Me doy vuelta algo chispeado y desentierro también uno de los míos y arremeto contra el silencio repentino de la guitarra y la mudez de la desorientada milicia. El lucero brilla en el cielo santo y los gallos con su canto me dicen que llegó el día… En el entrevero elijo a uno o dos mientras me van arrinconando… Elijo morir peleando. Elijo morir chuseado. - “Refalosa, Refalosa no te vas a refalar, porque viene la Mazorca y te puede degollar” - …
- “Refalosa, Refalosa Refalosa ya llegó Venía buscando a un salvaje…” - …
Pero ya lo encontró.