EMILIO TORVISCO AGUDO (2ª PARTE)
INMERSIÓN EN EL ALFONSO XII
Conocí al amigo Emilio Torvisco, en el año 2004, buscando historias y documentos sobre el vapor Alfonso XII, la fragata Casualidad, y otros. En esa etapa, viajaba con cierta frecuencia a Lanzarote, y charlando sobre esas historias y el buceo, nos fuimos haciendo
amigos. Algunos meses después me hizo una copia de los planos del Alfonso XII, y me la envió a casa. Le encantaban las historias. Como recuerdo de las historias que contaba, nos dejó este relato de un buceo en el mítico Alfonso XII, al sur de la baja de Gando.
SERIE BUZOS, PECIOS, HISTORIAS DEL PUERTO DE LA LUZ Y LAS PALMAS
Los informes meteorológicos de aquella semana de noviembre del 86 parecían buenos, hacia mucho tiempo que estábamos esperando la oportunidad para poder bajar a los 40 metros en donde descansan los restos del Alfonso XII, rodeados de leyendas. Habíamos hablado muchísimas veces del famoso barco hundido en 1886 en la bahía de Gando, después de colisionar con la fatídica baja que lleva el mismo nombre de la bahía y que tantos naufragios había producido antes y después del hundimiento del Alfonso XII. Este barco era un motovelero de 108 metros de eslora, arbolaba tres grandes mástiles con un gran velamen además de las grandes calderas de vapor, todo ello le daba una propulsión y unas condiciones de navegación de las mejores de la época, era un barco mixto de carga y pasajeros con grandes bodegas para mercancías y extensos salones donde los pasajeros podían hacer toda clase de reuniones cómodamente, todo su conjunto estaba hecho con materiales de primera calidad y estaba amue-
blado y decorado con gran lujo. Los trabajos se realizaron durante varios meses, con un gran peligro, tuvieron que dinamitar tres cubiertas para hacer un hueco y poder llegar a la Santa Bárbara del buque donde estaba depositado el oro, pero solo se rescataron nueve cajas, la decima nunca se supo donde esta, los buceadores dijeron que en el suelo de la Santa Bárbara había una compuerta que se abrió cayendo la caja por ella y desapareciendo de la vista de ellos y que lo mas probable es que estuviera en el compartimento del eje de la hélice a donde era muy peligroso llegar. Las habladurías populares y la prensa de la época hicieron toda clase de comentarios de la famosa caja de oro, decían unos que la caja de oro no se embarcó con las demás en Cádiz y que por eso la colisión con la baja no fue un accidente sino intencionado para hundir el barco, otros decían que se la había llevado el barco inglés