Tropo a la Uña 23 Nueva Época

Page 50

t e r t u l i a s

Repensar los movimientos sociales Por Mauricio Ocampo C.

1. Movimientos sociales clásicos

L

a historia de los movimientos sociales no es nueva. Está documentada desde antes de Cristo. Recordemos, por ejemplo, a Espartaco, quien inicia uno de los primeros movimientos sociales de liberación cuando se subleva contra el esclavismo romano. Siglos después, en la Revolución Industrial, los artesanos que se sintieron desplazados por las máquinas generaron movimientos sociales como el ludismo, el cartismo y el anarquismo. Y en América Latina empiezan con la resistencia étnica a la invasión española en 1492, la Independencia de México en 1810, y se extienden hasta nuestros días. Las hermosas fotografías de Casasola que muestran a los ejércitos revolucionarios de Zapata y Villa entrando en la ciudad de México, simbolizan los sueños y las luchas por la incorporación popular a la política y la cultura modernas. Hay que recordar que los movimientos sociales clásicos tenían una característica tripartita como instrumento de lucha: el partido, el Estado y los sindicatos. Cuando hablamos de partido, no necesariamente hacemos referencia a los partidos con registro. Recordemos que en el caso de México, el PRD nació de la coalición de partidos de izquierda y sin registro. En cuanto al Estado, los movimientos sociales clásicos tenían claro a un enemigo, y este era el Estado y sus aparatos de movilidad. Y respecto al sindicato, este, al

48

igual que el partido, era un instrumento de lucha, es decir, se movía alrededor del movimiento obrero sindicalista y partidista —si bien, el sindicalismo en México sirvió como modo de control del trabajador—. De esta manera, los distintos actores sociales —populares o populistas, campesinos, obreros, étnicos, regionales o empresariales, de vanguardia revolucionaria o de guerrillas— tenían como centro del conflicto al Estado y buscaban la dirección del proceso industrial. Los movimientos sociales clásicos, buscaban, sobre todo, la redistribución de las riquezas y el acceso a los centros de toma de decisiones. El problema es que estas orientaciones totalizantes tendieron a perder su impulso vital con la caída del protosocialismo ruso, y evidenciaron paulatinamente un fraccionamiento acelerado de la acción colectiva y la emergencia de nuevas prácticas colectivas restringidas a espacios reivindicados, centrados más en ellos mismos que en la política: movimientos que renacen sin plantearse, al menos por el momento, metas o prácticas totalizantes o revolucionarias.

2. Nuevos movimientos sociales Los nuevos movimientos sociales aparecen entre los años 60 y 70 y muestran un giro importante en relación con el tradicionalismo anterior, que se enfocaba en demandas materiales y se circunscribía a las clases sociales. Emanados de la crisis de la modernidad, eran simbólicos, reivindicativos, autonómicos, intersubjetivos e individualistas. Su características más significativas son: su base está en los actores sociales; se originan por las modificaciones que ha ido sufriendo la sociedad moderna con respecto al Estado Benefactor; y sus objetivos parecen ser orientados más hacia las relaciones sociales y no las estructurales.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.