A DM I N I STR ACIÓN
NEARSHORING, ¿UNA COSA DEL DESTINO? p o r A ngel Rodrí guez Ham i l ton i m ágenes de El eni Prat si
La ubicación geográfica y la economía pujante de nuestro país, además de la globalización, perfilan a México como un candidato atractivo para reubicar cadenas productivas de empresas extranjeras. En este contexto, es importante analizar el fenómeno a fin de entender qué beneficios podemos aprovechar y qué situaciones hay que cuidar.
Destino Probablemente hemos escuchado que algo “fue producto del destino”; pero, realmente no era posible cambiarlo. Hablar del destino puede ser polémico, pero, pese a la polémica que pueda originar, este concepto ha llegado a permear en la política, la historia y la economía, así como en otros campos de estudio. Un ejemplo de ello es la bien conocida doctrina estadounidense “El Destino Manifiesto”.1
Cuando hablamos de fenómenos internacionales, resulta complejo pensar que, al estar entre tantos factores exógenos y endógenos, algo pudiera resultar previsible; tal y como ocurre en el comercio internacional, de suma importancia por su impacto en la vida de todos, sobre todo en un mundo globalizado. Derivado de ello, es común que los medios acaparen los titulares con noticias de comercio de gran impacto, como el popular nearshoring.
Aun así, algunos habrán de decir que son interpretaciones anacrónicas y obsoletas de la realidad, y que hoy día ya no se habla del destino. Entonces ya no es posible asumir que algo es inamovible, permanente o determinado, sino todo lo contrario y máxime en un mundo tan cambiante e interconectado.
Nearshoring El nearshoring consiste en reubicar los procesos de producción para fabricar algo cerca del territorio de consumo. Pero ¿por qué esto que parece ser tan lógico, ha causado tanto revuelo? Porque ha sido mostrado como una solución económica a los problemas de algunos países y, de manera particular, para el caso mexicano.
Previsibilidad La palabra “prever” pareciera estar emparentada con la palabra “destino”, pues ambas hacen alusión de algo que ha de suceder; no obstante, conlleva a “ver con anticipación algo”, al dejar a criterio del espectador tomar o no acción, a fin de alterar o no el resultado y romper con la idea de destino; pero ¿su alteración también podría ser el destino?
A lo largo de la historia, la producción y el consumo de un producto ha sido local, pero derivado de un incremento en la demanda, algunos de los insumos y condiciones necesarias para el productor fueron insuficientes o muy costosos, lo que ha llevado a reubicar la producción, particularmente, cuando estaba relacionado a los recursos y la mano de obra. Los que han optado por reubicar su producción, han evaluado la eficiencia, factibilidad y compatibilidad en locaciones cercanas a las originales.
1 Doctrina estadounidense cuasi providencial que promueve su visión y “misión regeneradora, libertaria, democrática y republicana sobre […] el mundo entero”. Juan A. Antonio y Medina, “Destino manifiesto. Sus razones históricas y su raíz teológica” en María Cristina González Ortiz y Alicia Mayer (edición), Obras de Juan A. Ortega y Medina, 2. Evangelización y destino (CDMX: Instituto de Investigaciones Históricas - UNAM, 2013), p. 624.
Eleni Pratsi, Composición No. 256, 2022. Cortesía de la artista. CA P I TE L | DE STI NO
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