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Filosofía
Séptimo Grado
Homosexualidad y Pecado
El hombre es un misterio ¿Pecado? Pensar
La represión de la homosexualidad en la Castilla Medieval Por. Jesús Ángel Solórzano Telechea
Las relaciones homosexuales fueron condenadas en lo espiritual por la Iglesia, y reprimidas y castigadas por los tribunales castellanos a partir del siglo XIII. Con anterioridad, ni la Iglesia, ni el naciente estado monárquico de Castilla habían condenado las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo. De hecho, era habitual que dos hombres compartieran sus vidas, como lo revelan los “pactos de hermanamiento”, que se asemejaban en todo a los heterosexuales, ya que se celebraban ante la presencia de un cura, de testigos, y de los símbolos cristianos. Es el caso del acuerdo de Pedro Didaz y Munio Vandilaz, que decidieron compartir sus vidas y sus propiedades en el concejo gallego de Rairiz de Veiga en 1061. Esto se explica porque los pecados de lujuria se fijaron en la época de la reforma eclesiástica entre mediados del siglo XI y el XII, cuando los reformadores promovieron un nuevo rigorismo moral, en el que el sexo y el placer estaban inspirados por el mal y, en consecuencia, eran fuente de pecado, en razón de lo cual, toda actividad sexual recaía bajo la jurisdicción de la Iglesia. La primera obra que condenó las relaciones homosexuales fue el Liber Gomorrhianus de Pedro Damiano (1049), que un siglo más tarde sancionaría la primera colección canónica de la Iglesia, el Decreto de
Graciano. Sobre la base de esta concepción teológica se fundamentó la práctica jurídica, produciéndose lo que se llama el “tránsito del pecado al delito”, pues como consecuencia de la estrecha relación entre el orden espiritual y el terrenal, la legislación penal asumió la postura de la Iglesia sobre el pecado de sodomía. Hay que decir que la represión de la homosexualidad no fue exclusiva de la Cristiandad, pues también era duramente castigada en al-Andalus, donde imperó la Sharia o ley
Grupo de Investigación Pedagogía y Praxis