Y ahora, organízate bien
Los repasos serán de muy pocos minutos, no releyendo lo aprendido, sino memorizando las ideas principales para luego comprobar el nivel de recuerdo contrastándolo con el esquema o apuntes. Lo propio es que cada día se dedique un corto tiempo al repaso de temas que han sido estudiados. El control de los temas a repasar debe llevarse con registros agendados distribuidos adecuadamente.
Elaboración de trabajos monográficos Hay por lo menos dos aspectos esenciales que deben tenerse en cuenta a la hora de preparar y realizar un trabajo escrito: por un lado el texto debe traslucir nuestra personalidad, de lo contrario será un trabajo insulso. Pero por otra parte, debe estar regido por unas normas mínimas de orden y técnica, tanto a la hora de su generación como de su final presentación; ello permitirá que el receptor pueda comprender con facilidad y claridad todo lo que le estamos transmitiendo.
Definir el tema general Antes de poner manos a la obra necesitaremos definir lo más claramente posible lo que pretendemos conseguir con este trabajo: el esquema conceptual en el que se reflejarían las ideas más globales de todo lo que queremos expresar.
Exploración y consulta En el caso de no tener mucha idea de cómo ha de ser el tópico, será necesario emplear un tiempo recogiendo información para adquirir un nivel básico de conocimiento sobre el tema, que nos permita elaborar el tópico y poder movemos con cierta soltura. Muchas veces sirve de ayuda y orientación hacer una primera revisión de otros trabajos paralelos al que hemos de ejecutar, para tener una idea tanto de los aspectos principales de su contenido como de la forma en que están presentados.
La investigación Básicamente, en esta fase hay dos tipos de tareas:
Reunir el material específico que necesitaremos para la realización de nuestro texto Dependiendo del tipo de tema y sus pretensiones, tendremos que consultar fuentes muy diversas: bibliotecas, archivos, realizar entrevistas, acudir a conferencias, observación personal de los hechos, etcétera. Todo ello nos proporcionará una serie de apuntes, la mayoría de ellos inconexos, similares a las piezas de un rompecabezas, pero imprescindibles para realizar el trabajo. Anota bien la fuente de cada documento que utilices; la necesitarás para la bibliografía.
Clasificación del material Es necesario que todo el material que consigas lo guardes de forma ordenada bajo una serie de epígrafes, que luego te facilitarán una localización inmediata de lo que necesites. También debes clasificar referencias sobre artículos, párrafos o temas de interés que en su mo-
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