La coalición de los frágiles frente a la coalición de los solos Íñigo Errejón
E
n el campo progresista y democrático se ha despertado una curiosidad morbosa sobre la atracción que las nuevas fuerzas reaccionarias despertarían entre «las clases populares». Esta curiosidad ha hecho fortuna en algunos ámbitos culturales e incluso militantes, que se han lanzado a una reflexión de tipo especular: adivinar qué habría hecho mejor la extrema derecha que las fuerzas emancipadoras para ganarse el favor de «los trabajadores». Realizaré dos consideraciones al respecto. En primer lugar, este planteamiento no resiste apenas un análisis empírico comparado. Los sectores más golpeados distan mucho de ser bastiones de las nuevas derechas: en las pasadas elecciones norteamericanas Donald Trump obtuvo estrepitosas derrotas entre las mujeres, los latinos o los negros, que son los que concentran tasas de pobreza y precariedad muy por encima de la media nacional. En España los primeros bastiones de voto a la formación ultraderechista vox han sido en general zonas de alto poder adquisitivo. La fortuna que ha hecho esta asociación inconsciente se debe entonces no a su consistencia
36 Ilustración de donDani