El polvo permanece Luis Oseguera I
El día que te fuiste un familiar tuyo dejó caer el líquido de su vaso. Dijo “no es desperdicio, él está bailando como nosotros”. Ahora sudas entre el polvo, das sorbos lentos a la bebida y agradeces desde la tumba. Supe entonces que hay un rio de tequila en las calles del barrio.
III Tocan la puerta y al abrir no hay nadie. El miedo es un trueno lento que ilumina lo desconocido. A ti, a ti te conocemos muy bien.
II Los perros te conocen por eso no ladran cuando regresas a casa entre la noche. No abres ninguna puerta. Ves a mi hermano dormir. Siempre te gustó su cuarto.
pg. 31