Nº 23 - Diciembre 2020
Bustamante Morales
SALOMÉ Mis ojos te han mirado siglos. Te han buscado en la montaña con el frío atroz y se quedaron dormidos. Tus huesos se encarnaron en mi piel como el origen del mundo a la noche, y soy la respuesta a tu pregunta, y lo aprovecho para sobrevivir. Tejí el rencor, porque mi madre redujo el abalorio de su falda, por los niños descalzos, a costa suya. El frío desolló sus muñecas, Ⱥɐ ǶƵȁǐɐƊǯƵ ˛ȁȌة y cayendo en el mercado como fruta común. Se arrimó al hueso ajeno y perdido, le habló en su idioma, y a su enemigo, le dio de comer como un pájaro al polluelo. 87