La inauguración del monumento al Sagrado Corazón en Mazarrón y su proyección internacional
E
l conocido monumento al Sagrado Corazón de Jesús, el original, se erige en 1925 en el marco de la reacción de la iglesia frente a las corrientes librepensadoras de la época y tras una visita de los misioneros a Mazarrón, en este caso jesuitas, que fueron los que fomentaron la idea. En una época ruinosa para el municipio, llama la atención la rapidez con la que se atendieron las obras proyectadas sobre el Cerro de Santa Catalina (el Cabezo del Santo). Además, el hecho apenas tuvo difusión en la prensa de la época lo que contrasta con la publicación de la noticia y su repercusión a nivel internacional. A poco más de 90 años de su inauguración, esta es la crónica de la época que encontramos.
En ningún otro tiempo la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se extendió tanto como bajo el pontificado de León XIII (Papa romano, 18781903) quien, desde el principio difundió este culto no dejando pasar ocasión alguna con el fin de propagarlo1. En su encíclica de 25 de mayo de 1899, el Santo Padre animaba al mundo a consagrarse al Corazón de Jesús2 y, de resultas de su campaña, se pusieron en marcha numerosos proyectos de construcción por todas partes y hasta en los rincones más lejanos que hoy conocemos. Esta obra inicial tuvo su continuidad con Pío X (pontificado 1903-1917) que denunció sin paliativos las herejías del modernismo, de la democracia cristiana y la separación de la Iglesia y el Estado. En realidad, el Corazón de Jesús era una de las advocaciones de “la Iglesia en lucha” que a finales del siglo XIX y principios del XX reaccionó de esta forma frente a las revoluciones liberales burguesas y el peligro de la pérdida de influencia del confesionismo ante el fenómeno laico. La parte más visible de este movimiento son las iglesias de nueva construcción y los monumentos conmemorativos dedicados al Sagrado Corazón de Jesús repartidos por todo el mundo y que, en el caso concreto de la Región de Murcia cuenta con muchos ejemplos entre los que citamos los casos de Lorca3 y, más claramente, el de Monteagudo. Mazarrón, que en aquella época vivía angustiosos momentos derivados de la crisis de la mi-
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nería, no permaneció ajeno a este movimiento católico y de resultas de éste se proyectó la construcción de un monumento emplazado en el Cerro de Santa Catalina. Curiosamente, la noticia de este evento parecer ser que no suscitó un gran interés en la prensa de la época, de hecho, las noticias que generaba el municipio a nivel de prensa nacional estaban más ligadas con la grave situación económica por la que pasaba que por los eventos religiosos. Por ello no deja de ser llamativa la noticia que encontramos en la revista “Regnabit – Revue Universelle du Sacré-Coeur”, cuya publicación se extendía por varios países como París, Bélgica, Roma, Canadá y Pekín. Se da la circunstancia de que la inauguración del monumento al Sagrado Corazón de Jesús en Mazarrón, que tan difícil es de rastrear en la prensa nacional de la época, tuviera por el contrario repercusión internacional. En la edición de “Regnabit” de enero de 1926 se recoge la noticia de la consagración en Mazarrón de un monumento al Sagrado Corazón. El municipio aparece descrito como una ciudad de 20.000 almas, perteneciente a la diócesis de Cartagena, donde se ha realizado este hecho a raíz de las misiones de los padres Jesuitas que visitaron el municipio en 1925. Uno de los padres de la misión fue el R.P. Muñoz que lanzó la idea de que el municipio elevara un monumento al Sagrado Corazón sobre el Cerro de Santa Catalina, apelando a la calidad de los hijos de Mazarrón. Una idea que fue acogida con entusiasmo, abriéndose una suscripción y realizándose los trabajos con tanta rapidez que ese mismo año se pudo inaugurar la imagen del Cristo. El día de la inauguración se ofreció una misa solemne con la participación de Mons. L´Evêque y el R.P. Hitos, en la que éste último predicó la preparación de todos los corazones a la comunión general. Después de la misa, se organizó una procesión que se dirigió al Cerro de Santa Catalina y, una vez allí, al pie del Cristo, se celebró una nueva eucaristía donde el alcalde de la Villa leyó un texto manifestando la consagración del municipio al Sagrado Corazón. Después de la misa, Monseñor pronunció una corta pero elocuente alocución en la que exhortaba a los fieles a volver sus ojos hacia la imagen del Sa-
grado Corazón y buscar en él consuelo para sus penas y fuerza para el combate y las vicisitudes de la vida4. Como es sabido, de aquél monumento original erigido en Mazarrón no se conserva nada, pues fue dinamitado durante la II República en un episodio que Eduardo Sánchez Muliterno recoge con gran detalle en su libro “Amnésica concordia”. Finalizada la guerra, en la década de los 40 del siglo pasado se emprendieron los trabajos de arreglo y reconstrucción de los templos de Mazarrón y sus pedanías que habían resultado dañados. Dentro de estas acciones se vuelve a construir el monumento al Sagrado Corazón del Cerro de Santa Catalina y se construye uno nuevo también en el Cabezo del Faro de Puerto de Mazarrón, que se inaugura el 29 de junio de 19485. Juan Francisco Belmar González Licenciado en Historia
1. Boletín Salesiano, Junio 2014. 2. Carta encíclica de León XIII “Annum Sacrum de la Consagración del Género Humano al Sagrado Corazón de Jesús”, 25 de mayo de 1899. 3. Munuera Rico, D.: “El devocionismo al Corazón de Jesús en Lorca” 4. “Regnabit - Revue Universelle du Sacré-Coeur”, Año V, nº 8, pp. 182-183. BnF - Bibliothèque nationale de France. 5. ABC, 30/06/1948, Ed. de la mañana, p. 18.