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Editorial
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Prospectiva (Ciencia y Agro) Los indispensables para una bioeconomía exitosa
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Ganadería
Tecnologías y procesos para optimizar la producción de forraje
Prospectiva (Ciencia y Agro) Los cultivos intercalados, ¿compiten o se benefician mutuamente?
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Prospectiva (Ciencia y Agro) Los genes apilados en el dilema de prevenir y/o retrasar la resistencia
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Prospectiva La soja puede rendir más
Ganadería Forrajeras nuevas: tecnologías en maquinarias y semillas
AC Los indicadores de una nutrición balanceada
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Nutrición Evidencias de respuesta a la nutrición balanceada de maíz en Bandera, Santiago del Estero
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Rem Cultivos de servicio en primera persona
Prospectiva La plataforma de Aapresid para las Agtech
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Plagas Oruga cogollera: lo último en recomendaciones de manejo
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Regionales Nuevas prácticas de manejo para un suelo sano
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Regionales Cultivos invernales y estratégicos para un sistema sustentable
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Regionales Sistemas mixtos y cultivos de servicio: todo en la misma juntada
Rem Sumando herramientas al manejo de malezas
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Rem Nueva herramienta para conocer la dinámica de emergencia de malezas
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Agenda
Editor Responsable: Ing. Alejandro Petek Redacción y Edición: Lic. Victoria Cappiello Colaboración: R. Belda, C. Buffarini, Ing. T. Coyos, Ing. F. Del Cantare, Ing. A. Donovan, G. Durando, Ing. A. Madias, Ing. M. Marzetti, Ing. T. Mata, Ing. S. Nocera, Ing. M. Rainaudo, Ing. L. Ventroni. Desarrollo de Recursos (Nexo): Ing. A. Clot, M. Morán, Lic. Rocío Ruíz. Diseño y Diagramación: Dg. Gabriela Leys.
Dorrego 1639 Piso 2 Of. a tel. 0341 426-0745/46 aapresid@aapresid.org.ar www.aapresid.org.ar La publicación de opiniones personales vertidas por colaboradores y entrevistados no implica que sean necesariamente compartidas por la dirección de Aapresid. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos sin la autorización expresa del editor.
editorial El Programa Internacional de Intercambio y Transferencia de Tecnología en Sistemas basados en Siembra Directa, es el programa más joven de la institución y está a punto de cumplir su primer año de vida. Aapresid promueve el crecimiento profesional y de líderes para la innovación, el cambio cultural y el desarrollo local de la comunidad que integramos. Esta cualidad no solo es apreciada localmente sino también internacionalmente. Uno de los objetivos del Programa es mantener este liderazgo, divulgar, promover y generar información para la introducción y/o adaptación de nuestro Sistema de Siembra Directa (SSD) en todos aquellos países que lo consideren conveniente y donde la Institución observe el potencial de aplicación. Lo mismo para ofrecer herramientas probadas en lo referido a conservación de suelos, uso eficiente del agua, cambio climático, seguridad agroalimentaria, agricultura familiar y de todas las escalas en general. Esta vinculación internacional data de los inicios de Aapresid, primero con los países vecinos, luego con la formación de la Confederación de Asociaciones Americanas para una Agricultura Sustentable (CAAPAS), invitaciones a eventos en forma permanente y actualmente en múltiples iniciativas globales. Con la convicción de poder generar una Marca Argentina, desde el Programa buscamos generar canales directos de comunicación con los entonces Ministerios de Agroindustria y Ambiente y Desarrollo Sustentable, y ahora con el Ministerio de Producción, sus Secretarías de Gobierno y también Cancillería. Estamos convencidos que la exportación de conocimiento es la puerta de acceso para todo lo que es maquinaria, biotecnología, insumos, servicios y procesos que Argentina está en condiciones de exportar. También aspiramos a alcanzar en un futuro próximo un posicionamiento diferencial basado en la trazabilidad que nos permiten las Certificaciones Aapresid. Hace aproximadamente dos años, tuvimos el honor de recibir y establecer contacto con el Banco Africano de Desarrollo (AfDB) para evaluar posibilidades de trabajo en conjunto. Hoy estamos trabajando en un proyecto de introducción del SSD en la República de Ghana, en el oeste africano, donde estamos llevando adelante 4 plots con cultivos de maíz y soja, con técnicos argentinos instalados allá y con el apoyo de las empresas Apache y Metalfor, que aportaron una sembradora y una pulverizadora respectivamente. Otras empresas como Agrometal y Super Walter también comprometieron su apoyo. Se abren nuevas oportunidades, el AfDB amplió la convocatoria de trabajo a Guinea y esperamos el año que viene poder tener nuevos campos pilotos para comenzar a ajustar nuestra tecnología en este país. Seguimos activos en nuestra participación en la Alianza Mundial por el Suelo de FAO, el programa 4x1000 del Gobierno Francés, la iniciativa de Naciones Unidas para la Neutralización de la Desertificación de los Suelos del Planeta, ISGA (Alianza Internacional de Productores de Soja), Alianza Global de Productores y la Alianza por la Ciencia. La posibilidad de participar en este tipo de iniciativas, nos facilita el protagonismo en diferentes espacios del mundo. Se suman también la Red Global de Agricultura de Conservación (GCAN) y en ocasión de la Presidencia Argentina del G20, la participación en Grupos de afinidad como así también en la evaluación de consulta de OCDE para la incorporación de Argentina, entre otros eventos. Con el compromiso de seguir fortaleciendo la sustentabilidad como faro en los sistemas de producción, inspirados en el espíritu generoso y colaborativo de nuestros pioneros, desde Aapresid seguimos abriendo fronteras a nivel global. Pilu Giraudo, Edgard Ramirez y Pedro Vigneau Programa Internacional Aapresid
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Prospectiva
Los indispensables para una bioeconomía exitosa Ciencia y Agro.
Por: Permingeat, H.
Políticas de innovación, mejoramiento vegetal, protección de la propiedad intelectual y diseño de estrategias a largo plazo, entre los elementos claves. Los desafíos que hoy enfrenta la humanidad, en particular la seguridad alimentaria y energética, la eficiencia en el uso de los recursos de las cadenas productivas y el cambio climático, son temas de discusión permanente. La bioeconomía puede aportar importantes elementos para enfrentar tales retos, como ya lo demuestran destacados desarrollos. El concepto de bioeconomía refiere al uso sostenible de biomasa renovable para generar una variedad de bioproductos, como alimentos, forrajes, fibras y combustibles a partir de los denominados cultivos 4F (food, feed, fiber and fuel, por sus siglas
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en inglés) y servicios ecosistémicos. En algunos casos, la biomasa no requiere ser cultivada, como sí sucede con los pastizales naturales o algunos bosques. En este contexto y para garantizar el éxito de la bioeconomía, se deben considerar ciertos aspectos que podrían concentrarse en la necesidad de generar políticas de innovación, fortalecer el mejoramiento de los cultivos 4F, la protección intelectual de los desarrollos y la programación de un horizonte más inteligente y sustentable para las generaciones siguientes. Todos estos temas se discuten en algunos artículos publicados recientemente en el número 40 de la revista New Biotechnology. A continuación, se comparte una síntesis de cuatro artículos:
La necesidad de generar políticas de innovación Schütte (2018) afirma que la transición a una economía de base biológica sólo tendrá éxito si se presta atención a la protección del medioambiente, el clima y la biodiversidad, y esto requiere de un diseño de políticas claras. El autor muestra el caso de Alemania, donde las políticas se articularon desde los Ministerios de Agricultura, Economía, Medio Ambiente y Asuntos Exteriores, y asignaron un presupuesto de investigación y desarrollo de 2.400 millones de euros en un período de 6 años. Esto impulsó el diseño de una estrategia nacional de política de bioeconomía y fue el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura el que estableció el marco normativo y legislativo desde el año 2013. Así, el direccionamiento de recursos hizo que la bioeconomía represente en pocos años un aumento de la creación de valor económico general en el sector agrícola y alimentario alemán, y más del 12% de los empleados trabajaron en el sector bioeconómico. Las actividades clásicas, como la producción de alimentos, el procesamiento y la comercialización, así como la producción de papel y la utilización de la ma-
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Prospectiva
dera, dominaron el sector manufacturero de la bioeconomía, aunque también creció el sector químico-industrial vinculado a los procesos biológicos. Esto último se conoce como “biologización”, pudiendo tomar formas muy diferentes en la práctica e incluir a todos los sectores económicos importantes: agricultura y silvicultura, productos químicos, productos farmacéuticos, energía, ingeniería mecánica, las industrias de alimentos y textiles, bienes de consumo e industrias de la construcción. La biologización brinda la oportunidad de aprovechar la eficiencia de la naturaleza con fines económicos. La consideración socioeconómica de la bioeconomía también se convirtió en un tema cada vez más importante en el transcurso de los años en Alemania, donde se están abordando cuestiones relacionadas en el marco de diversas medidas de financiación bajo el título “bioeconomía como cambio social”. El objetivo es establecer experiencia específica en investigación en el campo de las ciencias sociales, políticas y económicas para hacer frente a los procesos de transformación necesarios. Los resultados de esta investigación, a su vez, proporcionarán el marco para discutir procesos de cambio integrales con todas las partes interesadas. Es importante involucrar activamente a la sociedad en la formación de la bioeconomía y desarrollar nuevos instrumentos y métodos para este diálogo. Las preguntas fundamentales para potenciar este aspecto son: ¿Qué puede hacer la política y qué pueden hacer los gobiernos para el desarrollo de una bioeconomía sostenible a nivel mundial? y ¿Qué medidas son más adecuadas para fomentar la interacción entre la política, la ciencia, la industria y la sociedad?
El mejoramiento vegetal como pilar de la bioeconomía La biomasa, el sustrato de la bioeconomía, debe crecer adecuadamente frente a varios desafíos, incluidos los cambios ambientales y los cambios climáticos abrup-
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tos. Malyska y Jacobi (2018) sostienen que la innovación en el mejoramiento genético de los cultivos es la piedra angular del suministro sostenible de biomasa. La investigación y el desarrollo en este sector no solo tienen como objetivo proporcionar cultivos de alto rendimiento para maximizar la producción, sino que la I+D en este campo también permitirá obtener variedades de plantas altamente especializadas con características nuevas o mejoradas que se ajusten a aplicaciones específicas. La Plataforma Europea de Tecnología Vegetal identifica una serie de cuestiones clave que afectan al progreso de la bioeconomía y brinda una serie de recomendaciones para que Europa pueda abordar los grandes desafíos sociales de una manera inteligente y sostenible. Esta Plataforma describe tres aspectos cruciales: a) el reconocimiento del papel clave del sector de mejoramiento de plantas en la producción de materias primas de origen biológico; b) el desarrollo del conocimiento y las tecnologías, así como asegurar las infraestructuras de investigación en el campo de la mejora vegetal y áreas de investigación relacionadas; y c) el hecho de asegurar condiciones óptimas, incluido el marco legal y las consideraciones socioeconómicas de la mejora de cultivos. Estos autores describen el rol del fitomejoramiento en la bioeconomía y destacan que el mismo mejora la eficiencia en el uso y la administración de los recursos (nutrientes, suelo, tierra, etc.). Asimismo, mejora el rendimiento y permite asegurar cosechas confiables para una mayor capacidad de recuperación en entornos dinámicos (incluida la tolerancia al estrés abiótico en un clima cambiante); también mejora la salud de las plantas mediante la lucha contra las enfermedades prevalentes y la resistencia a ciertas plagas; y fortalece los esfuerzos para anticipar las enfermedades emergentes y para desarrollar plantas con una composi-
ción mejorada para la nutrición animal, reduciendo la huella ambiental.
Protección de la propiedad intelectual La propiedad intelectual hace referencia a las patentes que se pueden obtener como consecuencia del conocimiento generado. En investigación, lo habitual son las publicaciones y la mayoría de las universidades mencionan el objetivo de generar y difundir libremente el conocimiento a través de dichas publicaciones como parte de su misión. Al mismo tiempo, las carreras científicas también dependen de publicaciones y las patentes generalmente no son atractivas para este propósito. En este sentido, retrasar o demorar la publicación de información para patentar parece a primera vista estar en conflicto con dicho enfoque. Y muchos investigadores son reacios a incluir la generación y el manejo de la propiedad intelectual en sus actividades de investigación, y a cambiar el paradigma de que los resultados de la investigación académica no deben ser patentados y comercializados. Todo esto genera un dilema. Krauss y Kuttenkeuler (2018) opinan que, por malentendidos y desinformación con respecto a las leyes y procedimientos de propiedad intelectual, se pierde una gran parte de las grandes ideas e inventos generados en el entorno del sector académico y quedan sin explotar para la bioeconomía moderna. En contraste con la opinión de muchos investigadores, unirse adecuadamente a la bioeconomía basada en el conocimiento no requiere que un investigador se convierta en un abogado de patentes. Lo que se requiere es una conciencia básica de ciertas reglas legales que son relevantes y un “plan maestro” cuando se trata de la generación y manejo de la propiedad intelectual. Las patentes ofrecen el logro de un valor per se al conocimiento (invento y/o descubrimiento, según la legislación de los países) y por lo tanto, permiten una captura del valor luego de aplicar ese conocimiento. Al hablar de bioeconomía, la captura de
valor por patentes y licencias, y los aspectos de la propiedad intelectual son claves.
El destino de la bioeconomía: un futuro más inteligente y sostenible Dupont-Inglis y Borg (2018) hacen un análisis de los resultados de un programa de la Unión Europea para desarrollar la bioeconomía y que integra diferentes actores (académicos, industriales, productores, políticos, etc). Los autores concluyen que para prepararse para el futuro, se necesita un esfuerzo concertado para garantizar que se fundan las bases que se establecieron como resultado de esa primera estrategia de Bioeconomía de la UE. En este sentido, es necesario hacer una revisión completa de la estrategia actual y se necesita un enfoque de política transversal que involucre a todas las partes interesadas de la UE. Según afirman, durante muchos años la bioeconomía ha sido
un concepto difícil de abordar y existe una necesidad constante de generar nueva información y ejemplos para demostrar su progreso y su importancia para la vida cotidiana. Esto está mejorando, pero para que la bioeconomía futura sea verdaderamente inclusiva y atractiva para las próximas generaciones, se necesitará una mayor dedicación de recursos y compromiso. En el diálogo sobre el desarrollo de la bioeconomía, no siempre habrá acuerdo pero debería haber consenso sobre la necesidad de permitir a las generaciones futuras hacer frente a los desafíos que enfrentarán y tener suficiente comida, alimento, combustible, fibra (los cultivos 4F) y otros materiales para satisfacer sus necesidades sin comprometer el clima, el medioambiente o sus ecosistemas. Así y como consecuencia del desarrollo de la bioeconomía, se logrará mayor bienestar en la sociedad en un marco de sostenibilidad ambiental.
Referencias: Schütte G. (2018). What kind of innovation policy does the bioeconomy need?. New Biotechnology, 40: 82–86. Małyska A and Jacobi J. (2018). Plant breeding as the cornerstone of a sustainable bioeconomy. New Biotechnology, 40: 129–132 (2018) Krauss JB and Kuttenkeuler D. (2018). Intellectual property rights derived from academic research and their role in the modern bioeconomy – A guide for scientists. New Biotechnology, 40: 133–139. Dupont-Inglis J and Borg A. (2018). Destination bioeconomy – The path towards a smarter, more sustainable future. New Biotechnology, 40: 140–143
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Prospectiva
Los cultivos intercalados, ¿compiten o se benefician mutuamente? Una alternativa que presenta interacciones positivas, como la facilitación y complementariedad, frente a las interacciones negativas asociadas con la competencia de recursos.
Ciencia y Agro.
Por: Permingeat, H. Cuando en una misma parcela se siembran dos o más especies de cultivos que comparten la estación de crecimiento, se habla de cultivos intercalados. La complicación que puede implicar el manejo de sembrar dos o más cultivos simultáneamente en la misma parcela ofrece algunas ventajas que la hacen atractiva en determinadas ocasiones. Las interacciones positivas, como la facilitación y la complementariedad, pueden compensar algunas de las interacciones negativas asociadas con la competencia de
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recursos de plantas en sistemas multiespecies. La complementariedad resulta de la partición de nicho y la reducción de la competencia entre especies; mientras que la facilitación ocurre cuando las plantas vecinas mejoran el hábitat a través de la mitigación del estrés abiótico en tiempos de condiciones subóptimas. Asimismo, la complementariedad ocurre cuando especies funcionalmente diferentes, difieren en su adquisición de recursos en tiempo o espacio. El uso complementario de los recursos junto con las interacciones facilitadoras entre las especies, se ha citado como una razón por la cual las especies pueden coexistir. Además, favorece el crecimiento y maximiza la productividad en diversas comunidades de plantas naturales (Franco y col., 2018). A continuación, se describen tres artículos científicos con situaciones en las que se evalúan los cultivos intercalados con enfoques diferentes: uno con dos cultivos de producción y los otros dos con un cultivo de producción y otro de servicios. Du y col. (2018) analizan los sistemas de entre-cultivos practicados en China en sus distintas variantes desde épocas remotas (intercalado mixto, intercalado por hileras, intercalado por franjas e intercultivo por relevo) y consideran que éstos aumentaron la biodiversidad, la calidad del suelo, el secuestro de carbono y la eficiencia en el uso de la tierra; mejoraron la eficiencia del uso de nutrientes; y redujeron más la infección de patógenos en comparación con los sistemas de monocultivo continuo. Los autores plantean las ventajas de un
sistema intercalado maíz-soja, destacando que el maíz es un excelente socio para la soja. Esto se debe a que ambas especies poseen características complementarias y son cultivos de semillas termofílicas con temporadas de siembra similares. El maíz es un cultivo de fotosíntesis muy eficiente (fotosíntesis C4) que consume nitrógeno y ocupa un nicho ecológico relativamente más alto. Mientras que la soja es un cultivo de fotosíntesis menos eficiente (C3), fijador de nitrógeno, que ocupa un nicho ecológico relativamente más bajo. Estas características les permiten convivir armoniosamente. Por lo tanto, sugieren que se puede implementar un sistema de cultivo intercalado de maíz y soja en cualquier área del mundo donde se siembren ambos cultivos. Sobre la base de las tecnologías tradicionales de cultivos intercalados de soja, proponen un modelo moderno de maíz-soja de cultivos intercalados, basado en tres estrategias críticas: la expansión del espaciado entre filas de los cultivos intervinientes, la reducción del espaciado de plantas en las filas o surcos y la selección óptima de cultivares. Esta combinación, por los aportes de los cultivos, puede contribuir a balancear la productividad y la sustentabilidad. Otro enfoque sobre el intercalado de cultivos es el trabajo publicado por Noland y col. (2018), en el que se propone el intercalado de maíz con cultivos de servicio (CS). Los CS ofrecen ciertas ventajas claves, como la protección del suelo contra la erosión, la contribución a aumentar la materia orgánica del suelo, mejoran la estabilidad de los agregados y la retención de agua del suelo. Los CS se pueden intercalar con el maíz en pie, lo que permite un tiempo suficiente para establecerse antes del invierno, aunque el establecimiento exitoso de estos cultivos depende tanto del tiempo como del método de siembra. Por otro lado, la competencia por la radiación solar es a menudo un factor limitante en el establecimiento y la supervivencia de los CS intercalados. Estos deben sembrarse antes
del cierre del canopeo del cultivo principal, con suficiente anticipación para establecer raíces mientras la radiación solar sea suficiente y llegue a la superficie del suelo, pero lo suficientemente tarde como para evitar la competencia directa con el cultivo primario por el agua, los nutrientes y la radiación solar. Noland y col. (2018) observaron que los cultivos de servicio como el centeno y algunas leguminosas, se establecieron con éxito en la asociación con el maíz en la etapa que éste tenía siete hojas, sin afectar el rendimiento del mismo. Tampoco se vio afectado el rendimiento de una soja que siguió en la rotación. El centeno generó buena cantidad de biomasa como cultivo de servicio de primavera, con alta absorción de N, lo que dio como resultado un suelo de primavera con nivel más bajo de nitrato. El contenido de agua del suelo se redujo por el cultivo de centeno intercalado en situaciones de escasas precipitaciones de primavera. Los autores señalan como importante la terminación efectiva del cultivo de servicio para evitar la competencia con el cultivo de soja posterior. Por su parte, Guiducci y col. (2018) estudiaron la intercalación temporal de trigo y leguminosas con la terminación de las leguminosas a fines del invierno. En su estudio, realizado en un ámbito mediterráneo con inviernos fríos, compararon distintos tratamientos con diferentes patrones climáticos. En los cultivos intercalados temporales, observaron que todas las leguminosas mejoraron la disponibilidad de N en el trigo. El “efecto N” de las leguminosas para el trigo fue consistente a lo largo de los años y fue proporcional a la capacidad competitiva de las leguminosas. Cuanto mayor es la capacidad competitiva de las leguminosas, mayor es la acumulación de N antes de la terminación y más alta es la tasa de aprovechamiento de N por el trigo. Estos resultados demuestran que la fecha de terminación de leguminosas representa un factor clave que debe gestionarse cada
año para maximizar el suministro de N de leguminosas y prevenir la competencia excesiva, que podría comprometer el crecimiento y rendimiento del trigo. Tal modulación no se observó en cultivos intercalados permanentes, donde la competencia de leguminosas deprimió el rendimiento del grano de trigo. El N suministrado con la terminación de las leguminosas aumentó la acumulación de N del trigo durante el llenado del grano. Los autores destacan estos resultados que comparan cultivos intercalados temporales y permanentes de trigo con diferentes leguminosas y en diferentes temporadas. Asimismo, concluyen que el cultivo temporal parece ser una herramienta viable y eficiente para el manejo sostenible de la nutrición de N en el cultivo de trigo. Referencias: Du J.; Han T.; Gai J.; Yong T.; Sun X.; Wang X.; Yang F.; Liu J.; Shu K.; Liu W.; Yang W. (2018). Maize-soybean strip intercropping: Achieved a balance between high productivity and sustainability. Journal of Integrative Agriculture, 17: 747–754. Franco JG.., King S.R., and Volder A. (2018). Component crop physiology and water use efficiency in response to intercropping. European Journal of Agronomy, 93: 27–39. Guiducci M., Tosti G., Falcinelli B. & Benincasa P. (2018). Sustainable management of nitrogen nutrition in winter wheat through temporary intercropping with legumes. Agronomy for Sustainable Development, 38: art 31, pp 1-11. Noland R.L.; Wells M.S.; Sheaffer C.C.; Baker J.M.; Martinson K.L.; and Coulter J.A. (2018). Establishment and Function of Cover Crops Interseeded into Corn. Crop Sci, 58: 863–873.
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Prospectiva
Los genes apilados en el dilema de prevenir y/o retrasar la resistencia En ciertos casos, el apilamiento de genes modificados genéticamente, tiene el potencial de retrasar la evolución de la resistencia, pero no es la solución definitiva.
Ciencia y Agro.
Por: Magnelli, M.E. De la mano de la ingeniería genética, nuevas patentes y productos están disponibles en el mercado para atender, entre otras cosas, el dilema que ocasiona la resistencia de plagas y enfermedades. Si bien la combinación de genes modificados genéticamente contra la misma plaga objetivo se promueve como la solución, ¿en qué medida la biotecnología puede resolver el problema? Un artículo reciente de Gressel y colaboradores (2017), plantea el interrogante y propone ciertos criterios y prácticas para que el uso de genes apilados sea efectivo. En esta nota, se describen los puntos sobresalientes del trabajo. La resistencia y su evolución La capacidad de la naturaleza para adaptarse a diferentes prácticas de producción y eludir los nuevos métodos aplicados por los humanos para prevenir los daños de distintas plagas y enfermedades, no es nuevo. Las especies mejor adaptadas llenan el nicho agroecológico desocupado por los individuos diezmados que carecen de los genes necesarios para evolucionar. La presión de selección impartida por estrategias agronómicas devino en plagas que desarrollaron resistencia. Su evolución es especialmente rápida cuando los nuevos métodos son altamente efectivos y se usan como tácticas únicas en monocultivos. A nivel mundial, hoy nos enfrentamos con numerosos problemas. Hay 471 casos de malezas que desarrollaron resistencia a 160 herbicidas diferentes, identifica-
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dos en 66 países y abarcan 23 de los 26 sitios de acción de herbicidas conocidos. Las malas hierbas son la mayor amenaza para la seguridad alimentaria y los gastos en herbicidas son mayores que todos los demás productos fitosanitarios combinados. Además, muchos insectos también desarrollaron resistencia a los insecticidas y otras prácticas de control, lo que representa una amenaza significativa para la producción de cultivos. La tecnología ofrece una nueva generación de productos con genes apilados como una forma de manejar los casos existentes y futuros. Se estima que la resistencia podría retrasarse con apropiados genes modificados genéticamente apilados, junto con la inclusión de una diversidad de tácticas de gestión de plagas por parte de los productores. No obstante, se plantea el interrogante sobre si realmente estas nuevas pilas de genes genéticamente modificados pueden ser beneficiosas para el manejo de la resistencia. Esta solución funcionará si se usa preventivamente, pero cuando la resistencia evolucionó a un miembro de una pila, la resistencia podría desarrollarse para el segundo gen. Por lo tanto, cada pila se debe evaluar cuidadosamente por su efecto en el manejo de la resistencia a las plagas. Pilas genéticamente modificadas que serán efectivas para gestionar la resistencia Los desarrolladores de tecnologías de genes apilados promueven sus pilas de genes como útiles para el manejo de la resistencia posterior a la ocurrencia, así como para el retraso preventivo de la evolución de la resistencia a las plagas. La efectividad real de una nueva generación de productos que hoy ofrece el mercado, depende del modo de herencia de los alelos de resistencia en la población de plagas, la frecuencia de alelos de resistencia inicial y otros aspectos de la biología de plagas, como el comportamiento de
dispersión. El éxito de las pilas dependerá del cumplimiento de los siguientes criterios: Los “socios” de genes modificados (genéticamente) apilados deben dirigirse a la misma especie de plaga. Las especies de plagas objetivo deben ser susceptibles a, al menos, dos de los socios apilados. Los genes apilados deben estar en una construcción en tándem, para asegurar que los genes modificados genéticamente se hereden como genes unidos. Los genes asociados apilados deben expresarse sincrónicamente en los mismos tejidos. Por ejemplo, si un gen modificado genéticamente se expresa sólo en raíces para controlar gusanos de la raíz, y otro se expresa sólo en las hojas para controlar los escarabajos comedores de hojas, a pesar de tener dos construcciones, hay un solo producto genéticamente modificado en cada tejido y la resistencia puede evolucionar como si los rasgos no estuvieran apilados. Los productos genéticamente modificados de ambos socios deben tener una persistencia tisular similar. Si el cultivo es atacado por insectos o patógenos a lo largo de su ciclo de vida, o si surgen malezas problemáticas en diferentes momentos durante el crecimiento, los productos genéticos apilados que confieren resistencia deben tener la misma persistencia relativa en el cultivo. De lo contrario, se pierden las ventajas del apilamiento. Los productos genéticos efectivos no deben degradarse de la misma manera. Falta de resistencia cruzada a los genes modificados (genéticamente) presentes en una pila o a sus productos. Aunque los genes modificados genéticamente apilados deben ser efectivos contra la misma plaga, esto debe lograrse teniendo cada uno modos de acción únicos. Los herbicidas utilizados con los genes modificados (genéticamente) de
resistencia a herbicidas apilados deben tener persistencias relativas similares. Por ejemplo, los herbicidas glifosato y glufosinato tienen actividades residuales del suelo insignificantes, y básicamente trabajan solo en malezas que surgieron en el momento del tratamiento. Por lo tanto, la efectividad de estos herbicidas no persiste por mucho tiempo después de la aplicación y se cumple este criterio. Los criterios anteriores pueden parecer obvios cuando se leen, pero si la tecnología hoy disponible no cumple con alguno de ellos, ciertos genes apilados pueden no ser eficaces en el manejo de la resistencia a largo plazo. Aprender del pasado para no repetirlo La efectividad de estas pilas de genes depende de las decisiones que tomemos como productores agropecuarios. La gestión conveniente y simplista de las plagas y enfermedades, ilustrada por el manejo histórico de malezas, nos llevó al punto crítico donde hoy nos encontramos. Como ya se ha planteado, una sola estrategia no resuelve el problema de resistencia. El primer paso es reemplazar el concepto “control” por el de “manejo” y actuar en consecuencia. Para concluir, los autores afirman que el apilamiento de genes modificados genéticamente tiene el potencial de retrasar la evolución de la resistencia en algunos casos pero, incluso en las mejores circunstancias, el apilamiento no es el remedio infalible o la solución definitiva. Los cultivos genéticamente modificados necesitarán ser utilizados dentro de una estrategia más amplia de métodos integrados de manejo de plagas (MIP) para mejorar su sostenibilidad. Referencias: Gressel, J.; Gassmannb, A. and Owenc, M. How well will stacked transgenic pest/herbicide resistances delay pests from evolving resistance?. Pest Manag Sci 2017; 73: 22–34.
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Prospectiva
La soja puede rendir más Un trabajo de investigación demostró que en la región central de nuestro país es posible aumentar la producción de este cultivo hasta un 33%. Determinan qué factores optimizar para conseguirlo. Por: Roset, P. A. En un contexto en el que elevar la producción agrícola por unidad de superficie será clave para satisfacer la futura demanda de alimentos, llevar los rendimientos al máximo potencial para cada campo y región resulta una alternativa promiso-
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ria. Una investigación realizada en conjunto por las facultades de Agronomía de la UBA (FAUBA) y de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) detectó qué elementos del ambiente y del manejo agrícola permitirían incrementar hasta un 29% la productividad de la soja de primera y un 33% la de segunda en la región central de Argentina. “Este trabajo surgió de una inquietud de los productores del CREA Sur de Santa Fe, que año tras año venían detectando que los rendimientos de la soja no crecían. Cada campaña les costaba más subir la producción. Nosotros pensamos que una de las causas podía ser que estuvieran muy cerca del límite productivo de la región. Ellos sabían sus rindes reales, pero no cuán lejos estaban del máximo. Es decir, desconocían la brecha de rendimiento. Y eso es lo que tratamos de cuantificar en el estudio”, dijo Guido Di Mauro, docente de la cátedra de Cultivos Extensivos de la UNR. Los resultados de Di Mauro muestran que en la región central de Argentina todavía hay margen para aumentar los rindes de la soja en condiciones de secano. “Calculamos la brecha de rendimiento como la diferencia entre el rinde de cada lote respecto al máximo de ese año, en 22.500 lotes agrícolas entre 2003 y 2015. Encontramos que para la soja de primera,
la brecha promedio fue del 29%, mientras que para la de segunda fue del 33%. Es decir: en promedio, los productores están en un 71% y un 67%, respectivamente, de los máximos rendimientos registrados en esa zona”, explicó el investigador, cuyos resultados están publicados en la revista European Journal of Agronomy. Di Mauro, quien también es becario doctoral del Conicet, profundizó en las razones por las que muchos campos no alcanzaban los rindes máximos de esa región. “Los valores de brecha en los 22.500 lotes fueron muy variables. Por ejemplo, registramos desde 0% —o sea, lotes que sí habían alcanzado ese máximo— hasta 60%. Por eso decidimos estudiar cuáles eran las variables del ambiente o del manejo a las que estaban asociados”. “Para establecer el por qué de esa variabilidad usamos una técnica estadística llamada ‘árboles de regresión’ que nos permitió organizar los datos a partir de divisiones dicotómicas jerárquicas; justamente, como las ramas de un árbol. Así, establecimos que en soja de primera, la causa principal de ese 29% era la fecha de siembra: los lotes sembrados más temprano —antes del 25 de noviembre— tenían mayores rendimientos que los que se sembraban tardíamente. Luego, la segunda variable de manejo que encontra-
mos fue el cultivo antecesor: aquellos lotes que venían de maíz rendían más que los que venían de otros cultivos de verano”, afirmó el investigador. En el caso de la soja como segundo cultivo, Di Mauro señaló que la variable que más explicó la brecha fue la aplicación o no de fungicidas. “Vimos que esta práctica de manejo permitía diferenciar entre situaciones con altos y bajos rendimientos. En esta región es común usar fungicidas. De los 7.000 lotes de soja de segunda, sólo 1.800 no aplicaban y sus rindes eran más bajos”.
La brecha tiene un mapa “La región que estudiamos abarca el sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires, el sudeste de Córdoba y el ángulo noreste de La Pampa. Es una de las más productivas del país y del mundo. En este estrato de productores, los rindes promedio son de
3.800 kg/ha y techos superiores a los 5000 kg/ha en soja de primera. Eso resalta la importancia de este trabajo”, dijo Pablo Cipriotti, profesor Adjunto del Departamento de Métodos Cuantitativos y Sistemas de Información de la FAUBA. En este sentido, añadió: “Ahora no sólo sabemos la magnitud de la brecha y las variables que la explican, sino que también tenemos un mapa con esta información para toda la región”. Cipriotti, quien también es investigador Adjunto del Conicet, comentó que mapear la brecha para la soja como cultivo único permitió ver con claridad qué tipo de factores condicionan los rindes. “En este cultivo, existe una clara estructura en la variabilidad espacial de la brecha, donde se diferencian muy bien las áreas con valores entre 1015% de otras donde alcanza el 50-60% del rinde potencial. Ubicar esas brechas en el espacio permite indagar qué aspectos del manejo o del ambiente se pueden mejorar
en esas subregiones específicas”. En este escenario, el investigador resaltó que el estudio lleva un paso más allá al conocimiento previo en cuanto a las condiciones ambientales y, en especial, a las prácticas agronómicas asociadas con las variaciones en los rindes de la soja. “Esta información es crítica para que los productores tomen decisiones adecuadas y aumenten los rendimientos”.
Ciencia al servicio del rinde Di Mauro destacó la importancia de haber usado datos de la realidad para el trabajo: “Los datos que empleamos no son teóricos, son reales y posibles, ya que los mismos productores los midieron en sus campos. El techo de productividad al que arribamos fue producto de la información que ellos nos brindaron”. Fuente: Sobre la Tierra (SLT) - FAUBA.
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Prospectiva
La plataforma de Aapresid para las Agtech
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¿Qué es una startup? es una gran empresa en su etapa temprana; a diferencia de una Pyme, la Startup se basa en un negocio que será escalable más rápida y fácilmente, haciendo uso de tecnologías digitales. Estos actores adquieren cada vez más protagonismo en el agro, penetrando en los sistemas productivos e ingresando en el radar de inversionistas. El problema con las mismas, es que muchas son desarrolladas por emprendedores extra-agro (programadores, ingenieros electrónicos) y su mayor dificultad es la llegada al productor. Entendemos desde Aapresid que la visibilidad que puedan adquirir todas estas pequeñas compañías a través de nuestro sitio será muy valioso tanto para ellos como para la comunidad agropecuaria. Y es aquí donde surge otra gran propuesta de valor tanto para los desarrolladores de tecnologías como para los productores: el Testing Tecnológico...¿En qué consiste? Aapresid junto a especialistas en Ingeniería de procesos está desarrollando un protocolo de pruebas de usabilidad para Agtechs. Cualquier producto podrá acceder a este servicio. Aapresid está formando una red de testers (socios de Aapresid) a través de sus Regionales, de modo de que el mismo producto sea evaluado por muchos productores en simultáneo, y con una gran variabilidad de perfiles, sistemas productivos, climas y suelos. Desde la institución se desarrollará un informe sobre el producto con los resultados de la evaluación de los productores, identificando las fortalezas y puntos de posibles mejoras.
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En el mes de Noviembre se puso a disposición una nueva herramienta fundamental para acompañar la eficiencia y la productividad: la primer plataforma digital y mobile que reúne a empresas tecnológicas dedicadas al agro. En la actualidad, la oferta de digitalización en el agro en Argentina y en el mundo ha comenzado y se encuentra en expansión. Aquí es donde aparecen muchas de estas nuevas tecnologías, algunas de ellas presentadas en el 1er Congreso Nacional de Agtech en el marco de Sustentología, XXVI Congreso Aapresid, como el Blockchain, la Inteligencia Artificial y la Biotecnología. Todas ellas fueron desarrolladas para mejorar el proceso productivo a través del incremento del rendimiento de un cultivo, la disminución del impacto ambiental o la mejora en la eficiencia de transacciones, entre otros. Siguiendo esta línea, desde la institución se decidió generar un espacio exclusivo para las Agtech, formado por un equipo de socios comprometidos. “Estamos convencidos que la formación del ecosistema o red de los principales actores (startups, aceleradoras, instituciones, productores, academia, etc.) es el paso fundamental para la adopción de Agtech en Argentina”, especifica Martín Rainaudo, miembro de Prospectiva Aapresid. Desde Aapresid detectamos que tenemos una demanda entre nuestros socios por la innovación y la tecnología, y del otro lado tenemos una oferta muy diversa, desde startups hasta empresas multinacionales que incursionan en este rubro.
Este feedback será confidencial entre Aapresid y la startup o empresa, sin embargo los usuarios podrán identificar los productos que han sido testeados por Aapresid en la web a través de un logo. Este proceso en conclusión será beneficioso para los desarrolladores ya que reciben devoluciones a partir de un protocolo preparado por expertos y ejecutado por sus clientes; y a su vez los productores tendrán la oportunidad de vivir el aprendizaje y la implementación en primera persona, ratificando la mirada de la institución de trabajar en red y fomentar la innovación. Este servicio estará disponible a partir de Enero 2019. La misión de Aapresid Agtech es generar la relación más directa entre los productores y las variables agronómicas que deben controlarse durante todo el proceso productivo. Es por eso que Aapresid Agtech, se enfoca en generar un espacio digital ordenado y abierto para todo el público; donde se encuentren desarrolladores de tecnologías con productores y toda la comunidad agroalimentaria. Al momento ya se han sumado desarrolladores que ofrecen soluciones digitales para el monitoreo de plagas, riego, ambientación de lotes, entre otros.
www.agtech.org.ar Funcionará como un marketplace completamente abierto donde los desarrolladores de tecnologías, tanto startups como empresas, podrán cargar sus productos libremente. Los visitantes, por su parte, podrán encontrarlos categorizados por procesos productivos (ej. siembra, monitoreo de plagas, cosecha) y serán capaces de conocerlos, compararlos y adquirirlos. A su vez contará con los mejores foros de opinión y comentarios, para compartir experiencias de uso y ratificar que el conocimiento colaborativo es la herramienta más poderosa.
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Plagas
Oruga cogollera: lo último en recomendaciones de manejo Spodoptera frugiperda se convirtió en los últimos años en la principal amenaza para el cultivo de maíz. La incorporación de todas las herramientas disponibles de manejo, ayuda a retrasar el desarrollo de resistencia.
Por: Flores, F. INTA, EEA Marcos Juárez. flores.fernando@inta.gob.ar La oruga cogollera (Spodoptera frugiperda) es la principal plaga del cultivo de maíz en Argentina. Ataca a las plantas desde su emergencia hasta la formación de espigas en función de la latitud y fechas de siembra, y puede causar daños económicos de consideración. En los últimos años, la investigación se orientó al estudio del comportamiento de distintos eventos liberados al mercado y su performance frente a esta plaga en cuanto a porcentajes de control, movilidad larval y su efecto final sobre el rendimiento, tanto en híbridos genéticamente modificados como en materiales convencionales. La aparición de resistencia del “barrenador del tallo” (Diatraea saccharalis) en eventos bt, la principal plaga del cultivo
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de maíz en el pasado, nos debería haber alertado en cuanto a qué podría haber pasado de continuar con prácticas comunes con recetas preestablecidas y solo confiar en el comportamiento del evento para el manejo de plagas blanco. Y es que no pasó mucho tiempo para que la oruga cogollera escapara del efecto de distintos eventos genéticamente modificados. Hoy en día, las distintas empresas semilleras tratan de incorporar el evento Viptera a sus materiales ya que es el único en el que no se observan escapes de cogollera. El hecho de que un único evento genéticamente modificado se exponga en toda una gran superficie y en las distintas fechas de siembra, constituye una presión de selección para que cogollera escape al efecto de la toxina expresada por dicho evento en el corto plazo y su efecto se vea acelerado en el tiempo. Para que esto no ocurra, o para que el proceso de desarro-
llo de resistencia se demore, es necesario incorporar todas las herramientas disponibles de manejo. Cuanto más difícil se torne su control, mayores serán los costos y menores los ingresos, no solo para los productores sino para el país.
Cuantificación de daños Para la cuantificación de daño son muchos los factores que se deben tener en cuenta ya que los ataques en diferentes estados fenológicos o en maíces con diferente potencial de rendimiento, el efecto será diferente. De todas formas y tal como sucede con el cultivo de soja, en el que no se admite ningún tipo de daño, es necesario tener en cuenta la capacidad de tolerar el daño aún en una planta infestada con oruga presente. En algunos casos, esto llevó a considerar la no implementación de refugio ya que se cree que las pérdidas son cuantiosas.
La infestación de cogollero puede ocurrir desde emergencia del cultivo en función de la zona y fecha de siembra, situación común en el norte del país donde la utilización de tratamientos de semillas con efectividad hasta al menos 2-3 hojas debe ser considerada. En planteos en los que la infestación es previa a la emergencia del cultivo por lotes enmalezados, se recomienda la aplicación de insecticida para evitar que orugas con desarrollo considerable puedan atacar en este momento crítico en que se define el stand de plantas. Tal como ocurre con chinche de los cuernos, el daño producido ni bien emerge el maíz causa una defoliación que, sin matarla, puede ocasionar un retraso en el crecimiento. Si el daño persiste más allá de la segunda hoja desplegada, puede afectar el meristema y por lo tanto, producir la pérdida de la planta. Trabajos realizados en la década del ‘90 demostraron
que a partir de 3-4 hojas en adelante con infestaciones por posturas sobre las hojas, la pérdida de rendimiento oscila en torno al 15% por planta individual para materiales convencionales por cada vez que la planta fue atacada; de hecho puede llegar a valores del 45% de pérdida si se registran 3 ataques sobre la misma. Este valor de pérdida debe multiplicarse por la cantidad de plantas atacadas o el porcentaje de las mismas para un cálculo de pérdida total. Trabajos recientes mediante cuantificación de daño de plantas con orugas y considerando distintas posibilidades de plantas vecinas (sanas, dañadas sin orugas y dañadas con orugas), indican que con mayores potenciales de rendimiento, la pérdida individual se encuentra alrededor del 20% en relación a una planta sana. Teniendo en cuenta el análisis anterior, se llegaría como máximo a un 20% de pérdida de rendimiento en un lote si el 100% de plantas fueran infestadas, ya que este trabajo consideró la posible compensación de plantas vecinas. Existe poca información en cuanto a las pérdidas causadas debido al comportamiento errático de esta plaga que, bajo determinadas circunstancias, produce daño a nivel de suelo en plantas con buen desarrollo de caña luego de abundantes lluvias en la que sale del cogollo arrojándose al suelo o bajo una sequía intensa comportándose como barrenadora. Menos aún se conoce la pérdida causada a nivel de espiga, cuando las infestaciones ocurren en formación de estigmas o llenado de granos. Además, debido a su agresividad, podría causar un desplazamiento de la oruga de la espiga. Distinto es el caso de materiales genéticamente modificados, en los que si bien la oruga puede sobrevivir y causar un daño de consideración, la pérdida de rendimiento no es igual que la causada sobre un material convencional. Sobre un material MG, la pérdida individual por planta osciló en un 11% con larva sobreviviendo y haciendo daño por cada generación que se desarrolló sobre la misma. Teniendo en cuenta
el análisis realizado previamente, el mismo porcentaje de pérdida se daría a nivel de lote si se produjese un 100% de infestación. De todas formas y aunque dichos valores puedan o no justificar un tratamiento químico, superar valores del 13% de infestación indicaría un grado de evolución de la resistencia que debe considerarse.
Nivel de infestación según zona y fecha de siembra Una herramienta de manejo importante es conocer la posibilidad de infestación en función de las fechas de siembra y latitud ya que se pueden recomendar materiales de control parcial y disminuir inicialmente la presión de selección. Para aquellos lugares en los que las infestaciones son bajas en fechas de siembra temprana, no se deberían exponer materiales de buen comportamiento a cogollera ya que, por un lado, sería un gasto innecesario y por el otro, se expone la toxina de manera muy temprana a pocos individuos. En el año 2001, se evaluó en Reconquista la incidencia de cogollero en 3 fechas de siembra. Si bien los valores registrados sobre porcentaje de plantas con grado de severidad importante para fecha de siembra de septiembre no es alto, se registran daños desde el nacimiento, alcanzando valores del 40% de plantas dañadas a los 60 días desde la siembra. Para fecha de siembra de noviembre, ya se registran daños severos que llegan al 30% a la semana de emergidos y con valores del 70% a los 30 días. Para fecha siembra de diciembre, la presión de la plaga es parecida a lo que ocurre para fecha de siembra de noviembre a lo largo del ciclo del cultivo. En la misma localidad, en la campaña 2014/15, se registró un porcentaje de daño severo del 85 y 93% para plantas que se encontraban en V 6 para fechas de siembra de agosto y enero, respectivamente. En Rafaela, en el año 2014, se registró un 34% de plantas dañadas en un material convencional que se encontraba en V4 sembrado a mediados de diciembre y valores menores en materiales con distintos
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eventos genéticamente modificados. En la campaña 2014/15 para la misma localidad y fecha de siembra, los porcentajes de plantas con daño significativo fueron cercanos al 90%, encontrándose el maíz en V4 al momento de la evaluación. Similares valores se encontraron en esa localidad en la campaña 2016/17 para siembras de enero. En Marcos Juárez, en el año 2014 y para maíces en V4 sembrados a fin de septiembre, se registraron niveles de infestación a campo del 2,5 y 0,3% de plantas con orugas para un material convencional y MG, respectivamente. En la campaña 2017/18, a principios de noviembre, el nivel de infestación en un lote VT3Pro fue menor al 1% para un maíz que se encontraba en V4. Al evaluar materiales que no fueron genéticamente modificados y así evitar la interferencia del control proporcionado por la transgénesis, se registraron valores menores al 1% para maíces sembrados a principios de noviembre y que se encontraban con 6 hojas desplegadas. En maíces sembrados a fin de noviembre, el porcentaje de plantas con daño fue del 6% y solo en un 1% se constató la presencia de orugas a principios de enero. Cuando la fecha de siembra fue a mediados de diciembre, se registraron valores de infestación del 20% con presencia de orugas en maíces que se encontraban en V7 para fin de enero; y para lotes experimentales sembrados en enero, la infestación fue desde emergencia constatando valores hasta del 90% de plantas atacadas en V8 a mediados de febrero. Esto indica el momento de arribo de adultos según época del año y su correspondiente preferencia de oviposición en lotes con desarrollo fenológico menos avanzado. Conocer cuáles son los factores limitantes para la supervivencia de pupas invernales y los procesos de migración Norte-Sur, es fundamental para determinar a qué latitud los cultivos pueden ser afectados en siembras tempranas por generación local de insectos. Para ello, es requisito contar con trabajos de captura de adultos y saber cuáles son los factores de
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mortalidad de pupas a nivel de suelo (temperatura, controladores biológicos, etc.). En función de lo expuesto, se podría deducir que en Argentina los adultos de cogollera se dispersan a partir de la generación post-invernal, inician un proceso migratorio de Norte a Sur y su proceso inverso en el otoño. Dicha particularidad surge de inferir ese comportamiento tal como ocurre en Estados Unidos, donde en las zonas en la cuales su daño es intenso y posee las condiciones adecuadas para sobrevivir en el invierno -como es la península de la Florida-, inicia procesos migratorios hacia el norte del país, registrando el proceso inverso en el otoño. Según estudios sobre migración, Spodoptera tiene la capacidad de trasladarse hasta 480 km por generación y ser transportada por corrientes de aire a más de 80 m de altura. Siguiendo este análisis, la región en la que Spodoptera sobrevive en invierno en Estados Unidos, se encuentra entre los 25 y 29 grados de latitud Norte, que se corresponderían con las provincias de Chaco, Tucumán, sur de Salta, Santiago del Estero y norte de Santa Fe, correspondientes al Hemisferio Sur. El desafío que surge es saber discriminar a latitudes mayores, si las infestaciones que ocurren son producto de procesos de migración, generación post-invernal o ambos. Entre los factores limitantes para la supervivencia de pupas a nivel de suelo, se encuentra la temperatura hasta los 10 cm de profundidad, ya que las larvas se entierran para empupar entre 2-8 cm, con los mayores valores en invierno. La bibliografía cita que cuando la temperatura a nivel de suelo y durante un tiempo prolongado se encuentre cercana a los 10 °C, constituye un factor de mortalidad importante y, por lo tanto, disminuye de manera significativa la generación de adultos a nivel local. A modo de ejemplo, para el mes de julio de 2018 se registraron en Marcos Juárez temperaturas alrededor de los 10 °C durante más de 20 días. Menos conocidos aún son otros factores de mortalidad como el control biológico,
entre los que se destacan las hormigas y los entomopatógenos a nivel de suelo, como pueden ser los nematodos, hongos y bacterias.
Comportamiento de diferentes eventos genéticamente modificados Desde la liberación de los primeros eventos genéticamente modificados, se publicaron numerosos trabajos acerca del comportamiento de los mismos y la posibilidad de que alguna de las plagas blanco desarrolle resistencia. Sin embargo, la mayor cantidad de estos trabajos se realizaron en los últimos años a partir de indicios de que este proceso evolutivo se estaba desarrollando. En el año 2008, se realizó en Santiago del Estero una evaluación de eficacia para el control de cogollero sobre material HX que porta la proteína Cry1F, tres años posteriores a la liberación de dicho evento al mercado y constatando una supervivencia del 1,5% de larvas grandes. En el año 2014, en Marcos Juárez, no se encontraron diferencias significativas en cuanto al daño registrado al infestar artificialmente materiales Hx y convencionales. En la campaña 2014/15, en Rafaela, no se observan diferencias en cuanto al porcentaje de plantas con daño mayor/igual a 3 en la Escala de Davis cuando se comparó material convencional y Hx en ensayos a campo. En Reconquista para la misma campaña, no se observaron diferencias en cuanto al grado de severidad alcanzado entre materiales convencionales y Hx en diferentes fechas de siembra. Finalmente, el grupo de trabajo Dow-Dupont caracterizó la evolución de la resistencia de cogollera a esta toxina en el año 2018. En Rafaela, para materiales MG en la campaña 2013/14, los valores de porcentaje de daño difieren del testigo y alcanzan el 15 y 34%, respectivamente, en infestaciones a campo. En la campaña siguiente, en la misma localidad, los valores aumentaron al 50 y 90% de infestación en mate-
rial MG y convencional, respectivamente, para una fecha de siembra tardía. Para la campaña 2016/17 los valores encontrados sobre daño de cogollero igual o mayor a 3 en escala Davis difieren entre MG y Testigo en estado V5, y alcanzan valores del 65 y 90% para evaluación a campo de materiales sembrados en enero. Para Reconquista, en la campaña 2014/15, el porcentaje de plantas con daño severo fue del 37 y 85% para materiales MG y convencional, respectivamente, en fecha de siembra temprana encontrándose diferencias significativas; y del 84 y 93% para fecha de siembra tardía sin diferencias entre los materiales. En 2014, en ensayos de infestación artificial para Marcos Juarez, el % de supervivencia de orugas colocadas en materiales MG y convencional difieren significativamente. En la campaña 2014/15, los valores encontrados como porcentaje de plantas
con daño 3 o superior según Davis fueron del 11 y 20 en material MG y Convencional; y del 85 y 95%, respectivamente para la campaña 2016/17. Al evaluar materiales VT3Pro, los resultados demostraron una supervivencia del 1,8% de orugas en ensayos de infestación artificial en Marcos Juárez en el año 2014. Para la campaña 2014/15, evaluaciones en Reconquista mostraron valores de daño severo en plantas del 6 y 42% para fechas de siembra temprana y tardía, cuando el testigo alcanzó valores del 85 y 93%, respectivamente. En la misma campaña pero en Rafaela, el % de plantas con daño severo fue del 5%, cuando el testigo alcanzó valores del 88%. Para la campaña 2016/17, bajo la misma evaluación, se registraron valores del 24 y 89%. De lo expuesto anteriormente, surge hacer un análisis de manera global y otro particular. Por un lado, independientemente
de las toxinas presentes o de los eventos evaluados, se observa un aumento del nivel de daño a lo largo de los años, en algunos eventos más marcados que en otros. Esta situación, en algunos casos, implicó que no se comercializara más la toxina de manera simple sino apilada con otras de mejor comportamiento. Por otro lado, para una misma fecha de siembra, los niveles de daño son mayores en latitudes menores y dicha expresión aumenta en la medida que la fecha de siembra se retrasa. Por último, se destaca que el comportamiento de los materiales de manera independiente se ve influenciado por el nivel de infestación de la zona y éste, a su vez, por la fecha de siembra. Esto refiere a que para una misma localidad, las diferencias de severidad de daño se achican con respecto al testigo y aumenta el % de plantas con daño intenso de manera significativa. Esto puede deberse a que el comporta-
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miento de los eventos esté influido por factores densodependientes.
Control químico La tecnología de aplicación es directamente responsable de la correcta colocación del producto fitosanitario en el blanco, en cantidad necesaria, de forma económica y con mínima contaminación ambiental, lo que requiere del conocimiento biológico de la plaga. En los últimos años, se han registrado diferentes productos fitosanitarios para el control de cogollero con un rango de dosis variable que debe ajustarse a diferentes niveles de infestación. Pocos trabajos están enfocados a determinar cuál es el horario del día en el que no solo se tengan en cuenta las condiciones ambientales para la aplicación sino también las características de comportamiento de la plaga. Estudios de comportamiento y control químico en Brasil indican que las orugas abandonan los lugares de refugio durante la noche para alimentarse de otras partes o eventualmente desplazarse. Esto las expone al efecto de contacto directo o por deposición de producto al que no estarían expuestas con el tapón de aserrín que las protege. Además, la tecnología de aplicación en cuanto a características de la gota, condición ambiental y el uso de coadyuvantes, puede ser determinante para maximizar las eficacias de control. En Brasil demostraron que la eficacia de control está altamente influenciada por el horario de aplicación, alcanzando valores del 98, 94, 76, 22, 46, 88 a las 48 hs. de aplicado, cuando las mismas se realizaron a las 00, 04, 08, 12, 16 y 20 hs., respectivamente, y utilizando metomil como insecticida. Otro trabajo realizado con novaluron, metomil y clorpirifos, mostró un aumento en la eficacia -independientemente del producto- cuando se aplicó a las 06 y 20 hs., en relación a haberlo aplicado a las 11 o 16 hs. El mismo trabajo indica que si la aplicación es localizada, o sea, de corresponder la distancia entre pi-
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cos y la distancia entre hileras, la eficacia de control mejora en relación a la aplicación de cobertura total. El mismo trabajo indica que el agregado de coadyuvante, sea surfactante o aceite, aumenta el mojado y/o diámetro de gotas depositadas y favorece su distribución si las condiciones de aplicación no son las ideales. Estos resultados confirman que es fundamental considerar el comportamiento del insecto como factor para obtener calidad y eficacia en la aplicación. La explicación de este resultado es debido a que las orugas son sensibles a la exposición solar, y la estructura del cogollo y su taponamiento por defecación le sirven de refugio.
Manejo Integrado Ya es conocida la obligatoriedad en el cumplimiento de siembra de refugio como parte del Manejo Integrado de lepidópteros plaga. La siembra de refugio y su manejo adecuado es fundamental para el retraso en la evolución de la resistencia. Por lo tanto, integrar los conceptos explicados en este artículo con otros que escapan al mismo, es fundamental para minimizar sus efectos negativos y perturbar menos el ambiente en el que se desarrollan los cultivos. Conocer las fechas probables de infestación para cada zona es fundamental ya que la secuencia de información a través de los años permiten dar mejores recomendaciones de manejo para minimizar los efectos negativos de la plaga. Además, disminuye la presión de selección a insecticidas y productos genéticamente modificados, y perturba de la menor forma posible el agroecosistema con la elección de productos fitosanitarios de mejor perfil ecotoxicológico y ambiental. Para las zonas en las que la posibilidad de daño ocurre desde implantación, la necesidad de aplicación previa a la siembra si ocurre una infestación importante en malezas y el tratamiento de semillas, son aspectos a considerar. Para latitudes en las que la presión de la plaga no es importante al nacimiento,
la elección de eventos de control parcial puede ser una opción adecuada, además de no exponer eventos de probada eficacia actual al proceso de selección desde etapas muy tempranas. En aquellas zonas en las que las infestaciones generalmente ocurren en maíces tardíos, la elección de los eventos debe realizarse en función de los niveles de infestación probables según fecha de siembra. Ante la necesidad de control químico, es fundamental tener en cuenta aspectos de comportamiento de la plaga como así también características técnicas de pulverización para maximizar la eficacia. Bibliografía Balbi, E.; Flores, F.; y Maury, M. Monitoreo de la oruga cogollera en cultivos de maíz. Campaña 2017/18. https://inta.gob. ar/sites/default/files/inta_maiz_cogollera_mj1718.pdf. Chandrasena, Desmi I., et al. “Characterization of field‐evolved resistance to Bacillus thuringiensis‐derived Cry1F δ‐ endotoxin in Spodoptera frugiperda populations from Argentina.” Pest management science 74.3 (2018): 746-754. Flores, F. y E. Balbi. Evaluación del daño de oruga militar Spodoptera frugiperda en diferentes híbridos comerciales de maíz transgénico. Informe de actualización Técnica Nº 31. Maíz-Actualización 2014. INTA Marcos Juárez. 2014. Flores, F.; Balbi, E. Oruga cogollera: abordaje de la problemática y recomendaciones de manejo. https://inta.gob.ar/sites/ default/files/ inta_maiz_orugacogollera_ mj17.pdf. 2017. Grimi, D.A., et al. “Field‐evolved resistance to Bt maize in sugarcane borer (Diatraea saccharalis) in Argentina.” Pest management science 74.4 (2018): 905-913. Hoog, d. B.; Pitre, H. N. and R. Anderson. Assessment of Early-Season Phenology of fall Armyworm (Lepidoptera: Noctuidae) in Mississippi. Environm. Entomol.11: 705710 (1982). Igarzabal, D. A. Cogollero del maíz y
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Regionales
Nuevas prácticas de manejo para un suelo sano
La Regional Bahía Blanca llevó adelante dos actividades que ya son tradición en su agenda anual: la jornada UPA y el encuentro en el Hogar Funke. El suelo fue el gran protagonista en ambas citas.
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Este año confluyeron dos manifestaciones típicas de la Regional Bahía Blanca: la Jornada Un productor en Acción (UPA) y el tradicional encuentro en las instalaciones del Hogar Funke. La primera fue abierta al público y se llevó a cabo en la Asociación Rural de Tornquist donde se dieron cita 120 personas, entre productores, técnicos y alumnos avanzados de escuelas agrotécnicas de la zona. ‘¿Por qué pensar en cultivos de servicio? Contribuciones y conflictos de su inclusión en los sistemas productivos’, fue el título de la charla que dio Alberto Quiroga (INTA Anguil). En ella, afirmó que los cultivos de servicio se utilizan para solucionar problemas productivos. “Hay más de 20 razones por las que lo productores hacen cultivos de servicio”, aclaró y dio algunos ejemplos. Primero, comparó la densificación de los suelos con un radiador tapado. El especia-
Integrantes de la Regional Bahía Blanca que organizaron y participaron de las jornadas.
lista explicó que los poros que las raíces necesitan para crecer son los mismos por los que ingresa el agua. Entonces, cuando hay poca macroporosidad en el suelo, estos se tapan, el agua no puede ingresar y las raíces no pueden explorar el suelo. Esto se puede solucionar, por ejemplo, introduciendo un cultivo de servicio como el centeno que funciona para mejorar la porosidad del suelo y la infiltración. Sin embargo, hay que tener en cuenta que para que el centeno “destape”, tiene que llegar a un estado de formación de espiga. Esto permite que absorba los nutrientes pensados para el cultivo que sigue; por lo que al sembrar sobre ese centeno, hay que sumar N. Ante la pregunta de si se podía usar vicia para evitar la pérdida de nutrientes, Quiroga aclaró: “El tema de la vicia es que se va rápido. El efecto químico es bueno pero el físico es prácticamente nulo. Para
destapar el “radiador” necesitamos una planta que tenga una relación Carbono-Nitrógeno alta, por eso al centeno no lo podemos secar antes. La vicia, como es una leguminosa, si uno la seca, desaparecen los residuos rápidamente”. Para esto propuso combinar centeno y vicia, usar el centeno para que destape y luego dejar la vicia para que fije N. “Al cambio climático se le suma la degradación del suelo. A pesar del aumento de las precipitaciones, hay dificultades en la infiltración de agua en el mismo. El CS puede ayudar un poco pero no soluciona el problema. Tal vez haya que volver a incorporar pasturas a más rotaciones. La siembra directa por sí sola no anda, es necesario aplicar rotaciones”, remarcó. En esta línea, mostró un estudio realizado desde INTA que demuestra que los CS son buenos para la infiltración, el movimiento de agua y desarrollo radical en comparación con un cultivo anual. “Empezamos a medir una rotación de 8 años y, en ese tiempo cuantificando, las raíces presentes en un metro de profundidad, lo que nos dio prácticamente 150 toneladas de raíces/ha, que son las que mantienen el ‘radiador destapado’. Cuando a la rotación le sacamos las pasturas perennes y lo reemplazamos por cultivos anuales, aun con sistema mixto, se baja a 100 toneladas de raíces/ha. Si a este esquema le sacamos los verdeos, algunos trigos y los de invierno, estamos en 48 toneladas de raíces/ha”, explicó.
Sin embargo, a veces no alcanza con usar CS. “En el caso de los suelos que comienzan a encharcarse, necesitan más que un CS debido a que este ayuda a mejorar la captación del agua pero no devuelve con eficiencia el agua que sí saca la raíz del perfil. Si el agua no entra pareja en el lote, hay problemas de distribución, se generan manchones de malezas y éstas se hacen fuertes ahí donde el agua no entra. También quedan lugares donde el N sobra y en otros donde falta, sectores listos para cosechar y otros no”, aclaró. Respecto a los costos de aplicar CS, Quiroga comentó que este se paga a sí mismo y que se ahorra en nutrientes, y ejemplificó que en su caso la soja le rindió 600 kg más. De esta forma, el ahorro está en el sistema de producción. A modo de conclusión, esbozó una alternativa interesante para planteos mixtos: realizar maíces diferidos o para silos con avenas voleadas para que el lote no se quede sin cobertura. A su vez, aconsejó que en el caso de querer aplicar CS, primero se debe revisar la rotación para ver si puede mejorar ahí, y después evaluar si se necesita un cultivo de servicio; y en caso afirmativo, definir cuál. “Hay que tener muy claro el problema para el tratamiento. Si es la primera vez que se hacen cultivos, aconsejo probar con una franja y no hacer todas las hectáreas”, finalizó. El segundo en tomar la palabra fue Sandro Raspo quien habló sobre ‘Sistemas bio integrados, una visión distinta en la
re evolución de los sistemas de producción’. Durante su exposición, apuntó a los cultivos de servicio y se preguntó acerca de cómo los usamos y sembramos, cómo gestionar el ambiente y cómo integrar nuestra producción agrícola ganadera en todo el sistema. “Hasta 1996 teníamos campos mixtos con producciones agrícolas y ganaderas encajonadas cada una por su lado: 4 años de pastura y 4 años de agricultura, fijos en el sistema. Esto nos daba un 47% de raíces vivas permanentes y 53% de raíces vivas estacionales. A partir de la agriculturización industrial y protocolizada sin pastura, estos porcentajes variaron a 17% raíces vivas permanentes y 83% raíces vivas estacionales”, explicó. En 2003 empezaron a descubrir un suelo compacto, con una estructura lasciva sin vida, semejante a un cascote que había perdido la macro porosidad y generaba una mala distribución de agua. En la búsqueda de una solución a estos problemas, probaron aplicar Cultivos de Servicio e integrar los sistemas: “Empezamos con avena y fuimos incorporando vicia y centeno. En 2015, empezamos a trabajar con brassica y ahí empezamos a ver vicia villosa, trébol persa y trébol Alejandría. Además, ajustamos tecnología”, detalló. Además, desde hace tres años empezaron a mezclar especies, cultivos multiespecies, para aumentar la diversidad, romper estructuras laminares, acumular carbono, fijar N, mejorar la gestión ambiental y si-
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Exitosa convocatoria en ambas propuestas donde se mostraron ensayos y se intercambiaron experiencias.
mular las empastadas ganaderas. En cuanto al método de siembra, el especialista contó que usa sembradora Altina para distribuir de forma aleatoria las semillas. El control biológico de malezas es importante y el cubo del suelo está perfectamente ocupado por todas las raíces. En este sentido, los CS controlan malezas por competencia de agua, luz y nutrientes, y por interferencia de radiación y temperatura. En el caso de la vicia, tiene la ventaja de entrampar las malezas porque cuando se siembra con Altina no se aplican herbicidas. Respecto a la gestión ambiental en los cultivos de servicio, Raspo se refirió al rolado que se debe realizar al finalizar el ciclo de CS. A veces, directamente no finaliza el ciclo y siembra en verde. Sin embargo, hay que tener cuidado con la avena porque no responde al rolado y rebrota. En relación a cuándo cortar el cultivo, explicó: “Si el almacenaje de agua del suelo a profundidad efectivo es menor a 70/80 mm, dejo el CS y busco armar gran cantidad de materia seca en el suelo para formar cobertura. En cambio, si tengo más almacenaje de agua del suelo a profundidad efectiva, lo corto antes para que almacene buena cantidad de agua”. Esto también depende para qué se quiere el CS. En cuanto a los costos de hacer CS, Raspo explicó que se gasta 40 dólares más que un barbecho largo pero los beneficios
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son el aumento en la eficiencia en control de malezas por competencia de recursos, un 90% contra un 70% usando barbecho. Con respecto a cómo bio integrar el sistema con la ganadería, el especialistas detalló que pastorea sí o sí los CS teniendo en cuenta para eso la carga animal, el volumen de residuo en superficie, el tipo de animal y la humedad del suelo. Asimismo, alertó que hay que tener cuidado con el sobre pastoreo porque genera riesgo de planchado. “Si al rinde de la soja le sumo el equivalente en kg de soja sacado en kg de carne, le saco 400 kg más por campaña”, aclaró en referencia a los beneficios de esta integración. Los CS tienen un uso ganadero temporal que se diferencia del verdeo que se siembra con el objetivo de dar de comer. En cambio, el CS se siembra con un objetivo concreto y se le saca una comida como un extra. Como conclusión, aconsejó a los productores que no hayan realizado CS, empezar por centeno que es más fácil porque resiste el frío y tiene buenas raíces. También se puede comenzar con vicia pero esta debe estar doblemente inoculada. Una vez que se hayan hecho los ajustes y quieran hacer multicultivos, recomendó ir mezclando uno o dos para probar. Jornada interna Funke Este año se cumplieron 20 años ininterrumpidos del primer evento en Funke,
que tuvo lugar en 1998. Estos encuentros exclusivos para socios de la Regional no solo han servido para capacitaciones, sino que han ido forjando el compromiso de los miembros de la Regional con investigaciones y ensayos, transformándolos en agentes del conocimiento aplicado al quehacer productivo. En esta oportunidad, disertaron ingenieros agrónomos especializados en suelo, producción animal y cultivos de servicio. Ileana Frasier, es doctora en Agronomía y se desempeña como investigadora en el Grupo de Suelos y Gestión del agua en INTA Anguil, La Pampa. La especialista abordó la dinámica de C y N en CS como base para entender combinaciones de especies en función de los objetivos. Los temas tratados bien pueden ser una guía de contenidos a tener en cuenta ya que, más allá del propósito del CS, C y N son un fondo continuo a tener siempre en cuenta. Así, descomposición de residuos, sincronización y manejo de residuos, captura de C y FBN, contribución de raíces, raíces en secuencia y microorganismos son las vías para lograr una atención exhaustiva. “Cultivos de Servicio: ¿Para qué los queremos?”, fue el nombre de la charla de Alberto Quiroga, quien abordó el escenario de los CS como la necesidad de tener en cuenta las cuestiones en tensión. No es común este tipo de enfoques como reflexión previa a la acción pero es como se presenta en la realidad y es mejor no ser sorprendido. Va desde la advertencia de procesos (Ej. formación de macroporos) a lo circunstancial – criterio de insumos (Ej. fijación de N). El esclarecimiento de procesos e insumos permiten ordenarnos para el diseño y la acción. Luis Wall, doctor en Ciencias Bioquímicas e investigador del Conicet, habló sobre “La Biología del Suelo y la Agricultura”. En Funke, se lleva adelante un ensayo comparativo Convencional – Siembra Directa desde hace más de 25 años. Este lugar es llamado MH (Monumento Histórico) y el equipo de Wall tiene varias líneas de in-
vestigación. En esta oportunidad, la charla se basó en los datos y conclusiones de tales investigaciones. Así, la batería de estudios permitió establecer ciertas conclusiones, entre las que destacó: el manejo mecánico afecta las comunidades microbianas; frente a una perturbación, la genética del suelo se reacomoda y modifica las comunidades microbianas; el manejo mecánico podría aumentar la emisión de gases efecto invernadero, entre otras. “Alimentación: claves para un mejor aprovechamiento” fue el título de la charla a cargo de la Ing. Agr. Josefina Marinissen. La especialista centró su exposición en el manejo de recursos forrajeros y la oportunidad de la provisión de proteínas, energía y núcleos en ambientes adecuados apuntados a estar muy atentos a los momentos de pastoreo. A modo de cierre, Bernardo Romano, Ing. Agr., productor y socio Aapresid, contó sobre su experiencia en intensificación de la rotación con CS en campos de terceros y brindó información práctica resultante del diseño de las rotaciones con CS y el manejo de los resultados económicos. Asimismo, mencionó las maquinarias utilizadas para dominar los CS al salir a las siembras siguientes -rolos, etc.- y mostró información de disminución de productos fitosanitarios y sus consiguientes impactos económicos y ambientales.
Si hay un valor sustancial con el que cuenta Aapresid, es su comprensión de la heterogeneidad y la localía. Resulta muy complejo interesarse por aquello que tenemos lejos: porque no lo comprendemos, porque no nos afecta de manera directa, porque enfocamos nuestra energía y nuestro tiempo en lo inmediato. Es inevitable. Intentar lo opuesto sería casi utópico. Pero cuando un grupo de chacareros se reúnen, comparten y debaten sobre sus dificultades, cuando se incorpora la familia, o cuando nuestro vecino ya no es solo aquel que saludamos ocasionalmente, sino que es con quien avanzamos al compartir el conocimiento, reunirse se convierte en unirse. Probablemente sea esto lo que define a nuestra Regional Bahía Blanca: un grupo heterogéneo en el que jóvenes y no tan jóvenes, hombres y mujeres, propiedades grandes y pequeñas, tienen un espacio para pensar, debatir y aprender de los fracasos y alegrarse con los logros. Las diferentes formas de abordar un problema, las distintas miradas, nos enriquecen porque compartimos la misma visión, sabemos hacia dónde vamos: producción, optimización, sustentabilidad, conservacionismo. Si no sabemos, preguntamos; si fracasamos, averiguamos por qué; si nos critican, tratamos de ver qué hicimos mal: no hay ciencia sin pensamiento crítico. Y cuando nos encontramos con otras regionales, descubrimos otro mundo, con sus propios problemas. Esto es para nosotros como viajar y volver con ideas diferentes. Ello nos permite trabajar con otra forma de pensamiento, el pensamiento creativo, porque no se trata de copiar, sino de adaptar aquello que es factible. La Regional es un lugar de encuentro, en todo el sentido de la palabra, donde no faltan ni el mate, ni los resultados de un ensayo; ni el asado ni la computadora, para ser cada vez mejores, para que todos seamos cada vez mejores, porque, como bien se ha dicho: nunca sabemos tanto como lo que sabemos juntos.
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Cultivos invernales y estratĂŠgicos para un sistema sustentable
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Una jornada a campo que abordó aspectos como nutrición, manejo integrado de enfermedades y de malezas, y nuevas tecnologías. Con gran convocatoria, se realizó el 3 de octubre una jornada a campo organizada por la Regional Aapresid Bragado-Chivilcoy. Martín Marzetti, Agustín Rocha, Julián Muguerza e Ignacio Alzueta brindaron destacadas conferencias con el fin de que los productores presentes se lleven herramientas para alcanzar competitividad en los sistemas agrícolas. El cierre estuvo a cargo de Alzueta junto a Bernardo Romano.
Nutrición en cultivos invernales
“Respecto a la fertilización con N, no hay diferencias en lo que atañe al rinde, ya sea que apliquemos todo a la siembra o 70% a la siembra y 30% en macollaje. Sin embargo, sí se ven diferencias en calidad de grano”, argumentó el Ing. Agr. Ignacio Alzueta. Es que desde la floración a madurez fisiológica, la proteína en grano tiende a disminuir. “Hay casos muy particulares en los que puede aumentar. Por ejemplo, cuando ocurre un estrés durante el llenado, el grano queda más chico y el porcentaje de proteína suele incrementarse”, explicó el GTD de la Chacra Bragado-Chivilcoy. El nivel de N de las espigas tiene relación directa con el nivel de proteína que tendrán luego los granos. El N lo obtienen fundamentalmente de la re movilización de la planta durante el llenado y de lo que puedan absorber durante ese periodo desde el suelo. Por este motivo, aplicar fertilizante foliar en floración aumenta los niveles de proteína en grano.
Romano y Alzueta explicaron los beneficios de los cultivos de servicio en el sistema de producción.
Protección en trigo
El Ing. Agr. Agustín Rocha (Aapresid-Mycai-CIMA) se explayó sobre la importancia del manejo integrado y monitoreo de las enfermedades en relación al trigo. “Cuando tenemos que tomar una decisión a la hora de aplicar un fungicida para controlar enfermedades en trigo, se debe tener en cuenta el patógeno, el cultivo y el ambiente”, afirmó. A estas tres patas fundamentales, se debe sumar una cuarta que es el productor. El perfil de cada uno, suele incidir en las decisiones económicas ya que no todos están dispuestos a gastar, además de cuestiones logísticas, que también influyen a la hora de tomar decisiones de aplicación. Entre las ventajas de realizar un monitoreo, el especialista resaltó la posibilidad de tener conocimiento sobre el patógeno, ya sea su presencia e incluso en qué cantidad está presente. El estado del cultivo también se puede evaluar mediante el monitoreo, sumando conocimiento de la variedad, de la historia del lote y a través de mapas satelitales. Rocha aconsejó no muestrear por calendario sino tener en cuenta la dinámica de
las enfermedades para no llegar tarde. “El monitoreo se define por la frecuencia del mismo, hay que ser eficientes en este aspecto. Lo ideal es tomar la mayor información en la menor cantidad de recorridas del lote posibles y hacerlas en el momento en el que se define el rendimiento del cultivo. Cuando explota la enfermedad, la variabilidad de la misma de un día al otro es muy grande, por lo tanto, en ese momento el monitoreo debe ser mucho más frecuente”, aseguró. Respecto al ambiente, se puede estimar consultando pronósticos climáticos y mapas satelitales. “Es importante tener datos, aprovechar las redes sociales y poder intercambiar con otros productores a la hora de tomar decisiones de aplicación”, recomendó. Para concluir, el ingeniero agrónomo subrayó que también es importante diferenciar estratos en el canopeo. Según advirtió, no es lo mismo que la enfermedad esté presente en el estrato inferior o arriba en la hoja bandera, teniendo en cuenta que esta última es la fuente más importante que tiene la planta a la hora de producir asimilados que serán los que determinarán el rinde.
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Nuevas tecnologías
Julián Muguerza mostró distintos usos de tecnologías en el agro.
Ensayos sobre el control de malezas que ejercieron distintos cultivos de servicio.
Manejo integrado de malezas: barbechos químicos largos y cortos para soja y maíz
Martín Marzetti, ingeniero agrónomo y gerente del programa REM de Aapresid, advirtió sobre la aparición de nuevos biotipos resistentes y ya hay 34 a nivel nacional. Según mencionó, en los últimos cuatro años, el promedio de aparición es de 8 malezas resistentes por año. “La percepción de los productores Aapresid es que esta situación se agravará, por lo que es necesario cambiar el manejo hacia uno más integrado”, explicó y planteó que dentro de las alternativas invernales para el manejo de malezas hay 3 opciones: un cultivo invernal, un cultivo de servicio o un barbecho químico. “Las 3 son válidas y es bueno rotarlas en el tiempo para que el manejo sea lo más diverso posible”, aconsejó. Respecto a los barbechos, es importante conocer las malezas más importantes de
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cada lote así como sus flujos de emergencia, información que será clave para elegir los momentos de aplicación y herbicidas residuales más eficaces. En el campo, se vieron diferentes opciones de barbechos cortos para soja y maíz con diferentes sitios de acción: Metribuzin, Diclosulam, Diflufenican, Atrazina y Picloram, los primeros 3 para soja y los últimos 3 para maíz. Respecto a los cultivos de servicios, Marzetti dijo que permiten disminuir el número de aplicaciones de herbicidas y usar dosis menores, lo que redunda en una menor presión de selección de resistencia. Al mismo tiempo, el impacto ambiental es sensiblemente menor, lo que pudo medirse en ensayos de la Chacra local realizados el año pasado. A campo, pudo verse el control de malezas que ejercía un centeno de cobertura, sembrado solo y consociado con vicia villosa, que no había recibido ninguna aplicación de herbicidas desde la soja precedente.
“El uso de tecnología en el agro tiene que ver con procesos relacionados a la toma de decisiones y ejecución, y a los insumos que pueden ser tanto fertilizantes, semillas y/o productos fitosanitarios”, explicó el Ing. Agr. Julián Muguerza (GLIMAX). En esta oportunidad, habló sobre las nuevas tecnologías que sirven de herramientas de soporte al productor. A través de las diferentes tecnologías con las que hoy cuenta el productor, el mismo puede transformar los datos que posee en información y de esta manera, tener mayor conocimiento del lote. Es decir, los datos puestos en un determinado contexto pasan a ser información y esta se transforma en conocimiento, pero lo fundamental y más importante es que luego pueda ser aplicada. El caso de los mapeos de suelo, estos brindan datos que luego se transforman en información. Esto le permite al productor tomar varias decisiones, como racionalizar la cantidad de insumos aplicados y, en consecuencia, ser más eficiente económicamente y más sustentable desde lo ambiental. “Cuanto más chica es la escala de toma de decisiones en un lote, más exactos y eficientes seremos en los controles”, destacó. “Respecto a las pulverizaciones selectivas, existe un sistema llamado Weed-it, que detecta la maleza a través de la clorofila de la misma; a partir de esta información, el sistema le indica a la válvula que se abra y la maleza es pulverizada en forma localizada. Esta tecnología es muy recomendable para usarla en lotes con baja presión de malezas, donde las mismas se encuentran dispersas, permitiendo ahorrar hasta un 90% del herbicida”, contó. La jornada cerró con la presentación de Bernardo Romano e Ignacio Alzueta quienes definieron a los cultivos de servicios como herramientas para un sistema agrícola sustentable. “Se pensaba que la rotación clásica trigo–maíz–soja era suficiente para tener un sistema de producción sustentable. Sin em-
bargo, hoy se busca intensificar aún más la producción cubriendo el bache invernal con cultivos de servicio”, explicaron. Con esta rotación sólo se ocupa el lote en un 50% del tiempo y no es bueno dejarlo descansar tanto. En cambio, al incorporar CS el tiempo de ocupación aumenta, como también lo hace la productividad total. “La incorporación de CS al sistema también produce aumentos en los niveles de aporte de C al suelo. La captación de agua pasó de 55% a 75% en una zona donde llueve unos 1000 mm anuales. El margen bruto también se ve incrementado con la intensificación del sistema”, comentaron. Romano, productor y socio de Aapresid, contó su experiencia de utilizar CS en ensayos con 1, 2 o 3 especies, mezclando gramíneas, leguminosas y brasicáceas. Las primeras son eficientes en el control de malezas por su rápido crecimiento inicial y aportan C al sistema; las segundas aportan N además de generar buena cobertu-
ra; mientras que las brasicáceas son muy buenas para romper capas densas en los primeros estratos de suelo. Asimismo, contó que probó con una mezcla de 9 especies como antecesor de maíz temprano y tardío, disminuyendo la proporción de gramíneas para el tardío, para mejorar el desarrollo de la leguminosa. La densidad y especies utilizadas fueron las siguientes: • Gramíneas: trigo, centeno y cebada, 8 kg/ ha de cada una en temprano y 4 kg/ha en tardío. • Leguminosas: vicia villosa, trébol amarillo y trébol persa, 5 kg/ha de cada especie. • Brasicáceas: rabanito forrajero, nabo forrajero y colza, 2 kg/ha de cada uno. “Al sembrar vicia con trigo y avena, es importante disminuir la densidad de las gramíneas ya que estas la ahogan muy fácilmente. En el caso de las leguminosas, hay que considerar que el momento en el que empiezan a consumir más agua es en el inicio de flo-
ración. Por lo tanto, es importante secarlas antes de que lleguen a este estado fenológico. La interrupción la suelen hacer en forma química o con rolo faca”, dijo Romano. Otra consecuencia de los CS fue la formación de terrones de suelo más chicos, lo que evidencia un progreso notable en la estructura y propiedades físicas del mismo. La presencia de raíces favorece la formación de agregados. A su vez, mencionaron que el costo de implantación es importante por lo que sugirieron la siembra al voleo como una opción para poder adelantarse y que la misma sea más rápida. Para finalizar, señalaron puntos positivos y negativos de aplicar cultivos de servicio. Si bien la demanda de tiempo, inversión y logística pueden complicar su uso, las ventajas son mayores: aporte de C y N, competencia con malezas, rendimiento total, mejora en la captura de agua y nutrientes, disminución de impacto ambiental, aumento en el resultado económico.
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Sistemas mixtos y cultivos de servicio: todo en la misma juntada
Destacados disertantes se dieron cita en Chacabuco para hablar sobre los desafíos y ventajas de los sistemas mixtos, y la integración biosistémica. Para su jornada UPA, la Regional Chacabuco convocó a productores que apuestan a la intensificación agrícola-ganadera para compartir con ellos casos concretos de aplicación. La cita tuvo lugar el 14 de septiembre en el Predio Sociedad Rural de Chacabuco y contó con la participación de 60 personas. En esta oportunidad, los disertantes fueron los ingenieros agrónomos Sandro Raspo y Gustavo Almassio. Bajo el título “Integración biosistémica. Malezas, barbechos, fito y pastoreo de cultivos de servicio, todo en la misma olla”, Sandro Raspo fue el primero en tomar la palabra y contar sobre un estudio realiza-
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do por el INTA Oliveros en el año 1989; el cual muestra que el 47% de la superficie a nivel país tenía raíces permanentes y un 53% tenía raíces vivas estacionales. El mismo estudio hecho por el Ing. Ricardo Pozzi, en una transecta de 250 km desde Venado Tuerto a Las Rosas, en la campaña 2009/2010, encuentra que solamente el 17% de la superficie estaba con raíces vivas permanentes, derivadas de las pasturas y del trigo-soja, y un 83% de las raíces vivas eran estacionales derivadas de la soja y del maíz. Estos cambios, según explicó el especialista, se deben a que en las últimas décadas se agriculturizaron los campos. En el año 2003, había preocupación por el estado de conservación de los suelos y se pensaba que agregándoles insumos, nutrientes y rotaciones, se podían llevar adelante los sistemas de producción. Ese mismo año, se encontraron con suelos que tenían una estructura maciza, sin poros ni raíces, se corrían los rastrojos con las lluvias intensas y, hasta aquellos suelos de alto potencial de rendimiento, empezaban a encostrarse. En consecuencia, pensaron en apoyarse en cultivos de servicio y comenzaron a usar especies gramíneas como avena, centeno, triticale, cebada y trigo, leguminosas como vicia villosa, trébol persa, trébol balanza, y brassicas de raíces más ramificadas o de raíces napiformes. “Hoy en día se están usando cultivos multiespecies o policultivos. Estos producen un aumento de la diversidad, permiten romper las estructuras laminares, acumular C y fijar N simbióticamente, lo que permite mejorar la gestión ambiental
y aumentar la infiltración de agua al suelo”, detalló Raspo. Respecto a los métodos de siembra de los CS, contó que se pueden sembrar con sembradora común o siembra al voleo con avión fertilizador de plato, y aclaró que siempre es mejor que la siembra sea pareja y uniforme para lograr una mejor competencia en el control de malezas durante el invierno. “En relación al manejo de sitio específico, en esta última campaña se sufrió un proceso de sequía que se plasmó en el mapa de rendimiento. Se observó que en el ambiente de alto potencial de rendimiento, el promedio fue de 3900 kg y en el de bajo potencial, fue de 2500 kg, una diferencia de 1300 kg, cuando normalmente no pasa los 400 kg”, reveló el ingeniero. Con estos datos, se decidió sembrar centeno en el ambiente de alto potencial y, en el de bajo, se sembró una mezcla de centeno, triticale, cebada, trigo y nabo. En el ambiente de alto potencial, se observa que las raíces están bien desarrolladas, ya que la resistencia a la penetración no sobrepasaba el límite crítico que son 2 Mpa. Mientras que en el de bajo, las raíces se doblan debido a que a los 35 cm sobrepasaba el límite crítico de penetración de las mismas. En lo que respecta a la gestión ambiental, cuando se habla de controlar malezas con CS, estos controlan por competencia de agua, luz y nutrientes, y por interferencia de la radiación y la temperatura. “En un ensayo, observamos que en la parcela testigo sin CS encontramos 33 pl de malezas/m2; con vicia y avena, encontramos 6 plantas; con vicia y triticale, 5 plantas; y con vicia y centeno, solo 3”, enumeró Raspo.
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Prospectiva
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Los CS se pueden terminar químicamente o con rolo. Este último deja una alfombra biológica muy importante y no debe cortar al CS, sino que debe hacer estallar al tallo para que entre aire y se seque. El rolado y la siembra del cultivo posterior, ya sea soja o maíz, debe ser al cruce de cómo esté sembrado el CS. En relación al uso de principios activos en maíz tardío, Raspo explicó que desde el 2010 al 2012 se sembró avena, luego se empezó a usar centeno, que resulta mejor que avena para controlar malezas y esto hizo que bajara un poco la carga de herbicidas. Con el centeno rolado, disminuyó en un 66% la aplicación de principios activos, y cuando se empleó la vicia rolada, se bajó un 70%. Existe un coeficiente de impacto ambiental cuyas siglas en inglés son EIQ (Environmental Impact Quotient) y que tiene en cuenta cómo impactan los herbicidas sobre las personas que lo aplican, sobre el ecosistema y sobre la producción. Este coeficiente permite saber cuando estamos generando algún impacto en el ambiente. A partir de lo observado en las investigaciones, en un maíz tardío el EIQ pasa de 96 a 32 al usar un centeno rolado, y a 24 con una vicia rolada. Por debajo de 5, no hay impacto ambiental; entre 5 y 20 es muy bajo; y entre 20 y 45 es medio. “Estamos trabajando para ubicarnos entre 5 y 20 en esta primera etapa. Una soja sin CS previo tiene un EIQ de 152. Al usar una forrajera como antecesor, que son difíciles para sacarlas del sistema, como trébol rojo, el EIQ se dispara a 73. Si hay algo que debe cumplir un CS, es que debe ser fácil de sacar del sistema”, aclaró. Estos sistemas de producción se integran con la ganadería, ya que las vacas se comen los CS. A la hora de realizar dicha integración, hay que tener en cuenta la carga animal, el tipo de animal, la humedad del suelo y el volumen de residuos en superficie. Para concluir, Raspo aconsejó que a la hora de sembrar un CS, se debe tener muy en claro qué especies vamos a sembrar y para qué; si las vamos a sembrar solas o multiespecies; que método de siembra vamos a utilizar; cuál va a ser el momento de la
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finalización y a través de qué método se va a hacer. Además, hay que aplicarlos cuidando el ambiente y teniendo en cuenta el uso ganadero temporal de CS. El segundo disertante fue el Ing. Agr. Gustavo Almassio, que habló sobre “Los sistemas mixtos: luces y sombras que permiten o alejan su implementación”. Las ventajas de contar con una agricultura y ganadería integradas se observan en el aporte a la estabilidad del sistema, el mejor aprovechamiento del agua, el reciclado de nutrientes y arraigo territorial, entre otros. El aumento de productores que decidieron diversificar sus prácticas, surgió hace un par de años con la caída de los márgenes agrícolas, lo que motivó a muchas más personas a hacer ganadería. Para el especialista, la creciente agriculturización es uno de los factores que complican la adopción, no solo por la rentabilidad, sino también por el éxodo rural, los mejores sueldos y condiciones de trabajo para empleados de agricultura y no de ganadería. Otro factor es el régimen de tenencia, ya que se consiguen alquileres por un año o menos. “En general, la tecnología que hoy se utiliza en agricultura está más estandarizada. Un manejo para control de chinche en Lincoln no varía mucho al que se realiza en Tandil o Necochea. En cambio, en ganadería la brecha es enorme entre un productor promedio y uno de punta. Todavía hay gente que no hace tacto, servicio estacionado o que no tiene calendario sanitario. Por estos motivos, estamos con un 60% de destete, que es un nivel bajísimo. En paralelo, hay otros que usan toda la tecnología disponible: IATF, trasplante embrionario, genoma, fertilización de pasturas y verdeos, reservas adecuadas, etc.”, explicó Almassio. Por estos motivos, remarcó que la tarea de los ingenieros agrónomos y veterinarios es ofrecer técnicas que simplifiquen los procesos para que puedan ser adoptados y así desterrar el “eso acá no se puede hacer”. Respecto a la aplicación de cada planteo mixto, remarcó que es único e intransferible. La planificación ganadera no comienza
por el tipo de suelo o limitante climática, sino que debería partir del tiempo que puede o quiere dedicarle el productor. Luego, el especialista contó su experiencia en sistemas mixtos. Actualmente ya no hace más barbechos largos, desde cosecha de trigo (fin de año) a siembra de gruesa (noviembre). Esto lo aprendió con el tiempo, cuando se dio cuenta de que el suelo no quiere descansar sino que necesita energía para seguir produciendo más microflora y microfauna. Las pasturas perennes siempre forman parte de su planteo, porque si bien la siembra directa es fundamental, no es suficiente. Según señaló, es clave rotar con pasturas para evitar la degradación de suelos con años sucesivos de agricultura. Asimismo, realiza manejo integrado de malezas y control de rama negra post silaje de cebada con ovejas. Al tenerlas en el lote durante el verano, se ahorra una aplicación y de esta forma ahorra plata y es más sustentable. También siembra avena en febrero como CS, pastoreo junio, julio, agosto, y luego la seca a mediados de septiembre, en lote con tosca a 60 cm. Luego pasa a soja de 1era. “Así, evito hacer barbecho y dejo cobertura, ya que no fue pastoreado en forma total”, explica. En su zona, es muy importante hacer silaje de cultivos de invierno ya que el mismo se pica en la 2da quincena de noviembre. Por lo tanto, esto permite hacer posteriormente algún cultivo de verano (sorgo o maíz). En cambio, un trigo para grano se cosecha a fin de diciembre. Respecto al Creep Feeding, reconoce que es bueno para nutrir al ternero en el momento adecuado, es decir, cuando el ternero más multiplica. Asimismo, es una herramienta práctica y rentable, ya que en el comedero se le puede poner desde un alimento balanceado hasta avena o maíz, sobre todo en épocas de poco pasto. El destete precoz también es una buena herramienta, no solamente cuando uno se queda sin pasto, sino que permite aumentar la carga. El especialista utiliza un sistema de come-
deros para silo, con reja y separación de 16 ubicaciones, que resulta bastante sencillo de mover aunque parezca pesado. Según contó, se calculan unos 80 a 90 animales por reja, y pueden comer 16 a la vez. Existe un sistema patentado por Luis Hojsgaard, con ruedas para transporte y auto enrollado de bolsa. A modo de conclusión, explicó que en zonas con suelos de aptitud agrícola se puede “fabricar” una diversidad de comida para la ganadería. Además de alimento para las vacas, es alimento para el suelo, colabora en el manejo de malezas y en el aprovechamiento del agua. También existen tecnologías de procesos e insumos para hacer posible su implementación. “Un sistema mixto aporta estabilidad a la empresa agropecuaria y permite agregar valor en el campo, transformando granos en proteína animal. Todo esto es posible hacerlo en un sistema de SD, con cultivos de cosecha y, si incluye pasturas, mucho mejor”, concluyó.
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Ganadería
Tecnologías y procesos para optimizar la producción de forraje
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Silaje de maíz Por: Cattani, P.
Correo: cattani.pablo@gmail.com
Recomendaciones para mejorar la conservación y la dinámica productiva de las empresas ganaderas, y que la relación precioproducción sea aún más atractiva. El silaje de maíz es una de las tecnologías de forrajes conservados que logró más impacto productivo en los sistemas pecuarios de Argentina. Como todo, merece algunos ajustes para incrementar su influencia a la hora de analizar su relación precio-producción. En este artículo, se pretende detallar algunos factores de toma de decisión que influyen de forma directa no solo en la conservación, sino también en la dinámica productiva de las empresas ganaderas y en los costos de alimentación.
Ambiente productivo y elección de variedades A la hora de analizar la confección de silaje de maíz, lo primero que se debe observar es el ambiente en el que se desarrollará el cultivo, para así poder elegir la variedad adecuada. En los tiempos productivos que corren, lo importante no es la cantidad de alimen-
to ofrecido sino los nutrientes que éste aporta, principalmente a nivel ruminal. Por esta razón, siempre debemos priorizar la digestibilidad del forraje que, en términos directos o indirectos, significa aporte de energía y por consiguiente, producción. Si lo más importante de un cultivo de maíz para la producción de silaje es el aporte de granos por la energía y digestibilidad, serán el ambiente y las condiciones los que determinen el maíz a utilizar. De esta manera, en ambientes sin restricciones climáticas y edáficas, lo ideal será elegir materiales con alta producción de grano, tratando que represente más del 50% de la Materia Seca (MS) total del cultivo. Esto evitará limitantes productivas o de inclusión en la dietas ya que el grano es la porción de la planta que mayor digestibilidad e ingestibilidad aporta, independientemente de la fase productiva en la que se lo utiliza. Al hacer el cálculo de costo por energía aportada, sin duda será el alimento más económico. En la probable situación de que nuestro ambiente productivo pueda ser una limitante para el cultivo del maíz, deberíamos compararlo con la factibilidad de un correcto cultivo de sorgo y analizar la cantidad de nutrientes o mega calorías aportadas por cada uno de estos cultivos en nuestro ambiente. Así, podremos decidir a ciencia cierta si vamos a sembrar maíz o si aseguramos la producción con sorgo que, gracias a los adelantos tecnológicos como
Imagen 1. Ante la factibilidad y facilidad de un mejor procesado de granos, siempre convendrá la elección de materiales del tipo dentados
los sistemas de quebrado de grano, hoy permite el aprovechamiento del almidón a nivel ruminal. Una alternativa intermedia son los materiales con bajo nivel de fibra. Ante una eventual merma en la producción de grano, la fibra no será una limitante a la hora de incrementar kg de participación en la dieta. Esto se debe a que aporta mayores índices de inclusión como así también de digestibilidad, incrementando el potencial de las dietas producidas a base de estos materiales. Otro aspecto a decidir es la morfología y características de los granos. Si bien los estudios determinan que la calidad del almidón de los materiales denominados “Flint” o colorados duros es superior a los de los maíces dentados, estos últimos presentan una mayor facilidad de partido de grano. Si se tiene en cuenta que la posibilidad de aportar energía a nivel ruminal depende de que las bacterias intrarruminales
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Ganadería
El momento de picado de un cultivo de maíz para silaje dependerá de dos factores fundamentales: en primer lugar, de la variedad elegida para el cultivo y, a partir de allí, la materia seca; si la proporción aportada por el grano, ya sea por limitantes climáticas y/o edáficas, no supera el 50% del total de MS de la planta, la parte vegetativa tendrá mayor proporción. Por lo tanto, esto se deberá observar al momento de decidir cuándo hacer el picado. Ante esta situación, no se deberá trabajar en estadios fenológicos muy avanzados ya que a medida que el tiempo pasa, decrece la calidad de la fibra y también su posibilidad de inclusión en la dietas, además de la digestibilidad y la energía aportada. En estos casos, es adecuado trabajar con un promedio de 35% de MS y se deberá evitar siempre el trabajo con índices de MS por debajo del 30%, ya que generará pérdida de efluentes y, con ellos, de nutrientes solubles de alto potencial de producción y digestibilidad. Cuando las condiciones agronómicas son las adecuadas y se siembra una variedad que ofrece una producción de más del 50% de Materia Seca en Grano, este último será el que aporte mayor cantidad de nutrientes así como el parámetro para determinar el momento de picado. En este caso, lo ideal es poder trabajar con granos que prácticamente no tengan “línea de leche” para que el aporte de almidón sea máximo y, por consiguiente, la digestibilidad y potencial de producción. Si bien en los últimos años se discutió mucho este aspecto, los ensayos realizados recientemente demuestran que en
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90 85 80
Digestibilidad (%)
Momento de picado
Figura 1. Digestibilidad de maíz en función de los niveles de MS del cultivo.
83,2
83,2
83,5
84,1
65,1
65,6
66,7
67,3
56,1
56,1
85,2
85,1
68,9
69,3
75 70 65 60 55
56,5
56,7
56,9
56,9
50 45 40
30
32
35
38
40
% DIG Mazorca
% DIG Stover
42
%MS Planta entera
% DIG TOTAL
Figura 2. Almidón en mazorca en función del estadio del cultivo (%). 90,00
Almidón en Mazorca (%)
accedan a los gránulos de almidón y esto sucede solamente con un correcto procesado de los mismos, se debe priorizar la factibilidad y/o facilidad de partir todos los granos. Esto resulta mucho más sencillo y económico con las variedades que tienen granos dentados en contraposición con los Flint (Imagen 1).
86,45
85,47
85,00 79,32 80,00
75,00
76,30 71,70
72,61
70,00
65,00
30
32
35
MS (%)
38
40
42
*Fuente: Cattani, P.; Sánchez, F.; Urrets Zavalía, G.;Bragachini, M.
la medida que el aporte de grano supera el 50% del total de MS de la planta en estadios fenológicos avanzados, los silajes de maíz presentan mejor digestibilidad y aporte de almidón en las dietas. De acuerdo a lo que demuestra el ensayo realizado en la campaña 2016/17 (Cattani, Sánchez y Urrets Zavalía) en la estación experimental de INTA Manfredi, cuando el grano tiene un aporte de MS superior al 50%, el incremento de materia seca siempre se traduce en incremento de almidón y por consiguiente, de digestibilidad (Figura 1). Por otra parte, es fundamental destacar que cuando se avanza en MS, la participación del almidón crece de manera lineal, con todas las ventajas nutricionales y eco-
nómicas que esto significa, pudiendo lograr dietas más productivas con un costo menor (Figura 2).
Cómo se conjugan las decisiones agronómicas y estrategias de picado en el costo total del silaje En Argentina, el cobro de la confección del silaje tiene un componente fijo por hectárea y uno variable de acuerdo al rendimiento de MS/Ha, a lo que se suma el procesado de grano y otras variables menores, como pueden ser el metro de bolsa, la distancia de transporte del material del lote al lugar de confección, etc. Para el presente análisis, se toman los parámetros referenciales de la Cámara de
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Contratistas Forrajeros, que señala que el costo de la ha tiene un valor relativo de 100 y el resto de la variables, se toman como porcentuales referentes a la ha. Al momento de un análisis detallado del costo del silaje de maíz, se observa que aquello que tiene más impacto en un primer momento, es la producción de Materia Verde por ha. El partido de grano se ve como una necesidad innegociable y su impacto en el costo es mínimo con respecto a las buenas prácticas agrícolas que apuntan al mayor rendimiento por ha (Figura 3). Para analizar el costo del kg de MS en referencia al porcentaje de MS logrado al momento de picado, tomaremos un cultivo con un rendimiento de 35.000 kg de MV/ ha y un precio referencial de 6,84 por T de MV con procesador de grano. Como se puede observar en la Figura 4, una vez determinadas las variables de cultivo, el segundo punto de mayor impacto en el costo productivo tiene que ver con la determinación de la MS al momento de la confección del silo. En la actualidad y pese a que la determinación y predicción de rindes y MS es una tecnología conocida y muy utilizada, los vuelos auto dirigidos de drones con cámaras y software que permiten hacer una curva de rendimiento y MS en el tiempo, son una herramienta más para la correcta toma de decisiones y para disminuir los costos productivos. En referencia a la maquinaria utilizada para el picado, lo más importante es tener en cuenta el afilado de las cuchillas y principalmente el ajuste de cuchillas y contracuchillas, ya que impactará de manera directa en los siguientes aspectos: • Consumo de combustible: siempre que el esfuerzo realizado en el corte sea menor, disminuye el consumo de potencia y, por lo tanto, también disminuye el rendimiento de la maquinaria y el consumo de combustible. • Capacidad de compactado: cuando se logra un tamaño de picado uniforme y sin el “deshilachado de las partículas”, el
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Figura 3. Análisis detallado del costo del silaje de maíz. Silos aéreos de Maíz/Sorgo Referencia
25 tn/MV/Ha
35 tn/MV/Ha
45 tn/MV/Ha
55 tn/MV/Ha
65 tn/MV/Ha
Precio Base / ha
100
100
100
100
100
Adicional Tn/ MV
3,31
3,31
3,31
3,31
3,31
Adicional Tn /MV c / procesador
3,99
3,99
3,99
3,99
3,99
Precio por ha total
182,75
215,85
248,95
282,05
315,15
Precio por ha total c/ procesador de grano
199,75
239,65
279,55
319,45
359,35
Precio Total Tn MV c/ procesador de grano
7,99
6,84
6,21
5,80
5,52
*Valores expresados en U$.
Figura 4. Impacto de la MS en el costo de producción del kg de forraje. Precio por kg de MS
6,84 Valor relativo de la Tn de MV
% de Materia seca a la hora de confección
Precio relativo del Kg de MS
30 % de MS
0,22
35 % de MS
0,19
40 % de MS
0,17
45% de MS
0,15
esfuerzo para el compactado del material será menor, ya que consume menos tiempo así como esfuerzo humano y económico para alcanzar una anaerobiosis adecuada al momento de compactar los silos producidos. Finalmente, diremos que la tecnología del silaje de maíz es conocida y utilizada hace mucho tiempo y en Argentina logró un gran salto cualitativo y cuantitativo en las empresas de producción pecuaria. Sin
embargo, como toda tecnología, debe mejorarse en la medida que las condiciones de trabajo lo requieran. De esta manera, la toma de decisiones y la implementación de procesos para orientar estas decisiones es fundamental, sobre todo en un contexto que nos exige día a día mayor análisis a la hora de implementar tecnologías y tomar decisiones adecuadas para salvaguardar la rentabilidad del negocio.
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Ganadería
Forrajeras: nuevas tecnologías en maquinarias y semillas
Las empresas líderes del sector nos acompañan en una recorrida por los últimos lanzamientos. La eficiencia en la producción de carne y leche tiene como una de sus principales variables la producción de forrajes de calidad. Así, la elección de materiales adecuados para cada ambiente y situación, así como el buen desarrollo de los procesos que van de la implantación de la pastura a la confección y aprovechamiento del recurso forrajero definen la eficiencia de conversión del recurso y la calidad nutricional del alimento. Para contar con la información necesaria y asistir la toma de decisiones, recurrimos a las empresas más importantes, quienes nos pusieron al día sobre los últimos lanzamientos en semillas y maquinarias forrajeras.
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Novedades en Maquinarias AGCO presenta sus opciones para pequeños productores. El Gerente de ventas de Massey Ferguson Sergio Di Benedetto, brindó un panorama de los productos que la empresa ofrece a través de la reconocida marca Hesston, cuyos equipos se destacan no sólo por su altísima tecnología, sino porque además cuentan con la intervención directa de los usuarios a lo largo del proceso de fabricación, lo que les aporta una gran adaptabilidad a las necesidades del productor. Entre los equipos de punta se destacan las segadoras acondicionadoras autopropulsadas de 200 Hp y de 5 metros de corte, con piloto automático y telemetría; las enfardadoras prismáticas gigantes, con sus versiones “extra-density” y con picador, que efectúan una doble o triple compactación, permitiendo aprovechar al
máximo el volumen del fardo con mayores kgs de materia seca y disminuir aún más los costos de traslado de reservas. También se destaca la línea de rotoenfardadoras inteligentes, “un paso más allá” de las automáticas tradicionales. Con una simple configuración previa del ciclo de trabajo el equipo puede atar, expulsar, cerrar compuertas, pateador y re-comenzar, todo esto sin necesidad de intervención del operador. Además, no requiere conexión/desconexión de la toma de fuerza del tractor ni mangueras hidráulicas, ya que cuenta con sistema hidráulico propio. En cuanto a líneas de arrastre, Hesston ofrece una gama de segadoras acondicionadoras de tres tamaños que llegan nada menos que hasta los 4,70 metros, todo esto sin perder confiabilidad, uno de los fuertes de los productos de la marca. Continuando con las segadoras, Sergio destacó la importancia de entender que
“la mayor cantidad de cortes al año y la calidad de la reserva dependen de un buen corte, lo que significa cortar neto, repicar menos, romper menos hojas, etc. Esto exige segadoras acondicionadoras de arrastre de corte alternativo o de platillos de muy alta velocidad que suelen tener un precio inaccesible para productores chicos”. Frente a esta limitación la marca ofrece una segadora de platillos o “tortuga” de 2 metros de ancho de corte montable en el 3 puntos del tractor y que cuenta con un óptimo equilibrio entre precio y calidad. “Este modelo, que se viene vendiendo con éxito a pequeños productores, demuestra que no hace falta una gran inversión para lograr un forraje de máxima calidad y con el mejor aprovechamiento.” En línea con lo anterior, Di Benedetto habló de la enfardadora prismática 1838, que con sus 100 golpes/minuto, tiro central, atadura con hilo y sin requerimientos de puesta a punto, permite lograr 500 fardos/hora, devolviendo así el protagonismo a las enfardadoras prismáticas, que habían sido dejadas de lado por su falta de confiabilidad y lentitud. “A esto se suman las ventajas de los fardos prismáticos – en este caso de 50-60 kg – en términos de practicidad de traslado y de calidad de la reserva; calidad que se mantiene en el tiempo aportando buena proporción de proteína y hoja aún luego de almacenamientos prolongados. Así, Hesston demuestra que es posible lograr trabajos profesionales y de calidad, sin invertir más de la cuenta”.
CLAAS y su línea para forrajes de calidad La firma alemana lidera el mercado argentino de picadoras de forrajes aportando la tecnología que contratistas y productores necesitan para confeccionar alimentos de calidad en menor tiempo. Su último modelo, la JAGUAR serie 498, puede equiparse con distintos tipos de cabezales y recolectores de gran ancho
de labor, que además se accionan opcionalmente de forma hidrostática a través del CONFORT CUT. Cuando cambia el régimen de revoluciones de los rodillos de compactación, se adapta automáticamente también la velocidad del cabezal, logrando un flujo sincronizado que lleva al material de forma homogénea hasta el tambor picador. El sistema AUTO FILL de llenado automático del acoplado permite también la descarga hacia atrás. Ambas prestaciones simplifican la labor del operario y hacen más eficiente el uso del tiempo. Los procesos de mantenimiento de la máquina son también mucho más sencillos: cuenta con un sistema único en el mercado de fijación de cuchillas del tambor que no necesitan ser removidas durante toda su vida útil. A su vez, el afilado se activa desde la cabina y es de rápido ajuste, requiriendo tan solo 50 segundos. Además, la JAGUAR está equipada con un sistema que regula la presión de los neumáticos, disponible para el eje motriz y el eje directriz. Pero la picadora serie 498 no está sola y encuentra su complemento en la línea de tractores CLAAS. La marca introdujo al mercado argentino el XERION 4500 y el AXION 930, dos modelos que por su gran versatilidad y tecnología aportan valor a la actividad agrícola y producción forrajera. El primero, cuenta con una caja de cambio automática (CMATIC) que trabaja como si fuera un automóvil. El segundo, además, es capaz de transmitir hasta 530 CV sin escalonamiento, manteniendo la eficiencia en forma permanente ante cualquier exigencia. También posee una cabina rotativa que maximiza la flexibilidad y permite que el frente sea la parte trasera, muy útil para la confección de silos. Por su parte, el AXION 930 es el único tractor del país que cuenta con toma de fuerza delantera y trasera. Sus virtudes se amplifican al acoplarse con la segadora de tres puntos DISCO RC 1100, alcanzando un ancho de labor de 10,70 metros gracias a la sumatoria de módulos laterales trase-
ros combinados con un módulo frontal de 3,6 metros. En sólo diez minutos, el operario puede desacoplar la segadora para empujar un silo o salir a sembrar. La sinergia entre los equipos CLAAS se completa con la megaenfardadora QUADRANT, sinónimo de eficiencia y calidad de henificación; y el rastrillo giroscópico LINER 4000, que posee un ancho de labor de 12,20 a 15 metros y que deja una sola gavilla por pasada, permitiendo optimizar la humedad del cultivo para un fardo o ensilado de gran calidad.
John Deere celebra sus 60 años ofreciendo sus mejores tecnologias en forrajes En 2018 John Deere cumplió 60 años fabricando ininterrumpidamente en el país, y para festejarlo presenta algunas de sus nuevas tecnologías orientadas al aumento la productividad de sus productores y contratistas forrajeros. Entre ellas se destacan el Centro de Operaciones, una plataforma online que facilita la gestión de información agronómica del lote y de los equipos para la toma de decisiones cada vez más inteligentes, y el HarvestLab 3000, un sensor que permite obtener datos de la humedad y los constituyentes del forraje en tiempo real para luego ajustar automáticamente la longitud de picado y la dosis de inoculante más adecuada, mejorando hasta en un 25% la conservación del ensilado. Dentro de las soluciones de ganadería y forraje que ofrece John Deere también se encuentra la picadora 8500i, que permite obtener una excelente calidad en el forraje cosechado logrando un tamaño preciso de la partícula cortada y la posibilidad de ajustarlo desde la cabina. Además, brinda una incomparable visibilidad y confort para el operador. Las nuevas rotoenfardadoras Serie 0 poseen opción de sistema de precutter - que reduce a más de la mitad el tiempo de uso de mixers - y piso abatible para evitar obstrucciones. Tanto la 460M como la 560M
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permiten generar una óptima calidad de rollo y generar un 80% más de toneladas procesadas por hora gracias al sistema MegaWide Hc2. Por su parte, la megaenfardadora L341 brinda un ancho de recolección de 220 cm y genera fardos de 90 cm x 120 cm x (60 a 300 cm). En la actual era del Big Data e Internet de las Cosas, la compañía que invierte a nivel global $4 millones de dólares por día en Investigación y Desarrollo, ha innovado en softwares y comunicación remota integrada a sus equipos, con gestión de datos en la nube y operaciones de telemetría y precisión.
Mainero y su apuesta en rotoenfardadoras Mainero también se sumó a este “update” de maquinarias para forrajeras con sus últimos lanzamientos. En materia de rotoenfardadoras la firma cuenta con su nueva línea 5877/5887 con atador de red extremadamente simple, eficacia de atado prácticamente libre de fallos que permite ajustar el estiramiento de la red desde el monitor y que, a su vez, puede cubrir los bordes del rollo. Esto la hace única en su tipo y totalmente superadora de todo lo conocido a nivel mundial. También disponen de recolector ancho extendido, rampa expulsora y un nuevo equipo electrónico controlador de la máquina que cuenta con unidades electrónicas o nodos autónomos, cada uno capaz de realizar una tarea específica. Su monitor fácilmente visible y con información gráfica en pantalla es de muy simple interpretación y lectura. En la misma línea, Mainero ofrece su rotoenfardadora con cutter y atador de red 5831 (1.2 x 1.6) y 5832 (1.2 x 1.8), con sistema patentado y único en el mercado para la confección de rollos de núcleo y geometría variables, lo que le permite compactar con diferentes presiones en diferentes diámetros en función de las condiciones del forraje. Entre sus productos más sencillos pero
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confiables encontramos la enfardadora 5730 con atador de hilo. Por último, el mezclador distribuidor de raciones 2932 permite procesar fardos redondos enteros, prismáticos y mega fardos de heno. Cuenta con un sistema mejorado de procesado de material y con máxima calidad de mezclado.
Novedades en Semillas Biscayart dice presente con sus nuevas variedades de gramíneas Biscayart es una empresa nacional que abastece el mercado con genética en semillas forrajeras desde hace 33 años. Con materiales logrados en criadero propio, como así también a través de convenios con INTA y universidades, la oferta de la firma se concentra principalmente en forrajeras templadas y sorgos. Además de sus sorgos forrajeros y sileros - reconocidos en el mercado doméstico e internacional -, su amplia paleta de leguminosas que incluye nueve variedades de alfalfas adaptadas a diferentes ambientes (con grupos de latencia de 5 a 10), variedades de Lotus, tréboles, Melilotus y vicias, Biscayart ofrece un completo abanico de gramíneas. Así, cuenta con más de veinte variedades para sus diez especies más importantes, entre festucas, avenas y Rye grass, cada una de ellas con un rol para cada mezcla, en función de los ambientes y necesidades. Y es justamente en gramíneas donde la firma viene haciendo una apuesta fuerte en mejoramiento. Tal es así que hoy arremete con su nueva Festuca CARONA PLUS: continental con mayor precocidad, destacándose por sus hojas más anchas así como por su gran volumen y calidad de forraje. También cuenta con buena tolerancia a enfermedades. Aun en etapa pre-comercial encontramos la Festuca RORANTE, variedad mediterránea de altísima producción otoño invernal y con una excelente tasa de sobrevivencia a veranos
del norte de la provincia de Buenos Aires. La firma también destaca su Agropiro EXTREMO que, por medio de un CVT con INTA, fue seleccionado a partir de dos ciclos en hidroponía con sustratos salinos y estrés hídrico inducido. Este material cuenta con una destacada capacidad de adaptación, muy buena tolerancia a sequía y salinidad, sumado a un potencial productivo sin precedentes en la especie. La Cebadilla LA POSTA II, fiel a su progenitora es una variedad que viene a coronar años de selección. El programa de mejoramiento llegó al máximo potencial productivo con una calidad excelente. Se trata de una cebadilla de rápida implantación y muy macolladora. Su floración extendida y por camadas hace que mantenga la calidad por más tiempo, siendo ideal para confección de reservas y consociación con alfalfa. En materia de Rye grass la empresa también está de estreno con su nueva variedad CAMPERO. Tetraploide anual y de excelente potencial productivo, esta variedad produce grandes volúmenes de materia seca de calidad, lo que la hace ideal para planteos productivos de alta performance, tanto de leche como de carne. Le siguen los Rye grass anuales diploides CATUS y NERVION. El primero, una variedad de producción precoz y macolladora, cuya sanidad le otorga un mejor “stay-green” y cuya rusticidad y potencial productivo la llevan más allá de las promociones. El segundo consiste en una variedad diploide, seleccionada por potencial productivo y rusticidad que le dan un rol destacado ambientes complejos.
Criadero El Cencerro: novedades en Vicia y Pasto Ovillo Desde el sudoeste de la Provincia de Buenos Aires llegan las novedades en materia de forrajeras de la mano del Criadero El Cencerro, una empresa familiar íntegramente argentina. Con 40 años de trayectoria en capacitación, innovación, inves-
tigación e inversión en tecnología para la obtención de semillas de calidad, la empresa cuenta con un centro de investigación y desarrollo en Coronel Suárez, donde desarrolla genética de adaptación superior en girasol, forrajeras templadas y césped. Presentamos hoy dos de sus nuevas variedades. En primer lugar encontramos a Ascasubi INTA, la variedad de Vicia villosa desarrollada por INTA en su EEA Hilario Ascasubi y
que la empresa comercializa de forma exclusiva desde 2017. Esta variedad se destaca por su gran capacidad de producción de biomasa y, gracias a su ciclo largo, por su período de crecimiento extendido con acumulación de mayores niveles de producción total. Con un buen desempeño como cultivo de cobertura en ensayos de la EEAs del INTA Balcarce, Pergamino y Oliveros, esta variedad participa en la presente campaña de la Red de Cultivos de Servicio de AAPRESID. En línea con esto cabe destacar que El Cencerro lleva adelante, junto a la Agencia de Extensión Rural Coronel Suárez - INTA Bordenave, un proyecto de Cultivos de Servicio en el sudoeste de Buenos Aires, con el objetivo de evaluar el comportamiento de diferentes especies y manejos como antecesores de los principales cultivos de verano de la región. Su hábito de crecimiento rastrero/trepador y su alta producción de biomasa
la hacen un excelente competidor con las malezas, interfiriendo en su emergencia y desarrollo y disminuyendo la utilización de herbicidas y el impacto ambiental. Gracias a su gran capacidad de fijación de N, aporta al sistema cerca de 35 kg de N por cada 1.000 kg de materia seca producida. Dejamos paso ahora al Chamán, la nueva variedad de Pasto Ovillo de ciclo intermedio desarrollada por la empresa (2018). La misma se caracteriza por su alto vigor inicial y muy buen comportamiento frente a enfermedades de hoja. Sin dormancia invernal, tolera muy bien el frío y rebrota previo a la salida del invierno, es decir, más tempranamente que otras variedades comerciales. Su producción de forraje de excelente calidad y su persistencia aún bajo condiciones de stress hídrico y altas temperaturas estivales - típicas del sudoeste bonaerense - lo hacen especialmente re-
Ganadería
comendable para pasturas permanentes en mezclas con otras gramíneas y alfalfa. Como contraparte, requiere campos altos y no tolera períodos de inundación.
Las apuestas de Forratec: mayor adaptabilidad en alfalfa y mayor digestibilidad en maíz. Actualmente, Forratec Argentina está embarcado en dos programas de mejoramiento centrales, muy alineados con la misión de la empresa de proveer semillas de calidad para el productor agrícola-ganadero argentino, y orientados concretamente a los cultivos de alfalfa y maíz. En lo que respecta a la alfalfa, la empresa se orientó a la obtención de variedades generadas en nuestro país y adaptables a las principales zonas productivas nacionales y de la región. Así, se apunta a variedades que se adapten tanto al pastoreo directo como a la confección de reservas, dos de los usos más importantes en las explotaciones locales. Se prevé que las primeras variedades salgan al mercado en 2020, complementando la línea de alfalfas sintéticas Magna y de alfalfas híbridas HybriForce, que Forratec comercializa desde hace 15 años. En cuanto al maíz, la empresa entiende que se trata de un recurso forrajero muy importante en la ganadería moderna, la cual enfrenta grandes desafíos en términos de aumento de la eficiencia de conversión y de necesidad de emplear dietas con mayor proporción de forrajes, en detrimento de los concentrados. Por ello trabaja en el Maíz BMR de Nervadura Central Marrón (según las siglas en inglés de “Brown Mid-Rib”), una tecnología ampliamente validada en sorgo y asociada a una mayor digestibilidad de la fibra y, por ende, a un mayor aprovechamiento del forraje por el rumiante. Así, este maíz constituye una alternativa interesante, ya que por su alta digestibilidad ocupará un lugar protagónico en planteos que busquen aumentar la proporción de forrajes en la dieta sin resignar producción. El desafío dentro del programa está en incor-
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porar la tecnología BMR (no-GMO) a líneas adaptadas localmente para obtener híbridos con excelentes características agronómicas. En ese camino, ya está disponible en el mercado el híbrido FT 4180 BMR RR2 que se suma a la línea de maíces DUO que la empresa viene comercializando desde 2010. Finalmente, y desde hace cinco años, Forratec viene evaluando y ofreciendo diferentes especies en el segmento de Cultivos de Servicios. Éstas incluyen dos variedades de Rabanito, ecotipos locales y variedades de Vicia villosa; tréboles anuales, que incluyen especies como Trébol balansa, Trébol persa y Trébol vesiculoso; y diferentes gramíneas: Avena strigosa, Triticale, etc. Actualmente todas estas opciones se ofrecen y recomiendan en cultivo puro, pero la empresa trabaja para encontrar la mejor combinación entre las variedades de las distintas especies, ya que las mezclas han demostrado marcada superioridad en los servicios que ofrecen al agroecosistema.
Gentos: tendencias en innovación en forrajeras como aliadas clave de la sustentabilidad En entrevista con el Director de I+D de Gentos, Juan Amadeo, nos metimos en las tendencias de mejoramiento de las principales especies de forrajeras, y recordamos las variedades más destacadas de la firma. Respecto del panorama general de innovación, Amadeo habló de las forrajeras en el marco los cultivos de servicio, que han tomado fuerte protagonismo como aliados indiscutidos en la sustentabilidad de los sistemas productivos. Este nuevo enfoque ha orientado los objetivos de productores y empresas hacia la búsqueda de mejoras en el aporte de carbono (C) y biomasa de estos cultivos, pero también en aspectos vinculados al aporte de nitrógeno (N) y a la habilidad en el control de malezas. En ese marco, se busca asimismo la posibilidad de aprovechar parte de los excedentes para la producción de
carne o leche. Respecto por ejemplo al aporte de N, Gentos apunta sus líneas de investigación en leguminosas anuales como Vicia y la gama de Trifolium hacia la evaluación de la variabilidad genética para fijación de N y capacidad para soportar siembras áreas tardías con suficiente aporte de biomasa. Por otro lado, busca evaluar el comportamiento radical en especies como achicoria y Brasicas, y su capacidad para estructurar el suelo, mejorar la porosidad, etc. Para terminar, Amadeo mencionó que en este nuevo contexto la tendencia será la generación de mezclas de distintas especies y variedades en función de las necesidades del productor y de sus sistemas. “Hoy en día empresas líderes como Agrouranga o Ledesma ponen el foco en la sustentabilidad de sus esquemas productivos, y más concretamente en el cuidado del recurso suelo. Esto no sólo concierne a los sistemas agrícolas, ya que la sustentabilidad deberá también pensarse para la ganadería, concentrada en los suelos frágiles. Así, las forrajeras con raíces de calidad, generadoras de buena cobertura y biomasa serán aliadas fundamentales”. Más allá de las tendencias y proyectos de I+D por venir, Gentos ya ofrece en el mercado algunas variedades de avanzada que vale la pena recordar. Por un lado la Nitro Max, una vicia de floración temprana, con buen crecimiento de invierno y por tanto acumulación de biomasa temprana. En gramíneas se destaca su Rye Grass Bill Max de floración temprana, sin problemas de resistencia a glifosato. Esta última característica –hoy muy buscada por los productores que se preocupan por problemas de resistencia – también puede encontrarse en el Rye Grass Bolt.
PGG Wrightson seeds: desarrollando pasturas para potenciar sistemas La compañía neozelandesa cuenta con un amplio porfolio de cultivares de festuca alta diseñados para diferentes tipos
de ambientes, requerimientos, momentos de producción y fechas de floración, permitiendo adaptar cada cultivar a los requerimientos del productor. En cuanto a Rye grass, la genética generada por el equipo de breeding y por los convenios con institutos privados y públicos, ha permitido a PGWS desarrollar cultivares diploides y tetraploides, tanto westerwoldicum como itálicos con altas tasas de crecimiento invernal y destacada sanidad foliar. Entre la paleta de ciclos que comercializa la empresa se destacan cultivares como Magno e INIA Escorpio, de ciclo extendido (con floración hacia fines de octubre y prin-
cipios de noviembre), produciendo una elevada producción de biomasa en primavera avanzada con alta calidad de materia seca, gracias al alto porcentaje de macollos que permanece en estado vegetativo durante la floración. Este atributo les confiere una característica diferencial para la confección de silos de alta calidad, con buenos contenidos de proteína cruda (%PC) y bajos porcentajes de FDA y FDN (Cuadro 1). Los materiales Winter Star II y Winter Star 3 son cultivares que florecen entre inicios y mediados de octubre, diseñados para generar altas tasas de producción de materia seca durante el invierno - periodo de mayor demanda -, lo que permite cubrir
los baches de producción, complementando las pasturas de producción primavero/ estival y en rotaciones de tambo intensivo. En cuanto al mercado de leguminosas la empresa cuenta con un porfolio completo, entre los que se destacan las variedades de alfalfa Mara (grupo 6), Indiana (grupo 7) y Tigresa (grupo 9). Para el año 2019 la compañía lanzará al mercado un cultivar de alfalfa Premium de destacada sanidad foliar y resistencia a enfermedades de raíz y corona, característica deseada para lograr elevada persistencia de plantas en el lote, traduciéndose en producción de forraje y reducción de riesgos ocasionados por las inclemencias climáticas.
Cuadro 1. Calidad de silo generado a través del uso de raigrás itálico Magno. REFERENCIA PRODUCTOR A
PRODUCTOR B
POBRE
BUENO
MUY BUENO
EXCELENTE
PC (%)
11
19
8
11
17
>19
FDA (%)
30
32
>45
41-45
31-40
<31
FDN (%)
52
47
>65
54-65
40-53
<40
Cenizas (%)
11,7
14,4
pH
4,3
3,5
4 - 4,3
49
AC
LOS INDICADORES DE UNA NUTRICIÓN BALANCEADA Dosis, fuente, momento y forma, los cuatro fundamentos que determinan una nutrición efectiva y eficiente.
50
Los cuatro fundamentos de la nutrición efectiva y eficiente que afectan la producción en un sitio y cultivos específicos son: la determinación de la dosis correcta de nutrientes, la utilización de las fuentes indicadas para entregar esa dosis y la aplicación al suelo de esas fuentes en el momento y en la forma adecuada. De estos cuatro fundamentos (dosis, fuente, momento y forma), la determinación de la dosis recibió mayor atención por parte de la investigación a través de
los estudios de calibración y correlación de los análisis de suelos. Estos determinan la probabilidad de respuesta en rendimiento a la dosis determinada para un cultivo particular. De esta forma, se generan tablas con valores críticos de acuerdo a la concentración de nutrientes reportada por el análisis. El balance de nutrientes se calcula como la diferencia entre las entradas por aplicaciones de fertilizantes al sistema y las salidas por extracción en grano (y/o rastrojo o forraje); y calculadas en base a las Tablas de IPNI Cono Sur disponibles en el Protocolo de Certificación, Agricultura Sustentable Certificada del Programa Aapresid Certificaciones. El nivel de nutrientes en el suelo se cuantifica a través de determinaciones de laboratorio sobre las muestras de suelo extraídas (las recomendaciones de muestreo también se especifican en dicho protocolo). La determinación de la dosis correcta se basa, entonces, en un buen análisis de suelos con la ayuda de otras herramientas de diagnóstico como el análisis foliar, la observación de campo y la historia de respuestas del cultivo en sitio. En cuanto a las fuentes para entregar la dosis requerida, existen en el mercado numerosas opciones de fertilizantes con concentraciones o grados variables de nutrientes. Sin embargo, el valor numérico del grado únicamente indica la concentración del nutriente dentro del producto y un grado mayor no garantiza una mejor nutrición. Aquí los criterios fundamentales son calidad, solubilidad y número de elementos esenciales que proporciona la fuente en cada gránulo de fertilizante. El momento de aplicación busca sincronizar la aplicación de la dosis con las etapas fenológicas de mayor uso de nutrientes del cultivo. Esto se logra por medio del fraccionamiento de la dosis total en períodos de mayor demanda y es particularmente importante con los nutrientes móviles como el nitrógeno. Frecuentemente, al elaborar un progra-
ma nutricional se tiende a darle prioridad a los macronutrientes (N, P, K, Ca, S). Esto se debe a que históricamente han sido los de mayor impacto en la productividad de los cultivos al ser los elementos de mayor extracción y que se cuantifican en kg/ha de materia producida. No obstante, las plantas, además de los macronutrientes, requieren otros elementos para realizar sus múltiples procesos metabólicos, los cuales, debido a la proporción en que son utilizados, se denominan microelementos o elementos menores. La concentración de los mismos suele expresarse en unidades como mg/ kg de materia o partes por millón. Pese a su baja concentración o uso en las plantas, su deficiencia impacta en la rentabilidad de un cultivo, ya sea por su producción en kg/ha totales o en algún aspecto
de calidad, que no es menos importante. Otro aspecto a considerar en el balance nutricional, es el equilibrio iónico que tiene que ver con la proporción de cationes y aniones que se integran en una mezcla, considerando que la mayoría de las fuentes de fertilizantes disponibles son sales. Esta relación es muy importante, ya que cuando estos compuestos se disuelven en la solución del suelo, sus iones se disocian y comienzan una serie de interacciones en la rizósfera, es decir, entre los coloides del suelo y las raíces. Estas interacciones generan situaciones de sinergismo o de antagonismos que afectan su disponibilidad y absorción por parte de las plantas. En este sentido y al momento de elaborar un programa de nutrición, es de gran importancia considerar: Los requerimientos específicos de nu-
trientes para cada cultivo. Las condiciones iniciales de suelo, desde el punto de vista de la concentración y disponibilidad de los macro y micronutrientes. Los aspectos químicos del suelo en cuanto a su capacidad de intercambio catiónico y su relación de bases intercambiables. Las características de las fuentes de fertilizantes a considerar en la integración de la mezcla a utilizar; en cuanto a la concentración de los distintos elementos, en su forma química y reacción final en la solución del suelo. Los aportes de nutrientes deben ser fraccionados y formulados de acuerdo a las etapas de desarrollo de cada cultivo, es decir, de acuerdo a su fenología y las condiciones particulares de cada agrosistema.
51
Nutrición
Evidencias de respuesta a la nutrición balanceada de maíz en Bandera, Santiago del Estero La nutrición balanceada y el agregado de N en el cultivo de maíz en esta zona es esencial para maximizar la respuesta y lograr mejoras en los rendimientos alcanzados. Por: Scully, M.1; Granatelli, M.J.2; Elias, G.3. Responsable de desarrollo de Yara Argentina. 2 Asesor Técnico Zona Centro – Depto de Servicios Tecnológicos AGD. 3 Coordinador Agronómico y Responsable de desarrollo de Yara Argentina. 1
52
En la campaña 2016/2017, las empresas Yara y Aceitera General Deheza trabajaron en conjunto en la zona rural de Bandera, Santiago del Estero, para intentar entender las variables que condicionan el rendimiento a nivel zonal, la dinámica de nutrientes y el impacto de la nutrición nitrogenada y balanceada durante el ciclo del cultivo de maíz. En este artículo, se compartirá una aproximación parcial y los resultados iniciales obtenidos en esta red de trabajo.
Material y métodos Los experimentos se llevaron a cabo en la zona rural de Bandera, Santiago del Estero, durante la campaña 2016/2017. La totalidad de los lotes se cultivaron bajo sistemas de siembra directa y todas las evaluaciones se realizaron con tecnología de productor. El diagnóstico de los sitios se hizo mediante una lectura de electro conductividad superficial y subsuperficial (30 y 90 cm, respectivamente) con rastra Veris 3100 y posterior muestreo intensivo de suelos, 1 muestra compuesta cada 3,5 has. Además, se realizó un seguimiento intensivo en todo el ciclo del cultivo y se tomaron muestras foliares de la hoja de la espiga en R1 para cada tratamiento y en cada sitio. Todas las determinaciones fueron realizadas por el laboratorio AgLab en la localidad de La Carlota, Córdoba. Los fertilizantes evaluados en este experimento fueron YaraBela NITRODOBLE (27-0-0-6CaO-4MgO) y YaraMila NITROCOMPLEX PLUS (21-17-3-4S-1MgO). El control de malezas, la elección del híbrido, la fecha de siembra y la densidad fueron a criterio del productor y se mantuvie-
ron constantes en todos los tratamientos para cada sitio. La Tabla 1 detalla los tratamientos realizados por sitio y la dosis de producto aplicado. La Tabla 2 detalla la dosis de cada nutriente aplicado en cada tratamiento. Los resultados se evaluaron mediante el software Infostat y se realizaron análisis de la varianza con test LSD Fisher, Alfa=0.05.
Tabla 1. Tratamientos realizados por sitio.
Resultados y discusión
En la Tabla 3, se expresan los valores promedio de la determinación realizada en cada uno de los sitios. Al analizar los datos, se observa que presentan una textura arcillo limosa o franco arcillo limosa, sin limitaciones relevantes desde el punto de vista de pH, CIC, SB y nutrientes importantes como el fósforo. No obstante, algunas muestras se vieron limitadas por altos valores de sodio intercambiable. Al observar el resto de los nutrientes, los valores de Zinc y Boro se encuentran por debajo de los umbrales de alta probabilidad de respuesta, lo que indicaría la necesidad de incluir micronutrientes en la fertilización. En la Figura 1 se muestra la evaluación de los rendimientos relativos de todos los tratamientos tomando al testigo de cada sitio como referencia, y se observa un incremento relativo del 10, 24, 27 y 38%, respectivamente en el rendimiento para cada uno de los tratamientos con YaraBela NITRODOBLE. En el caso del tratamiento de nutrición balanceada con YaraMila NITROCOMPLEX PLUS, el incremento fue del 17%. Al analizar la eficiencia de uso del N (EUN) aplicado para cada tratamiento, se puede observar en la Figura 2 el impacto que tiene la nutrición balanceada en la respuesta en rendimiento y el desempeño de esa eficiencia frente a dosis crecientes. La mayor EUN obtenida en el tratamiento YaraMila NITROCOMPLEX PLUS se explica por el agregado de otros nutrientes al manejo nutricional.
Tabla 2. Cantidad de nutriente aplicado por hectárea.
Tabla 3. Valores promedio de las determinaciones realizadas en suelo en cada sitio.
53
Nutrición
Por último, se evaluó la respuesta en función del N aplicado para los tratamientos con YaraBela NITRODOBLE y los de Nutrición Balanceada con YaraMila NITROCOMPLEX PLUS. En la Figura 3, queda en evidencia la eficiencia de uso de los nutrientes y la respuesta en rendimiento al agregado de N en la zona de Bandera.
Figura 1. Rendimiento relativo del cultivo de maíz en función de cada tratamiento de fertilización.
Conclusiones En este trabajo se demostró la importancia del correcto planeamiento de la nutrición del cultivo de maíz para la zona rural de Bandera, Santiago del Estero. La elección de la fuente, dosis, momento y lugar es esencial para maximizar la respuesta y lograr mejoras significativas en los rendimientos alcanzados. La eficiencia de uso del nitrógeno se vio fuertemente aumentada cuando la fertilización fue planteada desde un concepto de nutrición balanceada, incorporando más nutrientes (N, P, K, Mg, S), y no solo desde la nutrición con N, Ca y Mg. La respuesta al agregado de N tuvo una respuesta lineal positiva. Es necesario un análisis más profundo de los datos para entender mejor las interacciones entre nutrientes y poder explicar la variabilidad de los rendimientos entre sitios de una manera más contundente. De todos modos, estos resultados demuestran una vez más la importancia de la nutrición balanceada y el agregado de N en el cultivo de maíz para reducir brechas productivas en el país. Referencias Ciampitti, I.; Boxler, M.; y García, F. (2010). Nutrición de Maíz: requerimientos y Absorción de nutrientes. Informaciones Agronómicas del Cono Sur. Int. Plant Nutr. Inst. 4. 14-18. Echeverría, H.; y Sainz Rosas, H.R. (2014). Fertilidad de suelo y fertilización de cultivos. INTA Ediciones. Capítulo 7. Pág.189-224. Coyos, T.; Borrás, L.; Gambin, B. (2017). ¿Cómo podemos aumentar la eficiencia de uso de N en maíces tardíos. Revista red de Maíz tardío campaña 2016/2017. Aapresid.
54
*Letras distintas indican diferencias significativas (LDS< 0,05).
Figura 2. Eficiencia en el uso del nitrógeno aplicado en función de cada tratamiento.
*Letras distintas indican diferencias significativas (LDS< 0,05).
Figura 3. Respuesta en rendimiento en función del nitrógeno aplicado.
55
Rem
Cultivos de servicio en primera persona
El ingeniero agrónomo y productor, Bernardo Romano, contó su experiencia con cultivos de servicio y las ventajas que observa en el control de malezas, el uso de nutrientes, el potencial del cultivo y el cuidado del suelo. El Ing. Agr. y productor, Bernardo Romano, empezó a implementar cultivos de servicio en la rotación de cultivos hace más de 10 años con la idea de mejorar el sistema. Luego, surgieron otros beneficios como la supresión de malezas, la me-
56
nor necesidad de utilización de productos fitosanitarios, el aumento de fertilidad de los suelos, y por ende, el aumento de rinde de los cultivos y la disminución de aplicación de nutrientes nitrogenados. Sobre sus comienzos en esta práctica, contó que se enteró de la misma por medio de Aapresid. Sus padres eran socios de la institución y le transmitieron la pasión por la agricultura, el campo y la innovación. En un principio, incorporaba las especies de cobertura antes del maíz tardío, pero ahora ya los aplica antes de todos los maíces, tempranos y tardíos. El objetivo es tener un balance positivo de carbono para que el suelo vaya creciendo en materia orgánica y en nutrientes de forma constante. “El primer año medimos el índice de impacto ambiental en una jornada anual de nuestra Regional y vimos que los índices eran positivos (menor impacto) con la inclusión de cultivos de servicio, en comparación con las rotaciones que no tenían”, comentó. El efecto positivo de estos cul-
tivos en el control de malezas es notable. Permiten prescindir de los herbicidas preemergentes residuales, lo que implicó una disminución del impacto ambiental del paquete de herbicidas usado de hasta 3 veces respecto de la situación de barbecho químico. Dentro de los cultivos que utiliza, se encuentran: vicia, centeno, colza, rabanito forrajero, nabo forrajero. “La intención en el futuro cercano es masificarlo. Si bien uso cultivos de servicio en todo el campo, lo hago con una sola especie o dos. La idea es pasar a multiespecie porque vimos que en todos los ensayos de la Chacra el mejor resultado estaba ahí. Cada especie aportaba lo mejor de la crucífera, la leguminosa y la gramínea”, detalló y continuó: “Otros desafíos son continuar probando y aprendiendo con esta práctica ya que todavía estamos lejos del nivel óptimo de sustentabilidad, y podemos seguir creciendo”, afirmó. Con respecto a dónde aplicar este método, sostuvo que es replicable a cualquier
El campo de Bernardo donde se visualizan los cultivos de servicio incorporados en el sistema.
Bernardo Romano • Ingeniero Agrónomo y productor • Comisión directiva de Aapresid • Participa de la Regional y de la Chacra Bragado-Chivilcoy •Trabaja en campos ubicados en Alberti y Chivilcoy, ambos con argiudoles típicos. En uno de ellos, tiene incidencia negativa de la napa y en el otro, incidencia positiva
área pero, como condición, requiere probar la especie o mezcla de especies adecuada, medir el agua y ver el momento óptimo de corte de crecimiento del cultivo. En esta línea, Romano desafió a los productores: “Hay que sacarse el casete de que en los campos alquilados no se pueden hacer cultivos de servicio. Es allí donde mayor valor tienen debido a que reducen costos y hacen rentable la producción. Por este motivo, no hay que verlos como costo sino como una inversión con rédito”. Los planteos con CS, que no pueden ser comercializados, mostraron un costo extra que promedió los 125 US$/ha, pero vale destacar, que los ahorros en herbicidas y nutrición de los cultivos posteriores, más el aporte en rendimiento de los mismos, cubren ese costo sobradamente (Ver “¿Cuál es el resultado económico?”).
Ventajas de los cultivos de servicio en el control de malezas La ausencia de labranza, por sí misma, reduce la emergencia de las malezas porque las semillas que requieren una breve exposición a la luz no son inducidas a germinar. Además, los residuos sobre la superficie del suelo pueden suprimir directamente la emergencia de las malezas. Los cultivos de servicio brindan, en primer lugar, un control de las malezas con las que conviven por competencia de luz, agua y nutrientes, así como por efectos alelopáticos en algunos casos. Luego, el grado de control de malezas proporcionado por los residuos de los cul-
tivos de servicio puede variar de acuerdo a las especies, la biomasa de los residuos y las especies de malezas. La supresión de las malezas por estos residuos aumenta de acuerdo a una relación exponencial negativa a medida que aumenta la biomasa. En este sentido, pueden reducir la emergencia de las malezas hasta en un 90%. Las especies anuales de semillas pequeñas y con requerimientos de luz para su germinación son las más sensibles a los residuos superficiales. Mientras que las especies anuales de semillas grandes y las malezas perennes, son relativamente insensibles a la misma. La supresión de las malezas declinará durante el curso de la estación a medida que se descomponen los residuos.
¿Cuál es el resultado económico de hacer cultivos de servicio? Ahorro en productos fitosanitarios
US$ 75
Ahorro en fertilizantes (30 kg N/ha)
US$ 25
Aporte en rendimiento de maíz (1.6tn/ha) Costos del CS Rédito final (U$S/ha)
US$ 150 -US$ 125 US$ 125
57
Rem
Sumando herramientas al manejo de malezas
El conflicto de las malezas tolerantes y resistentes en Argentina ya es conocido y en los últimos años, lejos de ir disminuyendo se está acrecentando como consecuencia de un uso inadecuado de herbicidas. Debido a esto debemos tener en cuenta otras alternativas de manejos no químicas como los cultivos de servicios (CS), ya que compiten durante su ciclo y disminuyen las emergencias posteriores por la cobertura que generan, pero además mejoran al sistema en su conjunto a través de todos sus servicios. En una reciente encuesta hecha a los socios Regionales Aapresid, los cultivos de servicios ya cubren algo más del 15% de su área, lo que manifiesta que es una tecnología de procesos en franca expansión.
Aportes del los cultivos de servicios al sistema
En el Testimonial REM de Sancti spíritu del 9 de octubre se mostró el aporte sobre el control de malezas de diferentes cultivos de servicios y formas de siembra de los mismos 58
La Ing. Agr. Miriam Barraco, de la Estación Experimental Agropecuaria INTA de Gral. Villegas, tuvo la oportunidad de poder comentar sus trabajos en relación a los CS y su aporte a la fertilidad, agua del suelo y al control de malezas. Según estudios, en La Pampa puede haber hasta 15°C de diferencia entre el suelo desnudo y el suelo con cobertura de centeno, dicha diferencia hace que se modifiquen las emergencias de malezas, siendo ésta 15 días posterior y un 30% menor en yuyo colorado
sobre centeno vs suelo desnudo. En cuanto a la relación de fertilidad y control de malezas, Miriam destacó que se debe alcanzar un punto de equilibrio, porque a mayor tiempo del CS establecido mayor protección en cuanto a malezas, pero esto también provoca una mayor inmovilización de Nitrógeno (N), en el caso de las gramíneas. En estos casos, además debería terminarse al menos 15 días previos a la siembra de maíz, porque si no se retiene todo el nitrato en el rastrojo, cuanto más encañado esté, más es el tiempo que tarda en descomponerse y en llegar el N al suelo. En las crucíferas hay un alto nivel de inmovilización de N y azufre en la raíz, que tarda mucho tiempo es descomponerse y estar disponible, por este motivo, se observó que específicamente el nabo en mezcla con vicia, es una buena alternativa previo al maíz. En cuanto al nabo, Miriam también
destacó prestar atención al efecto de compactación que esta especie provoca en las porciones del suelo lindera a la raíz cuando se siembra a bajas densidades debido a la gran magnitud de las raíces desarrolladas, en detrimento del objetivo inicial que se buscar al incorporar esta al sistema. Otra contribución de los CS al sistema es el aporte de C que se da a través de la biomasa aérea y de las raíces, Miriam apuntó que en las gramíneas la biomasa de raíces es un 80% de la aérea, mientras que en vicia este valor es del 100%. En relación al contenido de agua del perfil, según comparaciones en La Pampa de un testigo sin cobertura versus el suelo con un CS, éste último llega a la siembra del cultivo de renta posterior con la misma o mayor cantidad de agua debido a la alta tasa de evaporación existente en el suelo desnudo y a la mayor infiltración de
agua que permite el CS por la cobertura y la macroporosidad, por este motivo en la zona de influencia del INTA Gral. Villegas muchos productores ya han incorporado CS a sus sistemas.
¿Que aportan al manejo de malezas? En el Testimonial organizado por REM y la Regional Aapresid Venado Tuerto en la Estancia Las Palmas de Sancti Spiritu, en el sur de Santa Fe, se buscó mostrar los beneficios que ofrece esta herramienta como aliada para el manejo de malezas. El Ing. Agr. Martín Marzetti, gerente del Programa REM comentó que rasgos deben buscarse en las especies si se buscan para el control de malezas: alta tasa de crecimiento, rápida captura de recursos (agua, luz, nutrientes), rastrojo de baja tasa de descomposición y alelopatía (Pi-
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Rem
ñeyro, 2018). Además destacó que el efecto sobre la dinámica de malezas son tres: se reduce la cantidad de plantas de malezas nacidas por unidad de superficie, hay menos cantidad de cohortes (camadas) y las malezas que nacen tienen un menor crecimiento (ahiladas) y con un desarrollo similar entre sí. Como consecuencia tenemos menor número de aplicaciones, con mayor eficiencia de las mismas y esto nos da una menor presión de selección de resistencia, a la vez que se disminuye el impacto ambiental al sistema. Marzetti remarcó la importancia de sembrar el cultivo de servicio libre de malezas porque en general el arranque es lento. En ocasiones es necesario un barbecho previo a su siembra, pero si el cultivo anterior sale limpio puede prescindirse de esta aplicación. El uso de residuales previo a la siembra de estos cultivos es un tema en análisis, ya que las opciones químicas no son muchas en general y son nulas cuando se hacen mezclas polifíticas de gramíneas, leguminosas y crucíferas. Un tema a considerar es el posible ingreso de biotipos resistentes con los cultivos de raigrás y crucíferas, ya que existen resistencias a nivel nacional y no hay forma de asegurar que la semilla comprada no tenga contaminación con los mismos. Lo importante es estar muy atentos si se ven escapes a la hora del quemado de los mismos y hacer una nueva aplicación cambiando de herbicida si esto se produce, siempre antes que se generen semillas para evitar de esta manera que infecten el campo.
Experiencia local Jonathan Damiani, Responsable de la Estancia e integrante de la Regional Aapresid Venado Tuerto, comentó que ellos están evaluando la inclusión de estos cultivos en su sistema por el aporte de carbono, cobertura, el control de malezas y aporte en general al sistema. El primero de los ensayos forma parte de la Red de Cultivos de Servicios Aapre-
60
#
Cultivo de Servicio
Densidad de siembra
1
Melilotus alba
10 kg/ha
2
Trébol persa
8 kg/ha
3
Ryegrass anual + Trébol persa
15 + 5 kg/ha
4
Avena strigosa + Vicia villosa + Colza
10 + 15 + 3 kg/ha
5
Avena sativa + Vicia villosa + Colza
11 + 15 + 3 kg/ha
6
Ryegrass anual + Vicia villosa
24 + 8 kg/ha
7
Trébol persa + Trébol subt. + Nabo
6,3 + 6,3 + 6,3 kg/ha
8
Trébol subterráneo
8 kg/ha
9
Avena strigosa
50 kg/ha
10
Centeno
50 kg/ha
11
Vicia villosa
20 kg/ha
12
Vicia sativa
25 kg/ha
13
Rabanito forrajero
10 kg/ha
14
Trébol persa + Trébol subt. + Nabo
6,3 + 6,3 + 6,3 kg/ha
15
Avena
80 kg/ha
16
Centeno + Vicia villosa + Trébol
20 + 16 + 4 kg/ha
17
Testigo
-
sid-BASF. Se evaluaron franjas de 17 tratamientos, que fueron sembradas el 5 de abril, sin aplicaciones de herbicidas luego de la cosecha de soja. El 27 de septiembre se midió el número de malezas por metro cuadrado y el estadio fenológico de las mismas a través del IPEF (Índice Poblacional de Estado Fenológico, cuya escala numérica es del 1 al 5, donde 1 es plántula y 5 es el estado reproductivo). La Ing. Agr. Eugenia Niccia, del equipo REM, mostró los resultados concluyendo que todos los tratamientos que poseían alguna gramínea, sola o consociada, lograron los mejores controles de malezas, a lo que debe sumarse la Vicia villosa que también logró un control excelente por la cobertura que produce. Estas mismas variables también se evaluaron en un ensayo de franjas sobre
diferentes métodos de siembra de avena sobre maíz temprano. Se evaluó una siembra aérea (FS 22/3) realizada una semana antes de la cosecha del maíz, siembra con sembradora (FS 18/4) y siembra al voleo con fertilizadora de discos (FS 25/4), estos últimos dos casos realizados luego de la cosecha. Sobre el control de malezas, los mejores resultados se obtuvieron con el primer método. No obstante, esto no debe tomarse como absoluto, ya que los otros dos también mostraron resultados satisfactorios y presentan notables ventajas operativas. Un dato más que interesante, el lote había recibido una última aplicación dentro del maíz en noviembre del 2017, con glifosato + fluroxipir, y desde esa fecha no se ha vuelto a aplicar, logrando así casi un año sin aplicaciones en el lote.
Malezas/m2
Conclusiones:
Estadio fenológico de las malezas (1=plántula; 4=reproductivo) 16 14
Malezas/m2
12
3
10 8
2
6 4
1
2 0
Estadio fenológico delas malezas
4
0
8
Estadio fenológico de las malezas (1=plántula; 4=reproductivo)
4
7 3
Malezas/m2
6 5
2
4 3 2
1
Estadio fenológico delas malezas
Malezas/m2
• Los tratamientos de CS que presentaban gramíneas como única especie o en mezcla, fueron los que obtuvieron un mayor control de malezas, siendo el de mayor control la mezcla de Ryegrass anual + Vicia villosa. • Cabe destacar el tratamiento de Vicia villosa sola que aún sin poseer los rasgos de los CS mencionadas como favorecedoras del control de malezas, tuvo un desarrollo que permitió alcanzar niveles bajos de presencia de malezas, así como de IPEF de las mismas. • Los tratamientos de menores controles fueron los de Vicia sativa, tréboles y crucíferas, sembradas solas, que obtuvieron valores de malezas similares al Testigo. • En cuanto a los métodos de siembra, se vieron mejores control en la siembra con sembradora, seguido por el avión y finalmente al voleo. Esta variable se debe evaluar según las necesidades de cada sistema en particular, ya que además se deben tener en cuenta los tiempos, la disponibilidad de la maquinaria, los costos de cada método, etc. • Al utilizar nabos y raigrás se debe prestar especial atención al ingreso de biotipos resistentes • Los CS son una herramienta muy útil para el manejo racional de malezas permitiendo disminuir el uso de herbicidas, aspecto necesario por al aumento de sus costos, la presión de selección y el impacto ambiental que ocasionan. • Los CS aportan muchos otros beneficios al sistema, pero exige una buena planificación y conocimiento.
1 0
Avena con sembradora
Avena al voleo
Avena con avión
0
61
Rem
Nueva >> herramienta para conocer la dinámica de emergencia de malezas
62
Es sabido que el punto más débil de las malezas es la semilla y la plántula. Estimar cuándo ocurrirá la emergencia permite armar la mejor estrategia para enfrentarlas.
Como cita el investigador Eduardo Leguizamón: “En el caso específico de las malezas, el banco de semillas del suelo, que se compone de numerosas especies, constituye la fuente primaria de las recurrentes infestaciones anuales. El conocimiento de los factores que determinan la emergencia de la plántula es un tema muy importante en el plano de la investigación aplicada, pues es una fase que resulta crítica en la dinámica de poblaciones, que tiene implicancias centrales en el caso de los agroecosistemas, tanto por sus efectos en la determinación de la competencia sobre el cultivo, como por el condicionamiento del tipo y oportunidad de las tácticas de control que deben ser empleadas. Resultados obtenidos tempranamente por líderes en este campo del conocimiento, demuestran que la emergencia de la plántula suele seguir un patrón característico en cada especie. La aparición de la plántula es el resultado de un complejo proceso secuencial que se inicia cuando la semilla se embebe. Los dos factores centrales que determinan la emergencia del embrión y establecimiento de la plántula son la temperatura y la humedad”. Numerosos investigadores han relevado la dinámica de emergencia de diversas malezas, en varias zonas agrícolas del país, durante años, pero esta información no se encontraba sistematizada para poder visualizarla de manera conjunta y hacer así un mejor análisis. Esta herramienta web de Dinámica de emergencias de REM cuenta con información de INTA, Facultades de Agronomía de la UBA, Tucumán, Balcarce, Rosario y La Pampa, y de asociaciones como AAPPCE, CREA Región NOA y Aapresid, lo que ha permitido compilar 260 curvas de emergencia de 45 especies diferentes para la mayoría de las zonas agrícolas. Los análisis que se pueden realizar con esta información son variados, según el ámbito de trabajo de cada usuario, pero como ejemplo se pueden citar algunos:
1) Comparación de diferentes especies, para un mismo año y lugar:
2) Comparación de una misma especie, entre años, para un mismo lugar:
3) Comparación de diferentes especies, para una misma zona:
63
Rem
4) Comparación del impacto de diferentes manejos, por ejemplo cultivos antecesores:
esta herramienta no tiene carácter predictivo, es decir que no permite anticipar la emergencia de malezas para la campaña, sino que es una compilación de información relevada y sistematizada para posibilitar un mejor análisis. No obstante, hay investigadores nacionales trabajando en modelos predictivos, lo cual sería un avance más que interesante y superador para un mejor manejo de malezas. Bibliografía Leguizamón, E.S. 2014. Optimización del manejo de malezas en base a Información Meteorológica
Estos análisis pueden ser de utilidad para una mejor planificación de una secuencia de herbicidas, al conocer las fechas más probables de germinación de las diferentes especies que cada uno controla. También puede estimarse el impacto de la modificación de una práctica cultural como la fecha de siembra, al hacerse antes o después del “pico” de emergencia de una determinada maleza. Puede preverse el control que ejercería un cultivo de servicio, al conocer su fecha de siembra y secado, con respecto a la curva típica de emer-
64
gencia de tal maleza para la zona. Pueden hacerse comparaciones entre patrones de malezas, entre aquellas que tienen germinaciones más concentradas y “explosivas” de otras que presentan germinaciones más prolongadas en el tiempo ó diferenciar malezas que varían poco sus fechas de emergencia entre años, de otras que son muy difíciles de prever. Todo esto impacta fuertemente en el manejo a realizar y la efectividad que se puede esperar de cada práctica. Por último, es preciso mencionar que
Cada maleza aparece en un momento distinto...Pero todas aparecen en el mismo sitio: Accedé a la plataforma www.aapresid.org.ar/rem-malezas/emergencias
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Prospectiva
¡Para agendar!:
Calendario de eventos
20 de Diciembre (jueves) 9:00 hs. Videla, Santa Fe. Testimonial REM “Estrategias para el control de Yuyo colorado en soja de segunda” Ruta nacional 11 km 556, Videla, Santa Fe Más información en: marzetti@aapresid.org.ar niccia@aapresid.org.ar
1ra quincena de Febrero Bandera, Santiago del Estero. Jornada cogollero en maíz
Jornada a campo para examinar de cerca el manejo adecuado de la plaga en una zona de alta presión, evaluando diferentes eventos biotecnológicos e insecticidas y haciendo hincapié en el monitoreo, el uso de refugios y la calidad de aplicación de insecticidas 10 km al noroeste de Bandera - Localización: 28° 49´ 50´´ S – 62°20´ 04´´ O Mas información: marzetti@aapresid.org.ar niccia@aapresid.org.ar
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Prospectiva
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