OPINIÓN 116
UN PAISAJE PARA EL MUNDO
María del Rosario Guerra Senadora de la República Centro Democrático
C
olombia es un lugar lleno de espacios mágicos que esconden culturas únicas y tradiciones milenarias que hoy son reconocidas en el mundo entero. Exaltar la gran riqueza que posee nuestro territorio es todo un reto dada la gran diversidad en materia de flora, fauna y exuberantes paisajes que nos rodean. Esta vez haré mención a un pedacito de país con el que tengo un arraigo especial: el Paisaje Cultural Cafetero, una tierra única que merece ser preservada, conocida y admirada por la humanidad. Este paraíso con olor a café fue reconocido por la Unesco, el 25 de junio de 2011, como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Quienes hemos tenido la fortuna de conocer, vivir y disfrutar de esta tierra fresca y de gente pujante no solo valoramos inmensamente este reconocimiento, sino que trabajamos día a día en pro de forjar el desarrollo de la región, manteniendo viva la tradición productiva cafetera, y la cultura, arquitectura, gastronomía y turismo asociados a la caficultura, propias de esta hermosa tierra. El Paisaje Cultural Cafetero reconocido por la Unesco cobija a 51 municipios, incluida el área de amortiguamiento, de cuatro departamentos: Risaralda, Caldas, Quindío y Valle del Cauca. En esas firmes montañas donde el café colombiano cobra vida hay más de 79 mil caficultores con 95.503 fincas y 172.000 hectáreas sembradas de café, una de las bebidas con mayor reconocimiento y más consumidas en el mundo entero. Tal es el movimiento del ecosistema cafetero que ni la pandemia fue impedimento para que,