GERENCIA
OPINIÓN
Los costos ocultos de la mala selección de personal
LAS PÉRDIDAS DE LAS COMPAÑÍAS NO SOLO SE EVIDENCIAN EN LO MONETARIO, LA ROTACIÓN DE PERSONAL ES MUCHO MÁS COSTOSA DE LO QUE USTED SE IMAGINA.
Por Jairo Pinilla, Gerente de Performia. EN MI EXPERIENCIA, AL TRATAR CON LOS EMPRESARIOS COLOMBIANOS, DESPUÉS DE TRATAR CON EMPRESARIOS EUROPEOS DURANTE AÑOS, VEO UNA DIFERENCIA CURIOSA Y MUY FRECUENTE: El empresario colombiano tiende a considerar que sus costos son solamente lo que puede representar en dinero o facturación directa, mientras que el europeo pareciera ser más consciente del precio del tiempo, del esfuerzo, de su atención y del dinero que se deja de ganar. Cuando una empresa se equivoca en la selección de una persona, incurre en una serie de gastos, a veces difíciles de estimar, que superan por mucho lo que la empresa cree que le está costando: “Cuando un empleado deja su cargo durante los primeros 3 meses de contratación, la empresa incurre en un gasto estimado de hasta 12 veces el valor del salario”. Patrick Valtin en su libro “No Fail Hiring” Todo empleado nuevo tiene una curva de aprendizaje que va desde unos cuantos días, en un cargo muy operativo, hasta varios meses en cargos administrativos, o incluso más de un año en cargos ejecutivos, hasta que la persona alcanza su productividad óptima. Así que un error en el proceso implica costos de diferentes tipos: El costo directo. Aquí hablamos del costo del salario y de las prestaciones sociales de la persona que se contrata, sumado a los recursos directos que necesita para cumplir sus funciones (computador, escritorio, teléfono, celular, agua, electricidad, etc.). Esto multiplicado por el tiempo que está el candidato en la empresa mientras comienza a producir en cifras compa-
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rables con los gastos que genera. ¿Cuánto cuesta su atención y la del resto del equipo? Está demostrado que por productiva que sea una persona, al entrar en un equipo, consume la atención de los integrantes del mismo en mayor o menor medida. La atención de cada persona está relacionada directamente con su productividad. En las empresas PYME a menudo el mismo gerente invierte una gran cantidad de horas de su propio trabajo para entrenar a un nuevo ejecutivo. ¿Cuánto le cuesta eso, si lo hace usted mismo? Lo que se deja de producir. Imagine que usted contrata una persona y la entrena durante 3 meses, para que al final ella se vaya, cuando se supone que tenía que empezar a producir. ¿Cuánto le cuesta ese período en que el nuevo empleado consume su atención y la de los demás y además el cargo no está produciendo nada, o casi nada? El tiempo para buscar otro candidato. Después de que se va el candidato, usted debe comenzar un nuevo proceso de selección que tomará un mes o dos, en algunos casos más, mientras consigue un candidato que se ajuste a sus expectativas (tomando en cuenta que ya falló una vez, cada nuevo proceso traerá más incertidumbre al momento de tomar la decisión). ¿Cuánto le cuesta lo que deja de producir ese cargo vacío durante ese tiempo?
La historia se repite. Ahora tiene que volver a entrenar una persona nueva, que consumirá su atención y la de los demás, mientras espera que pasen otros dos o tres meses para que ella comience a producir. ¿Cuánto le cuesta eso? El costo emocional. La apatía en la que cae el ejecutivo, después de uno o varios intentos fallidos por contratar una persona productiva, es un costo abismal que pocas veces se calcula como parte del precio de la selección. Esta además influye en la incertidumbre del ejecutivo (pesimismo), y por lo tanto en el tiempo de decisión de cada nueva contratación. Y al final, el ejecutivo comienza a creer que no se puede contratar bien, y comienza a bajar sus expectativas y a conformarse con gente menos productiva, que deja en diferentes cargos durante años, sin atreverse a calcular la diferencia en millones en el ingreso de la compañía, si en esos cargos tuviera gente realmente productiva. Crear un equipo productivo requiere que el ejecutivo esté entrenado en diferenciar entre personas productivas y destructivas. Y además, que su empresa esté buscando personal productivo a toda hora, y que esté dispuesta a contratar una persona productiva cuando aparece, y no cuando usted cree que la necesita. Recuerde que una persona productiva siempre paga su salario y mucho más.