Entrevista
Trabajo mata grilla Autor: Marisol Fernández Muñoz, Lucero Ivonne Peña Jiménez
L
| Fotografía: Federico Ríos Macías, Melisa Ortega Pérez
eticia Hernández Pérez pertenece al municipio de Santa Cruz Tlaxcala y desde su formación política se ha preparado en favor de las mujeres; tiene participando más de 20 años en la política. Es parte de las filas del Partido Acción Nacional, donde aprendió sus valores democráticos y civiles. Proviene de una familia grandísima, siendo ella la antepenúltima de quince hermanos, de los cuales viven once. En el seno de su familia aprendió la importancia de compartir, pues recuerda que las mesas eran enormes y las cazuelas de comida también; ante la situación complicada sus padres siempre tuvieron animales en casa. En su historial de familia recuerda que su padre era panadero. Su madre ha sido un gran apoyo para su caminar como funcionaria pública y madre. Esta mujer incursionó en la política por invitación de su ex marido. Al haber sufrido violencia doméstica es empática ante dicho tema con las mujeres. Considera necesario formarse en el tema del derecho, conocer a detalle leyes y ver de qué manera se puede ir reformando aquello que hace falta todavía en Tlaxcala en el tema legislativo. Hoy tiene un hijo arquitecto y su otro hijo está concluyendo en la UAT enseñanza de lenguas. Considera que la paridad no es moda, la igualdad no es moda y a los varones toca entender que las mujeres no llegan a competir con ellos, sino a procurar una sociedad incluyente. Cuando era niña ¿qué soñaba ser de grande? Me gustaba el campo, pero no era algo a lo que yo quería dedicarme. Mi padre siempre procuró fomentarme
que me preparara. Mi primer libro fue la Biblia de los niños y quedé fascinada con la lectura. Me gustaba estudiar, aprender, leer. De niña, mi padre veía que en el trabajo de una fábrica —era obrero— había mujeres empoderadas, independientes: eran las secretarias; estudié una carrera técnica en secretariado ejecutivo, mucho influyó mi padre en eso. También me decía que no era lo único que una mujer podía aspirar. Si bien me iba a casar, tener un esposo que me mantuviera, que eso no significara que me limitara. Si me veía leyendo, hablando, haciendo algo importante, no lo tenía claro en mi niñez, creo que en el camino fue como se dio el estar participando en política. ¿Es difícil ser mujer? Hoy menos que antes. Son los estereotipos lo que más ha dañado a las mujeres. El hecho de que solamente en el ámbito privado es donde se tendrían que desarrollar, aspirar, a ser buenas madres, buenas esposas y buenas amas de casa. Hay mujeres que son felices así y de verdad mis respetos y mi admiración, pero creo que también hay un gran grupo de mujeres que no aspiran solo a eso. Aspiran a estar en política, en las artes, a estar sirviendo en la sociedad civil. Admiro muchísimo a las activistas que tenemos en Tlaxcala, que se meten, estudian, proponen, luchan y creo que bajo ese contexto no sería difícil, pero en un contexto en donde prevalece el machismo, la misoginia, esos estereotipos de que las mujeres solamente deben estar para cuidar a los hijos, creo que mucho daño hace y eso lo hace difícil. Cuando hablamos de grupos vulnerables y nos 37