Migración, Cristian Roldán.
Identidad Boricua ¿Qué vas a hacer en Chicago?” me preguntó Humberto Figueroa un día antes de marcharme, mientras observaba cómo me encogía de hombros. ¿Cómo podría responder algo que ni yo mismo sabía? A mi parecer se sentía natural, como un instinto, tal si fuera el próximo paso obvio después de graduarse. No sabía hacia dónde me dirigía pero eso poco importa cuando no hay destino
COTRATIEMPO 151
Cristian Roldán
fijo. Era lo que habían hecho mis compañeros de clase, mis amigos, mi padre, mi abuelo y hasta los abuelos de mis abuelos. Así que decidí emprender vuelo y unirme a la bandada de alumnos emigrados que probaban suerte en el extranjero. Cualquier cosa era mejor que sentirse en el limbo. Pues “el que tiene padrino se bautiza” y el que no… ahí están las terminales del Luis Muñoz Marín.
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