Ciudades biodiversas resistentes al clima en América Latina

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Ciudades biodiversas resistentes al clima en América Latina

Marzo 2021


Ciudades biodiversas y resistentes al clima en América Latina

TABLA DE CONTENIDO Ciudades biodiversas resistentes al clima en América Latina ......................................................... i Ciudades biodiversas en tiempos de COVID-19..............................................................................5 Resumen ejecutivo .......................................................................................................................... 7 Prefacio ......................................................................................................................................... 21 Capítulo 1: Introducción ............................................................................................................... 24 Capítulo 2: Beneficios de la biodiversidad para las ciudades ....................................................... 27 Capítulo 3: Resiliencia climática e infraestructura verde ............................................................ 39 Capítulo 4: Presiones sobre la biodiversidad ................................................................................ 45 Capítulo 5: Herramientas para medir la biodiversidad en las ciudades ........................................ 55 Capítulo 6: Diseño de la biodiversidad ......................................................................................... 61 Capítulo 7: Estudios de Casos de Buenas Prácticas para la Biodiversidad .................................. 68 Capítulo 8: Una caja de herramientas de biodiversidad para las ciudades ................................... 81 Anexos .......................................................................................................................................... 93

Lista de figuras Figura 1: Marco del Índice de Singapur sobre la Biodiversidad de las Ciudades ........................ 58

Lista de recuadros Recuadro 1: Elaboración de un Plan de Acción Local sobre la Biodiversidad ............................ 84 Recuadro 2: Lograr un consenso sobre los valores de la biodiversidad ....................................... 88 Recuadro 3: Elaboración de un mensaje sobre la biodiversidad................................................... 90

Lista de anexos Anexo 1: Beneficios de las azoteas verdes ................................................................................... 94

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Reconocimientos Este informe fue preparado para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por Miles ScottBrown y Amanda Lima. Gretta Elizondo también ayudó en la edición final del documento. Edna Rodríguez y Andrea Moreno, de Intelligent Social Investment, prestaron apoyo adicional para el desarrollo del kit de toma de muestras de la biodiversidad. Los autores también agradecen el apoyo de María Camila Quintero Garzón y la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del BID durante la duración del proyecto.

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Acrónimos CDB

Convenio sobre la Diversidad Biológica

CEPAR

Centro de Estudios de Producción Agrícola

EDS

Desventajas de los ecosistemas

ICLEI

Gobiernos locales para la sostenibilidad

IPPC

Grupo Internacional de Expertos sobre el Cambio Climático

IS

Índice de sostenibilidad

IV

Infraestructura verde

LAB

Acción local en pro de la diversidad biológica

LAC

América Latina y el Caribe

ODS

Objetivos de desarrollo sostenible

OGM

Organismo genéticamente modificado

ONG

Organización no gubernamental

PALB

Plan de acción local sobre la biodiversidad

UICN

Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza

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Ciudades biodiversas en tiempos de COVID-19 La reciente emergencia de la COVID-19 ha puesto de presente nuestra fragilidad como especie, y ha develado las estrechas interdependencias entre los modos de vida urbanos y el estado de equilibrio de la base natural planetaria. Hoy en día, y pese a los múltiples esfuerzos a nivel global, nacional y local por conservar la diversidad biológica, tenemos un planeta alterado en más del 75% de su superficie. La pérdida de especies y la alteración de los sistemas socio-ecológicos continúa siendo incremental, y hemos fallado en insertar nuestras acciones -individuales, institucionales, gubernamentales y corporativas- en un sistema de responsabilidades colectivas que contribuya a labrar entornos sostenibles y viables. Estamos siendo partícipes de una era palpitante, en la que convergen nuevos retos de desarrollo a nivel global con innovaciones digitales, informáticas y biológicas extraordinarias. Las ciudades son centros de producción y consumo, focos de demanda intensiva de recursos naturales, y espacios de alta concentración poblacional, todas dinámicas que definen el metabolismo de estos sistemas socio-ecológicos. Son también puntos de interconexión planetaria y cunas de innovación y creatividad, y por todo ello, motores capaces revertir las interacciones negativas entre el crecimiento urbano y la base natural de la que depende el desarrollo. Este potencial transformador de las ciudades y su metabolismo ha sido reconocido como un activo fundamental para el desarrollo sostenible. Nos encontramos ante una afluencia de herramientas y soluciones que emergen desde las ciudades mismas, y debemos continuar estimulando y manteniendo un trabajo articulado entre ciudadanos, organizaciones, sectores e instituciones, de manera que se conecten todas estas oportunidades con el objetivo común de fomentar el desarrollo de paisajes urbanos biodiversos, sostenibles y resilientes ante los cambios globales. La presente publicación está conectada con ese propósito. Su perfil práctico busca orientar el diseño de modelos de ciudad en América Latina en consonancia con los retos de gestión de la biodiversidad. Poner en circulación estos productos de conocimiento permitirá fortalecer la comunicación entre instituciones privadas y públicas, centros de investigación, y redes ciudadanas locales y globales, invitando así a otros actores a alinearse con la planificación de un desarrollo social y económico a escala urbana que encuentre armonía con la base natural de la que dependen. Este informe y su caja de herramientas llegan en un momento crucial, en el que se están repensando los paradigmas de crecimiento urbano desde una mirada de salud integral. Este último año de confinamiento por efectos de la pandemia ha subrayado la importancia de poner por obra nuevos modos de relación con el entorno que reconozcan la interconexión entre personas, animales, plantas y su ambiente compartido, en compromiso por una salud planetaria. Dichas condiciones de aislamiento han reavivado reflexiones sobre elementos fundamentales de la ecología y su lógica sistémica: todo está conectado. Bajo esta lógica, el Instituto Humboldt ha emprendido una labor como facilitador de un trabajo en red que favorezca la transición de las ciudades hacia una relación positiva con la biodiversidad, y sean así reconocidas como 5 | Page


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BiodiverCiudades. Este concepto ha sido acuñado por el Gobierno de Colombia como estrategia de transición de los centros urbanos hacia una planificación territorial que reconozca a la biodiversidad como soporte inapelable de su desarrollo y que promueva acciones en concordancia. Esta iniciativa tiene un nuevo marco de ambición global, BiodiverCities by 2030, que ubica a la biodiversidad como un factor determinante en el diseño urbano y en los procesos de planificación de las ciudades a nivel global, así como en la formación de ciudadanos conscientes de su entorno, que buscan soluciones de competitividad basadas en la oferta natural disponible, y que modifican sus patrones de consumo en procura de una mejor salud planetaria. BiodiverCities by 2030 será liderada por una alianza estratégica entre el Instituto Humboldt y el Foro Económico Mundial, en colaboración con el Gobierno de Colombia y otros actores clave. Bajo esta alianza, el Instituto tiene el compromiso central de actuar como “knowledge broker”, conectando y transmitiendo conocimiento sobre la biodiversidad en el ámbito de lo urbano, y apoyando la integración y divulgación de productos como el que aquí se presenta, de manera que se generen nuevas sinergias en pro de la conservación de la biodiversidad en las ciudades, por las ciudades, para las ciudades, y desde las ciudades. Es necesario seguir promoviendo la generación de productos e iniciativas como la que tenemos en nuestras manos, que sean tácticas, que privilegien las iteraciones, y que reconozcan la complejidad de los contextos urbanos para reaccionar ágilmente frente al cambio. Debemos alinearnos con el propósito de esta publicación, y continuar fortaleciendo las habilidades de los tomadores de decisión para diseñar modelos de ciudad que sean adaptables y sensibles a los atributos locales; que estimulen alianzas multisectoriales y transdisciplinarias; que promuevan la alfabetización sobre los valores de la naturaleza; que ubiquen al funcionamiento ecológico como parte intrínseca de las miradas sobre el desarrollo urbano; que reconozcan los entornos operativos particulares, y que interpreten las necesidades y responsabilidades frente a la conservación de la biodiversidad en las ciudades latinoamericanas y globales. Las ciudades son organismos vivos que emanan el pulso de la complejidad. Entenderlas como tal permite percibir sus propiedades emergentes, sus relaciones y sus interdependencias en todas las escalas. Una mirada simbiótica como esta nos permitirá ser más efectivos en identificar nexos y en asignar responsabilidades frente a ello, que deriven en retribuciones vitales para la biodiversidad como fuente indudable de bienestar. Sin duda el mayor riesgo al que nos vemos enfrentados actualmente es la tendencia expansiva de dar por concedida la naturaleza y sus contribuciones. Y todos tenemos algo que aportar para prevenirlo.

Cristina Gómez Garcia-Reyes Hernando García Martínez Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt

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Resumen ejecutivo Prólogo ¿Puede la vida, aparte de la humana, florecer en nuestras ciudades? ¿Pueden los humanos encontrar bienestar, consuelo y una existencia significativa en ciudades desprovistas de todas las demás formas de vida? La creciente pérdida de biodiversidad y la rápida urbanización son dos aspectos intrínsecos del actual modelo de desarrollo mundial. En ningún otro momento de la historia se ha perdido biodiversidad a un ritmo tan alarmante, ni han crecido tanto y tan rápidamente las ciudades. Pese a esta pérdida, la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas siguen siendo la base fundamental de la que depende en última instancia la humanidad para lograr una mejor calidad de vida. Esta realidad se ve repetida en ciudades de todo el mundo, en las que el acceso a la naturaleza rara vez es el adecuado, mientras que la demanda de bienes y servicios naturales para satisfacer los estilos de vida urbanos sigue aumentando rápidamente. Puede que sea complejo determinar cuáles son los impactos positivos y negativos que tiene la biodiversidad en las ciudades, y viceversa, o cuál es el papel que la naturaleza urbana desempeña en la sostenibilidad y el bienestar, tanto dentro como fuera de los límites de las ciudades. No obstante, lograr esta determinación es una tarea imprescindible en nuestra época. Como especie dominante, los humanos están transformando rápidamente los hábitats naturales del mundo en paisajes urbanos. Casi el 55% de la población humana vive en ciudades y para 2050 se espera que esta cifra aumente al 68%, lo que equivaldría a unas 7.000 millones de personas. A medida que el mundo se urbaniza, el desarrollo sostenible depende cada vez más de la gestión satisfactoria del crecimiento urbano, especialmente en los países de bajos ingresos y de ingresos medianos bajos, en los que se prevé que el ritmo de urbanización será el más rápido. Muchos países se enfrentarán a dificultades para satisfacer las necesidades de su creciente población urbana en cuanto a servicios de vivienda, suministro de alimentos, transporte, sistemas de energía, servicios de gestión de desechos y otras infraestructuras, así como para proporcionar empleo y servicios básicos como la educación y la atención de la salud. Se necesitan políticas integradas para mejorar la vida de los habitantes de las zonas urbanas y rurales, fortaleciendo al mismo tiempo los lazos entre estas zonas y aprovechando aquellos vínculos económicos, sociales y ambientales que ya existen. La forma en la que gestionemos la biodiversidad en nuestros entornos urbanos será clave para satisfacer las necesidades de servicio y bienestar de los seres humanos. Además, nos dará la oportunidad de crear espacios viables para otras formas de vida, importantes para nuestra propia existencia. La supervivencia humana depende de la biodiversidad, es decir, de la diversa gama de organismos que habitan el planeta. Una forma de resaltar la importancia de la biodiversidad para el medio ambiente y para los seres humanos es ilustrar los beneficios que los seres humanos obtienen de la naturaleza, también llamados servicios de los ecosistemas o servicios ecosistémicos. La estructura y la función biofísica de los ecosistemas sirven para determinar el bienestar directo que estos servicios aportan a los humanos, así como su valor económico asociado. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio calcula que más del 60% de los servicios de los ecosistemas mundiales están siendo degradados o aprovechados de forma insostenible. Adicionalmente, la pérdida de biodiversidad acelera el cambio climático, lo que a su vez conlleva 7 | Page


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a una mayor pérdida de biodiversidad, reforzando así un ciclo vicioso que hace que la intervención humana para interrumpir este ciclo ahora sea más urgente que nunca. En este orden de ideas, nuestras ciudades serán el campo de batalla en donde se ganará o perderá la lucha por un futuro sostenible en este planeta. Es innegable que la rápida urbanización representa grandes desafíos, pero también ofrece enormes oportunidades para garantizar el bienestar humano básico y un entorno habitable. Estas oportunidades se traducen en un diseño ecológico viable y en el buen uso que se les dé a los paisajes urbanos ya que es de estos de donde posiblemente provendrán los conocimientos, la innovación y los recursos humanos y financieros que guiarán las soluciones a los problemas ambientales mundiales. Retos y oportunidades de la biodiversidad en las ciudades A pesar de que las ciudades son centros de consumo de recursos en donde se le ha dado un uso particular a la tierra, también representan una oportunidad considerable para impulsar la sostenibilidad mundial, la conservación de la biodiversidad, el logro de objetivos ambientales y la mejora de la calidad de la vida humana. Los servicios de los ecosistemas pueden hacer frente a diversos desafíos que las ciudades enfrentan actualmente, a saber, brindan aire limpio, agua potable, suministran recursos genéticos, apoyan el proceso de tratamiento de desechos y protegen contra los efectos del cambio climático. Todos estos son aspectos que afectan el desarrollo humano en las ciudades y muchas formas de pobreza son causadas o exacerbadas por la falta de acceso a los servicios esenciales que prestan los ecosistemas. Además, las ciudades consumen grandes cantidades de recursos y, por lo tanto, generan grandes cantidades de desechos y emisiones. Estas consecuencias negativas del crecimiento urbano afectan de manera desproporcionada a las poblaciones de bajos recursos, quienes muchas veces no tienen acceso al agua potable, a los alimentos seguros o a servicios de salud esenciales y tampoco cuentan con los medios para obtenerlos. Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia que tienen las zonas naturales como fuente de captación de agua potable estable y barata. Casi un tercio de las cien ciudades más grandes del mundo tienen zonas naturales próximas con este servicio esencial. Los espacios verdes en las ciudades o en sus alrededores también ayudan a regular la temperatura, a brindar protección contra peligros naturales, a satisfacer necesidades energéticas, a apoyar la agricultura, a prevenir la erosión del suelo y a prestar servicios culturales, incluidos los estéticos y recreativos, todo lo cual conduce a estilos de vida humanos más saludables y enriquecidos. A pesar de los numerosos beneficios y oportunidades que ofrecen los espacios verdes urbanos, también hay muchos otros desafíos a los que se enfrenta la biodiversidad en las ciudades. Estos desafíos tienen que ver con cómo gestionar ciertas desventajas de los ecosistemas, a saber, temas de estética urbana, seguridad, salud, cuestiones económicas y de movilidad, la conversión de los hábitats naturales, sensibilización y educación, bioseguridad, crecimiento, población, pobreza y gobernanza urbana. Es sumamente importante que los encargados de formular políticas, especialmente a nivel de las ciudades, comprendan la forma en la que esos desafíos pueden afectar a las prácticas cotidianas de la población urbana, de modo que se puedan aplicar medidas de mitigación al planificar y ejecutar planes de desarrollo urbano.

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El papel de los servicios de los ecosistemas urbanos en la resiliencia y adaptación al cambio climático La relación entre las ciudades y el cambio climático se encuentra bien documentada internacionalmente en diversos estudios que ponen de relieve los efectos negativos del cambio climático en el bienestar de las poblaciones urbanas y los ecosistemas naturales. Sin embargo, en la práctica no se comprende muy bien la forma en la que los ecosistemas urbanos proporcionan servicios ecosistémicos esenciales para la ciudad. Tampoco hay claridad sobre cómo pueden la planificación, la conservación y la gestión de la diversidad biológica urbana y periurbana proporcionar beneficios para los habitantes de las ciudades. En primer lugar, hay que destacar que la biodiversidad urbana es fundamental, no sólo para el buen funcionamiento de los procesos ecológicos, sino también para la capacidad de las zonas urbana de absorber condiciones ambientales cambiantes provocadas por el cambio climático. Según la definición de la Unión Europea (UE), la infraestructura verde (IV) se refiere a una "… red estratégicamente planificada de zonas naturales y seminaturales, diseñada y gestionada para proporcionar un amplio abanico de servicios ecosistémicos”. Esto incluye elementos verdes (o azules, en el caso de los ecosistemas acuáticos) y otros elementos físicos en zonas terrestres (incluidas las zonas costeras) y en zonas marinas. El otro lado de la moneda es la infraestructura gris que se refiere a la infraestructura creada por el hombre, como lo son las instalaciones de tratamiento de aguas, los sistemas de alcantarillado, los sistemas de aguas pluviales o las cuencas de almacenamiento. El término también puede aplicarse a otros tipos de infraestructura, como carreteras y autopistas, puertos, aeropuertos, infraestructura comercial y de venta al por menor, servicios públicos e infraestructura social, como escuelas y hospitales. La palabra "gris" se refiere al hecho de que tales estructuras están a menudo hechas de hormigón y acero. La infraestructura verde urbana ayuda a las ciudades a adaptarse al cambio climático, así que la estrategia de ampliar esta IV en la planificación urbana aumentaría la sostenibilidad y la capacidad de recuperación de las ciudades y comunidades. Muchos estudios han demostrado los beneficios de la IV en la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo en las zonas urbanas, así como su función como importante instrumento de planificación urbana para ayudar a satisfacer las necesidades ambientales, sociales y económicas de las zonas urbanas. Cada vez se reconoce más que estas intervenciones naturales son una manera de combatir el cambio climático en la que todos ganan, dados sus beneficios sociales, económicos y ambientales. No obstante, para lograr la adaptación al cambio climático y la resiliencia ante el mismo se requieren soluciones innovadoras y nuevos instrumentos de gestión y planificación urbana. Las nuevas estructuras urbanas, como edificios e infraestructura de bajo consumo de energía, zonas y azoteas verdes y la adopción de tecnologías avanzadas, pueden mitigar las emisiones mundiales y la contaminación local, lo que a su vez promueve la adaptación al cambio climático. En la nueva perspectiva sostenible y resiliente de la ciudad, estas zonas verdes adquieren una importancia aún mayor y se convierten en recursos multifuncionales tanto para la ciudad como para sus habitantes.

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En lugar de considerar que la infraestructura verde y la gris son dos sistema urbanos separados, hay que verlos como dos caras de una misma moneda, como se insinuó al principio. Su incorporación dentro de un mismo sistema puede ser la clave para asegurar la resiliencia climática a largo plazo en las ciudades. El Banco Mundial afirma que si se hace correctamente, con el tiempo la combinación de infraestructura verde y gris ayudará a proporcionar agua, alimentos y energía a las poblaciones en crecimiento, aliviar la pobreza y mitigar el cambio climático. A pesar de la importancia ecológica, cultural y económica de estos servicios, los ecosistemas y su biodiversidad siguen degradándose y perdiéndose a una escala sin precedentes. Una de las principales razones de ello es que la contribución de los ecosistemas al bienestar humano sigue siendo subestimada y no se reconoce plenamente en la mayoría de los procesos de planificación y adopción de decisiones; en otras palabras, los beneficios de sus servicios no se captan, o sólo se captan parcialmente, en la economía de mercado convencional. Por este motivo, el reto que enfrentamos ahora es cómo medir y transmitir el valor económico de la biodiversidad para grabar su importante papel en la mente de todos los habitantes urbanos. La iniciativa "100 ciudades resilientes" hace hincapié en la desconexión que existe entre el enorme valor que tiene la naturaleza para las ciudades y la falta de importancia que le dan los planificadores municipales. Incluso si los gobiernos y las empresas empiezan a reconocer que la naturaleza es un componente crítico de las ciudades prósperas y resilientes, a menudo estas consideraciones siguen estando ausentes de las decisiones de los planificadores y los políticos, quienes darán forma a los paisajes urbanos en los años venideros. El hecho de que el 60% de la superficie proyectada para ser urbana en 2050 aún no haya sido construida, presenta tanto un desafío como una oportunidad para cambiar de dirección en cuanto a cómo planeamos relacionarnos con la naturaleza. Todas las ciudades tienen el potencial de construir y reconstruir comunidades resilientes y sanas aprovechando los numerosos beneficios de la infraestructura natural. A pesar de que habrá muchos desafíos, este aprovechamiento proporcionará algunas de las opciones más productivas y rentables para hacer frente a los desafíos de las ciudades. Al mismo tiempo, al convertirse en mejores lugares para vivir, las ciudades proporcionarán valiosas soluciones colaterales para los residentes quienes constantemente se ven enfrentados a diferentes conmociones y tensiones. Diseño de la biodiversidad Si pensamos en la ciudad como parte de la naturaleza, ¿cómo podríamos desarrollar nuestro entorno urbano mejor para que se integre con el mundo natural? ¿Cómo podemos diseñar nuestra infraestructura para soportar ecosistemas sanos y diversos; para dar a la biodiversidad un punto de apoyo adecuado, por pequeño que sea, y así tenga oportunidad de crecer y extenderse a lo largo de carreteras, azoteas, pequeños jardines, patios traseros, campos de flores silvestres; para proporcionar corredores verdes que conecten espacios naturales; para proporcionar puentes o túneles sobre o debajo de las carreteras y corredores ferroviarios; para construir hábitats artificiales que permitan dar nuevos refugios a los animales; o para diseñar edificios y estructuras que hagan más visibles sus vidrios y así se reduzcan las colisiones de las aves? Las intervenciones en el hábitat y los corredores estratégicos integrarán mejor el sistema de patrimonio natural y la red de espacios abiertos de la ciudad y contribuirán a un ecosistema urbano más biodiverso y resiliente.

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Al momento de diseñar ciudades biodiversas, hay aspectos clave que se deben considerar cuidadosamente para lograr la mayor eficacia y eficiencia en los procesos de planificación urbana. Estas consideraciones incluyen aspectos como la edad, la estructura y el tamaño actuales de las ciudades, el tamaño y la ubicación de importantes espacios de biodiversidad, la presencia o ausencia de corredores que maximicen el flujo genético o creen cuellos de botella genéticos, el tamaño y la escala de la variación espacial, el número y la situación de las conexiones con las zonas periurbanas más ricas en biodiversidad y la forma de reducir al mínimo la fragmentación de la matriz urbana interna. Las ciudades pueden variar mucho entre una y otra. Todas están construidas de manera diferente: varían en tamaño, demografía, cultura y tienen climas y paisajes regionales únicos. Debido a esta variedad, simplemente no existe una fórmula o solución de "talla única" para la gestión eficaz de la biodiversidad urbana. Afortunadamente, existen muchas alternativas que cada gobierno local puede utilizar y adaptar para la conservación de la biodiversidad dependiendo de cuáles sean sus metas y objetivos municipales. El índice de Singapur El Índice de Singapur, ahora el Índice de Biodiversidad de las Ciudades, es un instrumento de autoevaluación para que las ciudades analicen y supervisen el progreso de sus esfuerzos de conservación de la biodiversidad en relación con sus propios parámetros. Este índice está compuesto por los siguientes elementos: a) el "Perfil de la ciudad", que proporciona información sobre los antecedentes de la ciudad; y b) 23 indicadores que miden la biodiversidad autóctona, los servicios ecosistémicos que proporciona la biodiversidad, y la gobernanza y la gestión de la biodiversidad. La puntuación del Índice de Biodiversidad de las Ciudades es de naturaleza cuantitativa. A cada indicador se le asigna un rango de puntuación entre cero y cuatro puntos, con una puntuación total máxima posible de 92 puntos. El año en que una ciudad implementa por primera vez este puntaje se tomará como el año base y las futuras aplicaciones del Índice se medirán contra esta base para trazar su progreso en la conservación de la biodiversidad. Las ciudades que han aplicado el Índice de Singapur han comprobado que: a) el proceso facilitó la creación de capacidad en materia de conservación y gestión de la diversidad biológica, b) los indicadores también funcionan como directrices de conservación de la diversidad biológica, y c) la puntuación cuantitativa podría ayudar a establecer prioridades para las medidas de conservación y la asignación de presupuestos. El estado de la biodiversidad en las ciudades de América Latina Los países de América Latina y el Caribe (ALC) contienen más del 50% de la biodiversidad del mundo. Esto incluye algunos de los biomas más ricos en especies, como lo son las selvas tropicales de bajas altitudes, arrecifes de coral, manglares y humedales, haciendo de la región una de las más ricas en capital natural (árboles, agua, minerales y pesquerías). En América Latina y el Caribe se encuentra alrededor de una cuarta parte de los bosques tropicales del mundo, un elemento fundamental del sistema global de regulación del clima, lo que hace que sea más urgente 11 | Page


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comprender la importancia de la biodiversidad en la región. Se debe entender cómo integrar la biodiversidad y las cuestiones ambientales en las políticas de planificación del uso de la tierra y en las estrategias de desarrollo. Además hay que desarrollar y fomentar una estructura de gobernanza organizada que abarque la conservación de los ecosistemas. Las ciudades de ALC tienen una relación extremadamente compleja con la biodiversidad. La región es simultáneamente la más urbanizada del mundo, tiene algunas de las mayores desigualdades sociales y económicas y, sin embargo, alberga algunos de los ecosistemas más diversos, incluidos varios puntos críticos de biodiversidad. Dado que se prevé que las ciudades de América Latina seguirán expandiéndose y creciendo tanto en tamaño como en población humana, siguiendo un modelo de degradación y pérdida continuas de puntos críticos de biodiversidad, existe una necesidad urgente de intervenir en la conservación de estos puntos críticos e integrar estos importantes paisajes en el tejido urbano. A pesar de que se reconoce la importancia y el valor de la biodiversidad en la naturaleza, todavía hay una falta de comprensión de la importancia de la biodiversidad en el entorno urbano. Existen buenos ejemplos en toda la región de cómo se ha logrado incorporar la diversidad biológica dentro de las ciudades, pero en muchos casos esta integración es limitada o inexistente en las políticas de planificación del uso de la tierra y las estrategias de desarrollo. Este desfase se ve obstaculizado aún más por los bajos niveles de gobernanza y la escasa información sobre los ecosistemas afectados. Otra complicación para la gobernanza es la falta de un marco de planificación a largo plazo y de continuidad en las iniciativas entre administraciones, más allá de los cortos mandatos de cuatro o cinco años. Existen estudios de casos de conservación de la biodiversidad que proporcionan una guía para los municipios de América Latina Al hacer un examen de las mejores prácticas en materia de biodiversidad en diferentes ciudades del mundo se pueden extraer aprendizajes y analizar su aplicabilidad para las ciudades de América Latina. La Ciudad de Edmonton, Canadá es líder internacional en política y planificación de la biodiversidad. Edmonton, la primera ciudad de América del Norte que firmó oficialmente en 2007 la iniciativa internacional Acción Local para la Biodiversidad, ha adoptado una política activa de conservación de la naturaleza al más alto nivel de planificación urbana, lo que ha logrado que la biodiversidad se incorpore en treinta barrios de la ciudad. Edmonton ha hecho de la protección de la biodiversidad una prioridad al integrar las consideraciones sobre la biodiversidad en la planificación urbana y en las prácticas de participación comunitaria. Estos dos ámbitos ayudan a la ciudad a avanzar hacia la comprensión de la biodiversidad urbana y de los beneficios aportados por la preservación ecológica. A través de diferentes programas y actividades, la ciudad ha incorporado con éxito la biodiversidad en varios espacios y ha fomentado una fuerte participación de la comunidad y de las partes interesadas en la conservación. Como resultado, Edmonton es hoy la sede del mayor parque de propiedad municipal de Canadá y cuenta con 3.800 hectáreas de zonas naturales dentro de sus límites urbanos. A medida que estas tierras de conservación han aumentado en superficie, también ha aumentado la necesidad de una gestión eficaz. En este caso, los ciudadanos se han involucrado activamente en la planificación de la biodiversidad dentro de la ciudad: se han creado varias 12 | Page


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asociaciones estratégicas para superar las limitaciones de recursos y se han fomentado iniciativas interdepartamentales para promover la conservación y la gestión de la biodiversidad en todos los niveles de gobierno. La preservación del medio ambiente es uno de los pilares estratégicos del proceso de planificación que la ciudad de Curitiba, Brasil, ha estado llevando a cabo durante más de 40 años. El tener que satisfacer las necesidades de una ciudad en rápido crecimiento, sin perder de vista su potencial urbano, fue fundamental para poder establecer una red de zonas protegidas, o Unidades de Conservación, que permitiera la preservación y conservación de las zonas verdes centrales de la ciudad, como uno de sus principales procesos de planificación urbana. Hoy en día Curitiba, conocida como la capital ecológica de Brasil, tiene una extensa red de 28 parques y áreas boscosas. En 1970, había menos de 1 metro cuadrado de espacio verde por persona; hoy en día hay 52 metros cuadrados por persona. Los residentes plantaron 1,5 millones de árboles a lo largo de las calles de la ciudad, proporcionando sombra y espacios verdes necesarios. A modo de incentivo, los constructores recibían exenciones de impuestos si sus proyectos incluían áreas verdes. Las aguas de las inundaciones desviadas hacia nuevos lagos en los parques crearon importantes hábitats acuáticos y resolvieron el problema de inundaciones peligrosas, protegiendo al mismo tiempo los fondos de los valles y las riberas de los ríos. Adicionalmente, estas áreas actuaron como una barrera a la ocupación ilegal y proporcionaron un valor estético y recreativo a miles de personas que utilizan los parques de la ciudad. En Curitiba, la industria se organiza en torno a la idea de la "ecología industrial", de manera que la planificación de las actividades industriales se complementa entre sí. Por ejemplo, se ha integrado el intercambio entre el calor de desechos y la facilitación del transporte y flujo de materiales, de modo que los desechos de una industria se convierten en la materia prima de otra. Curitiba ha demostrado que es posible que la biodiversidad forme parte de los valores centrales de un municipio, siempre que exista una planificación centrada en las personas y una mentalidad presupuestaria. Desde 2015, la ciudad de Medellín, Colombia, adoptó un novedoso enfoque para gestionar y conservar la biodiversidad, lo que dio lugar al primer plan de acción local sobre la biodiversidad urbana del país, llamado "Medellín, una ciudad para la vida". Al vincular la diversidad biológica con el bienestar humano mediante la prestación de servicios ecosistémicos, la ciudad logró elaborar un marco conceptual en el que la diversidad biológica representa mucho más que la gestión de ecosistemas estratégicos; se trata de una estrategia multinivel e intersectorial para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Medellín. El plan de acción resultante sobre la biodiversidad urbana en Medellín tiene cuatro líneas estratégicas: la conservación de la biodiversidad, la valoración integral de los servicios de los ecosistemas, la gestión de conocimientos y educación y la sensibilización del público. Actualmente, un laboratorio de ideas sobre la biodiversidad llamado la "Mesa Técnica Interinstitucional de Biodiversidad", dirige un plan de acción para la gestión integrada de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. El éxito de Medellín sirve de fuente de inspiración para que otras ciudades exploren nuevos métodos y conceptos que vinculen a la biodiversidad con el bienestar humano, incorporando al mismo tiempo la resiliencia y el desarrollo económico sobre una base de innovación, creatividad y experimentación.

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El aire en Ciudad de México es uno de los más contaminados del planeta. Como respuesta a esta situación, la ciudad ha promulgado estrictas medidas de control de la contaminación para mejorar su reputación y calidad de vida. Parte de la solución involucró la creación de azoteas verdes, una red de jardines en las azoteas de toda la ciudad. En 2007, se publicó el llamado Plan Verde, en el que se identificaban los objetivos y las medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad de la ciudad. Este Plan Verde contenía siete estrategias relativas a la habitabilidad, el espacio público y la infraestructura verde. El plan permitió que Ciudad de México estableciera objetivos muy claros en cuanto a muros y azoteas ecológicos como complemento para mejorar la calidad del aire. Desde 2014, se han instalado más de 21.000 m2 de azoteas verdes, principalmente en edificios gubernamentales y públicos, pero también en escuelas y hospitales. La evolución de la infraestructura urbana ecológica en Ciudad de México y su implementación es única, y se ajusta a una ciudad que se enfrenta a muchos desafíos para la sostenibilidad a mediano y largo plazo. Lo que es más, hoy en día Ciudad de México es líder en América Latina en la instalación de azoteas y muros verdes. Rosario, Argentina es una de las pocas grandes ciudades de Sudamérica que ha incorporado plenamente la agricultura en su planificación del uso de la tierra y en sus estrategias de desarrollo urbano. En el marco de su Plan Estratégico Metropolitano 2008-2018, Rosario construyó un "circuito verde" que atraviesa la ciudad y sus alrededores, y que consiste en huertos familiares, comunitarios y comerciales de gran escala, parques de jardines multifuncionales y "barrios productivos", en los que la agricultura está integrada dentro de los programas de construcción de viviendas públicas y de mejoramiento de los barrios marginales. Rosario ha demostrado que, cuando hay voluntad política y una política clara de inclusión social, es posible construir, en muy poco tiempo, un programa exitoso de agricultura urbana. En tan solo doce años, el programa ha transformado y utilizado de forma productiva los recursos de la ciudad, rehabilitando terrenos baldíos, recuperando y revitalizando los espacios públicos, y creando un suministro alternativo y sostenible de alimentos nutritivos y libres de productos químicos. Valdivia, Chile, nos ofrece un ejemplo inspirador de cómo un humedal urbano se puede convertir en un objeto político de intervención cívica en el que las cambiantes estrategias de gestión crean tanto nuevas posibilidades de conservación de la biodiversidad como nuevos desafíos organizacionales. Actualmente, la superficie de Valdivia es de más de 8.000 hectáreas, de las cuales casi el 40% está en humedales. A pesar de la expansión del desarrollo urbano, los humedales de Valdivia todavía albergan una cantidad significativa de biodiversidad vegetal y animal y los residentes le dan cada vez más valor a la protección de esta biodiversidad y al acceso a los humedales, la naturaleza urbana y los espacios verdes. Los humedales que se encontraban en la zona sur y en las zonas de más bajos recursos de la ciudad son ahora parques públicos de gran demanda y se han beneficiado de una importante inversión pública porque representan el único espacio verde urbano accesible. Aunque la recuperación de humedales para la construcción de vivienda sigue siendo una práctica muy común, está empezando a provocar un gran debate entre las instituciones públicas, el mundo académico y los promotores inmobiliarios, que por lo general se enfrentan a organizaciones de base y a ciudadanos que defienden estos entornos y espacios de recreación, reconexión con la naturaleza y cohesión social. Otra ciudad digna de mención por su iniciativa en materia de biodiversidad, aunque no se encuentre en América Latina, es Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Ciudad del Cabo logró evitar su crisis de agua 14 | Page


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del Día Cero (el día en que la demanda de agua de la ciudad superaría el suministro de agua) aplicando medidas de emergencia junto con estrategias de suministro de agua a largo plazo, como el Fondo para el Agua. En esta ciudad estimaron el Valor Presente Neto de sus recursos naturales y servicios ecosistémicos y asignaron una parte de este valor al Fondo para el Agua. Una de las cuestiones clave para el suministro continuo del servicio de agua potable del ecosistema, tuvo que ver con la presencia de especies exóticas invasoras (pinos) en la cuenca de captación del embalse. Mediante la erradicación de estas especies invasoras en la cuenca se logró fomentar un ecosistema saludable y biodiverso. Desde entonces, se consolidó la relación entre el mantenimiento de la biodiversidad natural y el suministro de agua potable municipal segura para los residentes urbanos. Una caja de herramientas de diez pasos para promover la biodiversidad El propósito de este documento es ayudar a los alcaldes y gobiernos municipales de América Latina y el Caribe a promover la biodiversidad en sus ciudades. En él se presenta una serie de medidas prácticas y realistas para evaluar la importancia de la diversidad biológica en las ciudades, integrar los conceptos de la diversidad biológica en la planificación municipal y urbana e incorporar los beneficios económicos de la diversidad biológica en la financiación municipal y la elaboración de programas. Para facilitar este objetivo, se ha elaborado una caja de herramientas con diez pasos que guían una priorización de la diversidad biológica en programas municipales y ayudan a fomentar el desarrollo de paisajes urbanos sostenibles y resilientes ante el cambio climático. Ofrece a los tomadores de decisiones municipales una hoja de ruta sobre cómo diseñar estrategias que generen beneficios tangibles a partir de la promoción de la conservación de la biodiversidad en las ciudades. Cada paso contiene un enfoque riguroso y metódico que facilita el diálogo, la comprensión y la justificación de la conservación de la diversidad biológica y ayuda a ampliar y a financiar diversos proyectos e iniciativas para proteger y mejorar la diversidad biológica urbana. Paso 1: Hacer un perfil de la biodiversidad de la Ciudad

El primer paso es hacer un mapa de los activos de biodiversidad nativa de la ciudad para establecer un punto de partida y entender lo que está en juego y por qué es importante proteger la biodiversidad local e integrarla en el paisaje de la ciudad. El perfil se basa en el Índice de la Ciudad, o Índice de Singapur, un instrumento de autoevaluación para que las ciudades evalúen y supervisen el avance de sus esfuerzos de conservación de la biodiversidad en relación con sus propios parámetros o líneas de base. A partir de este ejercicio de cartografía deben surgir dos productos: el primero es un Mapa de los Ecosistemas en las zonas urbanas y periurbanas; el segundo es un Mapa de Conectividad de la Biodiversidad que muestra los conectores a nivel regional, nacional e internacional. Esto nos lleva al segundo paso, que es trazar un mapa del estado de los servicios ecosistémicos en la ciudad. Paso 2: Mapear el estado de los servicios ecosistémicos

En el segundo paso se identifica qué servicios proporcionan los ecosistemas naturales y cuál es su estado actual a nivel de la ciudad y sus alrededores. También se identifica cómo estos servicios 15 | Page


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pueden ser impactados debido a presiones sociales, ambientales, culturales, políticas y/o económicas. Paso 3: Identificar los problemas críticos

Cada ciudad tendrá un conjunto único de cuestiones críticas para la protección de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas que deberá abordar de manera adecuada. Con este objetivo en mente, hay que identificar estas cuestiones, incluidas las brechas que impidan su resolución, para lo que será necesario consultar debidamente a todas las partes interesadas (gobiernos municipales, líderes de opinión y habitantes de zonas urbanas) y elaborar una lista unificada de cuestiones fundamentales que actuará como un punto de referencia para lograr un consenso sobre cómo abordarlas. Paso 4: Definir objetivos, metas y proyectos

Una vez priorizadas las cuestiones críticas, el siguiente paso es formular programas y proyectos para asegurar el cumplimiento de los respectivos objetivos y metas. Idealmente, este paso se debería materializar en un portafolio de programas y proyectos de aplicación a corto, mediano y largo plazo. Lo más recomendable es identificar objetivos específicos, mesurables, aplicables, pertinentes y de duración definida (conocidos como objetivos SMART por sus siglas en inglés). Paso 5: Definir las acciones y el cronograma para un plan de acción de biodiversidad

Es importante definir acciones clave para la elaboración de un plan de acción sobre la biodiversidad; éstas se pueden desglosar en cuatro o cinco pasos: § § § § §

Desglosar las acciones en un conjunto de entregables bien definidos Definir un marco de tiempo para cada entregable Establecer acuerdos con los tomadores de decisiones y la comunidad en cuanto a la aplicación de estos entregables Identificar cómo se producirán las acciones - ¿cuál es su secuencia? Definir un itinerario con los plazos acordados

Paso 6: Asignar funciones y responsabilidades

Una vez definidos los entregables y los plazos, se deberá buscar la participación de las partes interesadas, asignando funciones y responsabilidades específicas necesarias para la aplicación. Cabe notar que la conectividad social desempeña un papel fundamental en la gestión colectiva de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. Esta conectividad es necesaria para ayudar a crear confianza entre los miembros de la comunidad, para desarrollar nuevas normas y prácticas sociales y para hacer que las cuestiones ambientales locales tomen más importancia y prevalencia para todos. Se pueden definir las funciones y responsabilidades de la siguiente manera:

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Los gobiernos municipales estarán a cargo de fomentar el consenso, asegurar el cumplimiento y alinear las iniciativas de conservación de la biodiversidad con los planes de desarrollo municipales y las expectativas de todos los interesados. Se debe elaborar un plan de acción sobre la biodiversidad que dé prioridad a un conjunto de medidas, y asigne el presupuesto y la forma en que se debe lograr la implementación de dichas medidas. Los líderes de la comunidad pueden utilizar el plan de acción para fomentar la toma de consciencia sobre la biodiversidad en toda la ciudad y articular acciones en cada barrio o distrito.

Se ha descubierto que cuando las personas sienten un vínculo con los demás y participan en grupos o redes, y que cuando se solicita su contribución esta contribución luego se incorpora a los procesos de planificación y toma de decisiones, es más probable que apoyen o sigan apoyando medidas para salvaguardar el medio ambiente y los esfuerzos de conservación de la diversidad biológica. Paso 7: Crear un presupuesto y plan de financiamiento

Para muchos municipios, la necesidad de financiar iniciativas de biodiversidad es la limitación más frecuente a la que se enfrentan. No obstante, esta limitación puede servir para impulsar el cambio. Existe una amplia gama de fuentes de ingresos a disposición de gobiernos locales que estén abiertos a soluciones creativas sobre las asociaciones y el espíritu empresarial (elementos esenciales cuando los recursos son limitados) y que estén dispuestos a establecer fondos para programas específicos. A continuación se examinan algunas de estas oportunidades: §

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Cargos de desarrollo: Se trata de cargos que los municipios pueden recaudar para compensar los costos de capital por proyectos de infraestructura relacionados con el crecimiento. Los cargos pueden utilizarse como incentivo para aplicar políticas municipales que protejan o gestionen la biodiversidad. Compensación: Consiste en un pago efectuado por un promotor del desarrollo a un órgano de conservación para reproducir servicios ecosistémicos y conservar la biodiversidad. Estos pagos pueden financiar la adquisición de tierras, la restauración del patrimonio natural y su cuidado y mantenimiento a largo plazo. Bancos de hábitat: Los bancos de hábitat son un mecanismo basado en el mercado que recompensa a quienes restauran o mejoran el hábitat. A cambio de construir, restaurar o proteger un hábitat, un propietario puede vender créditos a los promotores inmobiliarios que necesiten cumplir requisitos de mitigación y compensación de impactos ambientales generados por proyectos de desarrollo. Los bancos bien dirigidos pueden ahorrar tiempo y dinero y mejorar la eficiencia.

Cuando la financiación es escasa, las siguientes soluciones alternativas pueden ayudar a compensar las limitaciones monetarias y aumentar la capacidad para emprender una amplia gama de programas, incluida la gestión de la biodiversidad: § §

Asociaciones público-privadas que crean oportunidades para que el gobierno local y los socios comerciales construyan, diseñen, administren, operen y mantengan un servicio. Colaboraciones regionales para la prestación de servicios o esfuerzos de protección. 17 | Page


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Estrategias claras y detalladas para abordar cuestiones relativas a la diversidad biológica que incluyen plazos, puntos de referencia mensurables, exámenes periódicos y retroalimentación del público; y Proyectos piloto de financiación social, tales como bonos comunitarios y financiación colectiva.

Paso 8: Implementar y supervisar

Para lograr una implementación exitosa, es necesario llegar a un consenso entre las múltiples instituciones y partes interesadas sobre los valores de la diversidad biológica, es decir, buscar la cooperación y la validez entre todos los participantes interesados en la conservación de la biodiversidad. A fin de obtener esta cooperación entre las partes interesadas e incluir la biodiversidad en los programas de desarrollo, se necesitan intervenciones de socialización, educación y sensibilización. Lo anterior supone establecer redes y relaciones de trabajo, definir objetivos comunes, influir en los procesos de adopción de decisiones, negociar resultados, fortalecer capacidades, actualizar conocimientos y garantizar la aplicación efectiva. La comunicación debe ser un eje transversal en todos los pasos. Si no se obtiene el compromiso de la comunidad, cualquier proyecto tendrá un gran potencial de fracaso. Adicionalmente, la planificación inicial y el cumplimiento de las políticas deberán reevaluarse constantemente. Paso 9: Comunicar los resultados e involucrar a la comunidad

Es muy importante destacar que si no se traza el punto de partida de la ciudad (Paso 1 - Perfil de la ciudad), no es posible demostrar avances en temas de biodiversidad o los logros del municipio. La medición de los impactos e indicadores es esencial para recopilar datos y así construir historias de éxito. Es importante que exista un enfoque en historias positivas que involucren a la comunidad e inspiren nuevas ideas en las mesas redondas de toma de decisiones. La conexión con líderes de opinión y medios de comunicación es un factor clave de éxito. Es esencial narrar historias de éxito pues puede significar la futura aprobación del presupuesto de los Planes de Acción sobre la Diversidad Biológica. Cabe recordar que estos planes deben ser bien pensados e implementados a largo plazo. En este contexto, la narración de historias de éxito se convierte en un ingrediente fundamental para asegurar que la importancia de la biodiversidad nunca se subestime, independientemente de cualquier cambio en los gobiernos municipales. Paso 10: Medir los impactos positivos a largo plazo

La biodiversidad es una parte fundamental de la resiliencia y sostenibilidad ecológica, económica y social de una ciudad. Cuando una comunidad cuenta con una variedad de organismos, gozará de diversos servicios como aire limpio, agua potable, suministro de recursos genéticos, tratamiento de residuos y protección contra los efectos del cambio climático, entre muchos otros. Al identificar, gestionar y promover los activos de la biodiversidad mejorarán las operaciones municipales, la habitabilidad del entorno para la comunidad y el desarrollo económico. Por el contrario, las oportunidades perdidas disminuirán la resiliencia o capacidad de recuperación de una comunidad 18 | Page


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y aumentarán sus riesgos pues la salud humana, el medio ambiente y la economía serán más vulnerables. Se debe realizar una cuidadosa medición de indicadores y del éxito de las iniciativas en materia de diversidad biológica para mostrar los efectos duraderos y positivos de estas iniciativas a largo plazo. Esta es la única manera de que se reconozca realmente el valor de la biodiversidad. Para enfocar los esfuerzos de elaboración de políticas a largo plazo, se sugiere lo siguiente: § § § §

Estimular y financiar la implementación de la Infraestructura Verde Crear "Empleos verdes" Construir ciudades resilientes frente al cambio climático Proteger e impulsar la biodiversidad demostrando sus incontables beneficios a los residentes urbanos.

La mayoría de los gobiernos municipales y nacionales de América Latina a menudo se abstienen de implementar planes de acción a largo plazo, debido a sus “cortos” mandatos de cuatro años. Pese a ello, los planes de acción sobre la biodiversidad se deberían ver como inversiones fundamentales para el futuro y la supervivencia de las ciudades. Por eso mismo, los plazos que se otorgan a estos planes de acción deberían trascender las limitaciones de un cambio institucional. Lecciones aprendidas para la planificación de la biodiversidad en las ciudades de ALC La caja de herramientas es un primer paso para iniciar la planificación y gestión de la biodiversidad en las ciudades y los municipios de América Latina. La forma de conservar la biodiversidad es única para cada ciudad y comunidad y requiere instrumentos de planificación y gestión específicos que reflejen las múltiples voces y perspectivas de esa comunidad. El proceso de planificación debe ajustarse a las cuestiones que preocupan a los miembros de la comunidad. Idealmente, los proyectos, planes, programas y políticas actuales sobre biodiversidad se podrán integrar a otros ámbitos para así lograr un enfoque integral que no obstante permita ajustar el plan de acción sobre biodiversidad a las características únicas de cada municipio. Las siguientes son cuatro recomendaciones clave que surgen del aprendizaje de experiencias previas: §

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La gestión del riesgo se debe integrar en cada etapa de la caja de herramientas como parte de las mejores prácticas. Al evaluar el riesgo se incorpora una cultura de prevención dentro del proceso de gestión de proyectos y dentro de las estrategias de mitigación para aumentar la conservación de la biodiversidad en las ciudades. La comunicación debe actuar como eje transversal así que se debe formular una estrategia de comunicación audaz que pueda ser puesta en funcionamiento constantemente. Se entiende por comunicación la recopilación y el análisis de datos, la gestión de las expectativas, y la manera de obtener la participación de las partes interesadas y la aceptación de sus funciones técnicas, sociales o financieras.

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Además de contribuir a la biodiversidad, la medición de los impactos y del éxito también significa un avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Junto con la biodiversidad, los ODS también se deben promover y alinear con políticas públicas y esfuerzos privados. Los proyectos centrados en la biodiversidad en las ciudades pueden ser uno de los elementos más influyentes en el logro de un mundo sostenible para 2030. Los proyectos sólo se ejecutarán si las estimaciones de tiempo y costos son viables, si son acordadas por consenso y si cuentan con un plan de financiación formal. La estimación de los presupuestos también implica evaluar y monetizar el beneficio que se obtendrá del logro de los objetivos sociales y ambientales.

Hay una clara urgencia y una necesidad de hacer un llamado a la acción municipal en toda ALC para que se comprenda la importancia y el valor que tiene la biodiversidad en las ciudades. Los gobiernos deben integrar plenamente las cuestiones relativas a la biodiversidad y el medio ambiente en sus políticas de planificación del uso de la tierra y en las estrategias de desarrollo municipal y ordenamiento territorial. Además, deben hacerlo en el contexto de una estructura de gobernanza organizada y un marco de planificación a largo plazo. Hoy en día, más del 50% de la biodiversidad natural del mundo se encuentra fuera de las ciudades y está bajo una seria amenaza. Ahora más que nunca es el momento de actuar e incorporar la biodiversidad y sus beneficios en las políticas, planes y proyectos municipales en toda la región de América Latina y el Caribe

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Prefacio ¿Puede la vida, aparte de la humana, florecer en nuestras ciudades? ¿Pueden los humanos encontrar bienestar, consuelo y una existencia significativa en ciudades desprovistas de todas las demás formas de vida? La creciente pérdida de biodiversidad y la rápida urbanización son dos aspectos intrínsecos del actual modelo de desarrollo mundial. En ningún otro momento de la historia se ha perdido biodiversidad a un ritmo tan alarmante, ni han crecido tanto y tan rápidamente las ciudades. Pese a esta pérdida, la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas siguen siendo la base fundamental de la que depende en última instancia la humanidad para lograr una mejor calidad de vida. Esta realidad se ve repetida en ciudades de todo el mundo, en las que el acceso a la naturaleza rara vez es el adecuado, mientras que la demanda de bienes y servicios naturales para satisfacer los estilos de vida urbanos sigue aumentando rápidamente. Puede que sea complejo determinar cuáles son los impactos positivos y negativos que tiene la biodiversidad en las ciudades, y viceversa, o cuál es el papel que la naturaleza urbana desempeña en la sostenibilidad y el bienestar, tanto dentro como fuera de los límites de las ciudades. No obstante, lograr esta determinación es una tarea imprescindible en nuestra época. Como especie dominante, los humanos están transformando rápidamente los hábitats naturales del mundo en paisajes urbanos. Casi el 55% de la población humana vive en ciudades y para 2050 se espera que esta cifra aumente al 68%, lo que equivaldría a unas 7.000 millones de personas.i A medida que el mundo se urbaniza, el desarrollo sostenible depende cada vez más de la gestión satisfactoria del crecimiento urbano, especialmente en los países de bajos ingresos y de ingresos medianos bajos, en los que se prevé que el ritmo de urbanización será el más rápido. Muchos países se enfrentarán a dificultades para satisfacer las necesidades de su creciente población urbana en cuanto a servicios de vivienda, suministro de alimentos, transporte, sistemas de energía, servicios de gestión de desechos y otras infraestructuras, así como para proporcionar empleo y servicios básicos como la educación y la atención de la salud. Se necesitan políticas integradas para mejorar la vida de los habitantes de las zonas urbanas y rurales, fortaleciendo al mismo tiempo los lazos entre estas zonas y aprovechando aquellos vínculos económicos, sociales y ambientales que ya existen.ii La forma en la que gestionemos la biodiversidad en nuestros entornos urbanos será clave para satisfacer las necesidades de servicio y bienestar de los seres humanos. Además, nos dará la oportunidad de crear espacios viables para otras formas de vida. La supervivencia humana depende de la biodiversidad, es decir, de la diversa gama de organismos que habitan el planeta.iii Hemos llegado a un punto en el que nuestro impacto sobre los procesos y las funciones naturales es muy significativo, lo que a su vez tiene un impacto sobre la prestación de los servicios ecosistémicos asociados.iv Una forma de resaltar la importancia de la biodiversidad para el medio ambiente y para los seres humanos es ilustrar los beneficios que los seres humanos obtienen de la naturaleza, también llamados servicios de los ecosistemas o servicios ecosistémicosv. La estructura y la función biofísica de los ecosistemas sirven para determinar el bienestar directo que estos servicios aportan a los humanos, así como su valor económico asociado.viLa Evaluación de los Ecosistemas del Milenio calcula que más del 60% de los servicios de los ecosistemas mundiales están siendo degradados o aprovechados de forma insostenible. Adicionalmente, la pérdida de biodiversidad acelera el cambio climático, lo que a su vez conlleva a una mayor pérdida de biodiversidad, reforzando así un ciclo vicioso que hace que la intervención humana para interrumpir este ciclo ahora sea más urgente que nunca. 21 | Page


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Es innegable que la rápida urbanización representa grandes desafíos, pero también ofrece enormes oportunidades para garantizar el bienestar humano básico y un entorno habitable. Estas oportunidades se traducen en un diseño ecológico viable y en el buen uso que se dé a los paisajes urbanos ya que es de estos de donde posiblemente provendrán los conocimientos, la innovación y los recursos humanos y financieros que guiarán las soluciones a los problemas ambientales mundiales. Los países de América Latina y el Caribe (ALC) contienen más del 50% de la biodiversidad del mundo. Esto incluye algunos de los biomas más ricos en especies, como lo son las selvas tropicales de bajas altitudes, arrecifes de coral, manglares y humedales, haciendo de la región una de las más ricas en capital natural (árboles, agua, minerales y pesquerías). En América Latina y el Caribe se encuentra alrededor de una cuarta parte de los bosques tropicales del mundo, un elemento fundamental del sistema global de regulación del clima, lo que hace que sea más urgente comprender la importancia de la biodiversidad en la región. Se debe entender cómo integrar la biodiversidad y las cuestiones ambientales en las políticas de planificación del uso de la tierra y en las estrategias de desarrollo. Las ciudades de ALC tienen una relación extremadamente compleja con la biodiversidad. La región es simultáneamente una de las más urbanizadas del mundo, tiene algunas de las mayores desigualdades sociales y económicas y, sin embargo, alberga algunos de los ecosistemas más diversos, incluidos varios puntos críticos de biodiversidad. Dado que se prevé que las ciudades de América Latina seguirán expandiéndose y creciendo tanto en tamaño como en población humana, siguiendo un modelo de degradación y pérdida continuas de puntos críticos de biodiversidad, existe una necesidad urgente de intervenir en la conservación de estos puntos críticos e integrar estos importantes paisajes en el tejido urbano. Los gobiernos municipales de América Latina aún no han asimilado plenamente que los ecosistemas urbanos proporcionan muchos servicios ecosistémicos esenciales para la ciudad, y que la planificación, conservación y gestión de la biodiversidad y los espacios naturales urbanos y periurbanos puede aportar muchos beneficios positivos para los habitantes de las ciudades. Con el fin de apoyar a los alcaldes y gobiernos municipales de América Latina a promover la biodiversidad en sus ciudades, este documento presenta una serie de medidas prácticas y realistas para evaluar la importancia de la biodiversidad en las ciudades, integrar los conceptos de la biodiversidad en la planificación municipal y urbana e incorporar los beneficios económicos de la biodiversidad en la financiación municipal y la elaboración de programas. La estructura del documento es la siguiente: § § § § § § §

Resumen ejecutivo Capítulo 1: Introducción a la biodiversidad en las ciudades Capítulo 2: Descripción de los beneficios de la biodiversidad Capítulo 3: Resistencia climática e infraestructura verde Capítulo 4: Presiones sobre la biodiversidad Capítulo 5: Herramientas para medir la biodiversidad en las ciudades Capítulo 6: La biodiversidad por diseño 22 | Page


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Capítulo 7: Estudios de casos de las mejores prácticas en biodiversidad Capítulo 8: Una caja de herramientas de biodiversidad para las ciudades de América Latina

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Capítulo 1: Introducción

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Introducción Como especie dominante, los humanos están transformando rápidamente los hábitats naturales del mundo en paisajes urbanos. Casi el 55% de la población humana vive en ciudades y para 2050 se espera que esta cifra aumente al 68%, lo que equivaldría a unas 7.000 millones de personas.vii A medida que el mundo se urbaniza, el desarrollo sostenible depende cada vez más de la gestión satisfactoria del crecimiento urbano, especialmente en los países de bajos ingresos y de ingresos medianos bajos, en los que se prevé que el ritmo de urbanización será el más rápido. Muchos países se enfrentarán a dificultades para satisfacer las necesidades de su creciente población urbana en cuanto a servicios de vivienda, suministro de alimentos, transporte, sistemas de energía, servicios de gestión de desechos y otras infraestructuras, así como para proporcionar empleo y servicios básicos como la educación y la atención de la salud. Se necesitan políticas integradas para mejorar la vida de los habitantes de las zonas urbanas y rurales, fortaleciendo al mismo tiempo los lazos entre estas zonas y aprovechando aquellos vínculos económicos, sociales y ambientales que ya existen.viii La forma en la que gestionemos la biodiversidad en nuestros entornos urbanos será clave para satisfacer las necesidades de servicio y bienestar de los seres humanos. Además, nos dará la oportunidad de crear espacios viables para otras formas de vida. La supervivencia humana depende de la biodiversidad, es decir, de la diversa gama de organismos que habitan el planeta.ix Hemos llegado a un punto en el que nuestro impacto sobre los procesos y las funciones naturales es muy significativo, lo que a su vez tiene un impacto sobre la prestación de los servicios ecosistémicos asociados.x Una forma de resaltar la importancia de la biodiversidad para el medio ambiente y para los seres humanos es ilustrar los beneficios que los seres humanos obtienen de la naturaleza, también llamados servicios de los ecosistemas o servicios ecosistémicosxi. La estructura y la función biofísica de los ecosistemas sirven para determinar el bienestar directo que estos servicios aportan a los humanos, así como su valor económico asociado.xiiLa Evaluación de los Ecosistemas del Milenio calcula que más del 60% de los servicios de los ecosistemas mundiales están siendo degradados o aprovechados de forma insostenible. Adicionalmente, la pérdida de biodiversidad acelera el cambio climático, lo que a su vez conlleva a una mayor pérdida de biodiversidad, reforzando así un ciclo vicioso que hace que la intervención humana para interrumpir este ciclo ahora sea más urgente que nunca. En este orden de ideas, nuestras ciudades serán el campo de batalla en donde se ganará o perderá la lucha por un futuro sostenible en este planeta, sobre todo teniendo en cuenta que para 2050 se proyecta que 2/3 de la población humana vivirá en las ciudades.xiii Es innegable que la rápida urbanización representa grandes desafíos, pero también ofrece enormes oportunidades para garantizar el bienestar humano básico y un entorno habitable. Estas oportunidades dependen del buen uso que se dé a los paisajes urbanos ya que es de estos de donde posiblemente provendrán los conocimientos, la innovación y los recursos humanos y financieros que guiarán las soluciones a problemas ambientales mundiales. Principales retos y oportunidades para la biodiversidad en las ciudades A pesar de que las ciudades son centros de consumo de recursos en donde se le ha dado un uso particular a la tierra, también representan una oportunidad considerable para impulsar la 25 | Page


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sostenibilidad mundial, la conservación de la biodiversidad, el logro de objetivos ambientales y la mejora de la calidad de la vida humana. Los servicios de los ecosistemas pueden hacer frente a diversos desafíos que las ciudades enfrentan actualmente, a saber, brindan aire limpio, agua potable, suministran recursos genéticos, apoyan el proceso de tratamiento de desechos y protegen contra los efectos del cambio climático. Todos estos son aspectos que afectan el desarrollo humano en las ciudades y muchas formas de pobreza son causadas o exacerbadas por la falta de acceso a los servicios esenciales que prestan los ecosistemas. Además, las ciudades consumen grandes cantidades de recursos y, por lo tanto, generan grandes cantidades de desechos y emisiones. Estas consecuencias negativas del crecimiento urbano afectan de manera desproporcionada a las poblaciones de bajos recursos, quienes muchas veces no tienen acceso al agua potable, a los alimentos seguros o a servicios de salud esenciales y tampoco cuentan con los medios para obtenerlos. Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia que tienen las zonas naturales como fuente de captación de agua potable estable y barata. Casi un tercio de las 100 ciudades más grandes del mundo tienen zonas naturales próximas con este servicio esencial. Los espacios verdes en las ciudades o en sus alrededores también ayudan a regular la temperatura, a brindar protección contra peligros naturales, a satisfacer necesidades energéticas, a apoyar la agricultura, a prevenir la erosión del suelo y a prestar servicios culturales, incluidos los estéticos y recreativos, todo lo cual conduce a estilos de vida humanos más saludables y enriquecidos. Los servicios de los ecosistemas urbanos desempeñan un papel cada vez más importante en la adaptación al cambio climático y la capacidad de recuperación (resiliencia). La relación entre las ciudades y el cambio climático se encuentra bien documentada internacionalmente en diversos estudios que ponen de relieve los efectos negativos del cambio climático en el bienestar de las poblaciones urbanas y los ecosistemas naturales. A pesar de los numerosos beneficios y oportunidades que ofrecen los espacios verdes urbanos, también hay muchos otros desafíos a los que se enfrenta la biodiversidad y su conservación en las ciudades. Estos desafíos tienen que ver con cómo gestionar ciertas desventajas de los ecosistemas, a saber, temas de estética urbana, seguridad, salud, cuestiones económicas y de movilidad, la conversión de los hábitats naturales, sensibilización y educación, bioseguridad, crecimiento, población, pobreza y gobernanza urbana. Es sumamente importante que los encargados de formular políticas, especialmente a nivel de las ciudades, comprendan la forma en la que esos desafíos pueden afectar a las prácticas cotidianas de la población urbana, de modo que se puedan aplicar medidas de mitigación al planificar y ejecutar planes de desarrollo urbano.

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Capítulo 2: Beneficios de la biodiversidad para las ciudades

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Beneficios de la biodiversidad para las ciudades En este capítulo se examinan los beneficios de la biodiversidad para las ciudades mediante la prestación de servicios ecosistémicos importantes para las poblaciones urbanas. La biodiversidad trae múltiples beneficios Los servicios de los ecosistemas son fundamentales para la supervivencia y el bienestar humano.xiv Se estima que la humanidad no sería capaz de costear todos los servicios de los ecosistemas que utilizamos si estos servicios se pagaran en términos monetarios basados en su valor estimado; en 2014 este monto se estimó en 125 billones de dólares o alrededor de 166% más que todo el producto nacional bruto mundial (75,2 billones de dólares).xv La tecnología actual no alcanza a remplazar muchos de estos servicios de los ecosistemas, y el costo no económico de la pérdida de los ecosistemas es incalculable e inimaginable. Esta realidad es alarmante, sobre todo teniendo en cuenta que entre 1997 y 2011 la pérdida de servicios de los ecosistemas debido a cambios en el uso de la tierra por intervenciones de los humanos se estimó entre 4,3 y 20,2 billones de dólares anuales. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio estima que más del 60% de los servicios de los ecosistemas han sufrido degradación a causa de las actividades humanas.xvi Estamos claramente ante una crisis de extinción de la biodiversidad; los científicos estiman que estamos perdiendo especies a una tasa hasta 1.000 veces más alta que la tasa de extinción natural, con literalmente docenas de especies extinguiéndose cada día. Posiblemente para 2050 entre un 30 y un 50 por ciento de todas las especies se encontrarán extintas o en vías de extinción.xvii Los servicios de los ecosistemas son las contribuciones directas e indirectas de los ecosistemas al bienestar humano. Las ciudades dependen de los ecosistemas para una amplia variedad de bienes y servicios esenciales para la sostenibilidad económica, social y ambiental, tanto dentro como fuera del entorno urbano. Los ecosistemas biodiversos dentro de las ciudades ayudan a regular la temperatura, proteger contra peligros naturales, satisfacer las necesidades energéticas, apoyar la agricultura, prevenir la erosión del suelo, purificar las aguas residuales y ofrecer oportunidades de recreación e inspiración cultural. El Programa de Desarrollo Sostenible para 2030, acordado por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas, establece un ambicioso marco de objetivos y metas universales e indivisibles para hacer frente a una serie de problemas sociales globales. La diversidad biológica y los ecosistemas ocupan un lugar destacado en muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas conexas. Contribuyen directamente al bienestar humano y a las prioridades de desarrollo. La biodiversidad se encuentra en el centro de muchas actividades económicas, particularmente aquellas relacionadas con la agricultura, la silvicultura y la pesca. A nivel mundial, casi la mitad de la población humana depende directamente de los recursos naturales para subsistir, y muchas de las personas más vulnerables dependen directamente de la biodiversidad para satisfacer sus necesidades diarias.xviii

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La iniciativa llamada The Economics of Ecosystem Services and Biodiversity clasifica los servicios ecosistémicos en cuatro categorías principales: aprovisionamiento, regulación, cultura y apoyo/hábitat.xix Los servicios de aprovisionamiento incluyen todos los productos materiales obtenidos de los ecosistemas, incluyendo recursos genéticos, alimentos y fibras, y agua dulce. Los servicios de regulación incluyen todos los beneficios de regulación y control del entorno obtenidos de los procesos del ecosistema, incluyendo la regulación del clima, el agua y algunas enfermedades humanas. Los servicios culturales son los beneficios no materiales que las personas obtienen de los ecosistemas a través del enriquecimiento espiritual, el desarrollo cognitivo, la reflexión, la recreación y la experiencia estética, así como su papel en el apoyo a los sistemas de conocimiento, las relaciones sociales y los valores estéticos. Por último, los servicios de apoyo o de hábitat son aquellos necesarios para la producción y mantenimiento de todos los demás servicios ecosistémicos. La biodiversidad y los servicios de los ecosistemas Los ecosistemas y la biodiversidad sustentan el funcionamiento cotidiano de las ciudades y los sistemas humanos mediante la prestación de servicios y condiciones básicos que permiten, apoyan y protegen la producción, el consumo y el diario vivir de los humanos. Los ecosistemas sanos pueden proporcionar protección y resiliencia frente a los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres. Una planificación urbana que integre la conservación de la biodiversidad también contribuirá a que los asentamientos humanos sean más sostenibles y habitables. Por ejemplo, la colocación estratégica de árboles en zonas urbanas puede enfriar el aire entre 2°C y 8°C. Además, los árboles colocados adecuadamente alrededor de los edificios pueden reducir las necesidades de aire acondicionado en un 30% y ahorrar entre un 20% y un 50% de la energía que se estaría utilizando para la calefacción.xx A continuación se indica el valor de cada uno de los cuatro servicios de los ecosistemas para los entornos urbanos. Servicios de aprovisionamiento Suministro de alimentos

El suministro de alimentos incluye alimentos procedentes de ecosistemas terrestres, marinos y de agua dulce directamente para consumo humano, o el forraje o alimento para el ganado. También incluye la caza, la recolección, la agricultura de subsistencia y las actividades agrícolas, hortícolas y de pesca comercial a mayor escala. Si bien el suministro de alimentos ha aumentado enormemente desde finales de la década de 1960 debido a la "revolución verde", y la producción de alimentos ocupa ahora más de un tercio de la superficie terrestre del planeta, esto se ha producido a expensas de una disminución en servicios de regulación y de apoyo.xxi La producción 29 | Page


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de alimentos aumentó un 45% entre 1992 y 2009. Esta cifra fue aún mayor que la del aumento de la población en el mismo período, que fue del 26%.xxii El sistema actual para producir alimentos a nivel mundial se basa en el transporte de productos de negocios agroindustriales de gran escala, más que de granjas locales tradicionales y pequeñas, las cuales existían antes de la "revolución verde". Estos grandes negocios agroindustriales dependen en gran medida de combustibles fósiles y fertilizantes. Con el tiempo, la agricultura intensiva disminuye la capacidad de la tierra para producir alimentos sin estos insumosxxiii, lo que repercute negativamente en otros servicios de los ecosistemas. Se ha calculado que, si se comparan los alimentos con los combustibles fósiles que se utilizan para producirlos, el valor calórico de los combustibles es siete veces mayor que el valor calórico de la fuente de alimentos producida.xxiv Esto significa que por cada caloría consumida como alimento, se utilizó siete veces más energía en su producción y traslado al punto de venta. La producción de alimentos y las elecciones de consumo de los individuos contribuyen significativamente al cambio climático. Por otro lado, el actual modelo de producción de alimentos del que depende la mayoría de la población mundial probablemente dejaría de ser viable sin el aporte de los combustibles fósilesxxv. La producción urbana de alimentos se realiza en campos agrícolas periurbanos, azoteas, patios traseros y jardines comunitarios. En la mayoría de los casos, las ciudades sólo producen una pequeña parte de los alimentos que consumen, y dependen en gran medida de zonas periurbanas para satisfacer su demanda. Sin embargo, en algunas zonas geográficas y en determinados períodos, la producción de alimentos de la agricultura urbana puede desempeñar un papel importante para la seguridad alimentaria, especialmente durante las crisis económicas y políticas. Suministro de agua

Los servicios de los ecosistemas relacionados con el agua incluyen la regulación de los flujos hidrológicos, así como el almacenamiento, la purificación, el suministro y la retención del agua. Tanto los humanos como el ganado tienen una necesidad de consumir agua para asegurar la supervivencia y salud de la humanidad. También se consume en cantidades muy grandes para el riego de cultivos u otros fines agrícolas y, en menor medida, para procesos industriales. Además de ser un servicio de aprovisionamiento, el agua también se puede considerar un servicio de regulación. En este sentido, cabe destacar que los ecosistemas locales influyen significativamente en la retención de agua, la gestión de la escorrentía en cuanto al volumen y al momento en que sucede, la recarga de los acuíferos, el control de las inundaciones y la calidad del agua potable. Todos estos aspectos de regulación también tienen un impacto directo en el servicio de aprovisionamiento de agua.xxvi El crecimiento de las ciudades en todo el mundo presenta nuevos desafíos en cuanto a cómo se puede asegurar el suministro de agua para satisfacer las necesidades de la sociedad. Los ecosistemas proporcionan a las ciudades agua dulce para beber y para otros usos humanos y aseguran el almacenamiento y la liberación controlada de los flujos de agua. La cubierta vegetal y los bosques de la cuenca de la ciudad influyen en la cantidad de agua disponible.

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En 2019, algunas de las ciudades del mundo, incluida Ciudad del Cabo, Sudáfrica, se enfrentaron a la posibilidad de llegar al Día Cero; un día en el que se había predicho que los grifos de la ciudad se secarían. Esta predicción se debía a que se veía remota la posibilidad de asegurar un suministro continuo de agua, pues las reservas de agua dulce se habían reducido excesivamente.xxvii El futuro de nuestras ciudades se ve ahora afectado de dos maneras como resultado del cambio climático: demasiada agua (inundaciones, subida del nivel del mar) o insuficiencia de agua (sequía, calor extremo, aumento del riesgo de incendios). Bioquímicos

Los servicios ecosistémicos bioquímicos permiten principalmente el suministro de medicinas, ya sea directamente en forma de medicinas tradicionales o indirectamente a través de la industria farmacéutica. La búsqueda de bioquímicos útiles se cita frecuentemente como una razón para la conservación de ciertos ecosistemas, en particular las selvas tropicales.xxviii El 80% de la población mundial depende de la medicina herbaria tradicional y más del 50% de los medicamentos modernos de venta con fórmula médica se descubrieron originalmente en las plantas. Los ecosistemas también proporcionan otros productos químicos relacionados con la conservación (sobre todo de alimentos), la limpieza (corporal, del hogar, etc.), la moda (productos cosméticos, pigmentos, tintes, etc.) y el entretenimiento (pintura, fuegos artificiales, materiales para pasatiempos, etc.).xxix Materias primas

El servicio ecosistémico de materias primas incluye el suministro de madera, fibra, piedra, tierra, arena y diversos minerales para productos y actividades humanas. A medida que la tecnología humana ha ido avanzando, ha sido posible extraer más materias primas de los ecosistemas naturales para satisfacer las supuestas necesidades de una creciente población urbana y una mayor cultura de consumo. Al igual que la producción de alimentos, este servicio ecosistémico ha aumentado de valor desde la época de la Revolución Industrial. No obstante, esto también ha significado la degradación de otros servicios ecosistémicos, como la regulación del clima, la disponibilidad de hábitats, la prevención de la erosión y el suministro de agua dulce.xxx Recursos genéticos

Los ecosistemas producen información genética que es utilizada por los seres humanos ya sea directa o indirectamente para apoyar el mantenimiento de ecosistemas sanos. La información genética permite una evolución continua y, por lo tanto, proporciona un potencial de adaptación dentro de un contexto constantemente cambiante y en evolución. La variedad en los recursos genéticos asegura la salud continua de las poblaciones de flora y fauna y juega un papel importante en la generación o el mantenimiento de la resiliencia.xxxi Cuanto más diversa sea una población, más probable será que los individuos tengan la capacidad adaptarse a cambios en las condiciones ambientales. El mejoramiento selectivo y la ingeniería genética son ejemplos de cómo los seres humanos utilizan la información genética de los ecosistemas como un recurso. Los seres humanos han utilizado durante mucho tiempo la variedad genética, tanto de flora como de fauna, para manipular los rasgos de cultivos alimentarios y del ganado, dándoles de esta manera características deseables. La ingeniería genética es una forma más reciente de manipulación de organismos que 31 | Page


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puede dar lugar a organismos que no habrían podido aparecer de forma natural, incluso mediante un proceso de cría selectiva. La reciente controversia sobre los organismos genéticamente modificados (OGM) ha puesto en tela de juicio el concepto de lo que ahora es "natural" en nuestro suministro de alimentos. Combustible

Los combustibles y la energía derivados de la biomasa, los biocombustibles, los aceites vegetales y la energía eólica, hidráulica y solar son un servicio esencial del ecosistema. A medida que las tecnologías humanas cambian, se abren posibilidades de acceder a diferentes fuentes de energía, expandiendo de este modo el alcance y la escala de este servicio ecosistémico. Servicios de regulación Hay muchas maneras en las que los servicios de los ecosistemas permiten que nuestras ciudades sean habitables. Regulación de la temperatura urbana

La infraestructura ecológica de las ciudades regula las temperaturas locales y amortigua los efectos de las islas de calor urbanas. Por ejemplo, las masas de agua urbanas amortiguan las temperaturas extremas absorbiendo el calor en verano y liberándolo en invierno. Asimismo, los árboles y la vegetación de las ciudades reducen las temperaturas en los meses más calurosos ya que ofrecen sombra y absorben el calor del aire por evapotranspiración, especialmente cuando la humedad es baja. El agua de las plantas absorbe el calor a medida que se evapora, enfriando así el aire en el proceso. Los árboles también pueden regular las temperaturas del aire y la superficie local pues actúan como un escudo que refleja la radiación solar y ofrecen sombra a las superficies como calles y aceras, las cuales habrían absorbido el calor si estos árboles no estuvieran presentes. La disminución de la carga de calor de la ciudad es uno de los servicios ecosistémicos de regulación más importantes que los árboles proporcionan a las ciudades. Reducción de ruido

El tráfico, las obras de construcción y otras actividades humanas hacen del ruido un importante problema de contaminación en las ciudades, que afecta la salud de los habitantes por el estrés que puede llegar a causar. El suelo y las plantas urbanas pueden atenuar la contaminación acústica mediante la absorción, desviación, reflexión y refracción de las ondas sonoras. Purificación del aire

La contaminación atmosférica procedente de los medios de transporte, la industria, la calefacción doméstica y la incineración de residuos sólidos urbanos es un problema importante para la calidad del medio ambiente y la salud humana en el entorno urbano; provoca un aumento de las enfermedades respiratorias y cardiovasculares. La vegetación en los sistemas urbanos puede mejorar la calidad del aire eliminando los contaminantes de la atmósfera, incluyendo el ozono (O3), el dióxido de azufre (SO2), el dióxido de nitrógeno (NO2), y el monóxido de carbono (CO). 32 | Page


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Moderación de los extremos climáticos

El cambio climático está aumentando la frecuencia y la intensidad de los extremos ambientales; esto plantea un creciente desafío de adaptación para las ciudades, especialmente las situadas en zonas costeras y de baja altitud. La infraestructura ecológica formada por manglares, deltas y arrecifes de coral puede actuar como una barrera natural que protege a las ciudades de los fenómenos y peligros climáticos extremos, como tormentas, olas de calor, inundaciones, huracanes y tsunamis; esta infraestructura puede reducir drásticamente los daños causados a las ciudades costeras. La vegetación también estabiliza el suelo y reduce la probabilidad de que se produzcan deslizamientos de tierra. Los efectos devastadores causados por los recientes fenómenos climáticos, como el tsunami del Océano Índico en 2004 y el huracán Katrina en 2005, llevaron a varios científicos a hacer un llamado para reevaluar la gestión de riesgos y la reducción de la vulnerabilidad existente en las ciudades. Este nuevo enfoque debería incorporar combinaciones acertadas entre la infraestructura construida (por ejemplo, los diques) y la infraestructura ecológica (por ejemplo, la función protectora de la vegetación). Mitigación de la escorrentía

El aumento de la superficie impermeable en las ciudades provoca a su vez un aumento en los volúmenes de escorrentía de las aguas superficiales y, por lo tanto, aumenta el riesgo de que se produzcan inundaciones. La vegetación reduce los volúmenes de escorrentía superficial después de los eventos de precipitación, ya que interceptan el agua a través de las hojas y los tallos. El suelo también actúa como una esponja mitigadora de la escorrentía al recoger y almacenar agua en los poros del suelo, la cual luego se infiltra se convierte en flujo subsuperficial o flujo de base. Los paisajes urbanos con una cobertura impermeable del 50% al 90% pueden perder entre el 40% y el 83% de la precipitación por escorrentía superficial, en comparación con el 13% en los paisajes forestales. La interceptación de la precipitación por las copas de los árboles y las zonas verdes también frena los efectos de las inundaciones y reduce la presión sobre los sistemas de drenaje urbano mediante la filtración del agua. Los árboles de las calles de Nueva York, por ejemplo, interceptan 890 millones de galones de agua de lluvia anualmente. Otros medios para reducir la escorrentía de las aguas pluviales urbanas son los cursos de desagüe (drenajes sostenibles), las azoteas verdes y los jardines infiltrantes. Por ejemplo, las azoteas verdes pueden retener entre el 25% y el 100% de las precipitaciones, dependiendo de la profundidad de enraizamiento, la pendiente del tejado y la cantidad de lluvia. Además, pueden retardar el momento de la escorrentía máxima, disminuyendo así la presión sobre los sistemas de alcantarillado para tormentas. Los jardines infiltrantes y las áreas de biorretención también pueden reducir la escorrentía superficial. Las azoteas y muros verdes también son elementos importantes en la articulación de nuevos corredores de vida silvestre urbana. Los muros verdes son todos los sistemas que permiten el reverdecimiento con plantas de una superficie vertical. Las azoteas verdes cuentan con varias capas, incluyendo las de impermeabilización, drenaje, aislamiento con sustrato de tierra y plantas de crecimiento activo. Dependiendo de la profundidad del sustrato, de las inversiones en el cuidado de las plantas y de la irrigación, las azoteas verdes suelen clasificarse como "cubiertas intensivas" o "cubiertas extensivas". Los edificios con vegetación pueden contribuir a la conectividad. La dispersión es un proceso de tres etapas (emigración, migración, inmigración) que resulta de la 33 | Page


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interacción entre comportamientos específicos de cada especie y la configuración del paisaje. El nivel de conectividad de una vía ecológica urbana depende de las características de la vía (tamaño, calidad, redundancia dentro del sistema de articulación, características del entorno y requisitos de las especies). xxxii Tratamiento de residuos

Los ecosistemas filtran y descomponen los desechos orgánicos de los efluentes urbanos almacenando y reciclando los residuos mediante su dilución, asimilación y recomposición química. Los humedales y otros sistemas acuáticos, por ejemplo, filtran los desechos de las actividades humanas; este proceso reduce el nivel de nutrientes y contaminación de las aguas residuales urbanas. Asimismo, la vegetación de los suelos urbanos puede desempeñar un papel importante en la descomposición de muchos tipos de desechos lábiles y recalcitrantes. Regulación del clima mundial

Debido a que las zonas urbanas tienen múltiples superficies artificiales y altos niveles de combustión de combustibles fósiles, los impactos del cambio climático pueden verse intensificados en las ciudades. Las emisiones de gases de efecto invernadero en las ciudades incluyen dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido de nitrógeno (NO), clorofluorocarbonos (CFC) y ozono a nivel del suelo (O3). Los árboles urbanos actúan como sumideros de CO2 al almacenar el exceso de carbono como biomasa durante la fotosíntesis. Debido a que la cantidad de CO2 almacenada es proporcional a la biomasa de los árboles, el aumento del número de árboles puede potencialmente frenar la acumulación de carbono atmosférico en las zonas urbanas. Por lo tanto, una opción atractiva para la mitigación del cambio climático desde las ciudades es la implementación de programas de plantación de árboles. Se ha encontrado que la cantidad de carbono almacenado y secuestrado por la vegetación urbana es significativa; por ejemplo, 6.187 t/año en Barcelona y 16.000 t/año en Filadelfia. Los suelos urbanos también actúan como reservas de carbono. Sin embargo, la cantidad de carbono que una ciudad puede compensar localmente a través de la infraestructura ecológica es una cantidad modesta si se compara con el total de las emisiones de la ciudad procedentes de contaminantes producidos por los humanos. Servicios culturales y de entretenimiento Las ciudades también desempeñan un papel importante en la consolidación de valores culturales, espirituales y estéticos esenciales para la calidad de la vida humana. Recreación

Debido a que los entornos y estilos de vida urbanos pueden ser estresantes para los habitantes, los aspectos recreativos de los ecosistemas urbanos se encuentran entre los servicios ecosistémicos más valorados. Los parques, bosques, lagos y ríos ofrecen muchas posibilidades de recreación, mejorando así la salud humana y el bienestar espiritual. Por ejemplo, una experiencia en un parque puede reducir el estrés, mejorar la claridad mental y renovar los ánimos del habitante de la ciudad, 34 | Page


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así como proporcionarle una sensación de paz y tranquilidad. El valor recreativo de los parques depende de características ecológicas (diversidad ecológica y estructural), así como de la infraestructura construida (disponibilidad de bancos e instalaciones deportivas). Las oportunidades recreativas de los ecosistemas urbanos también varían según criterios sociales, como accesibilidad, capacidad de penetración, seguridad, privacidad y comodidad, y según factores que pueden causar perturbaciones sensoriales (es decir, el valor recreativo disminuye si se percibe que las zonas verdes son feas, poco atractivas o demasiado ruidosas). Los ecosistemas urbanos, como los jardines comunitarios, también ofrecen múltiples oportunidades para actividades de ocio y hoy en día representan importantes remanentes de los bienes comunales urbanos que han ido disminuyendo. Beneficios estéticos

Los ecosistemas urbanos desempeñan un papel importante como proveedores de beneficios estéticos y psicológicos que enriquecen la vida humana con nuevas emociones y sensaciones. Los beneficios estéticos de los espacios verdes urbanos se han asociado con la reducción del estrés y el aumento de la salud física y mental. La capacidad de los espacios verdes urbanos biodiversos para mejorar el bienestar psicológico sería entonces otro servicio ecosistémico de suma importancia. En este orden de ideas, tales servicios ecosistémicos restaurativos constituyen uno de los muchos argumentos a favor de la conservación de la biodiversidad. En el Reino Unido, más del 80% de la población vive en zonas urbanas lo que supone considerables beneficios para ciertas áreas de salud, la economía y la educación. No obstante, la urbanización también ha planteado grandes retos tanto para el sistema social como para el natural. Una de cada seis personas en el Reino Unido se ven afectadas por problemas de salud mental, resultando en un costo estimado y en aumento para la economía de 105.000 millones de dólares al año. La mejora y la expansión de los espacios verdes se ha propuesto como una herramienta para aumentar el bienestar tanto ecológico como psicológico en los entornos urbanos, y el Consejo de Salud Pública (Faculty of Public Health) del Reino Unido afirma que: "los espacios verdes seguros pueden ser tan eficaces como los medicamentos de prescripción en el tratamiento de algunas formas de enfermedades mentales". De hecho, 34 ONG de conservación británicas han presionado para que el 1% de todo el gasto en salud se invierta en soluciones basadas en la naturaleza. Se reconoce que muchos aspectos de la interacción con los espacios verdes son instrumentos eficaces para mejorar el bienestar. El acceso a los espacios verdes en los entornos urbanos permite contrarrestar la fatiga mental de la vida moderna con "la restauración y el rejuvenecimiento psicológico". Se ha comprobado que la proximidad a los espacios verdes mejora la salud psicológica al disminuir los niveles de cortisol, actuar como amortiguador de los acontecimientos estresantes de la vida, aumentar la cohesión social, disminuir la depresión materna y aumentar el bienestar psicológico general. Además de la proximidad a los espacios verdes, se ha demostrado que la "dosis" de exposición a los espacios verdes tiene un impacto en los beneficios obtenidos, con el hallazgo de que un 27% de casos de depresión se podría prevenir si las personas pasaran cinco horas o más a la semana en un jardín.xxxiii

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Desarrollo cognitivo

La exposición a la naturaleza y a los espacios verdes ofrece múltiples oportunidades para el desarrollo cognitivo, lo que aumenta el potencial de cuidado del medio ambiente y permite un mayor reconocimiento del valor de los servicios de los ecosistemas. Por ejemplo, los bosques urbanos y las huertas se utilizan a menudo con fines de educación ambiental y facilitan la comprensión del funcionamiento de las estaciones y la dinámica ecológica, lo que desencadena una mayor eficiencia dentro de los paisajes tecnológicos y urbanizados. Asimismo, se ha comprobado que las huertas urbanas, los jardines comunitarios, los cementerios y otros espacios verdes actúan como importantes fuentes de conocimientos ecológicos locales e incorporan el potencial de compensar las pérdidas de conocimientos ecológicos observadas en comunidades de más altos ingresos. Los beneficios que trae la preservación de conocimientos ecológicos locales se han puesto en evidencia en el aumento de la resiliencia y de la capacidad de adaptación de los sistemas urbanos, además de generar mayores posibilidades de mantener y aumentar otros servicios ecosistémicos. Alivio de la pobreza

La biodiversidad puede proporcionar a la población de más escasos recursos una especie de seguro contra riesgos rentable y de fácil acceso, en particular con relación a aquellos riesgos de seguridad alimentaria, los derivados de peligros ambientales y los de la salud. También se ha abierto una discusión sobre los riesgos asociados a una disminución en la resiliencia de los ecosistemas. Las pruebas disponibles apuntan a que, como las personas de escasos recursos tienen pocas fuentes alternativas que les brinden protección, dependen aún más de la biodiversidad para hacer frente a los riesgos. En una investigación realizada en Bangladesh se describió la forma en la que la población de más escasos recursos de Dhaka se podría beneficiar de un programa de silvicultura urbana bien planificado. Mediante el análisis de los actuales recursos ecológicos y la situación de pobreza en Dhaka, y utilizando un ejemplo más práctico basado en la experiencia, este proyecto demuestra algunos de los principales beneficios directos e indirectos de un programa de espacios verdes urbanos. Esta población en Dhaka ya tiene un vínculo con los espacios verdes de la ciudad relacionado a su sustento. Su calidad de vida podría aumentar si se les proporcionan más beneficios de la silvicultura urbana. La industria de los viveros y otros productos forestales está creando oportunidades de empleo para las personas de escasos recursos, ofreciéndoles fuentes de ingresos adicionales. Como la mayoría de la población más pobre de Dhaka no tiene acceso a la electricidad municipal, al agua potable o a otros servicios, la silvicultura urbana puede aumentar la posibilidad de acceso a esos servicios mediante el suministro de leña, agua potable, aire limpio, etc. Adicionalmente, la mayoría de esta población trabaja al aire libre y se enfrenta a situaciones ambientales peligrosas debido a la grave contaminación del aire. Los bosques y árboles de la ciudad pueden disminuir la contaminación y ofrecer un ambiente de trabajo seguro y saludable. Además, proporcionar refugio durante el día y la noche puede ahorrar dinero y proporcionar seguridad mental y económica. La creación de lugares de recreación para los niños de la calle les permite crecer en un ambiente sano. Adicionalmente, al involucrar a la población más vulnerable 36 | Page


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en los procesos de toma de decisiones, se podrá empoderar a esta población dentro de la sociedad. xxxiv

Aprecio del lugar y cohesión social

El aprecio del lugar se refiere a la cercanía que se siente por un lugar en términos afectivos. A título de ejemplo, en un estudio realizado en Estocolmo se encontró que el sentido de pertenencia a un lugar es un importante impulsor del cuidado ambiental, y los entrevistados mostraron fuertes vínculos emocionales tanto con sus jardines como con los jardines circundantes. El apego a los espacios verdes naturales de las ciudades también puede dar lugar a otros importantes beneficios sociales, como la cohesión social, la promoción de intereses compartidos y la participación comunitaria. Las autoridades ambientales de la Unión Europea han destacado la función de los espacios verdes urbanos como promotores de oportunidades de interacción entre personas y grupos, donde se consolida la cohesión social y se ayuda a reducir la delincuencia. Servicios de Apoyo o de Hábitat Los entornos urbanos también proporcionan importantes servicios ecosistémicos de apoyo, esenciales para el mantenimiento de los procesos vitales. Polinización, regulación de plagas y dispersión de semillas

La polinización, la regulación de plagas y la dispersión de semillas son procesos importantes en la diversidad funcional de los ecosistemas urbanos y pueden desempeñar un papel fundamental en su permanencia y viabilidad a largo plazo. Sin embargo, los polinizadores, los reguladores de plagas y los dispersores de semillas se ven amenazados por la pérdida de hábitat, el uso de plaguicidas y la fragmentación a causa del desarrollo y la expansión del área urbana. En este contexto, se ha demostrado que las huertas, los jardines privados y otros espacios verdes urbanos son importantes refugios para los polinizadores. Además, las investigaciones sobre los servicios de los ecosistemas urbanos muestran que muchas prácticas de gestión formales e informales en huertas, cementerios y parques de ciudades promueven grupos funcionales de insectos que mejoran la polinización y las comunidades de aves, lo que a su vez mejora la dispersión de las semillas y la proliferación de la vegetación. Construcción de suelo

La construcción de suelo se refiere a la formación y retención del suelo. También se asocia con el aseguramiento de la fertilidad permanente del suelo mediante el ciclo o el almacenamiento de nutrientes y mediante la continuación de la actividad microbiana. La fertilidad del suelo es esencial para el crecimiento de plantas y se ve potenciada por el suministro de nutrientes y la acumulación de material orgánico que proporcionan los ecosistemas con buen funcionamiento. La erosión de las rocas también puede contribuir a la construcción del suelo.xxxv Este servicio del ecosistema es muy valioso porque sirve de base para una industria agrícola viable y tiene importantes vínculos con los servicios de descomposición, purificación y prevención de desajustes ambientales.xxxvi La 37 | Page


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construcción del suelo podría convertirse en un aspecto aún más importante dentro de un contexto de adaptación al cambio climático, si los humanos reconocen que existe una necesidad de cultivar alimentos más cerca de donde se consumen. Así se fomenta un ciclo efectivo de los nutrientes que se encuentran en los "desechos" orgánicos compostados y se apoya la fertilización del suelo. Este servicio ecosistémico es difícil de implementar dentro de los edificios mismos, pero a través de un diseño cuidadoso de los sistemas y la infraestructura de la ciudad, se podría incorporar de manera exitosa dentro del contexto urbano. Fijación de la energía solar

La fijación de la energía solar (fotosíntesis) forma la base de la cadena alimenticia del planeta. Esta fijación de la energía solar (producción primaria) por parte de las plantas se produce por encima o debajo de la tierra, o en ambientes marinos o de agua dulce. Los humanos actualmente utilizan hasta un 55% de todos los productos terrestres sujetos a la fotosíntesis. Ciclo de nutrientes

Los servicios de ciclo de nutrientes se refieren a la regulación de los ciclos biogeoquímicos, como los de oxígeno, agua, potasio, nitrógeno, fósforo, azufre y carbono, así como la retención de nutrientes dentro de un sistema. Este servicio ecosistémico incluye el almacenamiento, el ciclo interno, el procesamiento y la adquisición de nutrientes. En un entorno construido, el ciclo de nutrientes se relaciona con el uso, reutilización y eliminación de materiales.xxxvii Disponibilidad de hábitats

La disponibilidad de hábitats permite el refugio y la protección de los organismos y a menudo proporciona acceso a las necesidades nutricionales. También cumple una función que se asemeja a la de los viveros, ya que protege el crecimiento de los organismos jóvenes. Los servicios de disponibilidad de hábitats son relevantes tanto para las poblaciones de organismos permanentes como transitorias, y son de extrema importancia para mantener la biodiversidad y asegurar el funcionamiento de los demás servicios de los ecosistemas.xxxviii Mantenimiento de especies

El mantenimiento de especies se refiere a la generación de biodiversidad, la selección natural y el equilibrio en los ecosistemas. La variedad de información genética permite una evolución continua que facilita la adaptación a un contexto en constante cambio. Esta diversidad genética garantiza la salud permanente de especies únicas de flora y la fauna y desempeña un papel importante en el establecimiento o mantenimiento de la resiliencia. El servicio ecosistémico de mantenimiento de especies juega un papel vital para asegurar que las especies necesarias para contribuir a todos los servicios del ecosistema continúen existiendo. xxxix

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Capítulo 3: Resiliencia climática e infraestructura verde

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Resiliencia climática e infraestructura verde Existe una creciente preocupación internacional sobre cómo manejar las implicaciones del cambio climático y la resiliencia necesaria dentro de las zonas urbanas, en particular en los países en desarrollo, en los que las ciudades crecen rápidamente y una elevada proporción de la población urbana es pobre o vulnerable de otro modo ante las perturbaciones y a los posibles desastres relacionados con el clima.xl Los ecosistemas urbanos y la infraestructura verde proporcionan una amplia lista de servicios ecosistémicos críticos que pueden mejorar la salud y el bienestar humanos y, al mismo tiempo, amortiguar las perturbaciones naturales y los fenómenos meteorológicos extremos. Por lo tanto, es esencial mantener un suministro sostenible y dinámico de estos servicios frente al cambio climático y a otras amenazas para fomentar la resiliencia y capacidad de recuperación. Sólo los ecosistemas saludables y en buen funcionamiento pueden proporcionar estos valiosos servicios y contribuir de manera positiva a la construcción de la resiliencia de una ciudad. El cambio climático es una amenaza para la salud futura de los ecosistemas urbanos. Por lo tanto, no sólo necesitamos asegurar la existencia continua de los ecosistemas urbanos y sus servicios para ayudar a construir la resiliencia de las ciudades, sino que también necesitamos asegurar que estos ecosistemas urbanos sean en sí mismos resilientes frente al cambio climático. La construcción de una ciudad resiliente implica garantizar un suministro resiliente de espacios naturales urbanos que mantenga y aumente su calidad, cantidad y diversidad. Así, se amplía y se hace uso activamente de los espacios naturales, lo que a su vez resulta en una infraestructura verde viable. Hay varias maneras de maximizar los beneficios de los ecosistemas urbanos y de contribuir a la construcción de ciudades resilientes, algunas de las cuales se ilustran mediante intervenciones que potencian tres de las cualidades de las ciudades resilientes: §

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Construir la solidez: Dado que los ecosistemas urbanos deben prosperar en un clima variable, es importante integrar la incertidumbre y el cambio en los procesos de gestión municipal, asegurando al mismo tiempo la prestación sostenible de los servicios de los ecosistemas. Promover la redundancia: Al aumentar los espacios y la infraestructura verdes, es más fácil afrontar múltiples retos y ofrecer múltiples beneficios. A menudo los espacios verdes promueven una mayor viabilidad económica, incluso dentro de los modelos económicos tradicionales, si se cuantifican y reconocen debidamente los múltiples servicios y los beneficios conexos que aportan al gran número de receptores en las ciudades. Fomentar la recursividad: Los gobiernos locales pueden ofrecer espacios de generación de compromiso cívico activo a través de jardines comunitarios, jardinería residencial, programas de ecologización, adquisición y restauración de tierras y participación en comités asesores. Estas iniciativas pueden ofrecer oportunidades para educar a los niños pequeños y transmitir los conocimientos ecológicos locales. También pueden crear un fuerte sentido de pertenencia a un lugar, importante impulsor del cuidado del medio ambiente.

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La protección y mejora de los ecosistemas urbanos ofrece oportunidades educativas de bajo costo para hacer frente al cambio climático y aumentar la resiliencia de las zonas urbanas, con claros beneficios para la salud. A la luz de estas observaciones, los municipios podrían impulsar futuras acciones basadas en los logros iniciales que se alcancen esta área.xli Infraestructura verde urbana La infraestructura verde (IV) urbana ayuda a las ciudades a adaptarse al cambio climático, así que la estrategia de ampliar esta IV en la planificación urbana aumentaría la sostenibilidad y la resiliencia de las ciudades y comunidades. Muchos estudios han demostrado los beneficios de la IV en la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo en las zonas urbanas, así como su función como importante instrumento de planificación urbana para ayudar a satisfacer las necesidades ambientales, sociales y económicas de las zonas urbanas. Según la definición de la Unión Europea (UE), la infraestructura verde se refiere a una "… red estratégicamente planificada de zonas naturales y seminaturales, diseñada y gestionada para proporcionar un amplio abanico de servicios ecosistémicos”. Esto incluye elementos verdes (o azules, en el caso de los ecosistemas acuáticos) y otros elementos físicos en zonas terrestres (incluidas las zonas costeras) y en zonas marinas. El otro lado de la moneda es la infraestructura gris que se refiere a la infraestructura creada por el hombre, como lo son las instalaciones de tratamiento de aguas, los sistemas de alcantarillado, los sistemas de aguas pluviales o las cuencas de almacenamiento. El término también puede aplicarse a otros tipos de infraestructura, como carreteras y autopistas, puertos, aeropuertos, infraestructura comercial y de venta al por menor, servicios públicos e infraestructura social, como escuelas y hospitales. La palabra "gris" se refiere al hecho de que tales estructuras están a menudo hechas de hormigón y acero. También podría decirse que la infraestructura gris está compuesta por los activos construidos que ocupan la tierra mientras que la infraestructura verde está compuesta por los activos naturales que también ocupan la tierra. xlii Lo ideal es que las ciudades tengan una mezcla equilibrada de infraestructura verde y gris. Al tiempo que cumple objetivos de servicios específicos, la infraestructura verde natural proporciona valiosos beneficios colaterales a la comunidad y a la economía que los proyectos de infraestructura gris no ofrecen. Estos beneficios adicionales mejoran aún más la resiliencia y el bienestar de la comunidad y aumentan el rendimiento de la inversión en la comunidad. No obstante, para lograr la adaptación al cambio climático y la resiliencia ante el mismo se requieren soluciones innovadoras y nuevos instrumentos de gestión y planificación urbana. Las nuevas estructuras urbanas, como edificios e infraestructura de bajo consumo de energía, zonas y azoteas verdes y la adopción de tecnologías avanzadas, pueden mitigar las emisiones mundiales y la contaminación local, lo que a su vez promueve la adaptación al cambio climático. En la nueva perspectiva sostenible y resiliente de la ciudad, estas zonas verdes adquieren una importancia aún mayor y se convierten en recursos multifuncionales tanto para la ciudad como para sus habitantes. La IV proporciona una serie de servicios relacionados con el cambio climático que pueden contribuir de manera sustancial a la adaptación y mitigación del cambio climático. Cada vez se

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reconoce más que estas intervenciones naturales son una manera de combatir el cambio climático en la que todos ganan, dados sus beneficios sociales, económicos y ambientales. Los ciudadanos y otras partes interesadas deben participar activamente en la definición de las estrategias de adaptación urbana, para favorecer intervenciones "sin arrepentimiento" que sirvan para remediar los problemas existentes y aportar beneficios ambientales y socioeconómicos inmediatos. De esta manera se ayuda a aumentar la capacidad de adaptación y se consolidan las medidas “verdes” o basadas en el ecosistema. En lugar de considerar que la infraestructura verde y la gris son dos sistema urbanos separados, hay que verlos como dos caras de una misma moneda. El Banco Mundial afirma que existe una creciente evidencia que demuestra que los sistemas de infraestructura verde natural se pueden combinar con la infraestructura gris tradicional para proporcionar servicios de menor costo y más resilientes. Si se hace correctamente, con el tiempo la combinación de infraestructura verde y gris ayudará a proporcionar agua, alimentos y energía a las poblaciones en crecimiento, aliviar la pobreza y mitigar el cambio climático.xliii A pesar de la importancia ecológica, cultural y económica de estos servicios, los ecosistemas y su biodiversidad siguen degradándose y perdiéndose a una escala sin precedentes. Una de las principales razones de ello es que la contribución de los ecosistemas al bienestar humano sigue siendo subestimada y no se reconoce plenamente en la mayoría de los procesos de planificación y adopción de decisiones; en otras palabras, los beneficios de sus servicios no se captan, o sólo se captan parcialmente, en la economía de mercado convencional. Por este motivo, el reto que enfrentamos ahora es cómo medir y transmitir el valor económico de la biodiversidad para grabar su importante papel en la mente de todos los habitantes urbanos. La iniciativa "100 ciudades resilientes" hace hincapié en la desconexión que existe entre el enorme valor que tiene la naturaleza para las ciudades y la falta de importancia que le dan los planificadores municipales. Se afirma que incluso si los gobiernos y las empresas empiezan a reconocer que la naturaleza es un componente crítico de las ciudades prósperas y resilientes, a menudo estas consideraciones siguen estando ausentes de las decisiones de los planificadores y los políticos, quienes darán forma a los paisajes urbanos en los años venideros. El hecho de que el 60% de la superficie proyectada para ser urbana en 2050 aún no haya sido construida, presenta tanto un desafío como una oportunidad para cambiar de dirección en cuanto a cómo planeamos relacionarnos con la naturaleza. Todas las ciudades tienen el potencial de construir y reconstruir comunidades resilientes y sanas aprovechando los numerosos beneficios de la infraestructura verde. A pesar de que habrá muchos desafíos, este aprovechamiento proporcionará algunas de las opciones más productivas y rentables para hacer frente a los desafíos de las ciudades. Al mismo tiempo, al convertirse en mejores lugares para vivir, las ciudades proporcionarán valiosas soluciones colaterales para los residentes quienes constantemente se ven enfrentados a diferentes conmociones y tensiones. La biodiversidad urbana proporciona servicios ecológicos que son la base de comunidades saludables, resilientes y sostenibles. A medida que la creciente población de América Latina se concentra en las ciudades y que nuestro clima se vuelve cada vez más impredecible, los tomadores 42 | Page


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de decisiones y los administradores se ven obligados buscar nuevas formas de mantener los niveles de servicio existentes. La integración de la naturaleza en los paisajes urbanos ofrece algunas de las mejores y a menudo únicas oportunidades de cumplir los objetivos de la ciudad, al tiempo que ayuda a alcanzar las metas de sostenibilidad locales y mundiales. Promoción de la Resiliencia Climática en las Ciudades Hay muchas maneras de promover la resiliencia climática en las ciudades. Estrategia

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Evaluar los espacios urbanos naturales para conocer y comprender mejor la distribución, abundancia, tendencias y estado actual de la biodiversidad y las zonas naturales. Las evaluaciones y el monitoreo a largo plazo son esenciales para la protección y la resiliencia de los espacios ecológicos. Buscar activamente proyectos de restauración y rehabilitación para ayudar a la recuperación de los espacios naturales que han sido degradados, dañados o destruidos, en particular a lo largo de los corredores de migración de animales, para fomentar el movimiento y la repoblación de las especies. La restauración de los ecosistemas degradados ha sido un instrumento importante para reducir la vulnerabilidad ante los peligros naturales y mejorar las redes ecológicas y la calidad de vida en muchos grandes centros urbanos. Promover la adaptabilidad como respuesta a cambios ambientales significativos en el futuro, e integrarla en los programas de gestión de los espacios ecológicos. Esto significa que deben adoptarse medidas e iniciativas que tengan el potencial de responder a cambios climáticos reales o previstos, reduciendo así los efectos del cambio climático en los sistemas naturales. Esta categoría podría incluir directrices para seleccionar y sembrar vegetación que se adapte a un clima cambiante. Tener en cuenta el fortalecimiento de competencias y el desarrollo de los profesionales involucrados (autoridades viales y de transporte), para que estén mejor capacitados para incorporar la infraestructura ecológica en la planificación urbana y las decisiones de inversión.

Regulación/Administración

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Considerar procesos administrativos creativos para introducir, mejorar o repensar evaluaciones, procesos de aprobación, limitaciones de desarrollo, sobrecostos, tasas, incentivos y descuentos, así como mecanismos de aplicación de reglamentos en el marco de los regímenes normativos locales para garantizar la gestión sostenible y la protección de los espacios naturales. Integrar la biodiversidad y las directrices de infraestructura verde en la planificación urbana y el diseño del paisaje urbano para imitar el hábitat y las funciones naturales. Esta integración se debe tener presente especialmente al momento de reemplazar infraestructura envejecida. Ejemplo de ello son los drenajes sostenibles, humedales construidos, estanques para retención de aguas pluviales, jardines infiltrantes, calles arboladas, pavimento permeable y azoteas o tejados y paredes verdes. 43 | Page


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Contemplar una integración de los ecosistemas urbanos y la infraestructura natural en los programas de gestión de activos para ayudar a asegurar que los ecosistemas funcionen adecuadamente y presten los servicios ambientales esperados. Tener en cuenta el cumplimiento de lineamientos ambientales por parte de empresas constructoras para garantizar que los nuevos desarrollos integren características naturales y aprovechen oportunidades para crear y mejorar la infraestructura ecológica y las características del paisaje natural.

Instrumentos económicos

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Explorar e identificar programas de incentivos o subsidios para alentar a los desarrolladores y constructores a integrar características naturales e infraestructura verde en el nuevo esquema de desarrollo. Los beneficios de tales programas de incentivos han sido demostrados por iniciativas como el Programa de Incentivos para Tejados Ecológicos de Toronto.

Vínculos voluntarios/comunitarios

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Involucrar a los ciudadanos en los procesos de planificación de vecindarios y ciudades y promover oportunidades de aprendizaje. Si los residentes urbanos se conectan con la naturaleza a través de la participación pública, se logrará crear conciencia y se fomentará la alfabetización ecológica. Las ciudades deberían socializar las mejores prácticas sobre cómo hacer que la propiedad privada sea más ecológica y sopesar la posibilidad de conceder subsidios a los propietarios de viviendas para facilitar la implementación de estas prácticas. Promover programas sobre la naturaleza y la biodiversidad en las escuelas y apoyar iniciativas que animen a los estudiantes a aprender sobre los espacios naturales y la biodiversidad en sus ciudades.

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Capítulo 4: Presiones sobre la biodiversidad

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Presiones sobre la biodiversidad en las ciudades A pesar de los beneficios de la biodiversidad para las ciudades, su existencia misma se ve amenazada o degradada por presiones urbanas, actividades de desarrollo y temores y emociones humanas. Desventajas de los ecosistemas Las desventajas de los ecosistemas (o EDS por sus siglas en inglés) pueden definirse como "funciones, procesos y atributos de los ecosistemas que dan lugar a impactos negativos, ya sea percibidos o reales, en el bienestar humano".xliv Las EDS son funciones o propiedades de los ecosistemas que causan efectos que se perciben como dañinos, desagradables o no deseados. Para ilustrar mejor este concepto, se podría decir que los daños causados por las plagas en la agricultura, el polen que causa reacciones alérgicas o el miedo relacionado con la oscuridad en los parques urbanos son todos ejemplos de EDS. Las desventajas pueden aparecer como resultado del funcionamiento de ecosistemas sin que hayan sido perturbados o pueden ser efectos directos o secundarios de la manipulación deliberada de los ecosistemas. Estas desventajas de los ecosistemas tienen un fuerte impacto sobre la forma en la que se experimentan, valoran, utilizan y, eventualmente, desarrollan las zonas verdes urbanas. Por consiguiente, el desafío clave es combinar expectativas que han sido influenciadas por los estilos de vida urbanos con los servicios que producen los ecosistemas urbanos. Problemas estéticos

Las zonas que no se gestionan o cuidan de manera intensiva suelen considerarse desagradables y feas. Este es el caso de los parques con maleza y vegetación densa, las antiguas zonas industriales abandonadas y las zonas degradadas que muchos consideran terrenos baldíos. Ciertos sonidos, olores y comportamientos de plantas y animales pueden irritar a algunas personas; por ejemplo, la presencia de excrementos de pájaros y perros en el suelo se considera un problema estético e higiénico. Muchas especies, como los zorros o las aves que extraen alimentos de los cubos de basura pueden ensuciar el medio ambiente y ser percibidas como una molestia. Cuestiones de seguridad

Las zonas con un alto valor de biodiversidad pero cuya gestión es deficiente, a menudo se consideran inseguras, especialmente por la noche debido a una falta de iluminación. Los espacios verdes pueden percibirse como peligrosos ya que tienen el potencial de facilitar la delincuencia al ofrecer un lugar de refugio a los autores de delitos y pueden servir para ocultar elementos o actividades delictivas. A menudo estos espacios se asocian con poca o ninguna presencia de las autoridades de seguridad. El potencial de confrontación con peligros físicos (por ejemplo, mal tiempo, animales o plantas venenosas) puede evocar fuertes temores u otras emociones negativas en entornos salvajes. Los animales salvajes o semisalvajes como los murciélagos, las ratas, los 46 | Page


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zorros, los ciervos o incluso los grandes depredadores de los grandes parques también pueden causar miedo, ansiedad y molestias. Cuestiones económicas

Los siguientes son aspectos económicos que se deben tener en cuenta al planificar la diversidad biológica urbana: § § §

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El mantenimiento de las zonas verdes impide un uso más rentable de la tierra, como lo sería la construcción, la industria o los bienes raíces. A menudo no se ven ganancias directas en el mercado a causa de una riqueza de biodiversidad o, si las hay, se atribuyen a otros tiempos o lugares. Las estructuras pueden sufrir daños, por ejemplo, por la descomposición de productos construidos en madera por la actividad microbiana, por excremento de aves que acelera la corrosión, por las raíces de los árboles que dañan el pavimentos o por animales que cavan agujeros para anidar. Los costos provienen de los intentos de eliminar especies no deseadas (por ejemplo malezas, pájaros que anidan en lugares indeseados, especies invasoras). La presencia de especies protegidas puede restringir otros usos de la zona. La siembra, el mantenimiento y la eliminación de la cobertura vegetal genera costos sustanciales. Las especies dañinas pueden perjudicar a las especies deseadas y causar pérdidas económicas (por ejemplo plagas, hongos o animales que se alimentan de cultivos).

Problemas de movilidad

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Las grandes áreas verdes o azules pueden ser obstáculos para los medios de transporte rápidos y cómodos, especialmente para el transporte motorizado. Si bien los árboles a lo largo de las calles y carreteras pueden aumentar la seguridad vial porque hacen que los conductores de automóviles reduzcan la velocidad, las plantas descuidadas que crecen a lo largo de las carreteras pueden disminuir la visibilidad y aumentar el riesgo de accidentes de tránsito. Las hojas que caen de los árboles pueden aumentar la distancia de frenado de los automóviles, autobuses y servicios ferroviarios.

Sin embargo, algunas de las desventajas identificadas parecen irrelevantes o de poca importancia, si se comparan con el valor de los servicios de los ecosistemas esenciales para la satisfacción de las necesidades humanas básicas, como la alimentación, la bebida y la respiración. Aun siendo así, las desventajas de los ecosistemas han resultado ser importantes motivos de detracción al evaluar opciones que irían en contra de las prácticas cotidianas de la población urbana en sociedades prósperas. Por ejemplo, las incomodidades estéticas que no son una amenaza para la supervivencia de los residentes urbanos, en ocasiones suscitan peticiones destructivas para la biodiversidad urbana (intensa gestión de espacios verdes para iluminarlos artificialmente, pavimentarlos en gran medida y dejar amplios espacios yermos).xlv

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Toma de conciencia y educación Es evidente que las ciudades tienen la importante responsabilidad de fomentar la toma de conciencia de los residentes urbanos sobre el valor de las zonas naturales. Esta responsabilidad incluye crear espacios para la participación pública en la administración activa de las áreas naturales, y lograr una mejor educación y participación de la población joven. En un entorno cada vez más urbanizado, los espacios verdes y la biodiversidad ofrecen una importante oportunidad para el aprendizaje. Únicamente cuando haya una toma de conciencia generalizada y un compromiso colectivo con la conservación existirá la voluntad política suficiente para encontrar soluciones que promuevan la biodiversidad por encima de otros valores. Comunidades Vulnerables, Reasentamiento y Biodiversidad El cambio climático plantea riesgos desproporcionados para los sistemas humanos y naturales debido a diferencias en vulnerabilidad y exposición. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (o IPCC por sus siglas en inglés), la vulnerabilidad es la tendencia o predisposición a ser afectado negativamente. Es el resultado de un complejo conjunto de impulsores y condiciones interactivas que se derivan de los contextos culturales, sociales, ambientales, políticos y económicos históricos y prevalecientes. Las personas que están marginalizadas en términos sociales, económicos, culturales, políticos, institucionales o de alguna otra manera son especialmente vulnerables al cambio climático (IPCC, 2014). Las comunidades más pobres tanto de las zonas urbanas como de las rurales y remotas tienen una capacidad de adaptación limitada debido a su situación económica, lo que las hace aún más vulnerables que otros miembros de la sociedad.xlvi El enfoque coercitivo con una administración “desde arriba hacia abajo” para gestionar las zonas protegidas ha creado trastornos socioculturales y a menudo incluso ha resultado en una incapacidad de conservar la diversidad biológica. Algunas iniciativas de biodiversidad con un enfoque de conservación desde arriba hacia abajo llevaron a decisiones de gestión que amenazaban gravemente los medios de subsistencia y el patrimonio cultural de la población local. Este fue el caso de un programa de reasentamiento establecido para reubicar a la población de aldeas dentro de un parque natural, lo que llevó a una reducción en el acceso a recursos y en sus derechos tradicionales. A raíz de la creación de zonas protegidas, las comunidades locales han sido frecuentemente objeto de desalojo, a menudo con graves consecuencias para su identidad y su desarrollo futuro. De hecho, el desalojo también crea una especie de "estrés sociocultural". Las poblaciones reubicadas no sólo pierden la base económica de su supervivencia, sino que también sufren una "considerable reducción de su patrimonio cultural, debido a la pérdida temporal o definitiva de sus modelos de comportamiento, sus actividades económicas, sus instituciones y sus símbolos". xlvii Al analizar estos procesos se ha puesto en evidencia cómo las condiciones de vida de las comunidades desplazadas o desalojadas de los bosques han empeorado como resultado directo de su desplazamiento. xlviii Esto se debe en parte a que, por lo general, las comunidades desplazadas se reubican en zonas inadecuadas con oportunidades de subsistencia que a menudo son totalmente insuficientes.

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En los últimos tiempos, se ha planteado una preocupación por definir cuáles son las mejores prácticas que se pueden adoptar en las zonas protegidas para lograr la conservación sostenible de recursos naturales.xlix Muchos países han comprendido que el camino a seguir para controlar los conflictos dentro de las áreas protegidas debe incluir la adopción de medidas que traten de integrar a las comunidades indígenas en el esquema de conservación y este es un punto de vista que está cobrando impulso rápidamente. En otras palabras, es necesario impulsar un enfoque de gestión “desde abajo hacia arriba” y no “desde arriba hacia abajo” dentro de las áreas protegidas. El enfoque de gestión desde abajo hacia arriba permitirá a las comunidades de las zonas protegidas circundantes participar activamente en la gestión y administración de sus regiones. Además, es necesario que los administradores de las zonas protegidas establezcan medidas que ayuden a las comunidades a mejorar su calidad de vida, por ejemplo, estableciendo mejores instalaciones educativas y de infraestructura l. Las opciones de desarrollo alternativo o vocacional (por ejemplo, capacitaciones para la adquisición de conocimientos prácticos de confección, agricultura sostenible, carpintería, etc.) pueden servir de base para pasar de la dependencia del medio ambiente natural a formas sostenibles de subsistencia. Pobreza y Bienestar Económico En ninguna parte es mayor la demanda de servicios de los ecosistemas que en las ciudades, debido al enorme y creciente número de personas que ahora residen en las zonas urbanas. Además, la riqueza que se mueve hacia y dentro de las ciudades da lugar a un uso intensivo de recursos y, por ende, a la producción de desechos. Sin embargo, las ciudades ofrecen un sinnúmero de posibilidades para que los residentes lleven un estilo de vida más eficiente. Los servicios de los ecosistemas de los que dependen los ciudadanos se producen en su mayoría fuera de las ciudades, y a menudo a grandes distancias, incluso más allá de las fronteras nacionales y continentales, pues aprovechan las extensas y eficaces líneas de suministro modernas. Las poblaciones más pobres de las ciudades solo tienen acceso a muchos servicios de los ecosistemas en la medida en que pueden intercambiar dinero por ellos. Así pues, una mejor gestión y mayor acceso a algunos servicios ecosistémicos básicos que se puedan producir localmente podría reducir la pobreza y aumentar la seguridad alimentaria en las ciudades. Los tugurios urbanos suelen estar construidos en zonas marginales, vulnerables a riesgos naturales como inundaciones, incendios y deslizamientos de tierra. Aunque la tasa de crecimiento de los barrios marginales está disminuyendo a nivel mundial y la proporción de la población urbana que vive en ellos disminuyó del 39% al 32% entre 2000 y 2010, el número de habitantes de los barrios marginales sí ha aumentado considerablemente y se prevé que seguirá aumentando. Nuevamente, los servicios de los ecosistemas podrían mermar los efectos de esta situación. Por ejemplo, la conservación o restauración de la vegetación natural ayuda a mantener la estabilidad de las laderas y a prevenir deslizamientos de tierra. Las ciudades, especialmente cuando crecen sin una planificación formal, afectan a la biodiversidad pues invaden los ecosistemas directamente y generan un cambio en el uso de la tierra, por ejemplo, en forma de la construcción espontánea de viviendas y su integración con los servicios e infraestructuras asociados. Es necesario adoptar una serie de medidas para hacer frente a los colosales problemas que trae la expansión informal y la degradación ecológica. Las soluciones 49 | Page


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basadas en los ecosistemas ofrecen una forma de combatir estos dos problemas al mismo tiempo. Varios gobiernos locales ya están tomando medidas para avanzar en esta dirección, con base en los sus desafíos locales. li Por ejemplo, por necesidad, La Habana, Cuba, se ha convertido en líder de la agricultura urbana. Desde principios de los años 90, las reformas agrarias, la reducción del acceso al petróleo y la adopción de fertilizantes y controles de plagas biológicos han abierto el paso a una cultura dinámica de producción alimentaria sostenible. Además del beneficio inmediato que es la mejora de la seguridad alimentaria, también ha mejorado la salud y ha habido mayores ingresos. Más de 350.000 nuevos empleos han sido generados por nuevos programas de agricultura, ganadería y áreas relacionadas (semillas, abono orgánico, educación técnica, etc.). El Departamento de Gestión Ambiental del municipio de eThekwini (Sudáfrica) ha iniciado un programa llamado "Working for Ecosystems" (Trabajar para los ecosistemas) que busca aliviar la pobreza mediante la capacitación de mujeres, jóvenes y discapacitados en materia de gestión ambiental. Además, en eThekwini se ha establecido un vivero de plantas medicinales y cursos de capacitación para combatir la sobreexplotación de las áreas silvestres y apoyar el futuro sostenible de aquellos cuyo sustento depende de las especies medicinales. Crecimiento urbano y presión demográfica Se espera que para 2030, el mundo tendrá otros mil millones de personas, con lo que la población total ascenderá a unos 8.500 millones. Suponiendo que los humanos seguirán la tendencia actual de ser cada vez más urbanos, la expansión urbana y la pérdida de hábitat natural resultante sólo empeorará, pues las ciudades ocuparán el valioso y precioso espacio que las aves silvestres, los mamíferos, las plantas y otras formas de vida llaman hogar. Las ciudades del mundo ya ocupan áreas importantes para la biodiversidad. Al menos 423 grandes ciudades (con poblaciones de más de 300.000 habitantes) alrededor del mundo se encuentran en 36 focos biodiversidad. Estos focos son regiones que albergan un gran número de especies animales y vegetales diversas, pero que no se encuentran prácticamente en ningún otro lugar del mundo. Al ver la trayectoria de crecimiento de estas ciudades, según el modelo de Seto Lab/Universidad de Yale, en la próxima década un 90 por ciento de ellas, decididamente una cifra desconcertante, podría terminar destruyendo los hábitats naturales de especies en peligro de extinción. Fortalecimiento de la Gobernanza Urbana Existen muchos retos institucionales y aspectos que se deben tener en cuenta en relación con la planificación e inclusión de la biodiversidad. Cómo conectar el valor de los servicios ecosistémicos con las políticas y la gobernanza urbanas

Alrededor del mundo, diferentes autoridades municipales y regionales están estudiando formas innovadoras de mantener y aumentar la infraestructura ecológica como parte de la planificación y 50 | Page


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el diseño urbanos. Sin embargo, muchos estudios han sugerido que aún no se reconoce suficientemente la capacidad que tienen las autoridades locales para implementar infraestructura ecológica y es por esto por lo que no existe una integración más visible de la IV en los sistemas de ordenamiento territorial. La valoración tanto económica como no económica de los servicios de los ecosistemas se suele hacer a solicitud de personas encargadas de formular políticas y o de profesionales en busca de información de soporte para orientar decisiones en materia de planificación urbana y gobernanza. A saber, esta valoración guía y ofrece un soporte a la planificación urbana en términos de sensibilización de la población, contabilidad económica, establecimiento de prioridades, diseño de incentivos y litigios, lo que a su vez sirve para reconocer, demostrar y captar el valor de la diversidad biológica. Puede que la jurisdicción de algunos gobiernes locales incluya parques, bosques urbanos y zonas de conservación, lo que significa que estos gobiernos estarán bien situados para integrar e incorporar la gestión de la biodiversidad en su cultura local y en sus operaciones cotidianas. Dadas las presiones cambiantes del desarrollo y los cambios ambientales constantes, los municipios deben ser eficientes en la adaptación de sus prácticas y políticas para satisfacer futuras y crecientes demandas. Puede que esto parezca una tarea difícil, pero hay varios municipios que ya se han puesto a la altura del desafío y se están uniendo a una creciente comunidad internacional que considera que la protección de la biodiversidad local es esencial para el desarrollo comunitario y urbano sostenible. Desarrollo de políticas y programas

La elaboración de programas y políticas es una de las áreas fundamentales en las que los municipios pueden influir para dar forma a las prácticas de conservación de su comunidad. Al dar prioridad al desarrollo de una infraestructura verde y utilizar instrumentos de planificación proactiva del uso de la tierra, la política se convierte en un instrumento que ayuda a alinear la visión de comunidad de un municipio con la realidad del territorio. Redes y asociaciones

Los municipios no pueden trabajar de forma aislada y la elaboración de políticas aisladas no suele ser suficiente para promover la biodiversidad. Teniendo en cuenta que las tierras de propiedad privada suelen constituir una proporción importante de la superficie de tierras y espacios verdes de un municipio, se hace indispensable asegurar la colaboración de los propietarios de tierras privadas para fomentar el cuidado de la tierra desde el hogar y el trabajo. Al obtener el compromiso de los propietarios, es más factible alcanzar una mayor toma de conciencia respecto de la biodiversidad regional y las prácticas sostenibles. Las asociaciones y colaboraciones estrechas permiten que surjan nuevas perspectivas, que las ideas se conviertan en acciones y que se incorporen cuestiones ambientales clave como la biodiversidad dentro de las prácticas de la comunidad. Las redes activas dentro de las ciudades, tanto sociales como ecológicas, aumentan la capacidad biodiversa, al tiempo que ponen de relieve la importancia del fomento de la resiliencia. El

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mantenimiento de estas redes muestra el impacto que puede tener la acumulación de acciones locales en una comunidad. Compromiso de la comunidad

Ahora que se entiende que la conservación de la biodiversidad requiere la sensibilización y el apoyo de la comunidad, las ciudades tienen la responsabilidad de hacer que la participación pública y la educación sean prioridades dentro de sus esfuerzos de planificación. Para que la gente se sienta comprometida con la biodiversidad y con otras cuestiones ambientales, hay que sentar las bases para una mejor comprensión que permita a las personas tomar decisiones y adoptar medidas basadas en información científica sólida y recomendaciones fiables. Con el fin de lograr este objetivo, existen ciertos desafíos que hay que abordar. Existen varias encuestas recientes que han indicado que, a pesar de la creciente preocupación pública, las cuestiones ambientales siguen siendo menos importantes que otros problemas, como el terrorismo, la atención de la salud, la economía y (en los Estados Unidos) los valores familiares. Además, gran parte del reciente aumento del interés por el medio ambiente se debe a que la atención de las personas se ha desplazado hacia el calentamiento global y se ha alejado en gran medida de otros problemas ambientales como la destrucción de los ecosistemas, la contaminación del agua, la superpoblación y la pérdida de biodiversidad. Ese cambio en el enfoque público suele ir acompañado de una tendencia a disociar los diversos problemas ambientales e ignorar sus efectos sinérgicos. Como agravante, se tiene que algunos medios de comunicación y otras fuentes desalientan el interés público en los temas ambientales al caracterizar la ciencia que hay detrás de ellos como demasiado compleja, sujeta a debate y controversia, y alejada de los intereses humanos. Los programas educativos, los medios de comunicación, las exposiciones y otros medios de divulgación pública deberían aprovechar el aumento del interés público en el calentamiento global para demostrar cómo se relacionan y cuáles son los efectos de diversas perturbaciones ambientales. En el caso de la biodiversidad, es de suma importancia resaltar el papel de las especies para asegurar los servicios ecosistémicos, la belleza y el placer naturales, y el mantenimiento de la vida humana. Sin embargo, este es un mensaje que requiere ser reiterado y replanteado de forma creativa para que alcance a diversos públicos.lii Ingresos

¿La preservación de la biodiversidad es sólo para los ricos? Las ciudades de América Latina presentan desequilibrios sociales y económicos extremos, que generan un complejo mosaico de estructuras de asentamiento urbano, desigualdad económica, estratificación social y diferentes sistemas de gestión de los ecosistemas. Los vecindarios de bajos ingresos o suelen estar bien intercalados con los ecosistemas locales en las zonas periurbanas o carecen por completo de espacios verdes. Por otro lado, los vecindarios de altos ingresos tienen una mayor concentración de áreas verdes, pero generalmente estos espacios están poblados por especies no nativas. Además, el valor de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos no suele reconocerse en la planificación urbana, no sólo en términos ecológicos sino también en términos de su valor como 52 | Page


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elementos indispensables para que los habitantes de las ciudades tengan calidad de vida y bienestar. A estos retos se suma una deficiente base de conocimientos e información pues las investigaciones en América Latina sobre las consecuencias que tiene la rápida urbanización sobre la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas están poco desarrolladas y comprendidas. Sin embargo, actualmente existen iniciativas para aumentar la atención en la planificación urbana y el apoyo a los ecosistemas y se han encontrado ejemplos de habitantes urbanos que promueven activamente la administración de los espacios verdes urbanos en América Latina. Adquisición de tierras

El método más eficaz que tienen los municipios para proteger la biodiversidad y las valiosas zonas naturales es adquirir y asegurar tierras; se debe comprar naturaleza para protegerla. Lamentablemente, la legislación en este sentido de muchos gobiernos tiene limitaciones en cuanto a la protección de la naturaleza, ya que carecen de autoridad sobre tierras privadas, bosques y tierras provinciales o federales. A menudo, las zonas naturales se encuentran en zonas óptimas para el desarrollo urbano y el alto valor de las tierras puede impedir su compra. Liderazgo local

Todos los niveles de gobierno comparten el objetivo de garantizar la salud, el bienestar y la seguridad de las comunidades municipales. Sin embargo, los líderes locales, como los alcaldes y concejales, se enfrentan a muchos retos a la hora de equilibrar las necesidades actuales y la visión de futuro. Constantemente se manejan temas a nivel loca que impactan a la comunidad, como tormentas, calor extremo, envejecimiento de la infraestructura o cambios en la financiación de actividades y programas. Las ciudades de Edmonton y Montreal muestran un buen ejemplo de los esfuerzos de alcaldes para responder a la pérdida de biodiversidad local, abordándola como una necesidad comunitaria seria. Estos alcaldes han logrado influir en la política municipal y el compromiso al más alto nivel, promoviendo la conservación de la biodiversidad y ahora otros líderes mundiales están tomando nota.liii Administración ecológica urbana

Una administración efectiva de la biodiversidad no solo consiste en aumentar la sensibilización de las personas sobre cómo sus acciones repercuten en su entorno local inmediato y a nivel global; no solo se trata de promover la cercanía a las zonas verdes. Una administración efectiva de la biodiversidad significa también estar involucrado, lo que a su vez puede resultar más viable a través de diseños institucionales y movimientos sociales. El cuidado del medio ambiente urbano combina la gestión de la tierra con los deseos de la sociedad civil, del sector privado y de los organismos gubernamentales. Todos estos sectores deben trabajar de la mano para que la conservación de la biodiversidad sea efectiva. El cuidado del medio ambiente abarca toda la gama de paisajes, desde las tierras salvajes hasta las zonas urbanas, y se realiza tanto en tierras públicas como privadas. Un cuidado del medio ambiente por parte de los ciudadanos que busque ir más allá de la de los gobiernos municipales requiere esfuerzos voluntarios de los ciudadanos en tierras públicas o cuasi públicas dentro de las zonas 53 | Page


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urbanas de mayor densidad. Se necesita que los ciudadanos de todas las edades participen como voluntarios en diferentes proyectos y trabajen en tierras que no son de su propiedad. Estos proyectos podrían entenderse como la gestión de parques, la restauración de espacios abiertos, la siembra de árboles en las calles y el desarrollo de jardines comunitarios. Colaboración pública, privada y ciudadana

Los ciudadanos que viven en ciudades en las que las entidades públicas están comprometidas con el desarrollo de la resiliencia urbana son cada vez más conscientes de que toda la responsabilidad de la prevención, la respuesta y la recuperación de las crisis no puede recaer plenamente en las entidades públicas y las empresas privadas. De hecho, cada vez se exige más a los ciudadanos que se preparen para las crisis, que respondan a ellas y que se recuperen de ellas. Con ese objetivo en la mira, surge la necesidad de hacer participar no sólo a las entidades públicas y las empresas privadas, sino también a los ciudadanos en el proceso de construcción de la resiliencia de una ciudad, a fin de comprender las diferentes perspectivas de una misma realidad.

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Capítulo 5: Herramientas para medir la biodiversidad en las ciudades

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Herramientas para medir la biodiversidad en las ciudades Se han elaborado varias herramientas para promover la biodiversidad en el medio urbano. La más conocida es el Índice de Biodiversidad de las Ciudades o Índice de Singapur. Índice de Biodiversidad de las Ciudades Inicialmente, los índices ambientales de las ciudades se centraban en cuestiones como el agua limpia, el saneamiento, la eficiencia energética, la calidad del aire y la gestión de los desechos. Actualmente los indicadores de biodiversidad se calculan a nivel nacional, y si bien se han realizado numerosas publicaciones y estudios sobre la biodiversidad urbana, no solía existir un único índice que consolidara todos estos indicadores relacionados con la biodiversidad a nivel local. En la COP-9 de 2008, el entonces Ministro de Desarrollo Nacional de Singapur, Mah Bow Tan, propuso el establecimiento de un único índice de biodiversidad para las ciudades para evaluar los esfuerzos de conservación de la biodiversidad en diferentes ciudades. Con este objetivo, la Junta de Parques Nacionales de Singapur (NParks), junto con expertos de diversos países trabajaron con la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) para elaborar el Índice de Singapur. El resultado inicial fue la formulación del "Índice de Singapur sobre la Biodiversidad de las Ciudades" o "Índice de Singapur (SI)", denominado así en reconocimiento de la contribución y el liderazgo de Singapur en la conservación de la biodiversidad urbana. Este fue el primer instrumento de autoevaluación para ayudar a las ciudades a evaluar y comparar sus esfuerzos individuales de conservación de la biodiversidad. El Índice de Singapur, ahora el Índice de Biodiversidad de las Ciudades, es un instrumento de autoevaluación para que las ciudades analicen y supervisen el progreso de sus esfuerzos de conservación de la biodiversidad en relación con sus propios parámetros. Este índice está compuesto por los siguientes elementos: a) el "Perfil de la ciudad", que proporciona información sobre los antecedentes de la ciudad; y b) 23 indicadores que miden la biodiversidad autóctona, los servicios ecosistémicos que proporciona la biodiversidad, y la gobernanza y la gestión de la biodiversidad (ver Figura 1). Estos indicadores se deben medir según las indicaciones y la metodología que figura en el Manual del Usuario del Índice de Singapur sobre la Biodiversidad de las Ciudades.liv La puntuación del Índice de Biodiversidad de las Ciudades es de naturaleza cuantitativa. A cada indicador se le asigna un rango de puntuación entre cero y cuatro puntos, con una puntuación total máxima posible de 92 puntos. El año en que una ciudad implementa por primera vez este puntaje se tomará como el año base y las futuras aplicaciones del Índice se medirán contra esta base para trazar su progreso en la conservación de la biodiversidad. Las ciudades que han aplicado el Índice de Biodiversidad de las Ciudades han comprobado que: a) el proceso facilitó el fortalecimiento de competencias en materia de conservación y gestión de la biodiversidad, b) los indicadores también funcionan como lineamientos de conservación de la biodiversidad, y c) la puntuación cuantitativa podría ayudar a establecer prioridades para las medidas de conservación y la asignación de presupuestos. 56 | Page


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El Índice de Biodiversidad de las Ciudades es una herramienta dinámica. En el futuro, es imperativo que el Índice siga siendo pertinente, creíble y lo suficientemente flexible para que se pueda adaptar a marcos más amplios. En realidad, el éxito se mide con la aplicación regular y a largo plazo del Índice de Biodiversidad de las Ciudades, ya que así se hace posible trazar su progreso en la conservación de la biodiversidad.lv

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Figura 1: Marco del Índice de Singapur sobre la Diversidad Biológica de las Ciudades ÍNDICE DE SINGAPUR SOBRE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA DE LAS CIUDADES

PARTE II - Indicadores

PARTE I - Perfil de la ciudad

Ubicación y tamaño: coordenadas geográficas (latitudes y longitudes); clima (templado o tropical); lluvia/precipitación (rango y promedio); incluye mapas o imágenes de satélite donde los límites de las ciudades están claramente definidos Características físicas de la ciudad: geografía, altitud, área de superficies impermeables, información sobre zonas industriales abandonadas, etc. Demografía: incluida la población total y la densidad de población; también podría incluirse la población de la región, si corresponde, con el fin de situarla en el contexto regional Parámetros económicos: Producto Interno Bruto (PIB), Producto Nacional Bruto (PNB), ingreso per cápita, actividades económicas clave, impulsores y presiones sobre la biodiversidad Características de la biodiversidad: ecosistemas dentro de la ciudad, especies dentro de la ciudad, datos cuantitativos sobre poblaciones de especies clave de importancia local, datos cualitativos relevantes sobre biodiversidad Administración de la biodiversidad: la información pertinente incluye los organismos y departamentos responsables de la biodiversidad; cómo están protegidas las zonas naturales (a través de parques nacionales, reservas naturales, reservas forestales, áreas cerradas, parques, etc.) Enlaces a sitios web relevantes, incluyendo el sitio web de la ciudad, sitios web temáticos sobre el medio ambiente o la biodiversidad, sitios web de los organismos responsables de la gestión de la biodiversidad Componentes Puntuación Indicadores principales máxima 1. Proporción de áreas naturales en la ciudad 4 puntos 2. Medidas de conectividad 4 puntos 3. Biodiversidad nativa en zonas urbanizadas (especies de aves) 4 puntos 4. Cambio en el número de especies de plantas vasculares 4 puntos 5. Cambio en el número de especies de aves 4 puntos Biodiversidad nativa / 6. Cambio en el número de especies de mariposas 4 puntos autóctona en la 7. Cambio en el número de especies (cualquier otro grupo taxonómico seleccionado por la 4 puntos ciudad ciudad) 8. Cambio en el número de especies (cualquier otro grupo taxonómico seleccionado por la 4 puntos ciudad) 9. Proporción de zonas naturales protegidas 4 puntos 10. Proporción de especies exóticas invasoras 4 puntos 11. Regulación de la cantidad de agua 4 puntos Servicios de los 12. Regulación del clima: Almacenamiento de carbono y efecto de enfriamiento de la 4 puntos ecosistemas vegetación proporcionados 13. Recreación y educación: Área de Parques con Zonas Naturales 4 puntos por la 14. Recreación y educación: Número de visitas al año de educación formal por niño menor de 4 puntos biodiversidad 16 años a parques con áreas naturales 15. Presupuesto asignado a la biodiversidad 4 puntos 16. Número de proyectos de biodiversidad ejecutados por la ciudad anualmente 4 puntos 17. Existencia de una estrategia y un plan de acción locales sobre la diversidad biológica 4 puntos 18. Capacidad institucional: Número de funciones relacionadas con la biodiversidad 4 puntos 19. Capacidad institucional: Número de organismos gubernamentales municipales o locales 4 puntos que participan en la cooperación interinstitucional en relación con cuestiones de Gobernanza y diversidad biológica gestión de la 20. Participación y asociación: Existencia de un proceso de consulta pública formal o informal 4 puntos diversidad 21. Participación y asociación: Número de organismos/empresas privadas/ONG/instituciones 4 puntos biológica académicas/organizaciones internacionales con las que la ciudad se asocia en actividades, proyectos y programas de biodiversidad 22. Educación y sensibilización: ¿Se incluye la biodiversidad o la sensibilización sobre la 4 puntos naturaleza en el plan de estudios? 23. Educación y sensibilización: Número de eventos de divulgación o sensibilización pública 4 puntos realizados en la ciudad por año Biodiversidad nativa en la ciudad (subtotal de los indicadores 1-10) 40 puntos Servicios de los ecosistemas proporcionados por la diversidad biológica (subtotal de los indicadores 11 a 14) 16 puntos Gobernanza y gestión de la diversidad biológica (subtotal de los indicadores 15-23) 36 puntos Total máximo: 92 puntos

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Convenio sobre la Diversidad Biológica El Convenio sobre la Diversidad Biológica o CDB, conocido informalmente como el Convenio sobre la Biodiversidad, es un tratado internacional legalmente vinculante que se abrió a la firma en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro el 5 de junio de 1992 y entró en vigor el 29 de diciembre de 1993. El Convenio tiene tres objetivos principales, a saber: la conservación de la biodiversidad, la utilización sostenible de sus componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de los recursos genéticos. En otras palabras, busca impulsar la elaboración de estrategias nacionales para la conservación y la utilización sostenible de la diversidad biológica. El Convenio hace un llamado a la conservación de los recursos genéticos mediante la preservación de los ecosistemas delicados, la rehabilitación de los ecosistemas degradados y la promulgación de legislación que proteja las especies vegetales y animales en peligro de extinción. Además, el CDB pide asistencia financiera para los países en vías de desarrollo para que puedan costear programas diseñados para conservar sus recursos biológicos. La Conferencia de las Partes (COP), el órgano rector del Convenio, ha establecido programas temáticos que fijan objetivos y estrategias para la conservación de los recursos genéticos en cada uno de los tipos principales de ecosistemas: zonas marinas y costeras, vías navegables interiores, bosques, zonas montañosas, zonas agrícolas y tierras secas y subhúmedas. Para poder definir y delimitar los resultados de las decisiones de planificación y su efecto en la biodiversidad, es importante tener en cuenta la gobernanza de las ciudades, así como la forma en la que se diseñan, planifican y gestionan. Es clave entender cómo las ciudades pueden crear mejores mecanismos de gobernanza para aplicar los lineamientos del CDB y ayudar eficazmente a la preservación de la biodiversidad. ICLEI - Gobiernos Locales por la Sostenibilidad ICLEI - Gobiernos Locales por la Sostenibilidad es una red mundial de más de 1.750 gobiernos locales y regionales comprometidos con el desarrollo urbano sostenible. Con presencia en más de 100 países, el principal objetivo de esta red es influir en la política de sostenibilidad e impulsar la acción local en pro de un desarrollo circular, equitativo, resiliente, basado en la naturaleza y con bajas emisiones. ICLEI tiene como objetivo hacer de la sostenibilidad una parte integral del desarrollo urbano y crear un cambio sistémico en las zonas urbanas mediante soluciones prácticas e integradas. La organización también ayuda a las ciudades, pueblos y regiones a poder anticipar y responder a desafíos complejos, que van desde la rápida urbanización y el cambio climático hasta la degradación de los ecosistemas y la desigualdad. Los gobiernos locales y regionales de la red ICLEI se han comprometido a enfrentar estos retos incorporando la sostenibilidad en sus operaciones diarias y en sus políticas. Esta red también invierte en la creación de competencias y conocimientos necesarios para diseñar soluciones y tomar decisiones basadas en datos, pruebas científicas y realidades y presiones locales.

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A través de ICLEI, se facilita la creación de conexiones entre los niveles gubernamentales locales, regionales, nacionales y mundiales y se fomentan políticas sólidas de sostenibilidad, tanto nacionales como globales, que reflejan los intereses de los gobiernos locales y regionales, y de sus comunidades. Programa LAB - Acción Local para la Biodiversidad El programa Acción Local para la Biodiversidad (o LAB por sus siglas en inglés) es un programa mundial de biodiversidad único, dirigido por el Centro de Biodiversidad de las Ciudades de ICLEI en asociación con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El programa LAB es un programa proactivo y que se ajusta a las necesidades particulares de las autoridades locales y regionales alrededor del mundo. Su objeto es mejorar y potenciar la gestión de los ecosistemas a nivel local y está reconocido a nivel mundial como la principal iniciativa de biodiversidad impulsada por resultados de los gobiernos locales. Esta iniciativa nació en 2006 como un programa piloto con 21 gobiernos locales pioneros de todo el mundo. Hoy en día, se ha ampliado para incluir a numerosos gobiernos locales y otras áreas, como la comunicación, educación y conciencia pública (CEPA) y el cambio climático, con el fin de hacer frente a los complejos desafíos que plantea la gestión de la biodiversidad local. Gracias a su sistema basado en resultados y a su contribución a la planificación y gestión de la biodiversidad local, el Programa LAB se ha convertido en un componente clave de la Asociación Global para la Acción Local y Subnacional de Biodiversidad del CDB, que se dedica a asegurar el logro de los objetivos del Convenio mediante la acción local conjunta. Al reconocer el papel de los gobiernos locales en la gestión sostenible de la biodiversidad urbana, el Programa LAB de ICLEI pone de relieve la necesidad de aumentar el apoyo político a las iniciativas de biodiversidad a nivel local y de integrar de las consideraciones relativas a la biodiversidad en todos los aspectos de la gobernanza local.

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Capítulo 6: Diseño de la biodiversidad

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Diseño de la biodiversidad Si pensamos en la biodiversidad como parte de la naturaleza, ¿cómo podríamos desarrollar nuestro entorno urbano mejor para que se integre con el mundo natural? ¿Cómo podemos diseñar nuestra infraestructura para soportar ecosistemas sanos y diversos; para dar a la biodiversidad un punto de apoyo adecuado, por pequeño que sea, y así tenga oportunidad de crecer y extenderse a lo largo de carreteras, azoteas, jardines infiltrantes, patios traseros, campos de flores silvestres; para proporcionar corredores verdes que conecten espacios naturales; para proporcionar puentes o túneles sobre o debajo de las carreteras y corredores ferroviarios; para construir hábitats artificiales que permitan dar nuevos refugios a los animales; o para diseñar edificios y estructuras que hagan más visibles sus vidrios y así se reduzcan las colisiones de las aves? Las intervenciones en el hábitat y los corredores estratégicos tienen la capacidad de articular mejor el sistema de patrimonio natural y la red de espacios abiertos de la ciudad y de contribuir a un ecosistema urbano más biodiverso y resiliente. La manera como se diseñe y construya la forma urbana de las ciudades podrá ayudar a promover la conservación y el desarrollo de la biodiversidad. Diseño Urbano A través de la historia de las ciudades, la mayoría de los intentos por aumentar la biodiversidad urbana se ha limitado a la gestión ciertas áreas naturales o a la conservación y restauración de ciertos hábitats en el centro de la ciudad. El principal objetivo de estas actividades era, inicialmente, el de proporcionar áreas recreativas a los residentes urbanos, como parques urbanos y franjas verdes, en lugar de mejorar la biodiversidad urbana. Como resultado, la mayoría de los procesos de planeación y de las políticas de gestión del uso de la tierra urbana se basaba en problemas inmediatos de desarrollo y de la forma urbana, pero estos procesos hacían caso omiso de los patrones ecológicos mas amplios y la conectividad dentro de las áreas urbanas. Biodiversidad a nivel de ciudad

Existe un gran interés en determinar de qué manera el desarrollo urbano impulsa los cambios en el uso de la tierra y altera las redes biológicas a causa de la extinción de especies locales y otros cambios en las densidades de población. Cada vez se pone más atención a los efectos de estos cambios sobre la ciudad a gran escala, es decir, ¿de qué manera se ve afectada la biodiversidad por las características generales de la ciudad? Contexto de la ciudad

La biodiversidad autóctona de una ciudad es inevitablemente un subconjunto de un grupo de especies que existen en el área circundante es por esto por lo que la ubicación de una ciudad puede influir de manera considerable en su biodiversidad. La zona climática en la que se encuentra la ciudad también influye en las respuestas de la biodiversidad frente al desarrollo urbano. Las ciudades ubicadas en regiones áridas probablemente tendrán reducciones menos marcadas en su biodiversidad que aquellas localizadas en otras regiones. lvi En parte, esto puede derivar de la hipótesis de selección de hábitat que sugiere que las especies nativas locales se adaptan mejor al 62 | Page


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entorno urbano cuando dicho entrono crea hábitats similares a los hábitats nativos de dichas especies. La naturaleza abierta de los parques y jardines urbanos tiene más similitud con los hábitats abiertos que dominan las regiones áridas, que la vegetación densa que existe normalmente en los mesohábitats. La calidad del hábitat y otros factores que determinan la variedad del grupo de especies en el área que rodea la ciudad, así como el tamaño de las poblaciones de estas especies, pueden influenciar la diversidad de las especies existentes dentro de las áreas urbanas. A pesar de que existe una tendencia hacia una menor proporción de especies regionales dentro de las ciudades, a medida que la cantidad de estas especies aumenta en las ciudades, también aumenta la riqueza de la biodiversidad debido a que existen más espacios con el potencial de ofrecer un refugio a nuevas especies.lvii Tamaño de la ciudad

El tamaño de la ciudad es otra característica que varía de manera significativa entre áreas urbanas, y que influye potencialmente en las configuraciones bióticas que pueden subsistir en el entorno urbano. Dependiendo del tamaño de una ciudad, se pueden determinar con exactitud ciertas características de la misma, tales como el uso de la tierra, el flujo de recursos y la productividad económica, mediante el análisis simple de una ley de potencias. Estos dos elementos, tamaño y espacio verde, varían según densidades, tanto del entorno construido como de las personas. Las ciudades grandes de baja densidad pueden diferenciarse enormemente de las ciudades pequeñas con alta densidad. Además, el tamaño de la ciudad y su densidad pueden verse influenciados por la naturaleza de sus sistemas de planificación y regímenes jurídicos, los cuales pueden tener un gran impacto sobre cómo se articula la expansión urbana y la biodiversidad.lviii Las condiciones medioambientales y las presiones de selección que surgen de la urbanización son con frecuencia más intensas en las grandes ciudades. Las grandes áreas urbanas tienden a tener un mayor número de islas de calor, mayores cambios en su precipitación y más contaminación que las pequeñas áreas urbanas. Se pueden reducir los efectos negativos sobre la biodiversidad asociados con el tamaño de las ciudades, si se cuenta con una mayor proporción de espacios verdes que generen un aumento en la conectividad entre las poblaciones urbanas y rurales.lix Antigüedad de la ciudad

El tiempo transcurrido desde el inicio del desarrollo urbano de una ciudad, es decir, su antigüedad, puede determinar el número y tipo de especies existentes mediante una serie de mecanismos diversos vinculados a las tasas de colonización y extinción locales. Las áreas urbanas más antiguas han tenido más tiempo para que los impactos adversos de su urbanización tengan efecto, es decir que una mayor proporción de su deuda de extinción ya se habrá consolidado, y habrá un número menor de especies nativas en el área; por otro lado, ese lapso transcurrido también implica que las especies sobrevivientes se han adaptado a las presiones de selección urbanalx o que hay nuevas colonias de vegetación en dichas áreas. Esto último es de gran importancia para las especies que

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requieren de vegetación madura (teniendo en cuenta el tiempo que necesita la nueva vegetación para madurar). Diseño Ecológico Biodiversidad al interior de la ciudad

La investigación sobre la biodiversidad que considera a las ciudades en su conjunto, es un campo de investigación emergente que resalta claramente las características que influyen en las configuraciones de especies. La distribución de la biodiversidad al interior de una ciudad y la variación espacial a escala fina en la composición de las configuraciones de especies urbanas depende, en gran medida, de la variación espacial local de factores como el uso de la tierra y la cantidad de tierra cubierta dentro de las ciudades. Tamaño de los parches

Los espacios verdes urbanos se caracterizan por ser espacios (o parches) altamente fragmentados, pequeños y aislados; en el Reino Unido, por ejemplo, solo el 13% del arbolado urbano (o vegetación leñosa) se da en parches de un tamaño mayor a 0,25 hectáreas. El efecto positivo de los espacios verdes urbanos sobre la riqueza de especies ha sido ampliamente documentado; los estudios realizados sobre una gama de taxones demostraron la importancia de los espacios verdes urbanos como factores determinantes de la biodiversidad.lxi Aunque no está claro cuál debería ser el tamaño de estos parches individuales, la evidencia sugiere que el tamaño y la calidad del parche son factores importantes para las poblaciones de plantas y animales en las ciudades.lxii Otro desafío que se presenta al evaluar el impacto del tamaño de los parches sobre la biodiversidad tiene que ver con la cercanía de estos parches de espacios verdes a superficies duras, y la composición de la matriz urbana. La capacidad de los espacios verdes para soportar la biodiversidad puede disminuir dependiendo de la intensidad y la estructura urbana. Por ejemplo, los espacios verdes en el centro de la ciudad pueden no soportar la misma cantidad de especies que los espacios verdes en matrices suburbanas. Sin duda, es necesaria una mejor comprensión del tamaño de los parches y del alcance de las redes de parches de múltiples taxones para que las iniciativas de conservación puedan ser más efectivas. Flujo genético y cuellos de botella

Se prevé que la urbanización afectará fuertemente la deriva genética, lo que producirá cambios estocásticos en las frecuencias de alelos entre generaciones. La deriva genética es más visible en poblaciones pequeñas y aisladas y, por lo tanto, su influencia evolutiva dentro de las ciudades aumenta cuando la urbanización produce una reducción en el tamaño de la población o un mayor aislamiento de una especie. Esta reducción se puede dar de múltiples maneras, incluyendo la pérdida del hábitat natural causada por la fragmentación, los efectos fundadores asociados con el establecimiento de nuevas poblaciones urbanas, y cuellos de botella importantes como consecuencia de presiones de selección directa causadas por los humanos (tales como pesticidas). Se prevé que estos escenarios generarán pérdidas de diversidad genética dentro de las poblaciones, al igual que una creciente diferenciación entre las mismas. 64 | Page


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Las zonas urbanas pueden tener diversos efectos en la dispersión de individuos de una especie y de sus alelos (flujo genético). Las características de los paisajes urbanos que impiden el flujo genético (como carreteras, edificios y ríos) pueden facilitar la divergencia genética entre las poblaciones de lados opuestos de una barrera, en combinación con la deriva o selección genética. Incluso las barreras incompletas, como carreteras más pequeñas o espacios verdes bien cuidados, pueden restringir la conectividad entre las poblaciones urbanas. Por el contrario, las condiciones urbanas que incrementan el flujo genético (tales como corredores de hábitat) pueden homogeneizar las frecuencias de alelos, aumentar la diversidad genética dentro de las poblaciones y disminuir sus diferencias. Muchos de los ejemplos urbanos de deriva genética resultan de las barreras, especialmente de las superficies lisas como carreteras o edificios, que restringen el flujo genético entre fragmentos de hábitats urbanos. En este contexto, los corredores que conectan parches de biodiversidad urbana con entornos periurbanos más continuos son extremadamente importantes. Zonas periurbanas

Las zonas periurbanas tienen un enorme potencial para desempeñar un papel positivo en la mejora de la sostenibilidad urbana a nivel mundial. Esto se debe a que las ciudades de todos los países deben hacer frente a los desafíos que plantea la expansión urbana. Existe un sinnúmero de definiciones para las zonas periurbanas. La característica común de los diferentes espacios considerados periurbanos es que son espacios de transición con cierto grado de mezcla entre usos urbanos y rurales. Existe una diferencia particularmente notoria entre las zonas periurbanas de los países en vías de desarrollo, que se caracterizan por la contaminación de las tierras y las vías fluviales, la pobreza y los asentamientos informales, y aquellas de los países desarrollados de Europa, caracterizadas por niveles bajos de movilidad, actividades económicas, integridad de sus paisajes y calidad ambiental. Es igualmente importante que ambos mundos reconozcan la naturaleza variable de su territorio y de sus áreas periurbanas.lxiii Las zonas periurbanas son por lo general territorios afectados por fuertes procesos expansivos de las ciudades, escasamente afectados por actividades agrícolas marginales, pero con expectativas e intereses muy altos por parte de la comunidad. Por esto mismo, tienden a poseer una mezcla caótica y fragmentada de funciones urbanas y rurales y en estas zonas se suelen desarrollar actividades que no siempre son bienvenidas por las comunidades – centros de negocios, grandes construcciones de entretenimiento y centros comerciales. Las estrategias y políticas de planificación de zonas periurbanas deben tener en cuenta su variedad y comenzar por el conocimiento específico de las dinámicas y oportunidades de desarrollo de cada zona. Las políticas y las intervenciones se beneficiarían de las experiencias de otros lugares, en especial de la evaluación de enfoques innovadores. Azoteas y muros verdes En muchas ciudades alrededor del mundo se están utilizando azoteas y muros verdes para mejorar la biodiversidad urbana y atraer financiación y apoyo del público para su construcción. La conservación de la biodiversidad de la Tierra es esencial. Debido a que este desafío es complejo, las soluciones para aliviar el ritmo actual de pérdida de la biodiversidad deben ser creativas, coordinadas e intencionadas. Con este fin, la comunidad de arquitectos, ingenieros, planificadores urbanos y científicos tienen en sus manos una oportunidad única para impulsar la futura 65 | Page


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infraestructura de azoteas verdes y alcanzar múltiples objetivos. Un esfuerzo mancomunado tiene el potencial de mejorar los beneficios que proporcionan las azoteas y muros verdes, yendo más allá de los beneficios normales que brinda la construcción eficiente, y contribuyendo así al mejoramiento de la biodiversidad dentro del paisaje urbano. Algunos estudios recientes sobre ecología urbana sugieren que, aunque los pequeños parches de hábitat en las ciudades están sujetos a factores ambientales de tensión extremos, también tienen el potencial de soportar muchos elementos de la biodiversidad y no debería ignorarse su valor conservacionista. Las azoteas y muros verdes representan hábitats novedosos en el entorno urbano y pueden contribuir a alcanzar los objetivos de reconciliación ecológica aumentando la disponibilidad de espacios vitales para una gran variedad de organismos. Al instalar cubiertas y muros verdes, se crean hábitats únicos en espacios que de otro modo serían inutilizados. Estos sistemas novedosos proporcionan una diversidad de beneficios ambientales incluyendo la captación y el mantenimiento de aguas pluviales, disminución de la contaminación, aislamiento térmico de edificios y reducción de las islas de calor urbanas gracias a la refrigeración por evaporación. Igualmente, las azoteas y los muros verdes pueden soportar organismos y proporcionar un refugio natural y único dentro del entorno urbano. Las condiciones en las azoteas verdes son más calurosas, secas y aireadas que a nivel del suelo. Por lo tanto, el ecosistema en las azoteas verdes representa un extremo de condiciones locales que pueden beneficiar a un subconjunto de especies locales. Al albergar pequeñas comunidades, las azoteas y muros verdes son un componente importante de una metacomunidad heterogénea más grande, aumentando la riqueza y diversidad de las especies que pueden hacer uso del paisaje urbano. Actualmente, las azoteas verdes están diseñadas para imitar hábitats naturales que comparten propiedades ambientales igualmente severas, con la esperanza de que proporcionen alternativas para la conservación in situ de algunas especies. Este tipo de diseño permite que las azoteas verdes puedan albergar especies de plantas y animales únicas que de otra modo no existirían en entornos urbanos. Si se diseñan teniendo en cuenta objetivos ecológicos específicos, las azoteas verdes tienen el potencial de albergar una diversidad aun mayor de organismos nativos y procesos ex situ, desacelerando de esta manera la pérdida de biodiversidad. Dado que las azoteas verdes son hábitats creados totalmente por la ingeniería humana, cada paso en el proceso de su diseño debe ser evaluado para garantizar la máxima efectividad de las funciones que cumplen. Hoy en día, las azoteas verdes se construyen alrededor del mundo pensando en objetivos ecológicos más amplios tales como la conservación de la biodiversidad. Ciertamente, no hay un método único y adecuado para el uso de azoteas verdes; por el contrario, existe una infinidad de maneras de mejorar el ecosistema, las especies y la diversidad genética. Los beneficios que aportan las azoteas y muros verdes se analizan en mayor detalle en el Anexo 1. A medida que el número de azoteas y muros verdes aumenta alrededor del mundo, también aumenta el potencial de esta tecnología para apoyar la biodiversidad local y global. Los esfuerzos de conservación que mejoran la biodiversidad en azoteas verdes individuales pueden ayudar en los esfuerzos colectivos y sistemáticos para conectar hábitats y alentar la diversidad genética, de especies y del ecosistema en las ciudades. Al igual que se necesita para la conservación de la biodiversidad en todos los hábitats, los planificadores urbanos y tomadores de decisiones deberán 66 | Page


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fijar objetivos específicos a corto y largo plazo que garanticen el sostenimiento de la biodiversidad en el futuro. Las necesidades de cada ciudad son únicas, pero la conservación de la biodiversidad se puede lograr en azoteas y muros verdes si su diseño y gestión se incluye en la planeación a diferentes niveles con la participación de múltiples partes interesadas.lxiv

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Capítulo 7: Estudios de Casos de Buenas Prácticas para la Biodiversidad

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Estudios de Casos de Buenas Prácticas para la Biodiversidad Esta sección contiene estudios de casos que pueden ser utilizados para ayudar a promover la conservación de la biodiversidad en ciudades de América Latina. Edmonton, Canadá: Articulación de la biodiversidad y la población a través del diseño y el compromiso La ciudad de Edmonton, en la provincia de Alberta, es un gran centro urbano en el que la mayoría de la población vive en el corazón de la ciudad. La topografía de la ciudad es relativamente plana, aunque cuenta con una gran cantidad de parques en los valles de los ríos, que brindan oportunidades para mejorar y proteger los ecosistemas más valiosos. Proteger la biodiversidad es un tema prioritario para el gobierno de la ciudad y sus residentes, quienes valoran enormemente los espacios naturales. La ciudad juega un rol muy importante en los diálogos internacionales como miembro de una gran cantidad de organizaciones mundiales de protección de la biodiversidad como, por ejemplo, la Acción Local para la Biodiversidad, una iniciativa conjunta organizada por la Secretaría para África de ICLEI y asociada con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, la cual también participó en la creación del Índice de Biodiversidad de las Ciudades. Edmonton ha hecho de la protección de la biodiversidad una prioridad al integrar las consideraciones sobre la biodiversidad en la planificación urbana y en las prácticas de participación comunitaria. Estos dos ámbitos ayudan a la ciudad a avanzar hacia la comprensión de la biodiversidad urbana y de los beneficios aportados por la preservación ecológica. A través de diferentes programas y actividades, la ciudad ha incorporado con éxito la biodiversidad en varios espacios y ha fomentado una fuerte participación de la comunidad y de las partes interesadas en la conservación. Enfoque del diseño ecológico en la protección a la biodiversidad

La ciudad ha protegido activamente 3700 hectáreas de zonas naturales y ha creado el sistema de parques de propiedad municipal más grande de Canadá. El crecimiento de la ciudad ha motivado un sinfín de presiones motivadas por el desarrollo comercial. No obstante, la ciudad ha logrado proteger cinco de cada once hectáreas de Áreas Naturales Prioritarias, y logró manejar las restricciones provinciales y las herramientas limitadas para proteger superficies significativas. Teniendo en cuenta que la fragmentación del hábitat es un factor que contribuye en gran medida a la pérdida de la biodiversidad, la ciudad ha incluido la biodiversidad y el diseño urbano en su planeación, con un enfoque de sensibilidad biológica. La adquisición de tierras se convirtió en un factor clave de interés para la ciudad y en 2009, el Consejo autorizó la asignación de fondos por valor de $20 millones y concedió un permiso de endeudamiento para la adquisición de tierras. El fideicomiso llamado The Edmonton and Area Land Trust es un recurso establecido para crear asociaciones con propietarios de tierras y asignar fondos para adquirir tierras valiosas.

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La incorporación de funciones ecosistémicas en las operaciones municipales y en la construcción de la ciudad se convirtió en factor prioritario para promover el desarrollo sostenible y la protección de los sistemas naturales. A continuación se destacan algunas de las herramientas clave que se implementaron para orientar la planeación urbana en Edmonton: §

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Informe sobre el diseño ecológico – La elaboración de este informe incluyó la participación de los miembros de la comunidad, quienes definieron los valores específicos de la biodiversidad y los resultados que se debían preservar. Esta estrategia de compromiso ha llevado a los promotores inmobiliarios externos a diseñar vecindarios más sensibles al valor aportado por la biodiversidad, lo que a su vez ha reducido los problemas de la comunidad. Modelo de redes ecológicas – El modelo de redes ecológicas es una metodología de planeación que combina la estructura existente de un ecosistema con el diseño comunitario. Este enfoque se traduce en un aumento de corredores ecológicos, creación de hábitats, incremento en la biodiversidad y mantenimiento de la integridad de un ecosistema, al considerar la superficie como una red de hábitats esenciales, plenamente conectados e interdependientes. Este modelo se implementó en 30 vecindarios, en los que aportó resultados mesurables. Así pues, se ha convertido en una herramienta poderosa para el diseño de vecindarios, ya que es compatible con las demandas de crecimiento y al mismo tiempo crea vecindarios más saludables y ricos en biodiversidad. Pautas para el diseño de corredores silvestre: Las pautas proporcionan a los ingenieros una metodología simple para mantener la conectividad a escalas diferentes dentro de la comunidad. Están dirigidas a lugares que han sido impactados por las obras de ingeniería y que, por lo tanto, requieren pautas de planeación ecológica más sensibles.

Políticas y planes municipales para la protección de la biodiversidad

Los diferentes enfoques en Edmonton demuestran que la viabilidad económica se puede lograr sin detrimento del medio ambiente. La ciudad cuenta con un gran número de planes y estrategias que equilibran el desarrollo con la biodiversidad, algunos de los cuales incluyen lo siguiente: § § § § § §

Política ambiental de Edmonton: promueve el desarrollo de comunidades ecológicamente sostenibles. Plan de protección del entorno natural: compromete a Edmonton a adoptar un papel de liderazgo en la protección de su patrimonio natural y su biodiversidad. Plan estratégico de conexiones naturales: demuestra el papel crítico de la conectividad del hábitat y resalta la manera de abordar el problema tanto desde el punto de vista estructural como del funcional, para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Plan de acción para la biodiversidad y las conexiones naturales de Edmonton: proporciona información de base y señala los pasos a seguir para aplicar un enfoque de redes ecológicas en la protección de la biodiversidad. Plan de gestión de áreas naturales: integra la planeación de conservación con las pautas operativas que deben acatar los funcionarios y voluntarios de la comunidad. Las consideraciones sobre la biodiversidad se han integrado a la ciudad con referencias a “Cómo Crecemos”, “Cómo Vivimos”, Cómo nos Movemos” y “Como Creamos Ecología”.

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A medida que la ciudad de Edmonton implementa sus planes ambientales, se toma más conciencia sobre la importancia de evaluar los resultados obtenidos, supervisando la ejecución, la efectividad general y el alcance de su influencia. Popularización de la biodiversidad dentro de la comunidad

La idea de popularizar un concepto tan amplio como la biodiversidad es una tarea compleja pues implica tener en cuenta la totalidad de las formas de vida y sus procesos ecológicos. La ciudad se ha empeñado en asegurar que la comunidad entienda el concepto de biodiversidad, y que los mensajes estén diseñados de tal manera que lleguen al mayor número de personas posible. Este compromiso se hace evidente en una variedad de iniciativas desarrolladas por la ciudad para promover la sensibilización en diferentes grupos, entre las que se destaca el Biokit para Nuevos Inmigrantes a Canadá y el Programa de Maestros Naturalistas. Programa de Maestros Naturalistas: Forma parte del Programa de Aprendizaje y Servicio recientemente lanzado, y brinda a la comunidad la oportunidad de completar 35 horas de formación y excursiones de campo, a cambio de 35 horas de servicio voluntario en áreas como el monitoreo de zonas naturales, inventarios, siembra de vegetación, restauración y educación ecológica. Tomando como modelo el exitoso Programa de Maestros en Reciclaje y Compostaje, el Programa de Maestros Naturalistas ofrece a los participantes experiencias educativas prácticas, para fomentar la toma de conciencia y desarrollar las habilidades necesarias para proteger el entorno natural de manera efectiva. Los participantes se convierten en embajadores y protectores de la biodiversidad en la ciudad, colaborando con los funcionarios locales y desarrollando la capacidad de aprendizaje de la comunidad. Los funcionarios y expertos locales enseñan al equipo las técnicas de restauración y transmiten información sobre especies particulares. El programa de Maestros Naturalistas tiene todos los ingredientes para ser un programa exitoso a largo plazo, ya que está diseñado para garantizar que los diversos grupos no trabajen de manera aislada. Como resultado, los programas de Maestros han creado un eje central o una red de acción local para facilitar la conexión con otros naturalistas locales. Esto ha generado el entusiasmo y el impulso necesarios pues saca a relucir las posibilidades que existen si se logra una colaboración significativa. Biokit para Nuevos Inmigrantes a Canadá: El proyecto llamado Biokit para los Recién Llegados a Edmonton es un proyecto piloto educativo y de alcance comunitario, dirigido a las nuevas familias de inmigrantes. Los lectores aprenden sobre áreas naturales locales y biodiversidad, mientras reciben formación práctica sobre su entorno a través de experiencias positivas. La iniciativa Biokit es un proyecto piloto de dos años, cuyos objetivos son: § §

Ayudar a la ciudad a involucrar un mayor número de participantes en la protección de la biodiversidad. Facilitar el acceso del público a la información, especialmente de aquellas personas que enfrentan barreras importantes para explorar y aprender acerca de las áreas naturales locales.

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Desarrollar oportunidades de tutoría para aquellas personas que deseen involucrarse de manera más activa.

El Biokit está basado en el Biokit de la Biosfera de Environment Canada y la ciudad de Edmonton ha sido la primera municipalidad en personalizar la publicación sobre biodiversidad para los nuevos inmigrantes. Es el resultado de una asociación entre el Centro Menonita de Edmonton para Recién Llegados y la Oficina de Áreas Naturales de la ciudad de Edmonton. Otros participantes son la Federación de Naturalistas de Alberta, la Federación de Ligas Comunitarias de Edmonton, los Agentes de Salud Multicultural y los Servicios Comunitarios de la Ciudad de Edmonton. Estos grupos han acompañado el desarrollo y la distribución de la publicación y la conectan a las comunidades multiculturales. Lecciones aprendidas a través de la popularización de la biodiversidad

Las iniciativas de biodiversidad de la Ciudad de Edmonton han dejado enseñanzas importantes a medida que adquiere mas experiencia y conocimientos sobre la manera más efectiva de implementarlas y fomentar su popularización. § § § § § § §

Integrar la conservación de la biodiversidad en la visión, las políticas y los planes de alto nivel de la Ciudad. Ver las asociaciones como formas estratégicas de trabajo para superar las limitaciones de recursos y de personal. Lograr el compromiso de los ciudadanos para que ellos mismos exijan niveles altos de conservación de la biodiversidad y crear oportunidades para que demuestren su interés. Cuantificar y reportar el progreso como mecanismo para desarrollar un sistema de gestión efectiva del medio ambiente. Continuar diseñando planes de implementación para dar impulso a las iniciativas. Participar en redes de biodiversidad para evitar el trabajo aislado. Las iniciativas interdepartamentales permiten que la gestión de la biodiversidad se convierta en una prioridad a través de las entidades y su personal.

Referencia: Cities and Biodiversity Case study series: Canadian Best Practices in Local Biodiversity Management, 2010, ICLEI – Local Governments for Sustainability Brasil: Curitiba, una Capital Ecológica En el Estado de Paraná, la mecanización rural, combinada con una política que alentaba la industrialización, produjo la movilización de un gran contingente de población a Curitiba, capital de Paraná, Brasil, incrementando su población de 370 mil habitantes en 1960, a más de un millón en 1980. La intención de satisfacer las necesidades de una ciudad que crecía rápidamente, sin perder de vista su potencial, fue crucial en la generación de propuestas dirigidas a tomar acciones para el cambio. Una de sus prioridades fue la conservación de sus áreas protegidas (Unidades de Conservación) y la preservación y conservación de los espacios verdes de la ciudad. La iniciativa permitió combinar la conservación de espacios verdes con los recursos hídricos. Las Unidades de Conservación cumplen varias funciones: proteger la biodiversidad, evitar los 72 | Page


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asentamientos ilegales en las orillas de los ríos y arroyos, ofrecer áreas recreacionales, y controlar las inundaciones. Sin embargo, la asociación más efectiva se logró con los mismos habitantes, quienes convirtieron estas áreas en espacios recreativos privilegiados, de uso gratuito, incluyendo el Zoológico de la Ciudad, visitado anualmente por cerca de un millón de personas. El turismo también creció de 2,2 millones de visitantes en 2005 a 3,7 millones en 2012. En la década de los ochenta, la ciudad contaba con 51 m² de espacio verde por habitante, y en la actualidad alcanza los 64,5 m². Hoy en día, Curitiba es reconocida nacional e internacionalmente como una Capital Ecológica, un título conferido por las Naciones Unidas en reconocimiento de sus políticas ambientales en la década de 1990. lxv La ciudad se ha convertido en la más sustentable entre las ciudades, demostrando a lo largo de este proceso que la aplicación de estrategias con valores sólidos y enfoques dirigidos a la integración de sistemas, es un mecanismo efectivo para alentar las acciones de los departamentos de planeación para alcanzar objetivos estratégicos comunes.lxvi En Curitiba, la industria está organizada en torno a la idea de una “ecología industrial”; las industrias están planeadas de tal manera que sus actividades se complementen, compartiendo la energía o el transporte, y generando un flujo de materiales en el que los desechos de una industria se conviertan en la materia prima de otra. Curitiba ha demostrado que es posible que la biodiversidad forme parte de los valores centrales de un municipio, siempre que exista una planificación centrada en las personas y una mentalidad presupuestaria. Las lecciones aprendidas del ejemplo de Curitiba son: § § §

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Articulación de valores esenciales locales sólidos en la planificación de la ciudad. Creación de una autoridad municipal independiente como el IPPUC, que garantiza la continuidad y el desarrollo de los planes, a la vez que supervisa la planificación y la investigación, mejorando esfuerzos futuros. Procesos de planificación integrados, estructurados para garantizar que los planificadores de todas las áreas estén familiarizados con la estrategia y trabajen con una visión compartida, desarrollando planes de manera conjunta. De esta manera, se pueden evitar muchos problemas de desarrollo desvinculado (por ejemplo, la falta de disponibilidad de espacios verdes). Establecimiento de una relación estrecha entre el transporte público y la legislación sobre el uso de tierras como guía y herramienta de desarrollo. La calidad ambiental y la eficiencia económica de las ciudades dependen en gran medida de sistemas de transporte adecuadamente integrados al urbanismo, pues les permite evitar sistemas de transporte débiles que generen una dependencia de automóviles privados. Desarrollo de nuevos modelos que brinden soluciones urbanas creativas y económicas, y que reflejen los valores locales, como alternativa a los enfoques habituales, con frecuencia más costosos.

Colombia: Medellín, una ciudad para la vida La ciudad de Medellín adoptó un enfoque novedoso para manejar y conservar la biodiversidad, lanzando el primer plan de acción local sobre biodiversidad urbana en Colombia: "Medellín, una 73 | Page


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ciudad para la vida". Al vincular la diversidad biológica con el bienestar humano mediante la prestación de servicios ecosistémicos, la ciudad logró elaborar un marco conceptual en el que la biodiversidad representa mucho más que la gestión de ecosistemas estratégicos; se trata de una estrategia multinivel e intersectorial para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Medellín. La municipalidad convocó a un grupo de expertos en biodiversidad – la “Mesa de Biodiversidad” – que lidera la implementación del plan de acción de la ciudad para el manejo integrado de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. La biodiversidad urbana abarca una amplia gama de espacios que van de áreas grises a áreas verdes, de jardines privados a bosques urbanos. Teniendo en cuenta que la conservación engloba no solo la preservación sino también la restauración, el uso sostenible y el manejo del conocimiento, la gestión de la biodiversidad urbana requiere del trabajo en nuevos campos de acción. En escenarios urbanos, la educación, la toma de consciencia y el entretenimiento son tan esenciales como la preservación. El marco conceptual y el Plan de Acción proponen una amplia gama de actividades estratégicas que incorporan a diferentes sectores y partes interesadas, tales como emprendimientos, innovación, inclusión social, igualdad, salud, transporte y vivienda, entre otros. Procurando adoptar un enfoque más amplio en la gestión de la biodiversidad, de 2012 a 2014 el gobierno municipal desarrolló un proceso colectivo cuyo resultado fue la “Propuesta para la gestión integral de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos para Medellín”, denominada más adelante “Medellín, una Ciudad para la Vida”, con una inversión estimada de US$250.000 provenientes de fondos de la ciudad, y US$200.000 en aportes en especie de instituciones asociadas. Es un proceso inclusivo y exhaustivo de gestión de la biodiversidad que tiene cuatro componentes: §

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Información de referencia: De especies a servicios ecosistémicos. Con base en la información suministrada por los grupos de investigación científica, las bases de datos locales y los museos nacionales e internacionales, el estudio de referencia identificó un total de 4478 especies en Medellín. Inspirado en un enfoque relativamente nuevo sobre la ecología, conocido como diversidad funcional, el estudio identificó la totalidad de las funciones ecológicas de estos grupos taxonómicos, incluyendo sus usos como fuente de alimento, comercio y medicina. Por ejemplo, los habitantes rurales de Medellín utilizan 302 especies diferentes de plantas en 255 usos medicinales. Medellín es una de las ciudades más biodiversas del mundo, junto con Singapur, Ciudad del Cabo, Barcelona, Curitiba, Mumbai y Ciudad de México, entre otras. Hoja de ruta exploratoria de servicios ecosistémicos: Cómo hacer visibles los beneficios. ¿De qué manera se vincula la diversidad de Medellín a las necesidades básicas, a la adaptación al cambio climático o al desarrollo económico? Mediante una metodología de tres etapas, se identificaron los servicios ecosistémicos más relevantes para los habitantes de Medellín: mitigación de eventos extremos; suministro y regulación de agua; polinización de plantas; apoyo al desarrollo cognitivo y el bienestar espiritual a través de actividades de ocio y recreación; producción de alimentos; y control de la contaminación. El proyecto desarrolló una agenda de investigación que indicaba dónde y cómo mejorar el conocimiento acerca de ciertos servicios ecosistémicos para la ciudad y su área metropolitana – la primera evaluación enfocada al vacío en el conocimiento de los servicios ecosistémicos urbanos en Colombia. 74 | Page


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Procesos de creación conjunta con diferentes partes interesadas. El proyecto estudió a las diferentes partes interesadas con base en sus percepciones sobre los servicios ecosistémicos, y evaluó hasta qué punto estaban familiarizadas con la biodiversidad como soporte de dichos servicios ecosistémicos. Se agruparon en función de las actividades institucionales, políticas públicas, planeación, investigación y conocimiento, consciencia social, la ley y su aplicación. La evaluación se sistematizó y se incluyó en la metodología tripartita utilizada para identificar los servicios ecosistémicos esenciales para Medellín. Análisis institucional. El análisis encontró 180 factores que restringían la gestión efectiva e integral de la biodiversidad, siendo los más desafiantes los siguientes: los informes técnicos y científicos no inciden en los procesos de toma de decisiones; el nivel de confianza de los ciudadanos en las acciones del gobierno es bajo; las prácticas para el uso sostenible y la preservación son inadecuadas; y la cohesión social, la solidaridad y la participación ciudadana son inexistentes.

Si bien el territorio de Medellín no está fragmentado desde una perspectiva ecosistémica, hay múltiples autoridades medioambientales operando en la ciudad, con jurisdicciones y responsabilidades superpuestas. Un desafío adicional es que, durante los últimos 30 años, Colombia ha considerado las áreas protegidas como su estrategia bandera para la gestión de la biodiversidad, pero pasa por alto el hecho de que la biodiversidad está distribuida por todo el país, incluyendo las áreas urbanas. Sin embargo, el reto más significativo para implementar este tipo de enfoque integral es que, con frecuencia, la conservación de la biodiversidad no es una prioridad política. Cuando las necesidades humanas primarias como el agua y el saneamiento son insuficientes, puede que la protección de mariposas nativas pase a un segundo plano. Pero la biodiversidad va más allá de unas especies carismáticas que viven en la naturaleza; genera beneficios importantes para los residentes de Medellín. Un plan de acción local para la gestión integral de la biodiversidad urbana y los servicios ecosistémicos

El plan de acción resultante sobre biodiversidad urbana en Medellín incluye cuatro líneas estratégicas: conservación de la biodiversidad, valoración integral de los servicios ecosistémicos, gestión de conocimiento y educación y consciencia pública. Para apoyar la implementación del plan de acción, en 2014 se adoptó el informe final como política pública mediante un acuerdo municipal, según el cual la ciudad se compromete a realizar inversiones anuales en la gestión de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Por otro lado, los insumos técnicos derivados de “Medellín, una ciudad para la vida” apoyaron la formulación del Plan de Ordenamiento Territorial de Medellín, que es el principal instrumento de planeación para las ciudades colombianas. El acuerdo municipal de 2014 sobre "Medellín, una ciudad para la vida" es un instrumento de política indispensable para lograr la continuidad en las cuatro líneas estratégicas y para lograr la participación de diferentes sectores y partes interesadas en múltiples campos. Para el municipio de Medellín, este proceso brinda una oportunidad para orientar la planificación regional de tal manera que se reconozca la difícil pero necesaria tarea de integrar el conocimiento y las acciones para mejorar el bienestar, tanto de la gente como de los ecosistemas. El éxito de Medellín sirve de fuente de inspiración para que otras ciudades exploren nuevos métodos y conceptos que vinculen 75 | Page


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a la biodiversidad con el bienestar humano, incorporando al mismo tiempo la resiliencia y el desarrollo económico sobre una base de innovación, creatividad y experimentación.lxvii México: Azoteas verdes para purificar el aire En 1992, las Naciones Unidas describieron el aire de Ciudad de México como el más contaminado del planeta. Desde entonces, la ciudad ha promulgado estrictas medidas de control de la contaminación para mejorar su reputación y calidad de vida. Parte de la solución fueron las azoteas verdes, la creación de jardines en las azoteas y cubiertas a lo largo y ancho de la ciudad.lxviii La tecnología de las azoteas verdes no es nueva o exclusiva para México. En mayo de 2009, Toronto se convirtió en la primera ciudad de América del Norte en adoptar un estatuto que ordenaba la construcción de azoteas y cubiertas verdes en nuevos emprendimientos. Pero lo que hace que la Ciudad de México sea excepcional, en comparación con otras ciudades, es la implementación a escala de azoteas verdes. Para 2014, la metrópolis de 20 millones de habitantes ya había instalado 21.000 m2 de vegetación en azoteas, principalmente en edificios públicos y gubernamentales como colegios y hospitales. Al año siguiente, la inversión de $1M había aumentado en un tercio.lxix La evolución de la infraestructura urbana verde en Ciudad de México, y la creación de sistemas y su implementación es única en una ciudad que enfrenta muchos desafíos de sostenibilidad a mediano y largo plazo. En 2007 se publicó el Plan Verde para la Ciudad de México en el que se identificaron los objetivos y las acciones necesarias para garantizar la sostenibilidad de la ciudad. El Plan Verde contiene siete estrategias relacionadas con la habitabilidad y el espacio público así como la infraestructura verde en la que se incluyen las cubiertas ecológicas. El plan permitió a la municipalidad fijar objetivos muy claros a través de los años, y una parte esencial de esta estrategia fueron los muros y las azoteas verdes como complemento para mejorar la calidad del aire dentro de Ciudad de México. Desde junio de 2011, el Gobierno Federal otorga un 10% de descuento a todas aquellas personas que decidan construir azoteas verdes en sus hogares y alienta a todos los ciudadanos a hacer más “ecológicas” sus casas. Gracias a estos incentivos, tres años más tarde el Gobierno de Ciudad de México, a través del Ministerio del Medio Ambiente, planeó la creación de más de 6.300 m2 de azoteas verdes en edificios públicos como hospitales y escuelas. Las azoteas verdes están diseñadas especialmente para fomentar la biodiversidad local utilizando montículos y sembrando pastos silvestres. Estas medidas, que impulsan la instalación de cubiertas ecológicas, forman parte de un marco de iniciativas mas amplio del Gobierno de México. Por ejemplo, el Plan Verde en Ciudad de México es un plan extenso que involucra instituciones y gobiernos locales con el fin de disminuir el impacto urbano en el medioambiente natural, utilizando diversas tecnologías ecológicas. Las decisiones desde la administración tuvieron consecuencias positivas en el sector privado y muchas empresas mexicanas se especializaron en la instalación de este tipo de azoteas en edificios de Ciudad de México. Desde 2007 a 2012, se crearon 12.302 m2 de azoteas verdes en edificios públicos. El elemento clave para promover esta política fue la creación de la norma ambiental que establece las 76 | Page


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especificaciones técnicas de instalación, los parámetros y la calidad mínima, y los requisitos estructurales aplicables en la planeación, comisión y mantenimiento de los sistemas de azoteas verdes en Ciudad de México. Esta norma es la primera de su clase en América Latina. Argentina: Un programa de agricultura urbana en Rosario Hace aproximadamente dos décadas, Rosario era una ciudad industrial en declive en medio de una nación cuya economía había colapsado. La mayoría de las fábricas de acero, productos químicos y papel habían cerrado y la tercera parte de la mano de obra estaba desempleada. En diciembre de 2001, cerca del 60% de la población tenía ingresos por debajo del umbral de pobreza, y el 30% vivía en situación de pobreza extrema, y la hiperinflación había aumentado cuatro veces el precio de los alimentos básicos. La desesperación en los barrios marginales llevó a la población hambrienta a saquear supermercados en busca de alimentos. En febrero de 2002, el Gobierno Municipal respondió a la crisis lanzando un programa de agricultura urbana en colaboración con dos socios clave. Uno de ellos fue el programa nacional Pro-Huerta establecido en 1990 para fomentar la autoproducción en pequeña escala de alimentos frescos, principalmente en zonas periurbanas y urbanas con poblaciones de bajos recursos. El segundo participante en el programa fue una ONG de Rosario, el Centro de Estudios de Producciones Agroecológicas (CEPAR), que había promovido la horticultura en los barrios marginales desde 1987. El plan inicial se basaba en suministrar herramientas y semillas a 20 grupos de horticultores, para luego extender el programa de manera gradual a toda la ciudad; rápidamente creció la demanda por asistencia adicional. Se aumentó la financiación de equipos, insumos y talleres de capacitación y en el plazo de dos años, más de 800 huertas comunitarias producían vegetales para una población estimada en 40.000 personas. El objetivo inmediato del programa consistía en cubrir las necesidades más urgentes de los habitantes desempleados de los barrios marginales. Pero también tenía una visión muy clara; establecer la agricultura urbana como actividad económica esencial y permanente en la ciudad. Teniendo en cuenta que uno de los requisitos primordiales era la disponibilidad a largo plazo de tierras adecuadas, varias entidades del gobierno local colaboraron con la Universidad Nacional de Rosario en la realización de un estudio que determinó que el 36% del área municipal estaba formado por terrenos baldíos. Las zonas no aptas para la construcción, pero adecuadas para el cultivo, estaban ubicadas cerca de las vías férreas y las autopistas, tierras bajas, periurbanas, inundables, y franjas ecológicas delimitadas, pero que no habían sido desarrolladas por falta de fondos. Para garantizar la tenencia de la tierra a los horticultores, el alcalde de la ciudad aprobó en septiembre de 2004 una ordenanza que establecía un proceso expedito para formalizar la concesión de las tierras cultivables a los residentes. La Secretaría de Planeamiento Municipal trabajó con socios internacionales para redactar propuestas para integrar la agricultura en los planes de desarrollo urbano de Rosario.

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Al mismo tiempo, el programa implementaba otro aspecto clave en su estrategia a largo plazo: creaba un sistema para la comercialización directa de los productos cultivados. A los seis meses de iniciado el programa, el primer mercado de horticultores urbanos estaba en marcha, y para 2004 se habían abierto dos más. La primera fase del programa de agricultura urbana tuvo tanto éxito que en 2004 Rosario recibió el Premio Internacional UN-HABITAT a las Buenas Prácticas en desarrollo urbano. Un estudio reveló que cerca de 10.000 familias de bajos ingresos estaban directamente involucradas en la agricultura urbana y que los productores estaban obteniendo ingresos por las ventas superiores a los US$150 por mes, muy por encima de la línea de pobreza. Dos terceras partes de los horticultores eran mujeres y para la mayoría, la agricultura era su principal fuente de ingresos. En la última década, el programa de agricultura urbana en Rosario ha venido consolidándose. El objetivo ha sido garantizar la tenencia de la tierra y la infraestructura para continuar desarrollando el programa a gran escala, disminuyendo las cadenas de comercialización, estableciendo agroindustrias y mercados de agricultores, aumentando el suministro y la calidad de productos orgánicos y promoviendo la horticultura como parte integral de los esfuerzos para rehabilitar zonas baldías, creando franjas ecológicas y mejorando la calidad de vida en vecindarios menos favorecidos. El fortalecimiento del programa es un compromiso institucional y político firme a nivel nacional y local. Los horticultores que comercializan sus productos en la ciudad están registrados en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar, que les otorga el derecho a recibir asistencia para sus desarrollos, beneficios sociales y pensiones de vejez. Pro-Huerta continúa brindando capacitación, semillas y herramientas, y el Gobierno Provincial de Santa Fe financia la instalación de infraestructuras como parte de su apoyo a la creación de huertas familiares y comunitarias en las zonas periurbanas y urbanas. La promoción de la agricultura urbana es una política del Gobierno de la ciudad de Rosario, implementada por la Secretaría de Desarrollo Social en colaboración con Pro-Huerta y el CEPAR, dirigida a “integrar a los hombres y mujeres en empresas sociales para la producción y el procesamiento de alimentos destinados al consumo familiar y comunitario, y al mercado”. Rosario, Argentina, es una de las pocas grandes ciudades de América del Sur que ha incorporado plenamente la agricultura en sus estrategias de desarrollo urbano y en la planificación del uso del suelo. Su Plan de Ordenamiento Territorial 2007-2017 contiene una disposición específica para el uso agrícola de espacios públicos en la organización de la ciudad y del territorio. En el marco del Plan Estratégico Metropolitano 2008-2018, Rosario está construyendo una franja ecológica que atraviesa la ciudad y que está formada por huertos familiares y comunitarios, huertos de producción comercial a gran escala, parques-huerta funcionales, y “barrios productivos” en los que la agricultura está integrada en los programas para la construcción de viviendas sociales y el mejoramiento de los barrios marginales. En 2014, el circuito verde estaba formado por más de 30 hectáreas de tierra dedicada al cultivo de vegetales, frutas y plantas medicinales y aromáticas. El área cultivada incluía un corredor verde que corría paralelamente a la línea férrea que atraviesa el distrito norte de la ciudad. Cuatro 78 | Page


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parcelas cercadas, con una superficie de 2 ha, equipadas con sistemas de riego e invernaderos son utilizadas por los residentes y estudiantes escolares de las áreas periféricas para el cultivo de vegetales y plantas ornamentales y aromáticas. Las huertas productivas grupales se utilizan para la producción intensiva de hortalizas de temporada y una amplia gama de plantas aromáticas, como la citronela, la salvia y el romero. Estas huertas, con una extensión media de 2 ha, están divididas en parcelas de entre 500 m2 y 1000 m2, cada una cultivada por un horticultor u horticultora o una familia. Cada huerta productiva emplea la mano de obra de cerca de 20 personas, e incluye un vivero, infraestructuras de riego y un área de capacitación. También se cultivan flores, verduras, hierbas y plantas medicinales en pequeñas parcelas denominadas huertas-jardines, en las que crecen plantas, arbustos y árboles adaptados a las condiciones climáticas y de cultivo de Rosario, y que proveen de semillas y esquejes a la comunidad horticultora de la ciudad. En colaboración con Pro-Huerta y la Red de Huerteras y Huerteros, el Programa de agricultura urbana ha creado espacios de capacitación llamados ecohuertas, donde los ciudadanos pueden aprender las cuestiones básicas de la producción de alimentos orgánicos en sus hogares. Rosario ha demostrado que, si existe voluntad política y una política clara de inclusión social, es posible construir en un corto plazo un programa exitoso de agricultura urbana. En tan solo 12 años, el programa ha transformado y ha hecho un uso productivo de los recursos de la ciudad mediante la rehabilitación de tierras baldías, recuperando y revitalizando los espacios públicos y creando una alternativa, como el suministro sostenible de alimentos nutritivos y libres de químicos. El programa ha proporcionado importantes beneficios para los residentes de bajos ingresos de la ciudad, permitiendo que muchos de ellos lleven a cabo sus emprendimientos con una mentalidad de construcción ciudadana y desarrollo local. La huerta ha generado ocupación y ha brindado un espacio para aprender y compartir experiencias; muchas mujeres han logrado independencia económica y mejorado sus relaciones sociales. Hay un reconocimiento generalizado del horticultor urbano como guardián de la tierra, quien con su trabajo mejora las condiciones de vida y contribuye a la seguridad nutricional y alimentaria de todos los ciudadanos. Los horticultores y horticultoras de Rosario están reconocidos oficialmente como emprendedores de la economía solidaria de Rosario, lo que les permite acceder a la financiación municipal para sus propios proyectos de inversión. En 2013, 20 horticultores obtuvieron la certificación como “especialistas en horticultura orgánica” por parte del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.lxx Chile: Valdivia, una ciudad de humedales Valdivia es una pequeña ciudad según estándares chilenos (150.000 habitantes), localizada en la parte sur del país, en la confluencia de tres grandes ríos y sus respectivos humedales, rodeada de bosques nativos. Se la conoce comúnmente como “la ciudad de los humedales” y tiene una larga historia de interacción con dichos humedales – una relación de amores y de odios – incluso antes de que los conquistadores españoles la fundaran en 1552. Para los habitantes nativos, los 79 | Page


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humedales eran zonas muy valiosas para el cultivo, la provisión de agua y el transporte, y tenían un sinnúmero de expresiones para describirlos. En la época de su fundación, los humedales definían la forma y la fisonomía de la ciudad, y Valdivia llegó a conocerse como “la Ciudad del Lago”. Hacia finales de 1700, los humedales eran utilizados por los españoles como parte del sistema de defensa militar de la ciudad. A principios de 1800, cuando Valdivia se integró a Chile, país que ya había obtenido su independencia, los humedales comenzaron a ser vistos como zonas problemáticas a las que había que erradicar para hacer de la ciudad un lugar más habitable. Los humedales fueron canalizados, drenados y rellenados, interrumpiendo su flujo natural y los servicios que proporcionaban a la ciudad, desapareciendo literalmente de los mapas de la ciudad a finales del siglo XIX. A principios del siglo XX, la población pobre y marginalizada vivía en los terrenos aledaños a los humedales, considerados terrenos desolados e insalubres. El gran terremoto de 1960 y el tsunami que le siguió, colocaron nuevamente a los humedales en el paisaje urbano, como extensas áreas inundadas, extendiéndose hacia el norte y el sur de la ciudad. Desde principios de 1990 la expansión urbana de Valdivia ha sido compleja, errática y pobremente planeada, como en la mayoría de las ciudades de Chile. La mayor parte del desarrollo urbano se ha llevado a cabo alrededor y sobre humedales, afectando sus características físicas y biológicas, y los servicios que proporcionan a la ciudad. En la actualidad, la superficie de Valdivia supera las 8000 ha, de las cuales cerca del 40% está cubierta por humedales. A pesar de la amenaza del urbanismo, los humedales urbanos de Valdivia todavía albergan una gran biodiversidad de plantas y animales. Son el hogar de seis comunidades de vegetación, de más de 190 especies de plantas y de más de 90 especies de animales (en su mayoría aves). Es normal encontrar nutrias de río en peligro de extinción, una bandada de alguna especie rara de ibis, o una pareja de cisnes de cuello negro anidando en el medio de la ciudad. Aún más interesante es el hecho de que los habitantes han comenzado a apreciar el valor de esta biodiversidad y el acceso a la naturaleza urbana y al espacio verde de los humedales. Los humedales del sur y de las zonas más pobres de la ciudad se han convertido en parques públicos que disfrutan sus vecinos y en los que se han hecho importantes inversiones, ya que constituyen el único espacio verde al que tienen acceso los pobladores. Aunque la apropiación de humedales para la construcción de vivienda sigue siendo una práctica muy común, está empezando a provocar un gran debate entre las instituciones públicas, el mundo académico y los promotores inmobiliarios, que por lo general se enfrentan a organizaciones de base y a ciudadanos que defienden estos entornos y espacios de recreación, reconexión con la naturaleza y cohesión social.lxxi

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Capítulo 8: Una caja de herramientas de biodiversidad para las ciudades

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Una caja de herramientas de biodiversidad para las ciudades de América Latina Las ciudades difieren entre sí. Todas están construidas de manera diferente: varían en tamaño, demografía, cultura y tienen climas y paisajes regionales únicos. Debido a esta variedad, simplemente no existe una fórmula o solución de "talla única" para la gestión eficaz de la biodiversidad urbana. Afortunadamente, existen muchas alternativas que cada gobierno local puede utilizar y adaptar para la conservación de la biodiversidad dependiendo de cuáles sean sus metas y objetivos. En esta sección se presenta una caja de herramientas de diez pasos con acciones prácticas y realistas que los alcaldes y gobiernos municipales de América Latina pueden implementar para promover la biodiversidad en su ciudad. La caja de herramientas sobre la biodiversidad se ha elaborado con el fin de ayudar a los alcaldes y tomadores de decisiones de América Latina y el Caribe a promover la biodiversidad en sus ciudades e impulsar iniciativas para lograr un paisaje urbano sostenible y resiliente ante el cambio climático. En este capítulo se presenta una hoja de ruta de diez pasos para que los tomadores de decisiones puedan diseñar estrategias que generen beneficios tangibles desde la conservación de la biodiversidad en las ciudades de América Latina y el Caribe. Cada paso contiene un enfoque riguroso y metódico que facilita el diálogo, la comprensión y la justificación de la conservación de la biodiversidad y ayuda a ampliar y a financiar diversos proyectos e iniciativas para proteger y mejorar la diversidad biológica urbana. Paso 1: Hacer un perfil de la biodiversidad de la ciudad El primer paso es hacer un mapa de los activos de biodiversidad autóctona de la ciudad para establecer un punto de partida y entender lo que está en juego y por qué es importante proteger la biodiversidad local e integrarla en el paisaje de la ciudad. El perfil se basa en el Índice de la Ciudad, o Índice de Singapur, un instrumento de autoevaluación para que las ciudades evalúen y supervisen el avance de sus esfuerzos de conservación de la biodiversidad en relación con sus propios parámetros o líneas de base. Como se describe en el capítulo 5, el índice comprende lo siguiente: §

§

El Perfil de la Ciudad, que proporciona información de fondo sobre la ciudad (ubicación, características físicas, demografía y parámetros económicos) e identifica aquellos ecosistemas en los que existe biodiversidad (ecosistemas en zonas urbanas y periurbanas); e Indicadores que miden la biodiversidad autóctona, los servicios de los ecosistemas y la gobernanza y gestión de la biodiversidad.

A partir de este ejercicio de cartografía deben surgir dos productos: el primero es un Mapa de los Ecosistemas en las zonas urbanas y periurbanas; el segundo es un Mapa de Conectividad de la Biodiversidad que muestra los conectores a nivel regional, nacional e internacional. Esto nos lleva al segundo paso, que es trazar un mapa del estado de los servicios ecosistémicos en la ciudad. 82 | Page


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Paso 2: Mapear el estado de los servicios ecosistémicos En el segundo paso se identifica qué servicios proporcionan los ecosistemas naturales y cuál es su estado actual a nivel de la ciudad y sus alrededores. También se identifica cómo estos servicios pueden ser impactados debido a presiones sociales, ambientales, culturales, políticas y/o económicas. El producto de este paso es un mapa del estado de los servicios ecosistémicos. Paso 3: Identificar las cuestiones críticas que tienen un impacto sobre la biodiversidad Los ecosistemas saludables pueden proporcionar una importante protección y resiliencia frente a los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres; por ejemplo, la colocación estratégica de árboles en las zonas urbanas puede enfriar el aire entre 2℃ y 8℃. Cada ciudad tendrá un conjunto único de cuestiones críticas para la protección de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas que deberá abordar de manera adecuada. Con este objetivo en mente, hay que identificar estas cuestiones, incluidas las brechas que impidan su resolución, para lo que será necesario consultar debidamente a todas las partes interesadas (gobiernos municipales, líderes de opinión y habitantes de zonas urbanas) y elaborar una lista unificada de cuestiones fundamentales que actuará como un punto de referencia para lograr un consenso sobre cómo abordarlas. Este consenso se puede lograr por diversos medios: foros comunitarios, reuniones individuales, grupos de discusión, cuestionarios y encuestas y a través del sitio web municipal. Paso 4: Definir Objetivos, Metas y Proyectos Una vez priorizadas las cuestiones críticas, el siguiente paso es formular programas y proyectos para asegurar el cumplimiento de los respectivos objetivos y metas. Idealmente, este paso se debería materializar en un portafolio de programas y proyectos de aplicación a corto, mediano y largo plazo. Lo más recomendable es identificar objetivos específicos, mesurables, aplicables, pertinentes y de duración definida (conocidos como objetivos SMART por sus siglas en inglés).lxxii Paso 5: Definir Acciones y un Cronograma Es importante definir acciones clave para la elaboración de un plan de acción sobre la biodiversidad; éstas se pueden desglosar en cuatro o cinco pasos: § § § § §

Desglosar las acciones en un conjunto de entregables bien definidos Definir un marco de tiempo para cada entregable Establecer acuerdos con los tomadores de decisiones y la comunidad en cuanto a la aplicación de estos entregables Identificar cómo se producirán las acciones - ¿cuál es su secuencia? Definir un itinerario con los plazos acordados

El recuadro 1 presenta sugerencias para elaborar un Plan de Acción sobre la Biodiversidad.

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Recuadro 1: Elaboración de un Plan de Acción Local sobre la Biodiversidad El Plan de Acción Local sobre la Biodiversidad (PALB) es una estrategia de orientación, complementada con medidas específicas y adoptada por un gobierno local para lograr una gobernanza y una gestión óptimas y realistas de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. También puede ayudar a traducir las políticas y objetivos internacionales y nacionales de biodiversidad en medidas aplicables a nivel local. Por definición, un PALB identifica las medidas prioritarias y describe claramente cómo y cuándo se aplicarán, las partes responsables y los recursos disponibles. Otros aspectos importantes que deberían incluirse en el plan de acción son un marco para la recolección de fondos y una estrategia de comunicación. La gestión de la biodiversidad a nivel local es particularmente importante por muchas razones, como por ejemplo: § § §

Una gran parte de la superficie terrestre es administrada de juris o de facto por los gobiernos locales. Éstos pueden determinar si las zonas se desarrollan y cómo se desarrollan. Las ciudades tienen oportunidades únicas de involucrar, educar y movilizar a los ciudadanos y así pueden cultivar una sociedad más sensible a la ecología. La biodiversidad y los ecosistemas generan múltiples servicios que pueden mejorar la prestación de servicios municipales de manera rentable.

Es recomendable realizar una etapa inicial de planificación para determinar quiénes deben participar en el PALB; cómo se regirá y administrará el proceso de planificación; qué recursos se necesitan y cuánto tiempo durará el proceso. Toda actividad relacionada con el desarrollo de un PALB debe ser específica, mensurable, alcanzable, pertinente y de duración determinada (SMART). Los siguientes pasos son altamente recomendables al momento de formular un PALB: Reunir un equipo Se recomienda que se establezca un pequeño equipo central que asuma la responsabilidad principal de desarrollar el PALB. Lo ideal es crear un equipo interdisciplinario y, si corresponde, que esté integrado por representantes de los grupos externos pertinentes: las sociedades locales de protección de la naturaleza, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y las instituciones académicas pueden albergar muchos conocimientos sobre la ubicación y el comportamiento de las especies y los hábitats locales. Con el tiempo, el asesoramiento y las capacidades de entidades externas se podrán sustituir por capacidades internas. Definir un presupuesto La elaboración de un PALB requiere recursos, no sólo para el personal, sino también para las reuniones, las encuestas sobre el terreno, la consulta de las partes interesadas, la comercialización y socialización, etc. Es necesario hacer una evaluación inicial de las 84 | Page


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necesidades de recursos y determinar los fondos necesarios para su correcta asignación al desarrollo del PALB. Establecer un marco de tiempo En función de los recursos disponibles, el contexto local, los compromisos de los interesados y la profundidad de la investigación de fondo, debería establecerse un cronograma de implementación. Se recomienda que el PALB tenga una duración de entre 5 y 10 años. Dado que el PALB es esencialmente un documento vivo que evoluciona y mejora a la luz de los nuevos conocimientos y prioridades de desarrollo, su compilación es un proceso que prácticamente no termina. No obstante, las acciones específicas y los entregables concretos de un PALB deben estar sujetos a plazos, para garantizar que: § § §

El proceso de compilación del PALB no se retrase por falta de información disponible, ya que muy pocas veces se dispondrá de información perfecta o suficientemente completa. Los plazos para los borradores y el producto terminado (que se presentará para su aprobación ejecutiva) sean realistas, teniendo en cuenta la disponibilidad de las personas responsables de su compilación. El calendario de los hitos importantes, incluida la aprobación ejecutiva del PALB, se sincronice con los procesos pertinentes, como las elecciones y los ciclos presupuestarios.

Investigación En este paso, mediante la recopilación de datos y la investigación, se profundiza el entendimiento y la comprensión que tiene una comunidad sobre la biodiversidad y los retos que trae la pérdida de la misma. Este paso ayudará a determinar qué elementos deben protegerse (con base en la geografía y el contexto locales), como las especies, el hábitat y las características naturales, y apoyará la adopción de decisiones informadas sobre los objetivos de conservación. Plan Una vez se conozcan los desafíos de la pérdida de biodiversidad, el tercer hito guía el desarrollo de una visión general, metas y objetivos de gestión. Además, identifica las opciones de gestión y examina los posibles impulsores y limitaciones para actuar. En esta fase también se redactará un Plan de Conservación de la Biodiversidad, adaptado a las necesidades de la comunidad. Entre las características del plan pueden figurar los datos de base o de referencia, las acciones de financiación, el cronograma de actividades para la implementación, las funciones y responsabilidades de los departamentos y las partes interesadas, y los indicadores de control y monitoreo. Implementación En esta etapa es importante hacer avanzar el plan mediante los procesos de aprobación necesarios y obtener el apoyo de la administración, las autoridades municipales y la comunidad. La puesta en práctica del plan de conservación de la biodiversidad ayudará a convertirlo en un 85 | Page


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documento vivo en el que se (re)evaluarán los instrumentos de implementación con frecuencia para asegurar el éxito del plan. Así también se socializará e integrará el plan de biodiversidad en la comunidad, la cual tendrá la oportunidad de participar en la consecución de las metas y objetivos del mismo. Monitoreo y revisión Este paso permite a la comunidad y al equipo de biodiversidad evaluar si se han alcanzado las metas y objetivos identificados en el plan y brinda la oportunidad de identificar cualquier problema y desarrollar soluciones. El plan debe actualizarse a medida que se disponga de nueva información.

Paso 6: Asignar funciones y responsabilidades Una vez definidos los entregables y los plazos, se deberá buscar la participación de las partes interesadas, asignando funciones y responsabilidades específicas necesarias para la aplicación. Cabe notar que la conectividad social desempeña un papel fundamental en la gestión colectiva de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas. Esta conectividad es necesaria para ayudar a crear confianza entre los miembros de la comunidad, para desarrollar nuevas normas y prácticas sociales y para hacer que las cuestiones ambientales locales tomen más importancia y prevalencia para todos. Se pueden definir las funciones y responsabilidades de la siguiente manera: § § §

Los gobiernos municipales estarán a cargo de fomentar el consenso, asegurar el cumplimiento y alinear las iniciativas de conservación de la biodiversidad con los planes de desarrollo municipales y las expectativas de todos los interesados. Se debe elaborar un plan de acción sobre la biodiversidad que dé prioridad a un conjunto de medidas, y asigne el presupuesto y la forma en que se debe lograr la implementación de dichas medidas. Los líderes de la comunidad pueden utilizar el plan de acción para fomentar la toma de consciencia sobre la biodiversidad en toda la ciudad y articular acciones en cada vecindario o distrito.

Se ha descubierto que cuando las personas sienten un vínculo con los demás y participan en grupos o redes, y que cuando se solicita su contribución y esta contribución luego se incorpora a los procesos de planificación y toma de decisiones, es más probable que apoyen o sigan apoyando medidas para salvaguardar el medio ambiente y los esfuerzos de conservación de la diversidad biológica. Paso 7: Crear un presupuesto y plan de financiamiento Para muchos municipios, la necesidad de financiar iniciativas de biodiversidad es la limitación más frecuente a la que se enfrentan. No obstante, esta limitación puede servir para impulsar el cambio. Existe una amplia gama de fuentes de ingresos a disposición de gobiernos locales que 86 | Page


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estén abiertos a soluciones creativas sobre las asociaciones y el espíritu empresarial y que estén dispuestos a establecer fondos para programas específicos. A continuación se examinan algunas de estas oportunidades: §

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Tasas de desarrollo: Se trata de tasas que los municipios pueden recaudar para compensar los costos de capital por proyectos de infraestructura relacionados con el crecimiento. Las tasas pueden utilizarse como incentivo para aplicar políticas municipales que protejan o gestionen la biodiversidad. Por ejemplo, se podrá ofrecer una exención de estos cargos si las obras incorporan diseños ecológicos, la protección de especies o la reconstrucción/rehabilitación de humedales. Las tasas de desarrollo también pueden utilizarse para apoyar iniciativas de biodiversidad cerca de los sitios de desarrollo urbano. Compensación: Consiste en un pago efectuado por un promotor del desarrollo a un órgano de conservación para reproducir servicios ecosistémicos y conservar la biodiversidad. Estos pagos pueden financiar la adquisición de tierras, la restauración del patrimonio natural y su cuidado y mantenimiento a largo plazo. Bancos de hábitat: Los bancos de hábitat son un mecanismo basado en el mercado que recompensa a quienes restauran o mejoran el hábitat. A cambio de construir, restaurar o proteger un hábitat, un propietario puede vender créditos a los promotores inmobiliarios que necesiten cumplir requisitos de mitigación y compensación de impactos ambientales generados por proyectos de desarrollo. Como ejemplo, el Puerto de Vancouver actualmente opera un banco de hábitat como una medida proactiva para asegurar que los impactos potenciales al hábitat existente de peces y vida silvestre puedan ser compensados.

Creatividad en la financiación

Cuando la financiación es escasa, las soluciones alternativas pueden ayudar a compensar las limitaciones monetarias y a aumentar la capacidad para emprender una amplia gama de programas, incluida la gestión de la biodiversidad: § § § §

Asociaciones público-privadas que crean oportunidades para que el gobierno local y los socios comerciales construyan, diseñen, administren, operen y mantengan un servicio. Colaboraciones regionales para la prestación de servicios o esfuerzos de protección. Estrategias claras y detalladas para abordar cuestiones relativas a la diversidad biológica que incluyen plazos, puntos de referencia mensurables, exámenes periódicos y retroalimentación del público; y Proyectos piloto de financiación social, tales como bonos comunitarios y financiación colectiva.

También existen medidas innovadoras que se puede tomar como ejemplo de soluciones creativas de financiación: §

El Fondo para el Agua de Ciudad del Cabo es una plataforma colectiva en la que el sector privado y el público pueden contribuir a la implementación de Infraestructuras Verdes, destinadas a la protección y preservación de las fuentes de agua que abastecen a la ciudadlxxiii. 87 | Page


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§

En Ecuador se crearon los Bonos Sociales Soberanos para Vivienda con el fin de diversificar las fuentes de financiación disponibles para el acceso a la vivienda asequible, y así reducir el déficit de vivienda en el país.lxxiv

Paso 8: Implementar y supervisar Para lograr una implementación exitosa, es necesario llegar a un consenso entre las múltiples instituciones y partes interesadas sobre los valores de la diversidad biológica, es decir, buscar la cooperación y la validez entre todos los participantes interesados en la conservación de la biodiversidad. A fin de obtener esta cooperación entre las partes interesadas e incluir la biodiversidad en los programas de desarrollo, se necesitan intervenciones de socialización, educación y sensibilización. Lo anterior supone establecer redes y relaciones de trabajo, definir objetivos comunes, influir en los procesos de adopción de decisiones, negociar resultados, fortalecer capacidades, actualizar conocimientos y garantizar la aplicación efectiva. Es importante recordar que el proceso de conservación de la biodiversidad es tan importante como el resultado final y así que siempre hay que tener presente el entorno cultural de la ciudad (Paso 1 - Perfil de la ciudad). El plan de acción debe establecer indicadores que midan el punto de partida y el progreso, pero también que permitan una mejora continua. La comunicación debe ser un eje transversal en todos los pasos. Si no se obtiene el compromiso de la comunidad, cualquier proyecto tendrá un gran potencial de fracaso. Adicionalmente, la planificación inicial y el cumplimiento de las políticas deberán reevaluarse constantemente. El recuadro 2 presenta sugerencias sobre cómo lograr un consenso acerca de los valores primordiales de la biodiversidad entre múltiples partes interesadas. Recuadro 2: Lograr un consenso sobre los valores de la biodiversidad Para aplicar con éxito un plan de acción sobre la biodiversidad es necesario crear consenso entre las múltiples instituciones y partes interesadas sobre los valores de la biodiversidad, es decir, buscar la cooperación y la validación entre todos los participantes. A fin de obtener esta cooperación e incluir la biodiversidad en los programas de desarrollo, se necesitan intervenciones de socialización, educación y toma de conciencia. Lo anterior supone establecer redes y relaciones de trabajo, definir objetivos comunes, influir en los procesos de adopción de decisiones, negociar resultados, fortalecer capacidades, actualizar conocimientos y garantizar la aplicación efectiva. Es posible que muchas partes interesadas estén muy poco o nada familiarizadas con la biodiversidad o simplemente hagan caso omiso de los planes, políticas y mecanismos existentes preparados sobre una base científica (por ejemplo de uso sostenible, cuarentena, evaluación del impacto ambiental, etc.). Este comportamiento surge por falta de sensibilización sobre la importancia de estos procedimientos o las graves consecuencias 88 | Page


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que se pueden desatar al pasarlos por alto, a saber, un impedimento al desarrollo económico o a la mitigación de la pobreza. Alcanzar el consenso no será fácil, pero se puede lograr teniendo en cuenta lo siguiente: Escuchar primero Puede ser contraproducente lanzarse a tratar de "educar" a todas las partes interesadas. Es más eficaz "escuchar" y explorar oportunidades sobre un terreno común. Así será más viable encontrar motivos y razones para que las partes interesadas cambien sus políticas y prácticas para que sean más respetuosa con el medio ambiente. A menudo estos motivos y razones tienen poco que ver con el conocimiento de la biodiversidad. Obtener ayuda de los líderes de opinión No todos los miembros de un grupo de partes interesadas son iguales. Por consiguiente, es importante identificar a los líderes de opinión de cada grupo y ponerse en contacto con ellos e incluirlos en la planificación de medidas para alcanzar la participación de todo el grupo a largo plazo. El networking y la comunicación informal son formas eficaces de identificar a los líderes de opinión. Para ello, resulta más conveniente establecer contactos en persona pues así se generará más confianza. Los líderes de opinión pueden no ser expertos en biodiversidad, pero sus opiniones y creencias deben ser tratadas con el mayor respeto. Paso 9: Comunicar los resultados e involucrar a la comunidad Es muy importante destacar que si no se establece el punto de partida de la ciudad (Paso 1 - Perfil de la ciudad), no es posible demostrar avances en temas de biodiversidad o los logros del municipio. La medición de los impactos e indicadores es esencial para recopilar datos y así construir historias de éxito. Es importante que exista un enfoque en historias positivas que involucren a la comunidad e inspiren nuevas ideas en las mesas redondas de toma de decisiones. La conexión con líderes de opinión y medios de comunicación es un factor clave de éxito. Es esencial narrar historias de éxito pues puede significar la futura aprobación del presupuesto de los Planes de Acción sobre la Diversidad Biológica. Cabe recordar que estos planes deben ser bien pensados e implementados a largo plazo. En este contexto, la narración de historias de éxito se convierte en un ingrediente fundamental para asegurar que la importancia de la biodiversidad nunca se subestime, independientemente de cualquier cambio en los gobiernos municipales. El recuadro 3 ofrece sugerencias para la elaboración de un mensaje sobre la biodiversidad.

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Recuadro 3: Elaboración de un mensaje sobre la biodiversidad La biodiversidad urbana puede ser un concepto difícil de entender para algunas personas. Aunque el término "biodiversidad" ha sido utilizado durante muchos años por científicos y conservacionistas, no es ampliamente comprendido por el público en general. Para algunos, el término puede indicar una diversidad de culturas humanas; para otros, puede significar una diversidad de especies vegetales y animales. La falta de resonancia y claridad puede ser un obstáculo para promover el trabajo en materia de biodiversidad y obtener la validación y compromiso de las partes interesadas. Sin embargo, si se educa a una comunidad sobre la importancia de la biodiversidad, será más posible que las cuestiones ambientales se integren dentro de los comportamientos y valores de dicha comunidad. Independientemente de la terminología, el apoyo a la biodiversidad urbana es el objetivo principal y cada comunidad debería encontrar una estrategia o enfoque de comunicación que refleje con precisión tanto la urgencia del problema como la forma en que la vida de las personas puede verse afectada. Cómo enmarcar el mensaje sobre la biodiversidad El Museo Real de Ontario (ROM) en Canadá ha tenido que pensar creativamente en la forma de mantener con éxito su mensaje sobre la diversidad biológica y al mismo tiempo hacer que el término sea comprensible para el público en general. Para hacer frente a este desafío, validan continuamente la importancia del término con afirmaciones estrechamente ligadas al contexto. Por ejemplo: "la biodiversidad es la naturaleza" o "la biodiversidad se trata de las conexiones y la vida a nuestro alrededor". Los miembros del personal del ROM refuerzan el significado del término en sus programas, alcance y material promocional con el objetivo de que, algún día, el término biodiversidad forme parte de la sociedad misma y ya no requiera explicación. Es evidente habrá diferencias en la definición y en cómo las comunidades construyen su comprensión en torno a estas entre las ciudades de América Latina. Igualmente, las autoridades municipales deberán considerar su contexto urbano único al enmarcar su mensaje particular sobre la biodiversidad. Las conexiones personales también juegan un papel importante en la gestión colectiva de la naturaleza: ayudan a crear y consolidar la confianza entre los miembros de la comunidad, generan nuevas normas y prácticas sociales solidarias y hacen que las cuestiones ambientales locales sean más frecuentes e importantes para todos. Cada vez se comprueba más que cuando las personas se sienten incluidas y participan en grupos o redes, o cuando se busca su contribución y luego sus aportes se incorporan en los procesos de planificación y toma de decisiones, es más probable que las personas empiecen a preocuparse por el medio ambiente o sigan cuidando de él activamente. Los espacios verdes urbanos proporcionan una vía para que las personas entren en contacto con la naturaleza. Sin embargo, es necesario diseñar cuidadosamente las zonas naturales para facilitar interacciones significativas, educar a los visitantes y ofrecer oportunidades de exploración. Esto se logra mediante la elaboración de normas sociales sobre las actividades de protección del medio ambiente. En sociología, el término "capital social" se utiliza ampliamente

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para describir el papel que una comunidad o grupo puede desempeñar en la gestión colectiva y en la comprensión y protección de la naturaleza cuando existen múltiples partes interesadas. A fin de que haya una toma de conciencia representativa y un compromiso público significativo que incida en los comportamientos sociales, las comunidades deben actuar conjuntamente hacia un objetivo común. A menudo esto se manifestará a través de múltiples organizaciones como sociedades de apoyo, clubes naturalistas y deportivos, grupos de gestión forestal y pesquera y otras organizaciones comunitarias locales.

Paso 10: Medir los impactos positivos a largo plazo La biodiversidad es una parte fundamental de la resiliencia y sostenibilidad ecológica, económica y social de una ciudad. Cuando una comunidad cuenta con una variedad de organismos, gozará de diversos servicios como aire limpio, agua potable, suministro de recursos genéticos, tratamiento de residuos y protección contra los efectos del cambio climático, entre muchos otros. Al identificar, gestionar y promover los activos de la biodiversidad mejorarán las operaciones municipales, la habitabilidad del entorno para la comunidad y el desarrollo económico. Por el contrario, las oportunidades perdidas disminuirán la resiliencia o capacidad de recuperación de una comunidad y aumentarán sus riesgos pues la salud humana, el medio ambiente y la economía serán más vulnerables. Se debe realizar una cuidadosa medición de indicadores y del éxito de las iniciativas en materia de diversidad biológica para mostrar los efectos duraderos y positivos de estas iniciativas a largo plazo. Esta es la única manera de que se reconozca realmente el valor de la biodiversidad. Para enfocar los esfuerzos de elaboración de políticas a largo plazo, se sugiere lo siguiente: § § § §

Estimular y financiar la implementación de la Infraestructura Verde Crear "Empleos verdes" Construir ciudades resilientes frente al cambio climático Proteger e impulsar la biodiversidad demostrando sus incontables beneficios a los residentes urbanos.

La mayoría de los gobiernos municipales y nacionales de América Latina a menudo se abstienen de implementar planes de acción a largo plazo, debido a sus “cortos” mandatos de cuatro años. Pese a ello, los planes de acción sobre la biodiversidad se deberían ver como inversiones fundamentales para el futuro y la supervivencia de las ciudades, cuyos cronogramas deben ir más allá de los cambios institucionales.

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Lecciones aprendidas para la planificación de la biodiversidad en las ciudades de ALC La caja de herramientas es un primer paso para iniciar la planificación y gestión de la biodiversidad en las ciudades y los municipios de América Latina y el Caribe. La forma de conservar la biodiversidad es única para cada ciudad y comunidad y requiere instrumentos de planificación y gestión específicos que reflejen las múltiples voces y perspectivas de esa comunidad. El proceso de planificación debe ajustarse a las cuestiones que preocupan a los miembros de la comunidad. Idealmente, los proyectos, planes, programas y políticas actuales sobre biodiversidad se podrán integrar a otros ámbitos para así lograr un enfoque integral que no obstante permita ajustar el plan de acción sobre biodiversidad a las características únicas de cada municipio. Las siguientes son cuatro recomendaciones clave: 1. La gestión del riesgo se debe integrar en cada etapa de la caja de herramientas como parte de las mejores prácticas. Al evaluar el riesgo se incorpora una cultura de prevención dentro del proceso de gestión de proyectos y dentro de las estrategias de mitigación para aumentar la conservación de la biodiversidad en las ciudades. 2. La comunicación debe actuar como eje transversal así que se debe formular una estrategia de comunicación audaz que pueda ser puesta en funcionamiento constantemente. Se entiende por comunicación la recopilación y el análisis de datos, la gestión de las expectativas, y la manera de obtener la participación de las partes interesadas y la aceptación de sus funciones técnicas, sociales o financieras. 3. Además de contribuir a la biodiversidad, la medición de los impactos y del éxito también significa un avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Junto con la biodiversidad, los ODS también se deben promover y alinear con políticas públicas y esfuerzos privados. Los proyectos centrados en la biodiversidad en las ciudades pueden ser uno de los elementos más influyentes en el logro de un mundo sostenible para 2030. 4. Los proyectos sólo se ejecutarán si las estimaciones de tiempo y costos son viables, si son acordadas por consenso y si cuentan con un plan de financiación formal. La estimación de los presupuestos también implica evaluar y monetizar el beneficio que se obtendrá del logro de los objetivos sociales y ambientales. Las medidas prácticas y realistas expuestas en este documento están encaminadas a inspirar a los municipios y alcaldes de América Latina y el Caribe a actuar de manera proactiva para promover la biodiversidad en su ciudad. Hay una clara urgencia y una necesidad de hacer un llamado a la acción municipal en toda ALC para que se comprenda la importancia y el valor que tiene la biodiversidad en las ciudades. Los gobiernos deben integrar plenamente las cuestiones relativas a la biodiversidad y el medio ambiente en sus políticas de planificación del uso de la tierra y en las estrategias de desarrollo municipal y ordenamiento territorial. Hoy en día, más del 50% de la biodiversidad natural del mundo se encuentra fuera de las ciudades y está bajo una seria amenaza. Ahora más que nunca es el momento de actuar e incorporar la biodiversidad y sus beneficios en las políticas, planes y proyectos municipales en toda la región de América Latina y el Caribe. 92 | Page


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Anexos

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Anexo 1: Beneficios de las azoteas verdes Beneficios públicos MEJORAS ESTÉTICAS §

La ecologización urbana se ha promovido desde hace mucho tiempo como una estrategia fácil y eficaz para embellecer el entorno construido y aumentar las oportunidades de inversión.

REDUCCIÓN DE LA CARGA EN LOS VERTEDEROS §

Las azoteas o cubiertas verdes pueden contribuir a la reducción de desechos, en el sentido de: o

Prolongar la vida de las láminas impermeabilizantes y así reducir los residuos asociados.

o

Utilizar materiales reciclados en el medio de cultivo.

o

Prolongar la vida útil de los sistemas de calefacción, ventilación y HVAC al disminuir su necesidad/uso.

GESTIÓN DE AGUAS LLUVIAS §

Con las cubiertas verdes, el agua es almacenada por el sustrato y luego es absorbida por las plantas desde donde es devuelta a la atmósfera a través de la transpiración y la evaporación.

§

En verano, las azoteas verdes pueden retener entre el 70% y el 90% de la precipitación que cae sobre ellas.

§

En invierno, las azoteas verdes pueden retener entre el 25% y el 40% de la precipitación que cae sobre ellas.

§

Las azoteas verdes no sólo retienen el agua lluvia, sino que también moderan la temperatura del agua y actúan como filtros naturales para cualquier agua que se escurra.

§

Las cubiertas verdes reducen la cantidad de escorrentía de las aguas pluviales y también retrasan el momento en que se produce la escorrentía, lo que da lugar a una disminución de la carga sobre los sistemas de alcantarillado en los períodos de flujo máximo.

MODERACIÓN DEL EFECTO ISLA DE CALOR URBANA §

Gracias al ciclo diario de rocío y evaporación, las plantas en superficies verticales y horizontales son capaces de enfriar las ciudades durante los calurosos meses de verano y reducir el efecto de Isla de Calor Urbana (ICU). Sin la vegetación de por medio, la luz se convertiría en energía térmica.

§

Las ICU también se ven mitigadas por algunas de las superficies más calientes del entorno urbano - los tejados negros.

§

Las cubiertas verdes también pueden ayudar a reducir la distribución de polvo y partículas en toda la ciudad, así como la producción de smog. Esto puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a adaptar las zonas urbanas a un futuro con veranos más cálidos.

MEJORA DE LA CALIDAD DEL AIRE §

Las plantas en las cubiertas verdes pueden capturar los elementos contaminantes del aire y la deposición atmosférica y también filtrar los gases nocivos.

§

Los efectos moderadores de la temperatura de las azoteas verdes reducen la demanda de las centrales eléctricas, y potencialmente disminuyen la cantidad de CO2 y otros contaminantes que se liberan en el aire.

NUEVOS ESPACIOS DE DESCANSO §

Los tejados verdes ayudan a alcanzar los principios del crecimiento inteligente y afectan positivamente al entorno urbano al aumentar los espacios verdes y de descanso y reducir la resistencia de la comunidad a los proyectos para nuevas construcciones. Las azoteas verdes pueden tener cualquier tipo de funciones y usos, incluyendo: o

Jardines o huertas de la comunidad (producción de alimentos locales o cooperativas).

o

Espacio comercial (áreas de exhibición y terrazas de restaurantes).

o

Espacio recreativo (bolos en el césped y parques infantiles).

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Beneficios privados EFICIENCIA ENERGÉTICA §

Gracias a un aislamiento térmico más eficiente que se da con las azoteas verdes, es posible reducir la cantidad de energía necesaria para moderar la temperatura de un edificio, ya que es en las cubiertas donde se produce la mayor pérdida de calor en invierno y se absorben las temperaturas más altas en verano.

§

De hecho, una investigación publicada por el Consejo Nacional de Investigación de Canadá encontró que una extensa cubierta verde reducía la demanda diaria de energía para el aire acondicionado en el verano en más del 75%.

AUMENTO DE LA DURACIÓN DE LÁMINAS IMPERMEABILIZANTES §

Las cubiertas verdes disminuyen la exposición de las láminas impermeabilizantes a grandes fluctuaciones de temperatura, que pueden causar microdesgarros y daños por la radiación ultravioleta.

RETARDO DE FUEGO §

Las cubiertas verdes tienen una carga de calor ardiente (el calor que se genera cuando una sustancia se quema) mucho menor que los tejados convencionales.

REDUCCIÓN DE LA RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA §

Las cubiertas verdes son capaces de reducir la penetración de la radiación electromagnética en un 99,4%.

REDUCCIÓN DE RUIDO §

Las cubiertas verdes tienen una excelente capacidad de reducción del ruido, especialmente si se trata de sonidos de baja frecuencia. Una cubierta verde extensiva puede reducir el sonido del exterior en 40 decibeles, mientras que una cubierta verde intensiva puede reducir el sonido en 46-50 decibeles.

COMERCIALIZACIÓN §

Las azoteas verdes pueden aumentar la comerciabilidad de un edificio. Son un símbolo del movimiento de edificios ecológicos que se identifica fácilmente y pueden servir de incentivo para las personas interesadas en los múltiples beneficios que ofrecen las cubiertas verdes.

§

Se ha determinado que las azoteas verdes, como parte del movimiento de edificios ecológicos, facilitan o o o o o o

Ventas Arrendamientos Aumento del valor de la propiedad debido al aumento de la eficiencia Facilidad de reclutar empleados Menor rotación de empleados e inquilinos Beneficios específicos del diseño

AUMENTO DE LA BIODIVERSIDAD §

Las azoteas verdes pueden sostener una variedad de plantas e invertebrados y proporcionar un hábitat para varias especies de aves. Al actuar como un hábitat de paso para las aves migratorias pueden vincular especies que de otra manera estarían fragmentadas.

§

El aumento de la biodiversidad tiene efectos positivos en tres ámbitos: o o

o

Ecosistema § Los ecosistemas diversos son más capaces de soportar altos niveles de productividad durante los períodos de variación ambiental, en comparación con aquellos que tienen menos especies. Economía § Los ecosistemas estables aseguran la producción de bienes ecológicos (alimentos, materiales de construcción, plantas medicinales) y la prestación de servicios ecológicos (mantenimiento de los ciclos hidrológicos, limpieza del agua y del aire, almacenamiento y reciclaje de nutrientes). Social § La diversidad visual y ambiental puede tener impactos positivos en el bienestar comunitario y psicológico.

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MEJORA DE LA SALUD Y DEL BIENESTAR §

La reducción de la contaminación y la mejora en la calidad del agua que proporcionan las cubiertas verdes pueden reducir la demanda de atención de la salud.

§

Las azoteas verdes pueden servir como centros comunitarios, aumentando la cohesión social, el sentido de comunidad y la seguridad pública.

AGRICULTURA URBANA §

El uso de azoteas verdes para proyectos de agricultura urbana puede reducir la huella de una comunidad mediante la creación de un sistema alimentario local.

§

Estos proyectos también sirven de fuente de empoderamiento de la comunidad pues dan mayor sensación de autosuficiencia y mejoran los niveles de nutrición.

OPORTUNIDADES EDUCATIVAS §

Las cubiertas verdes en las instalaciones educativas proporcionan un sitio de fácil acceso para enseñar a los estudiantes y visitantes temas de biología así como sobre la tecnología de los tejados verdes y sus beneficios.

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Notas finales i

https://www.un.org/development/desa/en/news/population/2018-revision-of-world-urbanization-prospects.html. Visitado el 28 de diciembre de 2019. ii Ibíd. iii O como se define en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, "la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas.” https://www.cbd.int/doc/legal/cbd-es.pdf iv Maibritt Zari, The Importance of Urban Biodiversity – an Ecosystem services approach, Biodiversity International Journal Volume 2 Issue 4. 2018 DOI: 10.15406/bij.2018.02.00087 v Millennium Ecosystem Assessment, Ecosystems and Human Well-being: Current State and Trends. Washington, DC: Island Press; 2005. vi Marion Potschin, Roy Haines-Young. Defining and measuring ecosystem services. Routledge Handbook of Ecosystem Services. Routledge, London, New York; 2016. p. 25‒44. vii https://www.un.org/development/desa/en/news/population/2018-revision-of-world-urbanization-prospects.html. Visitado el 28 de diciembre de 2019. viii Ibíd. ix O como se define en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, "la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas.” https://www.cbd.int/doc/legal/cbd-es.pdf x Maibritt Zari, The Importance of Urban Biodiversity – an Ecosystem services approach, Biodiversity International Journal Volume 2 Issue 4. 2018 DOI: 10.15406/bij.2018.02.00087 xi Millennium Ecosystem Assessment, Ecosystems and Human Well-being: Current State and Trends. Washington, DC: Island Press; 2005. xii Marion Potschin, Roy Haines-Young. Defining and measuring ecosystem services. Routledge Handbook of Ecosystem Services. Routledge, London, New York; 2016. p. 25‒44. xiii ONU. "Se prevé que el 68% de la población mundial vivirá en zonas urbanas en 2050". Accedido el 15 de noviembre de 2019. https://www.un.org/development/desa/en/news/population/2018-revision-of-worldurbanization-prospects.html xiv Walter V Reid, Stephen R. Carpenter, Harold Alfred Mooney, Kartik Chopra, Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, 2005. Ecosystems and Human Well-being: Synthesis. Island Press, Washington, DC. xv xv Costanza, R., De Groot, R., Sutton, P., Van Der Ploeg, S., Anderson, S.J., Kubiszewski, I., Farber, S. & Turner, R.K. 2014. Changes in the global value of ecosystem services. Global Environmental Change, 26, 152–158. xvi Maibritt Pedersen Zari, Regenerative Urban Design and Ecosystem Biomimicry xvii https://www.biologicaldiversity.org/programs/biodiversity/elements_of_biodiversity/extinction_crisis/. Visitado el 28 de diciembre de 2019. xviii CBD, Biodiversity and the 2030 agenda for sustainable development technical note Consultado el 18 de noviembre de 2019. https://www.cbd.int/development/doc/biodiversity-2030-agenda-technical-note-en.pdf xix Pavan Sukhdev, Heidi Wittmer, Christoph Schröter-Schlaack, Carsten Nesshöver, Joshua Bishop, Patrick ten Brink, Haripriya Gundimeda, Pushpam Kumar y Ben Simmons. TEEB (2010) The Economics of Ecosystems and Biodiversity: Mainstreaming the Economics of Nature: A synthesis of the approach, conclusions and recommendations of TEEB. xx CBD, Biodiversity and the 2030 agenda for sustainable development technical note Consultado el 18 de noviembre de 2019. https://www.cbd.int/development/doc/biodiversity-2030-agenda-technical-note-en.pdf xxi Evenson, R.E. & Gollin, D. 2003. Assessing the impact of the green revolution, 1960 to 2000. Science, 300, 758– 62. xxi Mooney, H., Larigauderie, A., Cesario, M., Elmquist, T., Hoegh-Guldberg, O., Lavorel, S., Mace, G.M., Palmer, M., Scholes, R. & Yahara, T. 2009. Biodiversity, climate change, and ecosystem services. Current Opinion in Environmental Sustainability, 1, 46–54. xxi Hallström, E., Carlsson-Kanyama, A. & Börjesson, P. 2015. Environmental impact of dietary change: A systematic review. Journal of Cleaner Production, 91, 1–11.

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xxii

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Ciudades biodiversas y resistentes al clima en América Latina

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