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Enfermedad orbitaria por Cryptococcus neoformans en una Weimaraner de 4 años El diagnóstico de la enfermedad orbitaria supone un importante desafío para el veterinario, ya que su evaluación mediante la exploración física y oftalmológica es muy limitada. En este artículo se detalla un caso de exoftalmia secundaria a criptococosis con formación de una lesión granulomatosa retrobulbar. María Martínez Gassent1, Nuria Vizcaíno Revés2, Elisabet Domínguez Miño3 y Luis Feo Bernabé4 AniCura Ars Veterinaria Hospital Veterinari 1 LV. Servicio de oftalmología. 2 LV. PhD. Dipl ECVS. Servicio de cirugía. 3 LV. PhD. Dipl ECVDI. Servicio de imagen. 4 LV. Dipl ECVIM. Servicio de Medicina Interna. Imágenes cedidas por los autores
el veterinario, ya que su evaluación mediante la exploración física y oftalmológica es muy limitada. Por ello son necesarias pruebas de diagnóstico complementarias como la ecografía (que facilita la toma de muestras por aspirado con aguja fina y biopsias guiadas), la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), que ofrecen información precisa que suele correlacionarse con los hallazgos histopatológicos3,4,5.
Signos clínicos asociados a enfermedad orbitaria
Dentro de las patologías oculares que frecuentan la clínica de pequeños animales, las enfermedades que afectan a la órbita desempeñan un papel muy importante. Son mucho más frecuentes en perros y gatos, ya que la órbita ósea es incompleta en estas especies, y es el ligamento orbitario quien la cierra lateralmente1. Por otro lado, las neoplasias representan el grupo de patologías más común a nivel orbitario2. El diagnóstico de la enfermedad orbitaria supone un importante desafío para
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Inflamación Hiperemia Edema de la conjuntiva Protrusión de la membrana nictitante • Estrabismo • Enoftalmia o exoftalmia • Los casos más graves pueden sufrir ceguera por neuritis óptica o desprendimiento de retina6, 7.
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Figura 1. A: Paciente con exoftalmia y protrusión de la membrana nictitante en el momento del diagnóstico. B: Fotografía tomada desde arriba para mostrar la asimetría en la posición del globo ocular respecto a la órbita.
Para el correcto abordaje diagnóstico es imprescindible conocer la anatomía y la relación de las estructuras que se encuentran próximas a la órbita. La boca, la cavidad nasal, la rama de la mandíbula y los senos son las más relevantes1. Por otro lado, la órbita está compuesta por diferentes tipos de tejido (hueso, grasa, músculo, nervios, vasos sanguíneos y glándulas salivales). Cualquier patología que afecte a alguno de dichos tejidos podría estar relacionada con la enfermedad orbitaria1. A continuación se detalla un caso de exoftalmia secundaria a criptococosis con formación de una lesión granulomatosa retrobulbar.
Caso clínico Se presentó en el servicio de oftalmología de AniCura Ars Veterinaria Hospital Veterinari una hembra de Weimaraner, castrada, de 4 años de edad, con protrusión de la membrana nictitante del ojo derecho.
En función de los hallazgos de exploración se realizó un abordaje diagnóstico para enfermedades orbitarias. Se llevó a cabo un análisis de sangre, con hematología y bioquímica, en el que no se detectaron alteraciones. Bajo anestesia general se hizo una RM del cráneo. La paciente fue sedada con butorfanol 0,2 mg/kg intramuscular, medetomidina 4 ug/kg, ketamina 1 mg/kg y propofol 2,5 mg/kg intravenoso. Después se utilizó sevoflurano para el mantenimiento anestésico.
Respecto a la historia clínica recogida con el propietario, cabe destacar que la paciente no había viajado fuera del territorio español, frecuentemente cazaba aves durante los paseos en la Sierra de Collserola (próximo a la ciudad de Barcelona), estaba vacunada y desparasitada correctamente y presentaba estornudos invertidos de varias semanas de evolución. Durante la primera visita en el servicio de oftalmología la paciente se mostró animada, alerta y el examen físico general no reveló ninguna alteración. La visión fue evaluada mediante la respuesta a la amenaza, el reflejo de deslumbramiento y el reflejo pupilar directo e indirecto. Todo el examen neuro-oftalmológico fue normal. Tras el examen biomicroscópico
El informe de RM indicó la presencia de una masa única de márgenes bien definidos que afectaba a la pared medial de la órbita derecha, la superficie caudal (etmoides) de la cavidad nasal derecha, la parte dorsolateral del seno del esfenoides, la porción rostro-ventral del seno frontal derecho; también tenía un componente intracraneal, extraparenquimatoso, en la región del bulbo olfatorio/lóbulo frontal derecho. La masa era hiperintensa respecto a la sustancia gris en T2w, FLAIR, STIR, T2*, iso-hipointensa en T1w y mostraba realce difuso levemente heterogéneo poscontraste (figura 3). Posteriormente, puesto que la paciente estaba estable a nivel anestésico, se realizó una rinoscopia, para toma de biopsia de la
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Figura 2. Imagen funduscópica normal. A: Ojo derecho. B: Ojo izquierdo.
Nº 237 • Abril 2022
Abordaje diagnóstico
El diagnóstico se confirmó mediante cultivo microbiológico y ensayo para antígenos capsulares de Cryptococcus neoformans en suero, con test de aglutinación positivo por látex.
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con lámpara de hendidura se observó hiperemia conjuntival moderada, protrusión de la membrana nictitante y exoftalmia con retropulsión disminuida en el ojo derecho (figura 1). En el examen fundoscópico realizado con el oftalmoscopio indirecto no se detectaron alteraciones (figura 2). La presión intraocular (IOP) con tonometría de rebote estuvo dentro de los límites normales (OD: 15 mmHg, OS: 12 mmHg).
Figura 3. A: Masa orbitaria que afecta a toda la superficie medial y causa desplazamiento de las estructuras hacia lateral y rostral. B: La lesión se extiende al espacio subdural/ epidural intracraneal, comprimiendo el bulbo olfatorio. Presenta un aspecto bicóncavo y engrosamiento difuso con realce de contraste.