Guía Facilitadores Hombres

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GUÍA PARA FACILITADORES TRABAJAR CON HOMBRES

PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO


COORDINACIÓN: Jilma Johanna Ruiz Ocón (Xochilt Acatl), Elvia Bravo (APADEIM) y Rocío Hernández (Fundación Mujeres) ELABORACIÓN: Marvin Mayorga Norori EDICIÓN: Ana Sanz Grados (Fundación Mujeres) ILUSTRACIÓN Y DISEÑO GRÁFICO: Cristina Martín - KRISONDESIGN.COM FINANCIACIÓN: Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) LUGAR: El Viejo (Nicaragua) AÑO: 2019


Índice Presentación...........................................................................................................................................................5 Orientaciones generales para utilización de la Guía Metodológica................................................................ 7 Requisitos para el equipo de facilitación.............................................................................................................8 Recomendaciones específicas sobre la interacción del grupo........................................................................9 Cuadro general de la Currícula...........................................................................................................................10 MÒDULO I. EL SIGNIFICADO DE SER HOMBRES. DESIGUALDADES DE GÈNERO.................................................11 UNIDAD 1. Identidades de género e identidades sexuales. Enfoque desde el poder y la sumisión...... 13 UNIDAD 2. División sexual del trabajo. Conceptualización antropológica y patriarcado.........................16 UNIDAD 3. Construcción social de la paternidad. La paternidad como hijos............................................ 20 UNIDAD 4. Construcción social de la paternidad. La paternidad como padres / abuelos........................22 MÒDULO II. LAS SEXUALIDADES HUMANA.............................................................................................................25 UNIDAD 5. Construcción de la sexualidad en el sistema patriarcal desde un enfoque de género y DDHH...............................................................................................................................................27 UNIDAD 6. La sexualidad Masculina y el poder............................................................................................. 30 UNIDAD 7. La Diversidad Sexual y de género................................................................................................. 32 UNIDAD 8. La Diversidad en la Comunidad y las organizaciones............................................................... 35 UNIDAD 9. Los Derechos sexuales de las personas en su diversidad.........................................................37 UNIDAD 10. Los Derechos Reproductivos de las personas en su diversidad............................................40 MÓDULO III: EL MACHISMO Y LA MISOGINIA. LA VIOLENCIA DE GÉNERO COMO UNA EXPRESIÓN DEL PODER Y CONTROL DE LOS HOMBRES...............................................43 UNIDAD 11. El Sexismo y el patriarcado. Dos caras de la misma moneda................................................ 46 UNIDAD 12. Las mil caras del sexismo en medios de comunicación y la cultura..................................... 48 UNIDAD 13. La Misoginia y la ideología patriarcal......................................................................................... 50 UNIDAD 14. Investigaciones y documentación sobre la misoginia a nivel nacional e internacional actualizada.................................................................................................................................52 UNIDAD 15. La complicidad de género entre hombres................................................................................. 55 UNIDAD 16. Mitos y desvalorización de las mujeres: La misoginia, la violencia y la complicidad que normalizan la violencia contra las mujeres.................................................................57 ANEXOS................................................................................................................................................................ 59



PRESENTACIÓN TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

La presente Guía Metodológica del Proceso formativo dirigido a personal masculino de APADEIM y XOCHILT-ACALT, está enmarcada en el proyecto “Incorporando y aplicando nuevos enfoques para prevenir y reducir la violencia de género y contribuir al empoderamiento económico de las mujeres en Nicaragua”, que llevan a cabo La Asociación para el Desarrollo Integral de la Mujer (APADEIM), La Asociación Centro de Orientación y Educación Sexual Xóchitl Acalt y Fundación Mujeres de España con el apoyo financiero de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo (AEXCID). Estas organizaciones están comprometidas por el desarrollo humano, que incluye el empoderamiento personal, colectivo y comunitario de las mujeres para el ejercicio de los derechos de las mujeres a nivel social, político y económico, desde la perspectiva feminista. APADEIM es una organización sin fines de lucro con 22 años de experiencia en la implementación de estrategias de empoderamiento y prevención de la violencia contra las mujeres. Fomenta el desarrollo de las comunidades rurales donde las mujeres y los hombres con quienes trabaja son sus principales aliadas/os. APADEIM tiene como misión promover el desarrollo integral de las mujeres y la defensa de sus derechos para llevar una vida digna. Impulsa procesos educativos y organizativos orientados a la construcción de una ciudadanía igualitaria, desarrolla acciones de incidencia política en función de demandas prácticas y estratégicas de género de las mujeres y fomenta procesos de desarrollo económico individual y colectivo que contribuyen a su empoderamiento político y económico. La Asociación Centro de Orientación y Educación Sexual Xóchitl Acalt lleva 26 años trabajando con las mujeres del ámbito rural del Municipio de Larreynaga-Malpaisillo y Telica. Mantiene un enfoque integral y aborda todos los ámbitos de la vida de las mujeres. Xochilt Alcalt una organización feminista que trabaja fundamentalmente con mujeres rurales, comprometida con el proceso de acompañamiento para la construcción de nuevos sujetos políticos y el establecimiento de relaciones justas e igualitarias entre mujeres y hombres, para el desarrollo local sostenible (DLS). Contribuye a la igualdad entre mujeres y hombres mediante procesos de empoderamiento (políticos-ideológicos, socioeconómicos, ambientales y culturales) y el ejercicio de ciudadanía, en el contexto del desarrollo local sostenible, con organizaciones comunitarias y mujeres en sus diferentes edades.

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Fundación Mujeres es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro creada en el año 1994 que trabaja en la puesta en marcha de proyectos de intervención en los diferentes ámbitos de la participación social, política, económica y cultural. Su objetivo es contribuir al cambio social y político necesario para lograr que la igualdad entre mujeres y hombres sea real y efectiva en todos los ámbitos de la vida y conseguir, de esta forma, mejorar la situación social, la calidad de vida y los derechos plenos de las mujeres. Fundación Mujeres realiza su actividad en dos grandes líneas de actuación: Igualdad de oportunidades y prevención de violencia de género que comprende todos los servicios, actividades, programas o proyectos que se desarrollan en el ámbito nacional e internacional. Cooperación y educación para el desarrollo que comprende todas las actuaciones que se desarrollan en colaboración con contrapartes de países prioritarios de la cooperación española y descentralizada, así como las actividades en España relacionadas con la sensibilización den materia de igualdad y desarrollo. El proyecto Incorporando y aplicando nuevos enfoques para prevenir y reducir la violencia de género y contribuir al empoderamiento económico de las mujeres en Nicaragua contribuye a la eliminación de las desigualdades de género y a la prevención de la violencia contra las mujeres en los municipios de El Viejo, departamento de Chinandega y Larreynaga, del departamento de León (Nicaragua) a través de un proceso de fortalecimiento de las capacidades institucionales de APADEIM y Xochilt-Acalt, mejora y difusión del conocimiento en materia de violencia de género y de un proceso integral de empoderamiento socio-económico de las mujeres. La Guía Metodológica del Proceso formativo dirigido a personal masculino de APADEIM y XOCHILT-ACALT está en el marco del primer componente del proyecto, cuyo resultado es fortalecer las capacidades técnicas y metodológicas de APADEIM y Xochilt Acalt para el abordaje institucional en materia de conciencia crítica de género, prevención de la violencia de género y derechos humanos de las mujeres. Xochilt Acalt y APADEIM, facilitan procesos de cambios también a hombres de las comunidades donde trabajan, a los hombres cercanos afectivos de las mujeres grupo meta, creando redes de hombres. Esto sirve de apoyo para que las mujeres asuman su propia agenda de trabajo (organizaciones de mujeres autónomas, red de jóvenes rurales (Larreynaga) y red de mujeres rurales (El Viejo). Actualmente, las dos organizaciones tienen una alianza estratégica de cara a fortalecerse mutuamente, tanto para la obtención de mejores resultados y logros de cambios que se requieren obtener en los dos municipios como a nivel institucional. Sabemos que para seguir facilitando cambios en las mujeres y hombres de los grupos metas es pertinente hacer una revisión de nuestras estrategias de prevención de la violencia contra las mujeres, disminución de las brechas de género y la promoción de los derechos de las mujeres. Esta Guía Metodológica apunta a fortalecer los conocimientos teóricos y metodológicos para aumentar las capacidades de los equipos, contribuir en cambios personales, familiares y comunitarios. Los equipos técnicos de hombres desarrollan mayor nivel de conocimiento para el cambio de actitudes y prácticas, aportando a los debates con argumentos que conllevan reflexión, cuestionamiento y propuestas ante los diversos mecanismos de opresión y subordinación de las mujeres. Igualmente, los cambios generados en los grupos metan necesitan profundizarse y esto exige una mayor capacidad de los técnicos a nivel metodológico que les permita acceder a herramientas de análisis para cuestionarse las relaciones de poder que observan a diario en todo tipo de relaciones y ámbitos. G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

La Guía Metodológica está estructurada en 3 módulos con 16 unidades de formación: El Significado de ser hombres y las desigualdades de género. Las sexualidades humanas. El machismo y la Misoginia. Los hombres que puedan seguir procesos formativos de este tipo, desarrollarán capacidades integrales en relación a su contribución hacia la igualdad de género y los derechos de las mujeres, así como obtener otras herramientas metodológicas para cuestionar las desigualdades y las brechas de género en las diferentes temáticas que trabajan las dos organizaciones.

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TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

ORIENTACIONES GENERALES PARA UTILIZACIÓN DE LA GUÍA METODOLÓGICA Esta Guía Metodológica del Proceso de Formación con personal masculino de las organizaciones APADEIM y XOCHILT ACALT, incluye diseños metodológicos, técnicas y procedimientos dirigidos a generar un proceso de análisis y reflexión crítica que fomente nuevas formas y relaciones entre las personas, basa­das en valores de respeto e igualdad y con enfoque de derechos humanos. Las herramientas y técnicas proponen un nuevo sentido de responsabilidad para los grupos con los que se vaya a utilizar. Aun cuando esta guía es diseñada para el trabajo con hombres, las técnicas pueden ser adaptadas para otros grupos. Por lo anterior, esta Guía Metodológica apunta a que en el caso de las mujeres que ejerzan su poder haciéndose responsables de su nueva autonomía ejerciendo sus derechos, y los hombres deteniendo su violencia, responsables de sus acciones y reconociendo que el patriarcado es un sistema de opresión, principalmente hacia las niñas y las mujeres. Estos procesos de reflexión se pueden desarrollar con grupos de mujeres, de hombres, o con grupos mixtos de hombres y mujeres (jóvenes y adultos/as). En el caso particular que se utilice con grupos mixtos, debemos tomar en consideración: a) Debe existir equilibro de hombres y mujeres (50-50), b) Debe existir concordancia en las edades de las y los participantes para desarrollar las técnicas y conseguir una parti­cipación activa de todos/as. La experiencia nos indica que quienes están en minoría no participan en todas las dinámicas, se sienten cohibidos/as a expresarse, o existen actitudes de discriminación hacia sus comentarios. Se sugiere que los contenidos sean facilitados por 2 personas para que las técnicas sean exitosas, siguiendo las orientaciones específicas para el manejo adecuado y la realización efectiva de las técnicas.

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REQUISITOS PARA EL EQUIPO DE FACILITACIÓN Es importante que el/la facilitador/a cuide la relación armónica entre los objetivos, los contenidos y las técnicas. Esto le demanda al facilitador/a algunas habilidades previas para la facilitación, le exigirá sensibilidad de género e idoneidad, es decir no ser una persona que ejerce violencia y que respete los enfoques y ejes de trabajo que son Género y patriarcado, Masculinidades, Sexualidades, Identidades sexuales y de género, Violencia y Salud Sexual / Salud Reproductiva. Sobre la base de lo anterior anotamos algunas características que debe tener la/s persona/s que facilite/n estos temas: Haber pasado algún tipo de proceso de reflexión sobre género y todos los otros temas. Estar comprometido/a con la equidad de género y el enfoque de derechos humanos. Tener conocimiento satisfactorio sobre los contenidos de los temas. Tener habilidad para la planificación, ejecución y evaluación de talleres, desde una perspectiva de educación popular. • Habilidad para interactuar con grupos medianos y grandes. • Tener habilidad para elaborar informes técnicos.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

• • • •

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TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS SOBRE LA INTERACCIÓN DEL GRUPO Al momento de negociar las reglas del grupo es importante asegurarse de que las y los participantes se compro­metan a mantener una comunicación basada en el respeto y que incluya los siguientes aspectos: • Hablar siempre en primera persona, desde sus propias experiencias. (Yo opino, yo pienso, yo creo, yo siento, etc.) • Respetar las opiniones de las y los demás, no enjuiciar lo que otros/as digan, aunque sea distinto a la propia opinión. • Brindarse apoyo mutuo entre los/as participantes. • Libertad para expresarse y buscar consensos. • Escuchar en forma atenta y respetuosa a las y los demás. No asaltar la palabra. • Confidencialidad: Mantener la confidencialidad de toda información que se comparta en el grupo, y que sea de carácter personal. • Participar en las dinámicas de todas las sesiones. Así mismo, es importante asegurarse que el local reúna las condiciones necesarias y básicas para la realización de las sesiones, tales como, amplitud para que las personas participantes puedan sentarse e interactuar cómodamente unas con otras durante las dinámicas grupales y los trabajos en sub grupos; así como la privacidad, para que, en la medida de lo posible, logremos mantener la concentración y atención a nivel personal y/o grupal. Por último, tener en cuenta que cada Módulo contiene: Diseños metodológicos, técnicas y lecturas de apoyo. Todo el proceso de capacitación y empoderamiento iniciará desde el propio reconocimiento de las condiciones de género y derechos humanos. Por tanto, la Guía Metodológica integra las temáticas, así como los enfoques y ejes transversales.

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CUADRO GENERAL DE LA CURRÍCULA SESIONES DE CAPACITACIÓN

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Módulo

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No. Sesión Tema

I

1

UNIDAD 1. Identidades de género e identidades sexuales. Enfoque desde el poder y la sumisión

I

2

UNIDAD 2. División sexual del trabajo. Conceptualización antropológica y patriarcado.

I

3

UNIDAD 3. Construcción social de la paternidad. La paternidad como hijos.

I

4

UNIDAD 4. La paternidad como padres. Escuela para padres / educación y cultura.

II

5

UNIDAD 5. Construcción de la sexualidad en el sistema patriarcal

II

6

UNIDAD 6. La sexualidad Masculina y el poder

II

7

UNIDAD 7. La Diversidad Sexual y de género

II

8

UNIDAD 8. La Diversidad en la Comunidad y las organizaciones

II

9

UNIDAD 9. Los Derechos sexuales de las personas en su diversidad.

II

10

UNIDAD 10. Los Derechos Reproductivos de las personas en su diversidad.

III

11

UNIDAD 11. El Sexismo y el patriarcado. Dos caras de la misma moneda

III

12

UNIDAD 12. Las mil caras del sexismo en medios de comunicación y la cultura.

III

13

UNIDAD 13. La Misoginia y la ideología patriarcal

III

14

UNIDAD 14. Investigaciones y documentación sobre la misoginia a nivel nacional e internacional actualizada.

III

15

UNIDAD 15. La complicidad de género entre hombres. Marco legal de Nicaragua e internacional

III

16

UNIDAD 16. Mitos y desvalorización de las mujeres: La misoginia, la violencia y la complicidad que normalizan la violencia contra las mujeres.


MÓDULO I

EL SIGNIFICADO DE SER HOMBRES. DESIGUALDADES DE GÉNERO



MÓDULO I

UNIDAD 1. Identidades de género e identidades sexuales. Enfoque desde el poder y la sumisión INTRODUCCIÓN El objetivo de la introducción es conceptualizar aspectos cruciales para el aprendizaje general del proceso formativo. Esta parte introductoria nos ayuda para definir el enfoque de análisis y asegurar perspectiva teórica académica. La introducción del proceso, consiste en explicar el objetivo general, la justificación, las expectativas que el proyecto, las organizaciones y donantes tienen con el proceso de formación, así como explicar la cantidad de encuentros. Esta parte introductoria busca informar a los/as participantes de las reglas generales de asistencia, puntualidad y que habrá un “informe de profesorado” que permita conocer los avances de cada uno de ellos. Para el caso de estos talleres, se invita a una de las compañeras a cargo del proyecto en cada organización para dar la bienvenida general, compartir las expectativas de las organizaciones e invitar a que los/as participantes tengan la oportunidad de hacer sus comentarios para mejorar el proceso, de ser necesario.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Esta introducción nos permite pasar el cuestionario de entrada o línea de base del proceso. Compartimos el enfoque que será usado en los talleres, abordamos las generalidades del enfoque de derechos humanos y explicamos acerca de la metodología de educación popular.

OBJETIVOS · ·

Precisar conceptos sobre Género, desarrollo y derechos humanos. Conceptualizar las diversas Identidades sexuales y de género; feminidad/es, y masculinidad/es.

ORIENTACIONES GENERALES Luego de la presentación de objetivos se hace una dinámica de presentación grupal, se divide al grupo en 3 subgrupos y se les pide que hagan una presentación creativa, y que recojan las expectativas del grupo.

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MÓDULO I

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 1. IDENTIDADES DE GÉNERO E IDENTIDADES SEXUALES. ENFOQUE DESDE EL PODER Y LA SUMISIÓN OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD/ TEMA

Registrar asistencia de partici­pantes. Distribuir gafetes de participantes, carpetas de tra­bajo y material de apoyo.

Inscripción de partici­pantes y entrega de materiales de apoyo.

Dar la bienvenida a los/las participantes e informar de ma­nera general el marco en que se desarrolla el proceso formativo de 16 sesiones.

Bienvenida y presen­tación general del marco en que se eje­cuta el proceso formativo.

Damos comienzo al taller con la bienvenida general a los/las participantes y la socialización de los antecedentes, objetivos y programa del proceso formativo.

Personal de dirección de APADEIM / XOCHILT ACALT

5 minutos

Conocer objetivos y contenido. Socializar para contextualizar la actividad (objetivos, con­­ tenido metodología y re­ sultados esperados)

Presentación de objetivos, contenido y metodología.

Palabras de apertura por parte de la Coordinación del proceso. Destacar el componente de los obje­tivos, contenidos, ejes temáticos y los temas que se abordaran durante todo el proceso. Indicar sobre la metodología a utilizar durante el desarrollo del taller, así como los resultados que se esperan de este proceso de aprendizaje.

Programa del taller

10 minutos

Llenar cuestionario de entrada (Pre test) del proceso.

Llenado de cuestio­nario de entrada.

Cada participante responde individualmente el cues­tionario de entrada. Si alguien no sabe leer, escribir o no puede hacerlo en ese momento, el equipo de faci­litación le apoya en el llenado.

Hojas de cuestionario

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Se inicia la actividad con la inscripción de partici­ pantes en hojas diseñadas para tal fin, se entrega gafete de participantes y material de apoyo corres­pondiente.

RECURSOS/ MATERIALES Carpetas y cuadernos

TIEMPO 30 minutos

Documentos de apoyo Lapiceros

Apertura del taller y presentación del modelo formativo.

Normar las Reglas del relaciones entre los/ juego las participantes durante el desarrollo del taller.

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METODOLOGÍA

Presentación en diapositivas

10 minutos

Lapiceros

Se establecen de forma conjunta las reglas del Papelógrafos proceso, anotándose en papelógrafos a la vista de Maskin - tape todos, los acuerdos establecidos. Se sugieren acuerdos con relación a celulares, permanencia y cumplimiento de horarios negociados, entre otras. El papelógrafo debe estar visible para todo el grupo, donde pueda permanecer durante todo el proceso.

15 minutos


MÓDULO I

ACTIVIDAD/ TEMA

METODOLOGÍA

RECURSOS/ MATERIALES

Crear un ambiente idóneo para compartir nuestras experiencias y generar una línea de confianza entre las personas participantes que ayude a hablar en primera persona y buscar cambios durante todo el proceso formativo.

Presentación general de los/las participan­tes y conocer las expectativas del grupo.

Dinámica presentación: Una presentación alegre, creativa y dinámica es la que se propone para este primer encuentro. Se pide al grupo que se pongan de pie, y les decimos que vamos a hacer unas dinámicas donde todas/os podemos participar. Se les pide que levanten sus manos y se las pongan en la cabeza, como si fueran las orejas de conejos, y les decimos que vamos a hacer un juego divertido. Con las manos en la cabeza les decimos que se muevan por todo el salón, y que con la música vamos a ir brincando y riéndonos con los demás. Entonces todos somos conejos y vamos a formar conejeras. Las conejeras se forman uniendo los brazos con otros compañeros, si decimos conejeras de 3, se juntan 3; si decimos de 5 se juntan 5 personas y así vamos jugando. La persona facilitadora después de varios intentos, forma varios grupos de 5-6 personas, les pide que vayan fuera del local y se presenten entre ellos. Al volver tienen que presentarse ante el resto de compañeros, deben buscar una forma creativa de presentarse. También deben decirnos sus expectativas del proceso. La persona facilitadora invita a la presentación, aplaude a cada grupo y anota en papelógrafo las expectativas.

Música alegre

Construir un mapa de contexto social-comunitario, religioso, legal, político, económico, DDHH, Salud, Educación, laboral, cultural, militar, y de los medios de comunicación.

Mapa de contexto actualizado a la realidad del país, del departamento y del municipio.

Se divide al grupo en 2 subgrupos, cada uno hará un Análisis de contexto, recorrido por la realidad del país, departamental y municipal, analizando los factores: Social-comunitario, religioso, legal, político, económico, DDHH, Salud, Educación, laboral, cultural, militar, y de los medios de comunicación. En 2-3 papelógrafos cada grupo construye una lista que contenga los aspectos que cada grupo aporta. En plenaria los 2 grupos exponen y se observan las diferencias y semejanzas, y así se va construyendo un mapa contextual que abarca muchos sectores, ideas y experiencias de los/as participantes.

Papelógrafos

Precisar enfoque de análisis, asegurar perspectiva teórica académica, así como conceptos sobre Género, desarrollo y derechos humanos.

Conceptualizar el sistema SEXOGÉNERO

Lecturas para definiciones teóricas del análisis social y antropológico de los estudios de género. Lectura: ¿Cómo han sido vistas las mujeres por la cooperación para el desarrollo? en “Las mujeres en la cooperación para el desarrollo / Clara Murguialday Martínez”; [coordinación, Amaia del Río Martínez]. – 1ª ed. – Vitoria-Gasteiz: Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia = Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2005. Puedes consultarlo en el siguiente enlace web: http://www.dhl.hegoa.ehu.es/ ficheros/0000/0022/Las_mujeres_en_la_ cooperacion_al_desarrollo.pdf Cada participante tiene una copia de la lectura. En grupos pequeños hacen un resumen de la parte de la lectura asignada. En plenaria comparten su resumen y la persona facilitadora va anotando en papelógrafos los aportes de los grupos. Al final hace un recorrido teórico y despeja las dudas de los/as participantes.

Copias del texto para leer

TIEMPO 1.5 horas

Parlantes Papelógrafos Marcadores Cinta adhesiva

1 hora

Marcadores

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OBJETIVO ESPECÍFICO

Cinta adhesiva

1 hora

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MÓDULO I

OBJETIVO ESPECÍFICO Conocer la valoración de las y los participantes

ACTIVIDAD/ TEMA Evaluación y cierre de la sesión

METODOLOGÍA Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: 1. 3 aspectos nuevos que aprendieron 2. Que comenten su valoración personal de esta sesión 3. Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

RECURSOS/ MATERIALES Hojas de papel

TIEMPO 5 minutos

Lapiceros

UNIDAD 2. División sexual del trabajo. Conceptualización antropológica y patriarcado. OBJETIVOS · · ·

Conocer y comprender la conceptualización antropológica del mundo y del orden social –cultural del patriarcado. Definir y analizar qué entendemos por trabajo y qué entendemos por trabajo productivo y trabajo reproductivo. Esta unidad apunta a analizar la relación directa entre valor económico remunerado /no remunerado que la cultura de las finanzas y la economía global establece; y realizar un análisis práctico de las categorías que sustentan las desigualdades entre hombres/mujeres producto de la división sexual del trabajo.

ORIENTACIONES GENERALES En esta unidad, realizaremos un análisis del siguiente texto: Galeano, E. (1998). Memoria Del Fuego. 2. Las Caras y Las máscaras. Madrid, Siglo XXI. (Disponible en Anexo 2). Seguidamente en plenaria, luego de la presentación de la lectura, revisaremos las categorías de género y economía global, indicadores de salud y educación y otros que se relacionan con los ingresos y valor del trabajo de las mujeres y hombres.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Queremos que los hombres en este proceso, reconozcan las formas de dominación de los hombres y su relación con el valor que su trabajo tiene en la sociedad y la cultura. Esto lo hacemos con la técnica de un dibujo de grupo, que se llama: Cuerpo de Hombre / Cuerpo de Mujer. Para ésta técnica, reforzaremos los siguientes puntos: · · ·

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Revisar si reconocen como problemas estructurales el uso/abuso de alcohol, el femicidio, el suicidio, el VIH sida. Preguntarles si se presentan estos problemas en su comunidad. Resaltar la influencia de la socialización del género en la toma de decisiones. Reforzar con los elementos proporcionados, la relación entre género y el valor al trabajo productivo y el trabajo reproductivo.


MÓDULO I

Recomendaciones a la técnica de “Cuerpo de Hombre / Cuerpo de Mujer”: · Es importante que las instrucciones se den de la manera señalada para no inducir las respuestas. Es una técnica sencilla, adaptable, fácil y útil de replicar en cualquier contexto y para cualquier grupo de personas. · Dialogar y reflexionar críticamente las relaciones de género, pone las bases para reconocer que podemos realizar el trabajo productivo y reproductivo sin reproducir las relaciones de poder debido a los roles y estereotipos de la socialización de género. · Variantes del ejercicio: En el caso que se trabaje con grupos mixtos, este puede dividir en sub-grupos por edades: jóvenes, adultos y tercera edad y así observar la evolución de las características, tanto en hombres como en mujeres. Así mismo, pueden abordarse situaciones, necesidades, atributos o características propias de mujeres y hombres. Al finalizar el ejercicio, procure tener el producto del mismo en un lugar visible. Es una buena referencia para temas posteriores del taller. Luego de la técnica de “Cuerpo de Hombre / cuerpo de Mujer”, se procede a la explicación teórica del Sistema Sexo-Género – Sexualidad. Para continuar el reforzamiento de conocimientos se realiza la explicación en papelógrafo del Modelo Hegemónico de la Masculinidad: Hombre / Blanco / Urbano / Con recursos materiales, forestales, animales / Heterosexual / Adulto / Delgado / Alto / creyente en Dios Para finalizar tenemos la evaluación, detallada en el diseño metodológico.

OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD/ TEMA

Registrar asistencia de partici­pantes. Distribuir lecturas.

Inscripción de partici­pantes y entrega de materiales de apoyo.

Se inicia la actividad con la inscripción de partici­pantes, se entregan las lecturas.

Listas, lapiceros

Identificar los roles asociados al género asignados a los hombres y las mujeres dentro de la relación familiar y el valor asociado al trabajo productivo y el trabajo reproductivo.

Lectura del texto:

Se entregan las copias de las lecturas y se divide al grupo grande en pequeños grupos de 4 personas para que lean y discutan sobre lo que dice la lectura. Se le orienta que cada uno de los participantes hable de su relación con las mujeres de sus familias: compañeras, esposas, madres, hijas, etc.

Copias del texto para leer.

“Si él hubiera nacido mujer” (Galeano, 1988). (Disponible en Anexo 2)

METODOLOGÍA

RECURSOS/ MATERIALES Copias de lecturas

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 2. DIVISIÓN SEXUAL DEL TRABAJO. CONCEPTUALIZACIÓN ANTROPOLÓGICA Y PATRIARCADO TIEMPO 10 minutos

1 hora

Papelógrafos Marcadores Cinta adhesiva

Al final del debate en grupos, cada grupo deberá exponer de forma general qué aspectos de lo que han conversado se relaciona con el valor que le da el patriarcado al trabajo productivo y reproductivo. Les pedimos que la lean de nuevo, en sus casas y que reflexionen sobre el valor que le damos al trabajo de las mujeres, y que tomemos acciones de cambio para mejorar su calidad de vida, y darles el valor que se merece al trabajo productivo y reproductivo que ellas realizan.

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MÓDULO I

OBJETIVO ESPECÍFICO Reflexionar sobre las relaciones de género y las consecuencias del sistema sexo género en la vida de las personas, la familia y la comunidad. Establecer la relación entre el sistema sexo género y el trabajo productivo / reproductivo.

ACTIVIDAD/ TEMA Técnica para trabajo en grupos: “Cuerpo de Hombre / cuerpo de Mujer”.

METODOLOGÍA Dependiendo del tamaño del grupo se forman dos o tres equipos de hasta 12 personas. Se les indica que tienen que dibujar en un papel grande el cuerpo de un hombre o de una mujer. Por lo que una persona voluntaria va a servir como modelo para que dibujen su silueta. Una vez que tienen dibujado el contorno de la silueta, se les pide que lo complementen con lo que consideren necesario que represente a un hombre / mujer -es decir, qué hace, qué le gusta, cómo es, cómo viste, cómo se divierte- y todos/as participan dibujando. También se les pide que le den un nombre al dibujo. A continuación, se les indica que en grupo van a escribir 4 aspectos de esta persona de la siguiente manera: - En la parte de arriba (a la izquierda) escriben las características o roles de género que se consideren positivos de este hombre /mujer. - En la parte de bajo (izquierda) las características o roles de género que se consideren negativos de esta persona. - En la parte de arriba (derecha) escribir lo que se espera que ésta persona realice a diario, en la casa o fuera de ella. - ¿En la parte de abajo (derecha) el grupo escribe qué otras acciones puede hacer si no existieran los roles o estereotipos de género? Pedimos al grupo que observe lo producido; ¿Qué les llama la atención? ¿Qué aspectos se repiten? ¿en qué se diferencian? Se analiza en el grupo cuáles son las causas de estos problemas y hacer la reflexiona sobre la relación que hay entre las características.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

¿Qué diferencias y coincidencias se observan en los trabajos de equipos? ¿Cuáles problemas se relacionan con su comunidad? ¿Qué relación existe entre la toma de decisiones y el aprendizaje de género? ¿Cómo se cuidan o descuidan a los niños/as? ¿Qué podemos hacer para prevenir de manera adecuada las relaciones de poder en las situaciones de la vida diaria?

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RECURSOS/ MATERIALES

TIEMPO

Papelógrafos

2 horas

Marcadores Cinta adhesiva


MÓDULO I

OBJETIVO ESPECÍFICO Conocer y comprender el sistema que sustenta el PATRAIRCADO como un sistema de dominación de unas personas sobre otras, basado en el sexo, el género y la sexualidad.

ACTIVIDAD/ TEMA Los elementos del patriarcado el sexo, el género y la sexualidad.

METODOLOGÍA Al finalizar las plenarias de los dibujos, se hace una presentación conceptual del sistema sexo género, y se traen los elementos de la primera sesión, los que salen de las lecturas y del análisis de la realidad. Este esquema se hace en un papelógrafo para que podamos comprender cómo funciona el sistema de asignación del género.

RECURSOS/ MATERIALES

TIEMPO

Papelógrafos

1 hora

Marcadores Cinta adhesiva

SISTEMA SEXO - GÉNERO – SEXUALIDAD BIOLÓGICO. Las características sexuales primarias (al nacer) y secundarias (en la pubertad). GÉNERO: Se explican los Roles asignados para los hombres, lo Masculino; y los roles asignados a las mujeres: lo Femenino. SEXUALIDAD: Se expresan todas las formas físicas, sexuales, emocionales, de la sexualidad que incluye besos, abrazos, caricias, llantos, alegrías, etc. Se explica que en otro taller abordaremos las identidades sexuales y de género, que esto es sólo una introducción al tema. Modelo hegemónico del poder masculino y las características principales del patriarcado

Finalmente se hace un esquema general del PODER Y EL PATRIARCADO, se analizan las características que se enuncian a continuación como parte de la construcción social de género que asigna roles, funciones y estereotipos.

Papelógrafos

1 hora

Marcadores Cinta adhesiva TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Conocer de forma general el sistema de dominación masculina que potencia las relaciones de poder entre las personas y garantiza la supremacía masculina en las relaciones de género y la sexualidad.

Sistema – Patriarcado – Poder Hombre Blanco Con recursos / humanos-materiales-forestalesanimales Urbano Estudiado / universitario Heterosexual Alto/Delgado Adulto Casado Creyente en Dios

Evaluación y Cierre del taller y tarea en casa

Cierre y tarea en casa

Para terminar la unidad, se les pide que en los días que vienen, observen las conductas, las características que presentan las personas en las familias, los roles y las asignaciones de género en las relaciones de poder, sobre todo en lo relativo al trabajo que hacen los hombres y el que hacen las mujeres; revisando el valor que cada uno de ellos tiene asignado en la cultura.

Papelógrafos

15 min

Marcadores Cinta adhesiva Hojas de papel lapiceros

Evaluar por escrito con 3 aspectos nuevos que aprendieron y 3 compromisos.

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MÓDULO I

UNIDAD 3. Construcción social de la paternidad. La paternidad como hijos. OBJETIVO Esta unidad tiene como objetivo realizar un análisis teórico-práctico, iniciando con la pregunta: ¿Qué entendemos por paternidad?

ORIENTACIONES GENERALES Para cumplir el objetivo es importante reflexionar sobre el modelo de paternidad que hemos aprendido, qué aspectos de este aprendizaje estamos reproduciendo “La paternidad de nuestros padres /tíos /abuelos”. Por lo anterior es necesario, hacer una revisión de “La paternidad como hijos”. Hacemos un recuento de los talleres anteriores, y de los temas abordados. Introducimos el tema haciendo una lectura sobre la paternidad: CEPAL (2001). Educación reproductiva y paternidad responsable en Nicaragua. En asignatura Género y Masculinidad. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA. (Disponible en Anexo 3). En la plenaria los hombres expresan que la lectura establece esos parámetros de la masculinidad y su relación con los factores asociados a una paternidad responsable o irresponsable, dependiendo de que lo hemos vivido:

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Seguidamente hacemos como técnica de introducción a la escucha de la canción, el “Esquema del Yo Integral” (Disponible en Anexo 4), para generar concientización sobre los sentimientos asociados a la paternidad aprendida de nuestros referentes adultos. Esto nos permite analizar los cambios que nosotros/ as tenemos con nuestros hijos/ sobrinos / nietos, es decir ¿cómo vemos a los niños/as hoy? Así mimo, es importante reflexionar críticamente sobre las categorías del Adultismo aprendido. Posteriormente escucharemos la Canción “El Reloj cucú” y reflexionaremos en grupo sobre nuestra niñez y adolescencia y el papel de nuestros padres/ tíos / abuelos. Si nos alcanza el tiempo, sugerimos finalizar con una “Carta al padre”, misma que ellos se las quedan para su superación personal.

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MÓDULO I

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 3. CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA PATERNIDAD. LA PATERNIDAD COMO HIJOS OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de partici­pantes.

Inscripción de partici­pantes y entrega de materiales de apoyo.

Se inicia la actividad con la inscripción de partici­pantes

Lectura del texto:

Se entregan copias a cada participante, se dividen en grupos de 4-6 personas para leer y debatir sobre la lectura, los ejes temáticos por grupo son:

CEPAL (2001). Educación reproductiva y paternidad responsable en Nicaragua. En asignatura Género y Masculinidad. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA. (Disponible en Anexo 3)

Conocer las dimensiones del ser humano desde la propuesta teórica de la psicología humanista.

Reflexionar sobre las actitudes y prácticas de la experiencia de la paternidad desde el punto de vista de los hijos.

Presentación del “Esquema del Yo integral” (Disponible en Anexo 4).

La paternidad como hijos. Reproducción de canción: “El reloj cucú” del grupo Maná

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Documentos de apoyo

10 minutos

Lapiceros

·

Copias del texto para leer

1 hora

Los hombres y la sexualidad.

· Actitudes y creencias sobre la sexualidad. ·

Los hombres y la reproducción.

·

Prácticas anticonceptivas.

·

Actitudes hacia la reproducción.

· Relación de los hombres con sus hijos/as. Luego los grupos exponen en plenaria el resumen de la lectura por cada grupo, la persona que facilita va anotando en un papelógrafo aparte los elementos de las ponencias para realizar después aclaraciones, reforzar los aspectos teóricos, o contrastar con la realidad actual, y responder dudas sobre los temas. Presentar la lámina de diapositiva en PPT sobre el ESQUEMA DEL YO INTEGRAL Se procede a hacer una lluvia de ideas sobre las palabras: FISICO / EMOCIONAL / SOCIAL y se van anotando en un papelógrafo. Luego de esta lluvia de ideas, se presenta la diapositiva y se explica que la psicología plantea que nosotras las personas tenemos 4 dimensiones: FISICA / EMOCIONAL / SOCIAL / ESPIRITUAL. Seguido de la técnica del YO Integral pasamos a escuchar la canción “El reloj cucú” del grupo Maná. La canción se pone en volumen medio, se les pide que se acuesten en el piso, escuchando atentamente la canción. Se pone 2 veces seguidas y al finalizar se les pide que se queden quietos, que no se levanten y que a continuación vamos a compartir con el resto de los compañeros sobre la historia de nuestro papá. piensen si han tenido alguna otra figura paterna o algún hombre como referente. Puede ser un hermano, primo, abuelo o tío.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Analizar la realidad desde un contexto teórico, con la lectura de una investigación sobre la PATERNIDAD. Es un estudio de América Latina, cuyo acápite de Nicaragua se usa para este análisis nacional de la CEPAL.

METODOLOGÍA

Dispositiva del esquema del YO Integral Papelógrafos Marcadores Masking tape

Canción “El reloj Cucú”, versión radio (hay versiones acústicas que no son recomendables) Parlantes Petates o cojines para ponerlos en el piso

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MÓDULO I

OBJETIVO ESPECÍFICO Conocer la valoración de las y los participantes

ACTIVIDAD / TEMA Evaluación y cierre de la sesión

METODOLOGÍA Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: 1. 3 aspectos nuevos que aprendieron

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Hojas de papel

5 minutos

Lapiceros

2. Que comenten su valoración personal de esta sesión 3. Qué compromiso tienen a partir de esta se­ sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

UNIDAD 4. Construcción social de la paternidad. La paternidad como padres / abuelos. OBJETIVO Para esta unidad, el objetivo es resignificar la paternidad como padres / tíos/ abuelos y sus desafíos en el contexto actual, así como reconocer los sentimientos asociados a nuestra forma de ser padres/ tíos/ abuelos. Para alcanzar el mismo, vamos a analizar las categorías del adultismo que ejercemos hacia otras personas siendo padres.

ORIENTACIONES GENERALES Para cumplir el objetivo es importante reflexionar sobre el modelo de paternidad que hemos aprendido, qué aspectos de este aprendizaje estamos reproduciendo. “La paternidad de nuestros padres /tíos /abuelos”. Por lo anterior es necesario, hacer una revisión de “¿Cómo vivimos la paternidad como PADRES / TÍOS / ABUELOS?” Para iniciar estas reflexiones, partimos de la idea que ser padres es un aprendizaje diario, y que debemos encontrar formas alternas de ser adultos para cambiar las relaciones de poder. En este taller tenemos 2 técnicas, aparte de la reflexión de la lectura:

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

1. Luego de hacer la lluvia de ideas, pasamos a escuchar la canción “No basta” (De vita, 1990). (Disponible en Anexo 5) 2. Después del almuerzo, se realiza la técnica del Sociodrama. que se llama: “Es el último vieja, es el último”, (MINSA, 2006). (Disponible en Anexo 6). Esta historia tiene fuerza porque es verídica. Es conveniente recolectar historias semejantes a nivel local que ilustren la presencia de los hombres en el ámbito reproductivo. Se recomienda la lectura exhaustiva del documento Anexo 3 para dar respuestas a las interrogantes y tener datos sobre los aspectos de la paternidad en nuestra realidad.

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MÓDULO I

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 4. CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA PATERNIDAD. LA PATERNIDAD COMO PADRES / ABUELOS OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscripción de partici­pantes y entrega de materiales de apoyo.

Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

Conocer sobre los aspectos de la vivencia de la paternidad como PADRES/ TÍOS / ABUELOS.

Lluvia de ideas sobre la paternidad como adultos.

En plenaria, se hace una pregunta general: ¿qué significa ser padres? ¿Cómo vivimos la paternidad?

Papelógrafos

Las respuestas de los participantes se van anotando en un papelógrafo que luego se usan en la otra plenaria, al final de las técnicas. No hacemos ningún tipo de juicio sobre lo que digan, y pedimos al resto de los compañeros que tampoco lo hagan, no hay preguntas, solamente escuchamos lo que dicen y anotamos.

Masking tape

Reconocer las emociones y sentimientos (a veces encontrados) sobre la paternidad como padres.

Análisis de la canción “No basta” (Franco De Vita,1990)

La canción se pone en volumen medio, se les pide que se acuesten en el piso, escuchando atentamente la canción. Se pone 2 veces seguidas y al finalizar se les pide que se queden quietos, que no se levanten y que a continuación vamos a compartir con el resto de los compañeros sobre la historia de nosotros como PADRES.

Canción “No basta” (Franco De Vita,1990) (versión original radio)

METODOLOGÍA

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Documentos de apoyo

10 minutos

Lapiceros

Marcadores

20 minutos

1,15 horas

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Parlantes Petates / cojines

La plenaria es SOLO ESCUCHAR lo que cada participante quiere responder a la UNICA PREGUNTA: ¿CÓMO SOS VOS, COMO PADRE, EN LO POSITIVO Y NEGATIVO? Reconocer los costos de la maternidad de las mujeres, los miedos, las angustias y la falta de apoyo de los hombres en situaciones tan delicadas como el parto.

Realización de sociodrama con la lectura: “Es el último vieja, es el último”, (MINSA, 2006). (Disponible en Anexo 6).

Se divide al grupo utilizando una dinámica con música, pueden ser de 5 a 7 personas por grupo. Leen la historia y hacen un Sociodrama a partir de ella, hay 3 actores principales: la madre, la partera y el camionero, otras personas pueden ser amigos /as, hijos/as, vecinos/ as. Se les pide que enriquezcan la historia a partir de su experiencia de trabajo. Utilizan su imaginación para recrear situaciones reales conmovedoras.

Copias del texto para leer

Al finalizar las presentaciones, se hace una plenaria, haciendo preguntas dirigidas a los 3 personajes principales: ¿cómo te sentiste haciendo el papel de madre? ¿Cómo te sentiste haciendo el papel de esposo/ camionero? ¿Cómo te sentiste haciendo de partera?

Cinta adhesiva

2 horas

Algunos elementos como sábanas, camilla, etc. Papelógrafos Marcadores

Se van anotando en un papelógrafo las respuestas y luego se hace un recuento de los sentimientos, de los elementos de la paternidad que no se sienten hasta que se viven en carne propia. Usamos de referencia los papelógrafos del inicio para dar respuesta a las interrogantes y dudas sobre este tema.

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MÓDULO I

OBJETIVO ESPECÍFICO Conocer la valoración de las y los participantes

ACTIVIDAD / TEMA Evaluación y cierre de la sesión

METODOLOGÍA Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: · 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­ sión, en su vida cotidiana.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

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RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Hojas de papel

5 minutos

Lapiceros


MÓDULO II

LAS SEXUALIDADES HUMANAS



MÓDULO II

UNIDAD 5. Construcción de la sexualidad en el sistema patriarcal desde un enfoque de género y DDHH OBJETIVO El Objetivo general de esta actividad es conceptualizar desde una mirada de reflexión crítica y desde un enfoque de DDHH los términos: SEXO, AMOR Y SEXUALIDADES.

ORIENTACIONES GENERALES Para lograr este objetivo debemos analizar la sexualidad humana desde la perspectiva de género y comprender los diferentes elementos de la sexualidad como construcción social. Realizaremos en conjunto un análisis teórico reflexivo sobre las “normas” de la sexualidad humana. Uno de los elementos a debatir en el taller es la trilogía patriarcal de género, sexualidad y violencia.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

En este taller de abordarán los conceptos desde las nuevas miradas: La sexualidad masculina desde la perspectiva de la equidad. Para esta unidad tenemos como punto de referencia teórica 2 lecturas: · Raynaud, (2009). El poder y el placer. En asignatura Género y Masculinidad. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA. (Disponible en Anexo 7). · Kimmel, M. (1997). Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina. Masculinidad/es, poder y crisis. Ediciones de las Mujeres, 24. Isis Internacional. Santiago, Chile: 49-62. (Disponible en Anexo 8). Los integrantes se dividen en diversos grupos para ambas lecturas, descritas anteriormente. Se les pide que hagan un breve resumen de lo leído y que enlacen los temas con los talleres anteriores. En este sentido los grupos hablan de varios temas: -

Factores asociados a la masculinidad hegemónica. Sistema de ser los hombres “ideales” “el padre aterra al muchacho/niño”. La virilidad y el poder. ¿El niño imita al padre o imita a la madre? “Heterosexualidad” – obligatoria. Los hombres calificamos / descalificamos a los otros hombres / desfiles hípicos - demostración del poder - Homofobia – miedo a la realidad de lo que quiere ser / nos obliga a negar nuestra feminidad. Observamos en perspectiva, cómo los hombres usamos el constructo social de género en beneficio propio, y nos acomodamos en la vida sexual asignada para ejercer el poder. El taller finaliza con una actividad motivadora, bailando y expresando afecto entre hombres, para reflexionar cómo la homofobia y la misoginia nos daña la vida cotidiana.

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MÓDULO II

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 5. CONSTRUCCIÓN DE LA SEXUALIDAD EN EL SISTEMA PATRIARCAL DESDE UN ENFOQUE DE GÉNERO Y DDHH OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

METODOLOGÍA

Registrar asistencia de participantes.

Inscripción de partici­pantes y entrega de materiales de apoyo.

Se inicia la actividad con la inscripción de participantes.

Conceptualizar desde una mirada de reflexión crítica y desde un enfoque de DDHH los términos: SEXO, AMOR Y SEXUALIDADES.

Lectura del texto: Raynaud, (2009). El poder y el placer. En asignatura Género y Masculinidad. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA.

Para este taller revisaremos aspectos teóricos y prácticos de la sexualidad masculina y comprender a nivel cognoscitivo (del conocimiento racional) los principales rasgos de la sexualidad masculina dominante, conceptualizar y relacionar los aspectos teóricos con lo cotidiano y sacar nuestras propias conclusiones.

(Disponible en Anexo 7).

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Documentos de apoyo

TIEMPO 10 minutos

Lapiceros

Entregamos una copia a cada participante de la lectura de 3 páginas que habla sobre el poder y la sexualidad, cada una de las personas lo lee de forma individual y hace su propio resumen. Luego en grupos de 3 hacen re-lectura y plantean los aspectos que más les llaman la atención y ¿por qué? Cada grupo debe hacer un resumen por escrito del texto, con sus interrogantes, y aspectos de su sexualidad reflejados en lo que han leído. Al final hacemos una plenaria con todos los grupos. Esta lectura es simple y muy reveladora de la sexualidad dominante, del uso del poder, la fuerza y los miedos de los hombres en esa construcción de la masculinidad dominante. Generalmente se lleva toda la mañana hablando de estos temas, ya que son muy importantes en la sexualidad masculina.

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RECURSOS /MATERIALES

Copias del texto para leer. Papelógrafos Marcadores Masking tape

2.5 horas


MÓDULO II

Análisis teórico reflexivo sobre la homofobia, el temor y la vergüenza de la identidad masculina

ACTIVIDAD / TEMA La trilogía patriarcal de género, sexualidad y violencia. La homofobia como un fantasma del poder.

Lectura del texto: Kimmel, M. (1997). Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina. Masculinidad/ es, poder y crisis. Ediciones de las Mujeres, 24. Isis Internacional. Santiago, Chile: 49-62. Disponible en: http://www. caladona. org/grups/ uploads/2008/01/ homofobiatemor-verguenzay-silencio-enla-identidadmasculinamichael-s-kimmel. pdf Conocer la valoración de las y los participantes

Evaluación y cierre de la sesión

METODOLOGÍA

RECURSOS /MATERIALES

A partir de la lectura anterior, se entrega una lectura más dinámica para analizar los constructos de la sexualidad masculina y su miedo más profundo: LA HOMOFOBIA.

Copias del texto para leer.

Se entrega la lectura a cada participante y en los mismos grupos de 3 personas, se reúnen para leer en grupo el documento de Kimmel, 1997. El autor extrae los principales argumentos teóricos, las vivencias, los miedos y estereotipos de la sexualidad masculina desde la infancia hasta la etapa más adulta.

Marcadores

TIEMPO 2 horas

Papelógrafos Cinta adhesiva

Los grupos leen el documento y hacen un resumen de los aspectos más relevantes, en plenaria exponen sus ideas y la persona facilitadora anota en un papelógrafo los argumentos en común y los diferentes, las preguntas, dudas y comentarios más relevantes del tema. Seguidamente, hace un recorrido general de las 2 lecturas del día y establece la conexión del patriarcado, la sexualidad y el poder. El tema del amor romántico siempre aparece en las plenarias, y es importante tener claridad sobre el tema para diferenciarlo de la violencia en la sexualidad, tener argumentos para que las personas participantes comprendan que el amor romántico es una construcción ideológica del patriarcado.

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: 2. 3 aspectos nuevos que aprendieron

Hojas de papel Lapiceros

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

OBJETIVO ESPECÍFICO

5 minutos

3. Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

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MÓDULO II

UNIDAD 6. La sexualidad Masculina y el poder OBJETIVO El objetivo de este taller es analizar los mitos de la sexualidad masculina y la relación entre sexualidad y poder.

ORIENTACIONES GENERALES Para el logro del mismo, nos apuntamos a comprender la dinámica del patriarcado, el papel de la iglesia, y de la misoginia en la sexualidad de las personas. También buscamos reflexionar sobre los diversos argumentos que justifican las relaciones de poder, relacionados con la sexualidad. Buscamos generar una reflexión crítica sobre los argumentos de la sexualidad masculina que se relacionan con el poder y el control de la sexualidad de las mujeres y las niñas. Para esta unidad, se hace primero una lectura del texto Graña, F. (2000). ¿La dominación masculina en entredicho? Androcentrismo y crisis de masculinidad. Revista de Ciencias Sociales, 18. FCU: 97–109 (Disponible en Anexo 8). Se divide al grupo y se buscan interrogantes que nos conecten con la realidad en las comunidades, y obtener información sobre la violenta sexista-machista en los 2 municipios. De la lectura se obtienen algunos parámetros para decidir sobre la siguiente técnica, que es la de los mitos y realidades. ·

Técnica: “Mitos y realidades sobre la sexualidad”: Se aplica la técnica de Meta plan, empleando hojas de colores para distinguir, aspectos que, desde la perspectiva del imaginario social, son permitidos o no son permitidos en la sexualidad humana.

La orientación metodológica es que a cada subgrupo se le entregan un “juego de tarjetas” de los 3 colores, en total 25 tarjetitas, cada una de ellas con frases alusivas al a sexualidad humana. En el grupo deben debatir si las tarjetas deben ser colocadas en ese orden de colores o se pueden “cambiar de posición”. La persona que desee cambiar de posición la tarjeta debe exponer sus argumentos al grupo y este decidirá si lo acepta o no lo acepta y porqué. El debate se vuelve muy intenso, generalmente cuando alguien quiere poner la tarjeta roja con las verdes, y el grupo se pone a discutir muchas veces con argumentos sexistas o religiosos. La persona facilitadora hace una ronda para escuchar los debates y les indica que si en algún caso de las tarjetas no hay consenso deben ponerla aparte para llevar su debate a la plenaria. En la plenaria se observan los papelógrafos con las tarjetas desordenadas, y empiezan los argumentos de la sexualidad, aquí salen muchos mitos, estereotipos y creencias erróneas sobre la sexualidad humana.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Al final la persona facilitadora explica que lo importante no es el orden de las tarjetas. La técnica es una “trampa” para ponernos a hablar y debatir sobre el tema de la sexualidad, y que todas las tarjetas deberían ser consideradas como algo “normal”, sin embargo, la cultura no permite que las personas disfruten su sexualidad a plenitud. Aquí se explica claramente que estas expresiones deben ser de consenso entre personas adultas, es decir cualquiera de estos argumentos NO DEBEN SER CONSIDERADOS PARA JUSTIFICAR O ENCUBRIR EL ABUSO SEXUAL DE NIÑOS/AS Y ADOLESCENTES.

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MÓDULO II

Los códigos de colores para hacer la distinción entre las afirmaciones presentadas por la persona facilitadora son: Verdes: Permitidos / Amarillos: Más o menos permitidos / Rojos: no permitidos Posteriormente se proyectará la Película – documental sobre la vida y obra del Dr. Alfred KINSEY, quien realizó el primer estudio completo sobre la sexualidad humana a finales de los años 50, en USA.

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 6 LA SEXUALIDAD MASCULINA Y EL PODER OBJETIVO ESPECÍFICO Registrar asistencia de participantes.

ACTIVIDAD / TEMA Inscripción de participantes. Entregar lecturas de apoyo.

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros Lecturas

El objetivo de este taller es analizar los mitos de la sexualidad Masculina y la relación entre sexualidad y poder.

Lectura del texto: François Graña ¿La dominación masculina en entredicho? Androcentrismo y “crisis de masculinidad” en la producción científica reciente. Revista de Ciencias Sociales No. 18. FCU, Montevideo, pp. 97-109.

Se entrega una copia de la lectura a cada participante y se hacen grupos pequeños de 4 personas para que hagan un resumen y lo compartan en una plenaria sobre el tema. En la plenaria la persona facilitadora va anotando los temas relevantes y luego hace una ronda de aclaraciones sobre los temas.

Copias del texto para leer

1 hora

Indicar a las/los participantes que veremos un documental sobre la vida y obra de Alfred Kinsey, el autor de la primera investigación más completa sobre la sexualidad humana. Este estudio sigue vigente.

Video documental

3 horas

Dividimos al grupo en 4 subgrupos y se entregan un “juego de 25 tarjetas” de 3 colores. En el grupo deben debatir si las tarjetas van en ese orden de colores o se pueden “cambiar de posición”. La persona que desee cambiar de posición la tarjeta debe exponer sus argumentos al grupo y este decidirá si lo acepta o no lo acepta y porqué. La persona facilitadora les indica que si en algún caso de las tarjetas no hay consenso deben llevarla en plenaria.

Preparar previamente 4 juegos de cada tarjetita de los 3 colores, para entregarlas a cada grupo.

2 horas

Reflexionar sobre los mitos d la sexualidad humana desde una mirada científica de la sexualidad.

Visionado de documental:

Analizar nuestras conductas y temores que son aprendidos sobre la sexualidad. Reflexionar sobre los juicios morales en torno a este tema.

Tarjetas de 3 colores sobre las conductas y mitos sobre la sexualidad

WGBH Educational Foundation. (2005). Alfred Kinsey, el científico del sexo. Disponible en: https:// www.youtube.com/ watch?v=eDKPzRmDtSQ

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

(Disponible en Anexo 8)

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MÓDULO II

OBJETIVO ESPECÍFICO Conocer la valoración de las personas participantes.

ACTIVIDAD / TEMA Evaluación y cierre de la sesión

METODOLOGÍA Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales:

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Hojas de papel

5 minutos

Lapiceros

· 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

UNIDAD 7. La Diversidad Sexual y de género OBJETIVO El objetivo de esta unidad es reflexionar y analizar sobre los conceptos de diversidad sexual y de género, y diferenciar las prácticas sexuales de las identidades sexuales. Buscamos conocer y entender las diversas formas de identidad sexual.

ORIENTACIONES GENERALES En esta unidad hablaremos sobre el significado de diversidad sexual, las identidades LGBTI, los conceptos de prácticas sexuales, de las identidades sexuales. Dentro de la propuesta tenemos ver el video PaulineUNFPA. (2011). Diversidad a todo color [Archivo de vídeo]. Recuperado 31 julio, 2019, de https://www.youtube.com/watch?v=9xd_YhuYWCM. Es un video sobre la serie de TV Sexto Sentido emitida en Nicaragua. También está Lectura: Kimmel, M. (1997). Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina. Masculinidad/es, poder y crisis. Ediciones de las Mujeres, 24. Isis Inernacional. Santiago, Chile: 49-62.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Para abordar el tema de la diversidad sexual y de género, dividimos al grupo en 8 subgrupos, es decir en parejas, y entregamos a cada pareja una tarjeta con una palabra, ellos deben construir un concepto y escribir las dudas, las preguntas o lo que hayan escuchado sobre esta palabra. Las palabras son: LESBIANA, GAY, BISEXUAL, TRAVESTI, TRANSGÉNERO/A, TRANSEXUAL, INTERSEX Y HETEROSEXUAL. Cada grupo en plenaria expone sus dudas y comentarios. La persona facilitadora hace un resumen de todos los aspectos y aclara cada uno de los conceptos. Cada uno de los conceptos tiene sus implicaciones teóricas y sociales, puesto que unas identidades son más aceptadas que otras, es decir, por ejemplo, es más aceptado el comportamiento social “cariñoso” de las lesbianas que de los homosexuales en un sitio público. Es más aceptada una chavala transgénera bien maquillada y bien vestida en un evento artístico que en una cena de navidad, o son más aceptados en los centros de trabajo a los gays “varoniles” que a los gays “afeminados”. Toda la construcción social y de género establece roles, estereotipos y relaciones de poder entre las per-32-


MÓDULO II

sonas y sus identidades, por tanto, estas expresiones de las identidades sexuales no están exentas de vivir relaciones machistas o sexistas en sus vidas cotidianas. Uno de los temas recurrentes es la pregunta final: ¿queremos saber si los gays y lesbianas, nacen o se hacen? Se aclara que esta es una “pregunta trampa”, porque si respondemos que los gays nacen, entonces es como decir: qué lástima, son “enfermitos” de nacimiento, que es lo que ha prevalecido en muchas culturas a lo largo de la historia, es decir, hay que “perdonarlos porque son fallados de nacimiento”. Si respondemos que “los gays se hacen” eso significa que fueron “inducidos” posiblemente por el abuso sexual, o es posible que se piense en la posibilidad de “curar” a la persona. Cualquiera de las 2 respuestas trae consigo otras preguntas que no tienen una respuesta específica. Por esa razón quienes tenemos tiempo en trabajar estos temas en procesos formativos no damos respuesta e INSISTIMOS es que lo que hay que hacer es ACEPTAR a las personas en su diversidad y RESPETAR sus derechos humanos.

DISEÑO METODOLÓGICO DE UNIDAD 7 LA DIVERSIDAD SEXUAL Y DE GÉNERO

Registrar asistencia de participantes. El objetivo de esta unidad es reflexionar y analizar sobre los conceptos de diversidad sexual y de género, y diferenciar las prácticas sexuales de las identidades sexuales.

ACTIVIDAD / TEMA

METODOLOGÍA

Inscripción de participantes. Entregar lecturas de apoyo.

Se inicia la actividad con la inscripción de participantes.

Comprender las identidades sexuales con la Lectura de apoyo: Kimmel, M. (1997). Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina. Masculinidad/ es, poder y crisis. Ediciones de las Mujeres, 24. Isis Internacional. Santiago, Chile: 49-62

Se entrega una copia de la lectura a cada participante y se hacen grupos pequeños de 4 personas para que hagan un resumen y lo compartan en una plenaria sobre el tema. En la plenaria la persona facilitadora va anotando los temas relevantes y luego hace una ronda de aclaraciones sobre los temas.

RECURSOS /MATERIALES Listas de asistencia Lapiceros

TIEMPO 10 minutos

Lecturas Copias del texto para leer

1 hora TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

OBJETIVO ESPECÍFICO

Disponible en: http://www. sidocfeminista. org/images/ books/01079/ 01079_00.pdf

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MÓDULO II

OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

Reflexionar sobre las formas de discriminación y violencia hacia las personas LGBTI.

Visionado de documental: PaulineUNFPA. (2011). Diversidad a todo color Disponible en: https://www. youtube.com/ watch?v=9xd_ YhuYWCM

Conceptualizar y aclarar los conceptos de LGBTI + H. identidades de género e identidades sexuales.

Conceptualizando las identidades de género e identidades sexuales (LGBTIH)

METODOLOGÍA

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Indicar a los/las participantes que veremos un video sobre la serie de TV Sexto Sentido de Puntos de Encuentro. Este video es un corto de 30 minutos, y contiene historias de personas de la diversidad sexual de Nicaragua, testimonios sobre sus vidas y la discriminación. Luego del video hacemos una plenaria para sondear sentimientos y preguntas sobre el video. Se anotan en papelógrafo y posteriormente la persona facilitadora hace las aclaraciones del tema.

Video “Diversidad a Todo Color”

1,5 horas

Se divide al grupo en 8 subgrupos y se entregan las 8 tarjetas con cada palabra: Las palabras son: LESBIANA, GAY, BISEXUAL, TRAVESTI, TRANSGÉNERO/A, TRANSEXUAL, INTERSEX Y HETEROSEXUAL.

8 tarjetas con las palabras LESBIANA, GAY, BISEXUAL, TRAVESTI, TRANSGÉNERO/A, TRANSEXUAL, INTERSEX Y HETEROSEXUAL.

2 horas

Hojas de papel

5 minutos

Cada grupo en plenaria expone sus dudas y comentarios. La persona facilitadora hace un resumen de todos los aspectos y aclara cada uno de los conceptos. Cada uno de los conceptos tiene sus implicaciones teóricas y sociales, puesto que unas identidades son más aceptadas que otras, es decir, por ejemplo, es más aceptado el comportamiento social “cariñoso” de las lesbianas que de los homosexuales en un sitio público. Es más aceptada una chavala transgénera bien maquillada y bien vestida en un evento artístico que en una cena de navidad, o son más aceptados en los centros de trabajo a los gays “varoniles” que a los gays “afeminados”. Al final en la plenaria de esta técnica se juntan los papelógrafos de la lectura, del video y de las tarjetas y se hace un condensado de las preguntas. Se aclara que las identidades sexuales son parte de la sexualidad (lesbiana, gay, heterosexual y bisexual), que las identidades de género (travesti, transgénera/o, transexual) deben ser aceptadas como las identidades de género masculina y femenina; y que la identidad INTERSEXUAL es una condición biológica-genética y que deber ser aceptada porque es parte de la diversidad sexual de la humanidad.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Conocer la valoración de las personas participantes

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: · 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

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Lapiceros


MÓDULO II

UNIDAD 8. La Diversidad en la Comunidad y las organizaciones OBJETIVO El objetivo de este taller es revisar los avances y retrocesos en materia de los DDHH para las personas LGBTI en Nicaragua. La diversidad sexual y la historia en el mundo contemporáneo.

ORIENTACIONES GENERALES Para profundizar en el tema y contar con la información pertinente de estos conceptos, vamos a conocer de primera mano el único estudio a nivel nacional sobre la diversidad sexual que se ha realizado hasta ahora. También analizaremos las leyes y decretos, tomando como referencia el Marco institucional que garantiza igualdad de derechos en Nicaragua. Avances y retrocesos que esto conlleva en el país.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Para iniciar hacemos la presentación de un Análisis temático del estudio: GEDDS (2010). Una mirada a la diversidad sexual en Nicaragua. GEDDS, Managua. (Disponible en Anexo 9). Este estudio plantea aspectos muy importantes y sobre todo información de la misma población LGBTI en más de 1200 encuestas realizadas a nivel nacional. La presentación contiene 26 diapositivas que estructuran es síntesis el estudio nacional y enumeran los ejes temáticos con relación a la Salud, la Violencia, Acceso a vivienda digna, Religión, Educación, Discriminación, Aceptación, un acápite para la identidad de lesbianas y otro para la identidad de las personas trans; así como la explicación sobre el grupo meta y los aspectos metodológicos del estudio, el marco jurídico, las conclusiones y recomendaciones. Después se presentarán unas láminas sobre los avances en temas de DDHH en América Latina y el Caribe, del Congreso derechos laborales LGBTI, Nic 2017 (Disponible en: Anexo 10).

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MÓDULO II

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 8. LA DIVERSIDAD EN LA COMUNIDAD Y LAS ORGANIZACIONES OBJETIVO ESPECÍFICO Registrar asistencia de participantes.

ACTIVIDAD / TEMA Inscripción de participantes. Lecturas de apoyo.

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS TIEMPO /MATERIALES Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros Lecturas

El objetivo de este taller es revisar los avances y retrocesos en materia de los DDHH para las personas LGBTI en Nicaragua. La diversidad sexual y la historia en el mundo contemporáneo.

Comprender las identidades sexuales con la Lectura de apoyo: GEDDS (2010). Una mirada a la diversidad sexual en Nicaragua. GEDDS, Managua

Conocer los aspectos relevantes de DDHH para personas LGBTI en América latina, especialmente los derechos laborales.

Presentación de los avances en temas de DDHH en América Latina y el Caribe, del Congreso derechos laborales LGBTI, Nic 2017.

Conocer la valoración de las personas participantes.

Evaluación y cierre de la sesión

Disponible en: https://docplayer. es/27036385-Unamirada-a-la-diversidadsexual-en-nicaragua. html

Análisis temático del estudio GEDDS, 2010. Este estudio plantea aspectos muy importantes y sobre todo información de la misma población LGBTI en más de 1200 encuestas realizadas a nivel nacional.

Papelógrafos

Se presentan las láminas en ppt sobre los avances en DDHH de los países de América Latina y del Caribe. La persona facilitadora va anotando las preguntas que surgen de las presentaciones y aclara las dudas y comentarios sobre los DDHH.

Presentación PPT

2 horas

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales:

Hojas de papel

5 minutos

Marcadores Cinta adhesiva

Disponible en:

· 3 aspectos nuevos que aprendieron

El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

2 horas

Realizar una presentación de power point con una síntesis el estudio nacional para conocer la situación actual.

· Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana.

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Estudio GEDDS (2010). Una mirada a la diversidad sexual en Nicaragua. GEDDS, Managua

Lapiceros


MÓDULO II

UNIDAD 9. Los derechos sexuales de las personas en su diversidad OBJETIVO Los objetivos son: Reflexionar y analizar el papel de los hombres respecto a estos derechos, los derechos sexuales y los derechos reproductivos. Conocer los conceptos académicos y sociales respecto a los DSDR, y los planteamientos teóricos - políticos de los Derechos sexuales desde la perspectiva de la equidad.

ORIENTACIONES GENERALES Para lograr los objetivos se hace un análisis grupal sobre cómo concebimos el papel de los hombres con relación a estos derechos. Tenemos 2 actividades principales para este taller: · ·

Lectura del texto: Shepard, B. (2009) Derechos sexuales: suprimir castigos y proporcionar servicios. En asignatura Sexualidad y reproducción desde DDHH. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA Árbol de problema sobre el abuso sexual.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Para dar inicio al taller, se hace un recuento de los talleres anteriores. Luego se procede a dividir al grupo en varios subgrupos para que hagan un breve resumen de la lectura Shepard, B. (2009) Derechos sexuales: suprimir castigos y proporcionar servicios. En asignatura Sexualidad y reproducción desde DDHH. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA. Debemos considerar que los programas y acciones oficiales que promueven la educación sexual entre adolescentes y la prevención de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual se enfrentan de manera creciente al rechazo tajante de grupos conservadores que invariablemente esgrimen los dogmas de la fe católica para fomentar la abstinencia sexual en los jóvenes, y fomentar la fidelidad conyugal. La autora de este ensayo analiza como la jerarquía eclesiástica acusa al Estado de querer sustituir a la familia en la educación de los jóvenes y de promover derechos sexuales como justificaciones del pecado, inducción a conductas desordenadas, el predominio de una doble moral y que alimenta la discriminación a los grupos de la diversidad sexual. El texto aborda que los prejuicios sobre la sexualidad, generan discriminación y vulneran los derechos de la ciudadanía, así como una lenta infiltración de esos criterios en muchas políticas oficiales ligadas a la salud sexual y reproductiva en los países más pobres. La investigadora apunta a analizar la influencia de las instituciones religiosas particularmente de la Iglesia Católica en las políticas públicas relacionadas con los derechos de las mujeres y la salud sexual y reproductiva; y como resultado, tenemos que se canalizan las ideas religiosas en las políticas públicas. El texto analiza a la familia protectora y al Estado subversivo, así como también los derechos sexuales, de porqué se busca una justificación para el “pecado” en la sexualidad y el “castigo” en los embarazos de las adolescentes. Se observa un análisis de las políticas negligentes del estado y se compara con la prepotencia enorme de la jerarquía de los servidores públicos de la salud sobre la atención a los problemas serios de la salud reproductiva de las mujeres. Se sabe por estudios demográficos y estudios de opinión pública que estas mismas mayorías católicas no están conformes con las posiciones retrogradas de la jerarquía y nos siguen recetando las restricciones en cuanto a la anticoncepción y el ejercicio de la sexualidad.

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MÓDULO II

Para continuar con el taller, y ya que había quedado pendiente hablar claramente sobre este tema, procedemos a abordar la temática: EL ABUSO SEXUAL. Para empezar y precisar conceptos, hacemos un árbol de problema, para evaluar cómo el tema está posicionado en los argumentos, pensamientos y sentimientos de los/as participantes. Esta técnica nos permite tener un abanico de elementos de la vida cotidiana que la sociedad utiliza para encubrir, sancionar o “perdonar” el abuso sexual hacia las niñas/os y adolescentes. Se hace la diferencia conceptual entre abuso sexual y violencia sexual, ya que la violencia sexual se expresa en la vida de las mujeres jóvenes y adultas, su proceso de denuncia es diferente y las investigaciones (si es que hay en Nicaragua) contienen una serie de pruebas y evidencias que en el caso del abuso sexual no se cumplen. En esta técnica se ubican el tema o problema en el tronco, sus ramas se visualizan como las consecuencias y en las raíces están las causas. (Disponible en Anexo 11).

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD NO. 9 LOS DERECHOS SEXUALES DE LAS PERSONAS EN SU DIVERSIDAD. OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

METODOLOGÍA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir a participantes. Entregar Lecturas.

Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Reflexionar y analizar el papel de los hombres respecto a los derechos sexuales y los derechos reproductivos. Conocer los planteamientos teóricos - políticos de los Derechos sexuales desde la perspectiva de la equidad

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Lectura de apoyo: Shepard, B. (2009) Derechos sexuales: suprimir castigos y proporcionar servicios. En asignatura Sexualidad y reproducción desde DDHH. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA. Disponible en: https://www.jornada. com.mx/2004/09/02/ ls-derechos_sexuales. html

Análisis temático de la lectura. Se entrega una copia de la lectura a cada participante y se hacen grupos pequeños de 4 personas para que hagan un resumen y lo compartan en una plenaria sobre el tema. En la plenaria la persona facilitadora va anotando los temas relevantes y luego hace una ronda de aclaraciones sobre los temas. Debemos proporcionar un análisis de las políticas negligentes del estado y comparar la negligencia del estado sobre la atención a los problemas serios de la salud reproductiva de las mujeres.

Copias del texto para leer. Papelógrafos Marcadores Cinta adhesiva

2 horas


MÓDULO II

OBJETIVO ESPECÍFICO Reconocer que el ABUSO SEXUAL hacia niños/as y adolescentes es una realidad que debe ser analizada a profundidad.

ACTIVIDAD / TEMA Árbol de problemas sobre el abuso sexual. (Disponible en: Anexo 10).

METODOLOGÍA Tenemos preparado el dibujo de un árbol grande (3 papelógrafos), y lo pegamos en una pizarra. Les indicamos que vamos a hacer un árbol de problema con el tema del Abuso Sexual.

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Papelógrafos

2 horas

Marcadores Cinta adhesiva

Esta técnica nos permite tener un abanico de elementos de la vida cotidiana que la sociedad utiliza para encubrir, sancionar o “perdonar” el abuso sexual hacia las niñas/os y adolescentes. Se hace la diferencia conceptual entre abuso sexual y violencia sexual, ya que la violencia sexual se expresa en la vida de las mujeres jóvenes y adultas, su proceso de denuncia es diferente y las investigaciones (si es que hay en Nicaragua) contienen una serie de pruebas y evidencias que en el caso del abuso sexual no se cumplen.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

El abuso sexual incluye chantajes, amenazas, control y manipulación principalmente, de una persona adulta o mayor que la persona que sufre el abuso. La mayor parte de la literatura explica que 5 años es la edad que separa a los abusadores de sus víctimas, es decir si una niña de 5 años puede ser víctima de un abusador de 10 años o más (por ejemplo). En función de analizar elementos asociados, a la sexualidad y el poder, se analizó las situaciones de abuso sexual, a través de un árbol de problema. En esta técnica se ubican el tema o problema en el tronco, sus ramas se visualizan como las consecuencias y en las raíces están las causas. Evaluar el taller

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales:

Hojas de papel

5 minutos

Lapiceros

· 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación debe recoger las hojas ya que serán usadas para la evaluación metodológica del Módulo.

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MÓDULO II

UNIDAD 10. Los Derechos Reproductivos de las personas en su diversidad OBJETIVOS El objetivo de la unidad es determinar conceptos teóricos sobre los derechos reproductivos. Así como reflexionar y analizar el papel de los hombres respecto a estos derechos. Conceptualizando los derechos reproductivos de las personas en diferentes grupos de edades.

ORIENTACIONES GENERALES Para esta unidad tenemos 2 técnicas: · ·

Lectura del texto: Sánchez, R. (2005). Promiscuidad el falso dilema. Letra S., 18. Proyección del Video: UNFPA Nicaragua. (2013). Casa de Muñecas [Archivo de vídeo]. Recuperado 31 julio, 2019, de https://www.youtube.com/watch?v=huE5ZJRAx50

Para comenzar el taller, se entrega a las personas participantes una copia del texto Sánchez, R. (2005). Promiscuidad el falso dilema. Letra S., 18. Una vez lo hayan leído, pídeles que se pongan en pequeño grupo y hagan un resumen para compartirlo en plenaria. Ayuda a que las reflexiones vayan encaminadas a comprender las diferencias entre derechos sexuales y derechos reproductivos. A continuación, proyecta el vídeo: UNFPA Nicaragua. (2013). Casa de Muñecas. Después de la proyección del vídeo, haz un breve resumen de lo que se ha visto. El video muestra lo que ha pasado con las vidas de dos adolescentes que enfrentaron el embarazo a temprana edad, con todas las consecuencias físicas, sociales y emocionales. Ambas jóvenes reflexionan sobre la maternidad, la vida en pareja, el machismo y su relación con la niñez que tuvieron que abandonar prematuramente.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

El video Casa de Muñecas, se compone de 2 historias reales de adolescentes embarazadas en Nicaragua: Luz Marina, de Managua salió embarazada a los 14 años y Migdalia de la Zona Rural de Jinotega quedó embarazada a los 13 años. Dos vidas, dos historias - una en el campo y la otra en la ciudad que nos habla de una misma realidad social: La de tantos sueños truncados de niñas que tuvieron que abandonar sus muñecas, dejar la escuela y las esperanzas de un futuro mejor.

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MÓDULO II

Seguido de la presentación del video, haz al grupo las siguientes preguntas de reflexión sobre el tema: ¿Cuál de las historias te llamó más la atención y por qué?, ¿Qué similitudes y diferencias observas entre las dos historias? ¿Conoces otras historias similares en tu municipio? / ¿Cuáles son las causas de los embarazos?, ¿Qué responsabilidades tienen los hombres ante los embarazos?, ¿Cuáles son los riesgos en la salud de éstas adolescentes? ¿Las adolescentes embarazadas tienen igual o mayor riesgo que las adultas? Concluimos solicitando a cada participante establecer compromisos para la responsabilidad materna y paterna escribiendo dos o tres aspectos en los que se compromete a mejorar en sus relaciones, siendo padres, madres o tías/os, abuelos/as en su familia. Luego cada quien lo lee y explica por qué asume este compromiso.

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 10. Los derechos reproductivos de las personas en su diversidad ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir a participantes. Entregar Lecturas.

Determinar conceptos teóricos sobre los derechos reproductivos.

Lectura de apoyo: Lectura: Sánchez, R. (2005). Promiscuidad el falso dilema. Letra S., 18

Conceptualizando los derechos reproductivos de las personas en diferentes grupos de edades.

Reflexionar y analizar el papel de los hombres respecto al embarazo de las adolescentes. Reflexionar ¿el papel de las instituciones para solucionar este problema?

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros

Disponible en: https://www.jornada. com.mx/2005/05/05/lspromiscuidad.html

Análisis temático de la lectura. Se entrega una copia de la lectura a cada participante y se hacen grupos pequeños de 4 personas para que hagan un resumen y lo compartan en una plenaria sobre el tema. En la plenaria la persona facilitadora va anotando los temas relevantes y luego hace una ronda de aclaraciones sobre los temas.

Copia Texto para leer

2 horas

Papelógrafos Marcadores Cinta adhesiva TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

OBJETIVO ESPECÍFICO

El objetivo metodológico es que a partir de la lectura los/ as participantes tengan muy clara la diferencia entre los derechos sexuales y los derechos reproductivos. Proyección de Video: UNFPA Nicaragua. (2013). Casa de Muñecas Disponible en: https://www.youtube.com/ watch?v=huE5ZJRAx50

Indicar a los/as participantes que veremos un video que se titula Casa de muñecas. Este video contiene historias de 2 chavalas que quedaron embarazadas antes de los 15 años en 2 municipios de Nicaragua, testimonios sobre sus vidas y sus hijos/as. Luego del video hacemos una plenaria para sondear sentimientos y preguntas sobre el video. Se anotan en papelógrafo y posteriormente la persona facilitadora hace las aclaraciones del tema.

Video Casa de muñecas

2 horas.

Data Show parlantes Papelógrafos Marcadores Cinta adhesiva

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MÓDULO II

OBJETIVO ESPECÍFICO Evaluar el taller

ACTIVIDAD / TEMA

METODOLOGÍA

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: · 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

El equipo de facilitación recoge las evaluaciones para usarlas en la evaluación metodológica del Módulo.

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RECURSOS /MATERIALES Hojas de papel Lapiceros

TIEMPO 5 minutos


MÓDULO III

EL MACHISMO Y LA MISOGINIA. LA VIOLENCIA DE GÉNERO COMO UNA EXPRESIÓN DEL PODER Y CONTROL DE LOS HOMBRES



MÓDULO III

INTRODUCCIÓN

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

En el presente módulo serán analizados aspectos que evidencian los efectos que tienen los patrones socioculturales machistas en la vida de las mujeres y familias, al mismo tiempo se podrá reflexionar acerca de la normalización de la violencia y de las relaciones que se entretejen en los núcleos sociales como una forma de darle perpetuidad a las situaciones de violencia, normalizando las mismas y fomentando diversos niveles de complicidad o justificación hacia las diversas expresiones de la violencia; todo los análisis y reflexiones apuntaran a que los/as participantes reconozcan la necesidad de cambiar conductas y comportamientos transgresores que son reafirmados en las líneas del propio imaginario social, aportando con las acciones de cambio al desarrollo integral de la mujer y sintiéndose también como protagonistas hacia una cultura de buen trato que también les sea beneficiosa para sus intereses estratégicos.

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MÓDULO III

UNIDAD 11. El Sexismo y el patriarcado. Dos caras de la misma moneda OBJETIVO Reflexionar sobre la violencia hacia las mujeres, sus expresiones y efectos en su bienestar integral, así mismo reconocer los efectos de la violencia en las relaciones familias y comunitarias, incluyéndose en estas a mujeres, hombres, niñas y niños.

ORIENTACIONES GENERALES Para esta unidad se reflexionará sobre un texto que permitirá reflexionar en profundidad y de forma objetiva sobre aspecto alusivos a la violencia, la misoginia, sexismo y patriarcado. El texto a utilizar será el siguiente: Ferrer, V. y Bosch, E. (2000). Violencia de género y misoginia: Reflexiones psicosociales sobre un posible factor explicativo. Papeles del Psicólogo, núm. 75. Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos. Madrid, España: 13-19. Pide a las personas participantes que se conformen duetos para elaborar los respectivos análisis de cada lectura, dividiendo por fragmentos la misma, pasando de forma consecuente hacia un análisis compartido ante el resto de la plenaria.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Para el cierre de esta unidad se busca asociar los elementos teóricos que fueron compartido a lo largo de la sesión y de los escenarios en los que cada participante convive. Resulta oportuno llevarse a casa la reflexión asociada a lo que estamos haciendo para disminuir las brechas de la desigualdad y el maltrato hacia las mujeres, hacer valedero todo aquello que realizamos con la intensión de no ejecutar patrones de comportamiento misóginos y tampoco ser cómplices de este tipo de actos hacia otras mujeres.

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MÓDULO III

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 11. EL SEXISMO Y EL PATRIARCADO. DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir a participantes

Reflexionar sobre la violencia hacia las mujeres, sus expresiones y efectos en su bienestar integral, así mismo reconocer los efectos de la violencia en las relaciones familias y comunitarias, incluyéndose en estas a mujeres, hombres, niñas y niños.

Lectura de apoyo:

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros

Ferrer, V. y Bosch, E. (2000). Violencia de género y misoginia: Reflexiones psicosociales sobre un posible factor explicativo. Papeles del Psicólogo, núm. 75. Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos. Madrid, España: 13-19. Disponible en: https://www.redalyc.org/ pdf/778/77807503.pdf

Análisis temático de la lectura. El objetivo es reconocer los efectos de la violencia en las relaciones familias y comunitarias, incluyéndose en estas a mujeres, hombres, niñas y niños.

Copias del texto para leer

4 horas

Hojas de papel

5 minutos

Se entrega una copia de la lectura a cada participante y se hacen grupos pequeños de 4 personas para que hagan un resumen y lo compartan en una plenaria sobre el tema. En la plenaria la persona facilitadora va anotando los temas relevantes y luego hace una ronda de aclaraciones sobre los temas.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Para este día es importante que los análisis de los grupos reflejen la relación directa de la violencia con las consecuencias emocionales y/o psicosociales en la vida de las mujeres, niñas/ os. Verificar que los hombres también conecten la lectura con sus propias vidas y que puedan reflexionar y dialogar en los grupos sobre las consecuencias emocionales en la vida de los hombres. Evaluar el taller

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales:

Lapiceros

· 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación recoge las evaluaciones para usarlas en la evaluación metodológica del Módulo.

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MÓDULO III

UNIDAD 12. Las mil caras del sexismo en medios de comunicación y la cultura OBJETIVO En esta unidad se logró hacer un análisis holístico asociado al rol de los medios de comunicación y sus respectivos efectos en la vida diaria, la forma en la que los mismos pueden reforzar aspectos elementales sobre roles, identidad y otros elementos claves dentro del sistema sexo – genero.

ORIENTACIONES GENERALES Al momento de tener más consciencia sobre el grado de influencia de los medios de comunicación, más acertado será nuestro análisis hacia las relaciones desiguales y los mensajes sublimes o directos que se emiten a favor del sistema patriarcal, estas reflexiones son idóneas para trasladarla a los escenarios de trabajo, esto al momento de querer llegar a una población que está en constante interacción con mensajes que son accesibles con un carácter de inmediatez y practicidad. Estaríamos entonces a un nivel de crear no solo nuevas formas de trabajar bajo el enfoque de nuevas masculinidades, sino también ante métodos innovadores para hacer reflexiones desde lo habitual y cotidianeidad, esto vinculado de forma directa al uso de las redes sociales, programas televisivos, radiales, propagandas, entre otros. Los modelos de comunicación masiva e informativa, tienen a influir. Se presenta a continuación esta canción, tan popular en la radio, las fiestas y demás. Contiene tantos mensajes de control, violencia y amenazas a las mujeres, que se vuelve casi imposible no comprender su gran significado de mantener bajo control a una persona. Para comenzar la sesión, habla sobre los crímenes de odio recogidos en el Diagnóstico sobre los crímenes de odio motivados por la orientación sexual e identidad de género en Costa Rica, Honduras y Nicaragua. Coordinación del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional CEJIL. San José, C.R.: CEJIL, 2013. Puedes consultarlo en el siguiente enlace web: https://www.cejil.org/sites/default/files/legacy_files/01%20 Indice%20Diagnostico%20WEB.pdf A continuación, para la cobertura negativa, se analizará una canción machista: Mía. Autor Anthony Santos. (Disponible en Anexo 12).

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Al cierre de esta unidad, se orienta la importancia de observar nuevos aspectos en las redes sociales, televisión, radio, todo con escucha activa y ojos muy abiertos bajo un enfoque de género y de sensibilidad a los conflictos, estar consciente de que no es algo aislado encontrar expresiones de la violencia y elementos que refuercen o normalicen la transgresión de derechos ya sea en programas televisivos, sitios web o redes sociales que de forma coordinan se visitan. Se puede utilizar el esquema disponible en Anexo 13.

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MÓDULO III

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 12. LAS MIL CARAS DEL SEXISMO EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA CULTURA OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir participantes Entregar Lecturas

Reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación en la argumentación machista de la violencia de género.

Estudios de casos sobre el manejo de los medios de comunicación locales ante el fenómeno de la violencia machista.

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros Analizar la realidad de la violencia desde los medios de comunicación, sus mensajes, los prejuicios y estereotipos. Para comenzar la sesión, habla sobre los crímenes de odio recogidos en el Diagnóstico sobre los crímenes de odio motivados por la orientación sexual e identidad de género en Costa Rica, Honduras y Nicaragua. Coordinación del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional CEJIL. San José, C.R.: CEJIL, 2013.

Video de Crímenes de odio

2 horas

Canción Mía. Autor Anthony santos, Intérprete Romeo Santos Papelógrafos Marcadores Cinta adhesiva

Puedes consultarlo en el siguiente enlace web: https://www. cejil.org/sites/default/files/ legacy_files/01%20Indice%20 Diagnostico%20WEB.pdf. TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Para la cobertura negativa, utilizaremos una canción machista: Mía. Autor Anthony Santos. Analizaremos los mensajes sexistas /machistas de esta canción para estar conscientes del poder de los mensajes de las canciones en la vida cotidiana. En la plenaria la persona facilitadora va anotando los temas relevantes y luego hace una ronda de aclaraciones sobre los temas. Proporcionar herramientas de análisis para las capacitaciones en las comunidades.

Cuadro “¿Dónde aprendemos el género y el patriarcado?”

Crear un espacio de aprendizaje, de reforzamiento de todo lo que hemos reflexionado en torno al género y el patriarcado. Analizar el papel de las redes sociales y su influencia en el aprendizaje del machismo.

Presentación PPT del cuadro sobre el aprendizaje del patriarcado y el género.

1 hora

Evaluar el taller

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales:

Hojas de papel

5 minutos

Lapiceros

· 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación recoge las evaluaciones para usarlas en la evaluación metodológica del Módulo.

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MÓDULO III

UNIDAD 13. La Misoginia y la ideología patriarcal OBJETIVO Reflexionar en base a un análisis crítico acerca de la presencia tangible de un sistema machista y patriarcal como factores claves en la situación de violencia que viven las mujeres.

ORIENTACIONES GENERALES Para tener un análisis más vinculado al contexto local y nacional se procedió reflexionar sobre las claves del dominio masculino en Nicaragua en donde se incluye: machismo, sexismo, misoginia y homofobia. Todas estas como parte de un producto gestado por el mismo patriarcado. Será otro elemento a tener en cuenta las diversas claves feministas que están luchando contra las ideologías y adversidades que impone el mismo patriarcado a la sociedad actual, de esta forma estaremos ante un nivel de comprensión mayor por reconocer cual es la apuesta nacional, social y contextual desde la propia perspectiva feminista.

En esta unidad Analizaremos cómo la violencia hacia las mujeres es producto del patriarcado, con la Lectura: Alarcón, T. (2001). El origen ideológico y cultural de la violencia de género. Papeles, 1(73), 91–96. Puedes conseguir el texto en el siguiente enlace web: https://www.fuhem.es/papeles_articulo/el-origenhistorico-y-cultural-de-la-violencia-de-genero/ Esta lectura nos permite aumentar la capacidad de análisis crítico sobre el sistema machista y patriarcal como factor clave en la violencia hacia las mujeres. Buscamos conocer a detalle cómo funcionan las claves del dominio masculino en Nicaragua, y para ello, el análisis de esta lectura es fundamental. El sistema machista y patriarcal, la violencia hacia las mujeres, tienen sus raíces en los componentes del sexismo: machismo, misoginia y homofobia, por ello es imprescindible, leer con claves feministas para luchar contra la ideología del patriarcado en contexto actual. Una lectura obligada es el “El ciclo de la violencia” de Leonor Walker, para tener muy claro los aspectos que se deben considerar cuando hablamos de este tema con los hombres, ya que se justifican con los mitos sobre el género y la violencia, entre estos temas hacemos una lluvia de ideas, y continuamos con la presentación del ciclo en un papelógrafo (Disponible en Anexo 14).

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Al momento de hacer el cierre de esta unidad el grupo de hombres, debe quedar bien claro acerca de las dimensiones que abarca la misoginia y la responsabilidad de los hombres ante la violencia.

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MÓDULO III

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 13. LA MISOGINIA Y LA IDEOLOGÍA PATRIARCAL ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir participantes. Entregar Lecturas.

Aumentar la capacidad de análisis crítico del sistema machista y patriarcal como factor clave en la violencia hacia las mujeres.

Conocer cómo funcionan las claves del dominio masculino.

Reflexionar sobre el ciclo de la violencia que viven las mujeres a consecuencia de la violencia física, psicológica y sexual recibida de parte de los hombres.

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros Analizaremos cómo la violencia hacia las mujeres es producto del patriarcado a través de la lectura de Alarcón, 2001.

Copias del texto para lectura

Alarcón, T. (2001). El origen ideológico y cultural de la violencia de género. Papeles, 1(73), 91–96.

Puedes conseguir el texto en el siguiente enlace:

Marcadores

Los componentes del sexismo: machismo, misoginia y homofobia,

Orientar que los/as participantes enuncien sus dudas con relación al ciclo de la violencia, es decir, si conocen de qué se trata, sus causas y las consecuencias en la vida de las mujeres. ¿Cómo se vive el ciclo de la violencia en los hogares?

Lectura de apoyo:

Las claves feministas para luchar contra la ideología del patriarcado en contexto actual. Documento de apoyo: Presentación PPT del cuadro del Ciclo de la violencia contra las mujeres. (Disponible en Anexo 14)

2 horas

Papelógrafo

https://www.fuhem.es/papeles_ articulo/el-origen-historicoy-cultural-de-la-violencia-degenero/ Presentación diapositivas

1 hora

· Hojas de papel

5 minutos

La persona facilitadora puede compartir prácticas adecuadas / inadecuadas en la atención a sobrevivientes de violencia física, psicológica y sexual. Podemos preguntar: ¿Cuáles son los prejuicios que persisten en su comunidad? ¿Cuáles son los obstáculos que se encuentran institucionalmente para la atención a los casos de violencia sexual específicamente?

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

OBJETIVO ESPECÍFICO

Hacer gráfico del ciclo en un papelógrafo con las 3 fases. EXPLICAR todo el ciclo, aclarando todas las dudas de los/as participantes. Evaluar el taller

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales:

· Lapiceros

· 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromisos tienen en su vida cotidiana. El equipo de facilitación recoge las evaluaciones para usarlas en la evaluación metodológica del Módulo.

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MÓDULO III

UNIDAD 14. Investigaciones y documentación sobre la misoginia a nivel nacional e internacional actualizada OBJETIVO Reconocer el poco o nulo nivel de documentación y registro de las situaciones de violencia dirigida hacia las mujeres en distintos niveles locales, regionales y nacionales, esto como un indicador del reconocimiento de que la violencia no es una prioridad para las instituciones estatales.

ORIENTACIONES GENERALES Se pretende indagar sobre los niveles de documentación existentes en el país de materia legislativa asociada a la violencia hacia las mujeres en Nicaragua, reconocer el grado evolutivo de cada instrumento jurídico hasta la fecha, vistos estos más allá de normativas, es decir aterrizados hacia escenarios reales en donde se denote las lagunas jurídicas que puedan tener estos instrumentos legales.

LECTURAS DE APOYO Para observar la investigación y documentación sobre la violencia en Nicaragua, vemos el Video “Ya no más” (Zurita de Higes, 2006), que nos permite tener una panorámica sobre la realidad nacional y el tipo de intervención y respuesta que se le brinda a una mujer que ha vivenciado algún tipo de violencia en el país, al mismo tiempo el video evidencia los niveles reales de intervención policial para la sanción de la violencia, los cuales son retardados, poco efectivos y de re-victimización. Para continuar con el tema, se plantean los “Mitos sobre la Violencia” como una técnica que nos ayuda a considerar temas conexos y sobre la realidad. Esto nos permite argumentar y contra-argumentar en estos ejes temáticos, ya sea con las comunidades o en las relaciones cotidianas. (Disponible en Anexo 15).

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Para finalizar, se les orienta a los hombres que deben hacer un diseño metodológico de una capacitación en diversos temas, que serán compartidos y analizados por todo el grupo, como apoyo para fortalecer la sensibilización y conciencia de género, estos procesos en duetos serian requisitos para finalizar de forma óptima el curso de formación. Las investigaciones asignadas requieren la elaboración de un diseño metodológico previsto para una sesión de 3 horas, una elaboración de PPT asociada al marco teórico de la formación investigada, las temáticas asignadas son descritas a continuación:

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MÓDULO III

Las temáticas sugeridas para los grupos son las siguientes: -

Sexualidad y poder / la sexualidad en la historia. Identidades: sexuales –/ análisis de los marcos legales en tema LGBTI. Paternidad responsable / ley paternidad y maternidad. Violencia sexista / de género / machista / ley 779-reforma. Salud sexual-salud reproductiva / manual educación sexual. Trabajo doméstico y relaciones de género / antropología y género.

Al concluir la línea temática de la unidad, el grupo de hombres quedo claro acerca de los vacíos que tiene el actual marco legislativo nacional para responder concretamente ante situaciones de VBG que viven las mujeres, siendo el mayor nivel de incoherencia el hecho de que lo descrito no aporta a la realidad en donde las mujeres suelen ser re-victimizadas y no tomadas en serio por el mismo sistema judicial y sus funcionarios.

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 14. INVESTIGACIONES Y DOCUMENTACIÓN SOBRE LA MISOGINIA A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL ACTUALIZADA ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir participantes Entregar Lecturas

Reflexionar sobre la responsabilidad de los HOMBRES ante la violencia, y reconocer que la violencia contra las mujeres y las niñas, es un grave problema que atañe a toda la ciudadanía, a las instituciones del estado, la empresa privada, etc.

Proyección del vídeo:

Profundizar en el análisis de los distintos tipos de violencia machista que afectan a las mujeres, así como los ámbitos: casa, calle, trabajo, etc.

Mitos sobre la violencia de género

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros

Fundación Luciérnaga. (2018). Ya no más Disponible en: https://www.youtube.com/ watch?v=XNJYpnaGwYU

Indicar a los/as participantes que veremos un video sobre la Violencia contra las mujeres que se llama Ya no más específicamente la obra de teatro sobre LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.

Video “Ya no más”

2 horas

Mitos de la violencia escritos en cartulinas por separado

1.5 horas

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

OBJETIVO ESPECÍFICO

Luego del video hacemos una plenaria para sondear sentimientos y preguntas sobre el video. Se anotan en papelógrafo y posteriormente la persona facilitadora hace las aclaraciones del tema. La lectura en parejas de los “Mitos sobre la violencia hacia las mujeres”, cada pareja explica su frase y nos argumenta sus respuestas. La persona facilitadora explica o profundiza en las frases y los argumentos. Luego de hacer la explicación se les entrega a los/as participantes los MITOS sobre la violencia, se analizan en plenaria y la persona facilitadora/a explica la “REALIDAD”.

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MÓDULO III

OBJETIVO ESPECÍFICO Evaluar el taller

ACTIVIDAD / TEMA

METODOLOGÍA

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: · 3 aspectos nuevos que aprendieron · Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

El equipo de facilitación recoge las evaluaciones para usarlas en la evaluación metodológica del Módulo.

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RECURSOS /MATERIALES Hojas de papel Lapiceros

TIEMPO 5 minutos


MÓDULO III

UNIDAD 15. La complicidad de género entre hombres OBJETIVO Conocer la ley 779 y otros marcos legales que sancionan la violencia hacia las mujeres. Reconocer los antecedentes de la legislación nacional e internacional. Conocer los principales obstáculos y argumentos que ponen los hombres para evadir la ley de la violencia. Conocer y comprender todos los instrumentos legales para defender a las víctimas de la violencia.

ORIENTACIONES GENERALES En esta unidad vamos a conocer los aspectos generales de las leyes: - Ley 779 y sus reformas. https://www.poderjudicial.gob.ni/pjupload/leyes/Ley_No_779_Ley_Integral_ Contra_la_Violencia_hacia_la_Mujer.pdf) - Ley 623, Ley de Responsabilidad Materna y Paterna (http://legislacion.asamblea.gob.ni/Normaweb. nsf/($All)/08AA105E1C8479F20625733100716E91?OpenDocument) - Ley 870 Código de la Familia. http://legislacion.asamblea.gob.ni/normaweb.nsf/9e314815a08d4a6206257265005d21f9/bf20230a44cce90e06257d400064baa7?OpenDocument) - Ley 641 Código Penal (https://www.poderjudicial.gob.ni/pjupload/noticia_reciente/CP_641.pdf) TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

En la sesión se realiza un análisis de los instrumentos legales que actualmente despiertan mucho interés por la población en general: Ley Integral contra la violencia hacia la mujer (Ley 779) y el propio código de familia (ley 870). Al mismo tiempo se apertura el espacio para comprender instrumentos legales internacionales (convenios y tratados) que defienden la vida de las mujeres. Hablar desde la parte conceptual, jurídica administrativa sigue siendo un reto para muchos participantes debido a que la especialización en materia legal, debe irse acompañada más allá de palabras bohemias, en acciones prácticas que logren brindar salidas a los resultados previstos para la defensa de los derechos de las mujeres y la sanción hacia algún tipo de violencia. Seguidamente vamos a iniciar la preparación y presentación en grupos pequeños de una presentación formal de la Ley 779 (Disponible en Anexo 16). Se fomenta un diálogo colectivo sobre los avances y obstáculos que existen en lo cotidiano para que las mujeres obtengan justicia. Trabajar el tema de la complicidad representa una forma de dirigirnos directamente hacia esos escenarios en donde se refuerzan y validan patrones conductuales entre los mismos hombres, al revertir los fines de estas complicidades es probable que estemos entre hombres que velen por respetar a otras mujeres por su inalienable condición de persona. Como una segunda técnica tenemos la lectura del texto: Montoya, O. (1998b). Capítulo 5. Nadando contra corriente. Puntos de encuentro. Managua, Nicaragua.

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MÓDULO III

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 15. LA COMPLICIDAD DE GÉNERO ENTRE HOMBRES OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir participantes Entregar Lecturas

Reconocer los antecedentes de la legislación nacional e internacional.

Conocer la ley 779 y otros marcos legales que sancionan la violencia hacia las mujeres.

Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

RECURSOS /MATERIALES

TIEMPO

Listas de asistencia

10 minutos

Lapiceros Ley 779 y sus reformas.

2 horas

Ley de paternidad Ley Código de la Familia Ley Código Penal

Conocer y comprender los instrumentos legales para defender a las víctimas de la violencia. Conocer las experiencias positivas de los hombres que están contribuyendo a los cambios de la conducta machista

METODOLOGÍA

Preparación y presentación en grupos pequeños de una presentación formal de la ley Diálogo colectivo sobre los avances y obstáculos que existen en lo cotidiano para que las mujeres obtengan justicia. Lectura del texto: Montoya, O. (1998b). Capítulo 5. Nadando contra corriente. Puntos de encuentro. Managua, Nicaragua. Disponible en: http://cepavi.jalisco.gob. mx/Material_didactico/ Masculinidades/Nadando_ contra_la_corriente.pdf

Análisis temático de la lectura del Capítulo 5 del libro, sobre las experiencias de los “hombres no violentos”. Se entrega una copia de la lectura a cada participante y se hacen grupos pequeños de 4 personas para que hagan un resumen y lo compartan en una plenaria sobre el tema. En la plenaria la persona facilitadora va anotando los temas relevantes y luego hace una ronda de aclaraciones sobre los temas.

Copia del texto a leer

1 hora

Hojas de papel

5 minutos

Verificar que los hombres también conecten la lectura con sus propias vidas y que puedan reflexionar y dialogar en los grupos sobre las consecuencias en la vida de los hombres. Evaluar el taller

Evaluación y cierre de la sesión

Para el cierre de este día se orienta que cada persona escriba 3 aspectos fundamentales: · 3 aspectos nuevos que aprendieron

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

· Qué compromiso tienen a partir de esta se­sión, en su vida cotidiana. El equipo de facilitación recoge las evaluaciones para usarlas en la evaluación metodológica del Módulo.

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Lapiceros


MÓDULO III

UNIDAD 16. Mitos y desvalorización de las mujeres: La misoginia, la violencia y la complicidad que normalizan la violencia contra las mujeres OBJETIVO En esta unidad se procede a reflexionar de forma crítica y a profundidad acerca del constructo e imaginario social que, valida la complicidad de género, la justificación y normalización de la propia violencia hacia las mujeres.

ORIENTACIONES GENERALES Podemos hacer frente a situaciones de violencia y a una cultura de violencia que se vive. Necesitamos la promoción de espacios para los hombres, donde sean construidos mensajes positivos y de respeto hacia las mujeres y los DDHH. En el desarrollo de la sesión analizaremos los patrones socioculturales de crianza machistas y el efecto de un imaginario social pasivo e indiferente ante la situación de maltrato hacia las mujeres.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

También se analizarán de manera crítica los mitos y creencias que se utilizan para normalizar la violencia hacia las mujeres y se fomentará la construcción de mensajes positivos de respeto hacia las mujeres y la sociedad en general. Para ello, debemos buscar los argumentos teóricos, políticos y de DDHH para cuestionar los mitos y creencias que se utilizan para normalizar y justificar la violencia. Una de las lecturas más importantes a considerar son las investigaciones y documentación de las afectadas. En este caso, se analizará el texto Romero, E. (2015, 19 junio). El acoso callejero no es igual a piropo. La Prensa, pp. 91–96. (Disponible en Anexo 17).

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MÓDULO III

DISEÑO METODOLÓGICO UNIDAD 16. MITOS Y DESVALORIZACIÓN DE LAS MUJERES: LA MISOGINIA, LA VIOLENCIA Y LA COMPLICIDAD QUE NORMALIZAN LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES. OBJETIVO ESPECÍFICO

ACTIVIDAD / TEMA

Registrar asistencia de participantes.

Inscribir participantes. Entregar Lecturas.

Reconocer los antecedentes de la legislación nacional e internacional.

Conocer la ley 779 y otros marcos legales que sancionan la violencia hacia las mujeres.

METODOLOGÍA Se inicia la actividad con la inscripción de participantes

Análisis y comprensión del cuadro sinóptico de la Ley 779 y sus reformas.

Listas de asistencia

10 minutos

Cuadro sinóptico de la Ley 779 y sus reformas.

2 horas

Análisis temático de la lectura: sobre el acoso callejero y los piropos como formas de violencia callejera hacia las mujeres.

Copias del texto para leer

1 hora

Para la despedida se hace con una dinámica motivadora: El tren de la alegría: las personas participantes van bailando, dándose saludos cordiales, sonriendo y despidiéndose del resto de los compañeros con sonrisas y deseando éxito en sus familias y su trabajo comunitario. Al final de la despedida, se llena el cuestionario de salida.

Música alegre

30 min

Evaluación de los/as participantes del PROCESO FORMATIVO

Hojas de papel

Preparación y presentación en grupos pequeños de una presentación formal de la ley Diálogo colectivo sobre los avances y obstáculos que existen en lo cotidiano ( trabajo, escuela, deporte, casa, calle, etc.) para que las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia, obtengan justicia pronta y cumplida.

Conocer las experiencias de las mujeres que viven el acoso callejero, una de las formas de violencia más común y silenciada.

Lectura de apoyo:

Despedida del proceso y llenado de línea de salida del proceso formativo

Llenado del cuestionario de línea de salida del proceso formativo.

Evaluar el taller

Evaluación final

Romero, E. (2015, 19 junio). El acoso callejero no es igual a piropo. La Prensa, pp. 91–96. (Disponible en Anexo 17)

Se entregan tarjetas con orientaciones de escribir al menos 3 aspectos nuevos que han sido adquiridos en la formación y al menos 2 aspectos nuevos que están propuestos para cambiar en sus entornos familiares, laborales, sociales.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

TIEMPO

Lapiceros

Conocer y comprender los instrumentos legales para defender a las víctimas de la violencia.

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RECURSOS /MATERIALES

Parlantes Micrófono

Lapiceros

5 minutos


ANEXOS



ANEXOS

ANEXO 1 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 1 Construcción social de la masculinidad / feminidad Los hombres y las mujeres nacemos con características biológicas, fisiológicas y anatómicas distintas (aparato reproductor) y otras que con el tiempo son cambiantes (características sexuales secundarias), por ejemplo: cambios en el tono de voz, la barba y bigotes en los hombres, así como la producción de esperma. Las mujeres desarrollan los senos, y tienen cambios hormonales que conducen a la menstruación. El género es producto de varios factores socio culturales donde se construyen características también diferenciales entre hombres y mujeres. Después del nacimiento a las niñas se les viste de rosado, se le ponen chapas en las orejas y cintas en la cabeza para diferenciarlas, luego se le regalan juguetes que van moldeando las expectativas para su rol de madre (cocinitas, platitos, muñecas). En cambio, al niño se le viste de celeste, no se le ponen adornos y luego se le dan juguetes como pistolas, carritos, soldaditos, que entre otros van moldeando una expectativa de la edad adulta, donde se espera que: los hombres son de la calle y las mujeres de la casa. El aprendizaje de género varía de acuerdo al contexto cultural específico: la familia de origen, el lugar donde vive la persona (urbano/rural), su clase social, la influencia de la escuela, la religión, los medios de comunicación y, por último, sus experiencias específicas de vida.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

La masculinidad sería entonces un conjunto de atributos, valores, funciones y conductas que se suponen esenciales al varón en una cultura determinada. Para el caso de América Latina existe un modelo dominante1 de masculinidad visto como un modelo que cada cultura construye y en el cual se presenta al varón como esencialmente “superior” por lo cual puede discriminar y subordinar a la mujer y a otros hombres que no se adaptan a dicho modelo. Con sus variantes nacionales y regionales podemos considerar que en nuestros países existe una forma dominante de socializar a los hombres y que tiene también variaciones por clase, por etnia o edad, pero que sirve siempre de modelo incluso a las formas de socializaciones distintas o marginales. La mayoría de los hombres adultos basan su identidad en las expectativas de autoridad sobre las mujeres y una serie de servicios de parte de ellas.

El Modelo de Masculinidad Hegemónico No hay una forma universal (aceptada en todas las culturas) de vivir la masculinidad. Y en una misma sociedad hay también formas diferentes de vivirla y de asumirla. La forma promovida por los grupos de poder es hegemónica (dominante) en relación a las otras. Así es posible hablar de un Modelo Hegemónico de Masculinidad. En nuestras sociedades patriarcales se ha promovido y esperado que los hombres sean personas activas, libres, fuertes, racionales, emocionalmente controladas. Este Modelo Hegemónico de Masculinidad se traduce en normas a las que los varones deben someterse. Tal proceso puede ser doloroso y traumático. Así, los varones “tienen una tarea impostergable”: convertirse en “hombres” en los términos del Modelo Hegemónico de Masculinidad y se preguntan si tendrán alguna posibilidad de éxito en el futuro que les permita alcanzar ese modelo.

1 Algunos autores lo llaman hegemónico (Cornell) donde se entiende que no sólo es dominante, sino aceptado en diferentes grados, tanto por hombres como por mujeres

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ANEXOS

Sin embargo cuando se pregunta a los hombres qué significa ser un hombre se hace obvio que cada uno lo vive de manera diferente2 y que por consiguiente no es una norma invariable como lo son los fenómenos biológicos. El machismo se trasmite de generación en generación. La familia es el espacio de mayor importancia para el proceso que lleva a la persona a “aprender a ser hombre”. Es allí donde uno empieza a asimilar actitudes, valores y conductas consideradas propias de varones en la sociedad. La escuela y espacios como la calle refuerzan los estereotipos asociados a lo que es “ser un hombre”. Un hombre que rompa los esquemas del Modelo Hegemónico de Masculinidad experimenta presión de sí mismo y de la sociedad para actuar como macho. Así, el temor y miedo a la burla y a la exclusión de un “mundo de hombres” condiciona la forma de pensar, sentir y actuar. La asimilación de la masculinidad tradicional, promovida por el Modelo de Masculinidad Hegemónica, comienza temprano en nuestro desarrollo, aun antes de que tengamos conciencia. De esta manera se vive como algo propio de la naturaleza. Cuando analizamos cómo nos construimos como hombres en la sociedad, descubrimos que se aprende, y que por eso mismo se puede cambiar. Privilegios masculinos Uno de los efectos de la socialización de género es la “naturalización” de la diferencia y de la inequidad3. Esto se refleja en aspectos como la división sexual del trabajo (él en el papel de proveedor, ella ocupada en lo doméstico) y en la salud sexual y reproductiva. Esta división sexual del trabajo se impone a las personas como neutra, como derivada de la naturaleza, por lo que no es enunciada en discursos que la legitimen4. De ese modo, aparece como algo natural, que ha sido así “desde siempre”. Pero en realidad es algo histórico. Si bien hay una creciente participación de los hombres en lo doméstico, ha sido mucho mayor la incorporación de muchas mujeres en el campo de lo laboral sin que ellas hayan dejado lo doméstico. La división sexual del trabajo da lugar a expectativas específicas de los hombres en cuanto a las mujeres. En Nicaragua se ha encontrado 6 temas recurrentes sobre lo que los hombres esperan y buscan en sus relaciones de pareja5: • Que la mujer lo atienda (servidumbre femenina) • Que la mujer lo entienda (resignación y tolerancia femenina) • Ser él quien dirige la relación (pasividad femenina) • Que la mujer dependa de él ((pasividad femenina) • Que la mujer le sea fiel (control de la sexualidad femenina) • Que la mujer le tenga hijos (fecundar como prueba de masculinidad) Es posible que en el fondo de estas expectativas se encuentren legítimas necesidades humanas, que han tomado formas machistas de expresión dado el medio social en que los hombres crecen.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Estos temas hay que relacionarlos con la socialización y la educación. ¿Por qué las mujeres parece que son cuidadoras “por naturaleza” y los hombres generalmente no? ¿Cómo se relaciona esto con el cuidado del cuerpo, de los hijos, de los padres? También es importante cuestionar en los hombres el concepto de “ayuda” versus el de co-responsabilidad: “Él me ayuda con el quehacer.” “Ella me ayuda en el ingreso con su trabajo.” Proponemos visualizar el trabajo externo y el doméstico como una responsabilidad compartida.

2 Ver Montoya, O. (1998). Nadando contra corriente: Buscando pistas para prevenir la violencia masculina en las relaciones de pareja. Managua, Nicaragua: Puntos de Encuentro 3 MINSA. (2006). Manual de Técnicas y procedimientos para el abordaje de la masculinidad y la salud sexual y reproductiva con el personal del sector salud y la comunidad. Banco Mundial. 4 Bourdieu, P. (2000). La dominación masculina. Barcelona, España: Editorial Anagrama, S.A. 5 Montoya, O. (1998). Nadando contra corriente: Buscando pistas para prevenir la violencia masculina en las relaciones de pareja. Managua, Nicaragua: Puntos de Encuentro.

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ANEXOS

ANEXO 2 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 2

SI ÉL HUBIERA NACIDO MUJER De los 16 hermanos de Benjamín Franklin, Jane es la que más se le parece en cuanto a talento y fuerza de voluntad. Pero a la edad que Benjamín se marchó de casa para abrirse camino, Jane se casó con un talabartero pobre, que la aceptó sin dote, y 10 meses después dio a luz a su primer hijo. Desde entonces, durante un cuarto de siglo, Jane tuvo un hijo cada dos años. Algunos niños murieron, y cada muerte le abrió un tajo en el pecho. Los que vivieron exigieron comida, abrigo, instrucción y consuelo. Jane paso noches en vela acunando a los que lloraban, lavó montañas de ropa, bañó montoneras de niños, corrió del mercado a la cocina, fregó torres de platos, enseñó abecedarios y oficios, trabajó codo a codo con su marido en el taller, y atendió a los huéspedes cuyo alquiler ayudaba a llenar la olla. Jane fue esposa devota y viuda ejemplar, y cuando ya estuvieron crecidos sus hijos se hizo cargo de sus propios padres achacosos y de sus hijas solteronas y de sus nietos sin amparo.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Jane jamás conoció el placer de dejarse flotar en un lago, llevada a la deriva por un hilo de cometa, como suele hacer Benjamín a pesar de sus años. Jane nunca tuvo tiempo de pensar, ni se permitió dudar. Benjamín sigue siendo un amante fervoroso, pero Jane ignora que el sexo puede producir algo más que hijos. Benjamín, fundador de una nación de inventores, es un gran hombre de todos los tiempos. Jane es una mujer de su tiempo, igual a casi todas las mujeres de todos los tiempos, que ha cumplido su deber en esta tierra y ha expiado su parte de culpa en la maldición bíblica. Ella ha hecho lo posible por no volverse loca y ha buscado, en vano, un poco de silencio. Su caso carecerá de interés para los historiadores. Galeano, E. (1998). Memoria Del Fuego. 2. Las Caras y Las máscaras. Madrid, Siglo XXI.

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ANEXOS

ANEXO 3 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 2

NACIONES UNIDAS

COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE – CEPAL EDUCACIÓN REPRODUCTIVA Y PATERNIDAD RESPONSABLE EN NICARAGUA

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Este documento fue elaborado por el consultor Oswaldo Montoya, en el marco del Proyecto “Educación Reproductiva y Paternidad Responsable en el Istmo Centroamericano”. Las opiniones expresadas en él son de la exclusiva responsabilidad del autor y pueden no coincidir con las de la Organización.

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ANEXOS

I.

INTRODUCCIÓN............................................................................................................................................... 66

II.

EL CONTEXTO NACIONAL: POBREZA, INEQUIDAD Y VULNERABILIDAD SOCIAL.............................67

III.

SEXUALIDAD MASCULINA, REPRODUCCIÓN Y PATERNIDAD............................................................. 69 1. Los hombres y la sexualidad .................................................................................................................... 69 2. Los hombres y la reproducción...................................................................................................................71 3. Relación de los hombres con sus hijos e hijas........................................................................................74

IV.

LA LEGISLACIÓN NICARAGÜENSE RESPECTO DE LA FAMILIA Y LA PATERNIDAD..........................79 1. Constitución Política................................................................................................................................... 80 2. Código Civil................................................................................................................................................... 80 3. Ley de Relaciones Padre, Madre e Hijos.................................................................................................. 81 4. Ley de Alimentos.......................................................................................................................................... 81 5. Código de la Niñez y Adolescencia............................................................................................................82 6. Ley 150 de Reformas al Código Penal y Ley 230 de Reformas y Adiciones al Código Penal para Prevenir y Sancionar la Violencia Intrafamiliar...............................................................................82 7. Conclusiones................................................................................................................................................ 83

V.

POLÍTICA NACIONAL DE POBLACIÓN......................................................................................................... 84

VI.

POLÍTICAS, ENFOQUES Y ACCIONES SOBRE EDUCACIÓN REPRODUCTIVA Y PATERNIDAD...... 85 1. Gobierno....................................................................................................................................................... 85 2. Organizaciones no gubernamentales....................................................................................................... 91 3. Agencias de Cooperación.......................................................................................................................... 94 4. Universidades.............................................................................................................................................. 95

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

ÍNDICE ANEXO 3

VII. CONCLUSIONES............................................................................................................................................... 96 1. Problemas..................................................................................................................................................... 96 2. Lecciones aprendidas de las acciones realizadas...................................................................................97 3. Oportunidades............................................................................................................................................. 98 4. Obstáculos.................................................................................................................................................... 99 VIII. PROPUESTAS PARA UNA “INICIATIVA DE PATERNIDAD”..................................................................... 100 1. Introducción............................................................................................................................................... 100 2. Objetivos generales................................................................................................................................... 101 3. Ejes temáticos............................................................................................................................................. 101 4. Algunas líneas de acción........................................................................................................................... 101 5. Grupos meta...............................................................................................................................................103 6. Características de la Iniciativa de paternidad...................................................................................... 104 7. Estructura organizativa y actores sociales............................................................................................105 BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................................................... 106

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ANEXOS

I. INTRODUCCIÓN El presente diagnóstico tiene el propósito de reunir y analizar la información relevante sobre el tema de paternidad en Nicaragua, incluyendo el comportamiento sexual y reproductivo de los hombres y la relación que establecen con sus hijos e hijas. Así, se presentan los principales hallazgos de investigaciones sociales sobre el tema, el estado de la legislación nicaragüense en materia de familia y paternidad, y el apoyo institucional con que se cuenta para la promoción de una paternidad responsable. Este trabajo constituye la primera fase del proyecto “Educación Reproductiva y Paternidad Responsable en el Istmo Centroamericano”, que ejecuta la Sede Subregional en México de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El incalculable costo humano, moral y material que arroja el abandono y la irresponsabilidad paterna justifica sobremanera la realización de este proyecto. En Nicaragua, según datos de la Encuesta Nicaragüense de Demografía y Salud (Endesa- INEC, 1998), el 31% de los hogares tiene jefatura femenina y el 35% de los niños y niñas menores de 15 años no viven con sus papás. Muchos de estos hombres se han desentendido por completo de la vida de sus hijos e hijas. En su tesis doctoral sobre embarazo en la adolescencia, el investigador Elmer Zelaya (1996) señala que, además de la pobreza y los bajos niveles educativos, la “búsqueda insatisfecha de amor paterno” y “el haber vivido en una casa con padre ausente” constituían factores asociados al embarazo precoz. Por su parte, los resultados de un estudio sociocultural muestran que la explicación más frecuente que dan las adolescentes del por qué se embarazaban fue “para complacer a mi pareja” (UNFPA, 1999). En palabras de una de la entrevistadas: “salí embarazada porque mi compañero quería que le tuviera un hijo”. El comportamiento y las actitudes machistas de los hombres son un poderoso factor oculto que está impactando negativamente en la altas tasas de fecundidad adolescente, en los abortos, en la mortalidad materna y en el bienestar material y emocional de la niñez y la juventud nicaragüense. Nicaragua tiene una de las tasas más altas de fecundidad adolescente en toda América Latina y el Caribe. El 22% de las mujeres menores de 20 años ya son madres y otro 5% están embarazadas (Endesa-INEC, 1998). Pese a que existe un complejo vínculo entre los procesos reproductivos y la situación de pobreza, numerosas fuentes sugieren que las altas tasas de fecundidad exacerban la pobreza. El Informe Nacional del UNFPA (1999) afirma que las familias más pobres tienden a ser las más numerosas y que “cuando las familias pobres tienen menos hijos, disponen de mayor cantidad de recursos para invertir en sus hijos”. Pero lo más grave del asunto se plantea cuando los padres abandonan a sus hijos, y las madres tienen que enfrentar con un ingreso solo los gastos familiares. Nicaragua es una nación de niños, niñas y jóvenes. El 43% de la población tiene menos de 15 años. El abandono paterno también influye en la inserción de niños y niñas al mercado laboral, ya que se los utiliza como medio para generar ingresos a las familias. Casi uno de cada cinco niños(as) entre 10-14 años son parte de la población económicamente activa; es decir, trabajan o buscan trabajo (Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición del Nivel de Vida – EMNV, INEC, 1998).

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

La sociedad entera, comenzando por la niñez, está pagando un alto precio por la irresponsabilidad de los hombres en cuanto a su comportamiento sexual, reproductivo y paterno. La consecuencia de esta situación tiene ramificaciones en los problemas de salud, educación y de inseguridad ciudadana que vive la población. Detrás de muchos jóvenes pandilleros que cometen actos delictivos hay niños resentidos con la sociedad en general y con sus padres en particular. La sociedad, las instituciones, los hombres y las mujeres adultos tienen una enorme deuda con las generaciones más jóvenes. El Estado y la sociedad civil organizada del país está impulsando acciones y desarrollando políticas para enfrentar estos problemas sociales. Pero las medidas tomadas hasta la fecha son insuficientes y casi no existen programas que hagan de la promoción de la paternidad responsable una prioridad.

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ANEXOS

Este diagnóstico pretende contribuir a la elaboración de propuestas concretas para un programa de promoción de la paternidad responsable. La idea es contar con un documento base para la discusión entre los diferentes actores sociales del país que estén comprometidos con el desarrollo social de Nicaragua, y en particular con el bienestar de su niñez. Para elaborar este diagnóstico se realizaron visitas a instituciones estatales y de la sociedad civil y se revisaron documentos institucionales, reportes de investigaciones, encuestas, censos nacionales, diagnósticos de base, leyes nacionales, ponencias, artículos de profesionales y otras publicaciones relevantes sobre el tema. El período en que se realizó este diagnóstico fue entre junio y septiembre de 2000. Luego de presentar el estado del conocimiento sobre el tema a nivel nacional, desde el punto de vista psicosocial, cultural y normativo-institucional, y luego de describir la principal acción realizada, el presente diagnóstico concluye con una propuesta de acciones titulada “Iniciativa de paternidad”.

II. EL CONTEXTO NACIONAL: POBREZA, INEQUIDAD Y VULNERABILIDAD SOCIAL Con una población estimada en 4.8 millones de habitantes, Nicaragua llega al año 2000 siendo una de las tres primeras naciones más pobres de América Latina y el Caribe. Según el Informe de Desarrollo Humano 2000, de Naciones Unidas, la mitad de la población nicaragüense vive por debajo de la línea de pobreza. El 20% de la población más pobre recibe apenas el 4% de los ingresos, mientras que el 20% de la población más rica recibe el 55%, lo que refleja la tremenda inequidad económica en el contexto de un país pobre.

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La falta de oportunidades de empleo sigue siendo uno de los problemas más sentidos por los y las nicaragüenses (PNUD, 2000). Según la Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición del Nivel de Vida (EMNV-INEC, 1998), existe 12% de desocupación abierta. De acuerdo con datos del Banco Central de Nicaragua (citados por UNICEF-Nicaragua, 1999) para 1998 el 13% de la población económicamente activa estaba en el subempleo y otro 13% en el desempleo abierto. Los indicadores sobre el nivel educativo de la población son igualmente preocupantes. De acuerdo con el último Censo Nacional de Población y Vivienda (INEC, 1995), el 29% de la población mayor de 6 años es analfabeta. En el campo, el analfabetismo a partir de los 6 años llega al 46%. Sólo el 35% de la población rural entre 6 y 29 años asiste a la escuela, mientras que en la ciudad lo hace el 60%. Por su parte, la Encuesta de Medición del Nivel de Vida (EMNV- INEC, 1998) revela que el 21% de la población mayor de 10 años no tienen nivel de instrucción alguno; el 9% tiene aprobado el 4o. y 5to. año de secundaria o técnico medio y el 5% están cursando o se graduaron de una carrera universitaria. Nicaragua es un país multiétnico, con una población indígena que reside mayoritariamente en la región del Atlántico. En cuanto a regiones, la Costa Atlántica del país es la que presenta los indicadores más bajos en alfabetización, asistencia escolar y nivel de instrucción. La inequidad social se manifiesta entonces en términos de etnia y área de residencia. La población campesina también carga con el peso más grande de la pobreza y el retraso social. En el campo hay tres veces más analfabetismo que en la ciudad, situación grave si se toma en cuenta que el 46% de la población vive en zonas rurales (INEC, 1995). Las inequidades sociales también se estructuran desde las diferencias de género. Los ingresos de las mujeres representan sólo el 40% del ingreso de los hombres (PNUD, 2000); su participación en puestos de dirección es minoritaria, al igual que su acceso a la propiedad. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endesa-INEC 1998), una de cada tres mujeres no es propietaria de bienes, una de cada tres ha recibido maltrato del cónyuge y el 50% de las mujeres deben informar a sus parejas sobre su movilidad personal.

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ANEXOS

Prevalece una cultura patriarcal, donde el hombre adulto establece relaciones de dominio sobre las mujeres, jóvenes y niños(as). Los valores adultistas y machistas siguen transmitiéndose de generación a generación. A pesar de los cambios graduales en las relaciones de género, la sociedad continúa asignando al hombre la jefatura familiar y el papel de principal proveedor económico. Del total de las personas con trabajo remunerado en Nicaragua, el 66% son hombres y el 34% mujeres; es decir, los hombres representan dos tercios de los ocupados (EMNV-INEC, 1998). La PEA masculina (o sea, los varones mayores de 10 de años que trabajan remuneradamente o que buscan trabajo) es del 74%; en cambio, la PEA femenina es del 37% (ídem). El carácter patriarcal de la sociedad también se manifiesta en los privilegios que los hombres ejercen en el ámbito familiar. Aun cuando los hombres no tuvieran empleo, son las mujeres quienes llevan la mayor carga del trabajo doméstico, incluyendo el cuidado de los niños(as) pequeños(as). Así, del total de población masculina económicamente inactiva sólo el 2% se dedica a los quehaceres de la casa como actividad principal, mientras que en las mujeres este segmento representa el 48% (EMNV-INEC, 1998). En general, las mujeres son responsables del 85% del tiempo dedicado a las tareas domésticas, mientras que los hombres se encargan apenas del 15% (Renzi y Agurto, 1997). Por último, es importante mencionar algunos de los principales acontecimientos que ha vivido Nicaragua en las décadas recientes. La nación entera ha sido sacudida por desastres naturales en forma repetida. El huracán Mitch, uno de los ejemplos más recientes, dejó pérdidas humanas estimadas en 2 000 muertos y 900 000 damnificados, además de los severos daños materiales ocasionados. La población rural ha estado sufriendo nuevamente las consecuencias de los malos inviernos, caracterizados por sequías. Temblores de alta magnitud en el departamento de Masaya han recordado la vulnerabilidad de toda la región del Pacífico de Nicaragua ante las fallas sísmicas. A la par de los desastres naturales, el país ha atravesado por drásticos eventos sociopolíticos y económicos desde los años setenta hasta la actualidad. Los casi 15 años de continuado conflicto armado dejaron fuertes secuelas en la cultura de los y las nicaragüenses. En los años noventa, los programas de ajuste estructural y estabilización económica han impactado negativamente en la calidad de vida de la población, profundizando en muchos casos las desigualdades sociales. Una de las consecuencias de todas estas situaciones que ha vivido el país es el movimiento migratorio de grandes sectores de la población, tanto del campo a la ciudad, como hacia el exterior, principalmente a Costa Rica y los Estados Unidos. La inestabilidad y la vulnerabilidad creada en las familias nicaragüenses a raíz de esta cadena de fenómenos naturales, políticos y socioeconómicos, no pueden subestimarse.

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En este contexto adverso es que se sitúa el comportamiento reproductivo y sexual de los hombres y la manera como éstos se relacionan con sus hijos e hijas. La siguiente sección aborda precisamente el estado del conocimiento actual sobre el comportamiento masculino en los temas específicos de este diagnóstico.

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ANEXOS

III. SEXUALIDAD MASCULINA, REPRODUCCIÓN Y PATERNIDAD En esta sección se analizan los hallazgos de las investigaciones llevadas a cabo en Nicaragua sobre sexualidad masculina, reproducción y paternidad, enfatizando la relación entre el comportamiento sexual y reproductivo de los hombres con el ejercicio de su paternidad. En total, se presentan y comentan datos provenientes de 14 investigaciones primarias, más dos documentos diagnósticos con información secundaria. Cinco de estas investigaciones fueron realizadas exclusivamente con participantes varones y nueve con participantes de ambos géneros.

1. Los hombres y la sexualidad a) Prácticas Los estudios revisados reflejan que los varones tienden a establecer relaciones sexuales a edades más tempranas que las mujeres. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud- Endesa 98 (INEC, 1998),6 la edad mediana de la primera relación sexual para los hombres es de 15.6 años, mientras que para las mujeres es de 18.2. A los 18 años el 85% de los hombres han tenido relaciones sexuales, en contraste con sólo 48% de las mujeres.

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Pero el hecho de que los hombres inicien tempranamente su vida sexual no significa que establezcan uniones de pareja. Los varones comienzan su vida conyugal más tardíamente que las mujeres. La edad mediana de la primera unión en el caso de los hombres es de 22 años; en las mujeres es de 18. Por lo tanto, hay una tendencia a mayor cantidad de relaciones sexuales premaritales o preunión en los varones. Los mismos datos de Endesa 98 (INEC, 1998) muestran que en las mujeres no hay diferencias respecto de la edad mediana de inicio sexual con la edad de su primera unión; en cambio en los hombres hay una diferencia de 7 años, siendo mucho más temprano el inicio sexual que el establecimiento de uniones de pareja. Asimismo, los hombres tienen mayor número de parejas sexuales que las mujeres. Los resultados de Zelaya (1999), 7a partir de una submuestra representativa de hombres de la ciudad de León, reflejan que el 44% de los hombres entre 15 y 24 años han tenido dos parejas sexuales o más en su vida, comparado con el 10% de las mujeres. De los hombres entre 25 y 44 años, el 79% ha tenido dos parejas sexuales o más, comparado con el 25% de las mujeres. Ni el nivel de ingresos, ni la situación laboral, ni el nivel educativo de los hombres resultaron ser variables que correlacionaran con el número de parejas sexuales. El único factor asociado con tener menos parejas sexuales fue el involucramiento de los hombres en actividades religiosas. La multiplicidad de parejas sexuales de los hombres ocurre a menudo en forma de sexo casual y de relaciones extramaritales. Según la investigación de Montenegro (2000),8 realizada en Managua, el 85% de los hombres han tenido relaciones ocasionales o fuera de su relación de pareja estable, en contraste con el 19% de las mujeres. Lo que se conoce como infidelidad sexual masculina comienza incluso desde el noviazgo. El estudio de Kalk (1999) 9con varones de Managua entre 15 y 19 años arroja que el 52% de los que dijeron tener novia admitieron estar teniendo relaciones sexuales con otras muchachas.

6 Para Endesa 98 se utilizaron 3 cuestionarios: encuesta a hogares (n=11 528); entrevistas a mujeres 15-49 años (n=13 634); y las entrevistas a hombres de 15-59 años (n=2 912). Ésta es la encuesta nacional con la muestra más grande y representativa de hombres encuestados en temas de sexualidad y reproducción. La mitad de estos 2 912 hombres son menores de 30 años. El 17% carecen de educación formal, el 43% tienen algún nivel de educación primaria, 32% secundaria y 8% universitaria. 7 Utilizó una submuestra de 331 hombres y 409 mujeres de León, a quienes se les aplicó un cuestionario anónimo y autoadministrado 8 Estudio realizado en el casco urbano de Managua con una muestra total de 1 200 personas, 49% hombres. Aplicaron un cuestionario (datos cuantitativo) y grupos focales (cualitativo). 9 Estudio cuanti-cualitativo, encuestando a 482 jóvenes varones de 6 barrios de Managua (85% solteros, 10% ya eran padres) y entrevistando a 10 participantes.

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ANEXOS

Montenegro (2000), al mostrar datos comparativos entre hombres y mujeres respecto de sus iniciaciones sexuales, también señala el menor involucramiento afectivo de los hombres en muchas de sus relaciones sexuales. Mientras que el 93% de las mujeres tuvo su iniciación sexual ya sea con su novio o pareja estable, sólo el 44% de los hombres lo hizo así. La mayoría de los hombres tuvo su primera relación sexual con amigas, trabajadoras sexuales, etc. Aun más, “el 30.4 % de las mujeres mantuvieron una relación estable con el partner con el que se iniciaron, en contraste con el 3.9% de los hombres” (pág. 81). Estos datos coinciden con los encontrados por Kalk (1999): una minoría de los jóvenes varones (39%) tiene relaciones sexuales con sus novias y un porcentaje considerable (31%) dijo haber tenido contactos sexuales con “mujeres desconocidas” y otro 24% con trabajadoras sexuales. Esta práctica masculina de establecer relaciones sexuales sin fuertes vínculos emocionales puede constituir en muchos casos un factor de riesgo para el posterior abandono paterno, cuando ocurren embarazos no deseados. Como se verá más adelante, estudios de otros países señalan que el tipo de relación que los hombres desarrollan con sus parejas sexuales influye en gran medida en su disposición para asumir la paternidad. Finalmente, el sexo forzado es otra práctica masculina documentada en algunos estudios. El Anuario Estadístico de la Policía Nacional (1999) registró 3 905 delitos sexuales; el 54% de éstos eran denuncias de violación (incluyendo tentativas de violación y violaciones frustradas). El 98% de las personas detenidas por los delitos de violación son hombres y el 95% de las víctimas de estas violaciones son mujeres. De estas violaciones también surgen embarazos no deseados que a su vez terminan en abortos o en hijos(as) sin padres. Los estudios realizados sobre abuso sexual infantil evidencian una de las prácticas paternas más dañinas, el incesto. Estos trabajos reportan que los principales victimarios son hombres adultos de la familia: padrastros, padres, tíos, hermanos y abuelos (UNICEF, 1999). Endesa (INEC, 1998) revela que el 9% de las mujeres han sido víctima de abuso sexual y que en el 53% de los casos de abuso infantil el ofensor había sido un miembro de la familia. Los niños varones también son víctimas frecuentes de abuso sexual. Un estudio representativo para la ciudad de León encontró una prevalencia del 20% de abuso sexual en varones y 26% en mujeres (Olsson, Ellsberg, Berglund, Herrera, Zelaya y Persson, en imprenta).

b) Actitudes y creencias sobre sexualidad Las prácticas sexuales descritas en la sección anterior difícilmente tendrían lugar sin un sistema de creencias y actitudes masculinas que las sostenga. Existe bastante coincidencia en los estudios sobre las representaciones subjetivas de los hombres nicaragüenses en torno a la sexualidad. Una de las representaciones más sobresalientes es la creencia subjetiva en la naturaleza instintiva y casi “indomable” de los deseos sexuales masculinos, vivida en forma de urgencia por tener relaciones coitales con mujeres (Sternberg, 2000; PROSIM,10 1999). El sentido de urgencia sexual es tal que la masturbación se valora como una legítima válvula de escape para evitar otras formas de satisfacción sexual socialmente condenables, como la violación o el abuso sexual. Montenegro (2000) reporta que las razones principales que los hombres dicen haber tenido para su primera relación sexual es “curiosidad” (43%) y “necesidad/ impulso” (26%); en contraste, la razón principal de las mujeres es “amor” (76%). G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Estrechamente ligado a lo anterior, los estudios reportan una actitud de los hombres no sólo tolerante hacia la poligamia masculina (UNFPA, 1999) sino también jactanciosa cuando pueden demostrar numerosas conquistas sexuales. En el estudio de Sternberg (2000), 11 por ejemplo, el refrán masculino nicaragüense “todo lo que entra al asador es carne” fue utilizado por algunos entrevistados para explicar que los hombres

10 Estudio cualitativo que contó con una muestra de 81 hombres, quienes participaron en grupos focales (12 en total, tanto en zonas urbanas como rurales), y con edades entre 20 y 50 años; la mayoría, casados y con hijos. 11 Estudio cualitativo con entrevistas individuales y grupos focales a 90 hombres entre 15 y 70 años, provenientes de 8 comunidades (70% de los hombres casados/unidos y 30% solteros).

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siempre están dispuestos y deseosos de tener relaciones sexuales. Desde esta perspectiva, toda mujer significa una potencial conquista sexual y si ella lo facilita “no se puede dejar pasar la oportunidad” (PROSIM, 1999). Por otro lado, los estudios que aportan información sobre creencias masculinas en torno a la sexualidad (Sternberg, 2000; PROSIM, 1999; UNFPA, 1999; 12 Montenegro, 2000) describen un discurso moral “correcto” de los hombres, en el que se valora como “buen padre” al hombre proveedor que apoya a su familia, no tiene vicios, ni es mujeriego. Contradictoriamente, este discurso coexiste con aquel que es complaciente con la poligamia y la promiscuidad. Resumiendo los principales hallazgos respecto de la sexualidad masculina, se encuentran datos que indican mayor precocidad y promiscuidad sexual en los hombres, en comparación con el comportamiento sexual de las mujeres. Además, los hombres parecen involucrarse más a menudo en relaciones sexuales carentes de afecto y compromiso. En algunos casos, esta tendencia se manifiesta en prácticas de coerción sexual. Como contraparte subjetiva de estas prácticas sexuales, los estudios revisados indican que los hombres representan su sexualidad como instintiva y difícil de controlar, vivida en forma de urgencia natural. Idealizan la sexualidad femenina como más mesurada y desempeñando roles pasivos. Muchos hombres se ven a sí mismos como los sujetos sexuales con necesidad de objetos para vaciar su deseo, función que asignan en la mayoría de los casos a las mujeres.

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Todas estas conductas sexuales masculinas podrían estar influyendo negativamente en las posibilidades de ejercer una paternidad responsable. La precocidad y promiscuidad sexual, las relaciones sexuales sin compromiso afectivo y la coerción sexual traen como una de sus consecuencias embarazos no deseados y hombres renuentes a reconocer su paternidad, sobre todo cuando ellos no asumen su responsabilidad en la anticoncepción.

2. Los hombres y la reproducción Antes de analizar los hallazgos sobre comportamientos y actitudes masculinas hacia la reproducción, se presentan algunos datos sobre los niveles de fecundidad en el país, basándose en la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endesa-INEC, 1998). Quizás debido a los mayores niveles de escolaridad, urbanización y acceso a métodos anticonceptivos, en los últimos años la tasa global de fecundidad ha decrecido en el país, pasando de un promedio de 4.6 hijos por mujer a 3.9. El 60% de las mujeres que tienen relaciones de pareja dicen usar algún método anticonceptivo, pero quienes más los usan son las mujeres con mayores niveles de escolaridad que viven en zonas urbanas. En consecuencia, las tasas más altas de fecundidad se encuentran en el ámbito rural y en las mujeres con bajos niveles de escolaridad. Las mujeres rurales tienen un promedio de 5.4 hijos, mientras que las urbanas 3.1. Existe una clara asociación entre el nivel de instrucción formal de las mujeres y sus niveles de fecundidad, de modo que a menor escolaridad corresponden mayores tasas de fecundidad. Las mujeres sin instrucción tienen más de 6 hijos en promedio; un poco más de 5 las que tienen de 1 a 3 años de educación formal; y este promedio llega a reducirse a 1.5 en mujeres con educación universitaria. Entre las mujeres menores de 20 años, el 27% ha iniciado la procreación. El 22% ya es madre y otro 5% están embarazadas. Esta situación se agudiza al desagregarlo por área de residencia y educación. En el caso de las adolescentes rurales, el 34% ya son madres o están embarazadas, a diferencia del 23% de

12 Estudio sobre mujeres adolescentes, pero con submuestra no probabilística de 360 varones entre 10 y 19 años. Realizaron encuestas en Managua, León, Masaya y Estelí.

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las adolescentes urbanas. El 54% de las adolescentes sin educación formal ya iniciaron la procreación en contraste con 9% entre las de nivel universitario. De los hombres jóvenes entre 15 y 19 años que están unidos, el 40% ya es padre. En las mujeres unidas de esas mismas edades, el 61% ya es madre. Sólo un 4% de todos los hombres entre 15 y 19 años de edad admiten ser padres.

a) Prácticas anticonceptivas Los hombres nicaragüenses tienen una participación muy limitada en la anticoncepción, lo que resulta inconsecuente con sus opiniones favorables a la planificación familiar (véanse datos en la siguiente sección). Según Endesa (INEC 1998), de los hombres que están en relaciones de pareja donde usan la anticoncepción, menos del 10% asumen directamente esa responsabilidad: sólo el 6% utiliza el condón, el 2% la abstinencia periódica, el 1% el método del retiro y un 0.4% se ha practicado la vasectomía. Los hombres de zonas rurales tienen un uso menor de métodos anticonceptivos que los de zonas urbanas. Asimismo, el uso de algún método anticonceptivo se eleva a medida que los hombres tienen mayor nivel de educación. Algunos estudios confirman un uso inconsistente del condón, pese a que los hombres conocen su función preventiva en embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Los datos de Kalk (1999) con varones de entre 15 y 19 años muestran que el 67% de los que ya son sexualmente activos han usado el condón alguna vez, pero lo han utilizado preferentemente cuando perciben como riesgosa una relación sexual. El 40% de ellos lo ha usado en relaciones con “muchachas desconocidas” y el 47% con trabajadoras sexuales. En sus relaciones sexuales con novias, en la mitad de los casos nunca han usado el condón. El criterio de uso del condón sólo con mujeres “sospechosas” y en relaciones extramaritales también se constata en estudios con hombres adultos (Grupo Hombres Contra la Violencia, 1997; 13 Sternberg, 2000; Zelaya, 1999). Zelaya (1999) descubrió inconsistencia en el uso del condón incluso en las relaciones sexuales casuales o furtivas. Prevalece una opinión negativa de los hombres hacia el condón, que se centra en tres argumentos: i) “no se siente igual”, es decir, el condón disminuye el placer sexual; ii) no es necesario si se hace con una mujer “honesta”; y iii) se rompen, algunos son de mala calidad (Kalk, 1999; Sternberg, 2000; PROSIM, 1999). Y si el condón es rechazado por la mayoría de los hombres, con mucho mayor razón la vasectomía, método rodeado de muchos mitos y temores infundados. Muchos hombres piensan que la vasectomía disminuye sus energías sexuales y hasta para trabajar (Grupo Hombres contra la Violencia, 1997), y que el hombre puede volverse afeminado, perder su virilidad y sufrir de impotencia sexual (Sternberg, 2000; PROSIM, 1999).

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¿Qué relación existe entre esta limitada participación masculina en la anticoncepción y las posibilidades de ejercer la procreación y la paternidad de manera responsable? Desde que existen más métodos anticonceptivos femeninos que masculinos, los hombres participan menos en la planificación familiar. Como se expone más adelante, el sistema de salud ha fomentado que las mujeres se encarguen de los aspectos reproductivos, incluyendo la anticoncepción. Una consecuencia negativa de esto es que cuando ocurren embarazos no planeados muchos hombres no se sienten responsables y culpabilizan a las mujeres (“ella se lo buscó”) o evaden (“ese embarazo lo hizo con otro”). Algunos estudios presentados en la siguiente sección respaldan estos comentarios.

b) Actitudes hacia la reproducción Los estudios revisados documentan una opinión favorable en la mayoría de los hombres hacia la planificación familiar, y consideran que se debe concebir solamente los hijos(as) que se pueda mantener (Endesa-INEC, 1998; Sternberg, 2000; PROSIM, 1999; Grupo Hombres contra la Violencia, 1997). Según Endesa

13 Realizaron encuestas a 300 hombres (muestra no probabilística) y 10 grupos focales con 108 hombres, en 5 departamentos de Nicaragua.

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(INEC, 1998) “sólo en un 4% de las parejas el esposo o compañero está en desacuerdo con su esposa acerca de la planificación familiar” (pág. 73). Algunos de los hombres que se oponen a la planificación familiar dicen que es pecado intervenir en la voluntad de Dios respecto de los hijos que deben nacer (Sternberg, 2000). Otros argumentan que los métodos anticonceptivos son dañinos a la salud (PROSIM, 1999; Grupo Hombres contra la Violencia, 1997) y otros abiertamente manifiestan su miedo a que la mujer, confiada en que no saldrá embarazada, le sea infiel con otro hombre (Sternberg, 2000). El hecho de que la mayoría de los hombres estén a favor de familias pequeñas no significa que se vean a sí mismos como corresponsables de la anticoncepción. La prevención de embarazos sigue asignándosele a la mujer (Sternberg, 2000; PROSIM, 1999; Abaunza, Solórzano y Fernández, 1995).14 Una excepción a esta tendencia la presenta el estudio de Fundemuni (1997), 15 en el que el 50% de los hombres opinaron que cualquiera de los dos miembros de la pareja debe usar un método anticonceptivo y otro 25% expresó que es el hombre quien debe asumir esa responsabilidad. No obstante, el estudio muestra una contradicción entre discurso y práctica, ya que sólo 3% de los hombres dicen usar el condón y 2% métodos anticonceptivos naturales. Con respecto a la actitud de los hombres ante embarazos no deseados, los trabajos ofrecen resultados diversos. Por una parte, el estudio de Sternberg (2000) reporta la disposición de los hombres a asumir su responsabilidad ante un embarazo no deseado, pues lo contrario se considera una cobardía, impropia de un “verdadero hombre”. Por otra, en el estudio de Abaunza y otros (1995), algunos jóvenes varones manifiestamente una actitud irresponsable: “Si ahorita dejo embarazada a la mujer, no podría hacerme cargo, me correría, diría que es de otro...” (joven de 17 años) (pág. 125). Otros jóvenes argumentan estar exentos de responsabilidad cuando se tiene relaciones con mujeres desconocidas o con experiencia sexual previa: TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Si ella va ha hacer el amor conmigo sin conocernos, ella se tiene que cuidar. Si hago el amor con ella y después me va a decir que está preñada [embarazada], no tengo por qué asumirlo. El otro caso es que si tengo mi novia y es virgen, soy su primer hombre, la responsabilidad es mía, porque ella no conoce nada de eso y yo le ayudo diciéndole cómo hacer para que no haya embarazo. (Universitario de 20 años) (Abaunza y otros, pág. 125). También existen opiniones diversas entre los hombres sobre quién de la pareja debe decidir cuándo y cuántos hijos procrear en un matrimonio. Unos dicen que son ellos, los hombres, los que tienen el derecho de decidir, apelando a su rol de proveedores económicos (Sternberg, 2000). Otros opinan que ambos deben decidir (PROSIM, 1999). El estudio de Fundemuni (1997) reporta que la opinión prevaleciente entre los hombres es la que considera a la mujer como la que debe decidir el número de hijos. El estudio auspiciado por el UNFPA (1999), realizado con mujeres adolescentes embarazadas, presenta un dato poco divulgado con relación a la presión que ejercen los hombres en las decisiones reproductivas de las mujeres. De las entrevistas con 80 de estas adolescentes, la explicación más frecuente que daban del por qué querían embarazarse fue “por complacer a mi pareja”. En palabras de una de la entrevistadas: “salí embarazada porque mi compañero quería que le tuviera un hijo”. Los autores del estudio llaman a esta fuerte influencia masculina como el factor cultural de la “sumisión y dependencia de la mujer frente a la pareja”. En resumen, los estudios revisados sobre hombres y reproducción informan de una actitud masculina favorable hacia la planificación familiar, pero que no corresponde con su participación en ésta. Son pocos los hombres que asumen la responsabilidad de la anticoncepción usando métodos masculinos. El condón es rechazado y utilizado de manera inconsistente, y la vasectomía es temida casi como extirpadora

14 Este estudio se realizó con una muestra no probabilística de 295 jóvenes de ambos sexos y procedentes de diferentes regiones del país, quienes participaron en entrevistas y grupos focales. 15 Estudio-diagnóstico realizado en 8 municipios semirrurales de Nueva Segovia. Contó con una submuestra de 300 hombres encuestados.

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de su masculinidad. Algunas interpretaciones religiosas, la creencia sobre daños de los anticonceptivos y los celos masculinos parecen obstaculizar la planificación familiar. Por último, existe una diversidad de respuestas y actitudes de los hombres ante el embarazo no deseado y ante el grado de influencia en las decisiones reproductivas. En apariencia, habría una relación entre la poca participación de los hombres en la anticoncepción, los embarazos no deseados y el rechazo a asumir la paternidad.

3. Relación de los hombres con sus hijos e hijas a) Presencia paterna Endesa (INEC, 1998) revela que en Nicaragua un porcentaje considerable de hombres no conviven con sus hijos e hijas. El 25% de niños(as) sólo vive con su mamá; el 3% sólo con su papá; y el 10% con ninguno de los dos progenitores. En total, esto suma al 35% de los niños y niñas menores de 15 años que no viven con sus papás (sólo un 3% de casos se debe a que éstos ya fallecieron). En las zonas urbanas estas cifras se elevan al 41%. En otras palabras, en las ciudades de Nicaragua 2 de cada 5 niños no viven con sus padres. Otro posible indicador de la limitada presencia de los hombres en la vida de sus hijos e hijas podría ser el acelerado incremento de los centros de protección o internamiento, patrocinados por el FONIF-Ministerio de la Familia. De acuerdo con el “Análisis de situación de la niñez nicaragüense” (UNICEF, 1999) en 1992 había 24 centros, cuyo número se había duplicado en 1997, hasta llegar a 50 centros, en los que viven 2 339 niños, niñas y adolescentes. Entre las causas por las que estos niños son llevados a los centros de internamiento, se mencionan pobreza extrema de madres solteras, maltrato a niños(as) por parte de padrastro o madrastra, alcoholismo de padres y abandono de hijos(as) no deseados. Pero la mayoría de los niños y niñas que son separados de sus padres no van a parar a un centro de internamiento, sino que son “regalados” o encargados a parientes, vecinos, comadres o personas con mayores recursos. El FONIF-Mifamilia también ofrece como alternativa transitoria para proteger a los niños y niñas el Programa de “Hogares sustitutos”, que a comienzos de 1997 atendía a más de 2 000 niños(as). Se estima que por lo menos la mitad de estos niños(as) ingresaron a este programa por abandono de los padres (UNICEF, 1999). El estudio del Grupo de Hombres contra la Violencia (1997) reporta que muchos de los hombres separados de sus esposas argumentan desconocer las leyes que los obliga a dar pensión alimentaria a sus hijos(as). La situación de irresponsabilidad paterna es preocupante. En Nicaragua muchos niños y niñas no sólo carecen de la presencia cercana de sus padres, sino también de su apoyo material para enfrentar la dura realidad económica que atraviesan la mayoría de los hogares nicaragüenses.

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¿Qué tipo de situaciones sociales y qué consideraciones subjetivas facilitan que tantos hombres abandonen a sus hijos e hijas? Considerando los hallazgos de las investigaciones revisadas, podría formularse la hipótesis de una cadena causal de eventos que finalmente conduce al abandono paterno. Esta cadena comienza con la falta de compromiso de muchos hombres en sus relaciones sexuales (manifestada en promiscuidad, sexo casual, poligamia), sigue con la poca participación masculina en la anticoncepción, luego los embarazos no deseados y finalmente el rechazo a asumir la paternidad. La pobreza y falta de solvencia económica de los hombres también ejerce un efecto negativo en el reconocimiento paterno (no obstante, existen padres responsables con sus hijos a pesar de sus bajos ingresos). Estudios realizados en otros países sugieren que el tipo de relación que los hombres tienen con la madre de sus hijos es otro factor determinante (Alatorre, 2000; Barker, 1997). Si los hombres están separados de la madre de sus hijos, si entre los padres separados o divorciados prevalecen relaciones conflictivas, lo más probable es que el vínculo padre-hijo(a) sea muy débil.

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Al respecto, en el nivel nacional se carece de datos sobre el índice de separaciones, divorcios y nuevas uniones de pareja. Las encuestas nacionales (Endesa 98; EMNV’98) sólo ofrecen información del estado civil actual de la población. Se sabe así que el 16% de las mujeres y el 7% de los hombres entre 15 y 49 años están separadas(os) o divorciadas(os), y que el 59% de mujeres y de hombres están casados o unidos (Endesa’ 98). Pero no se puede determinar qué porcentaje de los actualmente casados o en unión se habían divorciado o separado en el pasado. Lo que sí se deduce es que los hombres se vuelven a unir o a casar con más frecuencia que las mujeres, y abandonan a los hijos de su primera relación de pareja. 16

b) Significado de los hijos e hijas para los padres En franco contraste con la realidad de los padres irresponsables, algunos estudios han documentado la alta valoración que muchos padres varones manifiestan hacia sus hijos e hijas. En el estudio de PROSIM (1999), los entrevistados expresan que sus hijos(as) son una fuente de amor y compromiso (“es bonito ser padre y uno quiere darles amor, estudios, salud y todo eso”). Decían estos hombres que sus hijos(as) les permiten “proyectarse hacia el futuro”, continuando así con “la cadena de la vida”. Muchos hombres consideran que sus hijos e hijas son una prioridad en sus vidas y la motivación principal de un buen comportamiento, que beneficie a los hijos(as) y les sirva de ejemplo (Montoya, 1998). 17 Algunos manifiestan que los hijos(as) son “el propósito de un matrimonio y de la familia” y que la imposibilidad de tenerlos significa “un fracaso” (PROSIM, 1999).

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Unido al sentido de responsabilidad y obligación que traen los hijos e hijas, los hombres también sienten que la nueva identidad como padres consolida su madurez y reafirma su masculinidad (Sternberg, 2000). Algunos entrevistados también compartieron que con el nacimiento de sus hijos(as) habían experimentado sentimientos mixtos de alegría y a la vez preocupación por las limitaciones económicas con que tendrían que hacer frente a su responsabilidad como padres. Otros, en cambio, manteniendo una perspectiva más a largo plazo, perciben a sus hijos e hijas como “una ayuda cuando lleguemos a viejos” (PROSIM, 1999). En este sentido, los hijos(as) significan una especie de “seguridad social” para el futuro.

c) Percepción del rol como padres Los estudios sugieren que los hombres siguen definiendo sus roles como padres dentro de parámetros muy restringidos, en particular, proveer económicamente y educar o disciplinar. En las entrevistas efectuadas por Sternberg (2000) sólo un hombre dijo que “dar amor” era una función de los padres varones. El cuidado cotidiano de los hijos(as) —alimentarlos, bañarlos, lavarles su ropa, etc.— no es visto por los hombres como parte de sus funciones, aunque manifiestan disposición de hacerlo en situaciones excepcionales (por ejemplo, cuando la mamá está enferma) o en términos de “ayuda ocasional”. Las respuestas que dieron las mujeres en la encuesta de Endesa (INEC, 1998) con respecto a quién decide en diferentes asuntos familiares corresponde con esta percepción de los hombres en su rol paterno. Las mujeres dicen tener mayor control en los siguientes tipos de decisiones: selección de alimentos a cocinar, cuidado de la salud y educación de los niños(as) y uso de anticonceptivos. Y reconocen tener menos control sobre las visitas sociales, la disciplina de los hijos(as) y comprar algo costoso. En otras palabras, sugiere que los hombres tienen poca responsabilidad en el cuidado de sus hijos pero mucho poder sobre éstos en aspectos de disciplina. Esto no significa que entre padres e hijos(as) no existan vínculos afectivos positivos o que esta limitada percepción de sus roles como padres los inhabilite para otro tipo de interacciones con sus hijos(as). Sternberg (2000) informa que la mayoría de los hombres hablan con orgullo sobre el amor que reciben de sus

16 Según Montenegro (2000) el 49% de los hombres de Managua (edades entre 15 y 40 años) se separa /divorcia y contrae nuevas uniones de pareja. El 32% de las mujeres hace lo mismo. 17 Estudio cualitativo de casos con una muestra de 16 hombres en unión conyugal o de pareja y de diferentes edades, escolaridades y regiones del país.

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ANEXOS

hijos(as) y también están de acuerdo con la idea de que “jugar con sus hijos(as) es algo importante”. No obstante, en la práctica los hombres parecen tener dificultades para comunicarse con sus hijos en torno a otros temas que no sea disciplina o “dar consejos” (Sternberg, 2000).

d) El trato hacia los hijos e hijas El estudio “Perfil de desarrollo del niño y la niña nicaragüense” (1999), elaborado por el PAININ, 18 presenta los siguientes comentarios sobre el comportamiento de los padres varones con sus hijos(as) menores de 6 años: “A algunos padres les ofende que el niño se les acerque”. “Los hombres son menos hogareños, no tienen el mismo genio que la mamá”. “Los padres malcrían a las niñas, son más consentidores”. “El padre lleva el dinero y mamá los cuida”. “Los hombres no son muy niñeros, son simples”. (pág. 25). Estas observaciones corresponden con la percepción del rol paterno limitado a proveer y disciplinar, y sugieren un tipo de trato distante entre los padres varones y sus hijos(as). Existen también indicios de un trato diferenciado que los hombres (y las mujeres) brindan a sus hijos e hijas (PROSIM, 1999; Abaunza y otros, 1995). Como tendencia general, este trato diferenciado es sexista y reproduce los roles tradicionales de género. Por ejemplo, los hombres esperan que sean sus hijas las que ayuden a la madre en el trabajo doméstico (PROSIM, 1999). Abaunza y otros (1995) observa que los hombres establecen relaciones de complicidad masculina con sus hijos, tal como sugiere un joven entrevistado: “mi padre me comprende como hombres que somos”. Los hombres tienden a ser más permisivos con sus hijos varones y en muchos casos promueven la iniciación de éstos en los rituales masculinos machistas (como tener múltiples relaciones sexuales con mujeres o retarse a golpes con otros muchachos). Con las hijas mujeres, en algunos casos pueden ser más “consentidores”—como menciona el estudio del PAININ (1999)—, pero esto se acompaña de mayor control sobre sus vidas, y en otros casos pareciera haber relaciones más distantes e incluso desconfianza mutua (Abaunza y otros, 1995). Varios estudios revisados documentan situaciones muy negativas con respecto al trato que reciben muchos hijos e hijas de parte de sus padres y madres. Según el “Análisis de situación de la niñez nicaragüense” de UNICEF (1999), la cantidad de casos de maltrato y abandono atendidos por el FONIF/Mifamilia en 1997 llegó casi a 6 000 niños y niñas. Asimismo, en 1997 más de 3 000 delitos contra niños, niñas y adolescentes fueron reportados por las Comisarías de la Mujer y la Niñez de la Policía Nacional, en su mayoría cometidos por varones (UNICEF, 1999). Al no contar con datos representativos de todo el país sobre maltrato infantil, estas cifras podrían representar sólo la punta del “iceberg” de un problema con magnitudes mucho más grandes. De lo que sí hay datos oficiales es sobre la prevalencia de maltrato contra las mujeres alguna vez en unión, que probablemente repercute en el maltrato que éstas luego ejercen contra sus hijos e hijas. Endesa (INEC, 1998) revela que el 29% de mujeres alguna vez en unión han sido maltratadas física o sexualmente por sus compañeros. Esta prevalencia aumenta en las mujeres con mayor número de hijos(as). Así, de las mujeres alguna vez en unión, pero sin hijos, el 18% ha sido maltratada en alguna ocasión por su esposo o compañero, mientras que en las mujeres con 4 hijos(as) o más la prevalencia sube al 35%. G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

En el 57% de los casos de violencia, sus hijos(as) estaban presentes al momento del abuso y en otro 36% de estos casos sucedió cuando la mujer estaba embarazada, lo que representa un maltrato directo no sólo contra la madre sino también contra los hijos(as). No son pocas las anécdotas de hijos e hijas que admiten haber intervenido cuando su padre o padrastro estaba maltratando a su madre. Además de aumentar la prevalencia de violencia en mujeres con mayor número de hijos, Endesa (INEC, 1998), también identifica mayor violencia en mujeres urbanas y en mujeres de menor nivel educativo.

18 PAININ: Programa de Atención Integral a la Niñez Nicaragüense, del Ministerio de la Familia.

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ANEXOS

En la sección de sexualidad ya se mencionaban algunos indicadores de abuso sexual contra niños y niñas. Los estudios coinciden en señalar que la mayoría de los ofensores son hombres en relaciones de parentesco con las víctimas: padrastros, tíos, padres, abuelos y hermanos (Endesa-INEC, 1998; Olsson y otros, en imprenta; UNICEF, 1999). La violencia contra los hijos e hijas, ya sea en forma de castigos corporales o abuso sexual, se basa en la visión adultista hacia éstos, quienes son considerados propiedad de los padres y madres. Otra de sus consecuencias es el uso de los hijos e hijas como mano de obra o fuente de ingresos, incluso desde edades muy tempranas. Con respecto a las causas del trabajo infantil, el “Análisis de situación de la niñez nicaragüense” (UNICEF, 1999) reconoce la interacción de factores económicos (pobreza) y culturales, entre estos últimos, la práctica autoritaria de padres y madres de obligar a los hijos(as) a trabajar desde una edad temprana bajo la justificación de que es una experiencia formadora- educativa, en detrimento de la importancia de la educación formal. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición del Nivel de Vida (INEC, 1998), casi uno de cada cinco niños(as) entre 10 y 14 años son considerados población económicamente activa. El estudio “Cómo los niños y niñas ven su mundo” (Pineda G. y Guerra B.R., 1997) muestra que el 21% de los niños y niñas que trabajan dijeron hacerlo porque sus padres y madres consideraban que “era parte de su educación” y otro 15% porque era “un deber familiar”. Los niños(as) confesaron que son maltratados si no llevaban dinero o no vendían.

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En la peor forma de trabajo infantil —la explotación sexual— a menudo los padres y madres son cómplices al recibir dinero de los que abusan de sus hijas/os (UNICEF, 1999). Los estudios realizados por la organización no gubernamental (ONG) TESIS revela que muchas niñas son obligadas a prostituirse por la propia familia, para aportar económicamente a la casa (Medrano, 1999). “Ocurren transacciones de favores sexuales de los menores a cambio de pago por servicios básicos o créditos en las pulperías. Muchas veces las menores son forzadas a esto por padres y padrastros”, denunció Medrano (1999) en un foro nacional sobre abuso sexual.

e) Cómo los hijos e hijas perciben a sus padres La perspectiva que tienen los propios hijos e hijas de sus padres varones varía notablemente. Abaunza y otros (1995), por ejemplo, señala que para algunos jóvenes sus papás son fuente de admiración como un modelo a seguir, o un guía y consejero; en cambio, para otros sus papás son muy “regañones”, “impacientes” y “enojados”, y tienen una actitud demasiado controladora. Con todo, los estudios parecen encontrar más percepciones negativas que positivas, de parte de los hijos(as) hacia sus papás. Una evidencia de esto son los comentarios de muchos hijos varones, al prometer que “cuando sean padres van a ser diferentes con sus hijos”; es decir, más cercanos y con más comunicación, reflejando así las carencias en su relación con sus propios padres (Abaunza y otros, 1995). Algunos hombres dicen “que no van a copiar el mal ejemplo que vivieron de sus padres” (Montoya, 1998). Las bajas expectativas que parecen tener muchos hijos hacia sus papás sugieren también una percepción negativa. Al respecto, comenta Abaunza y otros (1995): “Cuando el padre existe, por el simple hecho de existir y aportar económicamente al mantenimiento del hogar, ya se le considera un elemento muy positivo. Al padre le basta con no hacerlo del todo mal para que se interprete que lo está haciendo muy bien” (pág. 93). La percepción que tienen de los padrastros podría ser peor. No hay estudios que profundicen en la relación entre padrastros e hijastros(as), pero, según Abaunza y otros (1995), los padrastros raramente logran ganarse el respeto y la autoridad sobre los hijastros, y estos últimos manifiestan muchas quejas por el maltrato que sufre su madre en manos de quien consideran un “extraño”.

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ANEXOS

Finalmente, Pineda G. y Guerra B.R. (1997) subrayan que el 48% de los niños(as) entrevistados no tenían una figura paterna en su familia y el 73% dijo tener mejores relaciones con sus madres que con sus padres. Los niños y niñas, además, veían a sus padres como los encargados de aplicar castigos, y a sus madres como las encargadas de dar cariño. En las entrevistas con los niños y niñas trabajadores, señalaron que era con los tíos, hermanos mayores, padres y padrastros con quienes tenían las relaciones más difíciles. De acuerdo con los estudios sobre paternidad revisados en esta sección, el panorama no parece muy alentador, ya que predominan datos e indicadores de irresponsabilidad de los hombres con sus hijos e hijas. Cuando no hay separación física entre padres e hijos(as), la distancia asume dimensiones emocionales y comunicativas. En todo esto parece influir la limitada percepción social del rol paterno, restringida a ser proveedores económicos y guardianes disciplinarios. Una explicación del abandono paterno podría ser que, ante la carencia de recursos económicos para proveer, los hombres sientan que no tienen nada que aportar a sus hijos y, en consecuencia, eluden por completo su responsabilidad y vínculo con sus hijos. De extrema gravedad resultan los datos sobre maltrato infantil, abuso, explotación económica y sexual a los hijos e hijas. En este recuento final de los estudios revisados también es importante y justo destacar las prácticas responsables y comprometidas de muchos hombres con sus hijas e hijos.

f) La Costa Atlántica ausente en estudios sobre sexualidad y paternidad No se debe concluir una revisión de investigaciones realizadas en Nicaragua en los temas de paternidad, reproducción y sexualidad, sin declarar la limitada cobertura de la gran mayoría de estos estudios, circunscritos a las regiones del Pacífico, Norte y Central de Nicaragua. De las 14 investigaciones primarias revisadas, solamente la encuesta de Endesa (INEC, 1998) presenta resultados de la Costa Atlántica, por ser de carácter nacional. Existen otros tres estudios que mencionan haber incluido en su muestra de participantes a población de la Costa Atlántica, pese a que no presentan ninguna información al respecto. 19 La encuesta de Endesa (INEC, 1998) ofrece datos desagregados por departamento sobre comportamiento reproductivo. Así, las dos regiones de la Costa Atlántica están dentro de los departamentos clasificados como de niveles de fecundidad “muy alta” (RAAN) 20 y “alta” (RAAS). 21 La RAAN es el segundo departamento con más alta tasa global de fecundidad (TGF) en el país (6.1 hijos por mujer), superado sólo por Jinotega (6.3). La RAAS es el séptimo más alto con 4.6 hijos por mujer. Ambas regiones superan la TGF a nivel nacional, que es de 3.9 hijos por mujer. En cuanto a fecundidad en las adolescentes, la RAAN y la RAAS presentan proporciones más altas que el promedio nacional. En la RAAN, el 32% de las menores de 20 años son madres o están embarazadas, y en la RAAS el 29%. La RAAN es el tercer departamento con más alta proporción de fecundidad adolescente. Vinculado con esta alta tasa de fecundidad en adolescentes, se observa que la RAAN es el lugar con menor uso de anticoncepción por parte de las mujeres (36%) —mientras que a nivel nacional es del 60%— y la RAAS es el sexto departamento con menor uso.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

De acuerdo con Endesa’98, las actitudes de los hombres de la Costa Atlántica en cuanto a la planificación familiar son de las más negativas, comparado con los hombres de los otros departamentos del país. Después de Jinotega, la RAAN y la RAAS son los departamentos con menor proporción de hombres que aprueban la planificación familiar (72%). Asimismo, estos son los departamentos (después de Jinotega) donde hay más rechazo a la planificación familiar de parte del esposo, mientras que la esposa sí lo aprueba. Y los hombres de la RAAS son los que presentan el segundo porcentaje más alto de rechazo a los mensajes de planificación familiar por la radio y televisión (8.3%, superado sólo por los hombres de Matagalpa, con 8.7%).

19 Por otra parte, se indagó con cuatro ONG de la Costa Atlántica sobre otros estudios vinculados al tema de este diagnóstico. No se conocía de investigaciones en esta temática. 20 RAAN: Región Autónoma del Atlántico Norte. Su ciudad principal es Puerto Cabezas. 21 RAAS: Región Autónoma del Atlántico Sur. Su ciudad principal es Blueffields.

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ANEXOS

¿Cómo explicar esta mayor agudización de los problemas reproductivos en la Costa Atlántica nicaragüense? La carencia de investigaciones socioculturales en estas regiones del país limita un análisis mejor fundamentado. No obstante, ha sido evidente la histórica marginación que ha vivido la población del Atlántico, en particular su población indígena. Probablemente, las mayores tasas de fecundidad y el menor uso y aprobación de la anticoncepción se asocien a los bajos niveles de alfabetización, asistencia escolar e instrucción que presenta la región, así como a la deficiente y limitada infraestructura de servicios de salud. El relativo mayor rechazo de los hombres de la Costa Atlántica a la planificación familiar también podría estar vinculado al relativo menor poder social que tienen las mujeres de esa región. La RAAN es el segundo lugar con mayor proporción de mujeres que declaran no poseer ningún tipo de propiedad (tierra, casa, empresa, animales, bienes duraderos). El 41% de estas mujeres no poseen nada (Endesa-INEC, 1998).

g) Conclusiones sobre el estado actual de conocimientos en sexualidad masculina, reproducción y paternidad en Nicaragua Los hallazgos de las investigaciones aquí revisadas permiten aproximarnos a la situación de los hombres nicaragüenses en relación con su sexualidad, reproducción y paternidad. Contundentemente, estos estudios ratifican la urgente necesidad de iniciativas sociales que promuevan cambios en la manera como los hombres se relacionan en estos ámbitos de sus vidas. Sin embargo, para ser efectivos, la información con la que se cuenta resulta insuficiente. Al revisar los estudios, se constata un balance negativo sobre el comportamiento masculino con respecto a su sexualidad, reproducción y paternidad. Los casos positivos —de comportamientos responsables y comprometidos de los hombres— parecen ser las excepciones.

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La mayoría de los estudios presentan resultados similares entre hombres con diversas características sociodemográficas. Esto podría conducir a dos posibles conclusiones. Una, que quizás existe una práctica cultural masculina homogénea respecto de la sexualidad, la reproducción y la paternidad. Otra, que las investigaciones no se plantearon como prioridad identificar diferencias entre los hombres. Se impone profundizar en el conocimiento sobre las diversas expresiones de la sexualidad masculina, sus comportamientos reproductivos y las relaciones de los hombres con sus hijos e hijas. Los grandes ausentes de los estudios nacionales son los hombres de la Costa Atlántica. Por otra parte, estos resultados muestran que existen hombres que asumen positivamente su paternidad y hombres que abandonan irresponsablemente a sus hijos(as). Entonces ¿qué hace la diferencia? Será importante identificar factores asociados a las diversas actitudes y comportamientos de los hombres ante todos estos temas, como la planificación familiar, los embarazos no deseados y las decisiones reproductivas en sus relaciones de pareja. De igual manera, es necesario acceder a la diversidad de significados y razonamientos que los hombres tienen al vivir su sexualidad reproductiva y paternidad.

IV. LA LEGISLACIÓN NICARAGÜENSE RESPECTO DE LA FAMILIA Y LA PATERNIDAD Partiendo de una revisión de las leyes del país y de algunos estudios de abogadas(os), se puede afirmar que las regulaciones normativas sobre el comportamiento de los hombres en su relación con sus hijos e hijas están contenidas en los siguientes instrumentos jurídicos: Constitución Política; Código Civil; Ley de Relaciones Padre-Madre-Hijos; Ley de Alimentos; Código de la Niñez y Adolescencia; Ley 150 de Reformas al Código Penal; y Ley 230 de Reformas y Adiciones al Código Penal para Prevenir y Sancionar la Violencia Intrafamiliar.

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ANEXOS

A continuación se presenta y analiza cada una de estas leyes en lo referente al tema de paternidad, y cuando es pertinente, se mencionan vacíos o contradicciones que afectan negativamente a los derechos de los hijos, hijas y de las mujeres madres.

1. Constitución Política Los derechos de la familia se expresan en el capítulo IV de la Constitución Política, donde queda claramente establecida la obligación de los padres y del Estado en garantizar y promover la paternidad responsable. El primer aspecto relevante sobre paternidad aparece en el artículo 71 de la Constitución, al establecerse la plena vigencia de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Niña. Esta Convención incluye como uno de los compromisos de los Estados Partes el asistir a los padres para que cumplan con su obligación en la crianza y desarrollo de sus niños(as). La Convención también establece el derecho de los(as) niños(as) al contacto directo y relaciones personales con ambos padres. El artículo 72 de la Constitución reconoce la unión de hecho estable, equiparándola al matrimonio y estableciendo la obligación del Estado en cuanto a su protección. Un vacío es que, aunque la Constitución ubica al matrimonio y a la unión de hecho estable al mismo nivel, no hay ley especial sobre esta última (Montoya, 2000), como sí lo hay sobre el matrimonio y su disolución. Tampoco el Código Civil regula este principio constitucional (Centro de Derechos Constitucionales, 199X). No obstante, el Proyecto de Código de Familia presentado a la Asamblea Nacional desde 1994 dedica un capítulo a la unión de hecho estable. El artículo 73 de la carta magna establece la igualdad de derechos y responsabilidades entre el hombre y la mujer, y de manera particular la responsabilidad que ambos padres tienen sobre la crianza de sus hijos: “...Los padres deben atender el mantenimiento del hogar y la formación integral de los hijos mediante el esfuerzo común, con iguales derechos y responsabilidades”. El artículo 75 dice: “Todos los hijos tienen iguales derechos. No se utilizarán designaciones discriminatorias en materia de filiación. En la legislación común, no tienen ningún valor las disposiciones o clasificaciones que disminuyan o nieguen la igualdad de los hijos”. Este precepto constitucional desafía la ideología machista respecto del trato despectivo hacia los hijos considerados “por fuera” de la relación “oficial”. Pero al no existir una reglamentación sobre la unión de hecho estable, se corre el riesgo de que los hijos considerados “ilegítimos”, según el Código Civil, sean discriminados en cuanto a la sucesión de herencias (M. Jirón, comunicación personal, julio de 2000). Finalmente, el artículo 78 establece la responsabilidad del Estado en la promoción de la paternidad responsable:“El Estado protege la paternidad y maternidad responsable. Se establece el derecho de investigar la paternidad y la maternidad”. Este artículo abre un espacio legal para que, en casos inciertos, los hijos(as) ejerzan su derecho de saber quién es su padre y los padres de saber quiénes son sus hijos(as), a través de la investigación de la paternidad. Esta garantía constitucional es muy importante también para hacer efectiva la obligación de los padres en materia de alimentos, lo cual está regulado por la Ley de Alimentos. Asimismo, basándose en este artículo de la Constitución se puede exigir al Estado que tome todas las medidas necesarias que conduzcan al ejercicio responsable de la paternidad por parte de los hombres con hijos e hijas. G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

2. Código Civil Este Código data de 1904 y sigue vigente a pesar de algunas reformas realizadas. Es en este cuerpo de ley donde se han concentrado las regulaciones normativas referente a la familia. Patriarcal por definición, el Código Civil establece en su artículo 245 que el marido es el jefe y representante de la familia. Según esta ley, la mujer tiene la obligación de seguir al marido dondequiera que éste traslade su residencia.

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ANEXOS

El Código Civil discrimina a los hijos en dos categorías: legítimos e ilegítimos; estos últimos son los nacidos fuera de matrimonio sin ser legitimados (art. 220). Como se describió antes, la actual Constitución Política anula este tratamiento discriminatorio al establecer la igualdad de derechos de todos los hijos. Según el Código Civil, la “patria potestad”, entendida como la facultad de dirigir y administrar los bienes de los hijos menores, es una prerrogativa del marido, que también se extiende a los hijos ilegítimos reconocidos legalmente. La mujer es tomada en cuenta secundariamente, pues a ella corresponde la patria potestad “en defecto del padre” (artículo 248) o cuando el menor es un hijo ilegítimo no “reconocido” (artículo 266). Evidentemente, el Código Civil fomenta y legitima una cultura de mucho poder para los hombres sobre la cónyuge, los hijos e hijas. Estas disposiciones que confieren al hombre un estatus predominante dentro de la familia entran en contradicción con leyes más recientes que también regulan aspectos de las relaciones familiares.

3. Ley de Relaciones Padre, Madre e Hijos Promulgada en la década de los ochenta, esta ley supera en gran medida las concepciones patriarcales de muchas de las normativas del Código Civil en materia de familia. Su intención es promover la igualdad entre el padre y la madre con respecto a los hijos, así como la no discriminación de éstos por razones de filiación (Centro de Derechos Constitucionales, 199X). Establece deberes y facultades para la madre y el padre, como proveer a los hijos alimentación, ropa, vivienda, salud, educación, velar por su buena conducta, prepararlos para el trabajo, representarlos judicial y extrajudicialmente, etc. Sin embargo, esta ley deja vigente las disposiciones del Código Civil en las normas que supuestamente no las contradice, con lo que abre la posibilidad de sentencias discriminatorias contra las mujeres (Ramos, 1993).

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Existe un nuevo proyecto de Ley Reguladora de Relaciones entre Madre, Padre, Hijas e Hijos, presentado a la Asamblea Nacional desde 1993, que establece la protección a todas las hijas e hijos, sean por adopción, matrimonio o lazos no matrimoniales. También propone agregar como deberes y facultades de la madre y el padre el cuidado emocional de sus hijos(as), que deben ser educados sin poner en peligro su salud y dignidad (Centro de Derechos Constitucionales, 199X).

4. Ley de Alimentos Esta ley amplía el significado legal del término “alimentos”, agregando las necesidades culturales y de recreación, además de comida, habitación, vestuario, salud y educación. En el artículo 3 establece que la pensión alimentaria se fija de acuerdo con las posibilidades y recursos económicos de quien debe darlos y las necesidades de quien los recibe. En el artículo 16 define la maternidad y paternidad responsable como “el mantenimiento del hogar, la formación integral de los hijos mediante el esfuerzo común, con iguales derechos y responsabilidades”. En el artículo 17 estipula consecuencias penales para quienes incurren en “omisión deliberada a no prestar alimentos”. Para esto, el artículo 18 fija las circunstancias mediante las cuales se demuestra la paternidad, que incluye pruebas de grupo sanguíneo, uso del apellido del presunto padre, haber hecho vida marital con la madre del hijo y haberle proveído en algún tiempo subsistencia y educación. Según la doctora Marvis Jirón (comunicación personal, julio de 2000), la Ley de Alimentos es un buen instrumento para obligar a los padres a cumplir con sus obligaciones. El problema es que actualmente sólo existe la vía judicial para aplicarla, debido a que con el nuevo Código del Trabajo quedó derogado el procedimiento de embargo directo al trabajador. Basándose en ese artículo del viejo Código del Trabajo se había establecido un procedimiento administrativo para obligar a los padres a proveer pensión alimentaria a sus hijos(as). “Éste era un trámite administrativo ágil, gratis y efectivo”, afirma la doctora Jirón, el cual era aplicado primero por lo que fue la Oficina de Protección Familiar durante los años ochenta y luego por el FONIF en los noventa. -81-


ANEXOS

El Ministerio de la Familia (Mifamilia) sólo puede recibir peticiones de demandas alimentarias y mediar para que el demandado acepte voluntariamente dar una pensión, pero no puede obligarlo. Para esto se debe remitir el caso a los juzgados. En la actualidad hay una gran cantidad de demandas de alimentos pero muy pocos casos culminan efectivamente. Las razones: costos de servicios legales, desconocimiento de la ley, retardo de justicia e incumplimiento de la sentencia por parte de los demandados (M. Jirón, comunicación personal, julio de 2000). Evidentemente, aquí hay mucho trabajo por hacer para la promoción de la paternidad responsable. Otra limitación es que no existen juzgados especializados en temas de familia, a pesar de que la Ley 260 de Organización del Poder Judicial establece la creación de Tribunales de Familia. El proyecto de Código de Familia también contempla la creación de los Tribunales de Familia, lo cual permitiría la agilización de trámites en este tipo de juicios.

5. Código de la Niñez y Adolescencia Entró en vigencia en noviembre de 1998 y regula la protección integral de las niñas, niños y adolescentes. Este Código revoluciona el concepto tradicional que se ha tenido de la niñez y adolescencia, al considerarlos sujetos de derechos, iguales ante la ley con los adultos, lo que puede ejercer un significativo impacto en el tipo de relaciones que padres y madres establecen con sus hijos e hijas. La responsabilidad paterna y materna está contenida en el artículo 24: “Es obligación de las madres y de los padres, la responsabilidad compartida, en el cuido, alimentación, protección, vivienda, educación, recreación y atención médica, física y mental de sus hijas e hijos conforme a la Constitución Política, el presente Código y las leyes vigentes”. Al igual que en otras leyes revisadas, este Código también promueve la equidad de género, al establecer la responsabilidad compartida de hombres y mujeres en las obligaciones para con sus hijas e hijos. El artículo 26 plantea la educación de los hijos e hijas como un derecho de padres y madres, y el mantenimiento del hogar y la formación integral de los hijos(as) como un deber que padres y madres deben compartir en igualdad. Con respecto a la pensión alimentaria, el artículo 25 dice que el Estado garantizará ese derecho a través de un procedimiento judicial ágil y gratuito, lo que hasta el momento no se hace realidad, tal como se explicó en el apartado sobre la ley de alimentos.

6. Ley 150 de Reformas al Código Penal y Ley 230 de Reformas y Adiciones al Código Penal para Prevenir y Sancionar la Violencia Intrafamiliar La irresponsabilidad paterna también se manifiesta desde el accionar delictivo del padre, y más aún cuando sus familiares son sus víctimas directas (Montoya, 2000). El Código Penal ha sufrido modificaciones en el ámbito de los delitos contra miembros de la familia y de los delitos sexuales.

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La Ley 150 de reformas al Código Penal sanciona más severamente los delitos sexuales, hace más perceptible el delito de violación, sube la edad de 12 a 14 años para establecer la presunción de falta de consentimiento de la víctima, y establece como circunstancias agravantes el parentesco con la víctima, el rol de tutor o encargado de la guarda o la relación de padrastro (artículo 195). Esta Ley también define que el delito de seducción ilegítima lo comete el que tuviese una relación de autoridad, dependencia, confianza o nexo familiar con la víctima (artículo 197). Sin embargo, la Ley 150 no hizo reformas sobre el delito de incesto, lo cual provoca una dualidad (Sánchez, 1999), por la siguiente razón. Por una parte, se dice que en el delito de violación son circunstancias agravantes el parentesco con la víctima, y se penaliza este delito con 15 a 20 años de prisión; por otra, el Código Penal castiga con sólo 2 a 4 años de prisión el delito de incesto. En consecuencia, tal como lo señala Sánchez (1999) “se quitan 11 ó 16 años de prisión a un abusador sexual, aun cuando realmente se está en presencia de una violación agravada”. -82-


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Por su parte, la Ley 230 (Ley de Reformas y Adiciones al Código Penal) constituye un importante avance en brindar protección a las víctimas de violencia intrafamiliar, ya sea la ejercida entre personas adultas, jóvenes y niños(as). Entre otros cambios, reforma el artículo 102 del Código Penal mediante el establecimiento de medidas de seguridad y protección para los familiares cercanos que puedan ser víctimas de violencia. También reforma el artículo 237 del Código Penal, y define lo que constituye la familia: “Para los efectos de este Capítulo se entiende por familia, el cónyuge o compañera en unión de hecho estable con sus hijos e hijas, la mujer u hombre en su papel de padre o madre solo o sola con sus hijos e hijas convivientes y los colaterales hasta el tercer grado de consanguinidad o afinidad” (artículo 5).

7. Conclusiones La legislación nicaragüense ha venido avanzando en el establecimiento de normativas que definen de manera explícita las responsabilidades de los hombres y mujeres en relación con sus hijos e hijas. Asimismo, ha habido avances en las disposiciones conducentes a la igualdad de derechos y deberes para hombres y mujeres en asuntos de orden familiar. La obligación del Estado en la protección y promoción de la paternidad responsable ha sido también establecida más explícitamente en la legislación actual. Sin embargo, todavía prevalecen contradicciones en la legislación con respecto al tema familia. En particular, contradicciones generadas entre disposiciones del Código Civil y las nuevas leyes de la década de los ochenta y noventa. Aunque se puede argumentar que las nuevas leyes han derogado, tácita o expresamente, reformado o ampliado las disposiciones del Código Civil (Montoya, 2000), existen vacíos jurídicos que perjudican a las mujeres, a los hijos e hijas.

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La aplicación efectiva de las disposiciones jurídicas relativas a las relaciones familiares es otro obstáculo a resolver. Todavía se carece de leyes secundarias que regulen lo que dice la Constitución en materia de familia (Jirón, 2000). Y, en el caso de leyes clave que podrían garantizar las obligaciones de los hombres para con sus hijos, como la ley de alimentos, existen barreras administrativas y vacíos normativos que impiden su debida aplicación. De esta revisión se deriva claramente la urgente necesidad de contar con un Código de Familia que termine con todas las contradicciones normativas en el tema. Hay un proyecto de Código de Familia presentado a la Asamblea Nacional desde 1994 que debe ser ampliamente discutido por diferentes sectores sociales. La aprobación de este Código por la Asamblea Nacional, una vez recogidos los aportes de diferentes sectores, se convierte en una estrategia importante para la promoción de la paternidad responsable en Nicaragua.

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V. POLÍTICA NACIONAL DE POBLACIÓN En diciembre de 1997, la Comisión Nacional de Población —instancia compuesta por representantes de varios Ministerios y entidades del Estado— aprobó la última versión de la Política Nacional de Población. Concebida como parte de la política social del gobierno para reducir la pobreza, ésta se define de la siguiente manera: “La Política de Población del Gobierno de Nicaragua se define como un conjunto de medidas dirigidas a influir en el comportamiento reproductivo, educación, formación y salud sexual y reproductiva de la población nicaragüense, así como en su distribución espacial en el territorio, promoviendo los valores de la sociedad nicaragüense: el derecho a la vida desde su concepción en el seno materno, el acceso a la educación y salud básica, el papel central e insustituible de la familia, y la supervivencia social y cultural de las etnias”. (Política Nacional de Población, pág. 17). Es significativa la incorporación de los conceptos de salud sexual y reproductiva y de equidad de género en la política de población, lo que refleja la influencia de las conferencias internacionales (por ejemplo, El Cairo-CIPD, 1994) en las políticas públicas. La apertura a estos nuevos enfoques podría surtir un efecto positivo en las acciones institucionales dirigidas a influir en el comportamiento sexual y reproductivo de los hombres. También es positivo que la política de población ratifique la obligación del Estado en promover la paternidad y maternidad responsable, fundada en la Constitución Política. Los cuatro objetivos generales de la política nacional de población son: 1) “contribuir a crear condiciones sociodemográficas favorables para el desarrollo socioeconómico del país y el mejoramiento del nivel y calidad de vida de las familias nicaragüenses”; 2) “dotar a la población en su capacidad de decidir en cuanto a su comportamiento reproductivo y encauzar el comportamiento sexual y reproductivo al seno de la familia, a fin de disminuir la procreación irresponsable y precoz”; 3) “reducir los índices de morbimortalidad de la población y elevar la esperanza de vida”; y 4) “propender a una distribución apropiada de la población en el territorio nacional (...)” (pág. 23). Respecto de estos objetivos, es importante comentar dos aspectos de relevancia para el tema de paternidad y procreación responsable. Primero, existe conciencia del impacto negativo de las altas tasas de crecimiento poblacional en el desarrollo socioeconómico del país y en particular en la calidad de vida de las familias nicaragüenses; y segundo, prevalece como principio el derecho de las parejas, hombres y mujeres, a decidir en aspectos reproductivos, a partir de la información y los medios para ejercer ese derecho. Con respecto al involucramiento de los hombres, el inciso 7 de los objetivos específicos se propone “Aumentar significativamente la participación de los hombres en la toma de decisiones reproductivas y en la práctica de la planificación familiar, con equidad de género y solidaridad en el ejercicio de una paternidad y maternidad responsable” (pág. 28) . Sin embargo, en las estrategias y lineamientos generales de esta política de población, en aras de cumplir con dicho objetivo, sólo se propone diversificar la oferta de métodos de planificación familiar en los centros de salud, incluyendo los de uso masculino (inciso 11).

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Una de las estrategias identificadas para cumplir con la política de población es promover la “educación sexual integral y para la vida familiar”. La postergación del inicio de las relaciones sexuales y de las uniones, la reducción de los embarazos tempranos, de los no planificados y de la procreación irresponsable, destacan como temas de interés. Llevar a cabo esta política nacional de población es un gran reto; entre otras cosas, se necesita el plan de acción, que no se ha terminado de formular. Por lo tanto, hasta el momento los resultados y el impacto social de esta Política son sólo una promesa. La Secretaría de Acción Social es la entidad de gobierno que está coordinando la Secretaría Técnica de la Comisión Nacional de Población (conformada por los Ministros del Gabinete Social). Esta Secretaría Técnica tiene la misión de formular el Plan de Acción y está conformada por 22 instituciones, 8 del gobierno y -84-


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14 de la sociedad civil, composición que tiene la virtud de ser bastante pluralista en términos ideológicos y representativa de diversos sectores, pero a su vez implica procesos más difíciles de trabajo por la mayor dificultad de llegar a consensos (N.V. Malespín, comunicación personal, julio de 2000). El Plan de Acción incluirá un subprograma de educación de la sexualidad para la población escolar y otro subprograma de educación de la sexualidad dirigida a niños(as) y jóvenes fuera del sistema educativo. Este último subprograma es muy importante, dado que muchos niños(as) y jóvenes se encuentran insertados en el mercado de trabajo sin acceso a la educación formal.

VI. POLÍTICAS, ENFOQUES Y ACCIONES SOBRE EDUCACIÓN REPRODUCTIVA Y PATERNIDAD Esta sección está organizada de acuerdo con la naturaleza de las instituciones donde se obtuvo información, que responde a los siguientes sectores: a) gobierno (central y locales); b) organismos no gubernamentales; c) agencias de cooperación, y d) universidad. Las descripciones y comentarios que se presentan sobre estas instituciones tratan de mantener la relación con los temas de sexualidad, reproducción y paternidad; es decir, se describe de manera particular las acciones y políticas relacionadas con la educación en sexualidad y reproducción, y al involucramiento de los hombres como padres.

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1. Gobierno a) Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) En 1999, el MECD presentó la Estrategia Nacional de Educación, que contiene los principios, objetivos y políticas para el desarrollo de la educación nacional. En ésta no se menciona explícitamente la educación de la sexualidad, aunque el principio N° 2 de la estrategia reconoce la importancia de la formación en valores sociales, éticos y humanísticos, con respecto a la responsabilidad de los padres; el principio N° 4 dice que es deber y derecho de madres y padres de familia, y organizaciones de la sociedad civil, participar en la planificación, gestión y evaluación del proceso educativo. Con miras a lograrlo, contemplan como estrategia fortalecer los consejos de padres. La licenciada Grace Bendaña (comunicación personal, julio de 2000), Directora de la Dirección de Valores Humanos del MECD, confirmó que la nueva política de educación de la sexualidad está en proceso de elaboración. En su opinión, el Ministerio ha tenido la política de brindar una orientación sexual integral, ya que las necesidades afectivas insatisfechas llevan a conductas sexuales a temprana edad, y consideró que la abstinencia ha sido el elemento central en esta política. Lo que el MECD llama “educación de la sexualidad para el amor y la convivencia” está considerado en los planes de estudios como un eje transversal. Además, el tema de la sexualidad se aborda de alguna manera en las materias de ciencias naturales y de moral, cívica y urbanidad, tanto en primaria como en secundaria. La aspiración de constituir la educación de la sexualidad como un eje transversal no se llega a cumplir. Según talleres realizados como parte del diagnóstico de la educación de la sexualidad en la educación formal, se valoró que ésta todavía es vista como una actividad extraprogramática y coyuntural. Sin embargo, al MECD le corresponderá el papel rector del subprograma de Educación de la Sexualidad Formal, que forma parte del Plan de Acción de la Política Nacional de Población. Además, el MECD participará en la coordinación del Subprograma de Educación de la Sexualidad No Formal a través de una comisión tripartita junto con algunas ONG y otras instancias locales.

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Para la ejecución de ambos subprogramas, se supone que el MECD trabajará en forma coordinada con ONG, organizaciones sociales, agrupaciones de mujeres, iglesias y asociaciones de padres de familia. Las diferencias de enfoque que se presentan entre estas organizaciones e instituciones para analizar la sexualidad constituyen un reto para esta coordinación. Así, la política de la abstinencia, mencionada por la licenciada Bendaña, es cuestionada por ONG especializadas en el tema de sexualidad. De hecho, algunas fuentes consultadas comentan que en años anteriores el MECD no permitía que otras organizaciones impartieran charlas sobre sexualidad en las escuelas, incluyendo otras instancias de gobierno No obstante, el MECD también ha establecido Convenios de Cooperación Técnica con el Ministerio de Salud (MINSA) para desarrollar la iniciativa de “Escuelas saludables” (estrategia promovida por la Organización Panamericana de la Salud). De esta manera, el MINSA presta asistencia técnica en acciones de capacitación a la comunidad educativa en contenidos de salud integral, incluyendo educación sexual. Uno de sus objetivos es la detección y prevención del abuso de drogas, embarazo precoz y violencia. En este convenio el MECD se compromete, entre otras cosas, a motivar a los padres de familia a involucrarse en las actividades de promoción, prevención y tratamiento oportuno de sus hijos e hijas y a desarrollar acciones de educación para la salud integral con los padres de familia. Por su parte, el MINSA se compromete, inter alia, a reforzar los contenidos curriculares en salud sexual y reproductiva. A juicio de la doctora Francisca Rivas (comunicación personal, septiembre de 2000), quien ha estado involucrada en esta iniciativa de Escuelas Saludables por parte del MINSA, “capacitar a los padres es un proceso lento, porque hay muchas limitantes, siendo la más grande la presupuestaria”. Considera Rivas que se ha avanzado en lograr la motivación de los padres de familia para participar en las capacitaciones. Por otra parte, muchos jóvenes estudiantes están demandando que se capacite a sus padres, porque enfrentan problemas de maltrato y de comunicación con éstos. El cumplimiento de las metas sobre educación contenidas en el Plan de Acción Nacional a Favor de la Niñez y Adolescencia (1997-2001) también es responsabilidad del MECD, en coordinación con otras instituciones y organismos de la sociedad civil. Un objetivo específico de este Plan es “promover una educación sexual integral con una visión objetiva, orientadora, gradual y formativa, basada en información científica que contribuya al desarrollo de una sexualidad responsable” (pág. 38). El fomento de la participación de los padres de familia en la gestión educativa y los programas de capacitación que a ellos se dirigen, son líneas de acción del plan. Sin embargo, no se establecen metas ni para la promoción de la educación sexual integral, ni para el fomento de la participación de los padres, ni para las capacitaciones. Cabe subrayar que la primera estrategia del Plan de Acción Nacional a Favor de la Niñez y Adolescencia se denomina “Fortalecimiento de la familia”, y plantea lo siguiente: “se creará mayor conciencia en la familia, en cuanto a su responsabilidad que tiene en la promoción, protección, formación, y desarrollo de sus hijos e hijas; para ello, se les involucrará en la definición de aspectos sustantivos en la atención que reciben en educación, salud y otros programas dirigidos a la misma” (pág. 25 del Plan de Acción).

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Esta estrategia también plantea crear “programas educativos y de orientación psicosocial a las familias, para prevenir situaciones de maltrato, abandono, violencia intrafamiliar, trasgresión, explotación sexual y maternidad precoz, promoviendo la paternidad y maternidad responsables” (pág. 26). En la estrategia N° 2 (“Universalización de la Educación”) se dice que se deberá fortalecer el programa de educación sexual integral y “las Escuelas para Padres y Madres que promueven un mayor conocimiento sobre el desarrollo psicosocial de sus hijas e hijos y una mayor participación en su educación”. Analizando la situación del MECD con relación a la educación reproductiva y paternidad, se advierte que hay avances en los aspectos normativos y de formulación de planes y políticas sobre el tema. Además, existe conciencia sobre la importancia de involucrar a los padres de familia. Sin embargo, las intenciones parecen no corresponderse con la práctica institucional, y el tema de sexualidad queda relegado a acciones puntuales y extracurriculares. No se encontró documentación que informe específicamente sobre el cumplimiento de las metas de educación contenidas en el Plan de Acción Nacional a Favor de la Niñez y

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Adolescencia (1997-2001). 22 Probablemente, el carácter complejo y polémico de los temas sobre sexualidad dificulta el desarrollo de habilidades en los y las maestros(as) para su abordaje con los estudiantes y padres de familia.

b) Ministerio de la Familia (MIFAMILIA) Las tres primeras funciones de Ministerio de la Familia (MIFAMILIA) consignadas en la Ley 290 (de Organización, Competencia y Procedimientos del Poder Ejecutivo) vinculan la pertinencia de esta institución con el tema de paternidad y educación reproductiva. Estas funciones son: a) Promover y defender la institución familiar, a través de programas sociales dirigidos a los sectores más vulnerables. b) Proponer y ejecutar políticas que ayuden a resolver en forma integral, la situación de la niñez desvalida y abandonada. c) Proponer y ejecutar políticas para la formación integral del joven que promuevan actitudes y valores que les permitan comprender y vivir la sexualidad con dignidad humana, educándolos a la vez para ejercer una maternidad y paternidad responsable. La doctora María Teresa García (comunicación personal, septiembre de 2000) informa que a través de las delegaciones departamentales y unidades locales se hace el trabajo directo con las familias. Se brinda atención casuística que permite aplicar medidas de protección especial en beneficio de las niñas y los niños; por ejemplo, ofrecer hogares sustitutos. Como limitaciones que enfrenta el Ministerio, la doctora García señala la falta de recursos humanos especializados para abordar los problemas de las familias, así como el contexto económico del país, de desempleo y pobreza, que dificulta obtener resultados satisfactorios en el corto plazo. TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Según el “Análisis de situación” de UNICEF (1999), MIFAMILIA desarrolla escuelas para padres de carácter preventivo y de rehabilitación, y se da prioridad al tema del maltrato infantil. Por su parte, el último informe preparado por el Consejo Nacional de Atención y Protección Integral a la Niñez y Adolescencia (agosto de 2000) reporta que MIFAMILIA ha promovido desde 1996 el Programa de Atención Integral a la Niñez Nicaragüense (PAININ), el cual incluye un componente dirigido a los padres de familia que pretende capacitarlos para mejorar sus prácticas de crianza. La licenciada Elida Zelaya de Solórzano (comunicación personal, junio de 2000), Directora General de Fortalecimiento y Desarrollo Familiar de MIFAMILIA, considera que el Ministerio tiene la limitación de estar recién fundado y contar con pocos recursos económicos. Con respecto al enfoque del Ministerio para desarrollar su trabajo, dijo que promueven una visión de familia, “no sólo centrado en la mujer o en los niños, porque creemos que hay que fortalecer el núcleo familiar conformado por el padre y la madre”. En este sentido, declaró que están trabajando con ONG afines a su enfoque en la formulación de nuevos proyectos, como consejerías matrimoniales. De nuevo, aquí se refleja el impacto de las diferencias de enfoque en las posibilidades de coordinación entre el gobierno y diferentes expresiones de la sociedad civil.

c) Instituto Nicaragüense de la Mujer (INIM) El Instituto Nicaragüense de la Mujer es un ente descentralizado, dependiente desde un punto de vista orgánico del Ministerio de la Familia, pero con autonomía funcional, técnica y administrativa. La licenciada María Teresa Delgado (comunicación personal, junio de 2000), funcionaria del INIM, informa que en 1997 impulsaron un proyecto de salud reproductiva, capacitando a mujeres facilitadoras, en el que participaron algunos hombres. Entre los temas impartidos se incluía la responsabilidad del padre y la madre, y los roles de género.

22 Se supone que el “Informe Nacional a la Quinta Reunión Ministerial Americana sobre el Cumplimiento de las Metas del Acuerdo de Lima y de la Cumbre Mundial a favor de la Infancia”, elaborado por el Consejo Nacional de Atención y Protección Integral a la Niñez y Adolescencia, debería presentar los avances en el cumplimiento de las metas del Plan de Acción a favor de la Niñez 1997-2001. Sin embargo, la información descrita sobre las acciones en educación sexual y reproductiva es muy breve y general.

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También comenta Delgado que en las diferentes comisiones donde participa el INIM (Comisión de Población, de Lactancia Materna, de la Niñez) hay conciencia entre sus integrantes de la necesidad de que los hombres asuman su responsabilidad en la salud sexual y reproductiva, y de manera particular en la crianza de sus hijos e hijas. Sin embargo, no existen iniciativas concretas en esta dirección. Los comentarios de Delgado sugieren que el estado de opinión entre diferentes actores sociales del gobierno podría ser bastante favorable para involucrar a los hombres, pero la gran carencia es que nadie toma la iniciativa.

d) Ministerio de Salud (MINSA) La Política Nacional de Salud (1997-2002) contempla entre sus estrategias modificar el modelo de atención en salud centrado en lo curativo, orientándolo hacia las acciones integrales, fortalecer las unidades de salud y entregar un paquete de servicios de salud a toda la población (Análisis del Sector Salud en Nicaragua, MINSA/OPS, 2000, pág. 62). Una prioridad de la Política Nacional de Salud es atender la salud de la mujer y la niñez, reducir los índices de mortalidad materna e infantil, y brindar mayores opciones anticonceptivas. Con ese propósito, apuntan a mejorar la calidad y cobertura de programas en salud reproductiva, planificación familiar y educación sexual, objetivos cuya ejecución corresponde al Departamento de Atención Integral a la Mujer, Niñez y Adolescencia del MINSA. Una debilidad del MINSA es que en la práctica el énfasis ha sido atender a la mujer en la etapa reproductiva, y ha prevalecido en vez de un enfoque integral —que garantice el derecho de todas las personas a servicios de salud durante todo el ciclo de vida— un enfoque “materno- infantil” (UNFPA, 2000). Por lo tanto, se está haciendo muy poco para promover la participación de los hombres en la salud sexual y reproductiva. No obstante, a juicio de la Doctora María Lourdes Martínez (comunicación personal, julio de 2000), directora del Departamento de Atención Integral a la Mujer, el MINSA sí hace esfuerzos por involucrar a los hombres en las consejerías sobre planificación familiar. Como parte de la cartera de servicios en atención primaria, el MINSA impulsa acciones de promoción y prevención, que en teoría incluyen actividades educativas con madres y padres. Existe un subsistema comunitario de brigadistas, parteras y otros promotores de salud, quienes administran las Casas Bases de Salud y las Casas Maternas. La Doctora Francisca Rivas (comunicación personal, julio de 2000), Directora del Departamento de Adolescencia, informa que el MINSA promueve los Clubes de Adolescentes, en los que se organizan grupos culturales y educativos. También conducen un proceso de capacitación siguiendo la metodología “de adolescente a adolescente”. En estas capacitaciones abordan temas de metodología para promotores, violencia, género, salud sexual y reproductiva. Sin embargo, la doctora Rivas admite que “hace falta incorporar el tema de paternidad y procreación como un eje fundamental”. En estos Clubes de Adolescentes participan tanto varones como mujeres. Existe una Comisión Nacional de Adolescentes de ambos sexos, integrada por los adolescentes organizados en los clubes. La experiencia más visible del trabajo que realiza el MINSA con adolescentes es el Centro de Salud Reproductiva para Adolescentes del Hospital Berta Calderón (HBC). Este proyecto, que ya tiene cinco años de existencia, desarrolla tres componentes principales:

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i) servicios de salud sexual y reproductiva (SSR) para adolescentes; ii) IEC (información, educación y comunicación) en SSR, y iii) capacitación a organizaciones que trabajan con adolescentes. Aunque el Centro tiene como grupos meta a adolescentes de ambos sexos, la participación de los varones ha sido muy baja. Así, en el mes de octubre de 1996 se atendió a 800 adolescentes, de los cuales sólo el 3.6% correspondía a varones (Lautiola, 1998). Pese a que algunos varones acompañan a las adolescentes a la consulta, muchos de ellos esperan afuera del Centro, porque creen que sólo se admite y es exclusivo para mujeres.

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Entre las barreras para integrar a los varones, Lautiola (1998) señala las siguientes: · · · · ·

La presentación del Centro como la “casita rosada” (sus instalaciones tienen color rosa por fuera), lo cual se asocia con femenino y con mujeres. El Centro es parte del Hospital Berta Calderón, un hospital de mujeres. La mayoría del personal médico son ginecólogas(os). En el momento de la inscripción, el personal de recepción no toma en cuenta al varón que llega de acompañante. Las tarjetas índice de “usuarias” no llevan el nombre de la pareja- varón, sólo de los padres de la muchacha. Cuando se avisa el turno para consulta, se llama sólo con el nombre de la muchacha.

Todo esto hace suponer que la atención está dirigida a las mujeres y ejemplifica la dificultad que tiene el sistema de salud para incorporar a los hombres. La licenciada María José Norori (comunicación personal, julio de 2000) también añadió que otra limitación para incorporar a los varones adolescentes es que muchos trabajan durante los días de semana. La licenciada Norori expresó que siempre se hace un esfuerzo para que participen los varones en todos los servicios del Centro. Esto se evidencia en los materiales de IEC que han producido, en los cuales los mensajes van dirigidos a ambos sexos. No obstante, los esfuerzos por llegar a los varones no son suficientes y, sobre todo, se requiere diseñar una estrategia de captación a los varones, tomando en cuenta sus necesidades y perspectivas.

e) Alcaldías Municipales

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Muchas alcaldías del país impulsan proyectos socioeducativos con diferentes sectores de la población, entre éstos, la población adolescente. Una muestra es el proyecto de salud reproductiva con adolescentes de la Alcaldía de Managua, que cuenta con financiamiento del UNFPA. Este proyecto capacita en derechos y salud sexual y reproductiva a adolescentes de barrios y asentamientos de Managua. Hay un equipo técnico que capacita a promotores adolescentes y éstos a su vez lo hacen con otros adolescentes. La licenciada Martha Lorena Chacón (comunicación personal, junio de 2000) considera que el problema de la paternidad de alguna forma se trata cuando se les habla de sexualidad y de postergar las relaciones sexuales. Además, incluyen los temas de autoestima, toma de decisiones, género, pubertad, anticoncepción, ETS/VIH/SIDA, drogas, violencia y comunicación. La licenciada Chacón admite que hay mayor participación de adolescentes mujeres. Estima que del 30% de varones que participan sólo un tercio cumple con todo el proceso de capacitación. Asimismo, opina que el machismo de los varones afecta negativamente su participación. “A ellos les gusta participar más por motivaciones externas y muchos creen que dar clase es cuestión de mujeres”, expresó. En consecuencia, los varones tienen menos nivel de cumplimiento para multiplicar las capacitaciones. En este caso, al igual que en el Proyecto de Adolescentes del HBC, se observa cómo la perspectiva y las necesidades de los jóvenes varones, educados en un contexto tradicional, resultan un obstáculo para involucrarlos en acciones educativas sobre salud sexual y reproductiva.

f) Ejército de Nicaragua y Policía Nacional Contando con el apoyo del UNFPA, el Ejército de Nicaragua y la Policía Nacional han desarrollado acciones educativas (IEC) y servicios en salud sexual y reproductiva dirigidos a sus miembros, a los familiares de éstos y en algunos casos a la población civil cercana a las unidades militares. Además de facilitar el acceso a servicios y educación en salud reproductiva, estas instituciones han asumido el compromiso de promover la equidad de género en las relaciones de los militares con sus familias y en su trabajo. Como parte de las actividades de IEC, han impulsado acciones de educación no formal mediante obras de teatro, talleres y ferias promocionales de SSR. El Ejército ha formado a 2 000 efectivos como brigadistas, quienes al salir a misiones se encargan de educar a la población y a las tropas en temas de salud que incluye -89-


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la SSR. Además, se ha trabajado con altos mandos del Ejército y la Policía en foros sobre violencia, agresión sexual y equidad de género. La Policía ha integrado un módulo de género en la Academia Policial. También se han incorporado los temas de SSR en los centros de formación militar del Ejército. Para esto han elaborado manuales didácticos, desarrollando los temas de género, violencia, sexualidad, ETS, embarazo de riesgo, planificación familiar y procreación responsable. El Mayor José Vanegas, Coordinador del Proyecto de SSR en el Ejército, considera que están abordando el tema de paternidad a través de varias acciones: i) incluyendo el tema de procreación responsable en los cursos de SSR; ii) apoyando el cumplimiento y la aplicación de la ley de alimentos ante militares que son demandados por la correspondiente pensión, y iii) promoviendo acciones educativas para lograr una mejor comunicación con los hijos adolescentes de los militares. Entre las limitaciones que enfrentan para realizar este trabajo, el Mayor Vanegas identifica los prejuicios de los militares sobre el enfoque de género y masculinidad, y la visión estrecha de paternidad que se tiene, limitada a proveer económicamente. El proyecto también tiene la debilidad de no contar con indicadores de cambios para determinar el impacto de las acciones realizadas, aunque consideran que los mensajes de planificación familiar y cuidado de la SSR han sido aceptados por los militares. Asimismo, el proyecto no ha logrado consolidar un equipo de facilitadores en los temas de SSR, y se cuenta con pocos recursos humanos preparados para promover las acciones educativas.

g) Conclusiones del sector gobierno Valorando la presencia del tema paternidad y educación reproductiva con varones en el sector gobierno, es válido afirmar que se registran avances en el nivel normativo y de planificación. Existen declaraciones de políticas sobre la importancia del rol que desempeñan padres y madres para el bienestar de sus hijos(as) y sobre sus obligaciones. El MECD, por ejemplo, contempla en sus planes involucrar a padres en la gestión educativa y en acciones de capacitación. De igual manera, la educación en sexualidad y salud reproductiva está presente en los documentos de los Ministerios de Educación, de la Familia y Salud. Aun así, las intenciones reflejadas en los planes y políticas encuentran dificultades para convertirse en prácticas institucionales. Muchos factores parecen incidir. Las limitaciones presupuestarias de estos Ministerios representan un obstáculo. Según datos de UNICEF (1999), el gasto por estudiante es de 51 dólares anuales, el más bajo de la región. En otro orden, el gasto por habitante en salud es de 14 dólares, por debajo de lo considerado necesario por el Banco Mundial para ofrecer servicios básicos. Otro factor que incide es la resistencia a nuevos enfoques de trabajo, en algunos casos debido a posiciones conservadoras mantenidas en sectores del gobierno, y en otros por fuerza de la costumbre. A título ilustrativo, en el MINSA prevalece un enfoque y sobre todo una práctica de atención materno-infantil, pese a que la institución declara un nuevo discurso de atención integral. La experiencia del Centro de Salud Reproductiva para Adolescentes del Hospital Berta Calderón ofrece lecciones en cuanto a las estrategias para incorporar a los hombres en los temas de sexualidad y reproducción. Por otra parte, en los Centros de Salud del MINSA se da la participación de varones jóvenes en el trabajo de promoción sobre SSR, pero todavía el tema de masculinidad y paternidad no ha tenido suficiente fuerza, lo cual es reconocido por funcionarias de estos programas. G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Las Alcaldías Municipales y las Fuerzas Armadas también han desarrollado acciones sobre educación y SSR incorporando a los hombres (que en las fuerzas armadas son mayoría), pero específicamente el tema de paternidad no reviste prioridad.

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2. Organizaciones no gubernamentales En esta sección se presenta información de las acciones que están realizando las ONG, y se las ha agrupado para fines de este diagnóstico en dos tipos: a) ONG que trabajan en derechos-salud sexual y reproductiva, y b) ONG que trabajan con hombres desde un enfoque de género (masculinidad).

a) Sector de ONG que trabajan en derechos-salud sexual y reproductiva De manera general, estas ONG realizan sus acciones mediante la prestación de información, educación, comunicación (IEC) y servicios clínicos en salud reproductiva y planificación familiar, que en algunos casos incorpora a los hombres como participantes o usuarios de los servicios. La estrategia de la mayoría de estos proyectos es crear redes de promotoras y promotores, capacitándolos para que impulsen acciones de IEC con la población y para que brinden algunos servicios básicos en salud. En este sentido muchos proyectos promueven en la población prácticas de autocuidado de su salud y de utilización de servicios de salud sexual y reproductiva. Las(os) promotoras(es) imparten charlas, dan consejería y distribuyen materiales educativos, entre otras acciones. La participación de los hombres como promotores en los temas de SSR tiende a ser más baja que la de las mujeres. En PROFAMILIA, por ejemplo, se estima en alrededor de 35% de varones promotores. En el caso de los proyectos que coordina el Centro de Estudios y Promoción Social (CEPS), hay entre 5% y 10% de promotores varones. Un grupo meta privilegiado por muchas organizaciones ha sido la población joven. Se han organizado clubes o grupos juveniles en que también se capacitan como promotoras(es) para trabajar con otros jóvenes. También se promueven grupos culturales con jóvenes. TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

El Centro de Atención y Recreación para los Adolescentes (CARAS) de León promueve que las mujeres adolescentes embarazadas vayan acompañadas de sus parejas varones a los chequeos prenatales y a las capacitaciones sobre parto psicoprofiláctico. Además, alientan la presencia de los varones en el momento del parto de sus compañeras. Algunas ONG, por ejemplo, Dos Generaciones y PROFAMILIA, han desarrollado acciones con los padres y madres de familia. Sin embargo, quienes asisten a estas actividades son predominantemente las madres. Entre los temas impartidos en las capacitaciones a los y las promotores(as) y a la población en general se incluye en algunos casos el de paternidad y maternidad responsable (Fundemuni, PROFAMILIA, Programa de Adolescentes y Jóvenes de Si Mujer). Fundemuni hace esfuerzos particulares en llegar con sus acciones a los esposos o compañeros de las mujeres para que las apoyen en cuidar y buscar atención a sus necesidades de salud reproductiva (Castillo, 1998). Algunas organizaciones reconocen como limitación la dificultad de involucrar a los jóvenes de menores recursos económicos y de las zonas rurales más alejadas, pese a que paradójicamente éstos son quienes están expuestos a mayor riesgo. Debido a que muchos de estos jóvenes no asisten a la escuela, es difícil captarlos. Otra recurrente limitación son los problemas de financiamiento que tienen muchos proyectos para darle continuidad a sus acciones. Como lecciones aprendidas, sobresale la metodología de trabajar “de-hombre-a-hombre” y “de-mujer-amujer” en la labor promotora, utilizada por algunas organizaciones de Matagalpa. Así, los y las promotoras(es) hacen esfuerzos particulares por llegar a personas de su mismo género. En el caso de los hombres, esto parece resultar muy funcional para la distribución de condones. Sin embargo, ello no significa que se haya desarrollado un enfoque o metodología específica dirigida a los hombres.

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Otras lecciones importantes mencionadas por muchas de las organizaciones, son: · · · ·

Evitar un enfoque acusador o culpabilizante hacia los varones. Por el contrario, hacerles ver la importancia que tienen los hombres para la salud y el bienestar de su pareja y de sus hijos(as). Trabajar con el varón adolescente, por tener mayor potencial de cambio. Hacer esfuerzos por llegar al joven más marginado: el que no está en el sistema de enseñanza formal.

b) Sector de ONG que trabajan con hombres desde un enfoque de género Varias organizaciones han incorporado acciones educativas con hombres, llamado también “trabajo de masculinidad”, como una de sus estrategias. Desde este trabajo, el tema de paternidad y sexualidad masculina ha sido considerado por algunas organizaciones, aunque en la mayoría de los casos no se ha constituido en un eje prioritario. El Centro de Información y Servicios de Asesoría en Salud (CISAS) actualmente está implementando un proyecto de investigación-acción con grupos de hombres en las comunidades que atienden. Luego de administrar encuestas y grupos focales con hombres sobre los temas de sexualidad, reproducción y paternidad, el equipo de CISAS devuelve los resultados a los mismos participantes como insumos para la construcción colectiva de planes de acción, partiendo así de los problemas y necesidades que ellos mismos identificaron. Problemas como el alcoholismo, la violencia y la irresponsabilidad paterna son identificados por los grupos de hombres, quienes se preparan para ser agentes de cambio en sus comunidades. CISAS es una de las pocas organizaciones que sí ha asumido el tema de paternidad como un eje principal en su trabajo con hombres, y también ha aportado sustancialmente en la producción de investigaciones primarias sobre el tema. El Centro de Educación y Comunicación Popular CANTERA ha ofrecido desde hace seis años cursos sólo para hombres sobre identidad masculina, género, poder y violencia, además de talleres sobre sexualidad y comunicación con hombres. En estos cursos y talleres han participado centenares de hombres procedentes de diferentes organizaciones. Sobre esta experiencia, CANTERA publicó una guía metodológica para facilitar talleres de reflexión entre hombres. Estos cursos de masculinidad, sin embargo, no cuentan con un módulo específico sobre paternidad, aunque en diferentes sesiones abordan el tema. Un aporte muy importante de CANTERA para el trabajo con hombres ha sido la evaluación de impacto de estos cursos, que tomó como muestra a los 250 hombres que participaron en los cursos de masculinidad desde 1994 a 1997. Estos hombres provienen de experiencias muy diversas en cuanto zona de residencia (rural y urbana), edades, niveles académicos, estado conyugal y oficio o profesión. Los participantes identificaron importantes cambios en sus actitudes y comportamientos como resultado de los cursos. Así, el 61% de los encuestados para la evaluación de impacto declararon que se habían hecho menos violentos. Sin embargo, en el tema de paternidad y sexualidad los cambios percibidos son menores.

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Sobre paternidad, 49% consideró que los cursos les ayudaron para ser más responsables como padres. Sobre sexualidad, pocos hombres admiten haber renunciado a prácticas sexuales extramaritales (antes del curso 41% dijo hacerlas, después del curso bajó a 38%). Asimismo, en cuanto a un mayor uso del condón con la pareja como método anticonceptivo prácticamente no se registraron cambios. El porcentaje de hombres que siempre usan condón en su relación de pareja no subió como resultado de los cursos, se mantuvo en 5%. La Fundación Puntos de Encuentro, por su parte, ha desarrollado acciones de capacitación, investigación, comunicación y apoyo organizativo para el involucramiento de los hombres en el cambio de la masculinidad machista. Al igual que en los cursos de CANTERA, los talleres con hombres de Puntos de Encuentro tampoco han privilegiado el tema de paternidad, aun cuando ha sido uno de los aspectos de reflexión y discusión en las sesiones. Durante 1999, esta organización diseñó una campaña multimedia dirigida específicamente a hombres con el objetivo de promover mayor responsabilidad masculina para evitar la vio-

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lencia conyugal. El lema de esta campaña fue “Violencia contra las mujeres: Un desastre que los hombres sí podemos evitar”. La evaluación de impacto de esta campaña (Puntos de Encuentro, 2000), que incluyó encuestas pre y postcampaña, aporta pistas importantes para el trabajo con hombres. Sus resultados muestran que los hombres expuestos a la campaña (60%) opinaban en mayor proporción que “sí son capaces de evitar la violencia” (15% más que los hombres no expuestos) y que la violencia afecta el desarrollo de la comunidad (también 15% más). La evaluación de impacto también desagregó los resultados según tres perfiles de hombres: i) muy controladores hacia sus parejas; ii) medianamente controladores, y iii) poco controladores. Se descubrió que aun en los más controladores la campaña había tenido un impacto. Otro resultado interesante fue que un tercio de los hombres encuestados platicó con su pareja sobre los mensajes de la campaña y 60% lo hizo con otros hombres. En el otro extremo, el 9% de los encuestados dijo que los mensajes “no les sirvieron para nada”, proporción que se elevó a 15% entre los hombres “muy controladores”. Aunque esta campaña no trataba el tema de paternidad, sus resultados demuestran el potencial de influencia de las campañas públicas en las opiniones y actitudes de los hombres sobre aspectos familiares. Un resultado alentador fue la respuesta de 200 organizaciones que en el nivel nacional se involucraron en la implementación de la campaña, distribuyendo materiales, organizando talleres, pautando cuñas radiales, etc. Ello sugiere la disponibilidad e interés de las organizaciones en impulsar el trabajo con los hombres desde una perspectiva de género, siempre que exista una oferta concreta para hacerlo.

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El Grupo de Hombres contra la Violencia (GHCV) de Managua ha sido otra organización clave en el trabajo con hombres. Además de ofrecer un espacio de reflexión permanente para analizar el impacto de la masculinidad y de la violencia en las vidas de los hombres, el GHCV ha impartido talleres de capacitación y organizado encuentros nacionales de hombres, y ha tratado de divulgar sus mensajes por los medios de comunicación. El Grupo de Hombres fue una de las organizaciones clave para desarrollar la campaña de Puntos de Encuentro, y también participó en la validación de la guía metodológica de CANTERA. Un resultado del trabajo del GHCV de Managua ha sido la reciente constitución de la Asociación de Hombres contra la Violencia (AHCV), de carácter nacional. La AHCV se propone formar capacitadores en temas de masculinidad, crear una red nacional de hombres y prestar servicios de rehabilitación a ofensores. Tampoco este proyecto establece una línea de trabajo específica sobre paternidad y procreación responsable, aunque en años anteriores el Grupo de Hombres condujo una investigación sobre la participación masculina en la salud reproductiva. El Programa de Adolescentes y Jóvenes (PAJ) de Sí Mujer trabaja con varones adolescentes en Grupos de Masculinidad, que a su vez hacen una labor promotora hacia otros jóvenes. Por su parte, el Centro de Investigación y Promoción para el Desarrollo Rural (CIPRES), pese a que su perfil se orienta al desarrollo agropecuario y socioeconómico, también ha impulsado el trabajo de género con hombres campesinos, y llegó a conformar en algún momento una red de promotores rurales que promovía, entre otras cosas, la participación de los hombres en actividades recreativas con sus hijos(as) (Norori y Muñoz, 1998) . Existen muchas organizaciones que también trabajan con hombres o han realizado proyectos específicos o talleres para sus equipos técnicos y/o su población masculina beneficiaria. Con respecto a las campañas públicas que han implementado algunas ONG y redes de la sociedad civil es pertinente mencionar las siguientes: · · ·

La campaña “Violencia contra las Mujeres: Un desastre que los hombres sí podemos evitar”, promovida por Puntos de Encuentro. La campaña “Ni golpes que duelen ni palabras que hieren”, de la Coordinadora de la Infancia, es parte de una campaña regional en contra del maltrato infantil y dirigida a padres, madres y educadores de niños y niñas. La campaña “Juntos decidimos cuándo”, llamada también la campaña “de la parejita”, dirigida a jóvenes de ambos sexos.

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En conjunto, estas tres campañas han diseñado mensajes que incluyen a los hombres adultos o jóvenes como audiencia primaria, ya sea en sus roles de cónyuges, padres o novios, con el objetivo de sensibilizar e influir en sus relaciones con sus parejas, hijos e hijas, y en su comportamiento sexual. Cabe mencionar que según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Endesa-INEC, 1998), la exposición de la población a las campañas públicas es alta. Asimismo, la evaluación de impacto de la campaña de Puntos de Encuentro encontró un “efecto acumulativo”: los hombres que habían sido expuestos a campañas anteriores sobre violencia fueron los más receptivos a los mensajes de la actual.

c) Conclusiones del sector ONG Las organizaciones no gubernamentales son más coherentes con el enfoque de género y el nuevo paradigma en derechos-salud sexual y reproductiva e involucramiento de los hombres, debido a que sus discursos y planes se corresponden en mayor medida con sus acciones. Temas como el derecho a tener o no tener hijos, el acceso a los múltiples métodos anticonceptivos y las desiguales relaciones de poder entre los géneros son abordados más abiertamente. En el campo de trabajo sobre “masculinidad”, las ONG son quienes tienen mayor experiencia, promoviendo por diferentes vías la participación igualitaria de los hombres en la salud reproductiva y la no violencia en las relaciones con sus parejas, hijos e hijas. Sin embargo, en las ONG tampoco hay programas específicos o explícitos sobre paternidad, aunque sí algunos esfuerzos en educación sexual y reproductiva dirigidos a jóvenes de ambos sexos. La excepción es el trabajo de CISAS con grupos de hombres en diferentes comunidades, en el que paternidad, sexualidad y reproducción son ejes fundamentales de su trabajo. Otra limitación significativa de muchas ONG es en cuanto a su limitada cobertura, y si a esto se agrega la falta de sistematización, en algunos casos terminan siendo acciones aisladas. Se podría decir que, en el trabajo con hombres de la mayoría de las ONG, el tema paternidad o educación para la paternidad está subsumido en otros campos. El argumento de muchas organizaciones es que “el tema se maneja de manera integral”. Pero hay organizaciones como el CEPS (que coordina varios proyectos de SSR en Jinotega, Matagalpa y Ocotal) que reconocen “no tenemos un enfoque en paternidad responsable porque no está como objetivo, por lo que se aborda de manera tangencial” (L. Contreras, comunicación personal, agosto de 2000). Las ONG que trabajan en el área de masculinidad constituyen una estratégica oportunidad para promover la responsabilidad de los hombres con sus hijas e hijos. Son un potencial que no se ha aprovechado lo suficiente.

3. Agencias de Cooperación

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Organismos como el UNFPA, OPS, GTZ-PROSIM y la Cooperación Finlandesa apoyan a ONG nacionales y entidades gubernamentales en proyectos o investigaciones en educación y salud sexual y reproductiva, que de alguna manera incorporan a los hombres como grupos beneficiarios primarios o secundarios. La mayoría de estas agencias combinan la promoción de una demanda mejor informada en aspectos de salud reproductiva con la oferta de servicios a la población. Los hombres en muchos casos participan en las redes de promoción comunitaria y, primordialmente, son tomados en cuenta en su rol de esposos o compañeros de vida de las mujeres, y en menor medida como padres de familia. La prioridad de estos proyectos es la salud reproductiva de las mujeres y las acciones de educación en salud sexual y repr La Organización Panamericana de la Salud (OPS), por ejemplo, está por finalizar un estudio sobre salud sexual y reproductiva con adolescentes varones y hombres jóvenes, para obtener información que sirva de guía en la formulación de políticas y programas de SSR con la población joven masculina. -94-


ANEXOS

El proyecto de GTZ-PROSIM ha realizado investigaciones con hombres sobre conocimientos, actitudes y prácticas en sexualidad. Además, han promovido la paternidad responsable en el trabajo con adolescentes y jóvenes, utilizando el manual “Cómo planear mi vida” y también por medio de la promoción del uso del condón (R. Meyer, comunicación personal, agosto de 2000). Este manual contiene el ejercicio de los “bebés-huevos”, que orienta a los y las jóvenes a cuidar un huevo por una semana como si fuera su hijo para reflexionar sobre las responsabilidades que esto significa. El proyecto también promueve las escuelas para padres y madres, pero, al igual que las otras experiencias revisadas, la participación de los padres es mínima (así, en una reunión con 40 participantes sólo había dos papás). A manera de conclusión, es evidente la relevancia de aporte de las agencias de cooperación para incluir a los hombres en los proyectos de educación y salud sexual y reproductiva. En estas agencias se identifica a los hombres como un sector importante para alcanzar las metas globales de sus proyectos. Algunas de ellas reconocen como limitación que la oferta de servicios en SSR se quede rezagada respecto de la demanda generada por la promoción y que las acciones dirigidas a los hombres adultos no se les asigne la debida prioridad. Los recortes de financiamiento también impactan negativamente en la sostenibilidad de muchos proyectos apoyados por estas agencias.

4. Universidades

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Gradualmente, la educación superior ha venido apoyando cambios culturales en las relaciones de género por medio de la docencia y la producción de nuevos conocimientos. Existen grupos de interés que han facilitado estas tareas, como la Comisión Interuniversitaria de Estudio de Género (CIEG-Nicaragua), que también ha considerado el tema de masculinidad como elemento imprescindible en el análisis de las relaciones de poder entre los géneros. Algunos estudios conducidos desde las universidades nacionales han aportado información específica sobre el comportamiento y las creencias de los hombres en el área sexual y familiar. Una experiencia de particular fortaleza es el Programa de Maestría en Salud Sexual y Reproductiva de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN). Con el apoyo del UNFPA, esta maestría pretende mejorar el nivel científico-técnico de los y las profesionales de la salud en el área de salud sexual y reproductiva, aportando al cumplimiento de los compromisos asumidos en la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) de El Cairo. Según el doctor Gustavo Sequeira (comunicación personal, agosto de 2000), coordinador de la maestría, se pretende superar la formación del médico que trata la sexualidad sólo en su interacción con las enfermedades, para concebirla de manera integral, incluyendo dimensiones psicosociales y de género. En este sentido, la masculinidad se considera un eje transversal de la maestría, y los temas de paternidad y sexualidad responsable son tratados en los cursos. Sin embargo, el doctor Sequeira reconoce que como programa de maestría no tienen acciones específicas sobre paternidad. Pero han considerado crear un programa sobre adolescencia para el diagnóstico, tratamiento y manejo adecuado de hombres y mujeres de esta edad. Respecto del impacto de la maestría, hasta la fecha han egresado 70 profesionales, con 22% de ellos, varones. Según Sequeira, estos egresados ya están incidiendo en los programas de salud de las instituciones donde se desempeñan. El Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de León, con el apoyo de la Universidad de UMEA-Suecia, ha brindado un importante aporte con la producción de estudios primarios sobre salud reproductiva e infantil. Estudios sobre embarazo en adolescentes, comportamiento sexual y violencia doméstica han sido producidos desde la Universidad de León, que incluso han servido de insumo a las actividades de incidencia política y a los cambios legislativos. Así, el estudio sobre violencia doméstica “Confites en el infierno” ofreció datos que influyeron en la aprobación de la Ley 230 contra la violencia intrafamiliar. -95-


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VII. CONCLUSIONES En este diagnóstico se han examinado el contexto social, las investigaciones, la normativa y las acciones institucionales sobre el tema de paternidad y sexualidad masculina; como conclusión, cabe destacar cuatro aspectos fundamentales para un programa de paternidad responsable. a) Problemas sociales vinculados a la manera en que los hombres viven su sexualidad reproductiva y se relacionan con sus hijos e hijas; b) Lecciones aprendidas derivadas de las acciones llevadas a cabo en el tema de paternidad y sexualidad masculina por instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil; c) Oportunidades que facilitan cambios sociales tendientes a la promoción de la responsabilidad paterna; d) Obstáculos que limitan o dificultan estos cambios sociales. A continuación se identifican y analizan, estos cuatro aspectos.

1. Problemas Existen problemas relacionados con la manera en que los hombres viven su sexualidad, en particular sus actitudes y prácticas ante la reproducción, y el vínculo y las formas de relación entre padres e hijos(as). Con respecto al comportamiento sexual y reproductivo: ·

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Los hombres tienen más tendencia a relaciones sexuales precoces, premaritales y promiscuas con débil compromiso afectivo, lo que unido a otros factores repercute en embarazos no deseados y en actitudes masculinas renuentes a asumir su paternidad. Algunos indicadores: a los 18 años, el 85% de los hombres han tenido relaciones sexuales (muestra nacional); de los hombres entre 25 y 44 años, el 79% han tenido dos parejas sexuales o más, comparado con el 25% de las mujeres (muestra de León); el 52% de jóvenes con novia admitieron estar manteniendo relaciones sexuales con otras muchachas, y un tercio de jóvenes varones ha tenido contactos sexuales con mujeres que no conocen (muestra de Managua). Sólo el 9% de los hombres participan en el uso de métodos anticonceptivos: el 6% utiliza el condón, el 2% la abstinencia periódica, el 1% el método del retiro y un 0.4% se ha practicado la vasectomía (muestra nacional). Esta baja participación influye negativamente en su responsabilidad ante la procreación. La mitad de los varones entre 15 y 19 años que tienen relaciones sexuales con sus novias nunca han usado el condón (muestra de Managua). Existen hombres que rechazan que sus parejas usen métodos anticonceptivos, ya sea por desconfianza en la pareja (celos), en los anticonceptivos (percepción de daño), o por creencias religiosas. Existen hombres que presionan a sus parejas para que salgan embarazadas. Los hombres son los más frecuentes perpetradores de sexo forzado en contra de mujeres, adolescentes y niñas. De estas violaciones también surgen embarazos no deseados que a su vez terminan en abortos o en hijos(as) sin padres. En el 53% de los casos de abuso infantil, el ofensor ha sido un miembro de la familia.

Con respecto a la relación que los padres establecen con sus hijos e hijas: G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

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En el nivel nacional, el 35% de los niños y niñas menores de 15 años no viven con sus Se ha incrementado la demanda de Centros de Protección Infantil y de Hogares Sustitutos. Una de sus causas es el abandono paterno y el maltrato a los niños y niñas. Los hombres parecen tener más dificultades que las mujeres para comunicarse con sus hijos e hijas. La interacción entre padres e hijos(as) se orienta más a aspectos de disciplina y al aseguramiento de bienes para la manutención. Según un estudio en Managua, la mayoría de los niños y niñas dicen tener mejores relaciones con sus madres que con sus padres (73%). Los niños y niñas ven a sus padres como los encargados de aplicar castigos, y a sus madres como quienes dan cariño. Hombres y mujeres tratan de forma discriminatoria a sus hijos e hijas, según los estereotipos tradicionales de género, reproduciendo la dominación y privilegios de los hombres sobre las mujeres.


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Los hijas e hijas están presentes en el 57% de casos de violencia de los hombres contra sus parejas. El 36% de las mujeres fueron maltratadas estando embarazadas. · Una de las prácticas paternas más dañinas es el abuso sexual contra niñas y niños. De una muestra representativa en León, se reportó 26% de abuso sexual hacia niñas y 20% a niños. · Muchos niños y niñas son utilizados para generar ingresos a las familias. Casi uno de cada cinco niños(as) entre 10-14 años forman parte de la población económicamente activa. · Existen padres y madres que reciben dinero para permitir la explotación sexual de sus hijos e hijas. Estos problemas identificados vinculados con la sexualidad y paternidad masculina generan otras consecuencias negativas. La más inmediata se refleja en altas tasas de fecundidad adolescente, que en Nicaragua alcanza uno de los valores más elevados de la región. El 22% de las mujeres menores de 20 años ya son madres y otro 5% están embarazadas. Otro efecto es la agudización de la pobreza, debido a las altas tasas de fecundidad —que complica las posibilidades de supervivencia familiar— y a los menores ingresos de las mujeres para mantener a los hijos cuando no hay apoyo de los padres.

2. Lecciones aprendidas de las acciones realizadas Algunas instituciones de gobierno y ONG han impulsando acciones y políticas relacionadas con el tema de paternidad y educación reproductiva. Aunque las medidas tomadas hasta la fecha son insuficientes y existen pocos programas que hagan de la promoción de la paternidad responsable una prioridad, se identifican las siguientes lecciones.

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Las dificultades de algunas organizaciones para integrar a los hombres en acciones educativas obligan a considerar las motivaciones específicas de los hombres y sus temores de ser asociados con “asuntos femeninos”. Precisamente, el color rosa de un centro de adolescentes parece ahuyentar a los varones. En otro proyecto, la imagen del promotor como alguien que “da clases” es valorado por algunos como “tarea para mujeres”. Hasta los hombres adultos parecen necesitar confirmación constante de su pertenencia al género masculino. Muchos hombres con hijos(as) en las escuelas quizás no asistan a las reuniones de padres de familia porque suponen que ahí sólo van las madres de los estudiantes. Por consiguiente, resulta muy práctico retomar las metodologías “de-hombre-a-hombre” utilizadas por algunas organizaciones, las cuales validan la identidad masculina. En la planificación de actividades educativas o servicios para hombres también hay que adecuar los horarios para disminuir los obstáculos a su participación. El hecho de que un centro sólo brindara servicios en días de semana impedía que muchos varones asistieran porque coincidía con sus horas laborales.

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En el desarrollo de acciones con los padres de familia, es necesario tomar en cuenta la perspectiva de los niños, niñas y adolescentes. Por ejemplo, en las acciones que ha realizado el MINSA con adolescentes encontraron que muchos jóvenes demandan capacitación para sus padres, porque enfrentan problemas de comunicación y de maltrato. Por su parte, el estudio “Cómo los niños y niñas ven su mundo” muestra la visión crítica de hijas e hijos en la relación con sus padres.

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Una lección importante manifestada por algunas organizaciones es evitar un enfoque acusador o culpabilizante hacia los hombres. Por el contrario, hacerles ver la importancia que tienen los hombres para la salud y el bienestar de su pareja, de sus hijas e hijos. Un ejemplo concreto de este enfoque es el esfuerzo de una organización que trabaja con adolescentes en el departamento de León (CARAS), quienes promueven en las adolescentes embarazadas asistir con sus parejas varones a los chequeos prenatales y a las capacitaciones sobre parto psicoprofiláctico. Además propician que los varones estén presentes al momento del parto de sus compañeras.

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En esta misma dirección, otra experiencia positiva ha sido cuando se involucra a los hombres como agentes de cambio en procesos participativos, de modo que ellos se sienten parte de la solución a los problemas acarreados por las inequidades de género. Los llamados Grupos de

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Hombres han sido una expresión de este enfoque, que promueve el activismo masculino solidario con las luchas de las mujeres, mientras reivindican sus propias necesidades de cambio personal y encuentran apoyo mutuo entre hombres con sus mismas inquietudes.

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Los procesos continuos de capacitación a hombres y la evaluación del impacto de estas intervenciones son otra importante lección que conviene replicar. Promover cambios culturales, cambios de comportamiento y actitudes en los hombres no es fácil. Las evaluaciones de impacto realizadas por la organización Cantera en sus cursos de masculinidad y por Puntos de Encuentro en su campaña contra la violencia masculina, demuestran que los retos son grandes, pero que las acciones educativas comienzan a hacer la diferencia. Siempre que sea posible hay que medir esos cambios para generar nuevas pistas por dónde continuar, y para evaluar las debilidades y fortalezas de las intervenciones con los hombres.

3. Oportunidades ·

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Una oportunidad para la promoción de la paternidad responsable son los hombres padres ya responsables. Además del abandono, la negligencia y las prácticas negativas contra los hijos e hijas, también existen prácticas respetuosas y positivas de parte de muchos hombres. Este sentido de responsabilidad paterna está documentado en algunos estudios nacionales. Se ha descrito la alta valoración y prioridad que muchos padres manifiestan hacia sus hijos e hijas. Esto representa una oportunidad si se los involucra en acciones de sensibilización hacia los padres irresponsables. El trabajo con hombres y sobre masculinidad, que ha tomado diversas modalidades —grupos de hombres, capacitaciones, campañas públicas, investigaciones—, es otra oportunidad. Aún se requiere incorporar el trabajo sobre paternidad y responsabilidad de los hombres ante la sexualidad y la reproducción. El trabajo con hombres desde una perspectiva de género ha sido posible gracias al apoyo que le ha dado el Movimiento Amplio de Mujeres. En este sentido, las organizaciones de mujeres también representan una oportunidad favorable para promover la paternidad responsable en Nicaragua. También se debe aprovechar el trabajo con jóvenes de ambos sexos en educación y salud sexual reproductiva que promueven organizaciones tanto gubernamentales como de la sociedad civil. El activismo y la disposición de los y las jóvenes para trabajar en sus comunidades y educar a sus pares puede capitalizarse para profundizar la reflexión entre ellos sobre lo que significa la paternidad y la maternidad en sus proyectos de vida. El apoyo técnico y financiero de las agencias de cooperación y la voluntad institucional que muestran en promover el trabajo con hombres son una oportunidad que debe aprovecharse hacia las acciones educativas en paternidad y comportamiento reproductivo masculino. Son relevantes los avances normativos vinculados con el tema paternidad, familia y sexualidad. La Constitución Política, la Ley de Alimentos, el Código de la Niñez y la Adolescencia, la Política Nacional de Población, las políticas de los Ministerios de Educación, de Salud y de la Familia y el Plan de Acción Nacional a Favor de la Niñez y Adolescencia, definen con claridad las responsabilidades de los padres hacia sus hijos e hijas, los interpela a involucrarse en la crianza en condiciones de equidad y a participar en el proceso educativo de sus hijos(as). En estas normativas se establece la obligación del Estado en cuanto a promover la educación de la sexualidad y la participación de los hombres en la SSR, y se aspira a crear conciencia en las familias sobre la responsabilidad hacia sus hijos(as). Se menciona además como objetivo fortalecer escuelas para padres y brindar servicios integrales de SSR. Si estas políticas y planes se cumplieran no habría necesidad de un programa específico de promoción de la paternidad responsable. Sin embargo, aunque estas leyes y políticas no logren aplicarse, su existencia puede considerarse una oportunidad favorable en tanto compromete a las autoridades públicas. Además, la problematización y difusión de estas leyes pueden significar un buen punto de partida para crear una cultura de derechos y sensibilizar a la población sobre la responsabilidad paterna en el bienestar de la niñez. Valga destacar el trabajo de las universidades en la formación de una masa crítica, de recursos humanos con una nueva visión en el tema de sexualidad y paternidad. Asimismo, el aporte de las universidades en la producción de nuevos conocimientos ofrece la oportunidad de fundamentar las intervenciones sociales.


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4. Obstáculos Existen diversos obstáculos en los aspectos culturales, institucionales, políticos y socioeconómicos.

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En el plano cultural, ser padre no define la identidad de género de los hombres, sólo la confirma; en cambio, ser madre sí define el ser mujer. La paternidad no es vista como la responsabilidad primordial de los hombres en la sociedad, en tanto que la maternidad sí lo es para las mujeres. Esto explica que a las reuniones de “padres de familia” asistan sólo las madres. La crianza de los hijos y el trabajo doméstico es culturalmente asignado a las mujeres. En Nicaragua, los hombres representan dos tercios de los ocupados de forma remunera. La PEA masculina es del 74%; en cambio, la PEA femenina es del 37%. Estas inequidades de género —expresadas en privilegios masculinos, mayor poder de los hombres, control y maltrato a las mujeres— no fomentan la paternidad responsable. En consecuencia, a pesar de todas las declaraciones normativas sobre la igualdad de responsabilidades y derechos de hombres y mujeres respecto de los hijos(as), la prescripción cultural se impone a la legal. Asimismo, la sociedad no sanciona tan severamente la irresponsabilidad paterna como la materna (se les dice madres “desnaturalizadas”). Por eso, en uno de los estudios revisados, los hijos(as) parecían no tener expectativas tan altas hacia sus papás. Por el solo hecho de existir y aportar económicamente, ya era “un buen padre”. Los estudios confirman que los parámetros culturales del rol paterno siguen siendo muy estrechos: proveer y disciplinar. Los obstáculos son aun peores si se les suma la cultura del machismo, que valoriza la promiscuidad sexual masculina y la capacidad de conquistar mujeres, e incluso embarazarlas, como prueba de masculinidad. En el plano institucional, los obstáculos se reflejan las resistencias a los nuevos enfoques en el abordaje de la educación, la salud sexual y reproductiva. El enfoque de salud “materno-infantil” dificulta percibir el impacto del comportamiento masculino en la salud, tanto de la madre como del infante. Por lo tanto, los hombres no son sujetos beneficiarios de las intervenciones institucionales. Otro obstáculo institucional es la suposición que en los proyectos de algunas organizaciones la paternidad responsable se está tratando de manera integral, por lo que no existen acciones o programas específicos sobre el tema. En la práctica, esto a menudo redunda en un enfoque superficial del tema. En muchas organizaciones existe poca capacitación o entrenamiento especializado para encarar la sexualidad reproductiva de los hombres y los problemas vinculados con la paternidad. En el plano político, hay dificultades de coordinación entre sectores del gobierno y organizaciones no gubernamentales. Históricamente, la cultura política del país ha sido polarizada y se mantienen las tensiones entre diferentes actores sociales por cuestiones ideológicas, sobre todo cuando se trata el tema de la familia y la sexualidad. Se registran avances y experiencias productivas de trabajo conjunto en comisiones intersectoriales, pero la desconfianza y la descalificación persisten. En consecuencia, algunas entidades de gobierno declaran que están trabajando sólo con ONG “afines a su enfoque”. Es necesario la elaboración de una agenda social mínima donde todos los sectores estén de acuerdo. Enfrentar el problema de la paternidad irresponsable podría ser una de las preocupaciones compartidas. En el terreno socioeconómico, los obstáculos también son múltiples. La pobreza y la marginalidad de grandes sectores de hombres, en especial adultos y jóvenes campesinos, se erigen en una barrera casi impenetrable para las acciones educativas. En otro orden, los problemas de financiamiento de muchas ONG y las limitaciones presupuestarias de las instituciones del gobierno restringen los alcances de sus acciones. Los problemas socioeconómicos que enfrentan muchos hombres nicaragüenses contrarrestan los esfuerzos educativos para que asuman un comportamiento sexual y paterno responsable. Así, por falta de oportunidades de trabajo, muchos emigran a otros lugares buscando medios de supervivencia, lo que propicia la formación de nuevas relaciones de pareja o relaciones sexuales de las que resultan embarazos. Los hombres difícilmente asumen su paternidad al no vivir con sus hijos(as) y al no tener solvencia económica. Ante la carencia de recursos económicos para proveer, muchos hombres sienten que no tienen nada que aportar y, en consecuencia, eluden por completo su responsabilidad y vínculo con los hijos. Por otro lado, el bajo nivel escolar de la población incide en altas tasas de fecundidad. Existe una clara asociación entre el nivel de instrucción formal de las mujeres y sus índices de fecundidad.

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VIII. PROPUESTAS PARA UNA “INICIATIVA DE PATERNIDAD” 1. Introducción La Iniciativa de paternidad que aquí se propone surge de considerar que el comportamiento sexual y reproductivo de muchos hombres y las relaciones que establecen con sus hijos e hijas, están asociados con los siguientes problemas: -

Embarazos en la adolescencia Embarazos no deseados y no planificados Abandono de hijos e hijas debido al rechazo de los hombres a asumir su paternidad Bajo uso de métodos anticonceptivos masculinos y presiones para que las mujeres no usen los métodos a su disposición Sexo forzado y presiones para que las mujeres salgan embarazadas o para que aborten Ausencia de figura paterna en la vida de niños y niñas Maltrato a niños y niñas Pobre calidad de las relaciones entre los hombres y sus hijos(as), limitadas en algunos casos a ejercer disciplina y proveer materialmente Trato discriminatorio a hijos e hijas según los estereotipos tradicionales de género Violencia contra la mujer, incluso en estado de embarazo Exposición de niños y niñas a esta violencia conyugal Abuso sexual contra niñas y niño Trabajo infantil Explotación sexual a hijas e hijo Altas tasas de fecundidad, que agudizan la pobreza de las familias nicaragüenses

El Estado y la sociedad civil organizada del país están impulsando acciones para enfrentar estos problemas sociales, pero las medidas tomadas hasta la fecha son insuficientes; existen obstáculos culturales, institucionales, políticos y económicos; y faltan iniciativas que trabajen con los hombres para promover la paternidad y procreación responsable. Sin embargo, los avances logrados hasta la fecha ofrecen importantes lecciones aprendidas y nuevas oportunidades para el desarrollo de futuras acciones. Esta Iniciativa de paternidad pretende articular los esfuerzos para apoyar a los hombres en sus responsabilidades con sus hijos e hijas y ante la procreación. También se espera contribuir a superar los obstáculos que interfieren en la promoción de la paternidad responsable por parte de las instituciones. Principalmente, esta Iniciativa aspira a contribuir a la erradicación progresiva de los problemas sociales ya mencionados, en los que la niñez nicaragüense paga las peores consecuencias.

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Se presenta a continuación un conjunto de propuestas sobre la Iniciativa de paternidad, que fueron sometidas a debate y enriquecidas por las instituciones y personas que participaron en los Foros sobre Paternidad Responsable organizados por la CEPAL en noviembre de 2000. Al respecto, es importante hacer notar que entonces se la presentó como un “Programa Nacional de Paternidad Responsable”. Sin embargo, algunos participantes en los foros consideraban que lo más importante no era crear nuevos programas o planes nacionales, sino incorporar acciones “pro-paternidad” dentro de los planes y programas que ya impulsan las instituciones. Por lo tanto, se reelaboró esta nueva versión bajo la forma de una Iniciativa de paternidad.

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ANEXOS

La Iniciativa se concibe como un conjunto de acciones de carácter más flexible y transversal, con líneas de acción que atraviesan diversos programas y actores sociales (véase en Anexos “Matriz de la Iniciativa”). De esta manera, las organizaciones toman o aportan a la Iniciativa de paternidad según su conveniencia y capacidad de realizar. Por último, no se compite ni se duplican programas o planes nacionales, sino que se los enriquece con la línea de paternidad.

2. Objetivos generales a) Crear conciencia efectiva en toda la sociedad, y en particular en los hombres, sobre su responsabilidad en la procreación y en la atención integral a sus hijos e hijas. b) Contrarrestar el abandono paterno ante las responsabilidades financieras, educativas y emocionales hacia los hijos e hijas. c) Promover cambios culturales que influyan en las relaciones de los padres con sus hijos e hijas, ampliando los roles hasta ahora restringidos del padre y fomentando la equidad y el respeto de los hombres hacia los niños, niñas, jóvenes y mujeres. d) Promover cambios institucionales y legislativos que mejoren las respuestas del Estado y las ONG ante el problema de paternidad irresponsable y la necesidad de una educación de sexualidad integral para hombres y mujeres.

3. Ejes temáticos

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Los temas sustantivos de esta Iniciativa giran en torno a la relación de los hombres con sus hijas e hijos. Considerando el carácter complejo y multidimensional de este fenómeno, sus causas y consecuencias, los ejes temáticos se desglosan de la siguiente manera. • Reconocimiento paterno de hijos e hijas concebidos en relaciones pasadas o extramaritales. Cumplimiento por parte de los hombres de sus obligaciones alimentarias para con todos sus hijos(as). • Pobreza en los hogares, principalmente aquellos con jefatura femenina. Incidencia de factores socioculturales y demográficos en la agudización de la pobreza. • Trato y comunicación entre padres e hijos(as) (sean estos últimos biológicos o adoptivos, hijastros u otros niños(as) bajo su tutela o custodia). Participación en su crianza. • Derechos de las niñas, niños y adolescentes, en particular sus derechos especiales de protección y asistencia por parte de sus padres y del Estado, que permitan garantizar su bienestar y desarrollo óptimo en la sociedad. • Comportamiento sexual y reproductivo de los hombres; sus relaciones de parejas y actitudes ante la procreación.

4. Algunas líneas de acción a) Investigación La conducción de nuevas investigaciones primarias, como encuestas nacionales y estudios cualitativos, permitirán profundizar y cubrir las lagunas de conocimientos e información identificadas por este diagnóstico. Es importante realizar una Encuesta Nacional sobre Paternidad y Comportamiento Reproductivo Masculino, dado que se necesita de una base informativa representativa de todo el país sobre la situación de los hombres nicaragüenses con su sexualidad, reproducción y relación con sus hijos e hijas.

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ANEXOS

Es necesario documentar el efecto positivo del padre que se involucra en la vida de los hijos e hijas. En el otro extremo, será importante calcular los costos económicos de la irresponsabilidad paterna, en el nivel de los hogares y de la sociedad. 23 También deben estudiarse los posibles factores que inciden en el abandono paterno, como la migración y separaciones conyugales, y las consideraciones subjetivas de los hombres para no dar alimentos.

b) Capacitación La promoción de la paternidad responsable necesita funcionarios y ejecutores de proyectos sensibilizados y capacitados para impulsar acciones específicas en el tema de paternidad y procreación responsable dirigida a varones. Se desarrollarán seminarios para sensibilizar y capacitar a los funcionarios(as) públicos que dirigen y ejecutan las políticas y planes sobre educación de la sexualidad, servicios y educación en aspectos reproductivos, y escuelas para padres. Asimismo, se realizarán acciones de sensibilización con funcionarios del poder judicial y legislativo, de los gobiernos locales y las ONG. Un objetivo clave de estas capacitaciones es entrenar a los prestadores de servicios (de salud, educación, etc.) en cómo involucrar a los hombres en sus programas y cómo abordar los temas de sexualidad y paternidad con éstos. Esta línea de acción también debe incluir el trabajo educativo con hombres y jóvenes de la población. Estas acciones, no obstante, se proponen en la línea de acción d), comunicación social, como parte de las acciones de información, educación y comunicación (IEC) a nivel local.

c) Políticas y legislación Esta línea de acción puede tener dos responsabilidades específicas. La primera, velar por el cumplimiento de las leyes, políticas y planes institucionales que consignan la responsabilidad paterna, la educación de la sexualidad a los jóvenes y la participación masculina en la salud reproductiva. Precisamente, se trata de la Constitución Política, la Ley de Alimentos, el Código de la Niñez y la Adolescencia, la Política Nacional de Población, las políticas de los Ministerios de Educación, de Salud y de la Familia y el Plan de Acción Nacional a Favor de la Niñez y Adolescencia. Una debilidad en el aspecto normativo es que los diputados no tienen capacidad de fiscalizar la aplicación de las leyes y se limitan a aprobar nuevas leyes. Esta Iniciativa debería influir para que los diputados pudieran fiscalizar. Asimismo, con miras a encontrar soluciones se analizarán los obstáculos que impiden la aplicación efectiva de todas estas disposiciones normativas. 24 La segunda responsabilidad de esta línea de acción es la promoción de reformas legislativas vinculadas con la paternidad. Pese a los avances registrados, la legislación nicaragüense aún contiene vacíos y contradicciones en el tema familia. Es necesario cabildear para que el proyecto de Código de Familia, presentado al poder legislativo desde 1994, sea discutido por diferentes sectores sociales, para que luego se incorporen sus aportes y finalmente se apruebe en la Asamblea Nacional.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Se pueden promover otros cambios legislativos relacionados con el ejercicio de la paternidad responsable. Por ejemplo, abogar para que el proyecto del nuevo Código Penal considere el incesto como un delito de violación agravada; incidir en la formulación de un nuevo Código Civil, ya que el actual contiene medidas discriminatorias en perjuicio de los hijos no considerados “legítimos”. Es imprescindible asegurar que la Ley General de Educación y la Ley General de Salud contengan medidas explícitas para promover la sexualidad y paternidad responsable. También se podría impulsar la discusión sobre los subsidios familiares establecidos en la Ley de Seguridad Social, a fin de considerar el pago de subsidios no sólo de maternidad, sino

23 Participantes en los foros organizados por la CEPAL decían que la cuantificación de los costos económicos de la irresponsabilidad paterna era un asunto crucial para convencer a la clase política de la importancia del tema. 24 Por ejemplo, el hecho de que las demandas de alimentos deban resolverse por la vía judicial es un serio obstáculo y atraso para hacer valer los derechos de la niñez. Por otra parte, esta línea de acción puede apoyar nuevas respuestas de las instituciones ante la irresponsabilidad paterna, como el futuro establecimiento de la pruebas de ADN para investigar la paternidad por parte del Instituto de Medicina Legal.

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ANEXOS

también de paternidad. Así, los padres asalariados podrían involucrarse directamente en la responsabilidad del cuidado de sus hijos recién nacidos.

d) Comunicación social En esta línea de acción se va a diseñar e implementar una campaña nacional de educación pública por la paternidad responsable, y la audiencia principal serán los hombres en edad reproductiva y los que tengan hijos e hijas. Las campañas masivas a través de la televisión nacional, las emisoras de radio, vallas en carreteras, materiales impresos, etc., han probado ser un efectivo medio de comunicación y sensibilización dirigido a toda la población ante problemas sociales específicos, como el maltrato infantil, la violencia contra las mujeres y las enfermedades de transmisión sexual. Los contenidos de esta campaña pueden incluir la difusión de las leyes nacionales referidas a la paternidad responsable. Asimismo, se podría difundir la voz de los hijos e hijas respecto de cómo quieren que sean sus papás, considerando que aquéllos tienen una perspectiva crítica y demandas concretas hacia sus padres. Una campaña nacional debe poner fin a la permisividad social con que se tolera la irresponsabilidad paterna en Nicaragua, promoviendo cambios culturales con relación a los roles de los hombres en los hogares. Aunque se debe evitar un enfoque acusador y construir mensajes positivos, los hombres deben sentir que la sociedad les está enviando un claro mensaje de apoyo a sus responsabilidades como padres, pero también de rendición de cuentas. El “Día del Padre” (23 de junio) podría ser revalorado, evitando que la fecha tenga un carácter meramente comercial para convertirlo en una jornada educativa a favor de la paternidad responsable. Se podría construir una estrategia de comunicación social en coordinación sobre todo con propietarios de medios de comunicación.

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Como parte de la estrategia de esta línea de acción, se impulsarán actividades de información, educación y comunicación (IEC) en el nivel municipal. Conviene considerar las estrategias de trabajo enfocadas a diferentes grupos meta de hombres. Es importante rescatar la riqueza de experiencias en acciones de IEC que han realizado muchas organizaciones en Nicaragua, que incluyen festivales culturales, talleres educativos, charlas, grupos de reflexión, visitas casa por casa y distribución de materiales educativos como folletos, posters y plegables. Se puede considerar la promoción de acciones exclusivas con hombres que comparten la misma etapa de vida, y por ende preocupaciones similares; por ejemplo, grupos de hombres con hijos en edad escolar versus grupos de hombres jóvenes que aún no tienen hijos. En contraste, es factible realizar acciones que promuevan el diálogo intergeneracional entre padres e hijos, así como acciones conjuntas para padres y madres.

5. Grupos meta Se entiende por grupos meta a los sectores específicos de la población a donde se pretende enfocar las acciones de esta Iniciativa de paternidad, de modo que se facilitan cambios en sus prácticas, actitudes y creencias. a) Hombres con hijos e hijas. De éstos la Iniciativa deberá tomar en cuenta la gran diversidad de hombres que son padres en Nicaragua: campesinos, urbanos, mestizos, indígenas, jóvenes, adultos, habitantes del Pacífico y del Atlántico de Nicaragua. En todos lo grupos meta será importante privilegiar a los hombres cuyos hijos e hijas vivan en condiciones de pobreza. b) Hombres jóvenes que aún no son padres. Si se asume que la paternidad responsable comienza desde la procreación responsable, consciente y voluntaria, entonces la Iniciativa deberá llegar a los varones adolescentes y jóvenes. c) Las parejas —madres y padres en unión de hecho o matrimonio— pueden concebirse como otro grupo meta de esta Iniciativa, de tal manera que se desarrollen acciones para mejorar la dinámica familiar en beneficio de los hijos e hijas.

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ANEXOS

d) Funcionarios(as) del Estado, ONG, líderes de organizaciones sociales y los comunicadores deben ser simultáneamente grupos meta y actores sociales de esta Iniciativa. Como actores sociales, ellos tienen que impulsar estas acciones para promover la paternidad responsable, pero también necesitan capacitarse y sensibilizarse ante el problema de la irresponsabilidad paterna, por lo que se convierten en otro grupo meta. Los grupos meta del inciso a) y b) (hombres padres y jóvenes que no lo son) se refieren primordialmente al nivel de intervención individual y comunitaria. Los del inciso c) (parejas) comprenden el nivel de intervención familiar y el d) (funcionarios, comunicadores, etc.) el nivel institucional de intervención.

6. Características de la Iniciativa de paternidad a) Cobertura local, nacional y regional Se desarrollarán acciones de nivel municipal y nacional, tomando en cuenta la diversidad étnica, geográfica y de clase social que existe en Nicaragua. Además, esta Iniciativa forma parte de un proyecto regional centroamericano, y ello significa un aporte a la integración de los países del Istmo en la solución de problemas comunes.

b) Integral Se asume un enfoque sistémico que explica cómo el contexto cultural, institucional, político y socioeconómico del país afecta el comportamiento reproductivo y paterno de los hombres. Además, se consideran diversos problemas sociales, como el abandono paterno, la violencia intrafamiliar, la explotación sexual, el trabajo infantil, el embarazo precoz, la falta de uso de anticonceptivos y limitaciones legislativas. La Iniciativa también interviene en diferentes niveles: individual, familiar, comunitario e institucional.

c) Interinstitucional e intersectorial Se considera la importancia del trabajo coordinado entre diversas instituciones y sectores, como el Estado, las ONG, las comunidades, la universidad, la empresa privada y las organizaciones religiosas, procurando que se establezcan alianzas en torno a objetivos compartidos.

d) Orientado al consenso Se persigue la construcción de una agenda social consensuada en torno a los problemas derivados de la forma como los hombres se relacionan con la reproducción y la paternidad. Se respetan las diferencias de enfoques ideológicos procurando que éstas no paralicen las acciones. Se asume que el problema de la paternidad irresponsable es una de las preocupaciones compartidas por todos los sectores de la sociedad.

e) Perspectiva de género y generacional G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

La Iniciativa debe aportar a la equidad en las relaciones entre hombres y mujeres, y entre generaciones adultas y jóvenes. Como parte de la perspectiva de género, se incorpora el análisis de la masculinidad, para comprender la condición e identidad de género de los hombres y transformar sus actitudes y relaciones con las mujeres y con sus hijos(as).

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ANEXOS

f) Flexible y participativo Ésta es una Iniciativa en proceso de construcción, sujeta a modificaciones de acuerdo con las perspectivas de los actores involucrados y las condiciones concretas del entorno durante su implementación. Además, es una Iniciativa amplia, con una diversidad en líneas de acción para que las organizaciones se apunten en aquellas que consideren de su interés y competencia.

g) Sostenible Iniciativa sostenible en dos sentidos. Primero, que tenga continuidad pese a cambios de gobiernos, para lo cual necesita del respaldo de las políticas del Estado en el tema de familia y población. Segundo, que tenga capacidad de movilizar recursos para llevar a cabo sus acciones.

h) Medible y evaluable La Iniciativa incluirá un componente de evaluación de impacto y del proceso, con acciones verificables, metas e indicadores establecidos, y se deberá vigilar y supervisar su proceso de ejecución.

7. Estructura organizativa y actores sociales

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Esta Iniciativa requiere de un Comité Coordinador compuesto por delegados de los diferentes sectores participantes. Se espera que la responsabilidad sea compartida pero que existan funciones específicas para cada actor social. Los representantes por cada sector deben tener poder de decisión en el interior de sus instituciones, y contar con el apoyo de sus responsables inmediatos. También deben ser miembros permanentes del Comité. En cada una de las líneas de acción —investigación; capacitación; políticas y legislación; comunicación social, y otras que se decidan— se formarán Comisiones de Trabajo, cuya responsabilidad será planificar, poner en práctica y evaluar las acciones impulsadas. Otra alternativa de organización es a través de un Foro Permanente de Paternidad en donde participen todos los sectores sociales interesados en aportar y coordinar sus acciones en pro de la paternidad responsable. El foro deberá contar con un calendario de reuniones de trabajo y, si se considera conveniente, se formarán Grupos de Interés según el tipo de acciones a desarrollar o la especialidad de sus miembros (por ejemplo, profesionales de la salud, abogados, comunicadores, educadores, académicos, etc.). Cualquiera que sea la estructura organizativa que sostenga esta Iniciativa de paternidad, siempre será necesario que alguna organización (gubernamental, de la sociedad civil o agencia de cooperación) arranque el proceso y convoque al resto. La CEPAL no podrá asumir este rol, debido a que no tiene sede en el país. Es necesario articular todos los esfuerzos dispersos que hasta el momento se han realizado para promover la paternidad responsable. Las instituciones del Estado, las alcaldías municipales, las organizaciones no gubernamentales, las universidades, las agencias de cooperación, los medios de comunicación, las iglesias y la empresa privada pueden conjuntamente colaborar para impulsar una nueva cultura de responsabilidad de parte de los hombres con sus hijos e hijas. En el anexo A se listan las instituciones que de alguna u otra manera abordan el tema de paternidad y educación reproductiva. Éstos podrían ser los actores sociales para construir e impulsar este Programa de Paternidad Responsable. En el anexo B se presenta una matriz que cruza las líneas de acción con los actores sociales, para sugerir las múltiples opciones de involucramiento que tienen las organizaciones dentro de esta Iniciativa.

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ANEXOS

Entre los actores de la sociedad civil, es importante involucrar a la Asociación de Hombres contra la Violencia, a los Grupos de Alcohólicos Anónimos y a la Fraternidad de Hombres de Negocios, como organizaciones de varones. Las organizaciones y redes que trabajan en defensa de la niñez y adolescencia constituyen otro actor social clave para esta Iniciativa. En la Sociedad Civil está la Coordinadora Nicaragüense de ONG que trabajan con la Niñez y Adolescencia. En el Estado funciona el Consejo Nacional de Atención y Protección Integral a la Niñez y Adolescencia, creado y aprobado recientemente mediante la ley 351. Las organizaciones del movimiento amplio de mujeres y sus diversas expresiones en distintas redes (por ejemplo, la Red de Mujeres contra la Violencia, Red de Mujeres por la Salud, Comité Nacional Feminista) pueden estar interesadas en participar en este esfuerzo concertado, al igual que las organizaciones de la juventud nicaragüense. Miles de jóvenes están organizados en clubes y otras redes de promotores sociales en sus comunidades, y están representados en diversas instancias de coordinación juvenil, como la Comisión Nacional de Adolescentes y el Consejo de la Juventud. En el poder legislativo, representado por la Asamblea Nacional, es importante involucrar a los y las diputados(as) miembros de la Comisión Nacional de Mujer, Niñez, Juventud y Familia y de la Comisión Nacional de Población y Desarrollo.

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G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

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ANEXOS

ANEXO 4 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 2

FÍSICA

EMOCIONAL

Todo el cuerpo: piel, cabello, uñas, órganos internos, dientes, huesos, órganos sexuales internosexternos, ITS, VIH, condición corporal, enfermedades varias.

Sentimientos, pensamientos, creencias, mitos, prejuicios, deseos, miedos, enojo, ira, llanto, tristeza, alegría, felicidad, imaginación, creatividad, estrés, autovaloración, analizar, raciocinio.

SOCIAL

ESPIRITUAL

Familia: escuela, barrio, trabajo, amigas-os, pareja, calles, buses, taxi, mercado, banco, fiestas, violencia recibida-ejercida, respeto, trabajo en equipo, comunidad instituciones, etc.

Razón de vivir, nos hace levantarnos y seguir adelante a pesar de las dificultades. Paz, paciencia, justicia, amor.

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Esquema del YO integral

No es la religión, es la filosofía de vivir. ¿Para qué estamos en este mundo?

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ANEXOS

ANEXO 5 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 4 Canción “No basta” (De vita, 1990) “No basta traerlos al mundo / Porque es obligatorio / Porque son la base del matrimonio / O porque te equivocaste en la cuenta / No basta con llevarlos / A la escuela a que aprendan / Porque la vida cada vez es más dura / Ser lo que tu padre no pudo ser /No basta que de afecto/ Tú le has dado bien poco / Todo por culpa del maldito trabajo / Y del tiempo / No basta porque cuando quiso / Hablar de un problema / Tú le dijiste niño, “será mañana /Es muy tarde, estoy cansado” / No basta comprarle todo / Lo que quiso comprarse /El auto nuevo antes de graduarse / Que viviera lo que tú no has vivido /No basta con creerse /Un padre excelente /Porque eso te dice la gente /A tus hijos nunca les falta nada /No basta porque cuando quiso /Hablarte de sexo / Se te subieron los colores al rostro /Y te fuiste / No basta porque de haber /Tenido un problema /Lo había resuelto comprando en la esquina /Lo que habí­a, lo que habí­a/ No basta con comprarle curiosos objetos / No basta cuando lo que necesita es afecto /Aprender a dar valor a las cosas / Porque tú no le serás eterno / No basta castigarlo por haber llegado tarde / Si no has caído ya tu chico es un hombre / Ahora más alto y más fuerte que tú / Que tú /”.

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Luego de escuchar la canción se hace una rueda en el piso y procedemos a hablar de los sentimientos que nos produce esta canción. Cuando se habla de la paternidad como padres, tenemos que hablar y reflexionar sobre los roles aprendidos, los roles que nos asignan en la sociedad y los roles que asumimos. En este contexto también debemos hacer hincapié en los problemas de la relación en las familias por la ausencia de nosotros como padres, hacer una reflexión sobre la responsabilidad del daño ocasionado por la violencia hacia las niñas/os, adolescentes y jóvenes. Hay que responsabilizarse si hemos causado daño a las parejas o las madres y hermanas. Esta dinámica nos permite hablar de las emociones positivas de ser padres o abuelos, nos lleva a tomar conciencia de los elementos positivos de los cambios en las relaciones de poder hacia la familia.

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ANEXO 6 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 4 Sociodrama “Es el último vieja, es el último” (MINSA, 2006)

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“Juan es un camionero de 42 años, que pesa más de 250 libras y que pasa la mayor parte de su tiempo tras del volante. Está llevando a su mujer a la clínica local en su pueblo, para que dé a luz a su quinto bebé. Antes de quedar embarazada, su esposa había deseado practicarse una esterilización quirúrgica. El rechazó la idea, ya que teme que ella lo engañe. Por estar de viaje manejando, él estuvo ausente cuando se produjeron los partos anteriores, pero en esta ocasión se encontraba en casa cuando se iniciaron las contracciones. Llegan a las diez de la noche al centro de salud un día sábado, descubriendo que la partera se encuentra sola en la clínica. Lo que más quisiera Juan es entregar a su esposa y alejarse, pero la partera es insistente: él debe permanecer ahí para auxiliarla. Palidece, pero no se niega. El hombre ayuda en lo que pueda mientras, por primera vez, observa a su esposa dar a luz. Casi se desmaya al ver nacer a su quinto hijo. Después del parto, tímidamente se acerca a su agotada esposa y le promete:” Es el último, vieja, te prometo que es el último…”.

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ANEXOS

ANEXO 7 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 5 Poder y placer (Raynaud, 2009) La mayor fuente de inseguridad de un hombre es su potencia sexual - su capacidad de erección v eyaculación. Pero Emmanuel Reynaud argumenta que el poder sexual es el menor de los problemas de los hombres. Su verdadero malestar es la ausencia de placer. Y su verdadera enfermedad es la frigidez. Realmente, los hombres no entienden el sexo. Lo que debe ser una experiencia de comunicación y goce es, para un hombre, simplemente una lucha y un medio para mostrar su dominio sobre una mujer. El lenguaje que usa, expresa perfectamente su actitud en general: el “coge” y a ella “se la coge”. Y se refleja en las imágenes que tiene de su pene. No percibe realmente su suavidad y sensibilidad, su fragilidad y su potencial para el placer, sino lo convierte en el símbolo de su poder. Se siente potente cuando su pene está erecto. El pene es el “arma” o el instrumento que usa para poseer una mujer a través de su vagina. Su preocupación mayor sobre su pene es el tamaño. Lo ve más o menos como ve a sus bíceps: entre más grande, más eficiente debe ser, y lo hace a él más poderoso. Como es el órgano sexual que más obviamente distingue los machos de las hembras, no es muy sorprendente que los hombres asocien el pene con el poder. De hecho, en una sociedad patriarcal, el pene es lo que da poder a un hombre. Pero, ¿qué pasa con el placer? ¿Qué tipo de placer puede tener uno con un arma o un instrumento entre las piernas? El hecho es que el hombre está más interesado en poder que en placer. Y siente el placer sexual como una amenaza a su poder. Es por eso que no se permite desarrollar su propia sexualidad, y por eso le gusta concebir a las mujeres como seres sexuales --una Eva, una Pandora-- con la capacidad de experimentar orgasmos maravillosos (supuestamente hasta nueve o diez veces más intensos que los propios). Obviamente esto no significa que la mujer realmente disfrute de esta supuesta sexualidad extraordinaria a su propia manera. Al contrario: el placer que el hombre retiene para sí mismo es —primero y, sobre todo-- el placer del poder, y en particular, el poder sobre el placer de la mujer. La sexualidad masculina no es simplemente una expresión de “necesidades naturales”, sino una relación de dominación de un sexo por el otro. De hecho, el hombre no percibe la sexualidad como una relación entre dos seres humanos, sino como una relación entre un ser humano --él, un “hombre”-- y e] objeto que utiliza, una “mujer”. Obtiene placer a través del uso de la mujer*, no a través de la experiencia de un encuentro sensual entre dos individuos.

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Esta utilización sexual toma varias formas. La más sofisticada consiste en dar placer a la mujer: utilizarla como un instrumento que produce sensualidad. La imagen más común es la de un hombre tocando música con el cuerpo de la mujer, con sus manos y su pene, como si ella fuera un instrumento musical. Ella produce notas melodiosas, pero, sin el músico y su arco, ella no es nada más que un objeto curvado, sólo la promesa de música. Ella vibra, pero no puede escoger ni el ritmo ni la melodía. Ella es totalmente dependendiente del músico. de su habilidad, su humor, su sensibilidad. La comparación es asombrosa, pero esta imagen ha sido utilizada con frecuencia en el arte y la literatura. Ahora bien, no todo el mundo es virtuoso. Por eso generalmente los hombres no quieren correr el riesgo de fracasar, intentando ser sofisticados. El resultado es que la mayoría del tiempo, ignoran por completo el placer de la mujer, y reducen el suyo simplemente a la eyaculación. Su sexualidad se reduce a una cuestión sencilla de necesidades a aliviar, lo que hacen regularmente, imponiendo sus “derechos conyugales” sobre su esposa, o visitando a una prostituta. -112-


ANEXOS

A veces algunos intentan salir de la simpleza de su sexualidad, a través de fantasías. Buscan en su mente lo que no sienten en su cuerpo. Otros intentan aumentar la intensidad de su placer a través de la violencia. Por el hecho de ser, sobre todo, un “hombre”, y por lo tanto inhibido sexualmente, su manera de experimentar la intensidad tiene poco que ver con el placer sensual. Cuando cede a sus deseos, frecuentemente siente la tentación de golpear o violar. A veces lo hace en grande: cuando está en guerra, por ejemplo. Entre 200,000 y 400,000 mujeres fueron violadas en Bangladesh por soldados pakistanís durante los nueve meses de conflicto en 1971. Y cuando los japoneses invadieron a Nanking en China en 1937, se cometieron más de 1,000 violaciones por noche durante el primer mes de la ocupación. Pero el hombre también busca su placer en la violación y la violencia más cotidianamente. Aun cuando no comete un acto violento, se le puede ocurrir en la mente. Según el Informe Hite sobre los hombres de los EEUU, entre 7 y de hombres fantasean regularmente con la violación, y uno de cada dos admite que de vez en cuando han querido violar a una mujer. La violación es el “placer” de la violencia, pero también es la manera en que un hombre puede usar a una mujer sin tener que darle nada a cambio, como tiene que hacerlo en el matrimonio o con una prostituta. Le permite satisfacer sus necesidades sin ceder nada de su poder. Es la expresión de este poder. En este sentido. violar es el arquetipo de la sexualidad masculina: cuando el hombre desea, la mujer no debe desear ni negarse; solamente debe ceder.

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Este es la paradoja sexual del hombre: utiliza a la mujer para obtener placer, pero haciéndolo, restringe el placer que podría obtener. Pierde la posibilidad de una rica sensualidad que resulta del encuentro de dos personas. en el encuentro de dos placeres: una relación en que el placer de uno se refuerza con sentir el placer del otro. Es un hecho triste que, aunque un hombre aparente estar obsesionado con el sexo, su placer sexual esté desesperadamente débil. Agarrándose a la idea que su pene es un instrumento de poder, y a su percepción que el acto sexual es un acto de dominación y utilización, experimenta una frigidez profunda. Y esta frigidez es aún más seria porque él ni se da cuenta que está frígido. Una mujer puede estar frígida o no. Pero nunca se piensa en la frigidez como un problema masculino. El simplemente tiene que ser potente. El siente que su problema no es la experiencia de placer, sino su capacidad de expresar su potencia y realizar sus deseos a través de un pene erecto. De la misma manera, no se espera de una mujer que sea potente y que tenga deseo, pero sí se espera de ella que sienta placer. Esta perspectiva tradicional se refleja en la sexología moderna. El problema de las mujeres se presenta como la ausencia de placer --frigidez-- y el problema de los hombres es su incapacidad de expresar su deseo: impotencia. ¿Pero no será que los problemas de los dos sexos están al revés? La mujer debe ser aún más impotente porque su impotencia no se reconoce. y el hombre aún más frígido porque se ignora su frigidez. Los sexólogos modernos no entienden para nada la sexualidad masculina. Suponen que la eyaculación automáticamente trae consigo el placer sexual en el hombre; hasta consideran que la eyaculación es un sinónimo de orgasmo masculino. Esta suposición fue cuestionada por sexólogos del pasado --Wilhelm Reich, por ejemplo, o Kinsey-- pero la sexología de hoy considera que la eyaculación es igual a orgasmo. Y, basada en este principio, define la sexualidad masculina normal como la capacidad de eyacular y, al mismo tiempo, dar a una mujer un orgasmo con su pene erecto. De esta definición, los problemas correspondientes “naturalmente” siguen: ausencia de eyaculación, eyaculación prematura, dificultad con, o ausencia de, erección. Y el tratamiento consiste en curar al hombre de tal manera que pueda dar un orgasmo a una mujer. Placer sexual para ella, eyaculación para él. ** Pero la eyaculación tiene poco que ver con el placer sensual. Puede perfectamente ser provocada en un hombre que no se deja sentir placer, ni un poquito. Y éste es el problema sexual más grande del hombre: su incapacidad de dejarse llevar completamente por la sensualidad. El hombre tiene miedo de dejarse llevar. En su lucha para lograr dominar, siente que cada momento de placer sexual es una amenaza, y lo quiere controlar. No se atreve a dejarse llevar por su sexualidad. Cuando abraza a una mujer, no se siente envuelto en o asombrado por el placer. La penetra y la quiere “poseer”, proyectándose en ella como si quisiera ordeñar de ella la sensualidad que él teme experimentar por sí mismo. Fija su mente en el objetivo, apunta el pene en el blanco, no se deja distraer en la experiencia de dos -113-


ANEXOS

cuerpos descubriéndose. Tiene miedo de perderse; controla y canaliza sus sentimientos sexuales, para prevenir que se rieguen y que le hagan perder el control de sí mismo y de la situación. En vez de dejar que todo su cuerpo sea sexualizado, restringe su sexualidad al pene. Corta la posibilidad de placer a la raíz, por temor que el placer le consuma si lo deja suelto. Así, su éxtasis se expresa como una serie de olitas, nada más: cuatro empujones de la pelvis, unas cuantas gotas, y se acabó.

* Hablo aquí de la sexualidad dominante, o sea, la heterosexualidad, pero un hombre también puede utilizar sexualmente a otro hombre ó a un menor. ** Para una perspectiva general de la sexología moderna, ver W.H. Masters y V.E. Johnson: Human Sexual Inadequacy, Churchill, 1970.

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Emmanuel Reynaud ha sido activo en el movimiento de hombres en Francia desde su inicio. Su libro, Virilidad Sagrada (Pluto Press, 1983), provocó mucha controversia en Francia cuando salió en 1981.

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ANEXOS

ANEXO 8 LECTURA DE APOYO DE UNIDAD 5 La dominación masculina en entredicho Androcentrismo y “crisis de masculinidad” en la producción científica reciente François Graña * La problematización de las relaciones de género evoca prácticas sociales en las que los hablantes se perciben a sí mismos irremediablemente involucrados. Es que las relaciones de género -a diferencia de otras relaciones sociales- parecieran inscribirse en la propia anatomía de nuestros cuerpos. Se asemejan así a las identidades étnicas: su extraordinaria fuerza persuasiva reside en la colonización sociocultural de atributos físicos. Solapadas tras diferencias fenotípicas, las determinaciones sociales de estas relaciones se vuelven virtualmente “invisibles”. La evidencia abrumadora que transmiten los sentidos, se torna indiscutible por antonomasia: es mujer, por tanto, débil. El carácter “intimista” y perturbador de la tematización del género, la banalización camuflada en la ironía o el chiste, o -más flagrante- su confinamiento a “cuestiones de mujeres”, parecerían denunciar una mirada que incomoda porque se dirige a plexos no problematizados del mundo de la vida. O simplemente, porque jaquea la dominación masculina. “... masculinities are socially constructed, not the property of some timeless essence, either mythical or biological” M. S. Kimmel (1998).

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Contenido • Masculinidad y ciencia social • Freud: de la biología a la sociedad • Los hombres no nacen, se hacen... El varón inventado Esa femineidad que contamina Tiempos difíciles para el macho latino Soy hombre y aguanto • La dominación del varón en entredicho • Erosión socioeconómica de una primacía ancestral • Comentario final • Referencias bibliográficas • Notas Masculinidad y ciencia social En estos últimos años, la cuestión de la masculinidad ha venido suscitando un interés creciente en ciencias sociales. Múltiples investigaciones convergen e interactúan con los estudios de género que cuentan ya con una importante legitimación en el debate académico y social; hasta hace poco tiempo, estos estudios tenían por centro la cuestión femenina y eran protagonizados fundamentalmente por mujeres. Así, junto a los “estudios de mujeres” en que éstas eran -predominantemente- objeto y sujeto de investigación, vienen haciéndose un lugar creciente los actuales “estudios de género” con cierta contribución masculina que aporta nuevos tipos de preocupación (Ondina Fachel Leal 1998, Sonia Montecino 1996). Las lecturas que hemos podido hacer son todavía fragmentarias, y seguramente sesgadas por el arbitrio de los materiales a los que accedimos efectivamente. Habida cuenta de este recaudo, tres acercamientos nos han parecido los más desafiantes.

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En primer lugar, una extensa compilación de Carol C. Gould (1997) que reúne 48 textos diversos. En casi todos estos trabajos, la atención se dirige a la distinción entre sexo y género, enfatizando –desde los más diversos acercamientos- la implicancia fuerte de la “desbiologización” de la condición de género. El anclaje biológico en proceso de revisión reservaba los asuntos de género al saber médico, a las “ciencias de la naturaleza”. La reificación de los efectos de la interacción social en “esencias naturales” encontraba por tanto libre curso, la perspectiva desplegada suponía la premisa no problematizada de la “desocialización” de las relaciones entre hombres y mujeres: éstas se regían por preceptos divinos, relevados más tarde por leyes de la vida tan inmanentes como sus predecesores religiosos. Liberadas de aquellos encorsetamientos, las cuestiones de género pueden ahora dirigirse a procesos de socialización y determinaciones socioculturales que la investigación crítica deberá identificar. Para numerosos autores que aquí exponen, esta labor supone la deconstrucción de la noción iluminista de un “universal humano” que ha venido identificando humano con varón y humanidad con hombres, desde hace casi tres siglos.2 En segundo lugar, el trabajo editado por Teresa Valdés y José Olavarría (1997) brinda un abanico actualizado de investigaciones latinoamericanas sobre identidad(es) masculina(s), enfatizando trabajos sociológicos y antropológicos que aportan materiales teóricos y empíricos a la reflexión sobre la masculinidad en tanto construcción social, por tanto, histórica y contingente. En tercer lugar, recogeremos brevemente los tramos centrales de la discusión recientemente desplegada por dos autores prominentes de nuestra disciplina: Anthony Giddens y Pierre Bourdieu. Para Anthony Giddens (1995), las últimas décadas de este siglo escenifican y testimonian la emergencia de una nueva “sexualidad plástica”, es decir, liberada de su ligazón ancestral con las funciones reproductivas. La posibilidad misma de tal desconexión (i) constituye un hecho novedoso y destinado a conmover en profundidad la condición histórica “falocéntrica” de nuestra civilización; (ii) echa raíces en el creciente igualitarismo socioeconómico de las últimas décadas, y (iii) anuncia la -eventual- emergencia de una “pura relación” democratizante entre los sexos. Tal, en pocas palabras, el desafío levantado por el sociólogo británico (discutiremos más adelante otras ideas del autor).

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Publicado en noviembre de 1998, el volumen de Pierre Bourdieu sobre la dominación masculina procura desentrañar los procesos responsables de la transformación de historia en naturaleza que han hecho de la diferencia –contingente, cultural y arbitraria- entre masculino y femenino, una “nécessité socio-logique” naturalizada. Para el sociólogo francés, la visión androcéntrica –laboriosamente construida desde los albores de la “civilización mediterránea”- ha erigido en esencia natural lo que no es más que un proceso de construcción histórica. Bourdieu asienta ampliamente su reflexión en el análisis etnográfico de la cultura androcéntrica de los campesinos montañeses berebere de Kabylia. ¿Por qué esta elección? El autor sostiene que el patrimonio cultural de estos norafricanos (i) se ha mantenido notablemente incambiado al filo de los siglos, y (ii) representa una forma paradigmática de visión androcéntrica cuyas trazas pueden rastrearse en las estructuras sociales y cognitivas de todas las sociedades mediterráneas. En tanto las diferencias anatómicas entre los sexos se erigen en “fundamento y garantía de apariencia natural de la visión social que la funda” (op.cit. p.16),3 la “fuerza natural” de la dominación masculina reside en este principio de causalidad circular fijado por vía de su reproducción milenaria. El juego de diferencias y antagonismos entre masculino y femenino se inserta en un sistema de oposiciones que informan las estructuras cognitivas de la “cultura mediterránea”. De esta manera, la relación masculino-femenino en tanto dominante dominado remite “naturalmente” a un juego de polaridades homólogas en que aquélla se aprehende como universalmente justificada: activo-pasivo, claro-oscuro, afuera(público)-adentro(privado), encima-abajo, derecha-izquierda, seco-húmedo, duro-suave, etc. Comprendida en/por este juego de polaridades, la relación entre sexos aparece como una relación de dominación construida por el principio de división fundamental entre masculino (activo, claro, público, etc.) y femenino (pasivo, oscuro, privado, etc.). Este principio “…crea, organiza, expresa y dirige el deseo masculino como deseo de posesión, como dominación erotizada, y el deseo femenino como deseo de la dominación masculina, como subordinación erotizada y, más aún, como reconocimiento erotizado de la dominación” (op.cit. p.27). El movimiento circular que va desde la fisiología de los sexos hacia estructuras cognitivas

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universalistas que los incluyen, se cierra con el retorno de estas estructuras sobre la anatomía sexual: la “masculinización” del cuerpo masculino y la “feminización” del cuerpo femenino se constituyen en procesos históricos de largo aliento que determinan “…una somatización de la relación de dominación, así naturalizada” (op.cit. p.62). Algunas de estas ideas serán tematizadas a lo largo de esta exposición. A continuación, revisaremos brevemente la concepción freudiana de la sexualidad humana, sin duda muy presente –en el acuerdo o el disentimiento- en la discusión contemporánea. Recorremos después las implicancias más resaltantes de la masculinidad vista como construcción sociocultural. Le seguirá un rápido recapitulativo de las principales líneas argumentales que cuestionan la dominación ancestral del varón. Daremos cuenta luego de algunos datos ilustrativos de las transformaciones estructurales que han disminuido las desigualdades socioeconómicas seculares entre hombres y mujeres, para terminar con alguna reflexión. Freud: de la biología a la sociedad

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Debemos a Sigmund Freud el primer acercamiento científico hacia una sexualidad específicamente humana. Como es sabido, sus primeros trabajos estaban firmemente timoneados por la búsqueda del sustrato material de los productos de la psique humana; su proyecto intelectual tenía por horizonte la identificación de conexiones causales entre los mecanismos neuro-biológicos y las representaciones mentales. Las consecuencias que extrae de sus propios hallazgos lo alejan progresivamente del suelo biológico, llevándolo a la elaboración de su teoría del inconsciente. En este nuevo continente discursivo emerge la noción de una actividad psíquica específica, auto-referida y por tanto objeto de una elaboración científica autónoma respecto de las ciencias biológicas. El discurso científico del inconsciente incorpora la idea de la introyección de determinaciones psíquicas de raigambre social en el proceso de conformación de las identidades sexuales; por esa puerta entreabierta habría de colarse –al menos como virtualidad- la “desnaturalización” de los objetos a los que se dirige la pulsión sexual humana. La teoría freudiana permite concebir por primera vez la sexualidad específicamente humana como una pulsión polivalente y polimorfa, como virtualidad maleable y no entidad fija o esencia inmanente. Esto significa que los objetos hacia los que se dirige la atracción sexual humana no están preestablecidos, no son caracteres somáticos ni hereditarios; estos objetos se constituyen como tales durante la primera infancia, en interacción con los miembros del núcleo familiar, lo que los vuelve históricos y contingentes. Son, en definitiva –aunque no sean las palabras de Freud- elaboraciones socioculturales. La dirección de este proceso constitutivo está condicionada por los vínculos familiares que componen nuestra primera socialización. En definitiva, las identidades sexuales no nacen, sino que se estructuran en interacción con los tutores del pequeño humano. Para el fundador del psicoanálisis, los primeros años de vida están signados por la omnipresencia de la madre, primer adulto al que profesamos un amor incondicional. Pronto, el niño erige en modelo la figura del padre que percibe distante y poderoso, desarrollando hacia él un ambiguo sentimiento de atracción: envidia su pene, símbolo de un poder que admira y teme a la vez. Este proceso de identificación masculina conlleva también una pérdida dolorosa: la afirmación de su autonomía supone la renuncia a identificarse con su madre. La afectividad tempranamente dirigida a la madre alienta deseos sexuales pasivos y atracción erótica hacia otros hombres; estos deseos serán severamente reprimidos en el proceso de construcción de la masculinidad. Tal represión –dictada por compulsiones sociales que vehicula la educación- no logra eliminar definitivamente aquella orientación erótica, que “sobrevive” en las profundidades del inconsciente y ejerce desde allí –o puede hacerlo- cierto influjo sobre el yo. El aparato genital humano es masculino: sobre este punto, Freud no deja sombra de duda; el sexo se define por la posesión del falo en el hombre, y sobre su carencia se erige la sexualidad femenina. La femineidad se constituye también en relación al falo, sólo que negativamente; el dolor psicológico constitutivo de la sexualidad femenina reside en el “complejo de castración y envidia por la posesión del pene” (Freud 1986:415). Si, por una parte, el médico vienés escandalizaba a sus pacatos contemporáneos revolucionando las ideas existentes hasta el momento acerca de la sexualidad, brindaba al tiempo un fuerte asidero

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racional a una concepción nítidamente falocéntrica erigida sobre la noción de un único aparato genital masculino que se posee o se carece. Esta ambivalencia del pensamiento freudiano se encuentra en la base de una controversia con fuertes ecos en la actual literatura psicoanalítica. ¿Es posible desprenderse del patriarcalismo presente en la teoría freudiana de la sexualidad y retener sus hallazgos indiscutibles, o bien se trata de un corpus conceptual solidario a tomar o dejar? Es sin duda una discusión abierta; en el marco acotado de esta exposición no interesa ahondar en el asunto. Sin pretensiones de saldo tácito, nos parece que las potencialidades críticas de un enfoque “socializado” de la constitución de los géneros puede encontrar asidero en Freud. Es lo que se desprende –entre otras lecturas- de un importante texto de Nancy Chodorow. Puede leerse allí: “My investigation suggests that our own sense of differentiation, or separateness from others, as well as our psychological and cultural experience and interpretation of gender of sexual difference, are created through psychological, social and cultural processes, and through relational experiences. We can only understand gender difference, and human distinctness and separation, relationally and situationally”. (Chodorow 1997:38)4 Examinaremos ahora brevemente la discusión acerca del carácter social de la identidad del varón contemporáneo. Los hombres no nacen, se hacen... En las líneas que siguen, comentaremos brevemente las implicaciones de la condición masculina en tanto constructo social, siguiendo la revisión bibliográfica en la que reposa la presente exposición. El recorrido está muy lejos de ser exhaustivo. Se trata apenas de un fresco impresionista todavía parcial, una multiplicidad de rápidas miradas dirigidas a los problemas de la construcción social de la masculinidad en nuestras sociedades contemporáneas. El varón inventado

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El sociólogo español Josep Marqués (1997) propone desenmascarar la supuesta coincidencia entre la condición actual de varón y la “normalidad o plenitud del sujeto humano” a la que no habrían llegado las mujeres en virtud de la represión y discriminación seculares. Marqués señala cómo, desde muy temprano en su socialización, el varón aprende a minimizar las diferencias respecto de sus pares y a aumentar las que lo(s) separa(n) de “las mujeres”. El carácter social de la construcción de su masculinidad se camufla tras la reificación de la importancia social del mero hecho de nacer varón. Tal importancia y superioridad es aprendida desde la primera infancia, en la percepción de la relevancia de su padre en el hogar, en el orgullo materno por haber traído al mundo un varón, en definitiva, en la captación de los roles más protagónicos, interesantes y poderosos ejercidos por sus congéneres. Por otra parte, la multiplicidad de modelos y cualidades –a menudo contradictorias- en que se desdobla la condición masculina, posibilita su adopción sin por ello realizar esfuerzos extraordinarios: así, no todos los hombres somos Stallone o Schwarzenegger, lo que no invalida el carácter “oficialmente masculino” de la rudeza y la fuerza. La multiplicidad de roles y modelos constitutivos de la condición de varón permite combinar la convicción de ser ya importante por haber nacido hombre, con la obligación de destacar en algún ámbito para demostrarlo; ambos mensajes (uno tranquilizador, el otro inquietante) coexisten en dosis variables. Esa femineidad que contamina Una investigación reciente de Norma Fuller (1997) parte igualmente de la crítica al supuesto de una masculinidad intrínseca. Con base en 40 entrevistas a varones peruanos de la élite intelectual expuesta a discursos cuestionadores de los privilegios femeninos, la antropóloga delinea una representación de la masculinidad fundada en la adquisición temprana de atributos de fuerza física, control de las emociones, sexualidad activa y repudio a toda “femineidad contaminante”. La reproducción del sistema de género heterosexual y patriarcal se funda –concluye Fuller- en una prescripción polar de sexos/ géneros que excluye la homose-

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xualidad, esa identidad “antinatural” puesto que no vinculada a la actividad reproductiva. La construcción social del varón tiene su momento crítico en la adolescencia y juventud dominadas por el juego de emulación-competencia entre pares y la multiplicación viril de conquistas. A medida que el joven madura con su ingreso a la universidad o al mercado laboral, la representación de la masculinidad migra hacia la responsabilidad, el trabajo y el éxito social. Las cualidades masculinas que emergen de ese proceso son –en dosis variables- “...la actividad, la competencia y el altruismo social” (op.cit. p.142). Finalmente, la conjunción plena de sexo y poder se consuma con el matrimonio y los hijos, en roles de autoridad protectora y responsable, en una sexualidad activa dentro o fuera del matrimonio. La centralidad de la autoridad en el hogar para la construcción de la masculinidad deriva de la naturaleza “peligrosa” del espacio doméstico, que es femenino por definición y que por tanto debe someterse sin sombra de duda a la autoridad masculina. La investigadora señala como dispositivo importante en la producción de identidades sexuales, la dualidad casa/calle: “A pesar de que lo masculino se asocia a la calle, el hombre no es sólo exterior sino ambivalente. Criado entre mujeres, debe conquistar la calle al llegar a la pubertad, pero la casa es siempre suya (...) Mientras que los hombres son poseedores naturales de la calle, las mujeres sólo pueden acceder a ésta cuando están bajo su protección o bien deben someterse a las reglas de juego masculinas” (op.cit. p.147). Tiempos difíciles para el macho latino El antropólogo Matthew Gutmann hurga en el significado de ser hombre en una zona urbana de México. De la condición socialmente determinada de los géneros, debe desprenderse cierta variabilidad asociada a los diversos grupos sociales, y sin percibir esta especificidad nada podría decirse precisamente de las determinaciones sociales que permiten comprender las identidades de género:

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“Una comprensión del cuerpo y de la sexualidad requiere un examen de factores culturales e históricos, y no simplemente una inspección de los genitales. A pesar de la importancia del género y de la sexualidad en muchos aspectos de la existencia humana hoy e históricamente, la calificación de género en la vida social nunca ha sido transparente” (Gutmann 1997:154). En una dirección confluyente, la antropóloga Mara Viveros (1998) propone que la masculinidad, lejos de ser innata, constituye una categoría polisémica, relacional e histórica. Los resultados de su investigación en la población colombiana de Quidbó muestran al padre del joven varón que representa fuerza, firmeza y control emocional, y la madre que lo estimula a “ser hombre” desarrollando características opuestas a las femeninas de frivolidad, indiscreción y variabilidad. Pero los cambios socioeconómicos recientes golpean a la puerta de los hogares y sacuden los cánones masculinos más tradicionales. Así los nuevos patrones de inserción laboral de las mujeres, que se muestran asociados a una “crisis de la masculinidad” en América Latina, expresada en términos de cierta pérdida de autoridad derivada de la disminución del rol de los hombres en tanto proveedores económicos. Por otra parte, Viveros hace notar cierta erosión del discurso legítimante de la superioridad del hombre, más particularmente en los sectores medios urbanos. No puede hablarse aún de transformaciones sustantivas y duraderas en el comportamiento de los hombres, aunque sí se aprecia la emergencia de “nuevos modelos de ser hombre” (op.cit. p.126). Así, numerosos “hombres modernos” de la clase media quidboseña reconocen que la supremacía masculina con base en la virilidad es criticable y debe ser superada, aunque no se sientan aun preparados... Para ellos, ser hombre supone ser responsable y trabajador, pero también conquistar mujeres, ganar reconocimiento social, participar de competencias deportivas y consumir buenas cantidades de alcohol. Soy hombre y aguanto Para Michael Kimmel (1997), la masculinidad está conformada por un conjunto de significados cambiantes, aunque recorridos por una constante: la construcción histórico-social de la virilidad tiene lugar en oposición a las mujeres y a las minorías sexuales y raciales. Así, la masculinidad es ante todo una “huida de lo femenino” originada en la necesidad de distanciarse de la madre que representa la infancia desvalida, dependiente y castrada que el varón poderoso debe sepultar (los ecos freudianos de la aproximación son expresamente asumidos por el autor). Así, “la identidad masculina nace de la renuncia a lo femenino, no de -119-


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la afirmación directa de lo masculino, lo cual deja a la identidad de género masculino tenue y frágil” (ibid. p.53). Esta renuncia y distanciamiento constitutivos de la masculinidad explican la tendencia a devaluar a todas las mujeres en su condición de encarnaciones de aquellos rasgos que se desprecian y temen. El temor al fracaso alienta una competencia implacable entre pares en el espacio social, y carga las pilas del rechazo al homosexual: “La homofobia es el miedo a que otros hombres nos desenmascaren, nos castren, nos revelen en nosotros mismos y al mundo que no alcanzamos los estándares, que no somos verdaderos hombres” (ibíd. p.57). Este comportamiento reactivo resulta para este autor, en definitiva, predominante en la paradoja de la renuncia que estaría en la base de identidad masculina: el miedo de verse como afeminado dominaría ampliamente las definiciones culturales de la virilidad. Así el importante papel de “policía de género” desempeñado por los pares adolescentes, siempre bien dispuestos a “desenmascarar” los comportamientos afeminados o “poco hombres”. Como ha podido apreciarse, la identidad masculina se muestra como una construcción social problemática; al tiempo, numerosas pistas señalan que las cosas ya no son lo que eran, en punto a la legitimación social de las pautas seculares de la supremacía masculina. Es esta última dimensión que focalizaremos ahora más de cerca. La dominación del varón en entredicho Ya nadie discute el papel destacado de los procesos de socialización en la constitución de las identidades de género. O más bien casi nadie: el determinismo biologicista inspirado en el evolucionismo decimonónico, lejos de desaparecer, viene desplegando una sólida contraofensiva por vía del enfoque sociobiologista. Desde esta aproximación neo-darwinista se procura establecer, por ejemplo, un nexo “natural” entre agresividad y masculinidad que se expresa muy cómodamente en términos de analogías etológicas: “Aggression has an evolutionary significance for primate societies -it allows dominant males to pass on their genes to suitable female partners, thus ensuring the survival of the group. What is functional for the baboon or chimpanzee is, therefore, equally functional for human males, provided one accepts the evidence that there is indeed a real continuity between primate and human behavior...” (Brittan 1997:114)5

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El sistema de género en que los hombres dominan a las mujeres en todos los ámbitos de la vida social y privada incluye la práctica sistemática de la violencia: el silbido en la calle, el acoso en el trabajo, el ataque doméstico, yendo hasta las formas extremas de violación y asesinato por parte del “dueño patriarcal de la mujer”. Se trata sin duda de las manifestaciones más visibles y extremas de la preeminencia social del varón. Pero la mirada crítica hacia la dominación de género “tal como se muestra” en la interacción social, posibilita la inserción de aquellas manifestaciones más visibles en un marco explicativo más amplio. Numerosos investigadores se han visto llevados a enfatizar el carácter histórico de la preeminencia masculina y, de allí, a la identificación de configuraciones de género predominantes en su condición de resultantes de un proceso de organización social de las relaciones entre hombres y mujeres. Así por ejemplo el sociólogo australiano R. W. Connell, para quien la masculinidad como objeto de estudio puede desplegarse en la posición en las relaciones de género, las prácticas que estas posiciones asignan a ambos sexos y los efectos de estas prácticas “en la experiencia corporal, en la personalidad y en la cultura”. Este dispositivo analítico –sostiene Connell- permite invertir la perspectiva en que el “sentido común” coloca el hecho evidente del aplastante predominio masculino en cargos de responsabilidad social. Visto como efecto y ya no punto de partida del análisis, este predominio puede ahora percibirse en sus articulaciones con cierta “organización social de la masculinidad”. El autor señala las configuraciones de género presentes como en filigrana “...en la contratación y promoción, en la división interna del trabajo y en los sistemas de control, en la formulación de políticas, en las rutinas prácticas, en las maneras de movilizar el placer y el consentimiento” (Connell 1997:36).

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Las investigaciones que inscriben la preeminencia masculina en prácticas que la organizan históricamente, tienden a orientarse hacia la identificación de manifestaciones de dominación, poder y violencia del varón sobre la mujer que materializan aquella preeminencia. Algunos autores postulan, sin embargo, que la interiorización de las pautas masculinistas de comportamiento incluyen la agresividad contra sí mismo, a lo largo del proceso de autocontrol requerido por el modelo hegemónico de varón dominante. De esta manera, la masculinidad es poder, pero también limitación y debilidad. El modelo de varón dominante se interioriza como tensión emocional a lo largo de la socialización del hombre, y como tal necesita ser continuamente reforzada y confirmada en múltiples expresiones. Estas expresiones varían históricamente y según el grupo social de pertenencia: el joven de clase media podrá aspirar a un poder social derivado de su actividad profesional, económica, política, intelectual; el joven obrero manifestará su poder físico en el trabajo rudo, en el torneo deportivo, en sus músculos (Kaufman 1989).

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Como pudo apreciarse, la perspectiva freudiana tiende a enfatizar el sentimiento de pérdida en la elaboración de la identidad masculina. Esta ambigüedad constitutiva de la identidad del varón se muestra en las múltiples caras de la agresión contra la mujer: esta agresión evidencia que la masculinidad sólo puede existir en oposición a la femineidad, lo que al tiempo demuestra su “fragilidad, artificialidad y precariedad” (Kaufman). Siguiendo a Giddens (1995:105-123), esta fragilidad e inseguridad fundantes de la masculinidad estuvieron históricamente camufladas bajo condiciones sociales de preeminencia masculina que permanecieron largo tiempo incuestionadas. Estas condiciones sociales pueden reducirse básicamente a cuatro: el dominio de los hombres en la esfera pública, la concepción “natural” o biológica de las diferencias sexuales, la división sexual del trabajo, la distinción entre mujeres “puras” (casables) e “impuras” (blanco de la sed inextinguible de conquistas sexuales). La economista y antropóloga colombiana Mara Viveros (1998) ha señalado la escisión de las mujeres en dos grupos: el de las “diablas” con las que se pueden tomar iniciativas eróticas, y el de las “niñas de casa”, eventualmente casaderas, para las cuales el deseo sexual se percibe como “falta de respeto”; a menudo la distinción se encuentra reforzada –y justificada- por barreras sociales. Tal “fragilización” de la agresión masculina se presta sin duda a otras lecturas. Un pronunciado énfasis en la doble condición dialéctica del varón opresor/oprimido, víctima de su propia actividad opresora, puede llevar a una confusión entre explicación y justificación, y por ese camino, a una sutil inversión de los términos del problema. Resulta significativa, en este sentido, la advertencia de Marilyn Frye: “Women are oppressed as women. Members of certain racial and/or economic groups and classes, both the males and the females, are oppressed as member of those races and/or classes. But men are not oppressed as men... and isn’t it strange that any of us should have been confused and mystified about such a simple thing?”6 (Frye 1997:102). Erosión socioeconómica de una primacía ancestral Las últimas décadas del siglo han sido escenario de cambios estructurales poco menos que espectaculares en el acceso de la mujer al mercado de trabajo, así como a las instituciones educativas formales. Ya nadie niega los efectos socioculturales considerables que tales cambios traen aparejados en el plano de las relaciones de género, así como de su percepción. Pero, ¿cuáles son los indicadores de estos cambios socioeconómicos y culturales recientes, en nuestra América Latina, así como en Uruguay? En su introducción, el volumen comparativo del ambicioso trabajo de cuantificación Mujeres latinoamericanas en cifras resume las transformaciones en la vida de las mujeres latinoamericanas en las últimas décadas: “...el aumento de la esperanza de vida, la reducción del número promedio de hijos, el mayor nivel educacional y disminución del analfabetismo, su creciente incorporación y permanencia en el mercado de trabajo, el mejoramiento de indicadores de salud y utilización de anticonceptivos modernos, el aumento de la jefatura de hogar femenina”, entre otras. Revisemos algunos datos:7 1. El número promedio de hijos por mujer, que era cercano a 6 en los ’50, se redujo a 3 en los ’90; la edad de la madre primeriza aumenta con la escolaridad; las mujeres sin escolarizar registran un promedio superior a 6 hijos, en tanto las que poseen secundaria completa tienen entre 2 y 3 hijos. 2. Se sabe que hay un

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importante subregistro de la participación femenina en la actividad económica, no obstante, lo cual en el período 1960-90 la tasa de actividad femenina pasó de 18.1% a 27.2%, en tanto los varones disminuyeron de 77.5 a 70.3%, lo que no impide que los ingresos por la misma actividad laboral sean claramente inferiores a los masculinos, y que el trabajo doméstico continúe siendo –por regla general- privativo de la mujer. 3. El nivel educacional de las mujeres “económicamente activas” es superior al de los hombres; se registran avances significativos en el acceso femenino a la educación (sobre todo superior) aunque el sistema escolar continúe reproduciendo los roles tradicionales de género expresados sobre todo en las orientaciones profesionales; el analfabetismo femenino ha disminuido, aunque sigue siendo superior al masculino (salvo en Costa Rica). 4. La tasa de divorcios ha aumentado en toda la región (salvo en Venezuela). 5. En las áreas urbanas, el porcentaje de hogares con jefatura femenina pasó de 21 a 23. Veamos brevemente algunos indicadores para el caso concreto de Uruguay. El porcentaje de mujeres trabajadoras urbanas mayores de 12 años rondaba el 30% en 1970, y veinte años más tarde había pasado al 44% (estos números se vuelven aún más significativos si tomamos en cuenta el conocido fenómeno de subregistro estadístico femenino). A inicios de los 90, más del 40% de la población económicamente activa de las áreas urbanas es femenina; al tiempo, la alta proporción de técnicas y profesionales mujeres (18%) en relación a la masculina (7%) muestra que aquéllas han requerido educación superior para acceder a esos puestos. Por otra parte, se registra un considerable aumento femenino en las profesiones tradicionalmente masculinas: en 1990, las médicas y abogadas equiparan a sus colegas masculinos. Las uruguayas son hoy netamente mayoritarias en las matrículas de estudios medios y secundarios, aunque el sesgo de género se mantiene en la distribución entre distintas carreras convencionalmente “masculinas” o “femeninas”. Así, a fines de los ’80 el 60% del nivel secundario y el 55% del terciario eran mujeres, en tanto que representan sólo un 27% de estudiantes de Agronomía, un 37 en Ingeniería y un 34 en Medicina, en contraste con el 94% en Enfermería, 84% en Bibliotecología y 70% en Bellas Artes. Este acceso diferencial debe asociarse sin duda con la reproducción cultural del reparto de funciones según sexo, cuyas pautas pueden rastrearse desde las fases más tempranas de la socialización (Valdés y Gomáriz 1993). Como puede apreciarse, se trata sin duda de cambios profundos y duraderos con fuerte impacto en la convivencia social. En contrapartida, la vigencia de un “sistema de género” históricamente asimétrico consagra desigualdades entre el creciente aporte femenino al desarrollo socioeconómico y su participación en las esferas de poder, que los cambios señalados hacen aún más visibles (y ominosas).

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Estos cambios han afectado considerablemente las condiciones sociales señaladas más arriba, poniendo en entredicho la histórica “complicidad femenina” que encubría la sexualidad falocéntrica de existencia secular. Numerosos autores señalan el recrudecimiento de la violencia machista –real y simbólica- como reacción del tradicional modelo de identidad masculina que lame sus heridas y muestra los dientes. En esta dirección, se ha señalado por ejemplo la masificación de una producción de pornografía predominantemente destinada a consumo masculino; la pornografía representaría un estímulo heterosexual “de emoción baja y de alta intensidad” que alienta la fantasía de restitución del poder imperial del falo en tiempos en que se encuentra jaqueado desde múltiples trincheras. Típicamente, la pornografía exhibe en espectáculo a mujeres objeto de deseo, pero nunca de amor, y rinde culto a la sexualidad episódica que constituye –desde tiempos inmemoriales- una manifestación de poder masculino. En suma, la exhibición pornográfica de mujeres pasivamente sometidas al poder de un falo erigido en sola fuente de placer –desde sus expresiones más “blandas” y masivas hasta las más violentas- alentaría la fantasía restauradora de una complicidad femenina con una identidad masculina que ha entrado en crisis (Giddens op.cit. pp.110-113). Expresa sugestivamente el escritor chileno Marco A. de la Parra: “Si durante mucho tiempo el rol masculino tradicional hizo sufrir a la mujer, el nuevo rol femenino está abriendo nuevas heridas y no ha dejado en buen pie tampoco al hombre” (de la Parra 1996:43). Esta verdadera “crisis de masculinidad” asociada a transformaciones sociales de largo alcance ha dado lugar a investigaciones empíricas de importancia y significación crecientes. Para Viveros y Cañón (1997), por ejemplo, “...los nuevos patrones de inserción laboral de las mujeres con sus múltiples efectos sobre las formas de organización de la vida cotidiana” suponen cierta pérdida de autoridad masculina representada en la disminución de los roles de los hombres

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ANEXOS

en tanto proveedores económicos. En el trabajo de Mara Viveros citado supra (1998), se percibía cierto distanciamiento relativo del antiguo modelo hegemónico “mujeriego toma-trago y peleador”, ligado a la penetración gradual del discurso igualitarista que cuestiona las relaciones jerárquicas de género, penetración enmarcada en los cambios socioeconómicos recientes en la sociedad colombiana. Isabel Hernández asocia la emergencia de las “nuevas masculinidades” en tanto fenómeno de clase media urbana de ciertos países latinoamericanos en que “...los hombres comienzan a reflexionar sobre la mejor forma de acompañar el movimiento reivindicativo de las mujeres” (Hernández 1998:2). Anotemos, por fin, una osada incursión en el terreno propositivo formulada por Gerónimo de Sierra, para quien “la creciente igualdad socioeconómica y sexual con las mujeres” no debe ser vivida con temor por los varones, que deberán recorrer “...un camino de convergencia ‘androgenizante’” que posibilite “la igualdad/horizontalidad en el plano de la amistad, del amor/admiración y del juego erótico” (de Sierra 1996:18). Comentario final Nuestra cultura ha sido relevada, registrada, reflexionada por hombres, al punto que su “masculinización” se nos aparece como una dimensión no sólo inseparable sino constituyente de sus contenidos sustantivos. ¿Qué tan lejos debemos ir en una “arqueología de saberes” destinada a deconstruir esta operación? La discusión acerca de las implicancias de tal circunstancia desde un enfoque inspirado por la re-socialización de las relaciones de género, no hace más que empezar. Por otra parte, ¿es pensable una nueva identidad masculina desde una equidad de género que no pasa hoy de una expectativa, pero que insinúa una conmoción social inimaginable, una virtual refundación de la civilización humana? El desafío se encuentra aún en fase exploratoria; los propios términos en que se viene formulando el problema son todavía tentativos, confusos y aun contradictorios. Tal parece la inquietante sospecha de Bourdieu:

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“¿Cómo aprehender esta aparente perennidad [de la visión androcéntrica] –que contribuye por otra parte a conferir a una construcción histórica cierto aire de esencia natural- sin exponerse a ratificarla en el acto de inscribirla en la eternidad de una naturaleza?” (Bourdieu 1998:90)

Referencias Bibliográficas Aguirre, Rosario (1998): Sociología y género. Las relaciones entre hombres y mujeres bajo sospecha, Universidad de la República/CSIC/Doble Clic, Montevideo, Uruguay. Bourdieu, Pierre (1998): La domination masculine, Editions du Seuil, Paris. Brittan, Arthur (1997): “Masculinity and Power”, en Gould, Carol C. (1997): Gender. Key Concepts in Critical Theory, Humanity Press, N. Jersey, pp. 113-119. Chodorow, Nancy J. (1997): “Gender, Relation, and Difference in Psychoanalytic Perspective”, en Gould, Carol C. (1997): Gender. Key Concepts in Critical Theory, Humanity Press, N. Jersey, pp. 25-40. Connell, R.W. (1997):” La organización social de la masculinidad”, en Teresa Valdés y José Olavarría (eds.): Masculinidad/ es. Poder y crisis, Ediciones de las Mujeres No. 24, ISIS/FLACSO, Chile, pp. 31-48. De la Parra, Marco Antonio (1996): “Sobre la nueva masculinidad o el padre ausente”, en Sonia Montecino María Elena Acuña (comp.): Diálogos sobre el género masculino en Chile, Bravo y Allende ed., Santiago de Chile, pp. 37-48. De Sierra, Gerónimo (1996): “La tríada amistad, amor y erotismo. Lugar privilegiado de la creciente transformación democrático/igualitaria entre los sexos”, en Revista de Ciencias Sociales No. 11, Facultad de Ciencias Sociales/Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, mayo de 1996, pp. 14-18.

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ANEXOS

Fachel Leal, Ondina (1998): “Sexualidade e Identidade Masculina como objeto da Antropologia”. Ponencia presentada en la Conferencia Regional Por la equidad de género en América Latina y el Caribe: desafíos desde las identidades masculinas, Santiago de Chile, 8-10 de junio de 1998. Freud, S. (1986): “Tres Ensayos para una teoría sexual”, en Sigmund Freud. Los textos fundamentales del psicoanálisis (selec.: Anna Freud), Edic. Altaya S.A., Barcelona, pp. 343-468 (?S.Freud 1905: Drei Abhandulungen zur Sexualtheorie, Frank Deuticke, Viena; trad.: Luis López Ballesteros en base a 4ª ed. alemana de 1922). Frye, Marilyn (1997): “The Politics of Reality”, en Gould, Carol C. (1997): Gender. Key Concepts in Critical Theory, Humanity Press, N. Jersey, pp. 91-102. Fuller, Norma (1997): “Fronteras y retos. Varones de clase media del Perú”, en Teresa Valdés y José Olavarría (eds.): Masculinidad/es. Poder y crisis, Ediciones de las Mujeres No. 24, ISIS/FLACSO, Chile, pp. 139-165). Gomensoro, Arnaldo et al. (1995): La nueva condición del varón, Fin de Siglo, Montevideo. Gould, Carol C. (1997): Gender. Key Concepts in Critical Theory, Humanity Press, N. Jersey. Gutmann, Matthew C. (1997): “Los verdaderos machos mexicanos nacen para morir”, en Teresa Valdés y José Olavarría (eds.): Masculinidad/es. Poder y crisis, Ediciones de las Mujeres No. 24, ISIS/FLACSO, Chile, pp. 153-168. Hernández, Isabel (1998): “Identidades étnicas subordinadas e identidades masculinas hegemónicas”. Ponencia presentada en la Conferencia Regional Por la equidad de género en América Latina y el Caribe: desafíos desde las identidades masculinas, Santiago de Chile, 8-10 de junio de 1998. Kaufman, Michael (1989): Hombres. Placer, poder y cambio. CIPAF, Santo Domingo.

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-- (1997): “Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina”, en Teresa Valdés y José Olavarría (eds.): Masculinidad/es. Poder y crisis, Ediciones de las Mujeres No. 24, ISIS/FLACSO, Chile, pp. 49-62.

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ANEXOS

ANEXO 9 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 8 Argentina: No existe legislación favorable en derechos laborales, a pesar de los avances en otros ámbitos como los derechos de familia e identidad, y salud. Bolivia: No hay leyes que garantizan igualdad, la Constitución de Bolivia limita el matrimonio y las uniones libres o de hecho a parejas de distinto sexo. Brasil: legislación laboral inclusiva para LGBT, incluyendo seguridad social. Estados federados de mayor producción industrial refieren más avances en defensa de los derechos de trabajadores/as LGBT. Derechos avanzados en la salud, educación y familias. Chile: Legislación afirmativa en campo sindical pero no vinculante con los derechos para personas LGBT, aunque tienen amplia experiencia en litigio por discriminación. Colombia: refiere avances en políticas públicas y derechos (salud, educación familias), no hay información sobre avances en derechos laborales. Evidencia de racismo en el ámbito laboral. Ecuador: legislación sobre derechos sociales como salud, educación y familias, pero no en derechos laborales. Paraguay: no hay información sobre derechos laborales-ni avances importantes en derechos para LGBTI.

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Perú: avances en salud, indicios positivos en derechos de la familia, no hay referencia sobre avances en derechos laborales. Uruguay: Protección laboral en sectores formales contra la discriminación (empleos y seguro social inclusivo en plataforma de lucha de grupos sindicales) Venezuela: No hay información en derechos laborales, avances en otros derechos, pero grupos LGBTI refieren situaciones Guyana: No se obtuvo información sobre derechos para personas LGBT Surinam: No se obtuvo información sobre derechos para personas LGBTI. México: Avances en derechos de salud, educación y familia. Gobiernos locales han logrado muchos avances para reconocer los DH de LGBTI. Sindicatos y las otras asociaciones de trabajadores/as han presionado a las transnacionales para exigir derechos laborales para LGBTI, algunas han sido exitosas, otras han quedado en negociaciones. Grupos de feministas reportan discriminación y violencia en empresas nacionales y multinacionales de producción industrializada. Guatemala: Avances en salud. Oficina Procuraduría de derechos LGBTI. Organizaciones refieren problemas de análisis de inclusión de grupos étnicos no “ladinos o mestizos” o estadísticas de regiones lejanas a los centros urbanos. No mecanismos de protección a personas LGBTI en laboral. Situaciones de machismo en sindicatos. Propuesta de ley sobre derechos a personas LGBTI. El Salvador: Avances en salud, Mesa LGBT (SC –Estado en PPDDH) Mesa y Ventanilla oferta laboral para LGBT (Estado). Decreto 56 Poder Ejecutivo No discriminación y Decreto 202 MINSAL LGBT. Reforma C Penal reconoce Crimen de Odio por orientación sexual e identidad género. Organizaciones LGBTI vinculándose a defensa de derechos laborales, Sindicato abierto a apoyar los derechos LGBTI y generación secretaría DS. Empresa privada algunas tienen puertas abiertas e inclusión, por salud y seguridad. Salario mínimo $300. Trans demandaron al estado y CIDH refiere LGBTI ganan menos de $210

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ANEXOS

Costa Rica: avances en salud, seguridad social para parejas del mismo sexo, y herencia de pensión. Normativas sancionan la discriminación y conceden = derechos a LGBTI, dentro del poder ejecutivo e Instituciones autónomas. Concesión de avances de tratamiento hormonal dentro del sistema de salud pública. Empresas privadas anuentes a generar empleo a personas LGBTI. Salario mínimo: $517. Nicaragua: datos de 2009 que establecen discriminación (23%) violencia (7%) y LGBTI vive bajo nivel de la línea de pobreza (77% con $2 o menos al día). Código laboral garantiza no discriminación Arto. 428 de Código Penal sanciona la promoción de la discriminación, a quien públicamente promueva la realización de los actos de discriminación, señalados en el artículo anterior, será penado de cien a quinientos días multa. Salario mínimo: $130 + bono alimentación que depende de la relación laboral entre empleador y empleado.

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Panamá: Familias diversas no reconocidas. Salud se focaliza e institucionalizado trabajo en VIH. No avance en educación, no hay manual de Educación sexual aprobado. Código laboral establece no discriminación. Vivimos situaciones de múltiples formas de violencia y discriminación hacia personas LGBTI y migrantes. Salario mínimo $480 / no se cumple.

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ANEXOS

ANEXO 10 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 8

TRABAJO

6,3%

Violencia

ESCUELA

6,8%

Las personas de la diversidad sexual vivimos violencia en todos los ámbitos, en nuestro entorno familiar, la calle, la escuela y el trabajo. CASA

CALLE

20,8%

66,1%

Discriminación En Nicaragua, las personas de la diversidad sexual vivimos discriminación familiar y social debieo a nuestra identidad sexual.

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La violencia que vivimos las personas de la diversidad sexual es más frecuente y agresiva cuanto más visible es nuestra identidad sexual.

100 80 60 40 20 0 Sistema educativo

Familia

Puesto laboral

Sistema de salud

Homolesbotransfobia en escuela

Presentación de datos sobre derechos laborales para personas LGBTI en América Latina y el Caribe, presentados por la IDSDH (Iniciativa desde la diversidad sexual por los derechos humanos) en el Primer encuentro Centroamericano sobre Derechos laborales para las personas LGBTI en mayo 2017, en Managua.

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ANEXOS

ANEXO 11 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 9 Prostitución / Baja autoestima / Muerte Sufrimiento / Discriminación / Cárcel Rechazo de la familia / Suicidios / Intentos / Embarazos adolescentes Muerte materna / Abandono / Uso de drogas / Adicciones / Maternidad infantil Enfermedades / ITS / VIH y Sida / Abortos / Traumas psicológicos

Abuso sexual Pobreza / desempleo / Quien tiene poder se aprovecha / Dominante Machismo / Abandono hijo/a / Desconocimiento de las leyes Violencia generacional / Patriarcado Falta de comunicación / Situación económica Familia / Trabajo / Social

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Poder económico / Sistema educativo mediocre / No hay educación sexual

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ANEXOS

ANEXO 12 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 12 Canción Romeo Santos - Eres Mía

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Ya me han informado que tu novio es un insípido aburrido / Tú que eres fogata y el tan frío / Dice tu amiguita que es celoso no quiere que sea tu amigo / Sospecha que soy un pirata y robaré su loro / No te asombres / Si una noche / Entro a tu cuarto y nuevamente te hago mía / Bien conoces / Mis errores / El egoísmo de ser dueño de tu vida / Eres mía (mía mía) / No te hagas la loca eso muy bien ya lo sabias / Si tú te casas / El día de tu boda / Le digo a tu esposo con risas / Que solo es prestada / La mujer que ama /Porque sigues siendo mía You won’t forget Romeo /Gostoso / Dicen que un clavo saca un clavo, pero eso es solo rima / No existe una herramienta que saque mi amor / /No te asombres / Si una noche …. Te deseo lo mejor / Y el mejor soy yo / The King / You know you heart is mine / and you love me forever You know you heart is mine / And you love me forever / Baby Your heart is mine / And you love me forever Baby your heart is mine / And you love me forever / /No te asombres / Si una noche No te asombres

Compositores: Anthony Santos / Letra de Eres mía © Universal Music Publishing Group Artista: Romeo Santos / Álbum: Fórmula, Vol.2 / Fecha de lanzamiento: 2014

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ANEXOS

ANEXO 13 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 12

DEPORTE ENTRETENIMIENTO CINE

CALLE - BARRIO COMUNIDAD

LEYES LEGISLACIÓN

TRABAJO ECONOMÍA

IGLESIAS - RELIGIÓN

MEDIOS DE COMUNICACIÓN NOVELAS CANCIONES

CIENCIA TÉCNICA

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

ARTE CULTURA

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CASA

ESCUELA UNIVERSIDAD


ANEXOS

ANEXO 14 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 13 EL CICLO DE LA VIOLENCIA (Walker, 1979)

1

ELABORACIÓN DE LA TENSIÓN

CICLOS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO 2

EXPLOSIÓN DE LA VIOLENCIA Y AGRESIÓN

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3

CALMA O RECONCILIACIÓN “LUNA DE MIEL”

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ANEXOS

ANEXO 15 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 14 MITOS SOBRE LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES MITO: La violencia hacia las mujeres es algo raro y aislado. REALIDAD: Cada quince segundos una mujer es maltratada. La Violencia es la mayor causa de lesiones a la mujer; prevalece sobre la violación sexual callejera, asaltos o accidentes de tránsito. De tres a cuatro millones de mujeres víctimas de violencia cada año. MITO: A las mujeres les gusta el maltrato, si no, ya hubieran dejado al hombre. REALIDAD: A ninguna mujer le gusta la degradación y la humillación en una relación violenta. Pero muchas mujeres no tienen alternativa. No tienen un sitio a dónde acudir, ni recursos financieros, ni otras formas de apoyo. Muchas se enfrentan al incremento de violencia si intentan dejar a la pareja. MITO: La violencia hacia las mujeres ocurre principalmente en familias de bajos ingresos y en lugares alejados. REALIDAD: La violencia hacia las mujeres es transversal al afectar a personas de cualquier raza, nivel socio económico y ubicación geográfica. Los servicios de salud pública dan cuenta de un número proporcionalmente mayor de mujeres de bajos ingresos, porque las mujeres con mayores ingresos acuden a los servicios privados. MITO: El Sistema se salud tiene que priorizar casos de emergencia más graves que la violencia. REALIDAD: La violencia es un problema de salud pública, según decreto de la República de Nicaragua y la atención a las víctimas debe ser atendida de inmediato. MITO: No hay manera de romper con las relaciones violentas, la mujer queda sin salida. REALIDAD: Las mujeres pueden liberarse ellas mismas de las relaciones violentas cuando descubren sus propias fuerzas y se valen de los recursos comunitarios que les ofrecen apoyo y seguridad para sus vidas y la de sus hijos-as. MITO: Las agresiones físicas son más importantes que las psicológicas y deben ser atendidas primero. REALIDAD: la violencia psicológica incapacita a las víctimas para el funcionamiento diario en la casa y el trabajo. La violencia psicológica deja secuelas a corto, mediano y largo plazo en la vida de las mujeres.

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

MITO: Las mujeres tienen problemas más graves que los generados por la violencia, por ejemplo, los problemas económicos. REALIDAD: La violencia física, psicológica y sexual es la causa más común de lesiones en la mujer, incluidos robos y accidentes. La integridad física, psicológica y sexual debe ser considerado como el problema más serio a tomar en cuenta por las autoridades. MITO: Con el tiempo los problemas que genera la violencia se solucionan. REALIDAD: Cuanto mayor sea el tiempo que las mujeres estén expuestas a la violencia, mayores serán las secuelas psicológicas y menores sus posibilidades de recuperación. En muchos casos, las secuelas psicológicas se vuelven crónicas, a veces son irreversibles. -132-


ANEXOS

MITO: La violencia hacia las mujeres por los hombres son incidentes derivados de una pérdida de control momentáneo. REALIDAD: Los hombres violentos emplean las agresiones, las amenazas, las intimidaciones y el abuso psicológico, etc., para coaccionar y controlar a la víctima. La agresión física, aunque no es siempre continua, permanece como un factor oculto y constante de amenaza. Los maltratadores son selectivos en el ejercicio de la violencia, lo que demuestra que son capaces de controlarse en cualquier otra situación con extraños. MITO: El problema de la violencia se soluciona con que las mujeres maltratadas denuncien su situación y el sistema las protegerá. REALIDAD: En toda la experiencia de años de atención a los casos de violencia, las organizaciones han identificado que la Policía no está muy dispuesta a arrestar a los maltratadores, los fiscales no encausan adecuadamente los casos de violencia física, psicológica y sexual, y los jueces sentencian sin estudiar bien la seriedad del delito. Se observa que aun cuando las mujeres denuncian al agresor, no es garantía que serán protegidas. MITO: Los hombres violentos son enfermos mentales.

TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

REALIDAD: El hombre violento no se distingue de “la normalidad masculina” general. Puede ser simpático, seductor, atractivo y “caballeroso”, con actitudes de ciudadano modelo. Eso le permite camuflarse y pasar inadvertido en el mundo exterior a su familia, tener doctorados universitarios, ser funcionario del Estado, docente, psicólogo, actor, juez, empresario, obrero, policía, deportista, político, desocupado, médico, cocinero o científico.

-133-


ANEXOS

ANEXO 16 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 15 Cuadro Sinóptico Ley Integral Contra la Violencia Hacia las Mujeres y Reformas a la Ley 641 “ Código Penal”

Objeto principal

Actuar contra la violencia que se ejerce hacia las mujeres, con el propósito de proteger los derechos humanos de las mujeres y garantizarle una vida libre de violencia, que favorezca su desarrollo y bienestar conforme a los principios de igualdad y no discriminación; establecer medidas de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia y prestar asistencia a las mujeres víctimas de violencia, impulsando cambios en los patrones socioculturales y patriarcales que sostienen las relaciones de poder.

Progresividad

Garantizar, promover, fomentar

Sujetos comprendidos

Mujeres, niñas, niños y adolescentes, víctimas de hechos de violencia

Orientación hacia grupos sujetos a protección especial

Mujeres y personas en situación de pobreza

Normas vinculadas

Constitución Política de la República de Nicaragua, Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, Convención sobre los Derechos del Niño, y Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

Políticas que promueve

El artículo 3 señala al Estado el deber de implementar las políticas públicas. No se hace mención expresa de programas, planes o proyectos.

Promoción de los principios generales de la convención

Derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo Derecho a la no discriminación Interés superior del niño Respeto a las opiniones y los sentimientos de los niños pequeños

Derechos contemplados en esta norma

G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Derecho al bienestar y a vivir en un entorno familiar y a recibir un trato adecuado en él

Responsabilidades de los padres, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad con respecto a sus hijos Tipo de organización familiar en la que viven los niños Maltrato o violencia en el ámbito familiar Niños que no viven en un entorno familiar Condiciones de vida Acceso a servicios de apoyo del Estado para la crianza

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ANEXOS

Derecho a la educación

Acceso a información de calidad para el bienestar de los niños Medidas de protección contra la información perjudicial Niños sometidos a abuso y maltrato Niños sometidos a trato negligente Niños víctimas de venta, trata, secuestro o explotación sexual

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Derecho a medidas especiales de protección y reparación para grupos vulnerados

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ANEXOS

ANEXO 17 LECTURAS DE APOYO UNIDAD 16 El acoso callejero no es igual a piropo. LA PRENSA/ J. TORRES Las calles de la capital son el principal escenario donde tanto adolescentes como mujeres jóvenes y adultas son acosadas por los hombres. Las adolescentes entre 14 y 18 años son las que más sufren el acoso callejero, revela un estudio realizado por el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC-Nicaragua), presentado ayer a estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA). No obstante, el mismo revela que de este problema no escapan las mujeres adultas, pues nueve de cada diez mujeres en edades comprendidas entre 14 y 55 años expresaron haber vivido al menos una vez acoso callejero en Managua. DIFERENTE TIPO DE ACOSO Entre las principales manifestaciones de acoso callejero son señalados los silbidos, sonidos obscenos y miradas lascivas. Pero un 40.7 por ciento de las mujeres abordadas dijo que ha sido víctima tanto de manoseos como de exhibicionismo de genitales y persecuciones. El estudio realizado particularmente en Managua demostró que las calles, avenidas, mercados y paradas de buses son los principales sitios donde las mujeres fueron acosadas 910 mujeres del área urbana de Managua, en edades de 14 a 55 años, fueron abordadas directamente en los barrios y paradas de buses, durante el último trimestre del año pasado. NO ES PIROPO Según el estudio, lo más frecuente en las mujeres cuando sufren acoso callejero es que reaccionan de forma pasiva, o realizan una expresión de desagrado. En cambio, la mayoría de los acosadores cuando una mujer decide enfrentarlos optan por guardar silencio o huir. Noelia Gutiérrez y Estrella Lovo, quienes realizaron la investigación, refirieron que la misma fue desarrollada con la intención de visibilizar este hecho que afecta a las mujeres. Ambas insistieron en que la sociedad no debe considerar el acoso como un piropo, ni una forma de enamorar, y más bien es un tema relacionado con la violencia sexual. “Que la sociedad empiece a darse cuenta que el acoso callejero no es un tema normal, es un problema de violencia de género; que el acoso callejero debe empezar a cuestionarse”, dijo Gutiérrez. G U Í A D E FAC I L I TA D O R E S

Lovo señaló por su parte que, aunque la Ley 779, Contra la Violencia Hacia la Mujer, incluye dos artículos que mencionan algunas manifestaciones de acoso, no hay ninguno que especifique el acoso callejero como un delito. Desde el Observatorio han recogido testimonios de víctimas de acoso callejero quienes han expuesto que tienen mucho miedo de salir a las calles; se sienten súper vulneradas, no saben qué hacer, no saben qué contestar, refirió Estrella Lovo.

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ANEXOS

El Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC) Nicaragua es una iniciativa independiente impulsada por mujeres jóvenes. Es parte de organizaciones homólogas en Chile, Colombia, Uruguay y Bolivia, tiene diversas líneas de acción como la investigación, la creación de espacios de discusión con jóvenes, entre otros. Este Observatorio pretende llegar a los estudiantes de primaria, secundaria, universidades, así como sectores labores, tanto formal como informal.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Bourdieu, P. (2000). La dominación masculina. Barcelona, España: Editorial Anagrama, S.A. Montoya, O. (1998). Nadando contra corriente: Buscando pistas para prevenir la violencia masculina en las relaciones de pareja. Managua, Nicaragua: Puntos de Encuentro MINSA. (2006). Manual de Técnicas y procedimientos para el abordaje de la masculinidad y la salud sexual y reproductiva con el personal del sector salud y la comunidad. Banco Mundial. CEPAL (2001). Educación reproductiva y paternidad responsable en Nicaragua. En asignatura Género y Masculinidad. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA. Ferrer, V. y Bosch, E. (2000). Violencia de género y misoginia: Reflexiones psicosociales sobre un posible factor explicativo. Papeles del Psicólogo, núm. 75. Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos. Madrid, España: 13-19. Fundación Luciérnaga. (2018). Ya no más [Archivo de vídeo]. Recuperado 31 julio, 2019, de https://www.youtube. com/watch?v=XNJYpnaGwYU Galeano, E. (1998). Memoria Del Fuego. 2. Las Caras y Las máscaras. Madrid, Siglo XXI. TRABAJAR CON HOMBRES PARA LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD Y LA PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

GEDDS (2010). Una mirada a la diversidad sexual en Nicaragua. GEDDS, Managua Graña, F. (2000). ¿La dominación masculina en entredicho? Androcentrismo y crisis de masculinidad. Revista de Ciencias Sociales, 18. FCU: 97–109. Kimmel, M. (1997). Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina. Masculinidad/es, poder y crisis. Ediciones de las Mujeres, 24. Isis Inernacional. Santiago, Chile: 49-62. Lectura: Alarcón, T. (2001). El origen ideológico y cultural de la violencia de género. Papeles, 1(73), 91–96. Montoya, O. (1998b). Capítulo 5. Nadando contra corriente. Puntos de encuentro. Managua, Nicaragua. PaulineUNFPA. (2011). Diversidad a todo color [Archivo de vídeo]. Recuperado 31 julio, 2019, de https://www.youtube.com/watch?v=9xd_YhuYWCM. Es un video sobre la serie de TV Sexto Sentido emitida en Nicaragua. Romero, E. (2015, 19 junio). El acoso callejero no es igual a piropo. La Prensa, pp. 91–96. Recuperado de https://www.laprensa.com.ni/2015/06/19/nacionales/1852797-acoso-callejero-no-es-igual-a-un-piropo Shepard, B. (2009) Derechos sexuales: suprimir castigos y proporcionar servicios. En asignatura Sexualidad y reproducción desde DDHH. Maestría en Perspectivas Género y desarrollo. UCA Sánchez, R. (2005). Promiscuidad el falso dilema. Letra S., 18. UNFPA Nicaragua. (2013). Casa de Muñecas [Archivo de vídeo]. Recuperado 31 julio, 2019, de https://www.youtube.com/watch?v=huE5ZJRAx50 Walker, L. (1979). The Battered Woman. New York, NY

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Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero de la Agencia Extremeña de Cooperación internacional para el Desarrollo (AEXCID). Su contenido es responsabilidad exclusiva de APADEIM y Fundación Mujeres, y en modo alguno debe considerarse que refleja la posición de la AEXCID.


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