DIVAGACIÓN DEL ÁRBOL José N. Méndez Querida:
Aquí, ombligo de luna donde mi voz hace nido, y todo reposa
después de aquél banquete de pastillas y alcohol tan apropiados para el caído. La náusea es un espectro temblando
frente a la fuerza de siglos y siglos emanando de las hierbas.
Los antiguos dicen que hay árboles capaces de contarte toda la historia del mundo, las huellas de su corteza;
descubrieron que el tiempo no distingue del romano o el maya.
Hay árboles que conocen la hora perfecta para ir a jugar con los niños, para refugiarse de la lluvia,
para sentarse bajo su sombra a comer algo, para el beso discreto
y el abrazo que conforta. Hay árboles cuya lágrima de savia
lleva todo aquello que estuvo hundido caminando entre penumbra y bien aprovechada, esa sustancia
puede volverse alimento de la letra o sanar alguna herida. También hay árboles
en la espera de ir descubriendo cada misterio, pueden oír algo que los estimula a mantenerse rectos
y brindar su sombra. 10