Nº 23 - Diciembre 2020
Royo Lira BOSQUE SUREÑO Inesperadamente el libro cae y se abre a mis pies. Por un segundo lo relaciono con algún ratón y sus intenciones de asustarme, pero no, me mantengo en calma. Al parecer cayó desde la estantería en forma casual, aunque mi bisabuela insistía en que no existen las casualidades. Por la calle pasa el camión de la basura, unos niños corren, gritan, el perro vecino ladra y alguien lo calla. Después un silencio perdido en las sombras que comienzan a teñir de gris la tarde. Estoy sola en casa, la caída del volumen es para mí sinónimo de curiosidad. Cómo no si se abrió en la última página del cuento “Soledad de la Sangre” de Marta Brunet. Lo he leído varias veces, la primera lectura obligatoria en el liceo. En cada oportunidad un nuevo detalle me hace querer saber más sobre la escritora, en especial cómo a través de su escritura ȯɐȺȌ Ƶȁ ȲƵǶǞƵɨƵ ǶȌȺ ƧȌȁ˜ǞƧɈȌȺ ƮƵ ǶƊ ǿɐǯƵȲ Ƶȁ ɐȁƊ ȺȌƧǞƵƮƊƮ ǿƊȲƧƊƮƊ ȯȌȲ el patriarcado. 0Ⱥ ƵǶ ˛ȁƊǶ ƮƵ ǶƊ ǘǞȺɈȌȲǞƊ ǶȌ ȱɐƵ ɈƵȁǐȌ ƊȁɈƵ ǿǞȺ ȌǯȌȺ بǶƊ ȯȲȌɈƊǐȌȁǞȺɈƊ ةǘƵȲǞƮƊ ة destrozado su espíritu, huye al bosque. Yace sobre la tierra en total desconsuelo… Este hecho siempre me produjo resquemor, sentía intencioȁƵȺ ƮƵ ƊɯɐƮƊȲǶƊ ةǐƊȁƊȺ ƮƵ ȌȲƮƵȁƊȲǶƵٗ بmƵɨƋȁɈƊɈƵ ǿɐǯƵȲ ɯ ɨƵɈƵ خƦƊȁƮȌȁƊ todo. Abraza la libertad que mereces”. Pero es un imposible ¿o no? ¿Es posible intervenir en el cuento? ¿Entrar en él? Por ahí dicen que tengo algo de bruja, la bisabuela fue criada por una mujer de la etnia kawéskar, ambas me transmitieron. secretos. Cierro los ojos, respiro profundo. Me relajo. 53