Revista de la Archicofradía del Apóstol Santiago
Número 62 61
COFRADÍA DEL APÓSTOL SANTIAGO DE LUXEMBURGO José Antonio Marzoa Puga Presidente
E
n primer lugar, me gustaría felicitar a la Archicofradía Universal del Apóstol Santiago por la organización de este evento de carácter mundial y agradecer el que se me haya invitado a participar en el mismo. Desde 2012 presido la Cofradía del Apóstol Santiago en Luxemburgo, el corazón de Europa. Y creo que de eso se trata, de corazón; ¿a qué me refiero? La historia de nuestra Cofradía nace por amor, sí, por amor. Una peregrina llega a Santiago siguiendo el camino portugués el 19 de mayo de 2010 (último Año Santo Compostelano) y nos conocemos en la Plaza de la Quintana de Vivos, justo cuando una chica de su grupo nos pide a un amigo y a mi que les hagamos una foto delante de la Puerta Santa. Un año y dos días después nos casamos en Luxemburgo. En aquellos momentos, totalmente hechizado –estado en el que sigo–, compartí este hecho con D. Jenaro Cebrián, en paz descanse, Canónigo de la Catedral y Director de la Oficina de Peregrinos, y gran amigo. Cuando le pregunté qué podría hacer por el Apóstol a quien le estaba muy agradecido, su respuesta fue clara: “haz una Cofradía”. Recuerdo, como si fuese hoy, mi sensación de sorpresa estimulado por el reto; ¿cómo y cuándo? Fue mi primera reacción, de rotunda responsabilidad fue mi sensación después, al darme cuenta que el amor que me había traído el Camino me obligaba con él a contribuir a su difusión.
– Promover la peregrinación al Sepulcro del Apóstol Santiago, con la orientación cristiana que le es propia, desde todos los lugares de España y de otras naciones. Y a partir de entonces la Cofradía del Apóstol Santiago en Luxemburgo no ha dejado de crecer, y es de agradecer el inestimable apoyo de nuestro muy queridísimo y admirado Don Segundo Pérez, Deán de esta Catedral que nos acoge, quien nos ayudó con el gran obstáculo que parecía insalvable durante los primeros años, de aceptación de esta cofradía que, fundada por extranjeros, era mirada con cierto resquemor por el Arzobispo de este Gran Ducado. También el Apóstol Santiago inspiró al defensor del pueblo cuando hizo valer nuestra causa sin ánimo de lucro ante las autoridades fiscales de Luxemburgo que nos obligaban a pagar un mínimo de 3000 euros de impuestos cuando nuestros únicos ingresos son la cuota anual de 10 euros de cada uno de nuestros cofrades. Y también el Apóstol Santiago nos inspira en la santa paciencia cuando todavía se nos pide que cada año presentemos declaración fiscal aunque seamos una organización sin animo de lucro y estemos exentos del pago.
Como paso previo a la creación de esta nueva cofradía, mi mujer y yo nos hicimos Cofrades de esta Catedral un 30 de diciembre de 2012 y adaptamos sus estatutos: Fomentar y propagar el culto al Apóstol Santiago. – Mantener la relación con todos los cofrades extendidos por el mundo, y ayudar a su vida cristiana y/o a su vida espiritual. 105