VAGC | AMBIENTE
Sofá
El indispensable Confort, resistencia, estilo son algunos de los atributos que debe tener un buen sofá, la pieza principal de la sala Por Yolanda Manrique
D
En el diseño actual, se le ha dado mucha importancia a la comodidad y a la estética, para lograr ambientes acogedores, convirtiéndose en un símbolo de modernidad y buen gusto
el triclinio de los romanos al Central Perk de Friends, el sofá ha estado presente en la vida familiar de los occidentales, y ha formado parte imprescindible de nuestra cotidianidad. Hay tantos diseños como gustos en decoración. Su utilidad es indiscutible: para conversar, ver la televisión, tumbarse, jugar. El sofá es fuente de bienestar, confort e, incluso, salud. Quizá su condición de elemento elitesco, que ostentó durante varios siglos, sea herencia de la antigua civilización egipcia, quienes, de hecho, inventaron un mueble exclusivo para sus faraones, descendientes de sus dioses, para que no tocaran el suelo y estuvieran más elevados que sus súbditos y, por supuesto, más cómodos. Los romanos lo adoptaron para sus comedores, aunque solo lo usaban los hombres, pues las mujeres se sentaban en sillas convencionales. Durante la Edad Media y el Renacimiento, el sofá solo estuvo al alcance de los nobles y las clases altas. Es gracias a la industrialización, a partir del siglo XVIII, con la consolidación
58
de la pequeña burguesía y el auge de una nueva clase social, que el común de los mortales pudo disfrutar de este objeto en su hogar.
El centro de todo
A la hora de decorar el salón, el recibidor o la estancia, el sofá es el protagonista. Los expertos sugieren
iniciar la composición a partir de las características de este mueble: “Lo primero, el sofá y luego el resto”. Hay que determinar su forma, su tamaño, la comodidad de la estructura, y relleno y la función que cumplirá en nuestra casa. Destacados arquitectos, diseñadores y artistas del pasado siglo, como Le Corbusier y Salvador Dalí,
