El niño golpeado Aún recuerdo aquel día como si fuera ayer, aquella mañana cuando brillaba intensamente el sol, las aves iban de un lado a otro y la luz del día entraba por mi ventana. De repente, unos intensos gritos me hicieron saltar de mi cama; descalza, corrí hacia la ventana para ver qué sucedía y lo único que vi fue a mi hermano Sebastián tirado con golpes en la cara. Bajé desesperadamente las escaleras, corrí hacia la parte trasera y sostuve entre mis brazos a mi hermano tirado, volteé hacia mi izquierda y vi a un chico brincando la cerca, traté de alcanzarlo pero la cerca me detuvo, ya era demasiado tarde, en ese momento regresé para llevar a mi hermano dentro de la casa. Mis padres y mi hermana llegaban en ese momento a casa y me encontraron en la sala con mi hermano lastimado. En ese instante, mi papá Jaime tomó el teléfono y se comunicó al hospital más cercano. Al poco tiempo llegó la ambulancia y se a mi hermano, mi papá fue con él.
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