Revista Patrimonio N° 21 - Marzo 2020

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MARZO 2020

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www.culturacusco.gob.pe

> QHAPAQ ÑAN CAMINO DE LA HERMANDAD ANDINA > PATRONES DE ASENTAMIENTO PREHISPÁNICO ASOCIADOS AL QHAPAQ ÑAN EN EL VALLE DE INKAWASI > LOS ANTECEDENTES DEL QHAPAQ ÑAN, CASO CEDROPATA-VILCABAMBA DURANTE EL HORIZONTE MEDIO > INTEGRACIÓN DE ASENTAMIENTOS LOCALES A TRAVÉS DEL QHAPAQ ÑAN EN EL DISTRITO DE LARES-CALCA > RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL CAMINO DE WAMANMARKA A INKA CÁRCEL > ANÁLISIS ICONOGRÁFICO DE LA CERÁMICA DE SAUCIPATA, ASOCIADO AL QHAPAQ ÑAN > CHASKI WASI EN EL CAMINO DEL KUNTISUYU > UN BREVE ANÁLISIS HISTÓRICO DEL QHAPAQ ÑAN AL KUNTISUYU EN EL CUSCO > QHAPAQ ÑAN Y APU PACHATUSAN: CAMBIOS Y CONTINUIDAD EN EL USO DEL CAMINO RITUAL > LA IMPORTANCIA DE LOS PROCESOS PARTICIPATIVOS AL INTERIOR DEL QHAPAQ ÑAN SISTEMA VIAL ANDINO > PLAN DE MANEJO DEL SISTEMA VIAL ANDINO QHAPAQ ÑAN PUENTE Q’ESWACHAKA > LA IMPLEMENTACIÓN DEL MUSEO VIRTUAL DEL TAWANTINSUYU EN LA RED DE LOS MUSEOS DEL QHAPAQ ÑAN > USO DEL APLICATIVO «KAMAYUQ» PARA DISPOSITIVO MÓVIL EN EL REGISTRO DE PELIGROS Y VULNERABILIDADES PARA LA CONSERVACIÓN DEL QHAPAQ ÑAN, SISTEMA VIAL ANDINO PATRIMONIO MUNDIAL > LOS OBSERVATORIOS CULTURALES COMO INSTRUMENTO DE GESTIÓN DEL PAISAJE ARQUEOLÓGICO DEL SISTEMA VIAL ANDINO > EL QHAPAQ ÑAN EN LAS ESTRATEGIAS DE ARTICULACIÓN REGIONAL




Con tenido 6 DIRECCIÓN DESCONCENTRADA DE CULTURA DE CUSCO > Fredy Escobar Zamalloa ÁREA FUNCIONAL DE COMUNICACIÓN E IMAGEN INSTITUCIONAL > Ramiro Canal Beisaga COORDINACIÓN > Ana Palomino Sotomayor DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN > Felipe Augusto Merino Loayza FOTOGRAFÍAS > Archivo Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco Prohibida la reproducción total o parcial de los textos y/o imágenes de la presente publicación. Todos los derechos reservados para los autores y/o propietarios de las mismas REVISTA PATRIMONIO #21> Marzo 2020 Cusco - Perú La Revista Patrimonio es una publicación de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco Calle Maruri N° 340 - Palacio Inka del Kusikancha www.culturacusco.gob.pe Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2010-16190

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QHAPAQ ÑAN. CAMINO DE LA HERMANDAD ANDINA Octavio Fernández Carrasco PATRONES DE ASENTAMIENTO PREHISPÁNICO ASOCIADOS AL QHAPAQ ÑAN EN EL VALLE DE INKAWASI Aldo Darío Gonzales Báez

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LOS ANTECEDENTES DEL QHAPAQ ÑAN, CASO CEDROPATA-VILCABAMBA DURANTE EL HORIZONTE MEDIO Atilio Nicanor Quispecusi Montalvo

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INTEGRACIÓN DE ASENTAMIENTOS LOCALES A TRAVÉS DEL QHAPAQ ÑAN EN EL DISTRITO DE LARES-CALCA Carlos Castilla Callapiña

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RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL CAMINO DE WAMANMARKA A INKA CÁRCEL Silvestre Huamaní Lima

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ANÁLISIS ICONOGRÁFICO DE LA CERÁMICA DE SAUCIPATA, ASOCIADO AL QHAPAQ ÑAN Edwin Ttito Ttito

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QHAPAQ ÑAN Y APU PACHATUSAN: CAMBIOS Y CONTINUIDAD EN EL USO DEL CAMINO RITUAL Zonia Frecia Escalante Pancorbo

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LA IMPORTANCIA DE LOS PROCESOS PARTICIPATIVOS AL INTERIOR DEL QHAPAQ ÑAN, SISTEMA VIAL ANDINO Anthony Cáceres Olarte

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CHASKI WASI EN EL CAMINO DEL KUNTISUYU Luis Callañaupa Jaimes UN BREVE ANÁLISIS HISTÓRICO DEL QHAPAQ ÑAN AL KUNTISUYU EN EL CUSCO Yeni Olazábal Navarro

PLAN DE MANEJO DEL SISTEMA VIAL ANDINO QHAPAQ ÑAN PUENTE Q’ESWACHAKA Fernando Tupa Espinoza y María Luisa Gonzales Avendaño LA IMPLEMENTACIÓN DEL MUSEO VIRTUAL DEL TAWANTINSUYU EN LA RED DE LOS MUSEOS DEL QHAPAQ ÑAN Henry Toribio Quispe Quispe USO DEL APLICATIVO «KAMAYUQ» PARA DISPOSITIVO MÓVIL EN EL REGISTRO DE PELIGROS Y VULNERABILIDADES PARA LA CONSERVACIÓN DEL QHAPAQ ÑAN, SISTEMA VIAL ANDINO PATRIMONIO MUNDIAL Milton Juan Ochoa Zapata LOS OBSERVATORIOS CULTURALES COMO INSTRUMENTO DE GESTIÓN DEL PAISAJE ARQUEOLÓGICO DEL SISTEMA VIAL ANDINO Homar Gallegos Gutiérrez EL QHAPAQ ÑAN EN LAS ESTRATEGIAS DE ARTICULACIÓN REGIONAL Nazario Auccapuro Quispe


Pre sentación

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l fabuloso sistema vial andino Qhapaq Ñan, construido por nuestros antepasados para articular los territorios de costa, sierra y selva, es un testimonio de alto valor arquitectónico e histórico que permitió fortalecer la gran nación tawantinsuyana, uniendo pueblos de diversas culturas, pisos ecológicos diferentes, recursos naturales variados y un proyecto político ambicioso que, en su momento, unió territorios de los actuales países de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Durante varios años, el Ministerio de Cultura y la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, mediante equipos técnicos calificados, realizan profundas investigaciones multidisciplinarias para establecer los primeros antecedentes de esta red vial, determinar los patrones de asentamientos prehispánicos asociados al Qhapaq Ñan, la integración de dichos asentamientos, la continuidad y cambios de uso de estos caminos, el paisaje arqueológico, y otros aspectos, que, en conjunto, permiten ampliar los conocimientos de este patrimonio prehispánico. El Cusco, que fue el punto de partida y retorno de los caminos incas, alberga importantes vestigios de esta red vial, especialmente desde los tramos que, partiendo del majestuoso Hawkaypata, se dirigen hacia los cuatros suyos. Son relevantes los tramos hacia el Collasuyo en la provincia de Canchis, los caminos a Machupicchu, Vilcabamba y la red vial hacia el Contisuyo que se dirige por el actual distrito de Ccorca, provincia de Cusco. La investigación arqueológica ha permitido la restauración y puesta en valor de estos vestigios, los cuales, gracias al trabajo de calificados profesionales cusqueños, hoy han recuperado sus características originales, generando un reconocimiento de quienes habitan en su entorno y continúan utilizándolo en su vida cotidiana y en actividades comunales. Esta edición permite una primera apreciación del sistema vial andino Qhapaq Ñan, donde nuestros profesionales de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, nos muestran una mirada amplia de esta valiosa herencia cultural que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por Unesco, en consideración a su trascendencia e importancia. Está en ciernes una segunda parte, que llegará en un próximo número de esta revista, para que los amables lectores sigamos entendiendo la real magnitud de estas redes viales, que fueron parte fundamental de la civilización andina. Arq. Fredy Escobar Zamalloa DIRECTOR DIRECCIÓN DESCONCENTRADA DE CULTURA DE CUSCO


Octavio Fernández Carrasco

L

a compleja configuración geoecológica de los Andes, desde la presencia inicial del hombre en esta parte del continente, ha sido una limitante para el proceso de movilidad y posterior uso y manejo del espacio. Los procesos de adaptación del hombre andino tuvieron que ver mucho con el manejo territorial, tanto con ensayos e implementación de estrategias geopolíticas en las diferentes regiones y períodos, como con el acceso a recursos, espacios sagrados, entre otros. En el valle de Supe se establecieron grupos sociales con incipientes centros urbanos, conformados por edificaciones piramidales y plazas ceremoniales, articulados principalmente a los ingentes recursos costeros marítimos. La localización estratégica de Caral, con relación al área central costera, posibilitó su constitución como centro de convergencia y divergencia en medio de un sistema vial articulado con la sierra y la selva. Posteriormente, Chavín se erigió como otro centro religioso importante en la sierra, unido fluidamente a la costa y selva por medio de un sistema vial extenso. En Chavín, poblaciones de diferentes ámbitos peregrinaban para satisfacer necesidades espirituales, pero también para adoptar saberes y formas tecnológicas, vinculadas con la astronomía, el calendario agrícola y la previsión meteorológica en general. Antes de la irrupción occidental, en la mayoría de los centros religiosos, desde los más tempranos hasta los más tardíos en contexto autónomo, se desarrollaban interacciones económicas, tecnológicas y socioculturales, simultánea y complementariamente a las actividades religiosas y rituales. Estos sitios fueron espacios donde se intercambiaban recursos, productos, alimentos, servicios, saberes, conocimientos, etc. En gran medida, tal tradición aún está presente en los santuarios y peregrinaciones del país, especialmente en la región del Cusco conocidas como «ferias», entre las que se encuentran la del Señor de Huanca (San Salvador-Calca), Huambut’io (Maras), Pampak’uchu (Sicuani), Kaninkunka (Urcos), etc.

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CAMINO COSTERO O «CAMINO DE LOS LLANOS», «CAMINO DE GUANUCO» Y «CAMINO DEL CUZCO». POR DIEGO DAVILA BRICEÑO, 1586. REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA.

Pukara, Paracas, Tiwanaku y Nazca se convirtieron en centros de culto, pero también de conocimiento y tecnología. El poder se sustentaba principalmente en la centralización del conocimiento tecnológico astronómico y calendárico, cuya finalidad era la previsión meteorológica de la que dependía el éxito o fracaso de las campañas agrícolas, así como ciclos pastoriles y marítimos. Desde diferentes regiones, gentes, sacerdotes y señores confluían para peregrinar a estos centros, con la intención de desarrollar y formalizar una variada red vial y comercial. Los moche, wari y, posteriormente, chimú han desarrollado sistemas viales complejos de articulación interregional; principalmente, los wari.

VISTA DEL CERRO Y FORTALEZA FABRICADA POR LOS INKAS DEL PERÚ EN LA CIUDAD DEL CUSCO. ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, 1778.

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Durante la primera mitad del siglo XV, a partir del valle del Cusco, los cusqueños desarrollaron un proyecto político de integración panandino, macrorregional, con la prédica de una filosofía encarnada en el Sapa Inka, Waqchakhuyaq: «favorecedor de los pobres». El medio y mecanismo de esa exitosa integración fue indudablemente la compleja red vial, anteriormente reestructurada, reutilizada, innovada y construida por los inkas. La red vial Qhapaq Ñan estuvo complementada por componentes y elementos como: tambos, chaskiwasis, almacenes, puentes, apachetas, plataformas, descansos, miradores, barandas, túneles, graderías, sistemas de drenaje, etc. El control, administración, mantenimiento y funcionamiento del sistema vial inka, estuvo a cargo, principalmente, de especialistas y funcionarios cusqueños. La integración se desarrolló con la implementación de principios de dualidad, reciprocidad, redistribución, complementariedad y sistema decimal, entre los más relevantes; asimismo, estuvo acompañado de prerrogativas políticas, religiosas, económicas y hasta simbólicas.

[Ch. 6:3] la tercera Guaca se decía, Ñan que quiere decir camino, estaua en la plaça donde se tomaua el camino para chinchaysuyu: haciase en ella sacrificio uniuersal por los caminantes, y por que aquel camino estuuiese siempre entero, y no se derrumbase, y cayese.2 La salida del camino inka Qhapaq Ñan, troncal hacia el Antisuyu, es referida por primera vez –—aunque trocada— como «(...) un bohio questa aparte del cementerio [hoy capilla y calle el Triunfo] por linderos la calle de Collao e de la otra parte la Plaça e la posada del alcalde Beltrán de Castro».3

El Qhapaq Ñan tuvo su centro en el valle del Cusco, donde divergían y convergían varios caminos, fundamentalmente los cuatro principales o Qhapaq Ñan, los cuales comunicaban el Chinchaysuyu, Antisuyu, Qollasuyu y Kuntisuyu con la capital del Tawantinsuyu; es decir, la ciudad inka del Cusco tenía la forma de un Puma; por lo tanto, se le consideraba sacralizada y conferida de poder. La plaza Hauk’aypata —hoy plaza de Armas— era el ombligo o centro de la red vial inka y del Tawantinsuyu, donde confluían y salían a manera de «cruz»: «Destos caminos (...) Entre todos quatro se tienen por los más ynportantes, que son los que salían de la çidad del Cuzco, de la misma plaça della como cruzero a las provincias del reyno»1. Qorikancha, el templo del sol matriz del Tawantinsuyu, fue otro centro desde donde irradiaban más de 41 senderos o «líneas imaginarias», conocido como sistema Seq’e, articulando más de 350 wak’as o adoratorios en forma organizada y jerarquizada, en un radio de 20 kilómetros a la redonda del templo solar, en el valle cusqueño. Los seq’es y wak’as estuvieron administrados por las diferentes panakas y ayllus del Cusco. Este era un espacio sagrado de mayor jerarquía sobre otros. La plaza Hanan Hauk’aypata, donde se iniciaban los caminos de los cuatro suyus, fue instituida como wak’a o espacio sagrado, motivo por el cual los viajeros realizan sus rituales y ofrendas para solicitar viajes venturosos y la conservación de los caminos:

EL SISTEMA VIAL EN EL CENTRO DEL IMPERIO INKA. OCTAVIO FERNÁNDEZ CARRASCO, 2001.

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Pedro de Cieza de León, Crónica del Perú. Segunda Parte, 1553/1986: 42. Lima. Confirmando así a Miguel de Estete 1535, Damián de la Bandera 1557, Santillán 1563 etc. Polo de Ondegardo, 1559, en John H. Rowe, «Una relación de los adoratorios del antiguo Cuzco», En Histórica, Vol. V, Núm. 2, diciembre de 1981: 227. Lima. En: Libro Primero de Cabildos de la Ciudad del Cuzco, trascrita por Raúl Rivera Serna,1534-5/1965:469. Lima.

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Los caminos, además de ser una infraestructura de comunicación y transporte, tuvieron también otros roles y funciones como: parámetros jerarquizantes de la organización espacial, social, política y religiosa del Cusco y otros ámbitos del Tawantinsuyu. Los cuatro caminos, que salen de la plaza del Cusco, dividían la ciudad en dos sectores concordantes con los principios de dualidad andina: Hanan Qosqo y Hurin Qosqo; a su vez, los otros dos caminos delimitaban cada sector en subsectores: lloq’e y paña. Según esta organización espacial, las panakas, ayllus reales y de privilegio del valle en la región, palacios, templos, adoratorios, infraestructura de producción, almacenes, entre otros estuvieron distribuidos por importancia y jerarquía. La cita temprana siguiente, a pesar de su visión occidental, grafica a Cusco como centro de un sistema social planificado y jerarquizado; territorio integrado por una estructura política centralizada y una economía convergente —evidentemente redistributiva—, donde el rol y función del Qhapaq Ñan fue crucial: Esta ciudad del Cuzco era la cabecera de todos aquellos reinos donde ordinariamente residían los príncipes; venían a dar en ella y a juntarse en cruz cuatro caminos, de cuatro reinos o provincias, bien grandes, que a ellos eran sujetos, que eran Chinchasuyo, Collasuyo, Antisuyo y Condesuyo; éstos llevaban allí los tributos a los príncipes y allí estaba la silla imperial (…) el camino (…) es uno de los mayores edificios que se han visto en el mundo.4 La misma fuente precisa que todo lo estructurado, integrado territorial y políticamente, en el Tawantinsuyu, se logró en menos de un siglo: Es de saber que esta tierra, a la cuenta de los más ancianos, no había noventa años que era sujeta a príncipe; y daban por memoria y nombraban todos los príncipes que había habido; y aunque no tienen escrituras, por ciertas cuerdas y nudos recuerdan a la memoria las cosas pasadas aunque lo más principal de acordarse es por los cantares que tienen, (…) que si faltase la escritura, por aquellos cantares tendríamos memoria de los pasados que hicieron hazañas señaladas.5

«MAPA MUNDI» DEL TAWANTINSUYU, CUSCO ES EL CENTRO DE TAL UNIVERSO. FELIPE GUAMÁN POMA DE AYALA, 1615.

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Miguel de Estete, Noticia del Perú, 1535-1938: 243-244. París. Miguel de Estete, Noticia del Perú, 1535-1938: 242. París.

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Esta extensa red vial jerarquizada y con más de 60,000 kilómetros, para articular dinámicamente un territorio diverso de casi 3 millones de kilómetros cuadrados —más de 36 grados se superficie territorial y más de 5,000 kilómetros de longitud de camino entre Pasto y Maule— posibilitó una integración social, económica, política y cultural eficiente. A mediados del siglo XVI, algunos clérigos cristianos llegaron a contabilizar más de 700 lenguas que, evidentemente, correspondían a igual número de etnias y naciones andinas. Hubo caminos especializados: administrativos, políticos, económicos, religiosos y simbólicos. Por esta red vial circularon productos y artículos de lo más variado; hombres, animales, dioses, sentimientos, valores, anhelos, saberes, proyectos, visiones, etc. Este extenso, heterogéneo y complicado territorio, a la vez, maravilloso y fascinante escenario andino, fue articulado y vertebrado, tanto longitudinal como transversalmente con sus diferentes etnias, naciones, grupos socioculturales y diversos ecosistemas, por primera vez, en una escala territorial extensa como el Tawantinsuyu o el «Mundo de las cuatro regiones». La complejidad del Sistema Vial Inka refleja los logros, el nivel de desarrollo sociocultural y tecnológico, los conocimientos y la estrategia geopolítica del Estado inka, puesto que el Qhapaq Ñan, no solo fue una infraestructura de comunicación, sino que encarnó muchos aspectos, una cosmovisión totalizante con la intención de expresar la interacción de los tejidos social, cultural y medioambiental.

PLANO DE LA CIUDAD DEL CUSCO, DURANTE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII. REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA

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Los caminos Qhapaq Ñan, «camino del gran señor» o «camino del Inka», según fuentes independientes tempranas, adoptó el nombre de los emperadores que promovieron su construcción: «El camino real al Chinchaysuyo se conoce como camino de “Guaynacaba”».6 Cieza de León confirma a Fernández de Oviedo: (…) yo he visto junto a Vilcas tres o cuatro caminos; y aún una vez me perdí por el uno, creyendo que iba por el que agora se usa; y a éstos llaman, al uno camino del Inca Yupanqui [Pachakuti] y al otro de Tupac Inca; y el que agora se usa y se usará para siempre es el que mandó hacer Huaina Capac, que llegó acerca del río de Angasmayo al Norte y al Sur mucho delante de lo que agora llamamos Chile; caminos tan largos, que había de una parte a otra más de mil y doscientas leguas.7 Por su parte, Damián de la Bandera ratifica a los anteriores: El camino real que llaman de Guainacaba, que es partiendo de Quito por la sierra para ir al Cuzco y Charcas, divide las poblaciones desta provincia, el cual entra por medio de la plaza desta ciudad.8

En todo el Tawantinsuyu, como política de los cusqueños, en correlación con el principio de reciprocidad entre Estado Inca y la sociedad civil, el vínculo de los caminos y las plazas que fueron nombradas Hauk’aypata en todo este territorio fue crucial. Cuando irrumpen los europeos, se impresionan por la infraestructura y funcionamiento del sistema vial inka. Los primeros cronistas y posteriores dejaron percepciones variadas sobre la extraordinaria infraestructura, su organización eficiente y dinámica del camino Inka; la seguridad y rapidez del flujo de hombres, bienes y dioses, además dan cuenta sobre la monumentalidad y calidad de los mismos; la valoran, aunque con visiones eurocentristas comparándolas con los caminos romanos y otros de Europa, como la carta dirigida al monarca español Carlos V, el 10 de octubre de 1533: Los yndios de las prouincias del peru es gente muy diestra en hacer e abrir caminos e calzadas e fortalezas y otros edificios de piedra e tapicería e de sacar agua e acequia tanto que visto que los edificios dizen que nos hacen mucha ventaja a nosotros mucho convenia al servicio de vuestra magestad y al bien de esta tierra (…)9

LOCALIZACIÓN DE LOS SUYUS DEL IMPERIO INKA. MAPA DE SUDAMÉRICA 1775. REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. 6 7 8

Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia General y Natural de las Indias. [1535-1555] 1959. Biblioteca de Autores Españoles N° 121, Tomo V. P. 44. Madrid. Pedro de Cieza de León El Señorío de los Incas. Instituto de Estudios Peruanos. Lima, 1967 [1553]. Capítulo XV. P. 48. De la Bandera, Damián. «Relación general de la disposición y calidad de la provincia de Guamanga, llamada San Joan de la Frontera, y de la vivienda y costumbres de los naturales della. Año de 1557». En: Relaciones Geográficas de Indias. Perú. Tomo I, (tomo 183), Biblioteca de Autores Españoles, 1965, p. 177. Madrid. Carta al Rey Carlos V desde Panamá, por el Licenciado Espinoza, 10 de octubre de 1533. En: Cartas del Perú (1524 – 1543). Publicado por Raúl Porras Barrenechea, 1959, p. 72. Lima.

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La invasión, no solo significó la desestructuración social, económica y cultural en esta parte del continente, sino también la desconfiguración territorial y del paisaje cultural andino, es decir, su cosmovisión. La imposición de lógicas y racionalidades occidentales ajenas impactó negativamente no solo en la articulación e integración social y económica, sino y, fundamentalmente, en las mentalidades, en lo ideológico y religioso. Precisamente, las políticas de «reducción» y de «extirpación de idolatrías», promovidas e implementadas por el Estado colonial, consolidaron esta visión y praxis. Por lo tanto, la desestructuración del sistema social y político inka, devino en el deterioro, destrucción y abandono de gran parte del sistema vial. El objetivo inicial de los europeos fue obtener de cualquier forma los metales preciosos a través de la explotación inhumana y esclavitud, incluso utilizaron el genocidio para lograr su cometido. De igual forma, no les interesó conservar los sistemas viales, productivos y otros que eran importantes para el funcionamiento del sistema social andino. Por los caminos Inka empezaron a circular animales ajenos, bienes, servicios, mercancías dentro de la lógica y racionalidad de un sistema capitalista emergente. Asimismo, fluyeron miseria, humillaciones, maltratos, desesperanza; como también, en un rincón de los Andes como la región de Vilcabamba, la esperanza de restituir el Imperio cusqueño, por la «Ruta de Manko Inka», liderado por el joven Manko junto a sus hijos, resistiendo a los occidentales por casi cuatro décadas. Durante la colonia se modificaron los sistemas de manejo y administración de los caminos, puentes y tambos para el servicio, circulación de mercancías y viajeros insertos en un sistema económico, social y cultural no andino o diferente, que respondía a otras visiones y lógicas; sin embargo, los administradores coloniales se dieron cuenta que para evitar el caos en la gestión de los caminos y la circulación anárquica de los ibéricos, en la primera década de su permanencia en los Andes, consideraron crucial restituir el sistema de gestión vial Inka: Otro si Por quanto Guaynacaba Señor que fue de estos Reynos y los otros que fueron tenian repartido, y ordenado toda la tierra Pueblos, Aldeas y lugares de los Indios naturales que havian de servir en los dichos Caminos en cada uno de los Tambos y porque ahora no se podria ordenar en otra manera mejor de como los dichos señores lo tenian proveido y ordenado y porque assi conviene que se haga al presente porque de otra manera no podrian estar los dichos Tambos hechos poblados y proveidos como de suso ba ordenado y proveido mando que lo suso dicho que en tiempo de los otros Señores se guardaba se guarde y cumpla de aqui adelante (…)10 Al descubrirse las minas de plata en Potosí, el eje Chinchaysuyu y, sobre todo, Qollasuyu adquirió mayor importancia para el tráfico de metales y mercancías asociada a la explotación minera, lugar por donde circulaban la plata, coca, alimentos y servicios. Esto significó un proceso de flujo intenso de recuas, mulas y otros animales mayores occidentales, como andinos, para el transporte de los mismos, lo que deterioró los caminos Inka. Es así que Potosí concentró una población explosiva en torno a dicha mina y fue el mayor centro cosmopolita del «Nuevo Mundo» en la segunda mitad del siglo XVI. Durante la colonia se implementaron frágiles e ineficientes sistemas de control y mantenimiento del sistema vial existente. El aporte occidental en la colonia y república fue exiguo al Sistema Vial Andino, ya que se construyeron algunos puentes de arco de medio punto, de cal y canto sobre los ríos Watanay, Vilcanota, Apurímac, Pachachaka y otros. Posteriormente, se instalaron garitas de control en lugares estratégicos en torno a las ciudades principales como el Cusco.

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Baca de Castro, Cristóbal, «Ordenanzas de tambos distancias de unos a otros, modo de cargar los indios y obligaciones de las justicias respectivas hechas en la ciudad del Cuzco en 31 de mayo de 1543». Revista Histórica 3 (4) pp. 427-492. Lima. (QÑ 2018: P. 85-86 [fol. 21 r / 62 r]).

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PLANO DE LA ARMADURA PARA EL PUENTE DE APURIMAQ. ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, 1619

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No obstante, la mayoría de los caminos y sus componentes, como los sistemas de tambos, control de puentes y chaskis, se utilizaron soslayando su mantenimiento. Esto modificó y mercantilizó los servicios y tráfico de los caminos administrados por los cabildos y posteriormente por particulares. Asimismo, los caminos de la región sur fueron los medios por los cuales se organizaron y circularon corrientes y luchas emancipadoras e independistas. La república retomó gran parte de lo implementado por la Colonia sin cambios significativos; continuaron otra forma de explotación y marginación criolla que aún se mantiene. Los caminos van dando paso a la implementación de nuevas vías de comunicación, que en la mayoría de los casos se construyeron superponiéndose a las antiguas, lo que significó poner en riesgo su permanencia y la posibilidad de transmitir a las generaciones venideras que legítimamente tienen el derecho de apreciarla, disfrutarla y valorarla. Se continuó usando los caminos, algunos sistemas como el de

CAMINO DEL QOLLASUYU Y EL «FUERTE DE SICUANY» O CARLOS III, ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, 1781

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los tambos, puentes; el tráfico del camino se fue modificando, los chaskis fueron desapareciendo a 1814, —desde la colonia— esta función estratégica estuvo concentrada en los cañaris o «chasqueros». Con la introducción de los trenes a vapor entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, algunos caminos fueron destruidos y otros se superpusieron por tramos, como el caso de los caminos de Cusco-Machupicchu-Santa Ana (Quillabamba) y Cusco-Sicuani-Puno. De igual forma, con la aparición de los vehículos motorizados, hasta finales del siglo XX, los caminos corrieron la misma suerte. El fenómeno urbano, la construcción de infraestructura de servicios por gobiernos locales y central, además de empresas privadas, impactan negativamente los caminos Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, en el ámbito de lo que fue el Tawantinsuyu. Es importante señalar que, en tiempo de los Inkas hubo una política de Estado real en cuanto a la infraestructura vial de comunicación e integración; en consecuencia, lo que hoy se registra en la región del Cusco es 13,000 kilómetros de caminos que corresponden al 55 % de territorio cusqueño. Es probable, que una vez concluida su identificación y registro en toda la región, se aproxime a los 23,000 kilómetros de caminos, que hoy, es la cantidad de kilómetros de carreteras nacionales construidos en todo el país. Hoy, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú nos hallamos en un camino fructífero de hermandad, restituyendo el principio de reciprocidad mediante el cual se desarrolló el «Mundo Andino», asumimos retos y desafíos en un escenario actual de cambios y transformaciones rápidas en un contexto continental y mundial diferente. Es así que iniciamos la integración como hace más de cinco siglos, sobre la plataforma del Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, cuyo primer paso fue lograr el reconocimiento e inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial por la UNESCO, el 21 y 25 de junio de 2014, en la categoría de Itinerario Cultural, transfronterizo y seriado, por sus atributos, condiciones de autenticidad e integridad, que constituyen los Valores Universales Excepcionales; cuyo artífice fue el hombre andino. Es en ese contexto y de cara al Bicentenario que se aspira implementar y lanzar, primero, el Museo Virtual del Tawantinsuyu y, posteriormente, el edificio físico, que es un anhelo de casi un siglo, con sede en el Cusco, el cual será el mayor exponente de los logros y conquistas de la sociedad andina. En ese sentido, plantea también ser un centro de reflexión sobre nuestro pasado, presente y futuro, como corresponde a la antigua ciudad capital del Mundo Tawantinsuyano, Capital Arqueológica de Sudamérica y hoy Capital Histórica del Perú.

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Aldo Darío Gonzales Báez

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ste artículo expone los trabajos de prospecciones arqueológicas realizadas, durante el año 2018 en el tramo: Inkawasi-Pacopata-Lagosmachay-Chamanayoq, del cual fui partícipe, ubicado al noroeste de la región Cusco. Son expuestos los datos arqueológicos que nos indicarían la ocupación prehispánica en la zona de estudio, tras revisar la información correspondiente al Período Intermedio Tardío, se evalúa el carácter de la ocupación incaica en la zona a partir del análisis de los cambios en el patrón de asentamiento y de la presencia de estructuras de probable factura Inca

,tomando en cuenta las terrazas de cultivo, los restos de caminos y un elemento arquitectónico asociado al Qhapaq Ñan de probable función ceremonial orientado hacia la montaña de Choquezafra, a pesar de la escasa evidencia de material cultural en superficie se propone la integración de la zona de estudio a los centros administrativos y religiosos más importantes de Vilcabamba, Choquequirao y Vitkus como un núcleo de producción e intercambio de bienes entre las regiones de Apurímac y Cusco.

Los patrones de asentamiento nos procuran una mirada más extensa de cómo los sitios pudieron interactuar entre sí, y nos da la posibilidad que, a través de las similitudes y diferencias contrastadas mediante la investigación arqueológica, nos den una visión sincrónica/diacrónica de los procesos de ocupación humana (cultural), del espacio geográfico estudiado (Gonzales y Gonzales 2012). Pero los patrones de asentamiento no solo se encargan de estudiar la ubicación de los sitios y las relaciones entre ellos, también trata de explicar por qué los asentamientos están ubicados en el lugar, es decir, trata de explicar el proceso cultural, biológico, estratégico, etc. que influyó en la elección del lugar de emplazamiento del asentamiento, denominándolos factores causales (Anderlean 2004).Se determina así mismo que el ámbito de estudio se encuentra en el límite de las regiones Apurímac, Ayacucho y Cusco, los datos cronísticos nos indican el rol importante que jugo la zona de estudio y la cuenca media del valle de Inkawasi en la época prehispánica tardía y en los inicios de la colonia con la resistencia de los últimos incas de Vilca bamba ofreciéndonos una zona muy poco estudiada a pesar de su relativa cercanía a Choquekiraw. La geomorfología de la zona de estudio es variada, las vertientes se caracterizan por su relieve accidentado correspondiendo a quebradas laterales, donde fluyen los afluentes del río Apurímac, formando espolones de morfología variada.

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La zona de estudio corresponde al relieve extremo occidental de la cordillera de Vilcabamba. Se inscribe entre el valle del Apurímac al Sur y al Oeste, y el valle del Mapillo al Norte que nace del nevado Panta, perteneciente al distrito de Inkawasi, provincia de La Convención, región Cusco. El área de interés de nuestra investigación corresponde a la cuenca media del valle de Inkawasi, entre las Jurisdicciones de las comunidades de Inkawasi, Occoro y San Fernando.

Los trabajos de investigación referidos al tema Patrones de asentamiento asociado a la vialidad andina en el área de cusco no son muy abundantes y más aún en la zona de Vilcabamba e Inkawasi. Kendall por su parte hace un inventario de varias formas de arquitectura inca, basados en los trabajos que realizo con el Cusichaca Trust, que abarcó inclusive la cuenca de Amaybamba, con las exploraciones realizadas por David Drew en 1984. Kendall también realizó un estudio de patrones de asentamientos, pero para la parte que comprendía desde la zona de Ollantaytambo hasta Machu Picchu, donde hace una caracterización de las ocupaciones de los periodos pre-inca e incas en esta sección del valle del Vilcanota, haciendo hincapié en la utilización de los suelos en dichas épocas (Kendall 1994: 20-32).

Para el presente análisis sobre patrones de asentamiento asociado a la vialidad Inca se tomó en cuenta los sitios de Cheqchepata, Muyu Orqo, Chaqmapata, Kungunchayoq, Mandor, Qochapata, Lagos Hatus, y un Ushnu, que presentan características en cuanto a su distribución espacial y morfológica que los diferencian unos de otros y nos ayudaran a poder establecer los diferentes patrones de asentamiento que se dieron en diferentes periodos de ocupación.

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Las características arquitectónicas generales del elemento arquitectónico integrado al Qhapaq Ñan, es la presencia de una estructura cuadrangular superpuesta sobre otra de menor dimensión, tiene una orientación oeste con respecto al camino, al estar conformado por plataformas superpuestas probablemente se trataría de un Ushnu. Lo que hace suponer la posible función ceremonial que habría cumplido el lugar, de mampostería rustica, presenta dimensiones de 15.00 m de ancho, longitud de 19.00 m, altura 1.50 m en el muro de lado norte y una altura promedio en el lado Sur de 0.80 m., un ancho de cabecera de muro de 0.70 m, una altura de 0.90 m por 1.05 m de ancho en la plataforma de sostenimiento o plataforma inferior. Asociado a esta estructura principal se registró, escalinatas, plataformas y una estructura cuadrangular, los paramentos son de mampostería rustica y pircado simple. SITIO ARQUEOLÓGICO DE MANDOR

Estructura cuadrangular(Ushnu), integrada al Qhapaq Ñan

conformado por 91 recintos de planta circular, ubicadas sobre la cresta del cerro del mismo nombre, las dimensiones que comparten dichos recintos poseen diámetros que varían de 4.00 a 8.00 m., todas con un ancho de muro promedio de 0.70 m., una altura máxima de muro de 1.20 m., y la mínima de 0.50 m., poseen vano de acceso que tiene un ancho de 0.90m,las orientaciones que presentan estos son variadas, la técnica constructiva es mampostería de aparejo simple unida con mortero de tierra, el material lítico que lo conforma es roca sedimentaria. Es importante hacer mención que este sitio posee la particularidad de presentar sus estructuras agrupadas de dos y tres recintos alineados a lo largo de la cresta. SITIO ARQUEOLÓGICO DE LAGOS HATUS Recintos circulares emplazadas en cresta sitio arqueologico de Mandor

Recinto circular(qolca) emplazada en cresta sitio arqueológico de Qochapata.

Corresponde a un conjunto de 05 estructuras ; las características que presentan dichos recintos son las siguientes, forma de plantas rectangulares con dimensiones que varían de 8.00 m., hasta 11.10 m de longitud, y sus anchos varían de 5.00 m., a 5.30 metros , ancho de cabecera es 0.80 m promedio, la altura máxima que presentan los paramentos es 1.10 m., y una mínima de 0.,50 m., algunos presentan vano de acceso q tiene medidas de 0.80 a 1.40 m, y están orientadas al Sureste , en los demás recintos el acceso no se puede determinar ya que se encuentran colapsadas y cubiertas por vegetación arbórea y arbustiva, la técnica constructiva es paramento de aparejo rustico unido con mortero de barro, los materiales con que fueron edificados estos recintos son la piedra tipo arenisca con algunos elementos sueltos de riolita. DE INKAWASI A LAGOSMACHAY

Emplazamiento de camino en tipología con escalinatas – sector Incañan

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El Qhapaq Ñan que inicia en el sector poblado de Inkawasi próximo a la capilla del mismo nombre que probablemente tiene bases de muro Inca, se emplaza en forma ascendente en tipología plataforma corte talud y despejado sendero, hasta llegar al Ushnu de Platerillayoq, donde se evidencia camino más elaborado con escalinatas. En el trayecto articula los sitios arqueológicos de Cheqchepata, Muyu Orqo, Kungunchayoq, Mandor, Qochapata, y Lagos Hatus, que se encuentran asociados directa e indirectamente al trazo del camino, las tipologías que más preponderan son plataforma corte talud con y sin muros de sostenimiento, escalinatas, tallado en roca, y despejado/sendero, con un ancho que oscila entre 1.00m a 2.00 m.

• El patrón de asentamiento para el periodo intermedio tardío en la cuenca media del valle de Inkawasi, está definido por

Emplazamiento de camino en tipología plataforma corte talud-sector Occoro

Emplazamiento de camino en tipología con escalinatas-sector Incañan

estructuras de forma circular, ubicadas en la colinas y cimas de los cerros por encima de los 3,000 m.s.n.m, aprovecharon la configuración topográfica, adecuando las estructuras a la morfología del terreno, buscando espacios llanos u ondulados, y de esa manera limitar la construcción de muros de retención y plataformas.

Para el horizonte tardío, el patrón de asentamiento en nuestra zona de estudio se caracteriza por la combinación de estilos locales e incas como en el sitio de Muyu Orqo, que presenta una estructura rectangular central asociada a recintos circulares, mientras que para los sitios incas rompen el esquema de ubicación en cuanto a los indicadores de altitud, ya que se sitúan por encima de los 3,200 m.s.n.m, es el caso de los sitios arqueológicos de Lagos Hatus, Qochapata y el Ushnu de Platerillayoq. Sus recintos son de morfología rectangular para el caso de Lagos Hatus y Platerirayoq. Los recintos de Qochapata tienen un aparejo más elaborado y probablemente se trataría de Qolcas ya que asociado a estas se encuentran andenes en la parte baja del sitio.

• En lo concerniente a la asociación con la vialidad en el tramo Inkawasi-Pacopata-Lagosmachay-Chamanayoq, este cumplió un rol articulador ya que interconecto los diferentes sitios y espacios geográficos, para cada periodo de Tiempo.

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Atilio Nicanor Quispecusi Montalvo

Los antecedentes del Qhapaq Ñan, caso Cedropata-Vilcabamba, durante el horizonte medio

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a presente investigación, que comprende el espacio geográfico del sector Salinas (Pichiupata) comunidad y distrito de Vilcabamba, La Convención, Cusco, es el resultado del Proyecto de Investigación Arqueológica con excavaciones del Sistema Vial Andino Sub Tramo: VitkusInkatambo-Capillayoq-Cedrochaca y sitios arqueológicos asociados, temporada 2018. Estos trabajos se realizaron mediante las prospecciones y excavaciones de campo para complementar el registro del camino y sitios asociados, con el propósito de analizar, interpretar y explicar, a partir del análisis territorial, el emplazamiento del camino, sus características constructivas, morfológicas, cronología y función. El escenario presenta cantidad de yacimientos arqueológicos, que corresponden a diversos períodos y fases de ocupación, desde los hallazgos de la presencia Wari en Espíritu Pampa (Fonseca, 2010) hasta los sitios inkas hallados en la zona. En tal sentido, Cedropata no es ajeno, ya que muestra evidencias culturales como el área sagrada Templo en forma de letra «D», que por los patrones arquitectónicos corresponde al Horizonte Medio (Wari) de acuerdo con el análisis y la comparación en relación con Espíritu Pampa y la capital de Wari, en Ayacucho.

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Referencias Los trabajos desarrollados en el ámbito del distrito de Vilcabamba han develado la presencia del Horizonte Medio con el descubrimiento del Señor de Wari (Fonseca, 2010); así como las investigaciones de Robert Von y Octavio Fernández (2009), las cuales indican la identificación y registro de este sitio en la cuenca del río Urumbay. En el año 2016, el Proyecto Qhapaq Ñan complementó la información con los trabajos de prospección arqueológica en la zona. El escenario geográfico pudo albergar diferentes etnias que habrían ocupado los pisos ecológicos, en vista que estas son mencionadas por Juan de Matienzo (1567) y fray Martín de Murua (1590), cronistas que, al narrar episodios relacionados a la expansión, manifestaron que Topa Inka Yupanqui y Tupa Yupanqui, tras dominar los poblados de Viticos y Vilcabamba, llegaron hasta Pilcozuni, como diera a entender Bernabé Cobo (1653).

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En consecuencia, podemos suponer que entre los demás señores de la tierra sometidos al Inka debieron estar los poblados nativos, asociados a los Viticos y Vilcabamba, tal como lo diera a conocer Juan de Matienzo (1567), quien tomando las afirmaciones del Titu Cusi Yupanqui manifestaba sobre este territorio: Es mucha tierra y mucha gente la que posee, como son la provincia de Viticos, y la provincia de Manari, y la provincia de Sicuane, y la de Chacumanchay, y la provincia de Nigrias, y la provincia de Opatari, y la provincia de Paucarmayo; estas están en la cordillera que va a dar a la mar del norte y hacia los chunchos; así mismo la provincia de Pilcozuni, que es hacia la parte de Ruparupa, y la provincia de Chiranaua y la provincia de Chiponaua, todas estas provincias obedecen al Inga y le dan tributo (Matienzo, Juan de, 1967[1567], p. 209).


Descripción del sitio Está conformado por dos sectores, emplazado en ladera del cerro Pichiupata. El primer sector está constituido por cinco recintos de planta cuadrangular con espacios internos ovalados, seis semicirculares y un recinto en forma «D»; la distribución de los recintos abarca hasta la ladera del cerro. El segundo sector, denominado Cedropata, está constituido por más de cien recintos de planta semicircular que varían sus medidas entre 3.50 y 6.00 m de diámetro, el ancho del muro es de 0.60 m a 0.80 m, la altura máxima del muro es de 0.35 m y la mínima de 0.20 m. Asimismo, la técnica constructiva corresponde a aterrazamiento, con las lajas de pizarra adicionadas de manera vertical en ambos lados, cuyo núcleo tiene un relleno de piedras pequeñas y mortero; los accesos no están bien definidos. El área sagrada, constituida por el recinto en forma de «D», está conformado por tres muros laterales, uno recto y dos cóncavos; el lado recto mide 14.40 m con ancho de muro de 0.95 m, los muros cóncavos miden 14.70 m de largo con ancho de muro 0.95 m, la altura máxima del muro es de 2.40 m y la mínima es de 1.60 m. El tipo de aparejo que presenta este recinto es rústico, el material empleado para su construcción son elementos líticos de tipo granito, arenisca y pizarra, unidos con argamasa de barro. También se evidencia el vano de acceso con orientación noroeste de 1.40 m de ancho y se puede observar 16 hornacinas ubicadas equidistante en los cuatro lados, además de la plaza delimitada por muros de 19 m de largo por 18 m de ancho.

Recintorecinto en D

Vista de la estructura en D y plaza central

Excavaciones arqueológicas

Las unidades de excavación se plantearon en los recintos cuadrangulares, semicirculares, plaza principal y en el recinto «D».

Plaza central

Se emplaza geomorfológicamente en un espacio plano reducido, cuyas dimensiones son de 10 m de largo a 8 m de ancho. En la superficie se ha observado un espacio abierto delimitado por una estructura de planta rectangular que tiene las dimensiones de 19 m de largo por 18 m de ancho. Presenta arquitectura de aparejo rústico con líticos, cuya cara vista está dispuesta hacia el paramento; el material constructivo utilizado está compuesto por roca arenisca y esquistos, unidas con mortero de arcilla. Continuando con la capa I, corresponde a suelo de coloración negruzco, textura limo humosa, consistencia semicompacta con incrustación de raíces. Así también, se registraron fragmentos de cerámica utilitaria y líticos, que estaban distribuidos indistintamente con una potencia de 0.20 m.

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Vista del plaza central y el drenaje

La capa II presenta coloración amarillenta, una textura gravosa y consistencia compacta, lo cual forma parte del tratamiento del piso con ligera inclinación de este a oeste. En la interface de la capa se evidenció fragmentos de cerámica utilitaria que corresponden a objetos de olla, cantaros, platos y vasos. Adherido al muro este, que corresponde al muro oeste (recto) del recinto en forma de «D», se evidenció una banqueta de 0.25 m de altura y 0.90 m de ancho, construido con líticos planos y pequeños unidos con mortero de arcilla, que se proyecta paralelo al muro mencionado. Asimismo, adherido al muro norte se evidenció un empedrado con líticos mediano y pequeño como especie de banqueta con un ancho de 0.90 m y una altura de 0.10 m en cuya superficie se observa evidencias de enlucido. Finalizando, en la capa III se hizo una lectura de estrato en los hoyos evidenciados, los cuales presentan suelo de color amarillento con textura gravosa y consistencia semicompacta. Cerca al vano de acceso, pegado a la banqueta, se evidenciaron tres improntas de hoyos de 0.30 m, en promedio, con una profundidad promedio de 0.60 m. En los hoyos mencionados se halló cerámica de color negro que corresponde al borde de un cuenco. Otro hoyo que se registró es a 4.00 m del vértice SW, lo cual tiene relación con la inclinación que presenta la plaza.

Área sagrada–recinto en «D» Esta área se emplaza sobre una planicie; las dimensiones de la unidad de excavación son 10 m de largo por 8 m de ancho. En la superficie se halla la silueta de la estructura en «D», por el lado del vértice NW se evidencia una de las esquinas de la estructura (cabecera de muro). La capa I corresponde a suelo marrón oscuro, textura media y de consistencia suelta, presenta piedras diseminadas, producto del colapso de la estructura; además, se observa fragmentos de cerámica dispersos sin ningún tipo de asociación, cuya potencia promedio es de 0.30 m. La capa II presenta suelo de coloración amarillenta, de textura arcillo limosa de consistencia semicompacta (la misma que formaría parte del enlucido y argamasa). En esta capa se observa fragmentaria de cerámica dispersa indistintamente a los lados de la unidad, sin asociación; asimismo, se puede observar partículas de carbón adheridos al suelo. Al finalizar la capa II, ya se puede definir la estructura del recinto en «D», además de las hornacinas por los tres lados de la unidad de los perfiles N-W a N-E, N-W a SW y S-W-S-E, por el lado del perfil N-E a S-E. La potencia promedio para esta capa es de 0.70 m. Mientras la capa III forma parte del piso de ocupación, se observa intensa actividad de quema, la cual está asociada a partículas de carbón y restos de enlucido. A nivel del piso se observa tratamiento

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con diatomita tipo loza en mal estado de conservación, a consecuencia de la intrusión de raíces y el colapso del paramento; asimismo, se observa pequeños fragmentos de cerámica negra delgada sin decoración con adherencia de carbón. Por los bordes de la parte interna de los paramentos se puede ver improntas de pequeños hoyos con un diámetro de 0.18 m, distribuidas a unos 1.50 m uno del otro. Los mencionados hoyos habrían cumplido la función de sostener los rollizos del techo. Por la parte media de la unidad se puede observar dos piedras casi alineadas, con ausencia de piso de diatomita la cual se trataría de alguna estructura; por el lado del paramento este, a una altura de 0.50 m con respecto al piso, se observa restos del enlucido con un espesor de 0.05 m, siendo la potencia promedio 0.08 m. En la capa IV se evidenció la cabecera de una estructura circular donde se procedió con el decapado y se registró cuatro niveles que corresponden a tres eventos de quema en distintos momentos durante el tiempo que funcionó como depósito, a una profundidad de 0.30 m. Asimismo, en el muro oeste, cerca del vano de acceso del recinto, se determinó la base del muro que se ubica a -0.60 m con respecto al piso de ocupación.


Análisis y discusión La arquitectura de la estructura en «D» se caracteriza por presentar una construcción típica del Horizonte Medio (Ochatoma, Cabrera y Mancilla, 2015, p. 87). Las excavaciones arqueológicas realizadas en el sitio de Cedropata se encuentran a 30 kilómetros de distancia de Espíritu Pampa donde se muestra un recinto en «D» (Fonseca, 2017). Este lugar tiene características similares a las unidades arquitectónicas en forma «D», descubierta en la capital Wari. En ese sentido, los elementos arquitectónicos, como el muro perimétrico, banqueta, piso tratado y un drenaje en la parte media del espacio abierto, corresponden a una plaza relacionada con el recinto en «D». La distribución de las hornacinas, tratamiento de piso (con diatomita), las actividades de quema que se observa en el piso de ocupación, la estructura circular ubicada en la parte media (que fue el depósito de la fragmentaría de cerámica negra (estilo local) sin decoración con indicios de quema), así como el análisis del material cultural en laboratorio, determinó que las muestras de cerámica son de estilo local. Así también, el material orgánico como Polylepis incana Kunt «Queuña» y Buddleja incana Quiswar —por lo mencionado anteriormente— se demostraría que la estructura habría cumplido la función de recinto ceremonial (templo) de gran importancia en el sector, hasta el momento del abandono en el colapso de la sociedad Wari. Finalmente, los antecedentes del Qhapaq Ñan en Vilcabamba se han podido dar desde el Horizonte Medio, lo que integra a Espíritu Pampa (Wari) y Cedropata, continuando con la reutilización de los grupos locales o poswari (Intermedio Tardío) hasta la implantación sólida en el Horizonte Tardío (Inka) que conecta sitios administrativos como Choquequirao, Machupicchu, etc.

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Bibliografía Cobo, B. (1964[1653]). Historia del Nuevo Mundo. Madrid: Biblioteca Autores Españoles. Gutiérrez, V. (2011). Espíritu Pampa Una Nueva Historia. Los Señores Vilca: Tras las Huellas de los Wari en el Antisuyu. Dirección de Investigación y Catastro. Cusco. Recuperado de: www.drc-cusco.gob.pe Fonseca Santa Cruz, J. (2017) Informe Final del Proyecto de investigación arqueológica con excavaciones de Espíritu Pampa en los sectores Wari, plataforma y Hatun Wasi. Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco. Matienzo, J. (1967/1567) Gobierno del Perú. Tomo 11. París-Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos. Ochatoma, J.; Cabrera, M. y Mancilla, C. (2015) El Área Sagrada de Wari. Investigaciones arqueológicas en Vegachayuq Moqo. Ayacucho. Von Kaupp, R. y Fernández, O. (2010) Vilcabamba desconocida: Exploraciones 1997-2003. Cusco. Grafica Rivera.

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Carlos Castilla Callapiña

INTEGRACIÓN DE ASENTAMIENTOS LOCALES A TRAVÉS DEL QHAPAQ ÑAN EN EL DISTRITO DE LARES-CALCA

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a integración de dos o más poblaciones se da con la intención de beneficiarse mutuamente a través de la eliminación progresiva de barreras de diferente índole, lo que permite la consolidación territorial de una sociedad. Precisamente, el Qhapaq Ñan fue una herramienta y estrategia estatal en la expansión territorial y dominio político de los inkas, que integraba poblaciones locales. Este proceso se fue dando con la conquista no solamente del núcleo de los asentamientos, sino también de todo el espacio geográfico. Acción que se evidencia en la ruta al Antisuyu, en el tramo: Ancasmarka-Q’ellopuyto-Lares-Ccachin-Pan de Azúcar-Santa Elena-Quebrada, el cual fue ejecutado por el proyecto Qhapaq Ñan en la temporada 2019, mediante un proyecto de investigación arqueológica sin excavación. 26


El proceso de integración en el territorio andino, a través del Qhapaq Ñan, es estudiado por los investigadores sociales e incluso hay intento de rehabilitar los derechos indígenas por la búsqueda de la identidad e integración de poblaciones autóctonas contemporáneas (Albó, et al., 1996). Existen estudios arqueológicos planteados desde una perspectiva teórica que describen el proceso de expansión inkaica, integrando espacios geográficos (Vitry, 2017), así como ejes de articulación (Wernke, et al., 2017). En este artículo se plantea la importancia de integrar asentamientos locales en el distrito de Lares a través del Qhapaq Ñan, durante el proceso expansivo de los inkas. Actualmente, estos asentamientos locales preinkaicos son conocidos de manera general como sitios arqueológicos; sin embargo, no se analiza según la magnitud que cada población local significó en su momento de integración al dominio

inkaico y su coexistencia. El sitio arqueológico de Ankasmarka y dos sitios dentro de la jurisdicción del distrito de Lares como es Antawala y Pinkullunka están considerados como poblaciones del Intermedio Tardio que guardan similitudes tanto en el patron de asentamiento, como en las caracteristicas de sus elementos arquitectonicos y, además, la presencia de ceramica inka en la superficie, nos indica que habrían sido poblaciones bien organizadas que no fueron facil de conquistar para los inkas y estaban coexistiendo. En ese sentido, la construcción de la red de caminos fue una estrategia para integrarlos a la sociedad inkaica con elementos públicos, a fin de eliminar las fronteras territoriales y hacer mas fluido el intercambio de productos. Este proceso integrador se evidencia de manera directa e indirecta en los sitios arqueologicos mencionados; el camino prehispánico integrador en el tramo mencionado ha sufrido daños considerables; sin embargo, se conserva por pequeños segmentos.

Camino prehispánico de tipología sendero despejado con alineamiento de piedras en la sección Maucau–río Quiswarani

Metodología

Fueron tres sitios arqueológicos con características similares que se identificaron y registraron, asociados al camino de manera directa e indirecta en el transcurso del camino prehispánico en el tramo: Ancasmarka-Q’ellopuyto-Lares-Ccachin-Pan de Azúcar-Santa Elena-Quebrada; para lo cual se utilizó ficha de sitios, caminos de arquitectura, GPS y cámara fotográfica.

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Resultados Los sitios arqueológicos asociados al Qhapaq Ñan de manera directa e indirecta, que guardan similitudes en el patrón de asentamiento y las características arquitectónica, se detallan a continuación.

ANKASMARKA Ubicado en la comunidad de Accha Alta, distrito de Calca, el sitio está dividido en tres sectores, constituidos por unos seis centenares de recintos de los que se identifican 480. Estas edificaciones de formas elípticas, asociadas a patios, tumbas, andenes, canchas y muros de contención, forman un conjunto de recintos de características urbanas sin trazo ortogonal, emplazadas en un terreno abrupto rocoso desde los 3,970 m s. n. m. hasta los 4,057 m s. n. m. Los cimientos se encuentran asentados sobre la topografía accidentada de la montaña rocosa, los mampuestos presentan interior y exteriormente paramentos irregulares de forma cónica, construidos con lajas de piedra pizarra. La altura que presenta los recintos elípticos oscila entre 0.58 m y 1.80 m.

Camino que integra al S.A. Ankasmarka

Recintos circulares del sitio arqueológico de Ankasmarka

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ANTAWALA

Ubicado en la comunidad de Lares Ayllu, el sitio está conformado por áreas de residencia, espacios públicos (recinto circular de 8.00 m de diámetro y una explanada reducida en donde hay presencia de un Ushno) y cementerio (chullpas) con espacios cercados cada uno; en algunos casos, las estructuras funerarias comparten espacios en común, que en conjunto forman un centro urbano sin trazo ortogonal, emplazado en la cresta del cerro Antawala. Un elemento singular del sitio es la muralla pircada con 1.20 m de ancho que se extiende hacia la cresta del mencionado cerro con más de 2 km de distancia. El material empleado para su construcción es pizarra y arenisca unido con mortero de arcilla.

Trazo del Qhapaq Ñan en la ladera del cerro Antawala

Recintos circulares del sitio arqueológico de Antawala

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PINKULLUNKA Ubicado en la comunidad de Ccachin, en el distrito de Lares, el sitio está conformado por recintos circulares, rectangulares con esquinas ochavadas, estructuras funerarias, plataformas de sostenimiento y un Ushno en la parte más alta, que conforman un centro urbano sin trazo ortogonal, emplazado en la ladera que bordea a una colina. La técnica constructiva es sobre la base de líticos de pizarra semicanteados o desbastados de tamaños diferentes, unidos con argamasa de barro y aparejo rústico. También se utiliza la técnica del ensamblado con mortero de barro y arcilla con detalles de nichos u hornacinas, tienen espacios compartidos entre las estructuras, también llamado patios; se contabilizo más de 50 recintos de manera superficial.

Emplazamiento del S.A. Pinkullunka

Recintos circulares del sitio arqueológico de Pinkullunka

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Bibliografía Albo, X., Arratia, M.I., Hidalgo, J., Nuñez, L., Llagostera, A., Remy, M.I. y Revesz B. (1996). La Integración Surandina Cinco Siglos Después. Cusco. Centro de Estudios Bartolomé de las Casas. Prieto, M. (2011) Los Patrones de Asentamiento: Una Herramienta Metodológica Para la Reconstrucción del Pasado. Boletín Antropológico Universidad de Los Andes de Venezuela. 29 (82). Uribe, M., Adan, L., y Agüero, C. (2004). Arqueología de los Períodos Intermedio Tardío y Tardío de San Pedro de Atacama y Su Relación Con la Cuenca del Río Loa. Revista de Antropología Chilena. Vitry, C. (2017). El Rol del Qhapaq Ñan y los Apus en la Expansión del Tawantinsuyu. Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino. Santiago de Chile. Wernke, S., Oré, G., Hernández, C., Norman S., Kout, L., Waller, L., Vylegzhanina, V. y Marcone, G. (2017). Ejes de Articulación: Análisis de la Red Espacial del Qhapaq Ñan en el Sur del Perú. Lima. En nuevas tendencias en el estudio de caminos, Ministerio de Cultura proyecto Qhapaq Ñan.

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Silvestre Huamani Lima

RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL CAMINO DE WAMANMARKA A INKA CÁRCEL Las referencias sobre las poblaciones asentadas en Wamanmarka, Huyro, Qochapata e Inka Cárcel, se hallan en documentos coloniales de los siglos XVI y XVII, Cabello de Balboa (1586), Murua (1590) y Cobo (1653), quienes al narrar las conquistas del Inca Pachakuteq de la Provincia de Vilcabamba, dejan entrever que hubo poblaciones asentadas durante el Intermedio Tardío en este territorio; asentados entre Panticalla (Abra Málaga) y Chaullay, espacio que según información documental revisada hasta la fecha, habría sido una sola unidad territorial, conocida como el valle de Amaybamba (Olazabal Navarro, 2016) Murua (1590) indica que Amaybamba fue paso obligatorio de los españoles hacia Vitkus y Vilcabamba, en su afán por llegar a los últimos reductos Incas. El presente artículo es una síntesis de la investigación arqueológica realizada en el sub tramo Wamanmarka – Huyro – Qochapata – Inka Cárcel, como parte de los estudios del Qhapaq Ñan, desarrollado el año 2016. Este sub tramo inicia en Wamanmarka, ubicado a una altura de 1,882 m s.n.m., en el que la zona nuclear está organizado alrededor de un espacio central o plaza, con recintos rectangulares orientados a la misma, donde también se observa un ushnu con forma semicircular de aparejo rústico, construido con piedras de canto rodado, esquistos y granito, las portadas de doble jamba están construidas con bloques finamente tallados. La función del sitio, posiblemente, estuvo relacionada con actividades políticas y religiosas, propias del Estado Inca (Farfan, 2003).

Vista panorámica de Wamanmarka

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En las excavaciones del 2016, se encontraron hallazgos relevantes, donde el contexto estratigráfico se encuentra asociado a dos niveles de pisos de una sola ocupación cultural. El primero, relacionado a una banqueta de 3.80 m de longitud por 1.00 m de ancho y un desnivel de 0.30 m de altura, dividido en tres espacios por dos muros de piedra de 0.30 m de altura, encontrando en la primera subdivisión, dos soportes de arcilla coccionada de bordes circulares y formas cónicas con diámetros similares de 19.60 cm en la parte superior, 9.05 cm en la base, 9.10 cm de altura y un espesor de 5.00 cm promedio; en la parte media se halló un plato fragmentado y la tercera subdivisión sin asociación a ningún material cultural. El segundo nivel presenta un tratamiento de piso, sobre el cual se concentran soportes de vasijas elaborados de arcilla, con bordes circulares y formas cónicas de diversos diámetros y alturas, cuyas dimensiones fluctúan de 15.00 cm a 38.00 cm en la parte superior del borde, y de 8.00 cm a 21.10 cm en la base, con alturas que varían entre 7.8 cm y 14.60 cm, el espesor oscila de 6.00 cm a 9.50 cm, guardando un ligero alineamiento y distancia entre ellos de acuerdo al diámetro que poseen.

Distribucion de soportes de vasijas

Así mismo, se encontraron asociado a los soportes, con mayor concentración, objetos de cerámica constituido por un vaso, tapas, platos, ollas pequeñas, manos de mortero, y objetos de metal correspondientes a un tupu, cincel, aguja, cuchillo y eco factos que, según el análisis de laboratorio corresponde a granos de maíz; también se hallaron fragmentos de cerámica sin huellas de uso, que forman parte de asas, apéndices, bases, bordes, cuellos, cuerpos y tapas, algunas de ellas con decoraciones geométricas y zoomorfas.

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Similares hallazgos se encontraron en otros sitios arqueológicos, respecto de Kusikancha (Cusco), Vera indica que, se trata de soportes para vasijas encontrando in-situ, fragmentos de la base de una vasija alfarera insertado a uno de estos objetos circulares (Vera Herrera, 2002); en Espíritu Pampa (La Convención), Pilares indica que, la forma cónica interna de muchos de estos objetos de barro podrían estar adecuados para el soporte de los aríbalos que servían de depósito de granos u otros elementos de carácter suntuario (Pilares Daza, 2003); y en Mauk’allaqta (Paruro), Laurel manifiesta que son bases o improntas de forma circular, de fondo cónico coccionados que servían como soportes de las chombas y aríbalos (Laurel Paucar, 2009). De acuerdo al contexto de los hallazgos, los soportes de arcilla eran usados para colocar vasijas de diversos tamaños y formas, los soportes conservan las mismas morfologías circulares y cónicas, a excepción de uno de forma cilíndrica; así mismo, difieren con relación al diámetro y altura de los mismos, por lo cual se deduce que, en los soportes de mayor diámetro y altura con base cónica eran acomodados especialmente aríbalos y urpus, para lograr la estabilidad del objeto, cuyas bases son de similares formas; a diferencia de los soportes de base también cónica pero de menor altura, que estaban adecuados para soportar ollas y urpus con base cóncava. De la propuesta anterior, se puede inferir a manera de conclusión que, en uno de los recintos excavados, por las características particulares cumplía la función de un depósito en cuyos soportes se colocaban vasijas de cerámica conteniendo diversos productos como los granos del valle que se almacenaban en estos contenedores para evitar la contaminación y la adecuada conservación de los mismos para ser utilizados como elementos suntuosos destinados a la preparación de alimentos, bebidas u ofrendas en actividades ceremoniales durante el Horizonte Tardío (Inca). Con relación a la banqueta existente en el recinto, se presume, que la primera subdivisión estaba destinada para colocar objetos pequeños de base plana como platos, vasos, entre otros, mientras que la segunda y tercera subdivisión, habrían sido utilizadas para el tendido de alimentos que no requerían ser colocados dentro de los objetos de cerámica. El desplazamiento del camino, sección Wamanmarka (1,882 m.s.n.m.) – Huyro (1,559 m.s.n.m.), prosigue por la margen derecha del río Lucumayo, conservando un trazo rectilíneo y sinuoso por segmentos, atravesando terrenos ligeramente planos, evidenciando en los sectores de Triunfo e Ipal, a 1,627 m.s.n.m., tanto a nivel superficial como en la excavación arqueológica, presenta tipo calzada empedrada con evidencias en algunos segmentos de haber sido reconstruidos, con un ancho que varía entre los 2.00 m a 4.00 m, encontrándose los elementos constructivos asentados sobre suelo geológico, sin ningún tipo de tratamiento.(Foto 5). Esta sección de camino está asociada a los andenes de Cangrejuyoq y sitios arqueológicos de Umasbamba, Capillayoq. Cangrejuyoq con un área de 4,677.68 m2, ubicado en la margen izquierda del río Lucumayo, en el sector

Chillcachaca, emplazado en medio de la ladera del cerro del mismo nombre, conformado por ocho andenes agrícolas, con muros de sostenimiento de 3.30 m de altura, con mampostería rustica, ligeramente canteados, siendo el material constructivo la roca pizarra, granito y los cantos rodados, unidos con mortero de barro. El acceso entre andenes es a través de “zarunas” o escaleras voladizas, distribuidas en forma diagonal, correspondiendo al Horizonte Tardío. El sitio arqueológico de Umasbamba (1,850 m.s.n.m.), con un área de 324.65 m2, está situado en las faldas del cerro Qoriwayrachina, en terrenos con plantaciones de café, donde las excavaciones que se realizó mostraron cimientos de muros de recintos correspondientes al Horizonte Tardío (Inca), de mampostería rústica con 2.00 m de largo, 0.90 m de ancho y 0.45 m de altura, no determinándose el ancho de la estructura debido al corte de la carretera que atraviesa por el medio de este sitio. El sitio arqueológico de Capillayoq (1,745 m.s.n.m.), se halla en un área de 248.15 m2, constituido por dos estructuras de planta rectangular de 12.45 m de largo por 11.10 m de ancho, con una altura máxima de 2.80 m y 1.50 m de ancho de muro, de mampostería rústica, cuyos elementos líticos constructivos son cantos rodados, unidos con mortero de barro. Una de las edificaciones presenta una banqueta de 10 m de largo por 0.60 m de ancho y 0.60 m de altura, mientras que la segunda conserva dos vanos de acceso de 1.10 m. La filiación cultural posiblemente corresponda al Horizonte Tardío (Inca), por las características arquitectónicas que presenta el sitio. El estado de conservación es bueno por las intervenciones restaurativas realizadas por el ex INC-Cusco. Continuando el desplazamiento del camino en la sección Huyro – Qochapata, específicamente en el sector denominado Huyro Antiguo, a una altura de 1,533 m.s.n.m., la vía se bifurca, siguiendo por el lado Oeste de la población, encontrándose superpuesto por la trocha carrozable que conduce de Huyro a la localidad de San Pablo, hasta llegar al sector Mesada Baja, de ahí el camino comienza a ascender con trazo zigzagueante y sinuoso por las laderas de los cerros Mesada Alta, Anís Moqo y Yuraq Mayu. Presentando de tipo plataforma corte de talud, siendo la técnica constructiva por sustracción y desgaste por uso continuo, con la calzada semi - compacta entremezclado con grava, cuyo ancho promedio es de 1.20 m, sin presencia de evidencia arqueológica, hasta llegar al sitio arqueológico de Qochapata. Desde este sitio, el camino continua en descenso en forma zigzagueante hasta la quebrada del rio Fundo Huayco (1,931 m.s.n.m), presentando el emplazamiento de forma sinuosa, atravesando por una geografía de pendiente moderada por los cerros Chaupi Orqo y Muyo Orqo, conservando el tipo de camino plataforma corte de talud, con la técnica de sustracción y desgaste por uso continuo, cuyo ancho es de 2.75 m promedio, sin elementos arquitectónicos integrados al camino, hasta los sitios arqueológicos de pasto grande e inka cárcel.

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BIBLIOGRAFÍA. Cabello de Valvoa, M. (1586). Miscelanea antártica. Cobo, B. (1653). Historia del Nuevo Mundo. Farfan, B. M. (2003). Informe final de restauración del conjunto arqueológico de Huamanmarka, Huayopata - La Convención. Proyecto Qhapaq Ñan. Cusco. Laurel Paucar, Y. (2009). Informe final de investigación arqueológica del Conjunto Arqueológico Maukallaqta - Paruro. Instituto Nacional de Cultura. Cusco. Olazabal Navarro, Y. (2016). Informe de investigación arqueológica Wamanmarka - Qochapata - Inka Cárcel. Ministerio de Cultura. Cusco. Pilares Daza, J. (2003). Informe Arqueológico de Espíritu Pampa. Instituto Nacional de Cultura. Cusco. Vera Herrera, L. (2002). Informe Evaluación e Investigación Arqueológica del Kusicancha (ex Cuartel 27 de Noviembre). Instituto Nacional de Cultura. Cusco.

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Edwin Ttito Ttito

Saucipata se localiza en la parte superior del área urbana de la comunidad de Vilcabamba, distrito de Caycay, provincia de Paucartambo, Cusco. El lugar está conformado por un conjunto de estructuras soterradas emplazadas en una pequeña ladera, rodeado por suelos de cultivo y pastizales. En las excavaciones de 2018 se logró intervenir una unidad arquitectónica de planta rectangular, la cual cuenta con un área de 11.45 m2 y dimensiones de 5.55 m de largo por 2.15 m de ancho. Este sitio se encuentra asociado a dos tramos del camino Qhapaq Ñan; el primero corresponde al camino longitudinal por el valle, siguiendo el curso del río Vilcanota por la margen derecha; el segundo es una ramificación que se dirige por la quebrada de Huasaq.

Hallazgo del material cultural En el interior de la unidad arquitectónica excavada se hallaron fragmentos de cerámica asociados a las capas IV y V, las mismas que presentan características de estilo inka y lucre, respectivamente. Asimismo, las vasijas son de una pasta con textura de medianamente tosca a fina y color naranja; las superficies presentan engobe y pulido. Los motivos iconográficos más recurrentes son de tipo pintado, con diseños de ojales y motivos fitomorfos (hojas de maíz), zoormorfas (figuras de llamas estilizadas) y geométricos, entre los elementos comunes de diseño figuran líneas horizontales, verticales y oblicuos que forman una serie de mallas angostas, bandas anchas, triángulos y rombos; los colores empleados son el rojo bermellón y negro, pintados sobre un engobe de color pardo. Entre las formas de las vasijas destacan tazones de paredes convergentes, vasos y cántaros de tamaño mediano con dos asas laterales curvadas; así como cántaros con cuello cónico. La correspondencia cronológica de las muestras analizadas está asociada a los niveles estratigráficos donde se encontraron; de esta forma, debemos señalar que las etapas iniciales del sitio están conformadas por estratos con contenido cultural y cimientos de muro que se asocian temporalmente al período Intermedio Tardío. Del mismo modo, la última ocupación se asociaría al Horizonte Tardío (época Inka) a juzgar por la cerámica y la introducción de cambios arquitectónicos en la sección norte del recinto.

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Análisis iconográfico Muestra 1: Corresponde a un aríbalo, el cual presenta formas lineales, verticales y diagonales que estructuran campos romboidales rellenados por otra serie de líneas verticales–diagonales, las mismas que varían en número de 4 a 6. La apariencia global del cuerpo de la vasija presenta un modelo ajedrezado. La distribución de los diseños se divide en dos campos en forma especular, diseños que se muestran en la parte frontal de la vasija, mientras que en la otra mitad no presentan muestras iconográficas. El gollete tiene diseños triangulares en todo el contorno, mientras que las asas no presentan decoración

Muestra 2: Este aríbalo presenta motivos decorativos solo en la parte frontal y los diseños están subdivididos a su vez en dos campos por una franja central que va desde la parte superior central a la zona inferior central del cuerpo de la vasija. Asimismo, muestran diseños geométricos de forma romboidal en cuyo interior están complementados por líneas diagonales en un número que varía de 5 a 7. La segunda área con presencia de decoración corresponde al gollete que muestra diseños de apariencia fitomorfa

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Muestra 3: Este aríbalo corresponde a la muestra de mayor complejidad conformado por dos campos de diseños; el primero corresponde a la cara frontal y está conformado por figuras de helechos y líneas verticales, horizontales, cruzadas y zigzagueantes. Del mismo modo, en la cara posterior de la vasija se muestra el diseño de diez camélidos, orientados en sentido de izquierda a derecha. El gollete o cuello de la vasija muestra cinco franjas con diseños de rombos coronados en la parte superior con motivos zigzagueantes

Muestra 04: El cuenco muestra diseños típicos del estilo lucre; básicamente, los diseños se encuentran en la base del cuenco delimitados en dos campos por una figura rectangular en cuyo interior se intersectan líneas diagonales, además de motivos entrelazados que parten de una de las esquinas del motivo rectangular hasta las paredes del cuenco, lo cual delimita el espacio en dos campos especulares, los mismos que contienen cuatro motivos de camélidos.

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Muestra 05: La muestra corresponde a un kero, el cual presenta engobe de color marrón de tonalidad rojiza que sirve como soporte de los diseños zigzagueantes en la parte central, delimitados por dos bandas. Del mismo modo, en la parte inferior se muestran diseños de líneas verticales espaciadas de forma simétrica, ambos diseños se registran en todo el contorno del objeto. El kero presenta un detalle único con relación al resto de muestras analizadas, el cual corresponde a una marca en la base, conformado por tres líneas verticales cruzadas por la parte central por una línea horizontal y encerradas en un círculo, todos estos grafos hechos a mano alzada, posiblemente correspondan a un distintivo de factura del individuo que elaboro el objeto.

Muestra 06: Este Kero muestra representaciones propias del estilo Inka, presenta mayor cantidad de diseños con relación a los otros dos de su tipo, tomados en cuenta para el análisis. Está conformado por diseños ajedrezados contenidos en un soporte de color marrón oscuro; la parte superior presenta diseños triangulares, en la zona medial se puede observar cuatro rombos con detalles lineales y diseños ajedrezados en su interior, todo esto delimitado por dos franjas compuestas con líneas diagonales cruzadas. En la parte inferior del vaso se observan detalles ajedrezados en bandas verticales distribuidos de forma simétrica en el contorno del vaso

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Muestra 07: Este vaso presenta motivos decorativos básicos de tipo geométrico; en la parte superior se observan líneas distribuidas en forma diagonal delimitadas por dos líneas horizontales. Del mismo modo, la parte central muestra líneas diagonales entrecruzadas a manera de malla, delimitada por las bandas y dos líneas anchas orientadas en sentido horizontal.

Análisis y discusión Existen figuras lineales y de aspecto geométrico que son recurrentes en la mayoría de las muestras que se asocian a los períodos cronológicos del Intermedio Tardío (estilo cerámico lucre) y Horizonte Tardío (Estado Inka), caracterizando la continuidad de diseños iconográficos y mejora de formas y motivos de manufactura. Entre las semejanzas y diferencias de las muestras existe un diseño continuo donde predominan representaciones geométricas (lineales, romboidales) que se caracterizan principalmente por el uso de los colores crema, negro, marrón y rojo, la mayor diferencia corresponde a diseños en trazos de mayor estilización en el Horizonte Tardío (Inka) con relación al período anterior. El contexto de las imágenes está asociado a actividades socioeconómicas, como tareas agrícolas y ganaderas desarrolladas en la zona andina; en este sentido, nos parece relevante la presencia de diseños zoomorfos (diseños de camélidos, muestra de las actividades pastoriles), fitomorfos (maíz) y geométricos que posiblemente asemejan a la distribución de los surcos en campos de cultivo.

Conclusiones El sitio de Saucipata presenta una ocupación continua durante los períodos del Intermedio Tardío e Inka, corroborados por el análisis iconográfico y la introducción de cambios arquitectónicos; asimismo, el emplazamiento del sitio estaría obedeciendo a un plan estratégico de control de los caminos durante el período Inka y posiblemente períodos anteriores.

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Bibliografía Bauer, B. (1992). Avances en Arqueología Andina. Cuzco. Cusco. Centro Regional de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas. (2002). Las antiguas tradiciones alfareras de la región del Cuzco. Cusco. Centro Regional de Estudios Rurales Andinos Bartolomé de Las Casas. Hodder, I. (1979). Pottery distribution service and tribal areas. En Orton, C. Tyres P. Vince A. 1997. La cerámica en Arqueología. España. Edit. Crítica. (1988). Interpretación en Arqueología-Corrientes actuales. España. Edit. Crítica; Barcelona. (1994). Interpretación en Arqueología-Corrientes Actuales. España. Edit. Crítica; Barcelona. Levis Strauss, C. (1974). Antropología estructural. Barcelona. Paidos. López, S. (2012). Análisis de pre Iconográfico de la Cerámica pre Colombina de la Provincia de Carchi (tesis de pregrado). Pontificia Universidad Católica de Ecuador, Quito. Villacorta, Yanet. (2011). Análisis de la cerámica Inca: Formas y Diseños (tesis de pregrado). Universidad San Antonio Abad de Cusco, Cusco.

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Luis Callañaupa Jaimes

CHASKI WASI EN EL CAMINO DEL KUNTISUYU

E

l Kuntisuyu es el paisaje que integra Cusco con la costa del Pacífico, habría abarcado parte de las actuales regiones de Apurímac, Cusco y Arequipa, teniendo como centro y punto de partida el Cusco, capital del Tawantinsuyu y como tal hubo cuatro caminos principales que se dirigieron al Chinchaysuyu, Kuntisuyu, Qollasuyu y Antisuyu (Gasparini y Margolies, 1977, p. 63). Los principales caminos están implementados con tambos, tambillos, chasquiwasis, puestos de control, santuarios, centros administrativos, etc., Estas infraestructuras relacionadas al funcionamiento del camino se estudia como un sistema. Los chasquiwasis eran espacios donde residían los chasquis, quienes se encargaban de trasmitir las órdenes del Inka a los gobernadores que se hallaban en los diferentes centros administrativos provinciales, o llevaban de estos la información al Inka, acción que se efectuaba mediante postas y con gran rapidez.

Antecedentes Con relación a la ubicación y forma de estos chasquiwasis, los cronistas como Cobo, (1653,1964) y Cieza de León (1553,1922) señalan que se hallaban en promedio a media legua (2.22 km); otros investigadores como Hyslop (1992), quien toma como referencia la cita de un obispo de Quito en la década de 1560, menciona que los chasquis estaban apostados en intervalos de una legua y media (8 km en promedio). Asimismo, señala que los chasquiwasis eran de diferentes formas, según la región donde se ubicaban. También afirma que en el interior de esta estructura permanecían de tres a dos chasquis, junto con sus esposas. Investigaciones arqueológicas, llevadas a cabo por Hyslop (1992) y Vitry (2003), permitieron encontrar estructuras rectangulares y circulares, que se ubican a la vera del camino, dispuestos —en algunos casos— en pares, lo que permite aseverar que debieron haber funcionado como chasquiwasis. Los registros del Proyecto Qhapaq Ñan del Ministerio de Cultura (2013) hacen referencia a los chasquiwasis, indicando que eran pequeños recintos donde vivían los chasquis o «correos del Inka», estaban ubicados al borde del camino, uno frente al otro y se hallaban a una distancia aproximada de tres a seis kilómetros, la cual podía recorrerse en poco más de quince minutos.

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Descripción de las evidencias arquitectónicas Qoyawarkuna El sitio está emplazado en la comunidad de Chanca del distrito de Huanoquite de la provincia de Paruro y departamento de Cusco; geomorfológicamente está ubicado en una colina, con relación al camino está a 200 metros. Dentro de su contexto arqueológico, el sitio arqueológico de Qoyawarkuna registra tres recintos de planta rectangular (Kancha)1 asociado a una huaca.

Recinto 1

Recinto 2 y 3

Situado al sur del R-02-03, la evidencia se halla a nivel superficial, pero a través de las excavaciones arqueológicas se ha podido registrar un recinto de planta rectangular de 9.26 m por 5.64 m, construido con elementos líticos de roca caliza de tamaño mediano, unidos con mortero de barro formando un aparejo rústico; el muro tiene 0.80 m de espesor.

La evidencia arquitectónica es a nivel superficial, de planta cuadrangular de 5 m por 5 m, aproximadamente, situado al norte del R-01.

Croquis del sitio arqueológico de Qoyawarkuna.

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Contextualizando el sitio, los recintos están circundados por muros laterales, empatando con los muros posteriores de los recintos; asimismo, están asociados a un afloramiento rocoso circundado por un muro circular, el mismo que sería una maqueta de los apus presentes en esta ruta y tiende un contacto visual con el apu Mama Simona.

Evidencia de muro de recintos y perímetro que forman una Kancha

Constituida por un cerco rectangular que albergaba tres o más estructuras rectangulares dispuestas simétricamente alrededor de un patio central. (Hyslop, 1993, pp. 16-17).

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Willkakunca El sitio está emplazado en la comunidad de Chanca, distrito de Huanoquite, provincia de Paruro y departamento de Cusco; geomorfológicamente, está ubicado en un abra del mismo nombre, con relación al camino está a 180 metros. Dentro de su contexto arqueológico, el sitio arqueológico de Willkakunca registra tres recintos de planta rectangular (Kancha). Los trabajos de prospección han demostrado la existencia de tres estructuras de planta rectangular y un muro perimétrico, construidos con elementos líticos canteados de roca caliza, unidos con mortero de arcilla compacta con inclusiones, de aparejo rustico, con dimensiones de 9.26 m por 5.64 m, 5.53 m por 4.82 m, con 0.80 m de ancho de cabecera de muro y un patio central (kancha), asociado a fragmentos de cerámica Inka.

Evidencia del vano de acceso a la kancha, donde se resalta la dimensión del acceso.

Croquis del sitio arqueológico de Willkakunca.

Comentarios finales De acuerdo con los resultados, se concluye que los sitios arqueológicos (Qoyawarkuna y Willkakunca) funcionaron durante el Horizonte tardío como chasquiwasis, parte del sistema de postas de la ruta al kuntisuyu, por sus características arquitectónicas (kancha-modelo arquitectónico representativo de los inkas) y la ubicación estratégica (a 6 km, cerca de los ojos de agua y la relación visual con los apus Mama Simona y Willkakunca). Es preciso aclarar que los chasquiwasis son diferentes a los puestos de chasquis, probablemente los antecedentes mencionados se refieran a puestos de chasquis al manifestar su ubicación a la vera del camino y en pares, los chaquiwasis no necesariamente están ubicados a la vera del camino por la comodidad y la alimentación que debían recibir.

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Bibliografía Cieza de León, P. (1963/1553 [1653]). Madrid. Historia del nuevo mundo. (1946/1553) El señorío de los Incas (Segunda parte de la Corónica del Perú). Lima. Instituto de Estudios Peruanos. Cobo, B. (1964/1653 [1653]) Historia del Nuevo Mundo. Madrid. Biblioteca Autores Españoles. Gasparini, G., & Margolies, L. (1977). Arquitectura Inka. Caracas. Centro de Investigaciones Históricas y Estética Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad Central de Venezuela. Hyslop, J. (1992) Qhapaq Ñan: El Sistema Vial Incaico. Lima. Instituto Andino de Estudios Arqueológicos Petróleos del Perú. Vitry, C. (2012). Un aporte al análisis del espacio territorial. 2000. Argentina. Protzen, J.-P. (2018). El Imperio Inka. Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú.

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Yeni Olazabal Navarro

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D

ada la complejidad para establecer cuál fue el emplazamiento del camino al Kuntisuyu dentro del pueblo Inka Cusqueño, creemos pertinente tratar previamente de algunos criterios respecto a la trama urbanística de la urbe a partir del gobierno de Pachakuteq, quien habiendo logrado el sometimiento de las etnias pre Inka y la consolidación del poder Inka, no solo continuo con la re-organización social y espacial del Cusco, sino que, dio inicio al proceso de remodelación de la capital Tawantinsuyana; precisamente, información cronística de los siglos XVI y XVII dan cuenta de estos sucesos, señalando como artífice de esta reestructuración urbanística a Pachakuteq. Entre tanto, investigaciones hechas por Agurto Calvo (1980) permiten corroborar la información vertida por los cronistas, a ello se suman los trabajos de José Canziani (2009), quien llego a establecer que, la trama urbana del Cusco Inka fue sustancialmente ortogonal, esto debido posiblemente a ajustes hechos por los Inkas al relieve de la topografía de este espacio, dada la presencia de los ríos, además señala que, esta ortogonalidad no habría sido estricta, de tal forma, los bloques de las diversas construcciones alrededor del Hawkaypata presentan formas trapezoidales o formas ligeramente irregulares (Canziani 2009:444) (Foto 1).

Esbozo del Cusco en tiempo del gobierno Ynga Fuente Bauer, Brian. “Cuzco antiguo Tierra natal de los Incas”, 2008

Otros aspectos sustanciales a tomar en consideración serán las calles, al respecto, Damián de la Bandera (1557), da indicios de estas, señalando que de la plaza salían cuatro calles principales y de cada una de ellas partía un camino real, este aspecto nos permite inferir que el poblado Inka Cusqueño estuvo internamente articulado por calles. Estudios realizados al respecto, demostraron que estas eran relativamente estrechas, pues las calles principales midieron entre 5,60 a 4,40 centímetros de ancho, entre tanto, las calles menores habrían sido de 4,00 a 3,20 centímetros, y finalmente los estrechos pasajes y callejones de 2,40 a 1,60 centímetros de ancho; aparte de ello, las calles longitudinales que iban de noroeste a sureste se entrecruzaban con otras transversales de suroeste a noreste (Agurto 1980:142-144).

En este tramado urbanístico, alrededor de la capital Inka se habrían desarrollado unos doce barrios, los cuales formaban una especie de anillo, los mismos mantenían como área de aislamiento una franja libre de toda ocupación entre estos barrios y el área central, esta franja libre muy probablemente estuvo destinada al crecimiento de la capital; a decir de José Canziani, este tipo de construcción obedeció a la necesidad de aislar el centro de la capital por su connotación sacra, así como también, debido a la necesidad de tener un área de aislamiento y transición entre la población Inka y las poblaciones de otros orígenes étnicos que estaban establecidos al entorno de la ciudad (Canziani 2009:446).

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Estructura Urbana del Cusco Ynga Fuente Agurto Calvo, Santiago. “Cusco la traza urbana de la ciudad inca”. 1980

Igualmente, Octavio Fernández (2004:82), tras el estudio de la información cronística e intervenciones arqueológicas realizadas a la estructura, función y simbolismo del Hawkaypata, determino que esta plaza correspondía a un área de enorme sacralidad, motivo por el cual estuvo restringida a otros sectores sociales del Cusco y el valle. Al respecto, la información cronística de los siglos XVI y XVII, permite percatarse de la connotación ideo religiosa funcional que tuvo el Hawkaypata durante el gobierno Inka, escenario sacro donde se continuo y dio inicio a ceremonias tan representativas como el Inti Raymi, el Citua, el Amoray, el Cápac Raymi y muchos otros ritos de menor importancia realizados ordinaria y extraordinariamente cada año (Acosta 1954[1590]). Precisamente, cronistas de los siglos XVI y XVII (Betanzos 1968[1551], Cieza 1946[1553], Molina “el cusqueño” 1947[1573], Cabello 1951[1586], Garcilaso 1976[1609], Cobo 1964[1653]), casi coincidentemente, destacan la sacralidad del Hawkaypata, plaza Inka que albergó suntuosos decorados con pedrerías, plumas, mantas, chaquiras, oro y demás objetos utilizados para la realización de sus diversas prácticas religiosas, puesto que, en esta plaza existió un Ushnu, el cual era descrito como una piedra de forma y hechura de un pan de azúcar, bien labrado (Betanzos 1968[1551], Cieza 1946[1553], Molina “el cusqueño” 1947[1573], Cabello 1951[1586]), así mismo, se hallaban en ella bultos de sus principales deidades, nos referimos a Ticiviracocha, el sol, la luna, momias de antiguos gobernantes Inkas y Wakas, las que “[…] el Inca con los principales y gente común le iban a mochar, tirándose los alpargates, descalzos, con gran humildad; […]” (Cieza 1946[1553]:39), en otros casos, dada la importancia de las ceremonias, entraban al Hawkaypata solo los Inkas, descalzos y con las cabezas bajas, demostrando mucha reverencia y veneración (Betanzos 1968[1551]; Molina “el cusqueño” 1947[1573]). Basándonos en estos argumentos arquitectónicos, simbólicos y funcionales, podemos establecer que los caminos emplazados hacia los diversos suyus no arribaban, ni salían del Hawkaypata; estos caminos debieron convergir y divergir a esta plaza Inka mediante las diversas calles principales, calles menores, callejones y pasajes que existieron entre el Hawkaypata y los barrios Inkas, situados a las afueras del anillo que rodeaba el área central de la capital Tawantinsuyana.

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En consecuencia, el camino al Kuntisuyu no salió del Hawkaypata, sino más bien, mediante la calle del Sol, actual Avenida el Sol y otras calles, es que esta plaza Inka convergiría y divergiría con el tambo de Santo Domingo o tambo del Sol (ARC. Cabildo del Cusco. Año 1697-1698; Cuad. 19; Fol. 231-232v.), ubicado muy cerca al Qoricancha; fue a partir de este tambo que, el camino al Kuntisuyu se emplazaba hacia el actual puente Belén, puente cuya antigüedad es evidenciada por documentación originada en el Cabildo del Cusco, en 1699, cuando los Cabildantes trataban de la necesidad de reconstruir el puente viejo de Belén, pues se alegaba que este “[…] sirve de pasaje a las Provincias de Cotabambas, Aymaraes y Chumbivilcas y Chilques y a todos los alfalfares y chacaras y obrajes de Guancaro y sus comarcas […]” (Ídem.), tras pasar este puente, el camino al Kuntisuyu, se emplazaba por el barrio Inka de Cayaocache”1. Así mismo, documentación de 1627, referente a la venta de tierras en Cayaocache, evidencia que estas lindaban con el camino real que se dirigía al pueblo de Yaurisque (ARC. Diez de Morales, Luis. Año 1627; Prot. Nº. 72; Fol. 735), prosiguiendo su emplazamiento por el asiento de Tarpuro2 y Guancaro, antiguamente conocido como Ychotaucana, en cuyas tierras se localizaba “[…] el camino real que va de esta ciudad a los Condesuyos”3. asiento de Sipiao, proseguía convergiendo y divergiendo por ámbitos de la actual comunidad de Occopata y el abra de Llaulliq’asa. Del asiento de Guancaro, el emplazamiento del camino al Kuntisuyu proseguía por la parroquia de Santiago, específicamente por el asiento Respecto a Choco Cachona, el cronista Pedro Sarmiento, destaca la de Choco, esta información la podemos corroborar mediante documen- participación de los habitantes de esta etnia, ante la arremetida de tación originada a los pocos años de la llegada de los españoles a Cusco, los Chancas que pretendían ingresar por esta entrada al Cusco, sienpues en 1539 se da un pleito por la tenencia de tierras entre los ayllus do “[…] valerosamente rebatidos por los de aquel barrio; de Cachona y Choco contra el Convento de la Merced, en el proceso del adonde cuentan que una mujer llamada Chanan Curycoca litigio, los habitantes de los ayllus muestran documentos de los límites peleo varonilmente y tanto hizo por las manos contra los de sus tierras, entre los cuales consta como lindero de los ayllus el ca- Chancas que por alli habian acometido, que los hizo retirar. Lo mino real a Yaurisque (Rueda 2003:18-26); otro documento originado cual fue causa que todos los que lo vieron desmayaron, e Inga en 1700, trata sobre la venta de tres topos de tierras nombradas Mano- Yupangui fue tan presto y diestro en el acometer, que, turbados pampa y Sipiao, situadas en la jurisdicción de la parroquia de Santiago, con su presteza y destreza los que traian la estatua de Uscouilca las que lindaban con el camino real que se dirigía a Yaurisque, previo y porque vieron bajar de los cerros de los lados mucha suma de paso por las tierras de los indios del ayllu Choco y el asiento denomi- gente, la cual dicen que enviaba el Viracocha su criador para su nado Sipiao, lugar donde se habrían hallado andenes y corralones aso- ayuda, empezaron a huir los Chancas, dejando la estatua de Usciados a este camino (ARC. Basquez Serrano, Gregorio. Año 1700-1701; couilca, y aun dicen que la de Ancouilca. Prot. N°. 51; Fol. 201). El camino al Kuntisuyu que se emplazaba por el 1 El año de 1627 se hacia la venta de “… una chacara de sembrar trigo y maíz y un alfalfar en ellas que están entre las parroquias de Nuestra Señora de Belén y Santiago en las cuales entran y se incluyen las tierras de sembrar trigo que se compraron de su majestad en la composición de tierras y se llaman todas Cayaocache que alindan por una parte con el camino real que va de esta dicha ciudad al pueblo de Yaurisque y otras partes e por otra que es la de arriba con tierras de los indios de la parroquia de Santiago y con tierras de don Francisco de la Cueva, …”. En ARC. Diez de Morales, Luis. Año 1627; Prot. N°. 72; Fol. 735. 2 En un documento hecho en 1624, por don Diego Guaman Guira y doña María Pasña, su mujer, se manifestaba que se compraba “[…] medio topo de tierras de sembrar maíz de riego de los tres y medio que hubimos y compramos de doña Catalina de Hinojosa que están junto a la dicha parroquia de Belén en el asiento de Tarpuro junto al camino que va a los Chumbivilcas y alinda por una parte con los dichos tres topos de las dichas tierras que nos quedan y por la parte de abajo con el arroyo que va al río grande de Guancaro y el camino que va a las chacaras y tierras de Guancaro y por un lado con tierras de don Francisco de Loayza, […]”. En ARC. Diez de Morales, Luis. Año 1624-1625; Prot. N°. 70; Fol. 398. Otro documento originado años más tarde, 1639, trata sobre la venta de “[…] dos topos de tierras de sembrar maíz y otras legumbres (…) en el valle de esta ciudad, en el asiento llamado Tarpuro detrás de la parroquia de Belén que lindan por la parte de arriba con el camino real que va a los Condesuyos […]”. En ARC. Beltrán Lucero, Alonso. Año 1639; Prot. N°. 6; Fol. 540. 3 El documento de venta originado el año de 1627, trata sobre las tierras de sembrar maíz, situadas en el asiento de Guancaro, de la jurisdicción de Belén, señalando que lindan por una parte con el camino real que va de la ciudad del Cusco al Kuntisuyu. En ARC. Diez de Morales, Luis. Año 1617; Prot. N° 62; Fol. 61, y ARC. Cristóbal de, Luzero. Año 1627-1628; Prot. N°. 165; Fol. 138.

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([1572]:39). Este relato no solo evidencia la alianza del poblado de Choco Cachona con el gobierno Inka, la cual se consumó con el matrimonio de Pachakuteq con Mama Anahuarque (Sarmiento [1572]:45, Cabello [1586]:72, Cobo [1590]:68) (Fotos 3 y 4), sino que, permite considerar a Choco Cachona como un espacio importante, en vista que era considerada una de las entradas al Cusco, en consecuencia, también fue el punto neurálgico para la articulación entre la capital Tawantinsuyana y el Kuntisuyu. Cabe señalar que, la información documental colonial es muy precisa cuando trata del camino que se dirigía al Kuntisuyu dentro del pueblo Cusqueño, pues claramente la diferencia del camino real a Corca o del camino real a Puquin.

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Zonia Frecia Escalante Pancorbo

Qhapaq Ñan y Apu Pachatusan cambios y continuidad en el uso del camino ritual El presenta artículo describe los cambios y la continuidad del uso ritual del camino hacia el apu Pachatusan que articula el Antisuyu con el Qollasuyu. Se detallan aspectos sobre el uso y funcionalidad de este, asociados a rituales andino-católicos como las peregrinaciones que se realizan durante todo el año, tradiciones orales, mitos, leyendas y medicina ancestral, conservadas en la memoria colectiva y que han llegado hasta nuestros días, transmitidas de generación en generación, hoy relatadas por los pobladores locales. Este trabajo es producto de la investigación etnográfica, dirigida por el Proyecto Qhapaq Ñan referida a, «Los apus que rodean al valle del Cusco».

Vista panorámica del apu Pachatusan, cubierto de nieve

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El apu Pachatusan: Cerro ubicado al este de la ciudad del Cusco, su extensión comprende los distritos de Oropesa, provincia de Quispicanchis, San Salvador de la provincia de Calca y los distritos de San Jerónimo y Saylla de la provincia del Cusco. Tiene una altitud de 4,842 m s. n. m., siendo el más elevado del valle cusqueño. Etimológicamente, el término Pachatusan significa «Puntal de la tierra», que interpretado es «el principio que da soporte al tiempo, espacio y la eternidad». Flores (2013) sustenta que para el mundo andino es el «elemento que sostiene el mundo». Por otro lado, el término pacha no solo se refiere a la Madre Tierra, sino también a los cerros y apus; asimismo, el término tusay significa apuntalar o dar soporte, por lo mismo, el apu Pachatusan es definido como el elemento que soporta la permanencia del tiempo y del espacio en el infinito. Para acceder a la parte más alta de este cerro se parte en un vehículo desde la plaza de armas del pueblo de San Jerónimo hacia la comunidad de Huaccoto (Waqoto), de allí se continua por el camino herradura hasta llegar al abra Atasqhasa, sector donde se bifurca, uno al este que nos conduce al apu Pachatusan y el otro hacia el noreste con dirección al Santuario del Señor de Huanca. En el pensamiento popular cusqueño, el apu Pachatusan está relacionado directamente con la imagen del Niño Jesús, quien lleva al mundo en la mano y está sentado en el hombro de San Cristóbal. Para los habitantes del distrito de San Salvador, Calca, está personificado en la imagen cristiana del Señor de Huanca, creencia vinculada al sincretismo andino donde los apus también son deidades milagrosas, protectoras, sanadoras y castigadoras.

La montaña dual sería nada menos que el apu Pachatusan y Wanakauri. Esta montaña presenta un perfil muy particular es cóndor y puma que podremos apreciar. (Profesor Zuniga: 2020).

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Los pobladores de las comunidades del distrito de San Jerónimo (Cusco) consideran al apu Pachatusan como un ser sobrenatural, espíritu que habita en las entrañas del cerro, cuyo comportamiento es muy parecido al de los hombres; es decir, tiene deseo y necesidad de alimentarse, beber, dar y recibir afecto, respeto, pero tiene cólera y castiga. Es también símbolo de la vida ideal, es venturoso, poderoso, hace milagros, se especializa en el arte de la sanación y el pastoreo; por ello es muy respetado y temido. Actualmente, para el inicio de cualquier actividad agrícola, caminata, viaje de carácter religioso o cualquier acción de otra índole, se debe t’inkar al apu, esto es asperjar con las puntas de los dedos cualquier líquido a manera de bendición, puede ser chicha u otra bebida, asimismo se le ofrece hojas de coca pidiendo permiso y deseando que la actividad del día salga del todo bien.

Abra Atasqhasa hay tres cruces, ubicado estratégicamente pues todos los que hacen peregrinaje se detienen y rezan de rodillas. También en la cima del Pachatusan se encuentran varias ofrendas, refieren que le gusta las frutas

Por su parte, los paqos o curanderos del Cusco, San Jerónimo, Huasao, Oropesa y San Salvador tienen permanentemente viajes hacia el apu Pachatusan en el mes de agosto para realizar rituales de purificación y limpieza de las energías negativas acumuladas durante el año, renovar los poderes y la energía desgastada. Es un tiempo para realizar ofrendas a la madre tierra y al apu, combinando elementos andinos y oraciones católicas con la libación de bebidas alcohólicas. El Qhapaq Ñan, Camino de los Apus o Camino de Peregrinación: Camino prehispánico de 48 kilómetros de longitud que se inicia en la Plaza de armas del pueblo de San Jerónimo, asciende por las faldas del Pachatusan hasta la comunidad campesina de Huacoto, de allí continúa hasta llegar al abra de Ataskhasa, lugar donde se realiza un descanso obligado después de una caminata de cuatro horas. En este sector se encuentran plantadas tres cruces de madera que son guardianes y protectores de los caminantes, que a su vez personifican al apu Pachatusan a quien le rinden culto. En el lugar también se construyen pequeñas casitas y edificios de piedra pirqada con la intención de materializar sus peticiones como: carros, animales, televisores, tiendas, negocios, entre otros y las bautizan con el nombre de intención, según el parecido de las piedras; así también, encienden velas para pedir la cura de algún tipo de mal.

Sitio Arqueológico Rakayrakaynniyoq, ubicado en el abra de Ataskhasa, considerado como Waka y/o o Usno donde realizan rituales al apu Pachatusan y al Señor de Huanca

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Por el abra hacia a la cuenca del Vilcanota, jurisdicción del distrito de San Salvador, provincia de Calca, se encuentra el sitio arqueológico denominado Rakayrakaynniyoq, conocido localmente como «las casas de los inkas». Es utilizado como un mirador desde donde se aprecia gran parte del Valle Sagrado de los Inkas. Para otros es una huaca a manera de usnu donde se efectúa una serie de rituales, cuyas ofrendas serán entregadas a las profundidades del apu y madre tierra a través de los socavones de una antigua mina que existe en la zona.

Feligrés elaborando su casa en piedras y miniatura señor de Huanca

Siguiendo con el descenso, después de unas dos horas de camino aproximadamente, se llega a la plaza de los manantes de agua que salen de las entrañas del Pachatusan. Según la creencia popular, estas aguas tienen poderes para sanar cualquier enfermedad y son utilizadas para realizar los baños de purificación y limpieza antes de ingresar al santuario del Señor de Huanca, que está ubicado en el sector conocido como Huanca pampa, palabra quechua que alude a una gran piedra en la explanada, de allí el nombre de la pintura sobre la piedra que representa a Jesús martirizado en casa de Poncio Pilatos. En el lugar dejarán encendidas las velas, que fueron previamente pasadas por el cuerpo, y las piedras que han trasportado desde sus lugares de origen, o las que han sido recogidas durante el viaje como lo hacían los inkas, con la creencia de que a través de estos rituales, el peregrino pueda hallar esperanza a sus problemas, renovar la fe y encontrar la redención.

Camino ritual donde está ubicado una cruz, feligreses rezan de rodillas se puede apreciar la calzada del Qhapaq Ñan sector Huaccoto – San Jerónimo.

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Muchos peregrinos que suben desde el pueblo de San Salvador hacia el santuario, también realizan algunos ritos, como el de sacar un pedacito de piedra que se halla a unos metros del camino, al que la tradición popular la denomina «puerta del cielo» para unos, y para otros es un amuleto que simboliza la prosperidad, especialmente para quienes tienen animales porque tiene el poder de procrearlos en abundancia. Posteriormente, en la subida se irán construyendo las casitas en miniatura con piedras pequeñas para simbolizar las cosas que deseen y, obligadamente, antes de ingresar se debe realizar un baño de purificación y limpieza de los pecados para luego recién postrarse a los pies del redentor. Por la descripción etnográfica del camino, uno puede inferir la razón por la que se le denomina también el camino de los apus, camino sagrado, camino de peregrinaje, camino de los viejos, camino a la casa de los inkas, camino de sanación y camino de los pacos. Cambio y continuidad del Qhapaq Ñan: Los comuneros de Huaccoto y algunos peregrinos refieren que desde hace unos años se ha construido una trocha carrozable que rompe con la tradición de purgar los pecados a través del sacrificio de caminar por horas e interactuar con la población local mediante la compra de alimentos y bebidas calientes, acción que genera un ingreso temporal para Huaccoto. Sin embargo, con la construcción de esta moderna vía se ha distanciado el sentido religioso, pues ya no se hace el peregrinaje con fe, ya no se tiene ese acontecimiento místico, ahora es más un viaje que se hace por costumbre.

Esta ruta del Qhapaq Ñan, desde tiempos muy antiguos, sirvió para conectar paisajes sagrados, así como los mundos de ukhu pacha, kay pacha y hanan pacha para ser parte del universo; conecta los tiempos pasados con el presente, como experiencia colectiva y fue un factor de cohesión entre los peregrinos y sus historias de vida. Pero para las personas de más de 40 años y que aún siguen realizando su peregrinaje a pie, es una ruta en la que el peregrino tiene una íntima relación y comunión con su apu, y con el dios cristiano, en un intento por encontrar la esperanza a sus pesares y redimirse consigo mismo, con la familia y sociedad. Manifestaciones de la cultura inmaterial asociado al Pachatusan: Para los habitantes de Huaccoto, centro poblado de San Jerónimo, comunidad de Pillao Matao, Punacancha, Kircas, Huaccoto, del distrito de San Sebastián, es muy importante recorrer anualmente el apu Pachatusan y visitar al puma, el cóndor, sus lagunas y recoger especialmente en Semana Santa las flores del Phallcha, la cual se le atribuye el uso de medicina tradicional para aliviar males del pulmón, tos y también para realizar emplastos y otros; así también sirve como amuleto en la decoración de la cruz de Semana Santa y en ritos ganaderos durante la celebración del carnaval.

Sistema de Qochas en las faldas del Pachatusan, aguas que abastecen al sitio arqueológico de Tipón.

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Jeronimianos y oropesinos, durante la celebración del viernes santo, acostumbran subir por las faldas del Pachatusan a recoger plantas medicinales las que, según las creencias populares, están benditas con la sangre de Cristo, por tanto, tienen más poder de sanación, entre estas se tiene la flor de Phallcha (Gentiana luteomarginata), popusa, turpa, sapanqhari, ayaqsapatilla, margaritas, que son las plantas más cotizadas por hallarse en la zona, cuya vegetación es muy escasa.

Flores que adornan los caminos y cubren al Pachatusan: Phallcha, Thurpay, Puka Quisa

Don Basilides Zuniga (2019), altomisayoq muy reconocido en San Jerónimo, y otros habitantes de Huaccoto comentan que el apu Pachatusan es un cóndor que personifica a un abogado que dicta leyes, por esto cada 22 de junio, Solsticio de invierno, le presentan ofrendas y se le pide justicia, a manera de ejemplo de la rica tradición oral sobre el apu: JUEZ PACHATUSAN. (Relato recopilado en las comunidades de Huaccoto, Pillao Matao, San jerónimo y San Sebastián, Escalante 2019) Hace muchos años existía un litigio sobre el linderaje entre San Salvador y Huaccoto, ya cansados de poner cuotas y tramitar días, meses, años; un día la junta directiva de Huaccoto se reúne con los ancianos de la comunidad y les preguntan ¿qué podemos hacer?, estamos muy cansados y el juicio no se termina, y los ancianos responden sabiamente: ustedes se han olvidado de ofrendar a nuestros apus, de pedir permiso para recorrer los caminos que ahora se están malogrando porque nuestro peso, nuestro aliento, nuestros bolos (hach’us) de coca, son los que mantienen vivo ahora todo está olvidado; así que, acudiremos a nuestro juez Pachatusan donde vive el cóndor, el puma y la serpiente llevándole ofrendas como frutas que son sus favoritos; iremos con toda nuestra fe, le contaremos todos nuestros problemas aunque él ya lo sabe, pero quiere oír de sus hijos. Así que fueron muy de madrugada donde el apu, hasta llorando le pidieron perdón por el olvido y se comprometieron a no olvidarse de él porque es parte de la comunidad. Por la noche el presidente soñó que estaban reunidos en la mesa del apu Pachatusan, encabezado por el apu Wanakauri, Senk’a, Picol, y todos los jueces con sus cuellos blancos que dictaban la sentencia que era favorable para la comunidad.

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Según los relatos orales de la comunidad de Huaccoto, esta planicie sería la mesa donde juzgan; Huanakauri, Senk’a, Pachatusan, que es abogado, título otorgado por la memoria colectiva y oralidad de los informantes.

YAVIRCA AMARO: «(…) la referencia legendaria sobre haber salido del cerro de Pachatusan, no lejos del Cusco, una Yavirca Amaro “muy fiera bestia, media legua de largo y grueso de dos brazas y media y con orejas y colmillos y barbas”. Dicho monstruo se dirige a Yuncay pampa y Senca, y de allí pasa a la laguna de Guiuipay. De la cumbre de Ausancata (Ausangati) salen, asimismo, dos sacacas de fuego y toman dirección hacia Putina en Arequipa, y en una de ellas se desvía hacia Huamanca, donde están tres o cuatro cerros muy altos cubiertos de nieve». (Relato sobre Pachatusan encontrado en las crónicas de Santa Cruz Pachacuti). Valcárcel (1985) interpreta que los animales mencionados por Santa Cruz además tienen alas, orejas y colas, además de cuatro pies y encima de las espaldas muchas espinas como de pescado; y desde lejos dicen que les parecía todo fuego.

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Conclusiones El apu Pachatusan sigue vigente y con mayor presencia en los rituales, mesadas y sesiones de sanación andino-católicos en la ciudad del Cusco y sus alrededores, puesto que es una de las deidades tutelares de la tradición oral de la colectividad local. Para el cusqueño nato, Pachatusan es el atlas andino que intermedia entre los hombres y el Todopoderoso, pone orden e imparte justicia cuando se le solicita, así como da calma y esperanza a quienes se sienten afligidos. A pesar de que el Qhapaq Ñan ha perdido parte del significado y el valor que los peregrinos de antaño le tenían al recorrer a pie, para los comuneros de Huaccoto es un medio para conectar con las poblaciones de San Jerónimo, San Salvador, Tipon y Cusco. Según los relatos orales de la comunidad de Huaccoto, esta planicie sería la mesa donde Pachatusan juzga. Se le otorgó el título de abogado, gracias a la memoria colectiva y oralidad de los informantes. Recorrer este camino ritual y llegar al apu o a los pies del señor de Huanca, es encontrarse con una de las deidades más poderosas que custodia el valle del Cusco. Los peregrinos le piden salud, abundancia, prosperidad, sanación, castigo, entre otros.

Vista general del Qhapaq Ñan, camino ritual, señalizado para los peregrinos que van al santuario del Señor de Huanca y apu Pachatusan.

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Anthony CĂĄceres Olarte

La importancia de los procesos participativos al interior del

Qhapaq Ă‘an

Sistema Vial Andino

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Hablar de participación en el Perú implica conocer y reconocer el derecho fundamental de la persona a participar en la vida política, económica, social y cultural de la Nación, en forma individual o asociada,1. En ese entender, la participación es un mecanismo de diálogo entre el Estado y las comunidades (entendidas como el grupo de personas que tienen ciertos elementos en común: idioma, costumbres, valores, visión del mundo, ubicación geográfica, estatus social, roles, entre otros), que permite y facilita a las personas intervenir de manera directa en las decisiones públicas, específicamente en aquellas relacionadas con la protección del patrimonio cultural. Si bien la protección del patrimonio cultural demanda de la participación de diferentes actores sociales, esta también debe contemplar acciones que conlleven a una convivencia equilibrada entre el patrimonio arqueológico y la población local asentada en su entorno, ello con el objetivo de promover la apropiación social de su patrimonio; toda vez que en la actualidad el concepto de patrimonio cultural ha ido consolidando fuertemente la noción del denominado patrimonio intangible2, conceptualizada por las comunidades como aquel patrimonio que no se puede tocar. Citando a Jordi Padró Werner: El patrimonio no puede ser concebido como manifestación al servicio de las elites sino, que debe tener un rol fundamental en la vida diaria de la población, por ello las acciones de preservación deben ir orientados en primer lugar a mejorar las condiciones de vida local, y a partir de aquí, poner de manifiesto que la conservación y el uso social del patrimonio son esenciales para la propia supervivencia de la propia comunidad.

1 Constitución Política del Perú; Título I, De la Persona y de la Sociedad; Capítulo I, Derechos fundamentales de la persona. 2 Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, Ley Nº 28296; Capitulo II, Régimen de los bienes integrantes del patrimonio cultural de la nación; Artículo 6.- Propiedad de bien cultural inmueble integrante del Patrimonio Cultural de la Nación; 6.1, «(...) Dicho bien inmueble integrante del Patrimonio Cultural de la Nación tiene la condición de intangible, inalienable e imprescriptible, siendo administrado únicamente por el Estado».

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Coincidimos con Padró, al mencionar que el patrimonio debe, primeramente, contribuir a mejorar la calidad de vida y ser un medio para el desarrollo social y cultural de las comunidades. De este modo, podemos afirmar que no existe en nuestro país, y más aún en nuestra región, un marco general que defina y regule el patrimonio cultural como objeto de interés social; no obstante, también podemos decir que, tradicionalmente, nuestra legislación se ha focalizado en la protección de los bienes muebles e inmuebles y no en la cultura viva en su máxima expresión, ni mucho menos en las personas que se encargan de su protección, transmisión y salvaguardia; como lo son las comunidades que conviven diariamente con su legado cultural. La importancia del proceso participativo en el Qhapaq Ñan Sistema Vial Andino implica concebir dicho proceso como el conjunto de actividades planificadas que devengan de la participación de las comunidades para establecer consensos en cuanto a la protección y defensa de la gran red vial existente en la región Cusco. Por ello, como premisa fundamental, el Sistema de Gestión Internacional de Qhapaq Ñan reconoce la participación de las poblaciones locales en la toma de decisiones, respetando su cosmovisión y considerando aspectos importantes del contexto, como la conservación de tradiciones y costumbres, así como las formas organizacionales ancestrales.

El Proyecto Qhapaq Ñan (PQÑ), a través del área de Uso Social, viene desarrollando una propuesta metodológica de intervención, la cual implica promover procesos participativos durante la elaboración de los polígonos de delimitación a nivel de los diferentes tramos de camino prehispánico, integrantes de la gran red de caminos del Qhapaq Ñan. Dicha propuesta busca de manera efectiva poder involucrar a las comunidades locales en la toma de decisiones en cuanto a la protección y conservación de red vial; es decir, lograr el consenso entre las comunidades y el PQÑ con respecto a la necesidad de establecer áreas de protección para los Monumentos Arqueológicos Prehispánicos (MAP), entre ellos los caminos prehispánicos y sitios arqueológicos asociados a los mismos. Una muestra de la implementación de dicho proceso es aquella desarrollada en el tramo de camino Qorikancha-Wanakauri, el cual tuvo como principal objetivo promover el involucramiento y la participación activa de los pobladores locales (adyacentes al Qhapaq Ñan), durante el proceso de delimitación de la sección Miskiuno-Wanakauri. Para ello se ejecutaron las cuatro fases participativas de trabajo que promueve el Proyecto Qhapaq Ñan; información del proceso, propuesta de delimitación, delimitación participativa y la socialización del polígono de delimitación.

Información del proceso En esta fase se contempla el inicio del proceso participativo, el cual está dirigido a líderes comunales y/o representantes de organizaciones sociales de base y población general, cuyo objetivo es informar y consensuar con la población la necesidad de reconocer áreas de protección para los caminos prehispánicos y sus sitios arqueológicos asociados. TALLER INFORMATIVO CON POBLADORES DE LA COMUNIDAD CAMPESINA DE KIRKAS-SAN SEBASTIAN

Taller cuyo objetivo principal es informar sobre el proceso de delimitación del camino Qoricancha-Wanakauri. Así también se da a conocer los trabajos que el Proyecto Qhapaq Ñan viene desarrollando en el ámbito de la comunidad y la importancia de la participación de las comunidades durante la delimitación.

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Propuesta de delimitación Esta fase consiste en presentar la propuesta de delimitación (eje de camino), consignando un área de protección referencial del mismo, cuya finalidad es explicar el proceso de delimitación y declaratoria de las secciones del camino prehispánico y sus sitios arqueológicos asociados, a través de información gráfica (planos de ubicación y búsquedas catastrales). PROPUESTA DE DELIMITACIÓN EN LA COMUNIDAD CAMPESINA DE PUNACANCHA-SAN JERÓNIMO

Reunión con pobladores de la comunidad campesina de Punacancha, para mostrar la propuesta de delimitación (marco circundante) del camino ubicado en el espacio territorial de la comunidad.

Durante el proceso se establece una comisión de trabajo o la totalidad de los pobladores para realizar la delimitación participativa (en campo), a partir de la jurisdicción de cada localidad involucrada. Delimitación participativa En esta fase se realiza el reconocimiento de los linderos comunales y de los predios superpuestos y adyacentes a los caminos a ser delimitados. Dicha actividad involucra a la población en su conjunto o también a representantes de la junta directiva, así como a representantes de los predios privados, ello con el fin de consensuar las áreas de protección (Marco Circundante) del camino. DELIMITACIÓN PARTICIPATIVA CON POBLADORES DE LAS COMUNIDADES DE PILLAO MATAO, KIRKAS Y PUNACANCHA.

Desarrollo de la delimitación participativa con los representantes y población en general de las comunidades de Kirkas, Punacancha y Pillao Matao, cuyo objetivo fue conocer en campo los criterios técnicos que se tomarán para realizar el levantamiento topográfico del camino. Para ello se contó con la participación de los arqueólogos encargados de la delimitación, quienes explicaron a los asistentes las distancias y parámetros a ser consideradas como parte del Marco Circundante (área de protección) del camino

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Finalizado el trabajo, se redactó un acta de compromiso en la cual se estableció que una vez terminado el levantamiento topográfico, se deberá socializar y entregar un plano de ubicación y detalles del camino a las comunidades involucradas en la delimitación

Durante este proceso se suscriben compromisos con las comunidades y poblaciones directamente involucradas en la sección de camino, estableciendo de manera participativa las áreas de resguardo del camino prehispánico y sus sitios arqueológicos asociados. Socialización del polígono de delimitación Esta fase consiste en socializar los planos generados durante la delimitación participativa; asimismo, se procede a actualizar la información de relevancia para el expediente de delimitación y declaratoria del camino prehispánico como Patrimonio Cultural de la Nación (ajustes del levantamiento topográfico). En ese sentido, se informa a la asamblea comunal y/o a los actores sociales involucrados sobre los trabajos realizados como parte del proceso en anteriores reuniones (3 primeras fases). SOCIALIZACIÓN DEL MARCO CIRCUNDANTE APV. BELLA ESTRELLA-HUILLCARPAY

Con participación de la junta directiva, encabezada por el presidente de la asociación, socios y servidores del Proyecto Qhapaq Ñan se hace de conocimiento de la población sobre el plano del polígono de delimitación y las implicancias de la protección del camino; asimismo, se pasa a consultar a la población sobre la conformidad del plano de delimitación presentado, el cual fue obtenido del proceso participativo desarrollado en su jurisdicción.

Durante este proceso, los pobladores y representantes legales de los predios, directamente involucrados en el polígono del Marco Circundante, dan conformidad de los planos con las áreas de protección establecidas participativamente. Finalmente, se hace entrega de los planos físicos a los dirigentes y autoridades locales de los predios involucrados.

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Las comunidades y poblaciones, vinculadas al tramo de camino Qorikancha-Wanakauri, manifiestan la necesidad de proteger y conservar el patrimonio cultural existente en su entorno, empero también son conscientes que la recuperación de los caminos y en general de su patrimonio cultural debería generar mejoras en el acceso a diferentes servicios, sin ser este un impedimento para su desarrollo. Finalmente, es importante considerar que incorporar procesos participativos en la toma de decisiones, mejora las relaciones sociales entre las comunidades y las entidades estatales; en ese sentido, promueve que las poblaciones locales asuman la responsabilidad de proteger su patrimonio, a fin de que estos sean partícipes en la gestión del mismo. Por lo tanto, el Qhapaq Ñan Sistema Vial Andino deberá ser un bien cultural que se articule a la visión de desarrollo de las comunidades locales.

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Fernando Tupa Espinoza y María Luisa Gonzales Avendaño

PLAN DE MANEJO SISTEMA VIAL ANDINO QHAPAQ ÑAN PUENTE Q’ESWACHAKA 66


E

l presente artículo pretende dar a conocer que la Coordinación de Conservación Patrimonial del Proyecto Qhapaq Ñan ha elaborado el Plan de Manejo del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan – Puente Q’eswachaka, el cual fue aprobado por Resolución Ministerial N°245-2018-MC del 21 de junio de 2018 con el principal objetivo de conservar el Valor Único Excepcional que este bien presenta y por lo que fue incorporado en la Lista del Patrimonio Mundial.

En ese sentido, posterior a su aprobación, el Proyecto Qhapaq Ñan viene realizando denodados esfuerzos con el objetivo de implementar dicho plan de gestión, mediante la formulación de un proyecto de inversión que se enmarca dentro del Plan de Manejo. Esta disposición tiene como finalidad conservar y proteger no solo el bien tangible, sino también las costumbres y tradiciones ancestrales en este ámbito, así como el entorno natural donde se enmarca. Finalmente, si bien es cierto se viene realizando una serie de actividades posterior a la aprobación de este Plan de Manejo, pero somos conscientes de que aún falta concretizar algunas acciones, sobre todo la difusión de este documento de gestión. En ese sentido, vemos como una oportunidad la publicación de este artículo para dar a conocer los objetivos y finalidades del Plan de Manejo para proteger y conservar este bien que en estos últimos años ha enfrentado una serie de afectaciones.

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El puente Q’eswachaka y su entorno El puente Q’eswachaka se ubica en el cañón del Apurímac, una de las depresiones más importantes del Cusco, en el distrito de Quehue, provincia de Canas y departamento del Cusco. Forma parte del sistema vial andino del subtramo Yanaoca-Livitaca y su importancia radica no solo en la existencia de estructuras prehispánicas (estribos y escalinatas), sino también en los conocimientos ancestrales que perduran en la renovación anual de dicho puente, en la cual participan cuatro comunidades campesinas: Ccollana Quehue, Huinchiri, Choccayhua y Chaupibanda1.

Es importante indicar que dicho puente se encuentra emplazado en un entorno natural de características notables, asociado a una red de caminos prehispánicos y a sitios arqueológicos importantes como Llantuco, Añupukara y Patapukara, ubicación que genera un entorno único el cual debe ser preservado.

Por estos motivos, el puente Q’eswachaka presenta dos inscripciones en la Lista del Patrimonio Mundial, así tenemos:

• En diciembre del año 2013, el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Intangible, en su octava sesión 8.COM DECISION 8.2, en Bakú Azerbaiyán; inscribe los conocimientos, habilidades y rituales relacionados con la renovación anual del puente Q’eswachaka, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (UNESCO). • En junio del año 2014, en la sesión N°38 DECISION 38 COM 8B.43, Doha Qatar, el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO inscribe el Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, a la Lista del Patrimonio Mundial sobre la base de los criterios (ii), (iii), (iv) y (vi) en la categoría de Itinerario Cultural2.

Estos títulos colocan a este bien y a su entorno a la par de muchos otros monumentos arqueológicos inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial como: Machupicchu, Caral, Chavín, Líneas y Geoglifos de Nazca y Palpa, entre otros. No obstante, no muchos nos damos cuenta del gran valor e importancia que este bien posee.

1 Plan de Manejo del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan: puente Q’eswachaka-Proyecto Qhapaq Ñan. Documento que se puede descargar de: http://transparencia.cultura.gob.pe/informaciongeneral/normaslegales/resoluciones-ministeriales. 2 Itinerario Cultural (Texto extraído de la Carta de Itinerarios Culturales, Comité Científico Internacional de Itinerarios Culturales CIIC – ICOMOS 2008) «Toda vía de comunicación terrestres, acuática o de otro tipo, físicamente determinada y caracterizada por poseer su propia y específica dinámica y funcionalidad histórica al servicio de un fin concreto y determinado, que reúne las siguientes características: a.- Ser resultado y reflejo de movimientos Interactivos de personas, así como de intercambios multidimensionales, continuos y recíprocos de bienes, ideas, conocimientos y valores dentro de un país o entre varios países y regiones, a lo largo de considerables periodos de tiempo. b.- Haber generado una fecundación múltiple y recíproca de las culturas en el espacio y en el tiempo que se manifiesta tanto en su patrimonio tangible como intangible. c.- Haber integrado en un sistema dinámico las relaciones históricas y los bienes culturales asociados a su existencia».

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Reconstrucción virtual del Puente Q’eswachaka Fuente: Elaboración propia, en función al levantamiento topográfico para la declaratoria y delimitación como patrimonio cultural de la Nación de la Coordinación de Investigación del Proyecto Qhapaq Ñan

Proceso de renovación anual del puente Q’eswachaka, con participación de las comunidades campesinas de Ccollana Quehue, Huinchiri, Choccayhua y Chaupibanda. Fuente: Arqlga. María Luisa Gonzales Avendaño.

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Sistemas de Gestión: Plan de manejo, puente Q’eswachaka Es importante indicar que el Perú forma parte de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, aprobada por la Octava Conferencia Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) del 16 de noviembre de 1972 y que fue ratificado por el Estado peruano mediante Resolución Legislativa N°23349, del 21 de diciembre de 1981. En ese sentido, es importante indicar que el artículo 5 de dicha convención establece: «adoptar (a los Estados parte) las medidas jurídicas, científicas, técnicas, administrativas y financieras adecuadas, para identificar, proteger, conservar, revalorizar y rehabilitar ese patrimonio». Por lo tanto, el Estado peruano no solo tiene el deber de proteger el patrimonio cultural y natural dentro de su territorio, sino también la de asumir las disposiciones y/o recomendaciones estipuladas por la UNESCO; entre ellas la de: Cada bien propuesto deberá contar con un plan de gestión adecuado o con otro sistema de gestión documentado que especifique cómo se conservará el valor universal excepcional del bien, preferentemente por medios participativos3. Se entiende que la UNESCO solicita a los Estados que todo bien, integrante de la Lista del Patrimonio Mundial, debe contar con un plan de gestión o sistema de gestión que asegure la conservación del bien para las generaciones futuras. De esa manera, el Estado peruano, siguiendo las recomendaciones de la UNESCO, mediante Resolución Directoral Nacional N°443/INC del 04 de abril de 2007, aprueba el Esquema referencial de presentación de un Plan de Manejo del patrimonio arqueológico e histórico inmueble integrante del patrimonio cultural de la Nación”, que corresponde a un instrumento para la elaboración de un sistema de gestión del patrimonio cuyo objetivo es: «(…) realizar las acciones para la conservación del significado cultural del patrimonio cultural; incorporándose en dicho Instrumento los aspectos relacionados con la investigación, identificación, registro, inventario, conservación, mantenimiento, puesta en valor y la administración del patrimonio cultural de la Nación (...)» En ese entender, la Coordinación de Conservación Patrimonial del Proyecto Qhapaq Ñan, Sede Cusco (Dirección Desconcertada de Cultura Cusco), ha elaborado el Plan de Manejo del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan-puente Q’eswachaka por un período de cinco años, como un instrumento para la gestión del bien inscrito en la categoría de Itinerario Cultural, bajo los principios de «respeto» (a la propiedad privada, usos ancestrales, costumbres y decisiones), «participación» (inclusión social, decisión, comanejo), «responsabilidad medioambiental» (protección del contexto medioambiental), «preservación» (todas las medidas que preserven el Valor Universal Excepcional) y «prevención» (ningún tipo de impacto al bien y su entorno, limitación y regulación de las actividad)4.

3 4

Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial - Centro del Patrimonio Mundial. Párrafo 108. Plan de Manejo del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan: Puente Q’eswachaka - Proyecto Qhapaq Ñan.

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El Plan de Manejo del Sistema Vial Qhapaq Ñan del puente Q’eswachaka tiene por objeto ejecutar acciones de protección, conservación y gestión de manera planificada e integral, estableciéndose los siguientes componentes o ejes estratégicos: investigación, conservación, participación ciudadana y administración.

Este documento de gestión se realizó en función al Esquema referencial de presentación de un Plan de Manejo del patrimonio arqueológico e histórico inmueble integrante del patrimonio cultural de la Nación y en concordancia con los lineamientos del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), que ordena los procesos de gestión del desarrollo. De esta manera, se articula e integra a los procesos e instrumentos del planeamiento estratégico nacional, toda vez que tienen un carácter territorial (fundamento físico y geográfico, eco sistémico, social y cultural): carácter vinculante (con planes estratégicos, específicos, etc.) y participativo (participación de diferentes actores).

El esquema referencial para la elaboración de un Plan de Manejo, considera que es necesario la formulación de las siguientes fases: preparación, diagnóstico, formulación, validación, implementación, seguimiento y evaluación. En este caso, ya se desarrollaron las tres primeras fases y actualmente se viene ejecutando la cuarta que corresponde a la implementación; en ese sentido, el año pasado

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(2019) se ha formulado el proyecto de Inversión denominado Recuperación, valoración de conocimientos ancestrales y protección de expresiones culturales del puente Qeswachaka, en el contexto de Itinerario Cultural, distrito de Quehue-Provincia de Canas- Departamento de Cusco, cuyas acciones se encuentran enmarcadas dentro del Plan de Manejo y en el presente año, se viene elaborando su expediente técnico. Es importante mencionar que, muy aparte de que en este proyecto se consideran acciones para la conservación del patrimonio tangible e intangible, también considera la protección de los espacios naturales y culturales que se encuentran vinculados al puente Q’eswachaka a través de la propuesta de un polígono de delimitación (que considere e integre junto con el puente Q’eswachaka a los sitios arqueológicos de Llantuco, Añupukara y Patapukara, y sobre todo los caminos prehispánicos que se emplaza en este ámbito) que será regulada para prevenir futuras afectaciones. Cabe destacar que la regulación de este espacio deberá contar con la participación y aprobación de las autoridades municipales, comunales y población involucrada en general. Queda entonces por terminar de concretizar dichas acciones planteadas en el proyecto de inversión y, sobre todo, queda pendiente una de las tareas más importantes y urgentes, que es la creación de la Unidad de Gestión, la cual tendrá la tarea y responsabilidad de administrar y gestionar este Itinerario Cultural. Este deberá estar constituido de manera interinstitucional por representantes de la Dirección Desconcentrada de Cultura Cusco, de la Municipalidad Distrital de Quehue y, sobre todo, por los representantes de las comunidades campesinas que participan en la renovación del puente, tal como lo recomienda la UNESCO5.

La complejidad de atribuciones e intereses contemporáneos presentes en el proceso de valoración, conservación y uso sostenible del bien obligan a la formulación de un mecanismo de gestión trans-institucional y multidisciplinario. Es el espacio para la creación de sistemas de información y coordinación multisectorial, así como para la capacitación de un cuerpo técnico que asegure un permanente monitoreo de los valores y condiciones del bien patrimonial. Este espacio lo podemos llamar “Unidad de Gestión”. Corresponde a esta estructura técnica coordinar entre los distintos actores el seguimiento, la evaluación periódica, crear los espacios de concertación, la convocatoria a la participación y acuerdos entre los distintos actores sociales, así como la promoción integral de los valores patrimoniales.

Finalmente, queremos manifestar que todo esto se podrá tangibilizar si todos aunamos esfuerzos, sobre todo para «coordinar» las diferentes acciones que planteamos desde el lado en que nos encontremos, todo en beneficio de las poblaciones locales que claman por mejorar sus condiciones de vida. 5

Caraballo Perichi, Ciro. Patrimonio Cultural. Un enfoque diverso y comprometido. UNESCO-2011

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Mapa propuesto sobre la regulación del entorno natural y cultural. Fuente: Sub Componente de «Interpretación y protección de los espacios naturales y culturales vinculados al Puente Qeswachaka en el contexto de Itinerario Cultura” del Proyecto de Inversión “Recuperación, valoración de conocimientos ancestrales y protección de expresiones culturales del puente Qeswachaka, en el contexto de Itinerario Cultural, distrito de Quehue – Provincia de Canas – Departamento de Cusco».

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Henry Toribio Quispe Quispe

LA IMPLEMENTACIÓN DEL MUSEO VIRTUAL DEL TAWANTINSUYU EN LA RED DE LOS MUSEOS DEL QHAPAQ ÑAN

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l presente artículo trata sobre el proceso de Implementación del Museo Virtual del Tawantinsuyu en la red de museos del Qhapaq Ñan, el cual muestra el enfoque metodológico usado para la documentación tridimensional de bienes culturales muebles, basada en la fotogrametría digital de rango corto y el uso de los escáner de luz estructurada. Al inicio se menciona la procedencia de las colecciones y su ubicación actual, luego se hace una descripción de la metodología y técnicas llevadas a cabo durante los trabajos de digitalización de los bienes, dando algunos alcances del proceso que se viene llevando a cabo. Finalmente, se hace una discusión y se cita las referencias bibliográficas usadas durante los trabajos que se realizan actualmente. Instrucción En los últimos años se ha avanzado en el campo de la arqueología virtual1 y en la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) a la investigación, conservación, revalorización y difusión del Patrimonio Cultural. Para realizar este trabajo se han utilizado técnicas como la fotogrametría digital, los escáner láser y de luz estructurada, entre otras, con las cuales se realiza el registro y documentación tridimensional de piezas arqueológicas e histórico-artísticas, así como de yacimientos arqueológicos en distintos lugares del mundo. La creación del Museo del Tawantinsuyu fue una iniciativa que nació al constatar que es necesario disponer de un espacio físico y/o virtual, donde se congregue en un solo discurso lo que representa la experiencia de nuestros pueblos en la construcción de un destino común; en ese sentido, es necesario difundir los más logrados saberes, instrumentos, herramientas y conocimientos científicos de nuestros antepasados para empoderar y consolidar la imagen que deben tener las futuras generaciones sobre esta etapa de nuestra historia. Por este motivo, se ha comenzado con la digitalización de los bienes integrantes del guion museográfico de una de las colecciones más emblemáticas para exhibirlas de manera interactiva en una plataforma online gratuita. Esto servirá para difundir de manera virtual el abundante material cultural con el que cuenta la DDC-Cusco, por esa razón se han considerado diversas acciones de vital importancia en el logro de estos objetivos propuestos.

1

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Arqueología Virtual según los Principios de Sevilla (2011) es «la disciplina científica que tiene por objeto la investigación y el desarrollo de formas de aplicación de la visualización asistida por ordenador a la gestión integral del patrimonio arqueológico».


Procedencia y ubicación actual de las colecciones La colección de piezas seleccionadas para integrar del guion museográfico del Museo del Tawantinsuyu han sido extraídas de las diferentes intervenciones arqueológicas realizadas durante las últimas décadas en la región del Cusco. Estas se encuentran bajo custodia de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, mediante la Coordinación de Calificación de Intervenciones Arqueológicas (CCIA) a través del Gabinete de Elementos Muestrales y Colecciones los que a su vez pertenecen al Área Funcional de Patrimonio Arqueológico (AFPA), y están resguardadas en los depósitos del local principal de la DDC-Cusco (Maruri–Kusikancha). Descripción de la metodología Después de revisar los principios de la fotogrametría digital y los escáneres de luz estructurada, así como los ejemplos de su aplicación en el registro 3D de material cultural mueble en diferentes partes del mundo, vimos la necesidad de plantear una propuesta de enfoque metodológico. En ese sentido, se planea desarrollar protocolos prácticos de registro 3D y documentación digital de bienes culturales muebles. A continuación se desarrollan las fases de trabajo y recomendaciones para cada caso. a) Fase del registro fotogramétrico

Proceso de registro fotogramétrico

En el caso de la fotogrametría digital de objeto cercano, el cual es un ensamble de fotografías digitales que permite obtener la geometría precisa de un objeto en todas direcciones, necesitamos considerar algunos puntos importantes dentro de la planificación, antes de tomar las fotografías. A continuación se mencionarán estos detalles: • El primer punto a tomar en cuenta son las condiciones de luz, puesto que es necesario que la pieza esté en un ambiente con luz homogénea, difusa y controlada; para lo que se recomienda, según sea el caso, utilizar una caja de luz y un par de lámparas que servirán para realizar una correcta iluminación. • Seguidamente, es necesario montar la cámara digital sobre un trípode para que esté fija y las fotografías no salgan movidas. • El número de fotografías deberá ser elevado, dependiendo del

Flujo de trabajo del procesamiento por fotogrametría

tamaño de la pieza y detalles que se quieran conseguir con el trabajo. Se tiene que llevar un buen control de la cantidad, para ello se recomienda tener la pieza sobre una tornamesa (torno) con la intención de girarla con precisión y cambiar de posición después de cada ronda, de tal manera que se registren todas las partes. Nota: Si las luces fueron bien colocadas y se tomaron la mayor cantidad de fotografías posibles, el programa de restitución fotogramétrica elaborará sin problemas el modelo en tres dimensiones, pero aun así se necesitará retocar y corregir detalles, así como referenciar el modelo a una escala natural, para lo cual se hace mediciones y se coloca puntos de control, logrando una precisión milimétrica para resaltar características específicas de las piezas. De esta forma, se aprovecha el potencial de la tercera dimensión para obtener información adicional, tanto para análisis geométricos, como para la conservación y/o restauración, entre otros. (Dueñas García, 2014, pp. 60-63)

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Para el caso de los escáneres de luz estructurada se plantea un protocolo de escaneo, tomando en cuenta el movimiento que va a seguir el escáner, así como los planos que deseamos obtener. Es necesario controlar la posición del bien y del escanear; además de la distancia y la inclinación, controlar estas variables nos permitirá realizar un escaneado más eficaz (Serrano Ramos, Esquivel, & Benavides López, 2014). Los pasos que consideramos importantes son los siguientes: • Escaneo de los diferentes planos de los elementos a escanear, para lo cual se necesitarán zonas que se solapen. Los ficheros resultantes estarán formados por una nube de puntos, que suelen incluir información referente al lugar de escaneo. Por este motivo, hay que realizar una limpieza del ruido para eliminar todos aquellos puntos que no tienen relación con el elemento escaneado. • Alineación de los distintos de puntos comunes para ir uniendo los distintos planos escaneados, ya que el software del escáner selecciona un conjunto de puntos geométricamente únicos de cada

modelo y los compara para obtener información relativa de cada uno de ellos, optimizándose automáticamente el modelo 3D. • Luego de la alineación se hace la fusión. Para ello se creará un único modelo poligonal en 3D a partir de los escaneos procesados y alineados previamente, el cual se podrá configurar la resolución/ tamaño de la triangulación de la cuadrícula en milímetros. Una vez completada la fusión, es conveniente comprobar posibles defectos del modelo 3D como el rellenado de pequeños agujeros y alisado de superficies sobrantes. • Luego se realiza la exportación del modelo digital en diferentes formatos tales como: ply, obj, wrl, stl, asc y aop; que pueden ser utilizados en diferentes softwares y dispositivos online. Cabe indicar, que en el caso de los escáneres de luz estructurada, tanto la toma de datos, como el procesamiento de los datos se puede hacer en tiempo real, lo cual ayuda a realizar detalladamente los barridos y repetirlos, según la complejidad del objeto escaneado.

Flujo de trabajo durante el procesamiento del escaneo por luz estructurada

b) Fase de gabinete (procesamiento y optimización de los modelos) La segunda parte del proceso fotogramétrico es la fase de gabinete. Durante esta etapa se hará el procesamiento de datos y obtención de modelos tridimensionales, en este caso se utilizará principalmente Agisoft Metashape Pro y algunos otros softwares libres, para la manipulación, retoque y análisis de los modelos tridimensionales. Seguidamente, se presentará de forma resumida los pasos a seguir durante esta fase.

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Durante el procesado del software se logrará reconstruir la geometría de la superficie u objeto, de la cual se obtiene un modelo tridimensional de carácter métrico. Por ese motivo, las imágenes se tienen que organizar en un mismo espacio de trabajo. Acontinuación, se resume el procedimiento: • Se hace la alineación de las fotografías y mediante el cálculo de algoritmos, el programa encuentra la posición de las cámaras y la orientación de cada fotografía para construir una nube de puntos de baja densidad. • Se crean los marcadores o puntos de control, especificando manualmente sus ubicaciones dentro de la escena, con el fin de optimizar el modelo. Se fijan los parámetros finales de orientación de la cámara y escala, para georreferenciar, minimizando los errores y deformaciones con el objetivo de mejorar las precisiones a la hora de realizar mediciones posteriores. • Luego se genera la nube de puntos densa. En esta parte, el programa calcula, a partir de la posición de las cámaras y de las imágenes de origen, una nube de puntos densa. Finalmente, en este punto se hace la construcción del mesh y textura, el programa calcula y genera una malla poligonal 3D para así representar de forma texturizada la geometría del modelo. Este software ofrece la posibilidad de exportar nubes de puntos, datos de calibración mallas, ortofotos y modelos digitales de elevación en múltiples formatos (Salazar, Rueda Suspichiatti, Sanchez Rossi, & Barba, 2015, p. 5-8). Asimismo, la segunda fase en gabinete también involucra la creación de material multimedia adicional (animaciones, videos didácticos, presentaciones holográficas, etc.). A partir de los modelos 3D, obtenidos previamente tanto por fotogrametría digital, como por escaneado de luz estructurada, los modelos pasan por un proceso de optimización denominado retopología, haciéndose el decimado de las mallas y remapeado de las texturas.

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Discusión La Implementación del Museo Virtual del Tawantinsuyu no solo tiene como intención hacer la documentación y registro 3D de las colecciones más relevantes de bienes culturales que tiene en custodia la DDC-Cusco, sino la de mostrar de manera interactiva el guion museográfico y los modelos obtenidos con información adicional a través de web. La propuesta de digitalización está basada en un enfoque metodológico que usa la fotogrametría digital de rango corto y los escáner de luz estructurada, para así, presentar el tema de forma sistemática, organizada y objetiva. Uno de los motivos por lo que consideramos importante el desarrollo de este tipo de proyecto, es el uso de protocolos durante el registro 3D y virtualización de patrimonio cultural, partiendo por tener clara la metodología para la sistematización del registro y documentación de bienes culturales; de esta forma, se justifica su utilidad metodológica y aplicación práctica. Finalmente, los diferentes tipos de archivos que se producen con estas técnicas no son perecederos, es así que pueden ser almacenados y compartidos con facilidad por muchos medios como el internet. Esto genera bases de datos de modelos digitalizados y abre la posibilidad de crear repositorios y museos virtuales más complejos, donde la información del material cultural sea de acceso al público, esto al final hace que los temas relacionados con la difusión del patrimonio cultural, sean más eficaces y lleguen a más gente.

Bibliografía Aparicio Resco, P. (2013a). Fotogrametría y arqueología virtual: insertando la técnica en la metodología. España. Burgos. Cheli, A. E. (2011). Introducción a la Fotogrametría y su evolución. La Plata. Hespérides. Dueñas García, M. (2014). Registro arqueológico en 3D mediante la fotogrametría de rango corto. San Luis. Universidad Autónoma de San Luis Potosí Facultad de Ciencias sociales y Humanidades. Instituto Nacional de Cultura, (2007). Documentos Fundamentales para el Patrimonio Cultural, textos internacionales para su recuperación, repatriación, conservación, protección y difusión. Lima. Jiménez, J. G., García, M., Revelles, J., & Melero, F. J. (2012). Digitalización 3D y Difusión en Web del Patrimonio de las Universidades Andaluzas mediante X3D Y WebGL. Virtual Archaeology Review. 3(7), 55-59. Martínez Huerta, J. C. (2014). Fotogrametría digital: Un complemento en el registro arqueológico dentro del Proyecto Arqueológico La Quemada. Mexico. Instituto Nacional de Antropología e Historia Zacatecas. Ministerio de Cultura, (2016). Marco Legal de Protección del Patrimonio Cultural. Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural. Morales González, V. (2016). Digitalización de una imagen de la Virgen del Carmen y los usos del 3D en la conservación y restauración. Santa Cruz de Tenerife. Universidad de La Laguna. Moyano, G. (2015). Aplicación de Fotogrametría Digital en Arqueología. Nuevas formas de registro en el sitio El Sunchal, Anfama, Tucumán. Tucumán, Argentina. Nicolas Didier, N., & Mas-Barberà, X. (2018). El registro 3D como medio para el análisis y difusión del patrimonio escultórico. El caso de la escultura en cera del Écorché. Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio UPV. Serrano Ramos, A., Esquivel, J., & Benavides López, J. (2014). Una aplicación del escáner de luz estructurada y low range en las Venus de la Villa de Salar. Congreso Internacional «Terra Sigillata Hispánica. 50 años de investigaciones». Granada.

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Milton Juan Ochoa Zapata

USO DEL APLICATIVO «KAMAYUQ» PARA DISPOSITIVO MÓVIL, EN EL REGISTRO DE PELIGROS Y VULNERABILIDADES PARA LA CONSERVACIÓN DEL QHAPAQ ÑAN, SISTEMA VIAL ANDINO PATRIMONIO MUNDIAL

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«Kamayuq» es un aplicativo móvil desarrollado por el Proyecto Qhapaq Ñan en la Sede Cusco, de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco del Ministerio de Cultura del Perú, como parte del «Apoyo al fortalecimiento del sistema de gestión participativo del Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino» del gobierno del Japón2, que busca responder a las recomendaciones de la 38ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial (Decisión 38 COM 8B.43) para el bien seriado transfronterizo Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú). El principal objetico de este proyecto es asegurar una protección y conservación efectiva de su Valor Universal Excepcional, incluyendo su integridad y autenticidad, en línea con los principios de la Convención de 1972.

La recolección de información se realiza a través del aplicativo «Kamayuq» para dispositivos móviles (teléfono inteligente y tabletas), el cual se desempeña como una libreta de campo digital para agilizar la toma de datos. La información recogida es fácilmente transferida a diversos programas y en especial a la plataforma SIG para su procesamiento, análisis, visualización, etc. A partir de la información recolectada con el aplicativo móvil «Kamayuq», se puede crear mapas de peligro, vulnerabilidad y riesgo.

Entre los múltiples usos que se le pueden dar al aplicativo móvil «Kamayuq» se encuentra el de particular interés, que sirve para la identificación de peligros y/o amenazas de origen natural y vulnerabilidades, que ponen en riesgo al Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino.

Una de las ventajas de este aplicativo es poder monitorear los riesgos a partir de la identificación de peligros y el análisis de vulnerabilidades. Es decir, agiliza la toma de datos en campo, facilitando su exportación e inserción dentro de la plataforma SIG y traslaparlos con los caminos y sitios arqueológicos asociados del Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino; esto conlleva a mejorar la eficiencia y eficacia del trabajo.

1Evaluador de Riesgos Acreditado por el CENEPRED. 2Apoyo al fortalecimiento del sistema de gestión participativo del Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino.

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El uso de tecnologías móviles, aplicado a la gestión del riesgo de desastres, es cada vez más común. La facilidad para acceder a teléfonos inteligentes y la mejora significativa de sus capacidades ha generado toda una revolución en la creación de aplicaciones, dirigidas a un mercado de profesionales que buscan herramientas para tomar datos de campo, procesarlos, obtener resultados preliminares y tener la posibilidad de compartir la información generada para su posterior análisis. En el presente artículo se describen las capacidades del aplicativo móvil «Kamayuq» para teléfonos inteligentes y tabletas electrónicas, el cual funcionan con el sistema operativo Android. Esta aplicación se enfoca en la toma de datos sobre peligros y vulnerabilidades y se complementa con la plataforma SIG para su posterior procesamiento. El principal objetivo del uso de estas tecnologías es contar con capacidades de adquisición de información de campo como parte de la gestión del riesgo de desastres en el Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino. OPCIONES DEL APLICATIVO «KAMAYUQ» El aplicativo móvil «Kamayuq» aprovecha la tecnología digital de los teléfonos inteligentes que traen consigo el sistema de posicionamiento global interno (GPS), la cámara digital, memoria interna, entre otros componentes; asimismo, trata de maximizar la tecnología interna de los aparatos en los que será instalada esta aplicación. Por esta razón, incluye herramientas que permiten la toma de datos georreferenciados, toma de fotografías georreferenciadas, dibujar áreas y a la vez tiene la ventaja de trabajar con diferentes mapas bajo la plataforma google maps, incidiendo en la calidad de la información generada para la toma de decisiones estratégicas.

A continuación mencionaremos las funciones del aplicativo «Kamayuq»:

N° 1

Función

Componentes

Gestión de usuarios Lista, registro, modificación y del sistema eliminación de usuarios.

2

Amenazas

Lista, registro, modificación y eliminación de amenazas.

3

Vulnerabilidades

Lista, registro, modificación y eliminación de vulnerabilidades.

4

Fotografías

Registro, modificación y eliminación de fotografías.

Descripción Permite el registro de usuarios que tendrán acceso al manejo del aplicativo Kamayuq. Permite el registro de amenazas con la respectiva fotografía y descripción del evento georreferenciado. Permite el registro de vulnerabilidades con la respectiva fotografía y descripción georreferenciado. Permite el registro fotográfico georreferenciado de amenazas y vulnerabilidades, con una breve descripción.

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Figura 1. A: Manual de usuario del aplicativo «Kamayuq». B: Ingreso y registro de usuario. C: Menú de opciones del aplicativo «Kamayuq». (Imágenes: Proyecto Qhapaq Ñan). USO DEL APLICATIVO KAMAYUQ En esta parte describiremos las principales funciones del aplicativo «Kamayuq», que puede ser descargado desde el App Store para aparatos con sistema operativo iOS y desde Google Play para sistema operativo Android. La función que tiene el aplicativo «Kamayuq» es registrar amenazas a nivel de puntos y se puede dibujar polígonos del área de la amenaza, georreferenciados en el sistema UTM WGS-84. Para esto, el sistema cuenta con una lista de los diferentes tipos de amenazas de origen natural y/o antrópico. La información registrada puede ser visualizada, modificada, eliminada y descargada para su posterior procesamiento en la plataforma SIG. Asimismo, el registro de la amenaza puede ser sincronizado con una base de datos. Así también, a través de esta aplicación, se pueden registran los parámetros de vulnerabilidad en la dimensión social, física y ambiental que involucra el uso público del bien, las estructuras que conforman los caminos y sitios arqueológicos asociados y el entorno natural, debidamente georreferenciado en el sistema UTM WGS-84. La información registrada puede ser visualizada, modificada, eliminada y descargada para su posterior procesamiento en la plataforma SIG. Asimismo, el registro de vulnerabilidad puede ser sincronizado con una base de datos. La captura de fotografías para amenazas y vulnerabilidades es georreferenciada, con una breve descripción. Se usa para registrar fotográficamente una amenaza y vulnerabilidad de las estructuras prehispánicas, el cual es almacenado en la memoria interna del equipo y puede ser editado, eliminado y descargado. Asimismo, la fotografía puede ser sincronizada con una base de datos.

Toda la información de amenazas y vulnerabilidades registrada en campo es usada para definir los niveles de riesgo, con la integración de información sobre caminos y sitios arqueológicos en la plataforma SIG.

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Figura 2. A: Menú de opciones de amenazas y vulnerabilidades. B: Registro de fotografías. C: Uso y aplicación de «Kamayuq» en campo con participación de especialistas de los países de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. (Imágenes: Proyecto Qhapaq Ñan).

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CONCLUSIONES Consideramos que esta herramienta es muy valiosa, pues facilita el recojo de información sobre amenazas y vulnerabilidades para determinar los niveles de riesgo a los que está expuesto el Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino, incluido su uso público. La información recogida en campo puede ser procesada en la plataforma SIG, donde se podrá analizar, interpretar y tomar acciones de Gestión del Riesgo de Desastres con fines de conservación del Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino.

REFERENCIAS Proyecto Qhapaq Ñan, (2018) Manual de usuario Kamayuq. Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, Ministerio de Cultura del Perú. Secretarias Técnicas del Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. (2014) El Sistema de Gestion del Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino: Una propuesta transnacional, participativa y sostenible.

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Homar Gallegos Gutiérrez

LOS OBSERVATORIOS CULTURALES COMO INSTRUMENTO DE GESTIÓN DEL PAISAJE ARQUEOLÓGICO DEL SISTEMA VIAL ANDINO

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l presente artículo forma parte de la actividad denominada Declaratoria y Delimitación de caminos como Patrimonio Cultural de la Nación, desarrollada por el equipo profesional y técnico del Proyecto Qhapaq Ñan, sede Cusco, el cual tiene como objetivo gestionar e implementar acciones de protección y preservación del bien cultural patrimonial inmueble, clasificado como Paisaje Arqueológico. La Declaratoria y Delimitación del Paisaje Arqueológico tiene como principal objetivo brindar información catastral de los bienes culturales inmuebles, basada en los principios fundamentales del Sistema Nacional de Catastro Predial (SNCP) referidos a: integración, exclusividad, acceso a la información, veracidad, identidad, ubicación geográfica, desarrollo multidisciplinario y socialización; que coadyuven a la implementación de un Observatorio Cultural (OC) en un futuro inmediato. Los Observatorios Culturales tienen la función de facilitar y transferir información y conocimiento sobre cultura, la cual se halla dispersa y es de uso exclusivo en algunos países situados generalmente en Europa. En América, países como Argentina, Colombia, Cuba, España, México, Portugal y Uruguay, tienen información disponible, relacionada a políticas, estadísticas, información del sector artístico, del mundo de la cultura y el patrimonio, fundaciones y empresas privadas, información académica, publicaciones, investigaciones, entre otros. Importancia de la inclusión del Ministerio de Cultura al Sistema Nacional Integrado de Información Catastral Predial. El Decreto Legislativo N° 1255, publicado el 7 de diciembre del 2016 en el diario oficial El Peruano, da cuenta de la importancia con relación a la modificación de la Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, señalando: «Declárese de interés social y de necesidad pública la identificación generación de catastro, delimitación, actualización catastral. Registro, inventario, declaración, protección, restauración, investigación, conservación, puesta en valor y difusión del Patrimonio Cultural de la Nación y su restitución en los casos pertinentes». De esta manera, se pondera la importancia y valor de la labor catastral del patrimonio cultural. Al mismo tiempo, se modifica el Artículo 7 de la Ley de creación del Ministerio de Cultura, la cual señala en el Inciso v que: «implementar el catastro arqueológico nacional, así como el catastro de otros bienes inmuebles del Patrimonio Cultural de la Nación, en coordinación con los demás sectores, los gobiernos regionales y gobiernos locales». Como se puede observar, la modificación de la Ley de creación del Ministerio de Cultura es enfática con respecto a la necesidad de sumar esfuerzos entre las diferentes instituciones generadoras de catastro, con la finalidad de que el resultado —producto de este trabajo— sea sistematizado adecuadamente de acuerdo con los últimos avances tecnológicos y, además, tenga dominio interinstitucional y esté al alcance de los diferentes espacios públicos y privados interesados.

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Observatorio Cultural. Existe una serie de definiciones sobre el tema, enfocadas a perspectivas, objetivos y a la aplicación de políticas culturales para la gestión del patrimonio cultural material e inmaterial. Uno de los conceptos que describe de manera didáctica y concisa el significado de Observatorio Cultural, lo define como: Instrumentos creados con el objetivo de analizar una realidad cultural, la situación de los sectores y el impacto que las políticas culturales tienen en ella. Todos comparten una serie de características ya que, aunque existen diferentes modelos y desarrollos, tienen un punto de partida común: su función de observar (Zallo, Ramón, 2007, p. 197). Los objetivos de los Observatorios Culturales radican en la transferencia y acceso a la información mediante una serie de medios informáticos como las plataformas de las redes culturales. Este fenómeno social se denomina «la era del conocimiento», dentro del mundo globalizado y permite compartir información selecta y especializada, enfocada hacia la generación de debates, foros, conferencias, etc., con la finalidad de implementar políticas culturales, adecuadas a los contextos geográficos, sociales, económicos, religiosos e ideológicos de cada país. El origen y evolución de los observatorios culturales se registra en Europa a finales del siglo XX. A pesar de que otros continentes han hecho eco de estas iniciativas, es el continente europeo el que acoge el mayor porcentaje de observatorios, con el 55 %, frente al 36 % radicado en el continente americano… su mayor presencia se concentra en Canadá. El desequilibrio geográfico respecto a su desarrollo está condicionado por la indefinición del concepto de observatorio, y por la proliferación en otros países de otro tipo de organismos destinados a la observación cultural (Ortega y San Salvador del Valle, 2010, p. 2). El territorio peruano cuenta con valiosa información cultural descubierta a través de investigaciones y la que está por descubrirse. Conocimiento que es producto de las experiencias y el saber del antiguo poblador andino y amazónico, plasmado en una serie de conocimientos del paisaje, geografía y geología, que han permitido desarrollar la obra de ingeniería más grande y compleja del universo denominado Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino.

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Procedimientos técnicos para la Declaratoria y Delimitación de Paisaje Arqueológico y Guía de Ponderación. Con la finalidad de dar inicio a las labores de Declaratoria y Delimitación de los paisajes arqueológicos, como Patrimonio Cultural de la Nación, se elaboraron dos documentos base, necesarios para el desarrollo del trabajo en mención. Uno de ellos el Manual de procedimientos técnicos para el saneamiento Físico Legal del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan, el cual tiene como objetivo definir las acciones de tipo técnico y legal, destinadas a determinar la condición físico legal de un bien cultural inmueble, integrante del Patrimonio Cultural de la Nación. En ese sentido, para la intervención de un camino prehispánico en función a su clasificación como paisaje arqueológico, se plantean trabajos de campo y gabinete los cuales consisten en: el diagnostico preliminar, participación comunitaria, actualización de registro arqueológico (en algunos casos), validación de caminos y sitios arqueológicos asociados, predelimitación y georreferenciación para la búsqueda catastral, relevamiento topográfico (levantamiento topográfico del camino a detalle y polígono del marco circundante), obtención de partidas electrónicas, obtención de bases gráficas, emisión de comunicados (notificaciones), elaboración del expediente técnico y, concluyendo, con la emisión de la Resolución Viceministerial, emitida por la sede central del Ministerio de Cultura para posteriormente proceder a la inscripción en Registros Públicos y realizar al saneamiento físico legal. Previo a la inclusión del Ministerio de Cultura al Sistema Nacional Integrado de Catastro, de acuerdo con las modificaciones dadas en el año 2016, el desarrollo de la actividad de declaratoria se realizaba tomando en consideración el análisis y estudio de la publicación de una serie de documentos como manuales, reglamentos, directivas y otros elaborados por el SNCP, la SUNARP, el IGN, la ANA, el MTC, entre otros. En estos documentos se plantean las directrices generales con respecto al tema catastral en vinculación al catastro arqueológico. Otro de los documentos elaborados por el equipo de Declaratoria subtitula Guía de Ponderación Multicriterio para el saneamiento físico Legal del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan, cuyo objetivo es establecer patrones evaluativos que permitan priorizar objetivamente la atención de bienes inmuebles para el proceso de saneamiento físico legal del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan. Asimismo, tiene el objetivo de construir un mecanismo para evaluar y monitorear las acciones para la declaratoria y el saneamiento físico legal del camino y sitios arqueológicos, asociados del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan, en el corto, mediano y largo plazo, permitiendo así priorizar y cumplir con lo programado. Los criterios de ponderación, utilizados para el saneamiento físico legal del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan, fueron construidos sobre la base de los aspectos más resaltantes que tienen vinculación e incidencia, tanto positiva como negativa con el bien cultural inmueble. Estos criterios justifican y le otorgan un peso específico al bien cultural inmueble para su atención inmediata. En suma, estos criterios están basados en preservar, conservar y proteger la significación cultural del bien inmueble. En este caso, de los caminos y sitios arqueológicos con formantes del Sistema Vial Andino Qhapaq Ñan, en la región Cusco 1, siendo estos criterios los siguientes: valor universal excepcional, autenticidad e integridad, riesgo de desastre, vulnerabilidad, impacto patrimonial, recuperación y puesta en valor, puesta en uso público, ámbito de ubicación y accesibilidad, población beneficiaria, involucramiento con Proyectos Sectoriales.

1 Manual de procedimientos técnicos y guía de ponderación para el saneamiento físico legal del Sistema Vial Andino. Periodo 2014–2021 (Bicentenario del Perú); elaborado por Homar Gallegos Gutiérrez y Milton Juan Ochoa Zapata, cuyos documentos se hallan en proceso de actualización.

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Conclusiones • El catastro arqueológico contribuye al desarrollo de la Nación, mediante la ejecución de una serie de acciones como la protección, investigación, conservación y uso social del acervo cultural, puesto que, mediante la declaratoria y delimitación como Patrimonio Cultural de la Nación, se garantiza su intangibilidad. De ahí la modificación de una serie de normas jurídicas, adscritas a las políticas culturales que orientan, presupuestan y planifican la realización de esta actividad catastral. Al mismo tiempo, contribuyen con el proceso de ordenamiento territorial y el saneamiento físico legal de predios informales. • La Declaratoria y Delimitación del Paisaje Arqueológico tiene como objetivo no solamente la protección del

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bien cultural mueble, con fines de protección, conservación (gestión de riesgos) y saneamiento físico legal, sino que durante la generación de un polígono también están implícitos aspectos con respecto al entendimiento del espacio físico en relación con uso y funcionalidad de los elementos «aislados» que en su contexto denotan la identificación de diversos eventos culturales, donde se pone de manifiesto el manejo sostenible del paisaje por parte de nuestros antepasados. • El Observatorio Cultural, en nuestro contexto, representa un reto en cuanto a su concepción, planificación e implementación, en el afán de sistematizar, difundir y promover la investigación inter y multidisciplinaria que contribuya a replantear o actualizar nuevas políticas culturales para una mejor gestión del patrimonio material e inmaterial de la Nación.


Nazario Auccapuro Quispe

LA IMPLEMENTACIÓN DEL MUSEO VIRTUAL DEL TAWANTINSUYU EN LA RED DE LOS MUSEOS DEL QHAPAQ ÑAN La clasificación actual de caminos y ferrocarriles en la guía de criterios básicos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones del Perú están basados en la utilidad, la capacidad de carga y la afluencia vehicular en las carreteras. Estos criterios corresponden básicamente, en primer caso, a la demanda de IMDA (Índice Medio Diario Anual) expresado en la fórmula de número de vehículos/día, de las calzadas dividas por el número de carriles. El segundo criterio es la clasificación por orografía, en otras palabras, el pendiente del terreno con respecto al trazo de la vía. Lo que en el registro del Qhapaq Ñan corresponde al tipo de emplazamiento en función a la superficie predominante del terreno por donde se ubica el camino, que determina finalmente la solución tecnología de la tipología del camino prehispánico. En cambio, las carreteras modernas tienen trazos según el porcentaje de las pendientes transversales al eje de la vía, lo que en el mundo andino equivale a desafiar el paradigma de aquella otrora frase «en los andes, el espacio es dueño del tiempo».

El transporte terrestre fue uno de los grandes desafíos desde las primeras civilizaciones en la agreste geografía, la llama servía como animal de carga de los inkas y posteriormente las acémilas

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Problemática En una sociedad sin carretas y sin el uso de la rueda, además de su accidentada geografía, pero con alta necesidad de contar con los medios de comunicación rápida a largas distancias, los caminos del Qhapaq Ñan fueron las innovadas soluciones del pasado prehispánico que tienen cierta semejanza y hasta se usan analogías en el trazado de las vías con las especificaciones modernas de carreteras para automóviles, cada vez más renovados electrónicamente. Sin embargo, la comprensión del Qhapaq Ñan, como una red vial de tránsito para personas y animales de carga, no se limita a un uso definido, tampoco a una especificación técnica estandarizada, sino que se sujetaba a los requerimientos de las poblaciones y los proyectos políticos de interconexión; es decir, el Qhapaq Ñan es el conjunto de aquel bagaje cultural de todo un proceso de civilización. La ambigüedad en su teorización radica en los conceptos tradicionales que se atribuían erróneamente, al darle usos muy restrictivos al camino en sus aspectos más formales, aislados de la ordenación del tiempo y espacio a través de esta vía. Esto revela que la clasificación del Qhapaq Ñan debe obedecer a un sistema de infraestructuras físicas y complementos de funcionalidad con espacios de ocupación permanentes, usos restringidos, sagrados y los valores naturales que representan la comprensión cósmica del territorio. Esto también va combinado de una connotación simbólica religioso-andino, según la importancia de los pueblos y los requerimientos de uso de espacios, de ahí resulta la clasificación de los caminos mediante las pretensiones políticas, económicas, productivas y religiosas, a niveles locales y regionales y desde las poblaciones más sencillas hasta las más complejas es su estructura orgánica o los sistemas complejos orgánicos.

Planteamientos Desde la utilidad e importancia del Qhapaq Ñan, los caminos y elementos arquitectónicos asociados, directos e indirectos, que integran esta red vial, deben ser entendidos no solo como una conexión de territorios, sino como un territorio articulado y organizado en la accidentada geografía dentro de un proyecto político andino evolucionado a lo largo de un proceso cultural, para cuyo funcionamiento fue indispensable una red de comunicación integral: caminos de diferentes tipologías constructivas, la valoración de los más importantes centros urbanos, los lugares religiosos y la evolución de las tecnologías empleadas en su construcción. Para determinar la utilidad e importancia del Qhapaq Ñan, es necesario considerar los siguientes indicadores: 1. El crecimiento demográfico de las poblaciones 2. Abastecimiento de bienes básicos o nobles 3. El dominio y capacidad de fuerzas productivas 4. El desarrollo tecnológico 5. Los sistemas de comunicación y los códigos de información

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Mediante estos indicadores de estructura social, la red vial se vuelve un complejo sistema de estrategias de articulación regional. Las propuestas anteriores tienen sustento en cuanto al crecimiento demográfico en una sociedad origine mayor demanda de necesidades y de servicios básicos insatisfechos que deben ser abastecidos, usando sus propias fuerzas productivas en la domesticación de plantas y la invención de la agricultura, la crianza de camélidos y el aprovechamientos de los subproductos, derivados de esta actividad, así como el acopio de bienes suntuosos, los mecanismos de distribución, hábitos de consumo y las técnicas de almacenamiento de alimentos.

A la izquierda, el camino prehispánico del tramo Vitkus-Choquequirao, sector Qollpapampa, con tipología de calzada elevada y a la derecha se observa la apacheta en el abra Chukuyto junto a las cruces de madera constituye un paso de peregrinación.

Esta articulación también ha permitido al hombre andino avanzar en el mejoramiento genético de animales y plantas a través de la transmisión de conocimientos, expresados en valores culturales inmateriales. Estos descubrimientos y domesticaciones se realizan en un espacio territorial y en un tiempo determinado, muchas veces más perfeccionadas que las otras. En consecuencia, la articulación generó la ampliación de las fronteras de ocupación y la integración de poblaciones. En otros casos, el abastecimiento de bienes y servicios se realizan mediante las transacciones comerciales con otras poblaciones a través de la circulación de bienes portables de uno u otro lado, de forma continua y estacional. La concepción del Qhapaq Ñan está referida a una red de infraestructura vial, cuyo fin es la transitabilidad peatonal y de animales. También es un medio de unificación de poblaciones mediante el transporte de productos para el intercambio en un mundo donde los valores se estimaban según la satisfacción de las necesidades individuales y colectivas. Es así que el intercambio se materializaba bajo ciertos requerimientos como las condiciones de negociación, cantidades y sus equivalencias. Los estudios arqueológicos vienen demostrando que muchos bienes portables como la cerámica, recursos malacológicos, objetos metálicos manufacturados, bienes suntuosos, frutos y material orgánico se encuentran en áreas muy distintas de su origen y dominio de las culturas establecidas en un territorio. Muchos de estos objetos portables pueden ser producto de intercambios comerciales, pero también ser resultados de requisas, apropiaciones, trofeos o saqueos a caravanas de comerciantes. En otros casos, son llevados como ofrendas y regalos suntuosos entre las clases dominantes, como mecanismo de afianzamiento y renovación de relaciones pacíficas, que no necesariamente indican la ocupación física de ciertos espacios territoriales, sino el contacto y socialización de distintas culturas en ocasiones muy favorables a su desarrollo y estructura social. 92


La consideración para la propuesta de intercambios comerciales entre las distintas culturas en la región andina, es también comprender el abastecimiento de productos exógenos a través de mecanismos de intercambio, el cual se da cuando existen demandas internas de la población de una u otra cultura y de los ascendentes de las mismas. Para este caso, recurren a ciertos mecanismos de transacción comercial mediante el acercamiento a otras poblaciones colindantes, que a la vez demanda cierto tipo de productos; es decir, que ya sea por una u otra parte, requieren abastecerse de algún producto exógeno para la subsistencia de su población o estructura social. En el espacio andino, los mecanismos de intercambio se concretaban a través de los tratados de buenas relaciones, conformación de nuevas familias y parentescos espirituales o afianzamientos culturales. Por tanto, en las sociedades prehispánicas no monetarizadas (sin uso de moneda como medio de transacciones comercial) se recurría al mecanismo de transar entre productos, que en idioma quechua se llama «shalay».

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Los intercambios de bienes de cualquier índole debían contemplar ciertas condiciones en los acuerdos preestablecidos, según la importancia y los escenarios condicionantes tales como:

1. 2. 3. 4. 5.

Las relaciones pacíficas entre dos o más poblaciones Equivalencias entre cantidades de productos El uso de códigos de comunicación y dominio de la misma lengua Demandas internas de productos o brecha de necesidades Satisfacción y utilidad de productos requeridos

Tales aseveraciones corresponden a la máxima utilización del camino para fines de transporte por donde los bienes transportables circulaban acompañados de un conjunto de valores y conocimientos llevados por los que trajinaban. Su importancia se refiere a la posición social de los pueblos articulados, el valor jerárquico que poseían ciertos centros administrativos, también se añade la capacidad de dominio e influencia hacia los pueblos de menor rango, según su ideología y capacidad productiva.

Conclusión Es difícil determinar a esta ancestral vía solo como un sistema de comunicación, ya que fue un instrumento de unificación de territorios y poblaciones, de conocimientos y tecnologías; del universo andino entre las realidades y los ideales. Los caminos del Qhapaq Ñan fueron los medios estratégicos en la conquista de los pueblos y en la diversidad de sus manifestaciones, por estos caminos llevaron su cultura y su influencia hacia las expansiones de su irradiación.

Bibliografía Auccapuro Quispe, N. (2015). Informe final del Proyecto de Investigación Arqueológica sin Excavaciones del Sistema Vial Andino ruta: Kaninkunka - Pikillaqta – Espíritu Pampa, región de Cusco, Temporada 2015 ( tomos del 1 al 6). Área de Identificación y Registro, Proyecto Qhapaq Ñan–DDC Cusco. Covey, A., Bauer, B., Belisle, V., Tsesmeli, L. (2013) Perspectivas regionales de la influencia del estado Wari en Cusco, Perú. Revista de Antropología Arqueología. 34(4). Ámsterdam. Decoster, J. y Ziotkowski, M. (2016) Vilcabamba entre arqueología, historia y mito. Cusco. Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas, Universidad de Varsovia. Paroy Villafuerte, G. (2010) Killke: entre la historia y la arqueología, síntesis social. Revista estudiantil de investigaciones histórico-sociales. Regal Matienzo, A. (2009). Los caminos del Inca en el antiguo Perú. Cusco. Editorial del Instituto Nacional de Cultura.

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