. Estamos acostumbrados a que la normalidad nos sirve para satisfacer nuestras necesidades y gustos, y ojalá seamos capaces de crear memoria y no permitir que esa normalidad vuelva. Jamás. Lo digo porque la normalidad permitía que alguien que es bueno pateando un balón, o que es atractivo y se aprende unas líneas o que sólo es atractivo ganen millones de dólares al año. No quiero quitarle mérito a algunos deportistas, y entiendo que sea una fuente de entretenimiento y quizá de inspiración en muchos casos porque también a mí me gusta celebrar los logros que parecen sobrehumanos que tienen los atletas olímpicos (que nunca ganarán lo que un futbolista o jugador de americano), pero ahora hemos podido vivir sin deportes y el mundo no se ha terminado. De igual manera, me encanta ver películas y series de televisión, y quién sabe cómo estarían pasando la cuarentena sin acceso a ese tipo de entretenimiento. Lo que está mal de esa

marzo / abril • 20 www.RevistaGanadero.com


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.