Apostándole al Bajío Carlos Gil*
U
na vez superada la crisis sanitaria por el COVID – 19, los efectos en la economía nacional se estiman de proporciones realmente devastadoras. La interrupción de cadenas productivas, pérdida de ingresos, baja inversión, afectación a la demanda agregada, presiones sobre la inflación, bajo consumo, disminución de la actividad económica, incremento del desempleo, aumento de personas en situación de pobreza, afectación a la importación de partes y bienes intermedios para sectores manufactureros, afectación al sector turismo y servicios, entre muchos otros; son algunos de los efectos que se augura impactarán negativamente al crecimiento y desarrollo económico de México. Ante tal escenario, el Gobierno Federal ha dejado clara su apuesta por mitigar los efectos de la crisis en el sector económico para 2021. La asignación de recursos públicos a programas sociales para los más vulnerables, así como las obras de infraestructura como el Tren Maya, el Aeropuerto General Felipe Ángeles y la refine-
ría de Dos Bocas; serán la apuesta de la presente administración para intentar mitigar el impacto de la pandemia en la economía nacional. Por ello, con una proyección de recuperación a tres años y unas elecciones encima, los gobiernos locales jugarán un papel protagónico en el intento por reactivar la economía regional. De ahí que estados como Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí tendrán la responsabilidad de diseñar estrategias integrales para incentivar el desarrollo de economías de escala a través de clústeres del sector automotriz y aeroespacial establecidos en dichas entidades, el desarrollo de proyectos de obra que mejoren los niveles de bienestar de la población, así como el impulso al sector turístico mediante la reactivación, recuperación de confianza e innovación en el servicio. La estrategia tendría que enfocarse en capitalizar la gran productividad de la región, a través del respaldo a las empresas locales mediante el otorgamiento de créditos y apoyos fiscales, además